Titulo: La Venganza

Bueno lo de siempre como ya han leído antes no es necesario repetirlo... bla bla bla... miles de gracias por los reviews, en especial por aquellos en cuanto a Haruko... no se preocupen, ya se ha pasado la laguna mental y se como seguir con esto... hasta tengo el final...  por eso este capítulo esta dedicado a todos los que me ayudaron con sus sugerencias... como siempre... los personajes de esta historia no me perteneces y el argumento de esta historia esta basado en una novela Bianca de Susan Napier llamada "La amante del Novio"...

Capítulo N° 11: Recuerdos de infancia...

Mientras Kaede arreglaba sus escasa pertenencias Ayako discutía con Hanamichi sin medir el volumen de la voz, el pelirrojo increíblemente conservaba una calma envidiable frente a la explosión emocional de la muchacha... la joven en una de sus acostumbradas y dramáticas actuaciones exponía su oposición frente a la subida de Kaede a la casa de Hanamichi... el muchacho de cabellos ébanos se sentó en la cama mientras observaba el lugar... realmente le agradaba, era todo lo contrario a al lujo al cual estaba acostumbrado, incluso caía en la precariedad, sin embargo tenía esa sensación de hogar que nunca antes había experimentado... incluso esa sensación se había incrementado con la llegada del pelirrojo... se recostó en la cama, le dolía un poco la cabeza debido a que había salido a tomar sin  protección en la mañana en un afán de escapar de las molestias de la muchacha, sin embargo no lo había logrado y además el dolor de cabeza ahora no le dejaba... subió las piernas hacía la cama y colocó uno de sus brazos sobre sus ojos... lentamente se fue quedando dormido...

~~ * ~~

Una suave y tibia sensación le invadió los sentidos... sentía que estaba volando... sentía los suaves y cálidos labios de alguien sobre los suyos... seguro esa uno de "esos" sueños, ¿qué mal tendría disfrutarlo???... después de todo por algo estaba dentro de su mente... lentamente los besos comenzaron a intensificarse, una experta lengua se apropiaba de su boca... exigente y posesiva... llena de promesas y deseo... un gemido salió de su garganta y se dio cuenta de cómo su cuerpo comenzaba reaccionar... al parecer su otra parte del sueño también reaccionaba porque sentía como su respiración se tornaba más rápida y dificultosa... – Hana... – se le escapó a Kaede en un gemido... – Kaede... – escuchó el muchacho como respuesta al momento que sentía como una caricia se resbalaba por debajo de su playera... se sentía demasiado bien... no abrió lo ojos por miedo a que todo se diluyera al despertar... lentamente sintió como la sensación de ensoñación fue desapareciendo al mismo tiempo que la sensación de ese cuerpo sobre el suyo también se diluía...  – no te vayas... – dejó escapar Kaede en un susurró a medida que trataba de despertar... – no te dejaré kitsune... es una promesa... – lentamente los ojos de Kaede dejaron de luchar por abrirse... – vamos kitsune... debes levantarte... ya es hora de irnos... – Kaede se tensó como una cuerda de violín... ¿acaso no estaba soñando?... eso se había escuchado demasiado real... violentamente abrió los ojos para encontrarse con Hanamichi viéndole desde la puerta... frunció el ceño y buscó indicios de que hubiera estado apoyado en la cama... si lo había besado y en realidad no había sido un sueño, eso debía notarse... sin embargo no encontró nada... luego miró inquisitivamente al pelirrojo... se veía demasiado calmado y arreglado para haber hecho lo que él pensaba...

- ¿Qué haces??? – preguntó el muchacho de ojos zorrunos al pelirrojo que se encontraba e la puerta vestido y observándole... - ¿acaso no sabes llamar antes de entrar?...

- Te he llamado varias veces y no respondías... tienes el sueño muy pesado kitsune – contestó el pelirrojo haciendo un movimiento de hombros... – por eso entré y te llamé desde acá...

- ¿Acaso has hecho algo??... – preguntó el ojiazul de manera inquisitiva...

