Titulo: La Venganza
Bueno lo de siempre aunque dudo que alguien se de el trabajo de demandar a un fanático... este fics está basado en una novela Bianca de Susan Napier... (no recuerdo el nombre ^^) y los personajes tampoco me pertenecen... Muchas gracias por todos los reviews...
Este capítulo esta dedicado a mi querida hermana Reiko... muchas gracias hermana!!!!!!...
Capítulo N° 7: En la Playa.
Kaede había decidido al irse a vivir a ese lugar dar un vuelco total a su vida.
Después de volver de la playa había decidido comer un desayuno a gusto... puso a coser unos huevos y colocó la tetera en la antigua estufa de la casa... aunque tenía una mano lesionada la otra funcionaba bastante bien y gracias a ello podía realizar casi todas las actividades sin problemas... ese día se había levantado muy temprano. Al llegar a la casa el primer día y comenzara arreglar la habitación en la cual dormía encontró un antiguo libro de cocina con diversas recetas. La verdad él nunca fue muy hábil en la cocina ya que al ser hombre su padre consideró que eran actividades poco dignas de su hijo y omitió cualquier enseñanza al respecto, pero ese libro le salvó la vida "Hágalo sin problemas"... durante la mañana se esforzó mucho haciendo pan... sí... él... Kaede Rukawa había hecho pan. Ahora satisfecho podía sentir la fragancia saliendo del horno de la estufa y esperaba poder probarlo en cualquier momento.
Cuando llamó a Haruko esta se sorprendió mucho cuando escuchó a su amigo desesperadamente pedirle que le consiguiera un lugar barato donde vivir. La fortuna por una vez en varios meses estaba de su lado y ella le informó sobre la casa en la cual estaba ahora y que había heredado hace algún tiempo atrás de una tía. Aunque le advirtió que el lugar era un desastre para Kaede era como las puertas del cielo. Haruko y Yohei Mito, su esposo, se habían trasladado a vivir Sapporo, a varios kilómetros de distancia de Tokio donde estaba la familia de Haruko, lo cual había impedido que la pareja estuviera enterada de los problemas económicos de las empresas Rukawa y que su origen era Hanamichi Sakuragi.
La pareja había insistido en que no recibirían un peso de él, ya que le debían bastante. Sin embargo tampoco podían ayudarle económicamente ya que Yohei era comerciante y en parte por orgullo y en parte por independencia había rechazado la oferta de sus suegros de ayudarle y había instalado un negocio por sí sólo. Esto sumado a mantener a tres niños pequeños dejaba a la familia con muy escasos recursos. Sin embargo esto no le importó a Kaede. La Sra. Misato, tía de Haruko, había desarrollado en su casa casi una colonia independiente debido a sus temores y reservas respecto al destino de la humanidad. Tenía un huerto, gallinas y una reserva de alimentos en conserva, velas y aceite... todo lo cual le ayudaba bastante. Ocupaba velas y lámparas de aceite en vez de usar electricidad para abaratar costos y un amigo de Yohei le ayudó a trasladar sus pocas pertenencias. Ahora estaba de cierta manera atrapado ahí hasta que lograra ordenar nuevamente su vida y sus finanzas.
Haruko no había dicho cuando Kaede le llamó, pese a que él sabía perfectamente que se moría de curiosidad, finalmente terminó diciéndole medias verdades... una cosa era decir que su situación era producto de las ansias de venganza del da´haou y otra muy distinta era decirle a su amiga que se había acostado con el hombre con el cual casi se casa...
Kaede hecho un vistazo al reloj y se paró para ver el pan, finalmente abrió la pesada puerta de hierro y sacó la bandeja sobre la cocina... colocó uno de sus largos dedos sobre el pan crujiente y lo hundió... sonrió con satisfacción. No era perfecto, pero desde su llegada a Kanagawa había aprendido a tener metas realistas, no todo debía ser perfecto...
- Así que esta era la mejor oferta... – se escucho una aterciopelada voz desde su espalda...
Kaede se dio vuelta bruscamente golpeando con el brazo la bandeja e instintivamente sujetándola con la mano sana... frente a él se encontraba el pelirrojo mirándolo significativamente... Debido a la sorpresa Kaede tardó en reaccionar varios segundos... lanzó un gemido y soltó la bandeja dejando su mano llena de pequeñas ampollas...
