ROSAS NEGRAS
(por Jaen Snape)
Disclaimer: Todo lo mencionado (nombres, lugares, hechizos, maleficios, etc...), no me pertenece, son propiedad de JK Rowling. No los utilizo con ánimo de lucro, sino para mi propia diversión y disfrute tanto por mi parte, y espero que por vuestra parte.
Advertencias de la autora: Este fanfict contiene SLASH (relación Hombre/Hombre) Si no te gusta este tipo de género mejor salte y no sufrirás. También aviso que será angustioso, así que si padeces algún tipo de enfermedad cardiaca mejor no sigas leyendo. Spoiler's 5º libro.
Pareja: Tom/Harry
Rating: PG-13
Summary: SPOILERS 5º libro. Algunas veces, alguien odias con todo tu corazón y tu mente, porque te ha hecho mucho daño cuando te arrebató a tu familia... Pero, si ves y te demuestra cariño y ves que algo te atrae a él... ¿Te podrías enamorar de tu peor enemigo? SLASH Harry7Tom (Voldemort) ¡R&R!
N/a: ¡Hola!
Este primer chapter es tan sólo una prueba. Vosotros en realidad con los reviews decidiréis si continúo o no. Sé que son poco usuales los Harry x Voldemort, pero algo sé cierto, muy pocos son buenos y bueno, el último fanfict de HP que me leí fue Luceros negros de Naleh y la verdad es que es una pena que ahora haga mucho tiempo que no ha actualizado, porque en verdad es un gran fanfict. Ojalá os paséis por él y por lo menos le echéis un vistacillo ;-)
Os dejo ya con el fanfict y espero que sean de vuestro agrado.
Besitos,
Jaen
PD. Este fanfic se lo dedico a AkaneMalfoy que me ha indicado que tendré su apoyo en todo y que me ayudará con las ideas que me hagan falta. También dedicárselo a Ana (mi niña ya queda menos para que te vengas) a Earwen (manis, jamás cambies) a Meiko-Malfoy (porque si no fuera porque comencé a leer fanfics tuyos, esto hoy no habría sido posible), también gracias a ti DiMalfoy por haberme beteado lo que tenía de cap. y por aguantar mi paranoia y sobre todo a Naleh (gracias a ti he visto que un Tom/Harry puede ser muy complicado, pero si se hace de corazón y de ahí pasa a ser un reto personal se pueden conseguir maravillosos fanficts y estate tranquila Voldiepoo estará a salvo del vejete; de momento... XD)
Aclaraciones: Lo que esté entre -...- en cursiva serán los pensamientos tanto de Harry como de todos los demás personajes, "..." y en cursiva es Voldemort hablándole a través de la "legeremmancy' a Harry y entre "..." sin cursiva son los diálogos. A menudo encontraréis palabras sueltas entre frases entre "..." eso son hechizos, maleficios y encantamientos. Ahora sí después de estas pequeñas aclaraciones os dejo con el capítulo.
Chapter 1.
Preocupaciones
y regresos
El día se levantó de un gris casi sobrenatural. Todo parecía estar a oscuras en Surrey y un niño de unos dieciséis años estaba observando desde una ventana de Prived Drive, la del número 4. Era 30 de Julio y ese tiempo no era muy normal en esa época del año.
De pronto comenzó a llover, poco a poco una espesa cortina de agua no dejó ver nada por la ventana a Harry Potter... Este chico no era como los demás, no. Harry desde los 11 años asistía al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, era un mago.
Las cosas se le habían complicado mucho. En una estupidez perdió a una de las pocas personas que jamás hubiera pensado que perdería, su padrino Sirius Black. Después de ese suceso, Albus Dumbledore, a quien había creído alguien de confianza y que estaba dispuesto a ayudarlo... Pero la realidad iba más allá de ayudarle, lo que quería era utilizarlo para SU guerra contra Lord Voldemort y se había cansado, se había agotado de luchar y ya no más, era SU vida y ahora lo que quería era no luchar, dejar de hacer lo que le habían pedido, vivir la vida aunque tan sólo fuera un periodo corto de su existencia. Quería vivir, ¿era tan malo eso? No lo creía.
Aún se quedó en Prived Drive a vivir hasta que tuviera que volver a Hogwarts. Con la única diferencia que fue solo a comprar las cosas que debería utilizar.
