Buscando un futuro
Capítulo12: una ciudad, una fuente y un viejo enemigo
La noche estaba insinuando su llegada cuando atravesamos las puertas de la antigua ciudad, a pesar de las edades transcurridas en abandono y las asquerosas alimañas que habitaban la zona podíamos ver aun la belleza que alguna vez había tenido Gondolin. Las ruinas de inmensos jardines y plazas poblaban el camino, y las inmensas casa derruidas por el tirano reloj que nunca se detiene, habían sido alguna vez de pulido mármol, las construcciones mostraban aun aires de la grandeza y riqueza del tiempo en que fueron construidos
"Jamás creí ver un lugar como este"- comentó un sorprendido Gimly- "ey elfo, ¿por qué no me dijiste que tu gente podía construir cosas así?"- Legolas lo miró escéptico
"Te lo hubiera dicho, de haberlo sabido"- respondió con sarcasmo- a decir verdad no puedo creer que estemos tan cerca del Bosque Negro"
"Me hubiera gustado estar aquí en su apogeo"- murmuré mientras sentía las oscuras presencias acercarse- "Cruel ironía para Morgoth, la ciudad que alguna vez destruyo es la que puede devolverle la vida"- todos me miraron pensativos, al parecer no les cayo muy bien ese comentario
"Donde estará la fuente?"-quiso saber Merry "La ciudad parece bastante grande, nos va a costar encontrarla"- respondió Aragorn
"Usemos la cabeza gentes, si tuvieran que custodiar la fuente de la juventud, donde la pondrían?, no a la vista de todo el mundo"- argument
"Buen punto"- contesto Sam- "que es lo que sugieres?"
"Si yo fuera Turgon, construiría sobre la fuente el lugar en el que pudiera poner más custodia sin llamar la atención de los habitantes"
"Y eso es...????"
"El palacio"- completó Legolas mientras yo asentía
"Allí sería normal la excesiva custodia, por eso mismo Morgoth no la descubrió cuando destruyó la ciudad"- concluyó Gandalf
"Bien- comentó Pippin cansado- y donde está el palacio?"
"Ese es el chiste- le explico Frodo- nos va a tocar encontrarlo"
"El palacio estaba en la cumbre"- aseguró Aragorn señalando una saliente hacia la cual nos dirigimos, al llegar al lugar entre las derrumbadas paredes pudimos ver un extraño pasadizo
"Hay que admitir que tanto Ulmo como Turgon padecían de una afición a los túneles"- se burló Merry mientras nos hundíamos en el oscuro túnel.
Mi estomago se achicó de repente, pude sentirlo en el mismo instante, en que atravesamos la salida, mis ojos no necesitaron acostumbrarse a la luz cegadora de las aguas para saber que nos habían ganado, habíamos llegado tarde.
El primer grito en escucharse fue el de Legolas, mientras nuestros ojos captaban solo cuatro contornos junto a la fuente él ya pudo distinguirlos, sus manos tomaron con fuerza ,las mías en el momento en que reconocí uno de los seres, y un grito se ahogó en mi garganta.
Eran cuatro hombres aparentemente, uno de ellos Morgoth supuse, se veía como un hermoso elfo de largo cabello negro y ojos azules, pero su expresión denotaba el odio y la maldad que albergaba su corazón, el otro llevaba una inmensa armadura negra, y no podía verse su rostro, pude reconocerlo de los cuadros que había visto en casa de Elrond como Sauron, el amo del Anillo Único, junto a él un hombre vestido completamente de negro llevaba un inmenso casco negro con la insignia del Ojo, detrás de estos tres se hallaba el ser a quien menos deseos tenía de ver en aquel lugar, un escalofrío recorrió mi espalda cuando sus inmensos ojos negros se clavaron en mí. Era el más joven de los cuatro allí presentes, pero era el único capaz de provocar verdadero temor en mí, tenía prácticamente la misma edad que yo, con la piel pálida como la más pura de las flores, su cabello oscuro caía con gracia enmarcando su rostro, hubiera podido pasar por un ángel si no fuera por estar con esos seres, y el que nos conocíamos bastante. Así que esa era la energía que no podía reconocer, él había estado atrás de todo esto desde el principio, como no me di cuenta antes, ¿quién más podría ser?.