- ¿Qué demonios?... – dijo Hanamichi desapareciendo la distancia entre los dos y tomándole la mano para ponerla rápidamente bajo el chorro de agua fría... después sacó su celular e hizo una llamada...
- Esta bien... si... si... yo me encargaré... no... sólo tiene ampollas. Muchas gracias Kogure... no te preocupes... –
Entonces Hanamichi miró a Kaede que aún mantenía su mano bajo el chorro de agua...
- Kogure dice que debe haber algún motivo psicológico para que sucedan incidentes cada vez que yo estoy cerca... – dijo Hanamichi... – yo creo que debe tener razón...
- No debiste decirle que te harías cargo da´ahou – respondió Kaede sin levantar la vista de su mano...
- No puedes decir eso... – respondió Hanamichi... - ¿cómo te sientes kitsune?...
- No demasiado mal... – dijo mientras sentía como el agua fría era un calmante estupendo para sus quemaduras... – esto ha sido culpa tuya da'ahou, si no hubieras llegado yo no me habría quemado con la lata... no deberías haber entrado de esa manera–
- Eso esta bien... – respondió el pelirrojo mientras le afirmaba delicadamente la mano bajo el agua fría... –échale la culpa a otro de las cosas que tú causas... mantén la mano hay por lo menos diez minutos kitsune... Kogure dijo que eso bastara para el dolor... espera aquí un momento... – dijo mientras salía de la habitación...
Mientras Kaede acercó con uno de sus pies una silla y se sentó junto al chorro de agua. Sus ojos le comenzaron a arder al observar su mano roja e hinchada bajo el chorro de agua hasta que finalmente unas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas... desde su llegada a Kanagawa Kaede había aprendido lo bueno que era tomarse el tiempo para un buen llanto, desde entonces lo había hecho varias veces, había llorado por todos los años que estuvo reprimiéndose frente a su padre y a los demás y un peso se había aliviado en su alma... cuando Hanamichi regresó Kaede estaba temblando y sus azules ojos estaban cubiertos por sus sedosos cabellos negros... el muchacho lo sintió entrar a la cocina y espero algún comentario hostil y burlón, pero este nunca llegó... el pelirrojo salió sin decir nada del lugar y a los pocos minutos volvió con una fresada con la cual cubrió a Kaede...
- Debiste estudiar medicina... –susurró Kaede al pelirrojo que se encontraba frente a él...
- Me hubiera gustado, pero no pude...
Por culpa de tu padre... – fueron las palabras que Kaede sintió retumbar en su cabeza en ese momento...
- Yo quería ser basquetbolista... – comentó el moreno...
- Y que paso... el hijito de papá no podía dejar el negocio familiar y no tenías la suficiente fuerza para oponerte... – sugirió el pelirrojo sarcástico...
- Si... –comentó el muchacho mientras Hanamichi se sorprendía levemente... –supongo que fue por eso... – era la primera vez que no se defendía
- ¿Acaso era lo único que te negaba kitsune?... o quizás también te negaba cosas como el cariño y afecto... –dijo el pelirrojo levantando una ceja... –acaso es Kaede Rukawa un pobre niño rico que sólo buscaba la aprobación de su padre...
Una ola de bendita ira azotó a Kaede
- ¡Callate da'haou!- explotó Kaede – Como sea, fui muy bueno en la dirección de la empresa y hubiera continuado bien de no haber sido por tu interrupción...
- Eso esta mejor kitsune... me parecía que estabas un poco traumatizado... – dijo levantando una ceja y pasándole un vaso con agua... – toma algo de agua...
Kaede observó como Hanamichi se movía dentro de la cocina como si esa fuera su casa y preparaba unas tazas de té...
- ¿Cómo me encontraste Hanamichi?... – preguntó el ojiazul...
- Por una llamada por teléfono... la llamada que tu hiciste desde el cuarto del hotel y que en la factura señalaba hora, duración y número al cual llamaste... obviamente esto me dio más información que la "pequeña" nota que me dejaste agradeciéndome y diciendo que tenías una mejor oportunidad en otro lado y que por eso rechazabas mi proposición...
