Titulo: La Venganza
Estos personajes no son mios (vale la pena repetir lo mismo siempre!!!!), la historia esta basada en una novela rosa de Susan Napier... dedicado a todas las personas que siguen leyendo y dejan reviews... y a mi amiga Ale...¡por fin amiga hasta que lo logramos!!!!...
Bueno el próximo se demora menos...
Capítulo N° 4: La proposición.
- Adelante señor... el señor Hanamichi Sakuragi ya llegó y lo esta esperando... - dijo el mozo mientras le guiaba hasta una mesa...
Kaede se revisó nuevamente la ropa con nerviosismo mientras seguía al hombre por el comedor. El restauran del Hotel Tsuki era famoso por su elegancia y aunque en su vida anterior, nunca hubiera osado ponerse el mismo traje dos veces, Kaede se había repetido el traje negro.
Sin embargo al pasar a pedirle los zapatos a su joven vecino se había encontrado con uno de sus hermanos mayores y este le había convencido - aun no sabía como- de vestirse de manera de sorprender con algo más a su enemigo.
Ahora empezaba a arrepentirse de dejarse convencer. El jeans negro que llevaba se ajustaban perfectamente a sus caderas, la camisa azul fuera del pantalón lo hacía parecer con un estilo casual y combinaba a la perfección con la chaqueta oscura que llevaba, pero no era su estilo en absoluto. Era demasiado llamativo, moderno y... juvenil. No recordaba haberse vestido así desde la adolescencia.
Quizás no debía haberse dejado llevar por esos muchachos, sus cabellos desordenados caía sutilmente sobre sus pálidas mejillas, pero ellos habían sido tan persuasivos al enterarse que se encontraría con el hombre de la foto- por que para entonces ellos ya habían visto la foto- que decidieron que vestirle así era una forma de enfrentar a su enemigo. No había podido convencerles que era solo una reunión de negocios.
El Mozo rodeó una columna de mármol y Kaede divisó una cabellera roja familiar en una de las mesas del centro del comedor. Todas las células de su cuerpo se tensaron, debía estar loco para estar ahí y pensar que Hanamichi Sakuragi dejaría sus ansias de venganza para proponerle algún negocio, ¿para qué molestarse en ayudarlo si lo tenía contra la espada y la pared? ¿Aceptar su invitación no era lo mismo que agarrarse de un clavo hirviendo para salvarse?.
El orgullo estuvo a punto de hacerlo desistir y salir de ahí, pero ¿a quién engañaba?.... estaba lo suficientemente desesperado para correr el riesgo.
Luchando contra el nerviosismo mientras se acercaba doblo los dedos y pestañó de dolor. Otra debilidad que debía ocultar. Se había quitado la férula y tenía puesto unos guantes negros delgados (de esos con medios dedos), ya que nada había logrado ocultar ese color amarillo azul que tenía su mano. Sin embargo Hanamichi Sakuragi no tenía ninguna marca de lo sucedido... - maldito da'ahou- pensó... - tiene la cabeza más dura que una piedra... –
Kaede noto con satisfacción como las pupilas de Hanamichi se dilataron un poco al mirar su atuendo. Saber que había podido sorprenderle le animó... un punto para los muchachos!... Kaede se permitió una leve sonrisa de triunfo, mientras inclinaba la cabeza dignamente y se sentaba en la silla de terciopelo...
- ¿Vestido para la actuación? - murmuró el pelirrojo...
Kaede se tensó sintiendo que le habían insultado...
- ¿Qué dices?...
Hanamichi se quedó viéndole y una sonrisa se formo en sus labios, haciendo que Kaede sintiere un cosquilleo en su cuerpo...
- Estas deliciosamente... llamativo y aventurero... - continuo el pelirrojo con una sonrisa sarcástica en los labios... –
- Gracias... creo... - esto último no lo alcanzo a escuchar el pelirrojo...
- Es un placer kitsune... - respondió con un brillo de diversión en los ojos que hizo que Kaede olvidara que había decidido ser frío y distante como siempre, por mucho que le provocaran...
- Tu también te ves muy bien... da'ahou - respondió Kaede con insultante tono...
Por desgracia lo que decía Kaede era sólo la verdad. Con una cazadora clara y pantalones oscuros era un símbolo de elegancia masculina y sus toscas facciones cargadas de agresiva energía de personalidad tenían un impacto inevitable sobre cualquiera, y eso Kaede lo sabía y lo que era peor Hanamichi también... aquel hombre emanaba confianza n si mismo...
