Bajo la luna nueva
= Capítulo I
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
- ¡¡ABAJO!!
Al día siguiente por la mañana, cerca del hogar de la anciana Kaede...... se estaba llevando a cabo una típica discusión.
- ¡¡Ahhh!! - exclamó Inuyasha desde el suelo - ¿Porqué has hecho eso?
- ¡Tu mejor que nadie sabes que está prohibido acercarse a mi mochila sin Mi permiso!
- ¡Pero tengo hambre! ¿¡Que querías que hiciera!? ¿Que te lo pidiera de rodillas? Por favor Kagomecita dame de comer ¿Así querías que te lo dijera, eh?
- ¡Bastaba con decir que tenías hambre!
- ¡Si lo decía te ibas a tardar más o no me ibas a escuchar!
- ¡Ahorita tengo mejores cosas en que pensar que en alimentar a un perro!
- Ahh ¿mejores cosas, eh? Yo sé la verdad ¡¡Estabas pensando en Kouga!!
- ¿¡QUEÉEE!? ¿Te parece verdad? ¡Pues por lo menos Kouga es más lindo, me presta atención y no me trata como su sirvienta!
- ¿¡Crees que ese lobo sarnoso es mejor que yo!?
- No lo creo ¡ES mejor que tú!
- ¡Claro que no!
- ¡Claro que sí!
- ¡Pues entonces no me importa, lárgate con él si eso es lo que quieres!
- Ahh... si?? ¡Pues entonces me voy!
- ¡Vete! ¡Aquí estaremos mejor sin tí!
- Ehh.... sinceramente no creo que estemos mejor sin ella, Inuyasha - dijo Sango tímidamente
- ¿¡Y a tí quien te está preguntando!? - rugió Inuyasha sobre ella que fue a refugiarse detrás de Miroku
- ¡Oye Inuyasha! que te estés peleando con Kagome no significa que también tengas que gritarle a Sango - la defendió Miroku
- ¡Pues entonces que no se meta!
- No tienes derecho de tratarlos así - exclamó Kagome
- Yo puedo tratar a la gente como YO quiera. Ellos son los que viajan conmigo, no yo con ellos
- ¡Pues entonces no te quejes si las personas huyen de tí y no quieren acercársete! - gritó Kagome
- ¡Estaba mejor antes de que tú llegaras! - le espetó Inuyasha
- ¡Si, claro! Estabas mejor clavado en ese árbol, iré a felicitar a Kikyo por haberte dado la felicidad que querías en ese pedazo de madera y le diré que vuelva a clavarte. Pues así estabas mejor ¿no?
Sólo hasta que Inuyasha calló de repente y vió como sus amigos la miraban asombrados, se dió cuenta de la magnitud de lo que le dijera. Intentó disculparse pero Inuyasha se había dado vuelta ya y se alejaba lentamente. Kagome corrió hacia él.
- Inuyasha, yo... lo siento... no quise decir eso - Inuyasha se volteó violentamente y la sujetó con fuerza por los hombros, quedando cara a cara
- Pero lo has dicho - miró con profundidad sus ojos cafés y un escalofrío recorrió la espalda de Kagome - Lo dijiste y el tiempo ya no se puede regresar
- Inuyasha....yo
- Ya no digas nada, tienes razón - dijo sujétandola con más fuerza - El tiempo que pasé al lado que Kikyo fue lo mejor de mi vida y el tiempo que pasé clavado a ese maldito árbol también lo disfruté porque soñaba con ella a cada momento
- Yo...
- Si, fui más feliz antes de conocerte - Inuyasha la soltó y furioso corrió perdiéndose de vista entre los espesos árboles.
Kagome lo miró marcharse hasta que se convirtió en un punto lejano que desapareció rápidamente. Una lagrima silenciosa corrió por su mejilla. Sus piernas temblaron y se doblaron haciéndola caer sobre el pasto. Se llevó las manos a la cara y lloró, lloró amargamente su indiscreción. "¿Porqué no pensé antes de hablar? ¿Porqué lo dije? No sabes cuánto lo siento, mi querido Inuyasha", pensó. Inuyasha se había ido y todo por su culpa ¿Como sería capaz de mirarlo a la cara de ahora en adelante y a sus amigos?. El tiempo pasó rápidamente y sin saber se quedó dormida gracias a de los efectos anestésicos de las lagrimas de tristeza.
