Titulo: La Venganza

Miles de disculpas por la tardanza... comencé a trabajar y por eso no he escrito mucho... sorry... Dedicado a mi amiga Loyda... (quien me metió en el mundo de las novelas románticas)... Bueno lo de siempre como ya han leído antes no es necesario repetirlo... bla bla bla...

Capítulo N°8: Viviendo juntos.

Maldito pelirrojo – pensó Kaede apesadumbrado... – cuando había decidido continuar con su vida tenía que aparecer sólo para después volver a desaparecer... maldito el día en que se le ocurrió cruzarse en su camino...

Se apoyó mentalmente... de haber cedido de manera inmediata siempre habría tenido dudas respecto a la relación... sabía perfectamente que había hecho lo correcto para mantenerse en paz consigo mismo, sin embargo por algún motivo no podía hacer desaparecer el peso y la angustia que tenía en el pecho... sin embargo una idea tenía fija en la cabeza... él ego del pelirrojo lo había impulsado a seguirle, sin embargo sumido en ese lugar ya no era digno de ser cazado... la presa había perdido su valor... luego de meditar con su soledad el ojiazul salió al patio que se encontraba un poco retirado de la casa y comenzó a realizar con mucha dificultad algunas labores domésticas...  mientras trabajaba le pareció oír algunos ruidos en la casa, sin embargo se reprendió mentalmente... ¿quién iría a un lugar tan aislado cómo ese?... en vez de robar seguro le dejaban algo... pasado algunos minutos se dirigió hacía la casa... sus ojos se desorbitaron al ver una   camioneta de la compañía de comunicaciones... corrió hacía el interior de la casa y se encontró con dos hombres instalando un fax y un teléfono...

- Un momento... – exclamó Kaede sin entender nada... – y no he pedido nada de eso, debe haber un error...

- Estamos en lo correcto señor... – dijo uno de los hombres revisando los papeles que tenía en la mano... – las conexiones están bien, pero tuvimos que cambiar algunos cables...

- ¡Deténgase!... – volvió a decir Kaede al ver que los hombres no tenían intención de quitar las cosas... - ¿Quién es el encargado aquí?... – si Haruko estaba preocupada el teléfono se entendía, pero el fax no... – déjeme ver la orden... quiero saber quien a pedido todo esto... – exclamó Kaede perdiendo la calma...

- Pues he sido yo... – se escuchó una aterciopelada voz... – déjalos continuar con su trabajo...

Por segunda vez en el día Kaede pegó un respingo... a sus espaldas y afirmado en la puerta estaba Hanamichi Sakuragi observándolo en sus brazos llevaba un maletín y un computador portátil...

- Necesito el teléfono y el fax para mantener contacto con la oficina, es una suerte que no sea necesario estar en persona, ya que cuento con un excelente grupo de trabajo para delegar algunas cosas y el resto me lo pueden mandar y lo puedo ver tan rápido como si estuviera allá...

Kaede se había quedado completamente mudo... ¿qué demonios significaba todo eso?... parecía una mudanza de casa... ¿qué demonios se creía ese pelirrojo?...

- ¿De que estás hablando Da'ahou...  – dijo Kaede al salir de su estupor... - esto no es un albergue... no puedes llegar e instalarte así no más...

Kaede siguió hablando sin que el pelirrojo tomara en cuenta sus quejas... mientras los trabajadores terminaban de instalar todo calmadamente... finalmente la gente se fue y Hanamichi salió en dirección a su jeep que tenía estacionado a la salida de la casa... Kaede lo siguió con la mirada y se fijo en la manera en que los pantalones del pelirrojo se ajustaban perfectamente a sus largas piernas... su trasero y su atlética figura... Hanamichi se dio vuelta y sorprendió a Kaede en su escrutinio sonriendo levemente para sí al percatarse del leve rubor que tenia las pálidas mejillas del moreno al verse descubierto...

- Dime kitsune... ¿acaso creías que iba a escapar igual como tu?... – dijo el pelirrojo mirando fijamente los azules ojos de Kaede que contrastaban perfectamente con su piel blanca sonrojada... – ese color te sienta  bien kitsune... – dijo el pelirrojo dejando claro que se había percatado de él... – te guste o no ahora necesitas ayuda, pero eres demasiado orgulloso para asumirlo...

