Titulo: La Venganza

Gracias por los reviews....... Los personajes de esta historia no me perteneces y el argumento de esta historia esta basado en una novela Bianca de Susan Napier llamada "La amante del Novio"...

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Capítulo N° 14: Mentiras Verdaderas

...Que no muera...

...Que no muera...

...Que no muera... ...Que no muera...

...Que no muera...

Como si fuera un poderosos mantra Hanamichi repetía una y otra vez la misma frase en su mente... no recordaba como había llegado al auto ni como en ese momento se encontraba en la carretera en dirección al hospital local. Tampoco tenía idea que había sucedido con su madre y Akira en su casa, su pensamiento en ese momento se encontraba completamente enfocado en le moreno que en ese momento se debatía entre la vida y la muerte... la persona que en ese momento ocupaba gran parte de su vida...

- Kaede... – susurró el pelirrojo al momento que estacionaba su todo terreno en las afueras del centro asistencial...

Hanamichi salió del auto sin importarle estar mal estacionado y corrió hacia la recepción...

- Necesito saber donde se encuentra Kaede Rukawa... – dijo Hanamichi agitado a la mujer que estaba en la recepción... – llegó en un accidente de transito... en la madrugada...

La mujer revisó su computador y vio la lista de pacientes que habían llegado ese día...

- ¿Es usted pariente del señor Rukawa?... – preguntó la mujer...

- No... quiero decir si... – dijo entre tartamudeos... – el no tiene familia y yo soy lo más parecido a una...

- Ya veo... – dijo la joven... – en estos momentos se encuentra en pabellón... siga por este pasillo y suba al piso 5, el médico a cargo estará ahí en cuanto haya terminado con el señor Rukawa...

Antes que la mujer pudiera terminar Hanamichi ya se encontraba en las escaleras en dirección al 5 piso, seguro así llegaba más rápido que en un ascensor. Al llegar al quinto piso se encontró con las paredes blancas típicas de los hospitales junto con el característico olor a alcohol y desinfectante... el estómago le dio un vuelco a momento que el mundo hacía exactamente lo mismo...  en ese instante unos brazos le sujetaron... al levantar la vista Hanamichi se encontró con unos conocidos ojos cafés enmarcados en cristales...

- Kogure... – dijo Hanamichi... - ¿tu aquí?...

- Tu madre me ha llamado apenas saliste como un loco de tu casa y has tenido la suerte que me encontraba por acá cerca... – dijo el castaño al momento que Hanamichi recuperaba sus fuerzas... – es mejor que te quedes aquí... yo conozco a varios colegas en este hospital y conseguiré información sobre el estado de Kaede... quédate tranquilo Hanamichi, no ayudara en nada si te descontrolas... – terminó severo...

- Gracias Kogure... – dijo el pelirrojo... – has lo que puedas... debo saber como se encuentras... que ha pasado con él...

Kogure hizo un gesto afirmativo con la cabeza y dejo a Hanamichi... mientras el pelirrojo tomaba asiento en la sala de espera miles de imágenes pasaban por su cabeza... la primera vez que había visto a Kaede, él estaba con Haruko en la casa de sus padres, Kaede vestía elegantemente en un traje azul oscuro que hacía resaltar sus ojos... sin embargo lo que más le llamó la atención fue la posición altiva del muchacho, fría e inalcanzable como un témpano de hielo... un rey de hielo... cuando Haruko le dijo su apellido sintió como el peso del mundo estaba en sus hombros... frente a él se encontraba el hijo del hombre que había acabado con su familia, que había manchado la reputación de su padre y sumido a su madre en arduas jornadas laborales. Sin embargo con le tiempo comprendió que no tenía sentido odiar al hijo por los pecados del padre y más aún cuando sentía que eran diferentes. Primero sintió celos de él, la manera en que Haruko le miraba y parecía pedirle ayuda para todo... la confianza que la muchacha tenía en sus palabras, sin embrago con el tiempo se dio cuneta que era más una relación de hermanos que de hombre y mujer... además había algo más... algo inexplicable... sentía como el moreno se tensaba al estar cerca de él... le rehuía, se alejaba de ellos... quizás no confiaba en él... pero Hanamichi se había prometido ganarse su confianza... mostrarle que era digno de su amiga Haruko... cual fue su sorpresa el día de la boda al ver como el moreno se alzaba entre los invitados e inventaba una historia tan inverosímil que hasta quiso reírse ahí mismo, algo que sin duda Haruko nunca creería... pero que sin embargo creyó... de manera rápido y sin explicaciones... y al poco tiempo se caso con el chofer de su casa...