Gran error, algo le hacía sentir que posiblemente le estaban siguiendo y no era precisamente alguien de la Orden, ya que se las había apañado para que pareciera que él aún se encontraba en su habitación.
Lord Voldemort estaba en lo que se llamaba entre los Mortífagos 'Sala Estratégica'. Allí se encontraba, sumido en unos pensamientos. Definitivamente, había algo que no lo dejaba ni concentrarse en las reuniones con sus servidores. Por eso aún estaba sin descubrir quién era el traidor entre sus filas y cuando estuviera su mente despejada y le descubriera estaba seguro que ése que se había atrevido a traicionarle no volvería a ver la luz del día. Le esperaban días, meses de agonía y no pensaba matarlo enseguida, no. Lo torturaría, lo haría sufrir, pedir clemencia, suplicar, chillar. Sabría el precio que debería pagar por haber osado traicionar al Dark Lord.
Pero esos no eran los pensamientos del Dark Lord ni mucho menos. Sus pensamientos eran otros muy diferentes. Hacía mucho que entraba en la mente del muchacho que una vez significó su debilitamiento y lo había visto, oh sí, y tanto que lo había visto y ahora veía que jamás podría matarlo si podía conseguir someterlo, si le podía convencer de que el camino por el que iba no era exactamente el correcto, si podía conseguirlo y lograba que confiara en él hasta el punto de que se enamorara de él. Aún así sabía que sería difícil. Siempre estaba vigilado, aunque no pudiera verse.
Sabía muy bien que últimamente el chico estaba confundido y a la vez que desconfiaba de Dumbledore por la información que le había ocultado, pero que no sabía a qué información podían referirse, pero tenía una ligera idea. Oh, sí, se referían seguro a la Profecía y eso le ponía furioso... Nunca había creído posible que un plan hubiera fallado de tal manera y mucho menos que debería aparecerse él mismo en el Ministerio con lo que eso conllevaba... Ser descubierto no había entrado en sus planes, no tan pronto... Esperaba estar mucho tiempo oculto aún...
Pero todo se le había torcido y ahora tendría que ser más cauteloso con sus actos, porque todo había cambiado, ahora todo el Mundo Mágico sabía de su regreso y aunque eso le resultaba placentero, en parte se sentía furioso por haber sido descubierto tan pronto. Nada lo ponía más nervioso que sus planes fracasaran y eso era evidente después de un mes de haber sido descubierto y que todos los aurores lo estuvieran buscando.
Harry había vuelto sano y salvo a Prived Drive, tal como había salido de ahí, sin ser descubierto por la señora Figg.
Las cosas comenzaban a cansarlo, a agotarlo de una manera casi inaguantable y pensar que aún le quedaba todo un mes en el que debería aguantar las quejas de sus tíos y los berrinches de su primo, no le ayudaban nada.
Harry no paraba ni un minuto quieto, tía Petunia le había estado utilizando más de señora de trabajos que de sobrino (que en teoría era lo que era, aunque no lo pareciera.) Mientras la familia se sentaba en la salita y miraba la tele y de vez en cuando, tía Petunia iba hasta la cocina, estiraba el cuello y espiaba a la vecina del cinco, Harry Potter "El Héroe del Mundo Mágico" se batía con la grasa incrustada de los cacharros de cocina o bien limpiando el lavabo o hasta haciendo la comida cuando en la tele hacían algún comentario del Príncipe de Gales y su nueva "novia-amante". Que irónico se veía. Si Draco Malfoy se hubiera aparecido en aquellos momentos, Harry hubiera sido objeto de burla por mucho tiempo allá en Hogwarts.
No podría aguantar mucho tiempo más aquel ritmo de vida, no cuando tan sólo tenía dieciséis años y que también debía hacer las tareas de verano. Por eso, se quedaba despierto la mayor parte de la noche para avanzar un poco más sus tareas, mientras a los Dursley no les importaba y no demostraban piedad alguna.