- Quédate con ella
- ¿A donde irá, amo Sesshoumaru?
Al mismo tiempo de la discusión y partida de Inuyasha, cerca de un pantano mineral, Rin yacía entre gemidos sobre una cama improvisada por Jaken. Su aspecto había empeorado desde la última vez, su rostro ceniciento había comenzado a sudar pequeñas gotitas de sangre y apenas podía respirar. Jaken la ventilaba con una gran hoja tratando de facilitarle el oxígeno y aunque los minerales del agua tenían un poder curativo, nada podían hacer para contrarrestar los efectos del veneno.
- Iré al castillo de Naraku, quédate con ella
Jaken asintió sin debatir, en otras circunstancias se habría tirado a los pies de su amo rogándole que lo llevara con el. Pero entendía porqué tenía que quedarse, tenía que quedarse a proteger a Rin. Sesshoumaru vió una vez más a Rin y y se alejó de allí rápidamente. Tenía que conseguir ese antídoto lo más pronto posible para que ella dejara de sufrir, si Naraku decía la verdad y Rin no moría el no sería capaz de matarla para acabar con sus sufrimiento y revivirla de nuevo, sabía que nunca podría hacerlo; aunque no quisiera aceptarlo quería mucho a esa niña desde el día que fue al bosque a cuidar de él. Hubo algo en ella que despertó su corázon y desde entonces la llevaba consigo a todas partes.
En poco tiempo llegó al castillo, era una ilusión como todos los demás castillos. En la puerta lo esperaba Kanna, la niña de pelo blanco que representaba a la nada. Se detuvo a pocos pasos de ella.
- Bienvenido. Sígueme - dijo con su voz carente de emoción
Cruzaron un patio de tierra que separaba el castillo de la puerta de entrada, Kanna subió unas escaleritas y encaminó a Sesshoumaru por un largo pasillo lleno de puertas a los lados, la mayoría de ellas falsas. Entraron a una habitación oscura, ahí estaba Naraku vestido de mandril, sentado sobre un cojín negro. A su lado izquierdo estaba sentada Kagura, ocultando con su abanico la mitad inferior de su cara. Kanna fue a sentarse del otro lado.
- Me da gusto que haya venido, Sesshouaru
- No comparto su gusto
- ¿Como sigue la niña? - preguntó con una sonrisa en labios, Kagura apretó con fuerza su abanico y en sus ojos apareció una expresión incómoda pero Naraku no lo notó
- Eso deberías saberlo, tú la envenaste
- Si, tiene razón, y sé que ella está sufriendo mucho más, cada vez más
- Dame el antídoto
- Calma, Sesshoumaru, primero hablemos de lo que recibiré yo a cambio
- ¿Que quiere?
- Quiero la cabeza de Inuyasha
- ¿La cabeza de Inuyasha?
- Exacto. Mata a Inuyasha y traéme su cabeza, en ese momento le daré el antídoto - dijo mientras mostraba una botellita triangular transparente llena de un líquido espeso color verde.
- En ese caso mataré a Inuyasha
- Bien. Estaré esperando. Kanna, acompaña a Sesshoumaru hacia la salida
Kanna se levantó y Sesshoumaru la siguió de nuevo por el pasillo. Una vez afuera Kanna se regresó por donde había venido. Sesshoumaru se dirigió al bosque en busca de Inuyasha. Aprovecharía la luna nueva que ocurriría en pocos días para liquidarlo.
- ¡Kagome! ¡Kagome! - gritaba la voz de Sango, Kagome abrió los ojos lentamente
- ¿Se encuentra bien, señorita Kagome? - preguntó Miroku
- Uh.. si, estoy bien - respondió Kagome con algo de tristeza en la voz
- Se le oye triste ¿que pasó con Inuyasha?
- Yo... - Kagome calló al recordar las duras palabras que le dirigió, gruesas lagrimas rodaron por su rostro - ¡Inuyasha no me quiere, nunca me quiso!
Comenzó a llorar mientras hundía su cabeza el el pecho de Sango, buscando algo de apoyo en su amiga. Sango la abrazó y trató de animarla con sus palabras, igual Miroku, pero no pudieron hacer nada para aliviar la tristeza de su corazón.