Kaede se quedó helado frente a las palabras del pelirrojo...
- Acaso... Acaso tú llamaste a ese número da'haou... - dijo Kaede palideciendo drásticamente...
- Sí.. y sabes Kaede... me parece poco más que sorprendente que tú y Haruko sigan siendo amigos después de la humillación que le hiciste pasar delante del altar y de su familia y la mía, pero como sus propias palabras me dijeron ella prefiere personar y olvidar lo sucedido... es una lástima que no pensara lo mismo respecto a mi... Me dijo que ustedes dos eran como hermanos, que se conocían desde siempre y que tú hiciste lo que hiciste porque pensabas que la estabas protegiendo... aunque fue bastante incoherente en decirme de que se supone que la protegías... ¿quizás tu puedas aclarármelo?...
La mano de Kaede inconcientemente se había deslizado hasta su cuello en un afan por calmar las voces internas que lo asaltaban... pobre Haruko, debió darle un infarto al esvuchar a Hanamichi Sakuragi tras el teléfono...
- ¿Qué demonios le dijiste a Haruko da'haou?... – preguntó Kaede levantando porprimera vez la vista a los ambarinos ojos del pelirrojo... ella jamás te hubiera contado donde estaba de buenas a primera... ¿dime que demonios le hiciste?...
Hanamichi se quedó observando a Kaede por algunos segundos con una mirada inescrutable... finalmente enfrentó la mirada azul...
- Sabes Kaede lo que más me sorprende es que no le dijiste mucho a Haruko cuando la llamaste... lo cual resulta bastante irónico y divertido, porque le dices que somos amantes cuando no lo somos y omites esa pequeña información cuando realmente es cierto... lo cual me lleba a preguntarte... ¿por qué?...
- Responde da'ahou... que le hiciste a Haruko para que te diera mi dirección... – dijo Kaede ignorando lo dicho por el pelirrojo...
- Es verdad... – contestó finalmente Hanamichi... – me costó mucho que ella me diera tu paradero, la verdad fue una empresa bastante larga... pero como tú mismo te has podido dar cuenta cuando me propongo algo insisto hasta conseguirlo, y esta vez no fue la excepción...
Kaede recordó su persuasión en la cama y frunció el entrecejo mientras un leve rubor cubrió sus pálidas mejillas, lo cual no paso inadvertido para Hanamichi...
- Vaya, creo que lo recuerdas muy bien... – comentó sarcástico al ver el rubor en las mejillas de Kaede... – Creo que la fortuna estubo de mi parte, porque seguro si hubieras tenido ¨ teléfono la habrías llamado paraadvertirle...
- Si has llegado a amenazarla o acosarla da'ahou yo... –
- Tú qué... Kaede... – dijo el pelirrojo con un toque de ira en la voz... - ¿qué harías kitsune?... o mejor aún qué podrías hacer....
- Ya encontraría algo Hanamichi... donde hay voluntad hay un modo... – contestó tranquilamente Kaede aunque internamente estaba que se caía a pedazos pensando en las posibilidades...
Hanamichi miró por algunos segundos al hombre que tenía frente a él... aunque hace muy poco que no veías a Kaede, algo había cambiado en él... de alguna manera se veía más sólido y de alguna manera libre... pero no encontraba la razón de este cambio y esto intrigó al pelirrojo...
- Despreocúpate kitsune...- dijo finalmente el pelirrojo distendiendo el espeso ambiente que se había formado en ese momento...- Haruko es mucho más fuerte de lo que era entonces... digamos que ha crecido bastante y al final tuvimos una honesta conversación que me aclaró muchas cosas...
- ¿Una honesta conversación?... – repitió Kaede mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta... - ¿Acaso te contó lo de Yohei?... – apenas dijo estás palabras Kaede supo que había cometido un error por la expresión que se formó en el bien proporcionado rostro del pelirrojo... y quiso que la tierra se lo tragara...
- ¿De Yohei Mito?... – preguntó el pelirrojo... - ¿qué se supone debía contarme de su esposo kitsune?...