Desde que los miembros de la Orden se habían acercado a los Dursley cuando llegaron a la estación de King's Cross y los habían amenazado, todo había ido a peor y Harry no estaba dispuesto a que lo vinieran a buscar para ir a Grimmauld Place, demasiados malos recuerdos para él. Allí, había podido estar durante las vacaciones pasadas con Sirius, pero ahora, él ya no estaba y le dolería tener que ver todos los rincones en los que había estado su padrino y más oír su voz aún a sabiendas que no era real.
o O o O o O o O o O o O o O o O o
Por su cumpleaños recibió las tarjetas de felicitación de sus amigos y las cartas de ánimo de algunos miembros de la Orden. Pero hubo una de Hogwarts que no abrió. La de Albus Dumbledore. Aún se acordaba de todo lo que le había ocultado y si creía que le perdonaría tan fácilmente era que no lo conocía tal y como él creía. Sin embargo, algo le faltaba a ése día... ¿Fiesta? No. Hacía demasiado tiempo que las fiestas de cumpleaños nunca, jamás eran celebradas ni lo serían... ¿Diversión? Tampoco. Había sido privado de esa libertad desde su llegada a Prived Drive, hasta el día de su onceavo cumpleaños, aunque durante los dos meses de vacaciones, el mismo vacío lo invade al pensar que... nunca iba a ser feliz en aquella casa, eso era una locura. ¿Pero, qué era lo que tanto le hacía falta y que no sabía? Sabía y asumía que Sirius Black estaba muerto, sabía exactamente quien lo había matado y en su corazón, había un pequeño resquicio clamándolo y envenenándolo en una mayor sed y dependencia a venganza.
Sabía que debía convertirse en el asesino del asesino de sus padres o ser asesinado por él mismo. Pero... ¿qué importaba eso ya? ¿Qué importaban la guerra y Lord Voldemort, si él había perdido la suya propia tras la muerte de Black?
Lo que al Niño Que Vivió le faltaba era confianza y determinación consigo mismo. Estaba abandonándose rápidamente a la neutralidad y desde ahí podía ser manejado y persuadido desde el bando Oscuro... Demasiado lo sabía Dumbledore, pero había perdido la confianza del chico y muy equivocado tenía que estar si creía posible recuperarla. Pero, debía intentarlo, sabía lo retorcidamente astuto que era Tom Riddle y también sabía cuan persuasivo podía llegar a ser Lord Voldemort cuando algo le interesaba para sí mismo, aún cuando Tom Marvolo Riddle y Lord Voldemort eran uno mismo, lo que conllevaba mayor peligro para Harry.
Voldemort seguía con las insistentes reuniones con los mortífagos. Debían tener todo listo para el 2 de septiembre, en la prisión de Azkaban. Un ataque que cogería desprevenido al maldito Ministro Fudge y que le permitiría una victoria ante las narices del ministro y del mismo Albus Dumbledore.
Tocaron a la puerta interrumpiendo sus pensamientos. Odiaba cuando hacían eso… Le ponía de malhumor.
"Adelante" alcanzó a decir el Dark Lord. Nott y Avery fueron los que entraron y le dedicaron una reverencia en señal de sumisión.
Con un gesto de la mano, Lord Voldemort les indicó que se acercaran. Su cara no reflejaba actitud alguna, impasividad total.
"Nott, qué noticias traes sobre el ataque a Azkaban y la liberación de los Mortífagos presos" dijo Voldemort dirigiéndole una frívola mirada al mortífago que estaba a la derecha.
Nott inclinó la cabeza y se dispuso a contarle todo.
"Señor, los planos nos indican que por lo menos habrá no menos de 15 aurores vigilando Azkaban. En cuanto a la liberación de los presos, las celdas apenas sí están protegidas por magia. Suponemos que deben estar demasiado seguros de los aurores. En cuanto a la estrategia estamos intentando perfeccionar y quitar algunos errores que vimos justo a tiempo, mi lord" dijo Nott quien al acabar volvió a inclinarse.
"Bien, bien. No me gustaría que una vez más mis planes se vieran otra vez echados abajo por un maldito error vuestro. Bellatrix pagó por lo que ocurrió y cuando los mortífagos que participaban en la misión del Ministerio sean liberados van a pagar por el error, ya que, dejaron que la misión fracasara y que yo no obtuviera lo que esperaba". Apartó la vista de Nott y la fijó en Avery. "Y tú, Avery, ¿qué noticias me traes del joven Potter? ¿Ya averiguaste donde pasa las vacaciones?".
Avery tragó con dificultad. No había logrado nada. Había intentado todo y a pesar de sus esfuerzos no tenía nada para su Señor, eso sólo le iba a traer problemas y Lord Voldemort no tenía piedad, aún cuando no fuera culpa suya. Pero cargaría con la tortura, debía hacerlo, era lo que se merecía.