Sesshoumaru llevaba un buen tiempo caminando cuando una brisa conocida agitó su largo y blanco cabello.
- Kagura - musitó él
- Hola Sesshoumaru - saludó Kagura
- ¿Que haces aquí?
- Vine a decirte que Naraku te mintió
- ¿Porqué ibas a hacerlo?
- Por que a cambio me ayudarás a librarme de él, algún día no muy lejano
- Te escucho
- Aunque mates a Inuyasha no te servirá para curar a tu pequeña, no hay ningún antídoto para eso
- ¿Que es lo que estás diciendo?
- Que no existe ningún antídoto, por que tu pequeña no está envenenada con un veneno común
- ¿Que es lo que le ha hecho?
- Introdujo en su cuerpo un fragmento de la Shikkon no tama impregnado de energía maligna y un veneno que le hizo una hechicera con su propia sangre maldita
- ¿Se arriesgó a introducir un fragmento y no recuperarlo?
- Claro que pensaba recuperarlo, mientras tu estuvieras peleando con Inuyasha él iría hasta el pantano y mataría a la niña para recuperarlo, Jaken no es muy buen guerrero
- Si la mata, puedo revivirla
- No esta vez
- ¿A que te refieres?
- Al momento de quitar el fragmento, éste absorbería su alma para purificarse y sin alma nadie puede revivir
- Nada puede hacerse entonces
- Lo que puede hacerce, es purificar el fragmento desde adentro y luego sacarlo
- ¿Sugieres algo?
- Hay alguien que puede hacerlo
- ¿Te refieres a la mujer que acompaña a Inuyasha?
- Exacto
- De solo pensar en pedirle ayuda a esa humana...
- ¿Quieres curar a la niña? Entonces pídeselo, cuando ella esté sola - y se alejó en un remolino de viento
Sesshoumaru miró el lugar por donde Kagura había desaparecido. Ella podría purificar el fragmento, murmuró pensando en Kagome, y si podía salvar a su pequeña Rin entonces tendría que tragarse su orgullo y pedírselo ¿O sería más fácil secuestrarla? Desechó esa idea de su cabeza, no serviría. Se alejó de allí sinn saber que hacer. Primero iría a ver como seguía Rin.
AL DIA SIGUIENTE....
- Kagome ¿Estás bien? - preguntó Sango, sentándose al lado de su amiga. Estaban sentadas frente a un arroyo de aguas cristalinas, Miroku dormía a la sombra de un árbol y Shippo trataba de atrapar peces junto con Kirara
- Si... - la respuesta de Kagome sonó vacía, sin emoción o sentimiento alguno
- Pues yo te veo pálida y algo triste
- No, estoy bien
- No me mientas, Kagome ¿Es por Inuyasha?
- Si... yo... me siento demasiado culpable. Ayer en todo el día no apareció
- No te sientas tan culpable, en parte también fue su culpa
- Pero yo no debí haber dicho eso - una lagrimita rodó por su mejilla
- Tranquila, ya se le pasará y lo olvidará todo. Siempre pasa eso - la consoló Sango
- Kagome
Kagome y Sango voltearon al escuchar esa voz. Kagome sonrió un poco al reconocer la silueta de Inuyasha, pero la felicidad le duró poco. Su sonrisa se le borró de la cara cuando vió el rostro pétreo y la mirada fija de él.
- Necesito hablar contigo
Inuyasha la condujo a un lugar apartado, llegaron a un territorio extenso y plano. Hermosas flores blancas y moradas crecían a todo lo largo. Era un espectáculo hermoso... y rómantico
"¿A que me ha traído aquí?" pensó Kagome tratando de descubrir algo en el rostro de Inuyasha que se lo dijera
- Kagome, necesito decirte algo, es importante
- ¿qu-que pasa?
- Sobre ayer
Kagome sintió que un velo de esperanza cubría su corazón "¿Que me querrá decir, se va a disculpar?" pensó
- Ayer estuve pensando mucho, eres indispensable para encontrar los fragmentos de la Shikkon no tama por eso quiero que te quedes com Miroku, Sango y Shippo para seguir con su búsqueda
- ¿Y tú?
- Me iré
- ¿Qué? ¿Pe-pero porqué?
