Capítulo 25: Cara a cara
Una oleada de perfumes inundó el campo de batallas, aquellos pequeños seres que no tenían fuerzas para pelear se unieron cada uno a uno guerrero elevando su aura para no caer tan fácilmente en manos enemigas.
Fue entonces cuando la batalla comenzó oscurecerse, pude ver, detrás de las hordas enemigas a Asbet, con su perversa mirada se mantenía erguido con Sauron y Morgoth a cada lado, sus ojos se clavaron en mí, y su terrible grito de batalla provocó temor en todos los corazones.
Basthet se paseaba de un lado al otro, inquieta, mientras Hathor custodiaba a Legolas, amaba a ese elfo, y no estaba dispuesta a perderlo en aquella batalla, él luchaba con un grupo de soldados del Bosque Negro muy cerca de Aragorn, mientras el halcón revoloteaba a su alrededor atacando a quienes se acercaran al príncipe. Gimly y su ejercito de enanos estaban un poco alejados cortando cabezas de orcos como a él le gustaba, Gandalf se había unido a los magos bajo las ordenes de Micael, tanto Merry como Pippin se habían unido a sus ejércitos, mientras Sam y Frodo habían preferido quedarse junto a Arwen, dentro del palacio, Frodo ya no tenía fuerzas para ningún tipo de lucha y Sam no dejaría solo a su amo.
Elrohir y su hermano peleaban muy cerca de las puertas con los desalmados rodeándolos, el gigantesco oso de Karim se acercó a ellos ayudándolos a destruir a los malvados seres; Haldir, en cambio se mantenía junto a los arqueros en los muros
La oscura energía volvió a cubrirlo todo, era en realidad terrible, en el momento en el que Asbet repitió su grito el cielo se oscureció y su mirada se poso en mi, Micael elevo su mirada hacia mí mientras se dirigía hacia Asbet; Karim, Salomé y yo saltamos desde las torres y nos plantamos frente al señor de la oscuridad
"Esta lucha es inútil"- murmuró con su voz seductora- "el Universo esta por demás de contaminado, la era de la luz terminó, ya no tienen posibilidad"- recordé entonces lo que me había dicho Ana, mi maestra, en algún lejano entrenamiento, una canción puede liberar un gran poder y así fue
"¿Quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón,
tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón."- murmuré cantando con lentitud
"No será tan fácil, ya sé qué pasa,
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma,
una cuchillada del amor."- siguió Salome con una sonrisa
"Luna de los pobres siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón,
como un documento inalterable
yo vengo a ofrecer mi corazón"- cantó Karim
"Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo, y me darás algo,
algo que me alivie un poco más."- continuó Micael
"Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón."- murmuró Salomé
"cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón."- volvió a cantar Karim
"Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,"- cante
"hablo de cambiar ésta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás."- cantó Micael
"¿Quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón."- finalizamos los cuatro a una voz, una inmensa energía se libero entre nosotros, dándole de lleno a Asbet
"eso es todo lo que tienen?"- quiso saber con calma mientras el brillo de nuestra energía se disipaba
"Es solo el calentamiento"- comenté con escepticismo señalándole los verdaderos blancos de nuestro ataque
"Al parecer a Sauron y Morgoth no les fue tan bien"- se burló Karim señalando a los 'cadáveres' de sus aliados, Asbet nos miro sorprendido al parecer no se esperaba eso, los orcos al servicio de estos se deshicieron en el aire, y nuestro viejo enemigo nos miró con odio. Sus tropas siguieron su ataque sin inmutarse, reforzadas por el odio que él sentía hacia nosotros, con un leve movimiento nos arrojó rayos de energía, su poder era mucho, intentamos crear un escudo pero no llegamos a detenerlo, nos golpeó con fuerza.
