Titulo: La Venganza
Los personajes de esta historia no me perteneces y el argumento de esta historia esta basado en una novela Bianca de Susan Napier llamada "La amante del Novio"...
Así que nunca le había amando – pensó el pelirrojo... – finalmente lo que había sospechado desde que habían salido de la iglesia estaba confirmado de los propios labios de Haruko... ahora la pregunta era que demonios tenía que ver Kaede en todo eso...
~~ * ~~
Capítulo N° 14: Llamado desde el hogar.
Hanamichi escuchaba atentamente a Haruko... finalmente había salido de sus labios la verdad que él sabía sin haberla escucharla... ella nunca le había amado, es más, estuvo a punto de casarse con él por deseo de sus padres.
La mujer le mantenía la mirada fijamente, sentía como sus manos sudaban frías y un incomodo cosquilleo de su estómago le indicaba lo nerviosa que estaba. Kaede se mantenía inconsciente mientras las dos personas más importante de su vida se confrontaban en una serie de verdades...
¿Por qué nunca me lo dijiste? - preguntó el pelirrojo con una suavidad engañadora - yo nunca te hubiera obligado a nada...
Mis padres jamás lo hubiesen permitido... - replicó la castaña... - tu no los conoces...
Eres una mujer adulta Haruko... tu misma eres la dueña de tu propia vida...
Yo jamás me había enfrentado a mis padres Hanamichi - dijo la muchacha... - nunca me había opuesto a ellos...
Pero al final no nos casamos... – replicó Hana con un chasquido - dime Haruko... ¿que demonios pasó en el matrimonio?...
...
Supongo que no crees que yo me trague que no me querías ver por la supuesta "humillación sufrida"... sin dejarme darte una explicación... sin escucharme y además al volver para hablar contigo ya estabas "felizmente" casada... ahora te vuelvo a preguntar... ¿qué demonios pasó en el matrimonio?...
Yo... yo fui a ver a Kaede la noche antes del matrimonio... - susurró la muchacha...- fui a su casa a verle...
¿Kaede?... - preguntó el pelirrojo levantando una ceja... - ¿qué tiene que ver el kitsune en todo esto?...
Kaede es mi mejor amigo... desde que éramos pequeños - continuó la muchacha... - yo le pedí ayuda... necesitaba que alguien me ayudara...
¿Ayuda?... ¿qué tipo de ayuda?... - continuó sintiendo como su corazón comenzaba a latir rápidamente... intuía lo que podía ser...
Yo estaba desesperada Hanamichi... – dijo como si hablara consigo misma - trate de oponerme a mis padres, pero ellos me amenazaron con dejarme abandonada y sola... y aunque no lo creas eso era muy importante para mi... mi madre me dijo que nunca más me volvería a hablar, que me repudiaría como hija... - dijo mientras algunas
Lágrimas comenzaban a salir de sus azules ojos...
Esa noche antes de la boda no sabía dónde ir y Kaede es la única persona que sabía me escucharía sin reparos... siempre fue así... cuando llegué a su casa era de noche había llovido... le conté todo a Kaede y él me dijo que ya lo sabía, pero jamás pensó que llegaría tan lejos... entonces me dio valor para pedirle ayuda... de alguna manera debía ayudarme a impedir el matrimonio... no podía casarme con alguien que no amaba... además yo... yo... estaba enamorada de otra persona... – dijo mientras intentaba explicarse...
¿Qué?... - preguntó Hanamichi sorprendido... - ¿de quién?... ¿cuando?...
Desde mucho antes de que nos conociéramos... - explicó Haruko... - yo siempre estuve enamorada de otra persona... aunque ni tu ni mis padres, incluso ni Kaede se enteraron...
Es tu esposo, ¿cierto?... - preguntó Hanamichi... – es Yohei Mito... el ex chofer de tu familia...
En ese momento Yohei era el chofer de mi familia... mis padres nunca nos hubiesen permitido estar juntos Hanamichi,... me habrían alejado de él de cualquier manera... yo preferí salir contigo y así poder cubrirme... salir contigo y amarle a él en silencio - dijo antes la atónita mirada del pelirrojo... - se que estuvo mal, pero en ese momento no tenía otra salida... yo no podía hacer nada y Yohei tampoco... jamás hubiéramos podido contra mis padres...
Seguiste con un matrimonio... ¿sólo por cubrirte?... – replicó Hanamichi aún sorprendido... – sólo para que ellos te dejaran en paz... me utilizaste como excusa...
Hanamichi yo... –
Mi familia te conoció como mi novia, yo estaba contigo... y tu continuaste hasta el final... conociste a mi madre, a mi hermana... a mis amigos... fuiste presentada como mi prometida ante todos... y tu lo aceptaste...
Lo siento Hanamichi... - susurraba la mujer... - no tenía más salida...
El pelirrojo comenzó a moverse por la sala... una furia creciente burbujeaba en su interior... no podía imaginar como había estado al lado de Haruko... siempre pensó que ella era una mujer que escondía una gran fuerza interior, como su madre, sin embargo su comportamiento era totalmente opuesto a la fortaleza que él buscaba... la fortaleza de defender lo que amabas sin medir los costos... de ser sincero...
Sólo se me ocurrió una cosa... la verdad se le ocurrió a Kaede... - dijo la mujer recuperando la atención de Hanamichi... - él pensó que si suspendíamos el matrimonio debía ser por algo que fuera muy grave... que cualquier cosa no detendría el matrimonio... nos costó mucho pensar en algo realmente grave... hasta que recordé un reportaje sobre una pareja neozelandesa que se separó antes de la boda porque uno de ellos tenía un amante... Kaede me dijo que no teníamos tiempo para conseguir a nadie que se incluyera en el escándalo... entonces me desesperé y se lo pedí... a él...
¿Se lo pediste?... – dijo Hanamichi acercándose peligrosamente a ella... - ¿qué demonios le pediste Haruko?... ¿acaso tu...?
Yo le pedí que ese día dijera que él era tu amante... – concluyó la muchacha... – era una mentira de tales proporciones como para que mis padres desistieran del matrimonio y me dejaran en paz... no sólo era un amante, sino que además era un amante hombre... ni mis padres me obligarían a seguir contigo después de eso y sería la excusa perfecta para poder estar con Yohei... lo siento Hanamichi... en verdad lo siento muchísimo... – dijo al momento que cubría su rostro con las manos...