- ¿Hacer algo?... – dijo el pelirrojo mostrando sorpresa... - ¿qué se supone que he hecho, kitsune?... – lentamente un suave color carmín subió por las pálidas mejillas de Kaede... se reprendió mentalmente... seguro había sido un sueño y se mezcló con la realidad cuando Hanamichi lo llamó... era un estúpido...

- Nada do'aho... – dijo bajándose de la cama tratando de ocultar su sonrojo... entonces se percató de lo silencioso que se encontraba todo... – y tu hermana... dónde está?... – preguntó al no sentir a la muchacha...

- Ella se ha ido hace un rato... -  dijo Hanamichi con tono de fastidio... – no se ha despedido para no despertarte...

- Seguro- pensó Kaede para si... la muchacha moriría antes de ser cortés con él...

- Estas son tus cosas, kitsune... – preguntó el pelirrojo al ver un bolso deportivo junto a la cama...

- Si... –

- No son muchas cosas que digamos... – dijo Hanamichi...

- No me quedaron muchas cosas... – comentó Kaede despreocupado, sin percatarse que frente a su comentario Hanamichi apretaba fuertemente los puños...  – déjame, yo puedo llevarla...

- No... – le cortó Hanamichi con un tono de voz que paró al moreno inmediatamente... – Kogure me ha dicho que no debes hacer esfuerzos, y aunque esto no pesa mucho es mejor que evitemos riesgos... vamos kitsune, salgamos de aquí... ya es hora de irnos...

Kaede siguió al pelirrojo hasta la puerta y dio una última mirada a su habitación... algo le decía que no volvería a ese lugar por un largo tiempo o quizá jamás... realmente esperaba que no, o de otra manera encontrar otro lugar al cual poder considerar su hogar...

~~*~~

Mientras un deportivo conducido por una muchacha de cabellos crespos al viento se dirigía hacía un al aeropuerto para tomar una avión en dirección a Sapporo...

- si... – susurró la joven... – estoy seguro que ella le hará entrar en razón... aunque no se hayan visto hace mucho se lo debe Hana por todo lo que ese le hizo...  si ella lo convence seguro no habrá problemas... es una pena que este casada... – tras esas palabras desapareció tras una estela de polvo...

~~*~~

A Kaede no le pareció raro que Ayako hubiera reclamado tanto debido a las incomodidades de la cabaña en la playa... ese lugar era realmente una maravilla... se encontraba la borde de un acantilado desde el cual podía observarse perfectamente el mar azul y unas magnificas puestas  de sol, a los lados le rodeaban frondosos bosque de alerces... era realmente magnifica... de la misma manera pudo observar cuando viajaba con Hanamichi en su jep la excelente vista que tenían de las demás construcciones cercanas... la casa estilo mediterráneo era de color marfil con grandes ventanales que dejaban entrar luz, lo cual junto al cómodo piso de madera autóctona le daba una calidez indescriptible al lugar...  sin embargo Kaede tenía sus dudas, por su mente pensó que en realidad la presencia de Ayako era un plan concebido por Hanamichi para lograr que él se mudara hasta esa gran casa... de alguna manera se sentía más vulnerable a cualquier intento de Hanamichi de seducción... estaba loco, pero hasta estaba esperando que algo así ocurriera... hasta se le secó la boca y se sintió acalorado al recordar la noche que paso con Hanamichi en el Hotel... si... definitivamente estaba loco y era masoquista... finalmente decidió acercarse a la cocina para tomar algo y enfriar sus ánimos... con ideas como esas no iba a llegar muy lejos... Hanamichi había desaparecido esa tarde después que llegaron y no le había visto, vaciló al llegar hasta la cocina y escuchar a una mujer tararear una suave melodía... al entrar por la puerta se encontró con una mujer menuda de mediana edad con el cabello crespo y de color plata moviéndose graciosamente entre el lavaplatos y la cocina para preparar unas ensaladas para la cena... – el ama de llaves – pensó Kaede... – Es la mujer que Hanamichi me dijo que cocinaba  estupendo... - carraspeó y la mujer se dio vuelta y le miró con sorpresa al ver sus ojos azules...