Aun recordaba las ansias de venganza de ese momento, las ganas de estrangular al muy hijo de perra por haberle causado todo ese daño... su empresa que hasta ese momento era floreciente se derrumbó en cuestión de semanas... los socios retiraron sus acciones y tuvo que irse al extranjero  rehacer sus vida y planear su venganza... la oportunidad se presentó y lenta e insidiosamente comenzó a comprar las acciones de Rukawa.corp... el moreno no había visto el peligro hasta que había sido muy tarde... en ese momento lo quería destruido, humillado... sin embrago nunca parecía ser suficiente, siempre buscaba nuevas maneras de hacerle la vida a cuadritos al moreno... su madre tenía  razón... se le había escapado de las manos... ya no recordaba el sentimiento que le había impulsado a comenzar la venganza... la noche en el hotel había cambiado todo... en sus brazos había tenido a su enemigo retorciéndose de placer y el mismo había sentido lo mismo... y en la mañana al despertase, mucho antes que el moreno, se sorprendió al verlo al lado suyo... su piel alabastrada, sus pestañas oscuras en forma de media luna sobre sus mejillas aún sonrosadas... sus delgados labios entreabiertos... esa mañana Hanamichi se había dado cuenta de lo falsa que era en ese momento su venganza... de lo poco que le importaba que la boda se hubiera arruinado y lo mucho que le gustaba tener al moreno en su cama... a su lado... lo mucho que le gustaría tenerlo mucho tiempo a su lado... pero nunca se lo había dicho...

- Hanamichi... –

La voz de una mujer sacó al pelirrojo de sus pensamientos, entonces sacó sus manos del rostro y levantó la vista... se encontró con los preocupados ojos de su madre y Akira que le acompañaba...

- Cariño... ¿cómo esta Kaede?.. – preguntó la mujer angustiada al ver el aspecto demacrado de su hijo...

- No se mamá... – respondió el pelirrojo en un susurró... – aún no han dicho nada... 

En ese momento Kogure se apareció en la entrada de la sala de espera junto con un médico mayor... los dos traían el rostro apesadumbrado... Hanamichi se levantó de un brinco al ver a los dos médicos entrar...

- ¡qué ha sucedido?? ¿ cómo esta Kaede??... respóndame maldita sea... ¿cómo esta?...

- Cálmate Hanamichi...- dijo Kogure... – si no te calmas no te diremos nada y tendrás que salir de aquí...

El pelirrojo quedó sorprendido por el tono duro del "cuatro ojos" ...

- El es Shou Akashi... es el médico que recibió a Kaede anoche...

- Bueno... Kogure me ha dicho que ustedes son las únicas personas que vendrán por el joven Rukawa... – comenzó el hombre apesadumbrado... – el joven Kaede Rukawa ingreso esta mañana después de haber sufrido un accidente automovilístico en la carretera... su estado al llegar era de extrema gravedad, sufrió un paro cardiaco antes de ingresar la centro del cual salió gracias a la atención oportuna de los paramédico de la ambulancia... tiene múltiples fracturas costales debido a que no uso cinturón de seguridad, lo cual además provocó un hemotórax (1), tiene una perforación del diafragma lo cual complica más la situación...  una de sus piernas esta fracturada, lo mismo que su brazo izquierdo... lo que más nos preocupa es el traumatismo craneano que produjo un hematoma dentro del cerebro y lo mantiene en estado de coma profundo...

Un ensordecedor silencio inundó la habitación...

...estado de coma profundo...

Hanamichi no podía asimilar la situación...

...estado de coma profundo...

Su kitsune se encontraba en ese lugar al borde de la muerte y el no podía hacer nada...

...estado de coma profundo...