- ¿Qué te gustaría beber? - pregunto el pelirrojo... - yo voy a tomar una vodka...
Kaede estuvo a punto de negarse, necesitaba la cabeza totalmente despejada, pero la pregunta estaba hecha en un innegable tono de desafío...
- Tomaré lo mismo... - respondió seco
- Empezaba a preguntarme si realmente vendrías... - continuó el pelirrojo mientras les servían las copas...
Kaede no quiso llegar atrasado a propósito... maldito sueño el suyo, por más que puso dos despertadores (uno gracias a sus vecinos), así y todo se paso de dormir y casi no llega, eso sumado que había pedido que lo llevaran le hizo pensar que no llegaría a tiempo...
- ¿No estás acostumbrado a que te planten? - preguntó Kaede...
- No... - respondió el pelirrojo... - excepto en el altar... castigando la pegunta de Kaede con algo que lo descompuso...
Kaede palideció frente a la hostil mirada ambarina
- No te plantaron...
- No, es verdad, pero fue casi lo mismo... rechazado en el altar...
Kaede trago saliva...
- Pudiste intentarlo de nuevo... casarte con otra... - dijo Kaede considerando que alguien con el carisma de Hanamichi no tardaría en encontrar sustituta...
- Y ¿a quién crees que debería haber tomado como esposa?... después del fiasco me dejaste con pocas cosas que ofrecerle a cualquier mujer,... querido...- dijo con tono insultante... - después del arruinado matrimonio tuve que luchar con uñas y dientes para volver a salir adelante...
- Yo no soy tu querido... Da'ahou... - dijo Kaede secamente...
- ¡Ah, sí!... lo contradijo la aterciopelada voz del pelirrojo con un suave tono de amenaza - Me costaste mucho "querido"... tu has sido la persona que más me ha costado nunca. Después de nuestra inexistente aventura, me dejaste con poco que ofrecerle a nadie...
Kaede sabía que sería perder el tiempo pretender que él entendiera que esa nunca fue su intención...
- El dinero no lo es todo... - dijo Kaede... - si alguien te ama realmente...
- ¿Cómo Haruko quieres decir?, en la riqueza y la pobreza, para lo bueno y lo malo...
Se rió con aspereza y cinismo...
Kaede desvió su azul mirada con un sentimiento de culpabilidad, pero Hanamichi no lo dejo con tanta facilidad...
- ¿Qué es lo que pasa, kitsune? ¿pensabas que iba a aparentar que nunca había sucedido? es por eso, después de todo, por lo que estás aquí...
- Yo estoy aquí porque me llamaste para proponerme un negocio, dijiste que tenías una propuesta...
- Es verdad - dijo reclinado su cabeza con una sonrisa en su rostro - mi prepuesta. Y estas ansioso por escucharla; incluso estas dispuesto a cenar con tu peor enemigo. Y yo soy tu peor enemigo, ¿verdad, kitsune?...
- Te veo como un obstáculo, más que como un enemigo...
- Entonces brindemos... - dijo alzando su copa... - por montar los obstáculos rápidamente...
- Remontar... - corrigió el ojiazul...
- Me gusta más mi versión... - dijo mientras tomaba de su copa... - es sorprendente las cosas que uno llegaría a hacer cuando está hundido en la desesperación, ¿verdad?
- ¿Qué tipo de cosas?
- Cosas como comprometer los principios que se defienden con ardor, los peligros ignorados, las trampas en que se cae cuando se intenta recuperar el control al precio que sea...
Con un sobresalto de alegría, Kaede noto una pequeña cicatriz casi imperceptible en su labio inferior... única señal de lo sucedido con anterioridad, pequeña e invisible para alguien que no sabía que había pasado...
- Creo que soy conciente de los riesgos de los negocios... - respondió Kaede... –
- Si realmente fuera cierto no te encontrarías en esta situación. Tu falta de calificaciones e inexperiencia seguro tiene que ver con el fracaso...
El comentario destempló completamente el ánimo de Kaede y le llegó como un puñetazo...
- Puede que no tengas calificaciones Da'ahou, pero la experiencia que tengo vale más que cualquier diploma... casi diez años trabajando en todos los aspectos posibles de la empresa...
