Buscando un futuro
Capítulo 5: La persecución
Llevábamos semanas corriendo delante de los orcos, desde aquella noche nos habíamos acostumbrado a dormir de día y viajar de noche, de esta forma los orcos no nos atacarían en nuestro descanso, esa tarde sin embargo podía sentir la presencia de los asquerosos seres demasiado cerca.
Aragorn me notó inquieta, al parecer el también notaba la cercanía de nuestros perseguidores "¿Cuánto crees que tarden en alcanzarnos?"- me pregunto con pesar
"Están encima nuestro- aseguré –y son cientos, no podremos con ellos, son demasiados"
En ese instante la cara de cierto elfo se transfiguro "puedo verlos- murmuró- son alrededor de ochocientos, y vienen hacia acá a una velocidad asombrosa"
"Cuánto tardaran en alcanzarnos?"- quiso saber Pippin "
En menos de una hora estarán aquí"- las palabras de Legolas eran alarmantes, si bien teníamos discusiones todo el tiempo, no dudaba de su capacidad y valentía, por lo que ante su espanto no dude en tomar mi bolso y alentar a los demás a que hicieran lo mismo.
La noche nos encontró a todos corriendo por el camino, podía sentir las oscuras auras cada vez mas cerca, irradiaban odio, asco, corrupción, era una mezcla de sentimientos malignos que me estaban mareando, no podía entender como podían existir seres como aquellos que se alimentaran de la oscuridad, mas me sorprendió lo que me comentó Pippin cuando quise saber el origen de aquellos seres
"Son elfos, que en el inicio de los tiempos, fueron torturados, masacrados, y se degeneraron en orcos"- lo mire incrédula, sentí como mis ojos se desviaban hacia Legolas
"¿Quién es capaz de convertir a la hermosa gente en algo como eso? quien..."- las palabras se cortaban en mi boca de sorpresa y frustración
"Morgoth"- susurró Legolas con una tristeza escalofriante, sus ojos habían perdido su brillo, parecían dos vacíos cuencos azules. Sentí un deseo irrefrenable de abrazarlo, para calmar su angustia... Por Eru que estaba pensando ese elfo era el ser mas antipático, odioso machista y estúpido que existía.
"Bree no está lejos"- comentó Sam- "si llegamos allí talvez podamos salvarnos"- así lo decidimos mientras sentía las oscuras auras rodearnos.
Era cerca de la media noche cuando una flecha surcó los aires en nuestra dirección, clavándose a los pies de Pippin que iba en la retaguardia, afortunadamente el camino se desviaba hacia una inmensa puerta, Aragorn toco la campana y saludo al guardia "Los orcos vienen por el camino"- aseguró para que nos permitieran entrar
"Vienen destruyendo todo lo que se encuentra a su paso"- agregó Frodo.
"Señor Bolsón"- le reconoció el guardia- "pasen, no deben quedarse fuera el señor Mantecona estará feliz de recibirlo"
"No hay tiempo para eso"- aseguró Aragorn- "preparen las defensas, busquen a todos los hombre que puedan manejar un arma"- le di una pequeña patadita, que él supo comprender de inmediato-"también las mujeres, si hay alguna dispuesta a hacerlo"- sonreí contenta mientras el guarda miraba horrorizado
"Trancos, no te reconocí- aseguró con disgusto- ¿quién crees que eres para mandar de esa forma?"- la espada refulgió cuando la elevó en el aire y la capa negra se abrió para mostrar el árbol blanco en la pechera de la ligera armadura del rey.
"Yo soy Eleasar, Rey de Gondor y Arnor, y esta ciudad esta en mis territorios, por lo que te ordeno que obedezcas"- Aragorn parecías agrandarse al decir esas palabras mientras el guardia nos miraba incrédulo. Sabía, como todos que el rey había vuelto, pero lo que menos se esperaba es que aquel mugriento montaraz que tantas veces había repudiado lo fuera.