- No puedes trasladarte a mi casa de esta manera, da'ahou... – replicó Kaede tratando de recobrar la compostura... – no tienes derecho... no puedes...

- Jajajaja... lo siento Kaede, pero si no te has dado cuenta ya lo he hecho... – respondió el pelirrojo con una abierta sonrisa... – y no puedes hacer nada al respecto...

- Maldito da'ahou... – susurró Kaede. Mientras el pelirrojo comenzó a acomodar sus cosas, se paseó por la casa y reviso las fallas... que eran bastantes... finalmente llegó  a la habitación que había elegido para dormir e hizo una mueca al ver la cama...

- Supongo que la tuya está mejor que esta... ¿verdad kitsune?... – preguntó Hanamichi al ver a Kaede, quien no respondió nada, observándole desde la puerta... finalmente Hanamichi salió y se dirigió a la que suponía era la habitación de Kaede... se sentó en la cama y saltó suavemente... – así es... esta un poco mejor... – dijo levantando una ceja... – supongo que no quieres cambiarla... ¿verdad kitsune?...

- No... – respondió secamente Kaede...

- O compartirla... – dijo el pelirrojo entrecerrando los ojos y clavando sus ojos almendrados en los de Kaede que se agito levemente al imaginarse al pelirrojo "compartiendo" su cama... - ¿qué pasa kitsune?¿te agita tenerme en tu cama?... – preguntó el Hanamichi perspicaz mientras se agachaba y frotaba su rostro contra la almohada oliendo y recordando...

- ¡No puedes quedarte aquí!... – exclamó Kaede al ver lo que hacía le pelirrojo... – sal de una vez... sino...

- Si no que Kaede... – preguntó Hanamichi levantando el rostro... – la única manera que me saques de aquí será llamando a la policía... ¿otro escándalo Kaede?... parece que esta gustando tener la atención de los medios de comunicación... – dijo Hanamichi con un brillo de curiosidad en sus ojos...

Kaede estaba  a punto de responderle cuando sonó el teléfono... en un segundo Hanamichi se trasformó en todo un empresario... finalmente Kaede salió al patio intentando buscar algo para productivo en lo cual descargar toda la furia que tenía en ese momento... tener a Hanamichi Sakuragi  cerca sólo le traería problemas... de alguna manera debía controlar la presión que sentía en sus pantalones cada vez que observaba esas largas piernas... y ese bien formado pecho... - ¡maldición!... – susurró para sí... de esa manera no iba avanzar mucho... finalmente el pelirrojo se colocó a su lado...

- ¿Dónde tienes la aspiradora?... – preguntó el  pelirrojo de manera casual... entonces una abierta sonrisa se formó en los labios de Kaede...

- ¿Qué?... – preguntó el moreno inocentemente...

- Voy a aspirar un poco mi habitación... esta llena de polvo... – dijo Hanamichi casi tartamudeando... la sonrisa de Kaede aunque burlona suavizaba sus siempre serias facciones dándole un aire infantil y despreocupado... casi angelical...

- No tengo... – dijo con satisfacción... – dentro de la cocina esta la escoba... eso te ayudará... y no te atrevas a encargar una... ya que si lo haces la romperé... – dijo al momento que se daba medía vuelta con una sonrisa abierta en el rostro... – no tengo porque echarte pelirrojo, las incomodidades lo harán por mi... – susurro para si con una sensación de triunfo en el pecho...

- Te gusta hacer las cosas difíciles kitsune... – murmuró el pelirrojo dándose media vuelta...

- Recuerda que no pagare tus excentricidades, así que ahorramos agua y electricidad... además te puedes pagar tus propias comidas... – dijo antes de alejarse definitivamente...

Kaede salió y observó atentamente al pelirrojo. Con eficacia Hanamichi sacudió las alfombras de su habitación y el colchón de su cama... debía admitir que con pocas cosas estaba haciendo bien su trabajo... finalmente cansado de la eficacia del pelirrojo y al verse derrotado tomó una toalla y se fue a tender a la playa... 15 minutos después apareció Hanamichi a su lado, con un traje de baño que dejaba poco a la imaginación y mostraba su dorada piel, además de un quitasol con el cual cubrió completamente a Kaede... se hechó sobre su toalla y comenzó a deslizar suavemente un protector solar...  Kaede deseo haber llevado unos lentes oscuros para poder observarlo sin ser visto, pero como no los tenía decidió desviar la mirada hacía algo menos provocador... a los pocos minutos apareció una muchacha de largo cabello castaño y un diminuto bikini ofreciéndose a pasarle el bloqueador...