- Buenas tardes. Me llamo Rukawa Kaede... – se detuvo al no saber definir su relación con Hanamichi...

- Si... ya lo sé... – respondió la mujer tras lo cual le entregó una sonrisa tan cálida que derritió completamente el corazón del moreno y una extraña sensación de nostalgia le invadió... entonces Kaede se sintió como si en realidad a esa mujer la conociera desde hace mucho tiempo... – Has tenido unos tiempos espantosos muchacho... – continuó la mujer... – yo soy Stuart Sakura... no te ofrezco la mano porque se que las tienes lastimadas... ven aquí y siéntate muchacho... pareces muerto de calor... ¿quieres un telado o una gaseosa?... es lo ideal para calores como este... ven siéntate mientras te sirvo uno...

- Si... gracias... – dijo extrañamente confundido por la amabilidad de la mujer... – huele exquisito...

- Si... son galletas de canela... – dijo mientras le pasaba un platillo lleno de ellas - las favoritas de Hana-kun... cada vez que nos vemos intento hacérselas... es mi forma de consentirle...

- Ya veo...  – dijo el moreno al momento que tomaba una de las que le había ofrecido la mujer... entonces ella se fijó en las vendas...

- Ya veo porque Hana insistió en cuidarte... come más galletas... ya sé que han comido antes de venir, pero la cena estará más tarde ya que a la familia le gusta comer mientras se oculta el sol...

- No... muchas gracias señora Stuart... ya he comido suficiente... – dijo con una sonrisa en el rostro que sorprendió a la mujer sin que él se diera cuenta... Kaede sintió que realmente le agradaba ella, aunque estaba desconcertado por la familiaridad le atraía el calor maternal de la mujer...

- Llámame Sakura... – le puso una asa de té helado enfrente y volvió a las verduras... – sé que es una pregunta tonta... pero ¿supongo que no estás a dieta?, ya que tu cuerpo ha sufrido demasiados traumatismos últimamente y necesita reponerse...

- La verdad es que he perdido mucho peso últimamente, pero no ha sido por dietas ni nada parecido... – dijo sin pensar hasta que se percató del ceño fruncido de la señora Stuart... – pero no ha sido a propósito y estoy seguro que luego lo volveré a recuperar pronto... – dijo rápidamente al ver como se ceñía más en entrecejo de la señora...

Sin embargo el enojo del ama de llaves inmediatamente encontró su destino... su pelirrojo destino...

- ¡Le pediré explicaciones a Hanamichi!.. – dijo la mujer molesta... – Ayako me contó como te habías quemado la mano, aunque aún no sé como te lastimaste la mano izquierda... – dijo frente a lo cual Kaede se sonrojó violentamente... – de todas maneras supongo que ese jovencito te ha pedido las disculpas que te debe por haberte hecho quemar de esa manera... siempre tiene la mala costumbre de sorprender a la gente...

Entonces Kaede esbozó otra sonrisa (¬¬ dos sonrisas es un capítulo es demasiado)...

- Es verdad... – comentó el moreno... – siempre tiende a sorprender a las personas, sin embargo estás quemaduras son por mi estupidez... – en ambas ocasiones, tomó nota mentalmente... mientras la mujer se le acercó lentamente...

- No deberías ser tan condescendiente con Hanamichi... ese jovencito debería recibir una buena dosis de culpabilidad y hacerse responsable de las cosas que hace... de una vez por todos debería abandonar esa postura de tensai todopoderoso...

- Creo que ha intentado compensarlo... – le defendió Kaede suavemente...

La mujer se mostraba bastante informada de las actividades del pelirrojo, entonces Kaede comprendió que debía ser una persona de mucha confianza dentro de la familia, ya que trataba a Hanamichi con una familiaridad poco común... seguramente estaba enterada de la venganza de del pelirrojo y de las acciones de Kaede que le llevaron hasta eso... una sombra cubrió los azules ojos del moreno... seguramente ella sabía lo bastardo que se había comportado en la iglesia, y así y todo se mostraba gentil y cálida...