- He decidido no estorbar en tu vida, por eso me voy. Además, iré a reunirme con Kikyo
- ¿C- con Kikyo?
- Si, tambien decidí que tenías razón e iré a buscar mi felicidad con ella
- Pero Inuyasha....
- No hables más, ya no te veré más, espero que seas feliz sin mí
Inuyasha se dió la vuelta para marcharse pero...
- ¡Inuyasha! Espera...
- ¿Que quieres?
- No te vayas...
- Es tarde, mi desición está tomada. Adiós
Inuyasha saltó por entre los árboles y desapareció de la vista dejando a una conmocionada Kagome. Se tumbó al suelo y comenzó a llorar amargamente
- No Inuyasha, nunca podré ser feliz sin tí...
Kagome cubrió su rostro con las manos, lagrimas de dolor se escurrían por entre sus dedos
- Nunca... porque yo... te quiero
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Hola!!!!!!
JiJi realmente me encanta hacer sufrir a Kagome, pero creo que esta vez me pasé un poco, incluso mi hermana(Karnita A. Sada) comenzó a gritar insultos y groserías: primero a Inuyasha por decir lo que dijo... y luego a mí por escribir lo que escribí. No debería quejarse, después de todo ella tiene el privilegio de leerlos mientras los hago. Espero que les haya gustado y que no intenten matarme por eso... tiene su porqué. Por favor sigan leyendo y mándenme reviews!!
Yashi: Muchas gracias por tu review y por tus ánimos ^_^ Por cierto estoy esperando la continuación de tu fic "----" y apenas comenzé a leer "Aún ahora" (voy en el tercer cap, cuando los lea todos te mandaré un review=promesa ^-^) Por cierto, te voy a contar un secretito que solo mi hermana sabe(de metiche, como siempre) NO va a ser un Sessh/kagome, mas bien un Inu/Kag ¿verdad que no parece? bueno hasta ahí te dejo pues lo demás tendrás que descubrirlo tu ^-^
Y si se fijan que el otro review no lo contesto es por que es de mi hermana, para que le contestos si le puedo decir sus verdades acá en casa, verdad??
Matta ne! . Blue ningyo
= Capítulo I
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- ¡¡ABAJO!!
Al día siguiente por la mañana, cerca del hogar de la anciana Kaede...... se estaba llevando a cabo una típica discusión.
- ¡¡Ahhh!! - exclamó Inuyasha desde el suelo - ¿Porqué has hecho eso?
- ¡Tu mejor que nadie sabes que está prohibido acercarse a mi mochila sin Mi permiso!
- ¡Pero tengo hambre! ¿¡Que querías que hiciera!? ¿Que te lo pidiera de rodillas? Por favor Kagomecita dame de comer ¿Así querías que te lo dijera, eh?
- ¡Bastaba con decir que tenías hambre!
- ¡Si lo decía te ibas a tardar más o no me ibas a escuchar!
- ¡Ahorita tengo mejores cosas en que pensar que en alimentar a un perro!
- Ahh ¿mejores cosas, eh? Yo sé la verdad ¡¡Estabas pensando en Kouga!!
- ¿¡QUEÉEE!? ¿Te parece verdad? ¡Pues por lo menos Kouga es más lindo, me presta atención y no me trata como su sirvienta!
- ¿¡Crees que ese lobo sarnoso es mejor que yo!?
- No lo creo ¡ES mejor que tú!
- ¡Claro que no!
- ¡Claro que sí!
- ¡Pues entonces no me importa, lárgate con él si eso es lo que quieres!
- Ahh... si?? ¡Pues entonces me voy!
- ¡Vete! ¡Aquí estaremos mejor sin tí!
- Ehh.... sinceramente no creo que estemos mejor sin ella, Inuyasha - dijo Sango tímidamente
- ¿¡Y a tí quien te está preguntando!? - rugió Inuyasha sobre ella que fue a refugiarse detrás de Miroku
- ¡Oye Inuyasha! que te estés peleando con Kagome no significa que también tengas que gritarle a Sango - la defendió Miroku
- ¡Pues entonces que no se meta!