- Lo siento... – respondió el pelirrojo con una sonrisa... – pero mi novio es muy celoso... aunque no lo parezca... – dijo al ver como Kaede desviaba la mirada... la muchacha miró a Kaede y luego a Hanamichi para luego disculparse e irse...

- No debiste haberle dicho eso da'ahou... – dijo suavemente Kaede...

- A estás alturas ya deberías saber que lo que digan los demás me importa poco kitsune... – respondió el pelirrojo con una sonrisa... – a ti tampoco debería importarte...

Poco después Kaede se levantó dejando a Hanamichi solo en playa... entró a su habitación en busca de un chaleco, al salir y dirigirse a la cocina para prepararse algo de cenar, se encontró con la puerta trabada y Hanamichi dentro de ella... por más que pateó la puerta y reclamó desde afuera el pelirrojo no lo dejó entrar hasta que aceptó comer de la comida que el estaba preparando... el hecho que los fideos orientales estuvieran deliciosos sólo aumento su malestar, sin embargo el pan que había hecho y que estaba colocado en perfectos cortes sobre la mesa embalsamó esa sensación, la atmósfera estaba iluminada por las velas... Hanamichi le dijo que era la mejor manera de economizar electricidad... se comportó perfectamente, no hubo ningún comentario sarcástico o malintencionado, le contó sobre su vida... como había tenido que aprender a cocinar cuando joven debido a que su madre debía trabajar y él debía cuidar a su hermana menor...

Kaede escuchaba atentamente atesorando la información que Hanamichi le entregaba de manera coloquial, sin embargo parte de esta concentración se pedía en intentar mantener el servicio entre los dedos y llevárselo a la boca... cuando terminaron de cenar Kaede se levantó y dijo que se iría a dormir...

- Deberías esperar un poco... – dijo Hanamichi... – tendrás pesadillas si te acuestas inmediatamente... - ¿por qué no me acompañas a dar un paseo a la playa?... la noche esta cálida y la luna hermosa... vamos kitsune... acompáñame... – continuó el pelirrojo con voz aterciopelada...

- No... – contestó Kaede cortante... – estoy demasiado cansado y necesito dormir... pero tu ve a caminar, no tienes porque quedarte aquí... – dijo mientras se paraba y se dirigía a su habitación... Hanamichi le siguió y le observó colocar una vela en el velador de la cama...

- Va a ser difícil bañarte...  ¿cierto kitsune?... – preguntó el pelirrojo... – después de un día tan caluroso como este debes estar muerto de ganas de tomar un reconfortante baño... hasta debes tener arena pegada en el cuerpo, no va a ser nada confortable acostarte así...

- Me las arreglare... – respondió Kaede

- Mientes... – respondió el pelirrojo... – apenas puedes tomar los cubiertos. Vamos kitsune... no seas estúpido... ¿por qué no me dejas que te de un agradable baño?...

- Dije que no da'aho... déjame en paz... – repitió Kaede con el tono más frió que logro sacar... realmente deseaba un baño, pero sabía perfectamente que si sentía las manos del pelirrojo sobre él lo último que iba a sentir era la sensación de frescura...

Hanamichi se dio media vuelta y salió de la habitación dejando a Kaede sólo... minutos después mientras el joven luchaba por soltarse el botón y cierre de los pantalones sintió como unos fuertes brazos lo jalaban y le daban media vuelta... Hanamichi había regresado con una toalla en su hombro... pese a los reclamos del moreno Hanamichi lo tomó del brazo y lo arrastró hasta el baño. En una de sus esquinas estaban una pila de botellas con agua que habían dejado al sol durante la tarde consiguiendo que esta se entibiara y les permitiera ahorrar corriente del termo eléctrico. Rukawa tardo en comprender hasta que se dio cuenta que se encontraba medio desnudo mientas los fuertes brazos de Hanamichi lo sostenían...