"Ya decía yo que Boca de Sauron no era tan listo como para planear esto solo"- murmuré rompiendo el silencio en el que ellos nos miraran con caras sobradoras
"Es bueno volver a verte, querida- murmuró con su voz melodiosa Asbet- es una pena que te haya ganado esta vez, pero ya sabes como son las cosas, van y vienen, aunque esta vez, espero ganar"
"No dudo que haya sido idea tuya desde el principio, solo a una mente tan retorcida como la tuya puede ocurrírsele una cosa así, es que no te aguantas la pelea limpia?"
"Ya querida, no te apenes- murmuró extendiendo su mano sobre las brillantes aguas que comenzaron a oscurecerse- esta fuente ya no tiene más vida, contaminará el mundo para mí mientras esté aquí"- murmuró mientras se evaporaba en una nube junto con sus aliados
"Odio que haga eso"- murmuré furiosa- "Como pude ser tan estúpida de no darme cuenta que era él quien estaba detrás de todo esto, uyyyy, no puedo ser tan estúpida"- me enfurecí tomando mi cabeza, obviamente hablaba sola, mis amigos no terminaban de recuperarse de la impresión de lo que habían visto- "ahora sí estamos en una grande una muy grande"-aseguré a un Gandalf que comenzaba a mover la cabeza como intentando que sus neuronas hicieran conexión
"No tenes porque culparte"- murmuró Legolas abrazándome, mientras yo dejaba mi cabeza caer sobre su pecho- "ninguno pudo hacer nada"- sentí los ojos de mis amigos extrañados, a pesar de lo grave de la situación no pudieron dejar de extrañarse ante tal demostración de afecto, nunca nos habían visto en algo que expresara más que pura camaradería. Aragorn, lo había sabido desde un principio, pues era el único que había notado la forma en la que su amigo había visto a la joven desde el inicio del camino, aun antes, aquel día que lo recibió en Rivendel lo primero que el príncipe del Bosque Negro había preguntado era por la identidad de la hermosa dama que había cautivado su corazón
Los demás nos miraron incrédulos, una pequeña sonrisa de comprensión asomó a sus labios, ese era el origen de tantas peleas, se amaban, pero sus orgullosos corazones les impedía aceptarlo
Pasaron unos minutos de silencio antes que Legolas y yo notáramos la presencia de nuestros amigos, su gesto había salido en forma tan natural que no habíamos caído en que lo vieran los demás. Nos separamos de golpe, sintiendo ambos el ardor de nuestros rostros, gracias a Dios prefirieron no darse por enterados de lo ocurrido, como si fuera lo mas normal.
"quien era él?"- quiso saber Gandalf
"Al parecer lo conocías bastante"- continuó Gimly
"No es el mejor de mis amigos- argumenté con sarcasmo- en realidad todo lo contrario"
"Pues te tenía bastante confianza"- aseguró Legolas con tono receloso
"Tenemos la confianza de dos viejos enemigos que se conocen todos sus recursos, cada uno sabe que esperar del otro, no me extraña en absoluto que este metido en todo esto, lo que no entiendo es como no me di cuenta antes, por Dios, si hasta percibía su energía, y no pude reconocerla"-estaba furiosa conmigo misma por ser tan estúpida
"que tan grave es la situación?"- quiso saber Frodo
"No te imaginas cuanto"- lo miré de frente- "Asbet es más peligroso que Sauron y Morgoth, ellos son solo meros instrumentos para él"
"Tenemos que advertir a todos los pueblos de la Tierra Media"- anunció Legolas- "tenemos que llegar cuanto antes al reino de mi padre"
No nos quedó otra que retomar, ahora en sentido contrario el trémulo camino por el que habíamos llegado, teníamos aproximadamente un día y medio hasta las fronteras del reino, y un día más hasta la ciudad principal
En un momento durante la caminata Legolas se acercó hasta mí y murmuró "Quiero que conozcas a mi padre"
"Bueno, es lo mas normal, con las noticias que llevamos" "
No me refiero a eso- murmuró mientras yo sentía ese, ahora común, vértigo en la espalda-quiero que sepa que sos la mujer que amo, con la que quiero pasar el resto de mi vida"
Asentí en silencio, y yo que creía que iríamos despacio, al parecer esta visita no sería solamente la definición para una batalla, también definiría mi extraña relación con ese elfo que realmente me volvía loca
ya les dejo otro capi más, espero que les guste, y me dejen sus reviews, que me dan furezas para seguir
Hada: lamento desilucionarte pero no la tengo terminada, aunque el finas ya esté totalmente formado en mi cabeza, lo cual ya es mucho decir, pero no te preocupes que voy a terminarla