- No tienes derecho de tratarlos así - exclamó Kagome
- Yo puedo tratar a la gente como YO quiera. Ellos son los que viajan conmigo, no yo con ellos
- ¡Pues entonces no te quejes si las personas huyen de tí y no quieren acercársete! - gritó Kagome
- ¡Estaba mejor antes de que tú llegaras! - le espetó Inuyasha
- ¡Si, claro! Estabas mejor clavado en ese árbol, iré a felicitar a Kikyo por haberte dado la felicidad que querías en ese pedazo de madera y le diré que vuelva a clavarte. Pues así estabas mejor ¿no?
Sólo hasta que Inuyasha calló de repente y vió como sus amigos la miraban asombrados, se dió cuenta de la magnitud de lo que le dijera. Intentó disculparse pero Inuyasha se había dado vuelta ya y se alejaba lentamente. Kagome corrió hacia él.
- Inuyasha, yo... lo siento... no quise decir eso - Inuyasha se volteó violentamente y la sujetó con fuerza por los hombros, quedando cara a cara
- Pero lo has dicho - miró con profundidad sus ojos cafés y un escalofrío recorrió la espalda de Kagome - Lo dijiste y el tiempo ya no se puede regresar
- Inuyasha....yo
- Ya no digas nada, tienes razón - dijo sujétandola con más fuerza - El tiempo que pasé al lado que Kikyo fue lo mejor de mi vida y el tiempo que pasé clavado a ese maldito árbol también lo disfruté porque soñaba con ella a cada momento
- Yo...
- Si, fui más feliz antes de conocerte - Inuyasha la soltó y furioso corrió perdiéndose de vista entre los espesos árboles.
Kagome lo miró marcharse hasta que se convirtió en un punto lejano que desapareció rápidamente. Una lagrima silenciosa corrió por su mejilla. Sus piernas temblaron y se doblaron haciéndola caer sobre el pasto. Se llevó las manos a la cara y lloró, lloró amargamente su indiscreción. "¿Porqué no pensé antes de hablar? ¿Porqué lo dije? No sabes cuánto lo siento, mi querido Inuyasha", pensó. Inuyasha se había ido y todo por su culpa ¿Como sería capaz de mirarlo a la cara de ahora en adelante y a sus amigos?. El tiempo pasó rápidamente y sin saber se quedó dormida gracias a de los efectos anestésicos de las lagrimas de tristeza.
- Quédate con ella
- ¿A donde irá, amo Sesshoumaru?
Al mismo tiempo de la discusión y partida de Inuyasha, cerca de un pantano mineral, Rin yacía entre gemidos sobre una cama improvisada por Jaken. Su aspecto había empeorado desde la última vez, su rostro ceniciento había comenzado a sudar pequeñas gotitas de sangre y apenas podía respirar. Jaken la ventilaba con una gran hoja tratando de facilitarle el oxígeno y aunque los minerales del agua tenían un poder curativo, nada podían hacer para contrarrestar los efectos del veneno.
- Iré al castillo de Naraku, quédate con ella
Jaken asintió sin debatir, en otras circunstancias se habría tirado a los pies de su amo rogándole que lo llevara con el. Pero entendía porqué tenía que quedarse, tenía que quedarse a proteger a Rin. Sesshoumaru vió una vez más a Rin y y se alejó de allí rápidamente. Tenía que conseguir ese antídoto lo más pronto posible para que ella dejara de sufrir, si Naraku decía la verdad y Rin no moría el no sería capaz de matarla para acabar con sus sufrimiento y revivirla de nuevo, sabía que nunca podría hacerlo; aunque no quisiera aceptarlo quería mucho a esa niña desde el día que fue al bosque a cuidar de él. Hubo algo en ella que despertó su corázon y desde entonces la llevaba consigo a todas partes.
En poco tiempo llegó al castillo, era una ilusión como todos los demás castillos. En la puerta lo esperaba Kanna, la niña de pelo blanco que representaba a la nada. Se detuvo a pocos pasos de ella.
- Bienvenido. Sígueme - dijo con su voz carente de emoción
Cruzaron un patio de tierra que separaba el castillo de la puerta de entrada, Kanna subió unas escaleritas y encaminó a Sesshoumaru por un largo pasillo lleno de puertas a los lados, la mayoría de ellas falsas. Entraron a una habitación oscura, ahí estaba Naraku vestido de mandril, sentado sobre un cojín negro. A su lado izquierdo estaba sentada Kagura, ocultando con su abanico la mitad inferior de su cara. Kanna fue a sentarse del otro lado.