Así se continuaron miles de golpes que iban y venían de ambos lados, no se bien en que momento, pero una cálida sensación comenzó a surgir, todo a mi alrededor desapareció, y solo quedó ella, Basthet estaba frente a mí, caminó lentamente y dio un salto sobre mí, pero en lugar de tumbarme había entrado en mi cuerpo, una nueva fuerza estaba dentro mío ahora, mire a mis amigos, ellos también parecían haber sentido lo mismo.
Luchábamos con fuerzas renovadas, las llamas salían de mis manos con total naturalidad, mientras la tierra temblaba gracias a Salomé o los huracanes de Karim, por no hablar de los azotes de tsunamis de Micael, pero Asbet seguí impasible a nuestros esfuerzos, esquivaba nuestros ataques con facilidad, uno tras otro, como si nada lo dañara
"La oscuridad vencerá esta vez"- murmuró con una voz serena y terriblemente maléfica mientras ejecutaba su ataque. Fue entonces cuando aquella voz llego hasta m
"Lamia, utiliza el poder de las joyas de la Dama Blanca"- grito una joven cabalista, volteé a verla de inmediato ¿cómo sabría ella el poder de esas armas- "solo debes entregarte"- murmuró quitando el velo que cubría su cabeza, dejando ver unas puntudas orejitas elficas. Una sonrisa acudió a mi rostro
"No sabía que existían los cabalistas élficos"- murmuré mirando a la joven elfa que estaba siendo atacada por muchos seres, otro ataque de Asbet me devolvió a la pelea era muy poderoso, más de lo que había podido imaginar- "Chicos, ya escucharon entreguémonos"- cerré los ojos y mi cuerpo se relajó completamente, mientras sentía como una inmensa cantidad de energía se acumulaba en la tiara, poco a poco mi cuerpo comenzó a brillar y mis pies lentamente se elevaron del suelo.
Nunca antes había sido conciente de mi verdadero poder, aquello que estaba sintiendo iba más allá de todo lo imaginable, ese poder había estado encerrado en mi interior por demasiado tiempo, y se agolpaba para salir a través de la joya en mi frente, latiendo al ritmo de mi corazón.
Cuando abrí los ojos vi a mis amigos en un estado similar al mío, nos miramos sonriendo, mientras el transfigurado rostro de Asbet nos mostraba incredulidad, en algún momento, en que nuestros corazones se pusieron de acuerdo, porque ni una palabra salió de nuestros labios, atacamos los cuatro en forma sincronizada.
Hubo una gran explosión en ese instante Legolas peleaba contra los vampiros, cuando poco a poco comenzaron a desvanecerse, un grito se ahogó en su garganta, Lamia estaba en el lugar de la explosión, no supo como, pero se abrió paso entre los confundidos soldados hasta donde ella estaba, la encontró tirada en el suelo, casi desmayada, al igual que a sus compañeros, la tomo en sus brazos, y la llamo con dulzura
Pude sentir aquel cálido abrazo, mientras él pronunciaba mi nombre, estaba muy débil, abrí los ojos con esfuerzo y encontré su pálida sonrisa
"No vuelvas a asustarme así, princesita"- murmuró con ternura besando mis cabellos, pude ver entonces como Elrohir levantaba en brazos a una desmayada cabalista, con una extraña expresión, al parecer había encontrado su elfa rebelde, pensé, pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por una trémula voz
"Si yo no puedo dominar este Universo, vos no serás feliz"- murmuró Asbet, mientras disparaba el rayo de sus últimas energías hacia Legolas, no se como reaccionaron mis reflejos, pero me interpuse justo a tiempo recibiendo con mi cuerpo el poderoso ataque de Asbet. Me sentí caer de golpe, Legolas me tomo en sus brazos y me miro con tristeza
"Ahora entiendo a Jonás"- murmuré antes que mis ojos se cerraran
Ya les dejo otro capi, como veran ya nos estamos acercando al final ( demasiado cerca para mi gusto) pero buehhh...ya se que esta muy corto, pero estoy con los finales del cole y por poco si como, espero que les guste y me dejen sus reviews