- ¿Cielos?... ¿tanto tiempo?
Su burla fue otro maldito golpe... y esta vez a Kaede le dolió...
- Mi padre nunca me hubiera dejado a cargo si no hubiera tenido las capacidades necesarias...
- Como no tenía otro hijo, no tuvo muchas opciones, ¿verdad? - interrumpió Hanamichi - tu padre nunca tuvo mucho respeto por nadie...
Con unas pocas palabras Hanamichi había desenterrado viejos temores en Kaede. Volvió a sentirse como un adolescente desesperado por demostrar su incapacidad, su inteligencia y valor...
Le miró furioso...
- ¡Yo era la persona mejor preparada para ese trabajo!
Kaede conocía la empresa completamente y la había llegado a querer, incluso más que a su hogar... en su acogedora oficina se sentía seguro, fuerte y aislado de cualquier duda e inseguridad... las cuales aparecían inmediatamente después de cruzarla puerta de la mansión en la cual su padre se había recluido después de caer enfermo...
- Si no tienes buenas opiniones de mis capacidades no debiste llamarme... no sé que estoy haciendo aquí...
- Ya entenderás... – murmuro
- ¿Que demonios es...?
Se detuvo cuando Hanamichi levantó su cínica expresión que desapareció bajo una cálida sonrisa de recibimiento y extendió la mano al hombre de mediana edad que se había parado frente a su mesa...
- Hola Klauss... me alegra que hayas podido venir...
- ¿Cómo iba a dejar pasar una oferta tan tentadora?.. - el hombre con un marcado acento alemán, le estrecho la mano con entusiasmo antes de deslizar su mirada al rostro de Kaede... - hola pequeño joven...
Antes de poder reaccionar ente el insultante tono paternalista de ese hombre, Hanamichi intervino suavemente...
- Pequeño no le hace justicia, como descubrirás tu mismo... Kaede, me gustaría presentarte a Klauss Muller. Klauss es propietario de una gran empresa de propiedades en Alemania y ha venido a firmar algunos contratos a Tokio... Klauss este es Kaede...
La omisión del apellido le pareció insultante a Kaede, pero Klauss no pareció notarlo...
- Encantado de conocerte... Kaede...
Kaede se obligo a sonreír cuando él hombre le estrecho ambas manos a la vez y le produjo una punzada de dolor en la mano lesionada...
- Pensé que sería una reunión privada... Hanamichi... - murmuro en vos baja cuando Klauss se dio vuelta para pedir un trajo al camarero...
- ¿Te dije eso?
- No... pero es una conclusión obvia... – admitió con rigidez...
- Yo nunca soy obvio... eso te hace previsible y vulnerable... ¿no crees?... pareces un poco tenso ¿por qué no te relajas y disfrutas la cena? una de las razones por las que he traído a Klauus y a ti a este lugar es por la maravillosa reputación del chef, así que no estropees el apetito hablando de negocios ahora... relájate y por una vez en tu vida se sociable kitsune, Klauss en un contacto importante y sólo se quedará esta noche en la ciudad... te prometo que serás enormemente compensado por mantenerle entretenido...
Cuando la voz de Hanamichi se ponía suave era asombroso. Kaede le había visto de muchas formas, pero jamás encantador e incluso sabiendo que era para conseguir lo que deseaba no atenúo el impacto... cuando se había prometido con Haruko sus modales hacía él habían sido reservados, por eso la sonrisa que tenía en sus labios le provocó diversas sensaciones... toda la cara de Hanamichi se trasformo, las líneas de cinismo se borraron y el destello de amenaza en sus ojos se convirtió en un destellos hipnotizante... era como mirar a alguien diferente, que en otras circunstancias podría...
Kaede se reprendió mentalmente por el rumbo que estaban tomando sus pensamientos, se puso rígido ¿qué había querido decir cuando dijo que entretuviera a Klauss?... ¿acaso estaba sugiriendo...? La idea le produjo escalofríos...
- ¿Tienes frió kitsune?...
Hanamichi deslizo su dedo sobre el brazo de Kaede hasta sus guantes...
- Lindos guantes... aunque no apropiados para cenar, kitsune... –
- No me los quitaré... Da'ahou...