Y si se moría... si no alcanzaba a decirle todo lo que quería decirle...

Por primera vez en su vida Hanamichi no sabía que hacer...

~~*~~

Un fuerte dolor inundaba sus sentidos, sólo había oscuridad... y frió... mucho frió... un frió que inundaba su corazón y su mente... sin embargo no quería salir de ahí... para que salir, sólo le esperaba la soledad y la tristeza... el recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue... el recuerdo de la piel del pelirrojo... los labios del pelirrojo... las caricias del pelirrojo... cosas que amaba y que nunca más tendría... era como haber estado en el infierno y subido al cielo para luego caer nuevamente al infierno, pero un infierno frío, sin nada...  Kaede sentía un dolor sordo a lo largo de todo su cuerpo... deseaba que terminara de una vez por todas... entonces a través de sus párpados vio una brillante luz al mismo momento que escuchaba decenas de voces desconocidas tratándole de hacer despertar... voces que le pedían información... luego en medio del dolor sintió algo sobre su rostro y se sumió en una reconfortante oscuridad.

~~*~~

Hanamichi seguía en estado de shock después de lo que acababa de decirle el médico, entonces la mano de su madre sobre el hombro le hizo reaccionar...

- ¿Hay algo que podamos hacer doctor?... – preguntó Sakura...

- Por el momento sólo nos queda esperar, estas horas son cruciales... si el hematoma se reabsorbe por si solo es muy probable que despierte, pero si no es así tendremos que recurrir a la cirugía y los riesgos aumentaran considerablemente...

- Quiero estar con él... – dijo Hanamichi saliendo de su mutismo... – déjeme estar con él doctor... haré lo que usted diga, pero déjeme estar con él...

El médico y Kogure se dieron una mirada para luego asentir... 

- Esta bien Hanamichi... en este momento tu puedes ser mejor que cualquier otro tratamiento... – dijo Kogure... –

- ¿A qué te refieres?... – preguntó Akira que se mantenía la margen...

- Las ganas de vivir son la mejor medicina del mundo... si no falta voluntad todo es posible... y creo que eso es lo que le falta a Kaede en estos momentos... voluntad para seguir viviendo... – dijo kogure mientras afirmaba sus anteojos... – ahora sígueme Hanamichi, te guiaré a la sala de Kaede...

Hanamichi le tiró las llaves de su auto al recordar lo mal estacionado que estaba y siguió silencioso a Kogure... sintió como la sangre abandonaba su rostro al ver la imagen que se ponía frente a él...  sobre la blanca cama de la UTI se encontraba Kaede... algunos tubos salían de su boca los cuales estaban conectados con un respirador artificial, habían por lo menos tres bolsas de sueros más algunas de sangre unidas a sus blanco brazos y cuello... su pierna y brazo estaban  con yeso y algunos hierros... por fin Hanamichi comprendió la magnitud de la situación... su fuerte kitsune que encontraba en un estado deplorable, las máquinas parecían sostenerle con vida... sus ojos se llenaron de lágrimas ante la escena... lágrimas de impotencia al saber que no había nada que pudiera hacer... ya se encontraba en buenas manos... de otra manera Kogure se lo habría dicho... no era una cuestión de dinero, sino de voluntad... Kaede debía mostrar su voluntad de vivir... Hanamichi se acerco lentamente a la camilla sin poder apartar la vista del maltrecho muchacho... su piel moreteda contrastaba dramáticamente con las sábanas... el pelirrojo tomó una silla de la sala y se sentó junto al moreno...

- Puede quedarte... – le dijo Kogure al ver el rostro apesadumbrado de su amigo... – pero recuerdo que él necesita que tu seas fuerte por los dos ahora... debes darle la fuerza necesaria para poder seguir adelante... vendré por ti en una hora y saldrás a comer algo...

- Me quedaré con el hasta que despierte... – susurró Hanamichi mientras tomaba la manos de Kaede entre las propias...

- No te estoy preguntando Hanamichi... – dijo el médico mientras acomodaba sus lentes... – vendré en una hora y los dos saldremos a comer algo... tu madre o Akira pueden quedarse con él... he conseguido un permiso especial para que así sea... además las enfermeras vendrán ante cualquier cambio en los monitores...  – entonces el médico se dio media vuelta y se dirigió a la salida...