Inclinó la cabeza, bajó la mirada y con apenas un hilo de voz casi imperceptible, pero que el Lord lo pudo oír con más claridad que nunca dijo: "No he obtenido nada, mi Lord".
Los ojos escarlata de Lord Voldemort brillaron en una inmediata furia. Uno de sus mejores mortífagos había fallado y era la segunda vez en lo que llevaban de mes que le fallaban. Pronto, Avery estaba retorciéndose de dolor y agonía en el suelo de la "Sala Estratégica". Estuvo durante dos eternos minutos bajo los efectos de la maldición "cruciatus".
A Harry comenzó a arderle la cicatriz. Hacía casi un mes entero que no notaba nada. Tenía pesadillas, sí, pero la cicatriz no le había dolido tanto desde el anterior año en Hogwarts, cuando Lord Voldemort estaba furibundo. No sabía porque, pero ahora volvía a estarlo.
Era tal el dolor que estuvo a punto de chillar. Pero pronto el dolor disminuyó y su respiración se fue acompasando de nuevo. Volvió a coger la pluma, la mojó en el tintero y retomó la escritura de la tarea de Historia de la Magia que el profesor Binns les había encomendado para esas vacaciones. "Redactar un metro y dieciséis centímetros de pergamino acerca del enfurecimiento de las hadas por la intrusión muggle en sus territorios sagrados".
Los dos mortífagos se retiraron y Voldemort volvió a quedarse a solas. Aún se sentía furioso. Una tarea, una sencilla y simple orden y ni siquiera había sido capaz, Avery, de lograr acatarla. Realmente eran idiotas. No comprendía cómo podían ser tan estúpidos. No confiaba ya en Bellatrix Lastrange, le había fallado en la misión de recuperar la 'Profecía' que en esos momentos debería estar en su poder, en cambio la estúpida incompetente de Lastrange había permitido que ésta hubiera sido destruida.
Se calmó regularmente y comenzó a concentrarse en la "legeremmancy" para poder entrar en la mente del joven que le robaba minutos incontables de concentración en otros planes, pero valía la pena. Ese joven debía ser suyo, ya no para matarle, no, tenía unos poderes inusitados para su edad, poderes que reeducados y llevados a ser comprendidos y controlados debidamente podían ser muy útiles y a la vez muy... ¿cómo decirlo? provechosos, para el que los lograra manejar con cierta perseverancia. A la vez le producía unas sensaciones que había creído perdidas para siempre. Algo que era extraño. Cada vez que pensaba en él y entraba en su mente para verlo; el corazón se le encogía y se le volcaba del revés. Sencillamente, el muchacho moreno era delicadamente delicioso.
Pronto entró en la mente de aquel joven que enseguida se dio plenamente cuenta de la intrusión, ya que la concentración en la tarea se le fue de inmediato. Una voz muy conocida le habló entonces.
"Hola Potter" Harry soltó de repente la pluma, visiblemente aterrado.
"¿Qué diablos quieres Voldemort?" dijo Harry entre aterrado y cansado.
"Vamos Harry, deberías saberlo... Quiero tu bien. Sé cuanto te dolió lo que te hizo Dumbledore y también Bellatrix. Tú más que nunca deberías saberlo, pequeño".
"Ve al grano, Voldemort" dijo Harry perdiendo levemente la paciencia.
"Harry, Harry, eso debes comenzar a descubrirlo tú mismo..." le dijo Voldemort. "Volveré a contactar contigo el 3 de agosto. Piensa en lo que te he dicho, mi pequeño, sólo quiero lo mejor para ti".
"¿Y qué se supone que es lo mejor para mí, Voldemort?" dijo Harry bastante aturdido.
"Sólo averígualo, puedes confiar en mi palabra, Harry... Sólo piensa" con estas últimas palabras cerró su conexión con el Niño Que Vivió, quien estaba visiblemente perturbado, aturdido y agotado. Siempre le ocurría lo mismo cuando alguien utilizaba "legeremmancy" con él.
Dejó caer la pluma sobre el pergamino, ni sentía fuerzas para sostenerla, a pesar del poco (por no decir inexistente) peso de ésta.
