ROSAS NEGRAS
(por Jaen Snape)

Disclaimer: Las cosas (personajes, escenarios, hechizos, maleficios, encantamientos, etc.) no me pertenecen. Son propiedad de JK Rowling, las editoras y la Warner Bross Pictures. No los utilizo con ánimo de lucro, tampoco gano dinero con esto y si yo fuera Jo, ¡no estaría escribiendo esto y no se me hubiera ocurrido lo que le hizo a mi pobre Padfoot!

Advertencia: Este fic contendrá SLASH (relación Hombre/Hombre.) Si no te gusta el género, mejor ni sigas leyendo, para que no te dañes a ti mismo. Advierto así mismo que este fic es ANGIST y que si padeces alguna enfermedad cardiaca mejor tampoco sigas leyendo. Estáis advertidos todos.

Pareja: Harry/Tom (Voldemort)

Rating: PG-13

Summary: SPOILER's 5º Libro. Cuando sabes que alguien te ha dañado profundamente cuando te arrebató a tu familia, pero por otra parte te daña estar al lado de alguien que durante años te ha estado mintiendo... Mientras alguien te envenena la mente. ¿Podrías enamorarte del asesino de tus padres? SLASH V/HP.

N/a: ¡Hola!

¡Ole! ¡Chapter 3! Uff... La verdad es que la inspiración es lo que más tengo últimamente. Jejeje. ¡Y que dure!

La verdad, tengo que daros las gracias a todas por leerme y mandarme vuestros reviews, ya que, me animan mucho a seguir con el fanfict. Espero que os esté gustando, porque no podría dejarlo ya sin terminar. Me he prometido acabarlo, y así lo haré.

En fin, no me quiero enrollar como en los otros dos chapters, porque me mataréis con tanta dichosa nota de autora.

Respuesta a los reviews:

Anny Pervert Snape: ¡Hola mi niña!

Pues sí, a cada chapter más emocionante. Pues probablemente como Tom de los dieciséis, pero más crecidito. Jejeje. Pues no lo sé. Algún sueñecito más pondré, pero no prometo nada. Besitos.

yukina jaganashi: ¡Hola!

¡Me alegra saberlo! Pero no me pusiste cuales son ;-; podrías mandármelo al mail? Orli(barra Las ordenes son páginas web que hacen diferentes fans. Orden Draconiana: (todo junto); Orden Severusiana: : ; Orden Remusiana: ; Orden Potteriana: y Orden de las Mortífagas:

Ahí las tienes guapa.

lilyevans1: ¡Hola!

Jajaja. Eso mismo digo yo, a ver si nos llegamos a librar de él que buena falta nos hace.

De nada, la verdad es un placer captar a nuevas seguidoras de nuestro Señor. Sip, la verdad es que esa se la inventaron Vampy y Akane otras dos Sumas Sacerdotisas.

En cuanto a las misiones, aún lo estamos planeando y la marca se va a dar pronto, es lo único que puedo adelantarte de momento, aún estamos en fase de producción y es bastante durito.

En cuanto a lo de Drakie, no lo tengo muy claro, pero aún es pronto para decir que a Draco le mola Harry. Y Voldemort, pues lo ama, pero a veces no lo demuestra tanto como lo debería hacer, recuerda que no puede mostrarse débil ante nadie aunque en realidad sí los sea. Besitos.

yo misma: ¡Hola!

Ya ves, ¡aquí estoy con el cap. 3!

Me alegra saber que te esté gustando y espero que te siga gustando mientras vayas leyendo ya que voy a dedicar todo mi tiempo a éste. Besitos.

Anita Puelma: ¡Hola!

Jajajaja, sí la verdad es que sería todo un logro por parte de Rowling.

-No, Potter, yo no quiero que tú arruines tu vida asesinándome sabiendo que vas a llevar el peso de mi muerte por haber sido un asesino. Te voy a ahorrar eso- Voldemort alzó entonces la varita y apuntándose a sí mismo se echó el Avada Kedavra.