- Desde cuando te has vuelto tan autoritario "cuatro ojos"... – preguntó el pelirrojo melancólico sin apartar la vista de Kaede...

- Desde que un amigo que tengo y que esta enamorado no puede enfriar su cabeza para tomar las decisiones acertadas... – respondió Kogure con una sonrisa en el rostro... luego salió de la habitación...

~~*~~

La oscuridad estaba en todo su alrededor... podía sentir el suave susurro de una voz conocida hablándole... no podía entender las palabras, pero ahí estaba hablándole... dirigiéndose a él... manteniéndole en el mundo de los vivos como una lazo invisible que le impedía seguir más allá... ya no se sentía tan frío, pero aún sentía el cuerpo entumecido... no podía moverse... el dolor disminuía lentamente, pero no podía moverse... no podría abrir los ojos... quería hacerlo, pero sus párpados le pesaban demasiado... ¿o acaso estaba tan débil?... sentía como sus pulmones se llenaba de aire sin que él hiciera ningún esfuerzo por lograrlo... mientras sentía que la conciencia le abandonaba nuevamente por distinguir nuevamente esa voz hablándole...  sólo pudo distinguir una tibia calidez en su mano y una frase... "te amo" y volvió a caer en la oscura inconciencia...

~~*~~

Hanamichi permanecía sentado con sus manos agarrando las de Kaede... su madre le había reemplazado hacía algunas horas... se había ido a su casa, duchado y cambiado de ropa... se tomó un café y volvió al hospital... Kaede seguía en las mismas condiciones, extremadamente grave, pero estable... le hablaba... le cualquier cosa, de cuando era niño y jugaba con su padre... de cuando era adolescente y jugaba basketball en su escuela secundaria en Kanagawa... de cómo ellos jugarían un uno a uno cuando estuvieran recuperados... que estarían juntos y nunca más le dejaría ir de esa manera, que estarían juntos y disfrutarían de la vida... pero Kaede no despertaba... el médico le había dicho que aún debían esperar más, pero Hanamichi no se caracterizaba por su paciencia... mientras seguía con su monologo sintió como la puerta se abría... sin embargo no se volvió a ver quien había entrado al cabo de unos segundos habló...

- No voy a salir a comer...  ahora déjenme en paz... – dijo Hanamichi, no estaba dispuesto a que le sacaran del lado de su kitsune... aunque fuera su madre... – luego bajaré a comer algo... cuando él despierte...

- Los siento Hanamichi – dijo la suave voz de una mujer... -  pero yo también necesito ver a Kaede...

Creyendo que sus sentidos le estaban engañando debido al cansancio tanto físico como emocional Hanamichi se dio media vuelta incrédulo... en la puerta se encontraba la última persona que esperaba ver en ese lugar... con su cabello castaño y ojos claros tal como la recordaba estaba en el marco de la puerta Haruko Akagi...

- Ha... Haruko... - tartamudeó Hanamichi - ¿qué haces aquí?... – preguntó sorprendido...

Haruko se mantenía casi al borde de la puerta... levantó la vista y enfrentó sus ojos claros a los ambarinos de Hanamichi... durante mucho tiempo la mujer había temido la mirada del que alguna vez fuera su prometido... por ese cobarde temor ahora una de las personas que más le había ayudado en la construcción de su felicidad con su querido Yohei estaba en grave estado... era el momento de corregir eso... Hanamichi parecía no saber como reaccionar... no veía a Haruko desde los días posteriores a la truncada boda... después de eso fue imposible ubicarla... luego cuando lo trato al volver y el se enteró de su matrimonio no la buscó más... ahora la tenía frente a él, sin embrago ya no era lo mismo... ya no le producía la misma sensación de perdida pensar en ella... y de alguna manera se sintió feliz pues eso indicaba que la herida estaba sanada, sin embargo...

- Disculpa Haruko... tienes razón... – dijo Hanamichi levantándose de la silla... – tú eres amiga de Kaede y seguro al él le hará bien verte...