'Piensa en lo que te he dicho, mi pequeño, sólo quiero lo mejor para ti' –esas palabras aún resonaban en la mente de Harry perturbándole aún más... -¿Voldemort pensando en lo mejor para mí? Absurdo... Pero... ¿me llamó ' mi pequeño'? ¿Por qué?- pensaba. Su corazón se le apretó en le pecho. ¿Qué estaba tramando realmente Tom...?
-¿Qué diablos tramas Tom? Un momento... ¿Dije Tom? ¡Merlín, me estoy volviendo loco! –pensó Harry. Realmente, no sabía qué era lo que le ocurría, pero nada bueno podía presagiar que Voldemort se hubiera comunicado con él a través de la "legeremmancy". No sabía muy bien lo que estaba tramando Voldemort, pero no paraba de pensar en lo que el Dark Lord había querido decirle con esas palabras... ¿Podía realmente confiar con alguien? ¿Debía prestar atención a sus palabras, a las palabras del asesino de sus padres?
Dejó al fin la tarea de Binns... No estaba de humor para continuarla, no esa noche. Se levantó, se puso el pijama y se metió en la cama. Pero no consiguió conciliar el sueño. No paraba de darle vueltas a la pequeña e interesante conversación con el enemigo.
Tenía tres días, tres largos días para pensar en lo que había oído decirle al Lord y más le valía llegar a una conclusión. Sabía que no conseguiría extraerle gran información sobre lo que se refería y mucho menos sabiendo cómo era Voldemort de cerrado a veces. Daba una y otra vez vueltas en la cama. Se levantó. Le incomodaba, ciertamente, aquella corta conversación, más de lo que en un principio se había pensado. Pero definitivamente el sueño no le iba a llegar.
Comenzó a dar vueltas por la habitación, estaba demasiado turbado para pensar con claridad, pero algo querría decirle Voldemort... Había mencionado a la 'perra' que empujó a Sirius a través del Velo. ¿Sabría Voldemort algo acerca de aquel velo situado en el Departamento de Misterios? No lo sabía. También mencionó el engaño y las mentiras de Dumbledore, definitivamente, podía ser que la reacción que tenía al estar al lado del viejo director fueran las que probablemente le hacía tener Voldemort, pero... ¿Cómo estar seguro que no era Voldemort sino él mismo el que despertaba en sí un instinto asesino? ¿Cómo probar que en verdad odiaba al Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Albus Dumbledore?
Algo sí tenía claro. Por culpa de Dumbledore había pasado diez malditos y miserables años maltratado por los Dursley, por culpa de aquel viejo loco se había enfrentado de nuevo a Voldemort salvando la Piedra Filosofal de las garras de éste, por culpa de Dumbledore había llevado a casi la muerte de Ginny, la menor de los Weasley, por culpa de Dumbledore, casi mata a su padrino, por culpa de Dumbledore casi es muerto por Voldemort en su regreso cuando por culpa de Dumbledore se vio obligado a participar en el Torneo de los Tres Magos y finalmente y no menos importante (todo lo contrario), por la estupidez de el viejo Director, Sirius, SU Padrino, ahora ya no estaba con él, por no contar que por culpa de Dumbledore había tenido que pasar eternas hora de "Occlumancy" con su más odiado profesor Snape, quien al final le hizo fuera de su despacho después de haber fisgoneado en el pensadero de éste, mientras éste se había enterado de todas las penurias que había tenido que sufrir durante su niñez "junto" a quienes debía tener que llamarlos 'familia' nada más y nada menos, pero eso no podía llamarse familia, nunca.
Voldemort desconectó con Harry, estaba seguro que ahora le haría pensar seriamente a qué bando realmente iba a pertenecer. Él no lo iría a buscar, que Harry mismo decidiera a irlo a buscar y así tenerle junto a él por propia voluntad del chico. Era lo que ahora más anhelaba, ya no le importaba el maldito ataque a Azkaban, lo que le interesaba es tener a su lado a su ángel oscuro, a SU merced, entregado a él con todo su ser.
Se levantó del sillón en el que llevaba todo el día sentado y se retiró a sus habitaciones. Ahí era uno de los pocos sitios en los que tenía plena privacidad. Sabía que Harry no sabía cerrar su mente y por eso aún percibía sus pensamientos.