Hanamichi se quedó helado frente a la mujer... finalmente estaba todo descubierto... Kaede había actuado siempre bajo las peticiones de Haruko... la dulce y suave Haruko de la cual él se enamoró y que estaba dispuesto a convertir en su esposa... una oleada de furia le invadió haciéndole apretar fuertemente los puños hasta que los nudillos se le colocaron blancos mientras su rostro se tornaba casi del mismo color de su cabello, entonces tomó a Haruko del brazo fuertemente y la arrastró hacía la puerta en la cual se encontró con Ayako que entraba...
Hana yo... – comenzó a decir la muchacha...
Ahora no Ayako... – dijo pasando por su lado sin soltar a Haruko... cuida a Kaede mientras algo, tengo que hacer algo...
Espera Hana... – dijo la joven crespa deteniéndole del brazo... - ¿Qué piensas hacer?... ¿por qué llevas a Haruko así?
Aún soy un caballero Ayako... aunque dudo que la dama lo aprecie... – continuó dirigiéndole a Haruko una mirada gélida desde sus ojos ambarinos... salió de la habitación y comenzó a abrir algunas salas que estaban al lado de la de Kaede, mientras su madre junto a Akira se le acercaban preocupados y Haruko estaba tan pálida que parecía un fantasma... antes que ellos llegaran entró en una habitación la cual encontró cerrada y entro en ella arrastrando a Haruko, tras entrar la cerro con pestillo...
Hana yo... – comenzó a decir la joven retrocediendo...
Cállate Haruko... – susurró Hana destilando rencor en sus palabras... – yo nunca pensé que te comportarías de esta manera... ¿por qué Kaede no dijo nada?... yo le pregunté muchas veces... le dije que me parecía extraño y aún así se mantuvo en silencio...
Yo le pedí que me prometiera que no diría nada nunca... a ninguna persona... – susurró la mujer... – es una promesa...
¿Qué?...
Yo... yo le pedí... yo le pedí que me guardara el secreto... no podía permitir que alguien lo supiera...
Maldita bruja... – susurró Hanamichi con la voz cargada de rencor... – ¿tú lo sabías cierto? ... tú sabías que Kaede jamás faltaría a su palabras... él y su estúpido orgullo de los Rukawa, por tu estúpida culpa por años pensé que él era el culpable de todo y la verdad era que tú estabas detrás de todo eso, tú inventaste esa mentira y luego dejaste que él recibiera todo mi enojo...
Yo jamás supe que tú volviste a hacerle la vida imposible...
Tú me conocías Haruko... sabías como es mi carácter y estoy segura que de alguna manera intuías que no me quedaría tranquilo con esta situación... o acaso pensabas que dejaría que todo se quedara así como así... que después de la humillación pública de la iglesia frente a mi familia y a los que se suponían mis amigos yo no haría nada de nada...
Yo jamás pensé...
Eso es obvio... querida Haruko... quizás si lo hubieras hecho, si hubieras pensado un poco más en alguien que no fueras tú las cosas serían muy distintas para Kaede y para mí...
¿Tú lo quieres?... – susurró la muchacha...
Yo lo amo Haruko... lo amo y por tus mentiras me porte como un verdadero estúpido... por tus mentiras y por mi maldita idiotez... – dijo mientras caía rendido sobre una de las sillas de la habitación... todo el cansancio del accidente de Kaede se le vino encima de un sólo momento...
Un profundo silencio invadió la habitación, mientras Haruko observaba como Hanamichi quedaba ensimismado después de echarle en cara de todo lo sucedido... ella era la mayor culpable de todo lo sucedido... jamás debió callar...
Yo amo a Kaede... – susurro Haruko... estas palabras hicieron que Hanamichi palideciera drásticamente y levantara su vista hacía la joven... si antes había sido fría esta vez era un completo iceberg... – no Hana... no de la manera que estas pensando... es verdad, mi egoísmo puede ser parte de la responsabilidad de todo esto, pero de haber sabido lo que sucedía yo habría hablado contigo hace mucho, sin embargo apenas me he enterado después que Ayako fue a mi casa para ver si podía convencerte de dejar a Kaede... recién en ese momento supe que ustedes estaban juntos... y lo que para mi podía ser un motivo de alegría fue todo una pesadilla... escucha Hana... yo hablé con Kaede hace poco y él nunca me mencionó que tuviera problemas... incluso cuando me pidió la casa me dijo que era porque estaba aburrido de su vida en los negocios...
¿Acaso no te pareció extraño que alguien acostumbrado al lujo y alto estatus te pidiera vivir en ese lugar?...
El nunca me habla de su vida... cuando éramos jóvenes siempre estuvo ahí para ayudarme, pero nunca me pidió ayuda... siempre fui tratada como una muñeca que podía quebrarse al menor esfuerzo y creo que la imagen que proyecté durante mucho tiempo no ayudó de nada... yo amo a Kaede como un hermano y de haber sospechado en cualquier momento que esto podía suceder esta conversación habría sido hace mucho... yo soy muy distinta a la Haruko que tu conociste Hanamichi... he luchado por tener la familia que tengo, aunque la manera de comenzar no fue la mejor...
Siempre se hace el fuerte... – susurró Hanamichi ensimismado - como si nada de lo que de los demás hacen pudiera influirle... como un trozo de hielo...
El rey del hielo... – susurró Haruko... – así le decían en la secundaria todas sus admiradoras, incluso recuerdo que tenía un fans club... – dijo con nostalgia - como te comportarías si tu madre te abandonara cuando eras sólo un niño... y la persona bajo la cual quedas a cargo te digiera que no eres lo suficientemente bueno como para ser amado por nadie... que nunca conseguirías ser amado por nadie... – continuó Haruko con la voz entrecortada... – recuerdo perfectamente cuando éramos adolescentes, cuando iba a su casa y me escondía para que su padre no me viera como él lo trataba... era horrible Hana...
Maldito bastardo... – susurró Hanamichi mientras empuñaba sus manos... – ni siquiera podo tener cariño por su propia sangre...
Cuando supe que tú y él estaban juntos no sabes lo feliz que me puse... era como si por fin pudiera verle feliz... pero con lo que me dijo Ayako... no sabes cuanto lo siento Hana... - dijo al momento que se derrumbó en el piso con las manos en el rostro... – yo deseo más que nadie que él sea feliz... tanto o más de lo que me ayudo ser feliz a mi...
Lo amo Haruko... - dijo Hanamichi mientras miraba a la mujer tan derrumbada como él... – lo lastime y nunca pude decirle lo que sentí por él... él puede morir y no tuve el valor de decirle nada de nada... fui un estúpido...
Haruko se levantó y sacó sus lagrimas con sus manos, entonces se acercó a Hanamichi y colocó una de sus manos sobre su cabeza...