- ¿En serio?... – le sacó Sakura de sus divagaciones... - ¿de qué manera?

- ¿Perdón?... – dijo el moreno sin entender la pregunta...

- ¿De que manera a intentado compensarte?...

- Bueno... – tartamudeó Kaede... – me ha preparado maravillosas comidas... y me ha curado las manos cambiándome las vendas...

- Mmm... – masculló Sakura con una mirada suspicaz... – Hanamichi tiene buena mano para la cocina... eso es un punto para él...

- Y para la cama también... – pensó Kaede volviendo a sonrojarse... – a mí me hubiera gustado aprender algo de cocina... aunque fuera sólo lo básico... ahora estoy aprendiendo algo, pero en base a libros y como no tengo lo básico dentro de mis conocimientos se me ha hecho bastante difícil avanzar sólo...

- Los niños aunque sean hombres deben aprender a manejarse en las labores domésticas... de esa manera se vuelven más independientes y seguros... ¿tu madre nunca te llevó a la cocina cuando eras niño?... – preguntó Sakura levantando una ceja...

- En mi casa siempre tuvimos servidumbre y ellas no me dejaban molestar... – dijo fríamente, sin embargo su tono de voz cambió drásticamente a la melancolía haciendo que Sakura se fijara seriamente en él-... mi madre se fue de la casa cuando yo tenía cinco años... nunca más la volví a ver...

- Lo siento mucho... – exclamó Sakura al ver la tristeza reflejada en los ojos del moreno... – sin duda debe haber sido muy duro para ti perder a tu madre tan pequeño... debiste extrañarla mucho...

- La verdad no me acuerdo mucho de ella... tengo en mi mente que era morena y tenía unos hermosos ojos azules... además le gustaba reírse mucho... – admitió Kaede abatido por el recuerdo... –

- Entonces tú y ella se parecían mucho... – dijo la mujer con una tierna sonrisa en el rostro dejando helado a Kaede por el comentario...

- No lo creo... – dijo el moreno recobrando parte de la frialdad... – una vez alguien me dijo que me parecía a mi padre... – comentó recordando las palabras del pelirrojo... – cuando ella se fue de la casa mi padre recolectó todas las fotos de ella y las quemó en la biblioteca... nunca más volvió a mencionarla y le prohibió a todo el mundo hacerlo en su presencia... incluyéndome a mi... él sólo mencionaba su nombre cuando estaba furioso por algo... a veces no estoy seguro si lo que recuerdo son en verdad recuerdos o imágenes de mi imaginación...

- ¿Cómo se llamaba ella? – preguntó Sakura

- Sora...  se llamaba Sora... – dijo mirando por la ventana de la cocina que daba hacía uno de los jardines... – era hermoso...

- ¿Nunca más la volviste a ver?... – Kaede volvió la vista hacía la mujer y luego la bajó la vista hacía la taza de té...

- No... cuando ella desapareció mi padre la excuso casi por un mes... después de eso finalmente me dijo que se había ido a Sudamérica con su amante... - entonces el moreno apretó fuertemente la taza que tenía entre sus manos... - cuando le pregunte por qué se había ido y nos había dejado él me dijo que era porque no quería cargar con un mocoso de 5 años que sólo le causaba problemas... que no quería cargar con una responsabilidad como yo... que yo no había sido lo suficientemente bueno como para mantenerla en casa...

Sakura casi se desmayó de la impresión... ¿acaso era posible tamaña barbaridad???

- ¡Acaso te dijo eso tu padre cuando sólo tenías 5 años!!! – entonces de manera misteriosa el otrora frío y silencioso moreno continuó con el relato...

- Así es... incluso recuerdo que cuando eran mis cumpleaños y no me llegaba nada de ella él decía que no era lo suficientemente bueno como para que ella me recordara...  – dijo con una mueca en sus labios... – que ella había olvidado cuando había nacido yo...

- Eso fue un grave error de parte de tu padre, Kaede... – le dijo la mujer... – no se le puede a cargar los fracasos matrimoniales a los niños, siempre se les debe proteger en esas terribles circunstancias...