Sí, de momento había conseguido lo que pretendía. Comenzaba a sopesar lo que le había hecho el viejo y amargado Director y lo estaba haciendo de una manera sorprendentemente rápida, a pesar de su corta edad. Era increíble cuanto rencor se había estado agolpando y negando durante tantos años.
Al fin, el sueño le llegó a Harry. Se acostó en la cama y se quedó profundamente dormido. Pero un sueño extraño apareció en su mente y comenzó a obrar en él de una forma extraña.
DREAM
Harry salió corriendo del castillo de Hogwarts. Corría, corría... Quería alejarse lo más lejos de Albus Dumbledore como le fuera posible, no podía quedarse más tiempo allí, por mucho que lo intentara. Odiaba al viejo director y para él tan sólo era su arma para la guerra. Estaba seguro de que quería estar con SU Tom. Sabía y a la vez no sabía a donde iba.Entonces, justo al salir de los terrenos de Hogwarts lo encontró. Lo esperaba en las puertas en donde estaban los Cerdos Halados y Harry se abrazó, se abrazó a Tom como llevaba deseando durante tanto tiempo. El Dark Lord le cogió el mentón y le alzó la cabeza. Le besó, besó aquellos labios color carmesí y Harry al principio no correspondió y quiso apartarse, pero algo... como un veneno comenzó a recorrer todo su cuerpo y cedió... Cedió a las sensaciones que aquellos adultos labios le proporcionaban.
Cuando se separaron, Harry se aferró a la túnica de Voldemort y escondió su cara en el cuello de éste, como si fuera un chiquillo de apenas siete años que estaba asustado.
Entonces, de pronto, Albus Dumbledore le lanzaba un hechizo aturdidor a Voldemort y cogía a Harry y se lo llevaba mientras que varios aurores se llevaban a Voldemort.
Comenzó a chillar desesperado. No podía ser, ¡Merlín, lo amaba! ¡Lo amaba y lo estaban separando de su lado!
END DREAM
Harry se despertó, tenía la espalda empapada con un frío sudor, no sabía lo que significaba aquel sueño, pero era aterrador. Pensar que podría haber sido verdad... que Voldemort podría amarle... Le perturbaba, sabía que no era buen presagio, pero a la vez... Se había sentido tan cálido y tan protegido en aquellos brazos...
Sacudió la cabeza de un lado a otro. Estaba volviéndose completamente loco. En verdad le había afectado más de lo que pensaba esa conversación con Lord Voldemort que hasta debía soñar con él... pero era un sueño ¿agradable? Según el punto de vista, sí lo era y según otro punto de vista, no.
Hedwig entró por la ventana en esos instantes. Traía una carta atada a la pata derecha. Se acercó a ella y le desprendió el pergamino. Ésta le dio un picotazo amistoso en la oreja y Harry le dio un par de chucherías lechuciles que ésta aceptó y después se posó sobre su jaula.
Harry abrió la carta y la leyó. ¿Por qué no lo había imaginado? Dumbledore.
Estimado Harry:
Te envío esta carta para decirte que un coche del Ministerio pasará a recogerte a las 10a.m de la mañana del día 1 de Septiembre para ser llevado hasta la estación de King's Cross.
Te pediría que no intentaras una nueva escapada como la que hiciste al Callejón Diagon. Tengo miembros de la Orden vigilando todo y te vieron.
Harry, no quiero que nada te ocurra, Sé que es difícil para ti y no lo es menos para mí, debes comprender que lo que hice lo hice por tu bien.
Espero que estés bien,
Albus Dumbledore.
-¡Ja! ¿Por mi bien? ¿Qué sabes tú sobre lo que es por mi bien, viejo?- pensó Harry arrugando la carta y echándola a la papelera.
O o O o O o O o O o O o O o O o O
¡Hola de nuevo a todas!
Bueno, hasta aquí el primer chapter... Ha sido muy complicado hacerlo. Y no os recomendaría hacer uno... ¬¬ madre mía...
Pero ya está comenzado así que se intentará seguir con él, porque vale la pena. Creo que será mi primer Harry/Tom y el último que haga...
Espero un review, venga animaros y hacedme feliz. Comentarios, quejas (siempre que sean constructivas ¬¬U), consejos, ideas ya sabéis REVIWADME
Besotes,
Jaen Snape
Miembro de la Orden de las MortífagasMiembro de la Orden Potteriana
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la Orden Remusiana