Kaede es fuerte y estoy segura que no se dará por vencido tan fácilmente... él saldrá adelante porque sabe que tu estás esperándole...
No puedo seguir sólo Haruko...
Tu también debes ser fuerte Hanamichi... debes guiarlo de vuelta a casa...
En ese momento la puerta se abrió violentamente y desde el exterior ingresaron Sakura junto con Akira quienes miraron preocupados a Hanamichi y Haruko...
Hanamichi, cariño... ¿estás bien?... – dijo Sakura acercándose a su hijo...
El pelirrojo se levantó bruscamente y respiró como su se llenara los pulmones con el oxígenos del planeta, después se apartó de Haruko que le tocaba el brazo...
Si mamá... estoy bien... y para que estés tranquila no le hecho nada a Haruko...
Tu hermana me contó lo sucedido Hana... no sabes cuanto lo siento cariño... nunca me imagine...
No creo que el mejor novelista se hubiera imaginado semejante enrredo madre... – dijo Hanamichi acercándose a la diminuta mujer... – Aunque supongo que ya no debo sorprenderme por las cosas que Kaede haga...
Hana... yo... – habló Haruko
No quiero escucharte más Haruko... – le interrumpió Hanamichi secamente, lo cual hizo que la mujer se callara al instante... – si fuera por mi te sacaría inmediatamente de este lugar y no te volvería a ver, pero eres "amiga" de Kaede... o por lo menos él cree eso y en este momento es bueno que estés a su lado... pero no te quiero ver cerca mío... ¿entiendes?...
Yo...
¿Entiendes Haruko?... – dijo chamuscando a la mujer con el brillo de sus ambarinos ojos...
Si...
Entonces todo esta claro... cualquier cosa voy a estar con Kaede... en 1 hora saldré de ahí para ir a cambiarme de ropa y en ese momento puedes entrara a verle... tendrás una hora hasta que vuelva...
Y sin decir más salió de la habitación seguido por Akira, dejando a Sakura y Haruko a solas...
¿Ayako habló con usted?
Si – respondió Sakura mirando fijamente a Haruko quien desvió la mirada...
Usted debe odiarme por lo que le hice a Hanamichi en la iglesia... – dijo Haruko rompiendo el incómodo silencio...
El odio es un sentimiento muy destructivo Haruko... y yo no lo siento por ti...- dijo la mujer seriamente...
Yo no pensé que esto llegaría tan lejos...
Es lógico que Hanamichi no quiera verte por mucho tiempo Haruko... y no es porque le hayas lastimado, sino porque Kaede salió lastimando en el proceso... Hanamichi no es mala persona, pero tiende a guardar muchos rencores...
Yo me odiaría si alguien hubiera hecho lo que yo hice... – dicho Haruko con asco en su voz...
Entonces también debes perdonarte querida... – dijo la mujer con tono amable... – y aprender de todo esto que esta sucediendo...
~~ * ~~ * ~~
Dime Kaede... ¿quieres volver a casa?... – preguntó la mujer cuyo rostro era cubierto por una larga y sedosa cabellera negra que era mecida por una cálida briza...
No lo sé... – respondió el pequeño mientras jugaba con algunos juguetes en su mano... –no lo sé...
Vamos cariño... – dijo la mujer nuevamente acercándose al niño y colocándose frente a él... – debes tomar una decisión... ¿te quedas o te vas?... – continuó mientras apoyaba una de sus pálidas manos en los azabaches cabellos del niño...
Quiero estar contigo... para siempre... – susurró el niño mientras extendía sus pequeños brazos y los pasaba por el delicado cuello de la mujer... – no quiero separarme de ti nunca más... quiero estar contigo...
Pero si te quedas acá nunca más volverás a verle... – susurró la mujer en el oído del pequeño... – y yo sé que quiere verle pequeño... se que quieres estar con él...
Pero no quiero que hayan secretos... como en la casa... como con papá y tú... – dijo el niño mientras gruesas lágrimas caían por su blanco rostro... – no quiero...
Los secretos se disuelven poco a poco cariño... con esfuerzo, y si tu vuelves puedes comenzar con la verdad – dijo la mujer mientras levantaba sus azules ojos mirando fijamente los del niño... – ahora dependerá de ustedes dos que nunca más los haya... así que respóndeme Kaede... ¿quieres volver con él?...
Mientras el niño secaba sus lagrimas se alejaba de la mujer...
Si... si quiero volver con él...
Entonces nos veremos en otra ocasión Kaede-kun... – dijo la mujer con una sonrisa en su rostro... – cuando sea tu tiempo... en muchos años más...
Si mamá... – dijo Kaede adulto... – nos veremos cuando realmente sea mi tiempo...
~~ * ~~ * ~~
Kaede podía escuchar claramente la voz de una mujer en su mente... sabía perfectamente que le conocía, pero no lograba colocarle nombre... – Haruko – pensó para si... si, era la vos de su amiga Haruko, pero además estaba la voz de Hanamichi... su querido Hanamichi... Kaede trataba incesantemente de abrir los ojos, pero no lo conseguía, quería mirar el rostro el pelirrojo, pero no lograba que sus párpados se abrieran... trataba incesantemente de emitir algún sonido, pero no lo conseguía... trataba de mover un brazo y alcanzar a Hanamichi, pero no se movía... una infinita angustia se apoderó de él... acaso su madre le había ayudado a evadir la oscuridad y el camino a la muerte para tener que quedarse así quieto, muerto en vida para siempre... entonces cayó en pánico... no sentía sus piernas... no sentía absolutamente nada desde su cuello para abajo... su pecho y pulmones se movían sin que él hiciera ningún esfuerzo, sentía la fría textura de la silicona en su boca... el aire entraba sin más en sus pulmones... un líquido tibio corría por e interior de sus brazos... sintió como Hanamichi y Haruko salían de la habitación y al parecer otra mujer se quedaba en ella... era la hermana del pelirrojo... Ayako... Kaede trató de despertar y decirle a Hanamichi que no le dejara sólo, que necesitaba hablar con él, pero no lo consiguió, Hanamichi y Haruko salieron de la habitación y dejaron a Ayako en la sala.
Ayako se sentó al lado de la cama... y tomó una de las pálidas manos de Kaede entre las suyas...
Supongo que no tienes ni idea lo que esta pasando... – dijo la joven... – pero la verdad te debo algunas explicaciones y me gustaría dártelas ahora... porque confío en que me estás escuchando... verás... fui a ver a Haruko para tratar de convencerla que viniera a ver a Hanamichi para que te dejara de ver... para que se alejara de ti...