Jajaja. Pero sabemos de sobra que eso no ocurrirá, para desgracia de todos uno de los dos tendrá que morirse ;-;

Ya lo sé, pero me hizo ilusión, así pude hacer el cap. largo . Pero si de algo estoy orgullosa es de saber tanto sobre mi papi (es que yo y Earwen somos "hermanas" y nuestro papi es Voldemort)

Intento actualizar cada semana o cada tres o cuatro días, pero suelo hacerlo cuando acabo el siguiente capítulo, así que no prometo que siempre actualice muy seguido. Besitos

naleh: ¡Hola!

¡Eso si fue una sorpresa para mí! ¿¡Cómo llegaste a mi fanfict!? ¡Estas cerca de España! ¡Que bien! Yo soy de Baleares... Qué pena que no tuvieras más tiempo.

De nada guapa, al fin y al cabo fuiste tú la que me animaste a escribir uno.

¡Sí! El vejete merece que le bajen esa moral moduladora y manipuladora que tiene porque no se puede jugar así con Harry y Voldiepooh. La verdad es que no imaginas la ilusión que me ha hecho que leyeras mi fanfic y que te gustara.

Por cierto, ¡¿cuándo vas a actualizar 'Luceros negros'? Porque está demasiado emocionante para que nos dejes así.

Si te digo la verdad, me encanta tu manera de presentar los Tom/Harry.

Espero que pronto te leas el cap. 2 y el cap. 3 porque creo y dicen que se está poniendo interesante, es lo que pretendo, jejeje. Besitos para ti.

DI MALFOY: ¡Hola!

Jejeje. Se hace lo que se puede para que éstos sean largos y tener a la gente satisfecha, como bien sabes los largos no son mi fuerte, aunque me esfuerzo para que así sea.

Sip, se lo tiene merecido, por confiarse demasiado y sip, ¡LO QUE LE VIENE ENCIMA! Ni se imagina lo que le pasa a Harry y más ahora que está consiguiendo cerrar la mente para que el vejete no escudriñe en ella, muajajaja. Que malvada que soy...

La verdad es que sí, eso es lo que Voldie pretende, que Harry piense en él todo lo que pueda, porque así cada vez lo tiene más con él y menos con el viejo imbécil. Besitos y te sigo leyendo. A ver si para cuando lo tenga terminado el cap. siguiente te lo paso y me lo beteas, porque seguros que tengo muchos errores... :-S

Kblack: ¡Hola!

Me alegra saber que te está gustando.

Sí la verdad es que al principio esa pareja no atrae… Pero en cuanto lees un fanfict te das cuenta que está muy bien y que vale la pena.

Esas dos autoras nalehde 'Luceros negros' y Parvati Blossom de 'Dulce oscuridad' son mis favoritas sobre esa pareja.

Espero que te siga gustando. Besitos.

Dedicatorias: Esta vez se lo dedico a Naleh, gracias por enviarme el review guapa, y a ver cuando actualizas Luceros negros porque está demasiado emocionante para que nos dejes de la manera que nos dejaste. También a Di Malfoy porque indirectamente me estás beteando el fic y te lo agradezco porque así estoy más segura de que se entienda el fic y de que no haya errores demasiado evidentes. A Anny Pervert Snape porque ya sólo quedan dos semanas para vernos las caras y para poder hablar a nuestras anchas sobre SLASH y así perforarle el cerebro al engendro que tengo de hermana menor. A Earwen Zabini porque siempre serás mi manis, por muy lejos que estemos la una a la otra y por ser tan loca. Y sobre todo a Meiko porque tú fuiste la que me inició en el SLASH y la que me ha estado apoyando desde Sentimientos inevitables hasta Rosas negras sin importar la pareja que fuera la que escribía. Gracias a las cinco por vuestros momentos compartidos junto a mí, porque vuestra felicidad es también mi felicidad.

Chapter 3.

Lord Voldemort nunca tarda,

sólo se toma su tiempo

Las clases comenzaban a ser una rutina que todo Hogwarts comenzaba a tener en cuenta. La primera semana había sido intensa, pero ni la mitad de esos días.

Era 20 de octubre y el ambiente otoñal se respiraba por todos los pasillos y terrenos de Hogwarts. Hacía ya varias semanas que el frío había comenzado a intensificarse, pero no tanto como lo haría a mediados de noviembre cuando se acercarían más al invierno.