- No sólo era un error... – levantó Kaede la mirada... – sino también una mentira... antes de morir mi padre me dijo que ella no se había acordado de mi durante los trámites del divorcio, sin embargo después de su muerte cuando estaba revisando los papeles de su caja fuerte encontré los papeles de divorcio y muchas cartas de ella... en los documentos se dejaba claro los acuerdos de separación y la norma de visitas... que nunca se cumplió... además las cartas era de ellas para mi... había escritas casi dos semanales... aunque ella se fue a Sudamérica con otro hombre murió un año después en un accidente de tránsito... a lo mejor no quería llevarme con ella, pero nunca se olvidó de mí... había cartas de su abogado pidiendo garantías de que mi padre me entregaría las cartas que ella enviaba y que yo tendría pasaporte para poder visitarla, pero entonces ocurrió el accidente y mi padre me dijo por muchos años que ella estaba en Sudamérica demasiado divertida como para acordarse de mi... era todo una mentira... - dijo mirando fijamente a la mujer que estaba muda ante el horrible relato, entonces escucharon un débil sonido a un costado de la cocina y Kaede miró a su alrededor al igual que Sakura... casi se le paró el corazón al ver a Hanamichi al pie del umbral de la puerta con cara de haber escuchado bastante...

- Vaya... ahora no me extraña que me creyeras tan rápido cuando te conté lo que le había hecho tu padre al mío... – dijo mientras Kaede se fijaba en lo atractivo que se veía con la ropa casual que llevaba puesta... – tu ya sabías lo bastardo sin conciencia y desgraciado que podía llegar a ser...

- ¡Hanamichi Sakuragi!... – exclamó Sakura molesta reprendiéndole...

- Disculpa... – le dijo... – pero sabemos que es verdad –  se acercó y le dio un beso en la mejilla a la mujer... – hola mamá... ¿qué estás haciendo aquí?...

Kaede sintió como la sangre le abandonaba el rostro...

- ¿Qué?... ¿acaso eres la madre de Hanamichi?

El moreno sintió como el estómago se le revolvía y se arrepintió de haber comido las galletas de canela, miró a la mujer por la cual había sentido esa extraña oleada de simpatía y al gigante que sobresalía a su lado... ¿cómo era posible que una dama tan encantadora fuera la madre de un do'aho?... con razón parecía tan informada...

- ¿Acaso no lo sabías?... – dijo la mujer extrañada por la contrariedad del moreno... – pensé que estabas informado de mi apellido después de mi segundo matrimonio... ¿'quién creías que era?

- Seguramente una de mis amantes fantasmas... – dijo Hanamichi con una sonrisa ante el rostro mortificado de Kaede... – cuando Ayako llegó creyó que era una diosa griega encaprichada que yo tenía guardada en secreto...

- ¡No es verdad, do'aho!... – dijo Kaede arrepintiéndose inmediatamente al ver que había insultado a Hanamichi delante de su madre... – me temo que creí que era el ama de llaves... Sakura... – continuó el moreno algo apenado...

- Ah... – respondió la mujer sonriendo al comprender... – ya entiendo, entonces ahora te sientes avergonzado de tu sinceridad conmigo... no deberías hacerlo, estoy segura que te ha servido hablar de todo esto y que te sientes mejor... –

- Mamá... – interrumpió Hanamichi... – aún no me has dicho por qué estas aquí... pensé que me habías dicho que pasarías con Joshua todo esta semana ya que tiene muchos banquetes de boda y que iba a estar muy ocupado... ¿y por qué estás cocinando tú??? – dijo al percatarse del delantal que llevaba puesto y las verduras cortadas sobre la mesa y en las fuentes...

- Annie me ha pedido el día libre para poder visitar a su hijo que ha llegado desde el extranjero y como a mi no me molesta en lo más mínimo cocinar le he dicho que si... – dijo al ver el semblante ceñudo de Hanamichi... – tú no le dirás nada... hace mucho que no ve a su hijo y se merece un descanso... además como Joshua esta tan ocupado no vale la pena que este con él ya que casi no le veo... por eso decidí venir y disfrutar estos maravillosos días en la playa...