El corazón de Kaede se paralizó... estaba perdido, sin duda Hanamichi haría lo que Haruko le pidiera, era el amor de su vida, el no tenia oportunidad frente a Haruko... quizás era bueno no despertar...
Pero cuando llegué hasta allá en vez de encontrarme con la Haruko que yo conocía me encontré con una desconocida... – continuó la muchacha... – no debo negar que esta más linda, pero cuando comenzó a contarme lo que había sucedido entre tú y ella... antes de la boda... yo no supe que pensar... todo este tiempo pensé que tú habías planeado esa mentira para destruir la felicidad de Hanamichi... siempre pensé que estabas tratando de destruirlo... y cuando te vi en la casa de la playa con Hana me imaginé que estabas tratando de conquistar a Hana para poder lastimarlo después... y cuando vi como te miraba... las cosas que hacía por ti me aterré... sólo se me ocurrió ir tras Haruko, pero jamás pensé en enterarme de las mentiras que han sucedido en todo este tiempo... no sabes cuanto lo siento... ella me lo contó todo, me contó que fue a tu casa en la noche antes de la boda y que le ayudaste a escapar de un matrimonio que no quería... y que te hizo prometerle que no dirías nada... – una lagrima corrió por el rostro de la muchacha... – los siento Kaede-san... de verdad lamento todo esto... por favor... despierta y deja que mi hermano vea tus ojos azules, por favor... abre los ojos...
Kaede sintió pena por la muchacha, podía sentir su real arrepentimiento y
dolor de Ayako, ella sólo trataba de proteger a Hanamichi de él, y la
verdad ella tenía grandes causas para desconfiar de él... quería decirle
que no era su culpa... que no llorara, que le despertaría, pero no
lograba articular palabras...
La joven comenzó a llorar desconsoladamente, la culpa y la impotencia
llenaban ek corazón de la muchacha, entonces sintió una mano en su
hombro...
No llore señorita Sakuragi... – dijo cálidamente Sendoh mientras le pasaba un pañuelo... – las lágrimas no se ven en esos preciosos ojos suyos... además no creo que a Kaede san este muy feliz al escucharla llorar...
¿Por qué lo dices?... – preguntó la muchacha para encontrarse con los ojos de Sendoh que le miraban con preocupación y... cariño?...
Porque todo lo que le cause tristeza a Hanamichi pone triste a Kaede... y tus lágrimas sólo pueden traer tristeza a Hanamichi... así que dame una sonrisa y démosle fuerza a Kaede para volver...
Tienes razón... – dijo Ayako mientras secaba sus lágrimas... – el va a despertar, y cuando lo haga le repetiré lo que le he dicho hoy... y trataré que sea feliz junto a Hanamichi como se lo merecen... – dijo con una sonrisa en su rostro, mientras Sendoh la miraba con devoción...
(( * ((
Dos semanas después...
Hanamichi había dividido su tiempo entre su trabajo y el hospital. Sakura, Ayako y Sendoh le ayudaban, incluso Haruko venía de vez en cuando, cuando Hanamichi no estaba y permanecía junto a Kaede...
Esa tarde Hanamichi estaba cansado, después de terribles reuniones de negocios llegó al hospital, al entrar a la habitación una enfermera estaba arreglando los sueros del moreno. Ya no estaba conectado a ventilador mecánico y sus pulmones funcionaban por si solos, lo mismo el resto de sus funciones vitales ya no requerían el soporte de máquinas, sin embargo, no habría los ojos. Hanamichi sentía que cada día le quedaban menos fuerzas para poder enfrentar la situación... había estado horas sentado junto al moreno hablándole, llamándole para que volviera a él, pero Kaede no abría los ojos...
A habido algún cambio... – preguntó Hanamichi con voz monótona...
Ninguno... – contestó la mujer... entonces Hanamichi sintió como las fuerzas lo abandonaban y se dejó caer pesadamente en uno de los sillones de la sala... gruesas lágrimas comenzaron a salir de su rostro... la enfermera estaba impactada por ver el desplome del hombre... lo había visto estar junto al moreno durante semanas, confortándole, hablándole... acompañándole... era obvio que todos tienen un límites y este era de él... Hanamichi lloraba sonoramente, la mujer se acercó y colocó su mano sobre su hombro, instintivamente Hanamichi se apoyo en la mujer y lloró... lloró por no poder despertar a Kaede, por no poder lograr que le escuchara, por el tiempo que estaban perdiendo juntos... después de algunos minutos se percató que abrazaba a la mujer de la cintura y esta acariciaba suavemente su espalda. Avergonzado se separó torpemente...
Lo siento... – se disculpó el pelirrojo entre murmullos... –yo...
No se preocupe señor Sakuragi... – dijo la mujer separándose de Hanamichi... – esto era lo que necesitaba y me alegra poder haberlo ayudado...
No logro que despierte... – dijo Hanamichi... – cometí un error y parece que lo pagaré toda mi vida... por orgulloso lo dejé ir y ahora no puedo lograr que vuelva...
Tengo la impresión que ustedes dos son igualmente orgullosos... quizás debería apelar a ese orgullo y llamarle... nada pierde... o quizás intentar algo que les guste a los dos... – dijo la mujer lentamente... – no debe perder la esperanza Señor Sakuragi... el llegó muy grave y se ha recuperado asombrosamente...
Hanamichi se quedo pensando en las palabras de la enfermera y una sonrisa apareció en sus labios... entonces se levantó y tomó a la mujer de la cintura mientras la daba vuelta y le daba un beso en la mejilla...
No sabe cuando se lo agradezco... – dijo el pelirrojo... - en verdad se lo agradezco... los siento.... – dijo mientras la bajaba...
No se preocupe... – dijo la mujer con una sonrisa en el rostro...
Podría dejarme sólo con el kit... dijo con Kaede... – dijo Hanamichi...
Por supuesto... si necesita algo sólo apriete el botón – dijo señalando el aparato sobre la mesa de la lámpara...
Mientras la mujer salía de la habitación Hanamichi se acercó a la puerta y la cerró con pestillo por dentro... sin duda antes del anochecer Kaede abriría sus hermosos ojos azules...
N.A.: Paraece que cada vez que trato de terminarlo no lo logro, porque me había propuesto ya que me demoro tanto terminarlo en este, pero pa variar no lo logre, en fin, supongo que más de alguna entiende que hará Hana para despertar a Kaede... creo que muchas(o) quieren despertar como lo hará el moreno... besos... Kotorimoon
Los personajes de esta historia no me perteneces y el argumento de esta historia esta basado en una novela Bianca de Susan Napier llamada "La amante del Novio"...