- Me da gusto que haya venido, Sesshouaru
- No comparto su gusto
- ¿Como sigue la niña? - preguntó con una sonrisa en labios, Kagura apretó con fuerza su abanico y en sus ojos apareció una expresión incómoda pero Naraku no lo notó
- Eso deberías saberlo, tú la envenaste
- Si, tiene razón, y sé que ella está sufriendo mucho más, cada vez más
- Dame el antídoto
- Calma, Sesshoumaru, primero hablemos de lo que recibiré yo a cambio
- ¿Que quiere?
- Quiero la cabeza de Inuyasha
- ¿La cabeza de Inuyasha?
- Exacto. Mata a Inuyasha y traéme su cabeza, en ese momento le daré el antídoto - dijo mientras mostraba una botellita triangular transparente llena de un líquido espeso color verde.
- En ese caso mataré a Inuyasha
- Bien. Estaré esperando. Kanna, acompaña a Sesshoumaru hacia la salida
Kanna se levantó y Sesshoumaru la siguió de nuevo por el pasillo. Una vez afuera Kanna se regresó por donde había venido. Sesshoumaru se dirigió al bosque en busca de Inuyasha. Aprovecharía la luna nueva que ocurriría en pocos días para liquidarlo.
- ¡Kagome! ¡Kagome! - gritaba la voz de Sango, Kagome abrió los ojos lentamente
- ¿Se encuentra bien, señorita Kagome? - preguntó Miroku
- Uh.. si, estoy bien - respondió Kagome con algo de tristeza en la voz
- Se le oye triste ¿que pasó con Inuyasha?
- Yo... - Kagome calló al recordar las duras palabras que le dirigió, gruesas lagrimas rodaron por su rostro - ¡Inuyasha no me quiere, nunca me quiso!
Comenzó a llorar mientras hundía su cabeza el el pecho de Sango, buscando algo de apoyo en su amiga. Sango la abrazó y trató de animarla con sus palabras, igual Miroku, pero no pudieron hacer nada para aliviar la tristeza de su corazón.
Sesshoumaru llevaba un buen tiempo caminando cuando una brisa conocida agitó su largo y blanco cabello.
- Kagura - musitó él
- Hola Sesshoumaru - saludó Kagura
- ¿Que haces aquí?
- Vine a decirte que Naraku te mintió
- ¿Porqué ibas a hacerlo?
- Por que a cambio me ayudarás a librarme de él, algún día no muy lejano
- Te escucho
- Aunque mates a Inuyasha no te servirá para curar a tu pequeña, no hay ningún antídoto para eso
- ¿Que es lo que estás diciendo?
- Que no existe ningún antídoto, por que tu pequeña no está envenenada con un veneno común
- ¿Que es lo que le ha hecho?
- Introdujo en su cuerpo un fragmento de la Shikkon no tama impregnado de energía maligna y un veneno que le hizo una hechicera con su propia sangre maldita
- ¿Se arriesgó a introducir un fragmento y no recuperarlo?
- Claro que pensaba recuperarlo, mientras tu estuvieras peleando con Inuyasha él iría hasta el pantano y mataría a la niña para recuperarlo, Jaken no es muy buen guerrero
- Si la mata, puedo revivirla
- No esta vez
- ¿A que te refieres?
- Al momento de quitar el fragmento, éste absorbería su alma para purificarse y sin alma nadie puede revivir
- Nada puede hacerse entonces
- Lo que puede hacerce, es purificar el fragmento desde adentro y luego sacarlo
- ¿Sugieres algo?
- Hay alguien que puede hacerlo
- ¿Te refieres a la mujer que acompaña a Inuyasha?
- Exacto
- De solo pensar en pedirle ayuda a esa humana...
- ¿Quieres curar a la niña? Entonces pídeselo, cuando ella esté sola - y se alejó en un remolino de viento
Sesshoumaru miró el lugar por donde Kagura había desaparecido. Ella podría purificar el fragmento, murmuró pensando en Kagome, y si podía salvar a su pequeña Rin entonces tendría que tragarse su orgullo y pedírselo ¿O sería más fácil secuestrarla? Desechó esa idea de su cabeza, no serviría. Se alejó de allí sinn saber que hacer. Primero iría a ver como seguía Rin.