- ¡Qué demonios haces Hanamichi!... – dijo Kaede al verse despojado de sus pantalones quedando solamente en bóxer... - ¡qué te crees maldita sea... responde!

- Estate quieto kitsune... – exclamó el pelirrojo... – no te haré nada... sólo te ayudaré a lavarte ya que de otra manera no podrás dormir bien...

Pese a las protestas del moreno en pocos minutos sólo se vio solamente cubierto por los bóxer frente al pelirrojo... sin embargo antes de poder decir nada sintió como el agua de las botellas le era vaciada encima... una agradable sensación le invadió completamente, la frescura del trasparente elemento llenó completamente sus sentidos y agradeció por ello, ya que a esas alturas la presencia del pelirrojo ya comenzaba a manifestarse a través de su escasa ropa... podía sentir claramente como sus mejillas estaban prendidas... entonces cuando aún se encontraba con los ojos cerrados disfrutando del baño forzado sintió como las manos del pelirrojo se posaron sobre su pecho... Kaede abrió sus azules ojos de manera violenta y se encontró con el pelirrojo frente a él con una esponja en su mano... Kaede instintivamente le sujetó la mano...

- No te preocupes kitsune... – dijo el pelirrojo con voz profunda...  – no te haré nada, pero necesitas el jabón o la arena no saldrá de tu cuerpo...

Kaede bajo las manos y dejó que el pelirrojo siguiera con su trabajo... poco a poco la esponja pasó suavemente por el cuello de Kaede que poco a poco se fue relajando frente a los suaves movimientos de la esponja... luego continuó por su espalda para seguir por su abdomen en pequeños movimientos circulares... Kaede podía sentir como una corriente eléctrica bajaba desde cu cuello hasta su entrepierna y temió que la evidencia de esto se levantara a través de sus mojados bóxer, mientras Hanamichi continuaba con las piernas  y la parte interna de los muslos del moreno... al llegar a ese lugar Kaede no pudo evitar lanzar un gemido... entonces sintió como el rubor volvía a cubrir sus mejillas... abrió lentamente los ojos sólo para encontrarse con los ambarinos de Hanamichi que lo observaban de manera enigmática...

- Te dije que este era sólo un baño... así que no me tientes kitsune... – dijo Hanamichi con una sonrisa en los labios...

Entonces cuando Kaede iba a reclamar sintió como un chorro de agua tibia caía sobre él rompiendo el hechizo... instantáneamente se  vio cubierto por una toalla y luego sintió como los fuertes brazos del pelirrojo le quitaban los bóxer manteniéndolo cubierta con esta, luego lo tomó en brazos  y lo llevó a la cama, luego ahí comenzó a secarlo lentamente obviando los reclamos e intentos de escapar del joven moreno... cuando estuvo listo y antes de sacarle la tolla de encima le colocó unos pantalones delgados con elástico y lo recostó sobre la cama... entonces el pelirrojo apagó la vela y Kaede sintió como se inclinaba sobre él... podía sentir el aliento de Hanamichi sobre el rostro y podía observar pequeñas gotas de sudor sobre su frente... al parecer no era el único que había un esfuerzo invocando el autocontrol... entonces sintió los suaves labios de Hanamichi sobre la frente, luego sobre la nariz... cuando pensó que lo besaría en los labios sintió la tibieza del pelirrojo sobre el cuello y luego sobre el pecho... Podía sentir como finalmente le besaba el abdomen... Kaede se sintió embriagado por escalofríos de placer... sin embargo notó que los besos se habían detenido... miró al pelirrojo y maldijo la oscuridad que no le permitían ver los ojos de Hanamichi que se encontraban observándolo... finalmente Hanamichi acercó su rostro al de Kaede y le beso suavemente en los labios, un beso suave, lleno de ternura que conmovió y al mismo tiempo inquieto al moreno... antes de levantarse Hanamichi se acercó al cuello de Kaede...

- No me temas Kaede... – le susurro... – yo no te haré daño... confía en mi...

Después de decir esto se levantó, se dio media vuelta y salió de la habitación...

Notas de la autora: se que esta cortito, pero el próximo prometo más... gracias por los reviews...