Así que nunca le había amando – pensó el pelirrojo... – finalmente lo que había sospechado desde que habían salido de la iglesia estaba confirmado de los propios labios de Haruko... ahora la pregunta era que demonios tenía que ver Kaede en todo eso...
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Capítulo N° 14: Llamado desde el hogar.
Hanamichi escuchaba atentamente a Haruko... finalmente había salido de sus labios la verdad que él sabía sin haberla escucharla... ella nunca le había amado, es más, estuvo a punto de casarse con él por deseo de sus padres.
La mujer le mantenía la mirada fijamente, sentía como sus manos sudaban frías y un incomodo cosquilleo de su estómago le indicaba lo nerviosa que estaba. Kaede se mantenía inconsciente mientras las dos personas más importante de su vida se confrontaban en una serie de verdades...
¿Por qué nunca me lo dijiste? - preguntó el pelirrojo con una suavidad engañadora - yo nunca te hubiera obligado a nada...
Mis padres jamás lo hubiesen permitido... - replicó la castaña... - tu no los conoces...
Eres una mujer adulta Haruko... tu misma eres la dueña de tu propia vida...
Yo jamás me había enfrentado a mis padres Hanamichi - dijo la muchacha... - nunca me había opuesto a ellos...
Pero al final no nos casamos... – replicó Hana con un chasquido - dime Haruko... ¿que demonios pasó en el matrimonio?...
...
Supongo que no crees que yo me trague que no me querías ver por la supuesta "humillación sufrida"... sin dejarme darte una explicación... sin escucharme y además al volver para hablar contigo ya estabas "felizmente" casada... ahora te vuelvo a preguntar... ¿qué demonios pasó en el matrimonio?...
Yo... yo fui a ver a Kaede la noche antes del matrimonio... - susurró la muchacha...- fui a su casa a verle...
¿Kaede?... - preguntó el pelirrojo levantando una ceja... - ¿qué tiene que ver el kitsune en todo esto?...
Kaede es mi mejor amigo... desde que éramos pequeños - continuó la muchacha... - yo le pedí ayuda... necesitaba que alguien me ayudara...
¿Ayuda?... ¿qué tipo de ayuda?... - continuó sintiendo como su corazón comenzaba a latir rápidamente... intuía lo que podía ser...
Yo estaba desesperada Hanamichi... – dijo como si hablara consigo misma - trate de oponerme a mis padres, pero ellos me amenazaron con dejarme abandonada y sola... y aunque no lo creas eso era muy importante para mi... mi madre me dijo que nunca más me volvería a hablar, que me repudiaría como hija... - dijo mientras algunas
Lágrimas comenzaban a salir de sus azules ojos...
Esa noche antes de la boda no sabía dónde ir y Kaede es la única persona que sabía me escucharía sin reparos... siempre fue así... cuando llegué a su casa era de noche había llovido... le conté todo a Kaede y él me dijo que ya lo sabía, pero jamás pensó que llegaría tan lejos... entonces me dio valor para pedirle ayuda... de alguna manera debía ayudarme a impedir el matrimonio... no podía casarme con alguien que no amaba... además yo... yo... estaba enamorada de otra persona... – dijo mientras intentaba explicarse...
¿Qué?... - preguntó Hanamichi sorprendido... - ¿de quién?... ¿cuando?...
Desde mucho antes de que nos conociéramos... - explicó Haruko... - yo siempre estuve enamorada de otra persona... aunque ni tu ni mis padres, incluso ni Kaede se enteraron...
Es tu esposo, ¿cierto?... - preguntó Hanamichi... – es Yohei Mito... el ex chofer de tu familia...
En ese momento Yohei era el chofer de mi familia... mis padres nunca nos hubiesen permitido estar juntos Hanamichi,... me habrían alejado de él de cualquier manera... yo preferí salir contigo y así poder cubrirme... salir contigo y amarle a él en silencio - dijo antes la atónita mirada del pelirrojo... - se que estuvo mal, pero en ese momento no tenía otra salida... yo no podía hacer nada y Yohei tampoco... jamás hubiéramos podido contra mis padres...
Seguiste con un matrimonio... ¿sólo por cubrirte?... – replicó Hanamichi aún sorprendido... – sólo para que ellos te dejaran en paz... me utilizaste como excusa...
Hanamichi yo... –
Mi familia te conoció como mi novia, yo estaba contigo... y tu continuaste hasta el final... conociste a mi madre, a mi hermana... a mis amigos... fuiste presentada como mi prometida ante todos... y tu lo aceptaste...
Lo siento Hanamichi... - susurraba la mujer... - no tenía más salida...
El pelirrojo comenzó a moverse por la sala... una furia creciente burbujeaba en su interior... no podía imaginar como había estado al lado de Haruko... siempre pensó que ella era una mujer que escondía una gran fuerza interior, como su madre, sin embargo su comportamiento era totalmente opuesto a la fortaleza que él buscaba... la fortaleza de defender lo que amabas sin medir los costos... de ser sincero...
Sólo se me ocurrió una cosa... la verdad se le ocurrió a Kaede... - dijo la mujer recuperando la atención de Hanamichi... - él pensó que si suspendíamos el matrimonio debía ser por algo que fuera muy grave... que cualquier cosa no detendría el matrimonio... nos costó mucho pensar en algo realmente grave... hasta que recordé un reportaje sobre una pareja neozelandesa que se separó antes de la boda porque uno de ellos tenía un amante... Kaede me dijo que no teníamos tiempo para conseguir a nadie que se incluyera en el escándalo... entonces me desesperé y se lo pedí... a él...
¿Se lo pediste?... – dijo Hanamichi acercándose peligrosamente a ella... - ¿qué demonios le pediste Haruko?... ¿acaso tu...?
Yo le pedí que ese día dijera que él era tu amante... – concluyó la muchacha... – era una mentira de tales proporciones como para que mis padres desistieran del matrimonio y me dejaran en paz... no sólo era un amante, sino que además era un amante hombre... ni mis padres me obligarían a seguir contigo después de eso y sería la excusa perfecta para poder estar con Yohei... lo siento Hanamichi... en verdad lo siento muchísimo... – dijo al momento que cubría su rostro con las manos...