- Quiero decir, bueno... – dijo mientras su cerebro buscaba una manera convincente y rápida de salir de esa situación tan apremiante... – de que fue idea de Yohei que arreglara esta casa y mientras me quedara aquí hasta que pudieran venderla... – la excusa le sonó tan poco convincente que desplegó una oración para que a los oídos de Hanamichi no hubiera sonado tan absurda como el creía...
Kaede se reprendió mentalmente... había sido una verdadera estupidez creer que Haruko le había contado que ella ya estaba enamorada de Yohei desde antes del compromiso con él. Esta era una de las razones por las cuales Kaede había ayudado a Haruko a realizar ese estúpido plan para intervenir la boda... o que mejor dicho él había realizado por si solo porque Haruko y Yohei habían permanecido como espectadores frente a una montada obra de teatro...
Haruko y Yohei, antiguo chofer de los padres de su amiga habían dejado de luchar por lo que sentían y había aceptado que se amaban. Si Kaede no hubiera interferido en ese matrimonio Haruko habría terminado atada a un hombre al que no amaba y al que incluso temía, mientras que Yohei no se consideraba lo suficientemente bueno como para luchar por la hija de sus jefes... Haruko supo que debía ayudar a su amiga cuando el día antes de la boda entre sollozos le dijo que si Yohei decía algo entre Hanamichi y sus padres se lo comerían vivo... y quien era él para oponerse ante estos amantes que luchaban contra el destino... definitivamente era tan estúpido como su padre se lo repetía continuamente... un estúpido romántico...
- ¿En serio?... – dijo Hanamichi mientras levantaba una ceja y con un tono que le dejo claro a Kaede que no le creía una sola palabra...
- ¿Por qué has venido Hanamichi?... – preguntó el moreno intentando desviar la conversación hacía un terreno un poca más seguro...
- Ha muchas cosas... – respondió el pelirrojo enigmáticamente... – entre ellas ha saber que has hecho con el dinero... ya que el cheque no ha sido cobrado...
Kaede se tensó ante la mención del cheque...
- No he tenido tiempo de ir al banco... – respondió de manera seca... – supongo que no esperarás que te lo devuelva, ya que creo y como tu dijiste me gané hasta el último centavo...
- Es verdad... – dijo Hanamichi colocando su ambarina mirada sobre Kaede que se tensó ante la mirada descaradamente exploratoria que lo recorría... – es sólo que pensé que tal vez lo habías perdido y quería saber si necesitabas que te firmara otro...
Kaede tratando de controlar la cantidad de emociones que comenzaban a embargarlo desvió su atención hacía la taza de té que Hanamichi había servido y que se encontraba sobre la mesa. Intentó sujetarla, pero le dolió la palma de la mano mientras que la izquierda aun estaba débil... finalmente logro asirla entre las dos...
- - Esto va a ser difícil... ¿cierto kitsune?... – preguntó el pelirrojo mientras se fijaba en la manera en que Kaede afirmaba la taza...
- ¿Qué cosa?... – preguntó al no entender a que se refería le pelirrojo...
- Llevar una vida normal, ya era bastante difícil con una mano y ahora las dos están lastimadas... Kogure dice que pasaran varios días hasta que las quemaduras estén completamente sanas, mientras tanto tendrás que cambiar el vendaje diariamente y mantenerlo seco... Apenas puedes tomar la taza... ¿cómo harás todo lo demás?...
- Eso no te importa da'ahou... – respondió secamente Kaede... – ya me las arreglaré...
- Pero... ¿por qué tienes que hacerlo?... finalmente como tu mismo dijiste, esto es culpa mía... y yo siempre atiendo mis obligaciones... además le prometí a Haruko que me preocuparía que tú estuvieras bien, ya que se preocupo muchocuando le dije que habías venido sólo y con una mano rota... aunque me sorprendió que no le hayas contado eso... o como te la rompiste...
- ¡Maldición Hanamichi!... –explotó Kaede... – ella no había leído los periódicos.. no quería meterla en todo esto...
- Ni yo tampoco... así que omití que tu mano se había roto al chocar con mi mandíbula... dime Kaede... ¿acaso no creíste ni una palabra cuando te dije que todo se había acabado?... que retiraba los perros... Cuando vuelvas a Tokio te darás cuenta que he corrido el rumor que hemos llegado a un arreglo entre nuestras diferencias...