Un destello de curiosidad destello en los ojos de Hanamichi, entonces Klauss intervino... - Creo que es mejor que ordenemos, sino se nos hará muy tarde para divertirnos después... - dijo dirigiendo una enigmática mirada a Kaede... Durante la cena Kaede se entero que Klauss se alojaba en el hotel, que estaba divorciado y al principio de los cuarenta, mientras que Hanamichi parecía haberse recuperado de la impresión inicial del atuendo de Kaede y ahora hacía un inventario más exhaustivo... Kaede por su lado ya no soportaba la mirada del Da'ahou sobre él lo que junto al creciente dolor de la mano le quitó todo el apetito...
- No hace falta que te reprimas por mi... - dijo Hanamichi al darse cuenta que Kaede había dejado de comer... - puedo permitirte invitarte lo que quieras, esta noche no tendrás que fregar platos...
- Desde luego que no, tenemos mejores cosas que hacer... ¿cierto Kaede? - dijo Klauss con un tono que a Kaede ya le estaba fastidiando... - no estarás a dieta ¿cierto?... tienes un figura muy sexy...
- No... solo soy selectivo... - dijo dirigiendo una mirada gélida al hombre... mientras Hanamichi sonreía con cinismo...
Después de un tiempo Kaede se levantó y se dirigió al baño donde tomo los dos últimos calmantes que le quedaban, no iba a poder terminar la velada sin ayuda de ellos. La única razón por la que estaba en esa estúpida reunión era debido a que no iba a ceder ¡maldita sea!. Las píldoras le produjeron euforia en vez del atontamiento que había esperado. Con la mente despejada ahora no sentía dolores, se fijo en la velada malicia con que Hanamichi observaba los intentos crecientes de Klauss por aumentar la familiaridad...
Kaede intentó un bostezo educado y un comentario sobre lo tarde que era...
Hanamichi se levanto la manga y observo su caro reloj...
- Los chicos buenos deberían estar arropados en sus camas a estas horas... – dijo el pelirrojo
- ¿Qué quieres decir?...- le reto Kaede...
Klauss soltó una carcajada y apretó el muslo tentadoramente contra el de él bajo la mesa...
- ¿Estás de broma?... No estarías aquí si Hana no pensaras que eres muy, muy bueno. Me dijo que eras de primera clase. Y creo que tiene razón...
- ¿Qué más te contó de mi?...- dijo Kaede con tono de familiaridad...
- Bueno... si quieres saberlo... ¿por qué no subimos a tu habitación y lo discutimos con una copa nocturna?...
Kaede casi se atraganto con su copa... antes de poder contestar Klauss divisó un conocido y se levantó a saludarlo, momento en que Kaede se dio vuelta con los ojos cargados de gélida furia a Hanamichi...
- ¿Qué demonios le has dicho Da'ahou?... ¿qué le hace pensar que voy a alguna parte con él? ¿Y por qué tiene la impresión que me alojo aquí?...
Hanamichi deslizo una de sus manos y la levantó para mostrarle una tarjeta con el logotipo del hotel Tsuki...
- Quizás porque lo estás... Habitación 839 para ser más exacto...
- ¿De qué hablas?...
- Bueno, ya que cree que tienes tanta clase no te puede llevar a su apartamento ya que aun esa en proceso su divorcio. De todas maneras supuse que te gustaría hablar de negocios más en privado... con discreción...
- ¿O sea que esto es a lo que llamas proposición de negocios?... - dijo atragantándose y perdiendo toda la postura fría que le caracterizaba... - ¿quieres que me acueste con Klauss para favorecer tus contactos de negocios?... ¿ y que se supone que saco a cambio?... ¿tú eterna gratitud?...
- O no... yo tenía pensado algo más profesional...- dijo acariciándose la pequeña cicatriz del labio inferior... - la verdad yo pensaba en una paga algo más concreto... algo como esto... - dijo sacado un papel doblado de su bolsillo que le pasó inmediatamente a Kaede...
- ¿Dinero?... - dijo clavando sus ojos llenos de furia en los avellana de Hanamichi... - ¿Esperas que me protituya?... - dijo al momento que miraba la cifra del cheque... - por ¿veinte mil dólares?...
- Tentador ¿no Kaede?, sólo piensa que esta noche podrías ganar lo que ni siquiera ganabas en un mes... claro esta si prostituirte no va contra los valiosos valores Rukawa...
Notas de la Autora: El próximo se demora menos, ojala les guste y cualquier cosa a los reviews o mi mail...