- ¿Entonces dices que Ayako no te llamó para decirte que estábamos haciendo?... – preguntó Hanamichi suspicaz examinando la expresión de inocencia de su madre... - es decir que esta visita sorpresa no se relaciona con que Kaede y yo estemos aquí???

- Cómo crees cariño... – respondió Sakura con su más dulce sonrisa... – eso ha sido una gran y maravillosa coincidencia y sorpresa... ya que debido a su trabajo es rara la vez que logro verlo y estar con él... la última vez que estuvo acá no pude mantenerlo quieto...

- Se ha lo que te refieres- comentó Kaede suavemente...

- En serio?... acaso te ha molestado mucho?... – preguntó la mujer...

- No madre...  sólo he intentado que descanse... hasta cuando te vas a quedar?... –

- Bueno... no sé... el tiempo esta tan bueno, que creo que disfrutaré algunos días acá... todo depende... – respondió Sakura ante la ofuscación de Hanamichi...

- Joshua te echará de menos... – Kaede no pudo menos que sonreír... el pelirrojo era insistente, pero sin duda su madre era más tenaz aún...

- Querido Hana... – dijo su madre dándole algunas palmaditas en el rostro... – Joshua somos matrimonio no siameses, podemos vivir separados el uno del otro por algunos días, por lo demás no esta muy lejos, si me baja la nostalgia lo voy a visitar... – Hanamichi murmuró algo mientras su madre se veía divertida frente a la clara ofuscación de él... entonces Kaede se levantó... realmente se sentía mal... esa mujer era la madre del pelirrojo, ella mejor que nadie sabía todo el daño que había causado con el incidente de la boda frustrada...

- Creo que es mejor que me vaya... – dijo fríamente... – se que no debe quererme en su casa después de lo que ha sucedido...

- ¡Maldición kitsune, hasta cuando vas a seguir con eso!... – explotó el pelirrojo...

- Te equivocas Kaede... – dijo Sakura que suavemente impuso su voz frente a la explosión de Hanamichi... – los hijos no son responsables de los actos de los padres, además por lo que me has contado tu fuiste tan victima de él como nosotros... en cuanto a lo de Haruko ya es agua pasada... ¿no es así Hana?...

- Eso ya se lo he dicho miles de veces, pero parece no creerme...

- Y es que esperas que confié en ti de buenas a primeras después de todo lo que has hecho... – le encaró  Sakura... – con todo eso es un milagro que este aquí ahora... – Hanamichi le lanzó una mirada que fue inmediatamente amilanada por la de su madre...

- Yo le dije que lo cuidaría... – rezongó el pelirrojo...

- Guau!!! Que grandiosos e tu parte... supongo que no esperas un premio por eso... ¿cierto?

- ¡Cielos mamá!¿qué estas tratando de hacer?... – Sakura sonrió con calma y calidez...

- Sólo investigo cielo... nada más...

Pensando que Sakura y el pelirrojo querrían conversar a solas después de no haberse visto por algún tiempo Kaede preguntó donde estaba su habitación... Sakura se lo explicó indicándole que si necesitaba ayuda se la pidiera... el moreno se dedicó toda la tarde a hojear revistas deportivas que no se podía permitir el lujo de comprar, hablando con Sakura y observando como se relacionaban ella y el pelirrojo... después de la cena los tres se sentaron a ver una película y cuando esta terminó Hanamichi dijo que Kaede debía estar cansado y necesitaba irse a dormir a la habitación... cuando estaba a punto de subir a "dejar" a Kaede a su habitación pese a la mirada gélida del moreno (que rayaba en el pánico) una llamada internacional desarmó los planes del pelirrojo y esta se acentuó más aún cuando Sakura se ofreció acompañarlo hasta su habitación para que no tuviera que esperar...

- Lamento darle problemas justo cuando el ama de llaves no esta... – dijo Kaede mientras Sakura le ayudaba a colocarse una gran polera para poder dormir... entonces la mujer sacó un par de guantes de látex y se los paso al moreno para que pudiera lavarse la cara antes de dormir y se pusiera la parte de abajo del pijama... Kaede se sorprendió, ni a él ni a Hanamichi que se suponía eran tan inteligentes se les había ocurrid algo tan sencillo...