Hanamichi se quedó helado frente a la mujer... finalmente estaba todo descubierto... Kaede había actuado siempre bajo las peticiones de Haruko... la dulce y suave Haruko de la cual él se enamoró y que estaba dispuesto a convertir en su esposa... una oleada de furia le invadió haciéndole apretar fuertemente los puños hasta que los nudillos se le colocaron blancos mientras su rostro se tornaba casi del mismo color de su cabello, entonces tomó a Haruko del brazo fuertemente y la arrastró hacía la puerta en la cual se encontró con Ayako que entraba...
Hana yo... – comenzó a decir la muchacha...
Ahora no Ayako... – dijo pasando por su lado sin soltar a Haruko... cuida a Kaede mientras algo, tengo que hacer algo...
Espera Hana... – dijo la joven crespa deteniéndole del brazo... - ¿Qué piensas hacer?... ¿por qué llevas a Haruko así?
Aún soy un caballero Ayako... aunque dudo que la dama lo aprecie... – continuó dirigiéndole a Haruko una mirada gélida desde sus ojos ambarinos... salió de la habitación y comenzó a abrir algunas salas que estaban al lado de la de Kaede, mientras su madre junto a Akira se le acercaban preocupados y Haruko estaba tan pálida que parecía un fantasma... antes que ellos llegaran entró en una habitación la cual encontró cerrada y entro en ella arrastrando a Haruko, tras entrar la cerro con pestillo...
Hana yo... – comenzó a decir la joven retrocediendo...
Cállate Haruko... – susurró Hana destilando rencor en sus palabras... – yo nunca pensé que te comportarías de esta manera... ¿por qué Kaede no dijo nada?... yo le pregunté muchas veces... le dije que me parecía extraño y aún así se mantuvo en silencio...
Yo le pedí que me prometiera que no diría nada nunca... a ninguna persona... – susurró la mujer... – es una promesa...
¿Qué?...
Yo... yo le pedí... yo le pedí que me guardara el secreto... no podía permitir que alguien lo supiera...
Maldita bruja... – susurró Hanamichi con la voz cargada de rencor... – ¿tú lo sabías cierto? ... tú sabías que Kaede jamás faltaría a su palabras... él y su estúpido orgullo de los Rukawa, por tu estúpida culpa por años pensé que él era el culpable de todo y la verdad era que tú estabas detrás de todo eso, tú inventaste esa mentira y luego dejaste que él recibiera todo mi enojo...
Yo jamás supe que tú volviste a hacerle la vida imposible...
Tú me conocías Haruko... sabías como es mi carácter y estoy segura que de alguna manera intuías que no me quedaría tranquilo con esta situación... o acaso pensabas que dejaría que todo se quedara así como así... que después de la humillación pública de la iglesia frente a mi familia y a los que se suponían mis amigos yo no haría nada de nada...
Yo jamás pensé...
Eso es obvio... querida Haruko... quizás si lo hubieras hecho, si hubieras pensado un poco más en alguien que no fueras tú las cosas serían muy distintas para Kaede y para mí...
¿Tú lo quieres?... – susurró la muchacha...
Yo lo amo Haruko... lo amo y por tus mentiras me porte como un verdadero estúpido... por tus mentiras y por mi maldita idiotez... – dijo mientras caía rendido sobre una de las sillas de la habitación... todo el cansancio del accidente de Kaede se le vino encima de un sólo momento...
Un profundo silencio invadió la habitación, mientras Haruko observaba como Hanamichi quedaba ensimismado después de echarle en cara de todo lo sucedido... ella era la mayor culpable de todo lo sucedido... jamás debió callar...
Yo amo a Kaede... – susurro Haruko... estas palabras hicieron que Hanamichi palideciera drásticamente y levantara su vista hacía la joven... si antes había sido fría esta vez era un completo iceberg... – no Hana... no de la manera que estas pensando... es verdad, mi egoísmo puede ser parte de la responsabilidad de todo esto, pero de haber sabido lo que sucedía yo habría hablado contigo hace mucho, sin embargo apenas me he enterado después que Ayako fue a mi casa para ver si podía convencerte de dejar a Kaede... recién en ese momento supe que ustedes estaban juntos... y lo que para mi podía ser un motivo de alegría fue todo una pesadilla... escucha Hana... yo hablé con Kaede hace poco y él nunca me mencionó que tuviera problemas... incluso cuando me pidió la casa me dijo que era porque estaba aburrido de su vida en los negocios...
¿Acaso no te pareció extraño que alguien acostumbrado al lujo y alto estatus te pidiera vivir en ese lugar?...
El nunca me habla de su vida... cuando éramos jóvenes siempre estuvo ahí para ayudarme, pero nunca me pidió ayuda... siempre fui tratada como una muñeca que podía quebrarse al menor esfuerzo y creo que la imagen que proyecté durante mucho tiempo no ayudó de nada... yo amo a Kaede como un hermano y de haber sospechado en cualquier momento que esto podía suceder esta conversación habría sido hace mucho... yo soy muy distinta a la Haruko que tu conociste Hanamichi... he luchado por tener la familia que tengo, aunque la manera de comenzar no fue la mejor...
Siempre se hace el fuerte... – susurró Hanamichi ensimismado - como si nada de lo que de los demás hacen pudiera influirle... como un trozo de hielo...
El rey del hielo... – susurró Haruko... – así le decían en la secundaria todas sus admiradoras, incluso recuerdo que tenía un fans club... – dijo con nostalgia - como te comportarías si tu madre te abandonara cuando eras sólo un niño... y la persona bajo la cual quedas a cargo te digiera que no eres lo suficientemente bueno como para ser amado por nadie... que nunca conseguirías ser amado por nadie... – continuó Haruko con la voz entrecortada... – recuerdo perfectamente cuando éramos adolescentes, cuando iba a su casa y me escondía para que su padre no me viera como él lo trataba... era horrible Hana...
Maldito bastardo... – susurró Hanamichi mientras empuñaba sus manos... – ni siquiera podo tener cariño por su propia sangre...
Cuando supe que tú y él estaban juntos no sabes lo feliz que me puse... era como si por fin pudiera verle feliz... pero con lo que me dijo Ayako... no sabes cuanto lo siento Hana... - dijo al momento que se derrumbó en el piso con las manos en el rostro... – yo deseo más que nadie que él sea feliz... tanto o más de lo que me ayudo ser feliz a mi...
Lo amo Haruko... - dijo Hanamichi mientras miraba a la mujer tan derrumbada como él... – lo lastime y nunca pude decirle lo que sentí por él... él puede morir y no tuve el valor de decirle nada de nada... fui un estúpido...
Haruko se levantó y sacó sus lagrimas con sus manos, entonces se acercó a Hanamichi y colocó una de sus manos sobre su cabeza...