Kaede desvió la mirada... desde hace dos semanas, cuando dejo la habitación del hotel dejando esa pequeña nota de despedida para Hanamichi había empezado a surgir una poderosa idea en su cabeza: no quería volver... la venganza llevada a cabo por el pelirrojo le había dado la oportunidad de deshacerse de una vida que de ninguna manera le satisfacía plenamente hacía una que podía forjar con sus propias manos... algo mejor... si, estaba aterrado, pero a la vez excitado por su libertad y las expectativas futuras... no quería volver a ser como antes... manteniendo el control de sus emociones dejándolo totalmente insatisfecho y solo...
- Verás Hanamichi... – inspiro Kaede con fuerza...- no se que te ha trido hasta aquí, pero...
- No sabes...- le interrumpió le pelirrojo... - ¿Acaso de verdad se te paso en algun momento por esa zorruna cabeza tuya que iba a aceptar una nota tan insultante como la que dejaste el el velador del hotel?... si realmente deseabas darme un beso como dejaste en la nota porque no lo hiciste en persona... – dijo mientras ponía sus brazos en la silla encerrando a Kaede...
Kaede no pudo evitar mirar los labios del pelirrojo ante la mención del beso, mientras un calor le recorrí desde el cuello hasta el cóccix... lo cual no paso desapercibido para el pelirrojo que además vio un destello de ansía en los azules ojos de Kaede...
- Creo kitsune que tienes miedo... no confías en ti misma y no sabes que puedes hacer después de un beso... o si podrás parar después... – le susurro el pelirrojo acercándose delicadamente a su rostro mientras le levantaba la barbilla... entonces Kaede desvió el rostro... – eres un cobarde kitsune... – le dijo soltando una carcajada alejándose del rostro del moreno...
- ¿acaso es imposible que no este interesado en ti, da'ahou...- preguntó Kaede, reuniendo toda la cama de la cual era capaz...enfrentando sus azules ojos con los ambarinos de Hanamichi...
- Imposible no... – dijo mientras observaba detenidamente al moreno y percatándose de la rigidez de su mandíbula... – solo poco probable... debido a nuestra historia supongo que es normal que tengas miedo... – dijo mientras se alejaba de él... – pero me parece que no debemos dejar pasar esta oportunidad Kaede... la oportunidad de explorar el único placer que nos hemos dado, deberíamos dejar que algo buena salga de toda esta basura que nos ha rodeado... ¿no te parece?...
Entonces le pelirrojo volvió a acercarse a Kaede y le paso uno de sus morenos dedos por los delgados labios del moreno...
- Estas acostumbrado a vivir en la ciudad kitsune.. este lugar no es para ti... regresa conmigo y te proporcionaré todo el reto y la excitación que quieras. Los dos sabemos que no hay garantías en la vida, pero te prometo que no volveré a lastimarte de manera deliberada...
Kaede creía profundamente en las palabras del pelirrojo... "deliberada"... esa era la palabra clave... quizás no haría nada deliberado, pero eso no impedía que de todas maneras lo lastimara... eso era algo tan inevitable como que amaneciera cada día... si se hacían amantes sería inevitable que sufriría... saciaría temporalmente su cuerpo, pero dejaría un agujero irremediable en su alma... finalmente se convertiría en una adicción que terminaría destruyéndolo...
- Entonces Hanamichi... date la media vuelta y vete... la vida que llevo aquí me gusta y no tengo intención de volver a Tokio por el momento... – dijo con un calmado tono de voz, pero evitando ver a Hanamichi a los ojos... – además el caso es que o quiero mezclarme en ningún tipo de relación por el momento... ni contigo, ni con nadie... ¿esta claro?...
Hanamichi se dio media vuelta y salió por la puerta... un extraño sentimiento de perdida inundó el corazón de Kaede... ¿acaso no era eso lo que quería?, por que le dolía que Hanamichi no hubiera peleado por quedarse... acaso ya no tenía el valor suficiente... sin saber porque al sentir el auto de Hanamichi alejarse comenzó a sollozar...
Notas de la Autora: 10.000.000.000. de disculpas por la demora... espero que este les guste, estoy tratando que no se alargue en demasía... gracias por los comentarios y reviews, siempre son un importante aporte...
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