Harry estaba cada vez más nervioso. No pensaba en otra cosa, que al inicio de los entrenamientos de quidditch, pero también en que Voldemort no había vuelto a comunicarse con él. No era que tuviera mucha prisa para ello, pero, ¿cuánto tiempo más le haría esperar el Dark Lord? ¿Qué pasaba si tenía que estar siempre bajo la vista de Dumbledore y tenía que aceptar las silenciosas y mentirosas disculpas del viejo director?

Le estaba dando muchas vueltas en la cabeza... y a ser verdad ¿Qué le depararía el futuro? ¿Cómo sabría cuando estaría preparado para tener una vida mínimamente normal y feliz? ¿Quién o qué le garantizaba la supervivencia?

Ron y Hermione seguían con las discusiones, a decir verdad, estaban enfurruñados de nuevo y siempre lo metían a él en aprietos para defender a uno u otro, pero Harry apenas les prestaba atención. No quería participar en aquel absurdo juego que tenían montado sus dos mejores amigos. Eso le hizo pensar en unas palabras que Voldemort le había dicho en su última conversación:

'Pero ten clara una cosa, si en verdad odias a Dumbledore tienes que saber que también intentará convencer a tus amigos para que te persuadan de que lo mejor es que te quedes con ellos en su bando y que hagas lo que Dumbledore te diga y pida sin que tú puedas tener la libertad de elegir tus acciones. En eso consiste la mentira de Dumbledore.'

¿Y si tenía razón? ¿Y si Dumbledore utilizaba a sus amigos para intentar persuadirlo para que él no pudiera ver realmente la verdad? ¿Qué pasaría si en realidad todo, hasta sus amigos, fuera tan sólo otra mentira más de Dumbledore para mantenerlo bajo su alcance cual arma abandonada en cualquier cajón, hasta el momento de ser utilizada como último recurso?

Muchos miembros de la Orden del Fénix estaban aún participando en la reconstrucción de Azkaban. Otros en cambio estaban reunidos en Grimmauld Place y miraban, cómo pudo ser la "estrategia" de ataque a la Prisión, para que tomaran por sorpresa a 40 aurores.

Albus Dumbledore estaba cada vez más apenado. Los muggles habían oído rumores, de que aún había brujas en esos tiempos. Los cuchicheos iban de un lado a otro, de Escocia e Inglaterra y las cosas se les escapaban de las manos. Debían de encontrar el difundidor de aquel rumor y cuanto antes, si no querían verse descubiertos.

Lo que más le apenaba, era el hecho que Harry parecía muy nervioso, pero le cerraba la mente cuando le tenía cerca y no sabía cómo se las había apañado sin haber recibido apenas clases de "Occlumancy". Quizá lo había hecho para que Voldemort no entrara en su mente, pero... ¿Por qué la cerraba cuando él lo miraba a los ojos? ¿Qué le estaba ocurriendo?

Nunca podría estar más lejos de la verdad. Harry le cerraba la mente por la desconfianza y a la vez porque sabía demasiado bien que intentaría hacerle volver a retomar las clases de "Occlumancy" y lo último que necesitaba era que Snape volviera a hurgar en sus recuerdos y en sus pensamientos para que después todo le fuera contado a Dumbledore. No, debería demostrarle al vejete que estaba harto de sus mentiras y sus manipulaciones. Durante todos esos años había hecho lo que se le había pedido, pero estaba cansado de ser el perrito obediente, ya no más ordenes hacia él.

Si las cosas habían llegado a aquel punto había sido por culpa de el viejo y algo que tenía claro era que todo lo pasado, pasado estaba y que ahora quería comenzar una vida tranquila y ojalá feliz.

Ya no quería luchar, todo era en vano... Lo que tuviera que ocurrir ocurriría y él no haría nada para impedirlo. Lo único que podía ahora consolarle era el hecho de que quizá algo en él lograra liberarse y lograr la tan ansiada vida.

Eran las diez de la noche y Harry había cogido la vieja capa de su padre y esperó a que alguien entrara por el retrato.

Y cuando volvía a cerrarse, se escabulló.

Ya era más monotonía que costumbre, el hecho de salir a los corredores del castillo para ir a dar un nocturno paseo y pensar en todas las cosas que hubiera podido haber hecho si no hubiera sido Harry Potter "el Salvador del Mundo".