El guardia dio la alarma, mientras los hombres se amontonaban frente a nosotros llego el encargado de la posada, traído por las voces que murmuraban que el rey estaba en la ciudad ante el inminente ataque orco, cual fue su sorpresa al ver al montaraz, en compañía de esos cuatro hobbits ya conocidos, el viejo Gandalf, que pasaba de vez en cuando en sus inacabables viajes, y tres sorprendentes seres a los que no había visto nunca, un elfo, un enano, y una mujer muy extraña.
"Esta si que es una sorpresa- comentó acercándose a nosotros- cuando los hobbits me lo dijeron no lo pude creer, pero es la verdad, tu eres el rey"- murmuro sorprendido, Aragorn asintió sonriendo
"Permíteme presentarte a mis amigos, Mantecona- continuo el rey señalándonos- Gimly hijo de Gloin, de las Montañas Nubladas"- Gimly hizo una reverencia con el ya famoso "a su servicio", a lo que Mantecona respondió igual
"Legolas Hojaverde, Príncipe del Bosque Negro"- el elfo saludo con la cabeza- "y Lamia Alasha"- el gordo hombre me miro asombrado, al parecer era otro de los que opinaban que una dama no debía llevar espada
"Lo mejor será que prepares la posada"- afirmó Gandalf- "nos hospedaremos allí, además de que necesitaras el lugar para los heridos"- el posadero salió asintiendo, sabía muy bien que no era momento de celebraciones.
"Estarán aquí en diez minutos"- aseguró Legolas desde el puesto vigía mientras Aragorn organizaba a los hombres, no tenían experiencia en la lucha mas allá de la defensa de la ciudad, pero esto último lo hacían muy bien, eran aproximadamente unos 500 hombres, apostados entre las paredes y detrás de la puerta. Me ubique junto a Legolas que me miraba disgustado.- "¿qué es lo que piensas hacer aquí?"- lo ignoré por completo, preparando mi arco
"Voy a ganarte de nuevo esta vez Legolas"- gritó Gimly desde abajo
"Eso quisieras "- se burló el elfo- "la vez anterior tuviste demasiada suerte"
"Dejen de decir estupideces- aseguré- yo voy a vencerlos a ambos"- el elfo estaba a punto de contestarme, cuando Hathor lanzó un grito agudo, en ese mismo instante una nube de flechas envenenadas se dirigía hacia nosotros. Pude sentir el nerviosismo de los hombre a mi alrededor, Legolas en cambio disparaba una flecha tras otra, dando siempre en el blanco, yo hacía lo mismo, aunque a mi me había llevado años de entrenamiento y él lo llevara en la sangre. Las puertas se abrieron, dejándoles paso, para la lucha cuerpo a cuerpo.
"veintiuno, veintidós"- murmuraba con total concentración, cuando otro grito de Hathor me devolvió a la realidad, una flecha se había clavado en el hombro de Legolas, muy cerca de su corazón. Pude sentir mi sangre paralizarse, no podía permitir que él muriera, ya había perdido a demasiados seres, como para perderlo también a él. Posé mi mano en su pecho y la flecha se deshizo poco a poco, mientras la herida comenzaba a cerrar. Suspiré tranquila, se salvaría, aunque necesitaría descansar.
Tome mi arco y seguí disparando, cuando percibí a un grupo de orcos detrás de mí. La espada parecía estar hambrienta de sangre orca, los hombres que estaban conmigo me miraban sorprendidos ante la forma en que manejaba la espada.
Los orcos parecían no alejarse de nosotros, de pronto me di cuenta, intentaban llegar a Legolas que yacía desmayado cerca mío. Tuve que librar buena batalla para que no lo alcanzaran, "y todo por un elfo engreído" pensé en el momento en el que un cuerno anunciaba la retirada y los orcos comenzaban a correr perseguidos por un grupo de hombres.