Kaede es fuerte y estoy segura que no se dará por vencido tan fácilmente... él saldrá adelante porque sabe que tu estás esperándole...
No puedo seguir sólo Haruko...
Tu también debes ser fuerte Hanamichi... debes guiarlo de vuelta a casa...
En ese momento la puerta se abrió violentamente y desde el exterior ingresaron Sakura junto con Akira quienes miraron preocupados a Hanamichi y Haruko...
Hanamichi, cariño... ¿estás bien?... – dijo Sakura acercándose a su hijo...
El pelirrojo se levantó bruscamente y respiró como su se llenara los pulmones con el oxígenos del planeta, después se apartó de Haruko que le tocaba el brazo...
Si mamá... estoy bien... y para que estés tranquila no le hecho nada a Haruko...
Tu hermana me contó lo sucedido Hana... no sabes cuanto lo siento cariño... nunca me imagine...
No creo que el mejor novelista se hubiera imaginado semejante enrredo madre... – dijo Hanamichi acercándose a la diminuta mujer... – Aunque supongo que ya no debo sorprenderme por las cosas que Kaede haga...
Hana... yo... – habló Haruko
No quiero escucharte más Haruko... – le interrumpió Hanamichi secamente, lo cual hizo que la mujer se callara al instante... – si fuera por mi te sacaría inmediatamente de este lugar y no te volvería a ver, pero eres "amiga" de Kaede... o por lo menos él cree eso y en este momento es bueno que estés a su lado... pero no te quiero ver cerca mío... ¿entiendes?...
Yo...
¿Entiendes Haruko?... – dijo chamuscando a la mujer con el brillo de sus ambarinos ojos...
Si...
Entonces todo esta claro... cualquier cosa voy a estar con Kaede... en 1 hora saldré de ahí para ir a cambiarme de ropa y en ese momento puedes entrara a verle... tendrás una hora hasta que vuelva...
Y sin decir más salió de la habitación seguido por Akira, dejando a Sakura y Haruko a solas...
¿Ayako habló con usted?
Si – respondió Sakura mirando fijamente a Haruko quien desvió la mirada...
Usted debe odiarme por lo que le hice a Hanamichi en la iglesia... – dijo Haruko rompiendo el incómodo silencio...
El odio es un sentimiento muy destructivo Haruko... y yo no lo siento por ti...- dijo la mujer seriamente...
Yo no pensé que esto llegaría tan lejos...
Es lógico que Hanamichi no quiera verte por mucho tiempo Haruko... y no es porque le hayas lastimado, sino porque Kaede salió lastimando en el proceso... Hanamichi no es mala persona, pero tiende a guardar muchos rencores...
Yo me odiaría si alguien hubiera hecho lo que yo hice... – dicho Haruko con asco en su voz...
Entonces también debes perdonarte querida... – dijo la mujer con tono amable... – y aprender de todo esto que esta sucediendo...
~~ * ~~ * ~~
Dime Kaede... ¿quieres volver a casa?... – preguntó la mujer cuyo rostro era cubierto por una larga y sedosa cabellera negra que era mecida por una cálida briza...
No lo sé... – respondió el pequeño mientras jugaba con algunos juguetes en su mano... –no lo sé...
Vamos cariño... – dijo la mujer nuevamente acercándose al niño y colocándose frente a él... – debes tomar una decisión... ¿te quedas o te vas?... – continuó mientras apoyaba una de sus pálidas manos en los azabaches cabellos del niño...
Quiero estar contigo... para siempre... – susurró el niño mientras extendía sus pequeños brazos y los pasaba por el delicado cuello de la mujer... – no quiero separarme de ti nunca más... quiero estar contigo...
Pero si te quedas acá nunca más volverás a verle... – susurró la mujer en el oído del pequeño... – y yo sé que quiere verle pequeño... se que quieres estar con él...
Pero no quiero que hayan secretos... como en la casa... como con papá y tú... – dijo el niño mientras gruesas lágrimas caían por su blanco rostro... – no quiero...
Los secretos se disuelven poco a poco cariño... con esfuerzo, y si tu vuelves puedes comenzar con la verdad – dijo la mujer mientras levantaba sus azules ojos mirando fijamente los del niño... – ahora dependerá de ustedes dos que nunca más los haya... así que respóndeme Kaede... ¿quieres volver con él?...
Mientras el niño secaba sus lagrimas se alejaba de la mujer...
Si... si quiero volver con él...
Entonces nos veremos en otra ocasión Kaede-kun... – dijo la mujer con una sonrisa en su rostro... – cuando sea tu tiempo... en muchos años más...
Si mamá... – dijo Kaede adulto... – nos veremos cuando realmente sea mi tiempo...
~~ * ~~ * ~~
Kaede podía escuchar claramente la voz de una mujer en su mente... sabía perfectamente que le conocía, pero no lograba colocarle nombre... – Haruko – pensó para si... si, era la vos de su amiga Haruko, pero además estaba la voz de Hanamichi... su querido Hanamichi... Kaede trataba incesantemente de abrir los ojos, pero no lo conseguía, quería mirar el rostro el pelirrojo, pero no lograba que sus párpados se abrieran... trataba incesantemente de emitir algún sonido, pero no lo conseguía... trataba de mover un brazo y alcanzar a Hanamichi, pero no se movía... una infinita angustia se apoderó de él... acaso su madre le había ayudado a evadir la oscuridad y el camino a la muerte para tener que quedarse así quieto, muerto en vida para siempre... entonces cayó en pánico... no sentía sus piernas... no sentía absolutamente nada desde su cuello para abajo... su pecho y pulmones se movían sin que él hiciera ningún esfuerzo, sentía la fría textura de la silicona en su boca... el aire entraba sin más en sus pulmones... un líquido tibio corría por e interior de sus brazos... sintió como Hanamichi y Haruko salían de la habitación y al parecer otra mujer se quedaba en ella... era la hermana del pelirrojo... Ayako... Kaede trató de despertar y decirle a Hanamichi que no le dejara sólo, que necesitaba hablar con él, pero no lo consiguió, Hanamichi y Haruko salieron de la habitación y dejaron a Ayako en la sala.
Ayako se sentó al lado de la cama... y tomó una de las pálidas manos de Kaede entre las suyas...
Supongo que no tienes ni idea lo que esta pasando... – dijo la joven... – pero la verdad te debo algunas explicaciones y me gustaría dártelas ahora... porque confío en que me estás escuchando... verás... fui a ver a Haruko para tratar de convencerla que viniera a ver a Hanamichi para que te dejara de ver... para que se alejara de ti...