Todo lo confundía de tal manera, que las cosas le parecían todas absurdas, abstractas y tan carentes de sentido, que no sabía tan siquiera porque existía y cual era verdaderamente su misión. Aquellos que siempre había creído que le querían, últimamente se le presentaban como una falsedad, como una poderosa farsa; algo que jamás había estado ahí en realidad. Nunca pudo y nunca tendría a alguien en quien confiar y mucho menos a alguien que le comprendiera.

Se había hecho ilusiones y ahora toda la realidad le caía como un cubo de agua fría, que lo hacía despertar del letargo, en el cual lo habían sumido los inconscientes sueños de los cuales había tenido que vivir durante toda su existencia. Los muros que por años había debido de construir, para que los Dursley no lo consiguieran herir habían caído y cedido en cuanto Hagrid le había comunicado la "verdad".

Se había dejado amedrentar y manipular a las largas y anchas maneras de aquel vejete, que había llegado a considerar como a una gran persona preocupada por él, pero, ahora veía lo que desde el principio había estado tramando: utilizarlo como un potente escudo.

Bien podía ser cierto, que sus amigos estuvieran metidos en medio, pero él no quería que les hicieran daño y mucho menos que los utilizaran como lo habían hecho con él, simplemente no podría soportarlo.

Pero si en realidad ya los estaban utilizando, ya no los podría hacer desistir. Lo que esperaba, era que Voldemort se pusiera en contacto con él para que pudiera hablar por lo menos con alguien que no le prestara atención a Harry Potter, si no a Harry, al Harry que es en realidad y no el "héroe".

Algunas veces imaginaba que no había bandos, que sólo existía la paz, una paz que ahora era tan sólo anhelo, anhelo que podría ser que jamás llegara a existir. Él podría morir en el intento de recuperarla o de lo contrario tendría que vivir con el peso de haber sido el asesino de probablemente la única persona que en verdad sabía y comprendía por lo que había tenido que pasar.

Sin darse cuenta llegó a la torre de Astronomía y allí se apoyó en la barandilla para observar el cielo que esa noche estaba despejado con titilantes estrellas que observaban como con tristeza las miraba. La estrella de Sirio que probablemente lo estaría viendo, apenado por no poder estar ahí con él, pero también sabía y estaba seguro, que lo que Lord Voldemort le había dicho sobre el Velo, era cierto y que Sirius era imposible que pudiera ya descansar en paz. Probablemente estaría vagando sin rumbo dentro del velo y esperaría en vano encontrar la manera de salir de ahí.

No sabía exactamente cuanto tiempo llevaba ahí, pero algo tenía claro, el alba comenzaba a darse paso en el horizonte y el sol comenzaba a saludarlo. Entonces entró a los pasillos de Hogwarts y se dirigió a la Sala Común de Gryffindor. Se quitó la capa invisible, subió a la habitación, pasó al cuarto de baño y se duchó.

Al salir escuchó como corrían unas cortinas, se dio la vuelta y se encontró a un soñoliento, pero molesto Ron que lo observaba. Estaba vestido por completo y parecía que no había pegado ojo en toda la noche. El resto pudo imaginárselo por sí mismo.

Ron fue quien rompió el silencio finalmente.

"¿Se puede saber dónde diablos has estado toda la noche, Harry?" le dijo su amigo quien se acababa de levantar y se había puesto las manos en la cadera como si tuviera complejo de jarra, pero era exactamente igual que cuando la Señora Weasley reprimía a los gemelos por alguna travesura.

"Ron, no tenía sueño y fui a dar una vuelta por el castillo, nada más" contestó Harry cogiendo el uniforme y comenzando a vestirse.

"¡Me tenías preocupado! ¿Sabes lo que significa estar preocupado, Harry? ¡Podría haberte pasado cualquier cosa!" dijo Ron indignado.

"Con Dumbledore por aquí me resultaría increíble que me ocurriera algo" dijo Harry irónicamente.

"Harry, no hables así del director" dijo Ron con posado serio, ahora sí se parecía a Hermione.