Haruko sintió como los ojos se le llenaban de lágrimas... Hanamichi no le había reclamado nada pese a tener todo el derecho a hacerlo y el motivo era su preocupación por Kaede... así que Ayako tenía razón... Hanamichi y Kaede tenían algo... ahora más que nunca debían aclarar las cosas...

- creo que necesito tomar un café... – dijo Hanamichi acercándose a ella que le miraba insegura... – puedes quedarte mientras... volveré enseguida, si sucede algo llama a la enfermera para que venga a verle...

- Esta bien Hanamichi... después hablaré contigo... – dijo enigmáticamente al ver como el pelirrojo avanzaba hacía la puerta...

Hanamichi salió de la habitación preguntándose que tendría que decirle Haruko que el ya no supiera... quizás las cosas si podían aclararse después de todo... Haruko se quedó en la habitación con Kaede en ella... 

- Hola Kae... – dijo la mujer acercándose al hombre y tomando su manos entre las de ella... – debe sorprenderte que esté acá... –comenzó la  castaña... – seguro jamás esperaste volver a verme cerca de Hanamichi y yo nunca espere verte en estas circunstancias... – Haruko se sentó en el asiento en que antes había estado el pelirrojo y se colocó a un lado del moreno... – esto debí hacerlo mucho antes querido Kae, pero tuve un comportamiento demasiado cobarde... lamento haberte hecho sufrir de esta manera... tu jamás me dijiste que Hanamichi había vuelto a ti para vengarse... nunca me dijiste todo lo que estabas sufriendo y que estabas en la bancarrota... se que te até con esa estúpida promesa de silencio... no sabes cuanto lo lamento Kaede... en serio lo lamento mucho... – continúo mientras las lágrimas comenzaban a salir de su rostro... – pero esta vez haré las cosas correctas, hablaré con Hanamichi y todo terminará por fin... las cosas se arreglaran y tu debes despertar Kaede... mereces ser feliz... Hanamichi te quiere... yo lo sé... lo vi en sus ojos, te miraba como nunca me miró a mi...  por eso debes despertar...

Mientras Haruko lloraba con las manos de Kaede en su rostro Hanamichi entró por la puerta...

- Haruko... – susurró el pelirrojo al ver el estado de la castaña...

- Lo siento Hanamichi... es que jamás me esperé verle así...

- Lo se... – dijo el pelirrojo dando una mirada apesadumbrada al moreno, sin embrago luego la desvió hacia Haruko... - Hace mucho que nosotros no nos vemos...

- Es verdad... – dijo la mujer... – desde la ceremonia del matrimonio... yo no quise verte después de eso y le pedí a mis padres que no te dijeran donde estaba... y le hice prometer a Kaede que no te lo diría si se lo llegabas a preguntar...

- ¿por qué?... – preguntó Hanamichi sorprendido por el ataque de verborrea de la mujer... – yo nunca te di motivos para que tu no quisieras hablar conmigo... por lo menos merecía  que me dieras la oportunidad de darte una explicación... es lo mínimo... –

- Una explicación que yo no quería escuchar...

- Tu creíste todo lo que dijo Kaede en la iglesia y nunca me diste la oportunidad de explicarme!!!... – alzó la voz el pelirrojo... – eramos novios... estábamos haciendo votos de amor y confianza y tu no fuiste capaz de darme la oportunidad Haruko!!!!... tu creíste las mentiras del kitsune... estúpidas y absurdas...

- En serio crees que yo creí las cosas que Kae dijo en la iglesia???... – se levantó Haruko con las manos empuñadas mientras se agarraba el vestido armándose de valor...  – yo nunca le creí Hanamichi... yo siempre supe que las palabras que Kaede dijo ese día frente a ti, los invitados, nuestras familias eran mentira... yo sabía que tu nunca me fuiste infiel con ningún hombre ni mujer...

Hanamichi se quedó totalmente mudo... ahora si que no entendía nada... Haruko decía haber sabido todo el tiempo que las palabras de Kaede eran una mentira... entonces ¿por qué?...