AL DIA SIGUIENTE....
- Kagome ¿Estás bien? - preguntó Sango, sentándose al lado de su amiga. Estaban sentadas frente a un arroyo de aguas cristalinas, Miroku dormía a la sombra de un árbol y Shippo trataba de atrapar peces junto con Kirara
- Si... - la respuesta de Kagome sonó vacía, sin emoción o sentimiento alguno
- Pues yo te veo pálida y algo triste
- No, estoy bien
- No me mientas, Kagome ¿Es por Inuyasha?
- Si... yo... me siento demasiado culpable. Ayer en todo el día no apareció
- No te sientas tan culpable, en parte también fue su culpa
- Pero yo no debí haber dicho eso - una lagrimita rodó por su mejilla
- Tranquila, ya se le pasará y lo olvidará todo. Siempre pasa eso - la consoló Sango
- Kagome
Kagome y Sango voltearon al escuchar esa voz. Kagome sonrió un poco al reconocer la silueta de Inuyasha, pero la felicidad le duró poco. Su sonrisa se le borró de la cara cuando vió el rostro pétreo y la mirada fija de él.
- Necesito hablar contigo
Inuyasha la condujo a un lugar apartado, llegaron a un territorio extenso y plano. Hermosas flores blancas y moradas crecían a todo lo largo. Era un espectáculo hermoso... y rómantico
"¿A que me ha traído aquí?" pensó Kagome tratando de descubrir algo en el rostro de Inuyasha que se lo dijera
- Kagome, necesito decirte algo, es importante
- ¿qu-que pasa?
- Sobre ayer
Kagome sintió que un velo de esperanza cubría su corazón "¿Que me querrá decir, se va a disculpar?" pensó
- Ayer estuve pensando mucho, eres indispensable para encontrar los fragmentos de la Shikkon no tama por eso quiero que te quedes com Miroku, Sango y Shippo para seguir con su búsqueda
- ¿Y tú?
- Me iré
- ¿Qué? ¿Pe-pero porqué?
- He decidido no estorbar en tu vida, por eso me voy. Además, iré a reunirme con Kikyo
- ¿C- con Kikyo?
- Si, tambien decidí que tenías razón e iré a buscar mi felicidad con ella
- Pero Inuyasha....
- No hables más, ya no te veré más, espero que seas feliz sin mí
Inuyasha se dió la vuelta para marcharse pero...
- ¡Inuyasha! Espera...
- ¿Que quieres?
- No te vayas...
- Es tarde, mi desición está tomada. Adiós
Inuyasha saltó por entre los árboles y desapareció de la vista dejando a una conmocionada Kagome. Se tumbó al suelo y comenzó a llorar amargamente
- No Inuyasha, nunca podré ser feliz sin tí...
Kagome cubrió su rostro con las manos, lagrimas de dolor se escurrían por entre sus dedos
- Nunca... porque yo... te quiero
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Hola!!!!!!
JiJi realmente me encanta hacer sufrir a Kagome, pero creo que esta vez me pasé un poco, incluso mi hermana(Karnita A. Sada) comenzó a gritar insultos y groserías: primero a Inuyasha por decir lo que dijo... y luego a mí por escribir lo que escribí. No debería quejarse, después de todo ella tiene el privilegio de leerlos mientras los hago. Espero que les haya gustado y que no intenten matarme por eso... tiene su porqué. Por favor sigan leyendo y mándenme reviews!!
Yashi: Muchas gracias por tu review y por tus ánimos ^_^ Por cierto estoy esperando la continuación de tu fic "----" y apenas comenzé a leer "Aún ahora" (voy en el tercer cap, cuando los lea todos te mandaré un review=promesa ^-^) Por cierto, te voy a contar un secretito que solo mi hermana sabe(de metiche, como siempre) NO va a ser un Sessh/kagome, mas bien un Inu/Kag ¿verdad que no parece? bueno hasta ahí te dejo pues lo demás tendrás que descubrirlo tu ^-^
Y si se fijan que el otro review no lo contesto es por que es de mi hermana, para que le contestos si le puedo decir sus verdades acá en casa, verdad??
Matta ne! . Blue ningyo