Pedí ayuda a un hombre que estaba a mi lado, y entre los dos bajamos al inconsciente elfo, Gimly nos miro asustado. "no te preocupes, él esta bien- le aseguré una vez que habíamos acomodado al príncipe en uno de los cuartos de la posada- la flecha no toco partes vitales, aunque fue solo por milímetros, yo la deshice con mi magia para no arriesgarnos a que al extraerla pudiera causar mas daño"- el enano me miro agradecido
"Queda elfo machista para rato- aseguré- voy a ver a los demás heridos, y si aun me queda energía suficiente terminaré de cerrar la herida"
La verdad que los heridos fueron demasiados, por lo que cuando pude entrar a la habitación que me habían preparado y vi el agua caliente para el baño no dude en hacerlo, cuando salí del agua estaba totalmente relajada, y me metí en la cama para descansar después de la agitada noche. Cuando me desperté ya había pasado el mediodía
"Dormiste bastante"- aseguro Merry con tono travieso
"Estaba agotada, casi toda mi energía se fue curando heridos"- aseguré tomando un pedazo de pan que se encontraba sobre la mesa
"Todas las personas que visitaste anoche se encuentran muy bien esta mañana- aseguró Aragorn, con seriedad- a excepción de Legolas"- lo mire sorprendida- "al parecer la flecha estaba envenenada, y surtió un efecto distinto en él por ser un elfo"
"Genial"- murmuré levantándome en dirección al cuarto del elfo. Cuando entre allí lo contemple como lo había hecho la primera vez, sin peleas, sin roces, sin comentarios irónicos. Se veía con la piel pálida, casi grisácea, me senté al borde de la cama y toque su frente, su piel era suave, como pétalos de rosa, aunque estaba ardiendo a causa del veneno.
"Está muy grave?"- preguntó Gimly preocupado, al parecer lo había cuidado toda la noche, y yo no me había percatado de su presencia al entrar.
"En mi bolso hay una caja blanca con una cruz roja, tráemela"- le pedí mientras Hathor se posaba en la ventana Una vez con el botiquín en las manos busque unos antifebriles y se los di, no podía curarlo del todo, tanta energía junta podía destruirlo, por lo que a lo largo de esa semana fui curando poco a poco la herida, dando tiempo a que su cuerpo asimilara mi magia, de alguna forma en esos días logré hacer las paces con él, obviamente seguía dormido.
Recuerdo muy bien el día que despertó, yo estaba curándolo con magia, por lo que mi mano descansaba en su pecho, él abrió los ojos despacio, le sonreí tranquila y le acaricie los cabellos pidiéndole que se tranquillizara, que todo iba a estar bien: parecía confundido, pasó todo el día así hasta que a la noche volví para seguir con mi magia, Gimly me acompañaba como siempre, mientras el resto se turnaban para cuidarlo, nosotros nos encargábamos de las curaciones profundas, yo utilizaba mi magia y el enano me ayudaba con las medicinas, volvi a posar la mano en su pecho, mientras la magia pasaba de mi cuerpo al suyo. Sus ojos se abrieron de golpe, me miro sorprendido y pregunt
"Que diablos crees que estas haciendo?"- lo mire sorprendida, aleje mi mano de su cuerpo, ante su mirada de furia, era un estúpido, un idiota, me levante furiosa, y salí de la habitación dando un portazo
otro capi mas, para que vean que no los dejo esperar tanto, espero que les guste, dejen reviews...
CAndyBloom: aca te dejo otro capi, espero que te guste, y sip, tenemos un Legolas muy cascarrabias y cabron, al menos por ahora
faires:(alias la de los mil nombres jjejejjeje) en verdad esta historia si va a ser bastante mas larga que la anterior, y no te preocupes que mientras tenga tiempo mis neuronas van a seguir fastidiandome hasta que esten exaustas, en cuanto a lo de los elementales te creo perfectamente, ya que si bien no puedo verlos en todo momento, yo puedo percibirlos con facilidad (es por ese motivo que casi siempre aparecen en mis historias)