- Aún no comprendes... ¿cierto?... – dijo Haruko levantando la mirada... – como crees que supe que todo era mentira... que lo que Kaede decía era una farsa... acaso no entiendes porque no quise verte después de eso???

- ... no se... – dijo el pelirrojo perdido...

Haruko miró al pelirrojo...  quizás era un poderoso empresario, pero cuando se le presentaba lo evidente fallaba de manera majestuosa...

- Hanamichi... – dijo la mujer en voz baja... – mis padres nos presentaron sin preguntarme absolutamente nada... la única relación que yo había tenido con otras personas se remitían al colegio privado al que Kaede y yo asistimos desde que éramos niños... Kaede era la única persona con la cual yo me relacionaba... los dos estabamos solos... su madre le abandono y su padre jamás le quiso... mientras mis padres nunca me consideraron... incluso ellos intentaron que nosotros saliéramos juntos antes de que tu aparecieras en nuestras vidas, pero como se dieron cuanta que Kaede jamás se dejaba manipular desistieron... la única razón por la cual permitían que el continuara siendo mi amigo eras porque su familia era económicamente influyente y eso motivaba cualquier amistad con mis padres... – mientras hablaba Haruko se tomó de los brazos y caminó hacía la ventana que daba a un parque posterior del hospital... – ellos siempre se preocuparon que conociera a las personas "adecuadas"... – dijo con una mueca... – socialmente aceptables y económicamente importantes... nunca se preocuparon de mi opinión o lo que yo deseaba...

- ¿Por qué me cuentas todo esto Haruko?... – preguntó Hanamichi... – no entiendo como esto se relaciona con lo que sucedió...

- Déjame continuar Hanamichi... no me interrumpas y déjame terminar... – respondió la mujer... – con el tiempo llegó la mejor oportunidad para mis padres... – dijo enfrentando al pelirrojo... – esa oportunidad eras tu... el poderoso empresario Hanamichi Sakuragi...

- Yo jamás...

- Yo se que tu jamás te acercaste a mi de esa manera Hanamichi... – interrumpió Haruko... – pero para mis padres las cosas eran distintas... tu más que una persona eras una cuanta bancaria con muchos ceros a la cual podían adosarse por medio de su hija... yo sólo era la manera de acceder a eso...

- ¡Detente!... – interrumpió Hanamichi conteniendo su creciente furia...  – tu jamás me dijiste nada...  cada vez que tus padres se nos contactaban tu accedías a eso... si yo hubiera sabido algo de esto jamás hubiera accedido, pero nunca hablaste... yo pensé que realmente querías estar conmigo...

- Esa es mi responsabilidad Hanamichi... – dijo Haruko avergonzada... – deje que mis padres me manipularan y de paso te manipularan a ti... yo debía hablar y aclarar las cosas contigo antes que avanzaran hacía lago más serio, pero cuando quise hacerlo ya era demasiado tarde... yo temía a mis padre... no me preguntes porque... eso es algo que hasta hoy me pregunto... por eso seguí con todo... por eso aceptaba salir contigo y respondía tus llamadas...

- Es decir... tu nunca...

- Yo nunca te amé Hanamichi... – dijo la mujer mirándole a los ojos ambarinos... – yo te quise, pero jamás te ame como una mujer debe amar al hombre con el cual compartirá el resto de su vida... y eso forma parte de las razones por las cuales sucedió todo lo de la iglesia...

Así que nunca le había amando – pensó el pelirrojo... – finalmente lo que había sospechado desde que habían salido de la iglesia estaba confirmado de los propios labios de Haruko... ahora la pregunta era que demonios tenía que ver Kaede en todo eso...

Notas de la re-lenta autora: soooorrryyyy.... espero que alguien aún siga esto... quería terminar en este capitulo, pero aprovechando que tengo algunas horas libres me embalé y me salió más largo de lo esperado... por lo demás esto es completa creación mía ya que el final de la novela no me gusta así que le cambie todo el ultimo capítulo... por eso es más que bienvenida su opinión...

(1) Hemotórax: cuando debido a una herida en el tórax o abdomen entra sangre en el espacio que hay en la cubierta de los pulmones haciendo que quede menos lugar para que estos se llenen de aire y así poder respirar...