El corazón de Kaede se paralizó... estaba perdido, sin duda Hanamichi haría lo que Haruko le pidiera, era el amor de su vida, el no tenia oportunidad frente a Haruko... quizás era bueno no despertar...
Pero cuando llegué hasta allá en vez de encontrarme con la Haruko que yo conocía me encontré con una desconocida... – continuó la muchacha... – no debo negar que esta más linda, pero cuando comenzó a contarme lo que había sucedido entre tú y ella... antes de la boda... yo no supe que pensar... todo este tiempo pensé que tú habías planeado esa mentira para destruir la felicidad de Hanamichi... siempre pensé que estabas tratando de destruirlo... y cuando te vi en la casa de la playa con Hana me imaginé que estabas tratando de conquistar a Hana para poder lastimarlo después... y cuando vi como te miraba... las cosas que hacía por ti me aterré... sólo se me ocurrió ir tras Haruko, pero jamás pensé en enterarme de las mentiras que han sucedido en todo este tiempo... no sabes cuanto lo siento... ella me lo contó todo, me contó que fue a tu casa en la noche antes de la boda y que le ayudaste a escapar de un matrimonio que no quería... y que te hizo prometerle que no dirías nada... – una lagrima corrió por el rostro de la muchacha... – los siento Kaede-san... de verdad lamento todo esto... por favor... despierta y deja que mi hermano vea tus ojos azules, por favor... abre los ojos...
Kaede sintió pena por la muchacha, podía sentir su real arrepentimiento y
dolor de Ayako, ella sólo trataba de proteger a Hanamichi de él, y la
verdad ella tenía grandes causas para desconfiar de él... quería decirle
que no era su culpa... que no llorara, que le despertaría, pero no
lograba articular palabras...
La joven comenzó a llorar desconsoladamente, la culpa y la impotencia
llenaban ek corazón de la muchacha, entonces sintió una mano en su
hombro...
No llore señorita Sakuragi... – dijo cálidamente Sendoh mientras le pasaba un pañuelo... – las lágrimas no se ven en esos preciosos ojos suyos... además no creo que a Kaede san este muy feliz al escucharla llorar...
¿Por qué lo dices?... – preguntó la muchacha para encontrarse con los ojos de Sendoh que le miraban con preocupación y... cariño?...
Porque todo lo que le cause tristeza a Hanamichi pone triste a Kaede... y tus lágrimas sólo pueden traer tristeza a Hanamichi... así que dame una sonrisa y démosle fuerza a Kaede para volver...
Tienes razón... – dijo Ayako mientras secaba sus lágrimas... – el va a despertar, y cuando lo haga le repetiré lo que le he dicho hoy... y trataré que sea feliz junto a Hanamichi como se lo merecen... – dijo con una sonrisa en su rostro, mientras Sendoh la miraba con devoción...
(( * ((
Dos semanas después...
Hanamichi había dividido su tiempo entre su trabajo y el hospital. Sakura, Ayako y Sendoh le ayudaban, incluso Haruko venía de vez en cuando, cuando Hanamichi no estaba y permanecía junto a Kaede...
Esa tarde Hanamichi estaba cansado, después de terribles reuniones de negocios llegó al hospital, al entrar a la habitación una enfermera estaba arreglando los sueros del moreno. Ya no estaba conectado a ventilador mecánico y sus pulmones funcionaban por si solos, lo mismo el resto de sus funciones vitales ya no requerían el soporte de máquinas, sin embargo, no habría los ojos. Hanamichi sentía que cada día le quedaban menos fuerzas para poder enfrentar la situación... había estado horas sentado junto al moreno hablándole, llamándole para que volviera a él, pero Kaede no abría los ojos...
A habido algún cambio... – preguntó Hanamichi con voz monótona...
Ninguno... – contestó la mujer... entonces Hanamichi sintió como las fuerzas lo abandonaban y se dejó caer pesadamente en uno de los sillones de la sala... gruesas lágrimas comenzaron a salir de su rostro... la enfermera estaba impactada por ver el desplome del hombre... lo había visto estar junto al moreno durante semanas, confortándole, hablándole... acompañándole... era obvio que todos tienen un límites y este era de él... Hanamichi lloraba sonoramente, la mujer se acercó y colocó su mano sobre su hombro, instintivamente Hanamichi se apoyo en la mujer y lloró... lloró por no poder despertar a Kaede, por no poder lograr que le escuchara, por el tiempo que estaban perdiendo juntos... después de algunos minutos se percató que abrazaba a la mujer de la cintura y esta acariciaba suavemente su espalda. Avergonzado se separó torpemente...
Lo siento... – se disculpó el pelirrojo entre murmullos... –yo...
No se preocupe señor Sakuragi... – dijo la mujer separándose de Hanamichi... – esto era lo que necesitaba y me alegra poder haberlo ayudado...
No logro que despierte... – dijo Hanamichi... – cometí un error y parece que lo pagaré toda mi vida... por orgulloso lo dejé ir y ahora no puedo lograr que vuelva...
Tengo la impresión que ustedes dos son igualmente orgullosos... quizás debería apelar a ese orgullo y llamarle... nada pierde... o quizás intentar algo que les guste a los dos... – dijo la mujer lentamente... – no debe perder la esperanza Señor Sakuragi... el llegó muy grave y se ha recuperado asombrosamente...
Hanamichi se quedo pensando en las palabras de la enfermera y una sonrisa apareció en sus labios... entonces se levantó y tomó a la mujer de la cintura mientras la daba vuelta y le daba un beso en la mejilla...
No sabe cuando se lo agradezco... – dijo el pelirrojo... - en verdad se lo agradezco... los siento.... – dijo mientras la bajaba...
No se preocupe... – dijo la mujer con una sonrisa en el rostro...
Podría dejarme sólo con el kit... dijo con Kaede... – dijo Hanamichi...
Por supuesto... si necesita algo sólo apriete el botón – dijo señalando el aparato sobre la mesa de la lámpara...
Mientras la mujer salía de la habitación Hanamichi se acercó a la puerta y la cerró con pestillo por dentro... sin duda antes del anochecer Kaede abriría sus hermosos ojos azules...
N.A.: Paraece que cada vez que trato de terminarlo no lo logro, porque me había propuesto ya que me demoro tanto terminarlo en este, pero pa variar no lo logre, en fin, supongo que más de alguna entiende que hará Hana para despertar a Kaede... creo que muchas(o) quieren despertar como lo hará el moreno... besos... Kotorimoon