- No te preocupes... lo disfruto... – respondió Sakura... - Ya es hora que Hanamichi recapacite, le dije que la venganza no le llevaría a nada bueno, pero él es tan insistente que no me escuchó... espero que haya comprendido... la venganza no trae nada bueno...

- Eso no es lo que piensa Ayako... – susurró el moreno...

- Ayako es muy joven aún... ella lo ve todo en sus extremos... blanco o negro, bueno o malo... para ella aún no hay matices de grises... – respondió Sakura...

- Y Yo soy una gran mancha gris... cierto?

- Así es muchacho... la más grande que haya conocido... – respondió sonriendo...

- No entiendo como usted no me odia y me ha permitido estar en su casa... – dijo Kaede cabizbajo... -  no después de las horribles mentiras que dije el día de la boda de Haruko con Hanamichi... después del escándalo y de que casi destruyo la vida de su hijo... – Sakura suspiro

- El odio no es un buen sentimiento hijo... sólo nos confunde y destruye al mismo tiempo, la verdad fue muy desagradable lo que sucedió en la boda y nos llevamos una terrible sorpresa, pero cuando Haruko le devolvió el anillo a mi hijo me pregunte si realmente estaba bien realizar ese matrimonio...

- Ayako me dijo que había destrozado el corazón de Hanamichi... y eso fue mi culpa...

- Ayako exagera... – respondió Sakura firmemente... – lo que yo quería y sigo queriendo es que mi Hana sea feliz... con la persona indicada sea quien sea... – dijo mientras miraba a Kaede de una manera que el moreno no pudo descifrar -  verás... no se que tanto te ha contado de su vida, pero desde la muerte de su padre Hanamichi estuvo obsesionado con la venganza contra tu padre, cuando él murió decidió dejarla atrás ya que tu no tenías nada que ver... entonces yo estaba orgullosa de él... sin embargo quedó un gran vació en su espíritu y buscó algo para llenarlo... algo hermoso y suave a lo cual cuidar... y encontró a Haruko, sin embargo Hana también valora mucho la fuerza de espíritu y el valor y creo que vio en Haruko una mujer suave por fuera, pero que en momento de adversidad pudiera apoyarse... sin embargo por la manera en que ella actuó en la boda no estoy tan segura que fuera así... ¿qué crees tu?

- Si me pregunta si creo que ellos congeniaban mi respuesta en No... – dijo tajante Kaede...

- Sólo imaginemos algo... – dijo Sakura mirando fijamente a Kaede a sus azules ojos... – si tu fueras la pareja de mi hijo y alguien llegara a quitártelo... ¿qué harías?... – pese al sonrojo debido a las palabras de Sakura Kaede sintió como cada fibra de cu cuerpo se tensaba ante la idea de que alguien le alejara del pelirrojo... estaba loco... sabía que no debía reaccionar así, pero no podía evitarlo...  Sakura pudo ver furia en los azules y gélidos ojos del moreno... entonces sonrió... – es lo que me imaginaba... dijo acercándose a la puerta... – es mejor que cierres la puerta por dentro si crees que ya le has dado las buenas noches a mi hijo... – dijo antes de salir... Kaede confundido por lo que acababa de pasar así lo hizo... se acostó y cayó profundamente en el sueño pese a la insistente llamada del pelirrojo algunas horas después...

Nota de la autora: Gracias Xiomara, Randa1, Angeli, Smici, Celes... (ojala no se me escape nadie) por sus sugerencias en cuanto a lo de Haruko... gracias también Reiko Noriko... la verdad no había podido encontrar como se escribía bien do'aho y trate de que las terminaciones de "ella" esta vez no estuvieran... quedan aproximadamente 1 ó 2 capítulos... así que tengan paciencia ya que le queda poco... de nuevo  gracias por los reviews y las sugerencias... de verdad me han servido... por lo demás disculpen la demora...