"¿Qué pasa? ¿Acaso él no me ha mentido? ¿Acaso él no me ha estado utilizando? ¡¿Por qué tendría que hablar bien de alguien que me abandonó a mi suerte en aquel portal de Prived Drive, en donde me maltrataron durante once años?! ¡Once infernales años en donde no recibí ni la más mínima muestra de cariño! ¡Once años en los cuales me hicieron creer que mis padres habían sufrido un accidente de automóvil! ¡Once años sin saber que en realidad era un mago! ¡Once años sin tener amigos! ¡Once años que lo único verdaderamente importante fue estar callado y aguantar los abusos de mi primo!"

Harry había explotado. No lo podía soportar más, todo el mundo le pedía explicaciones, explicaciones que él nunca quería dar, unas explicaciones que no debería dar. Tiró la túnica que en esos momentos sostenía al suelo con rabia.

"¡Tú no sabes lo que es estar verdaderamente preocupado! ¡Tú no sabes lo que es decir, ¿hasta cuándo mi cuerpo aguantará todo esto?! ¡No tienes idea del calvario que he pasado! ¡No tienes idea de lo traicionado que me siento! ¡No tienes idea tan siquiera de cómo Dumbledore me ha estado utilizando! ¡De cómo os utiliza a vosotros! ¡Ni siquiera sabes que a Dumbledore no le importamos! ¡A él sólo le importa la guerra y ver destruido a Lord Voldemort! ¡Estoy cansado, Ron! ¡ESTOY HARTO DE TANTA HIPOCRESÍA! ¡AGOTADO DE QUE LA GENTE S"LO VEA MI CICATRIZ! ¡DE QUE LA GENTE ME SEÑALE! ¡DE QUE NADIE MIRE MÁS ALLÁ DE HARRY POTTER! ¡CANSADO DE TANTA GUERRA! ¡CANSADO DE TODA ESTA FARSA! ¡A LA MIERDA CON TODO!"

Harry recogió la túnica se la puso lo más rápido que pudo y salió de ahí dando un portazo. Dean, Seamus, Neville y Ron parpadearon. ¿A qué se refería Harry? ¿Qué mosca le había picado?

Harry salió de la Sala Común y se dirigió a los terrenos de Hogwarts. Se sentó enfrente del lago y cogió una piedra. La tiró al agua y observó las ondas que llegaban hasta la orilla.

Entonces volvió a sentir la sensación ya conocida. Sonrió. Al fin volvía Voldemort a comunicarse con él después de meses sin saber nada...

"Hola, Harry... ¿Me extrañaste?" dijo Voldemort.

"Yo no diría tanto, Voldemort. Tan sólo pensé en ti y en las cosas que me revelaste en nuestra última conversación, además, estoy consiguiendo cerrar mi mente ante Dumbledore. Pero jamás lo intentaría contigo" dijo Harry sin poder evitar sonreír.

"Me halagas, Harry. He estado ocupado en otros asuntos y apenas he tenido tiempo para mí mismo y mucho menos para dedicártelo a ti, pequeño" dijo Voldemort y aunque sabía que no tenía que dar explicaciones de su comportamiento, algo le impulsó a hacerlo con el chico, quizá porque sabía lo confundido que aún estaba y que necesitaba su confianza y su fidelidad para asegurarse que podía llegar a amarlo.

Harry estaba sorprendido, jamás hubiera esperado que Lord Voldemort le diera una explicación por algo que había avisado... Un incómodo silencio les invadió.

Parecía que Harry no iba a pronunciar palabra, él mismo se había visto sorprendido por haberle dado al ojiverde una explicación.

Nunca creyó posible que las cosas estuvieran ocurriendo de aquella manera, hacía ya varios meses que no sentía odio hacia el asesino de sus padres. Los sueños no cesaron y fueron aumentando en intensidad y en contenido y por la mañana se despertaba a menudo con las sábanas mojadas.

Sabía que las cosas no estaban del todo bien y su sonrojo ahora había sido visible. Sus mejillas ardían.

"¿En qué has pensado, Harry?" la voz lo sobresaltó. Era evidente que no había esperado la inminente ruptura de aquel silencio. Estaba turbado y azorado por los repentinos recuerdos y la voz sólo provocó que su rubor subiera de intensidad.

Las lágrimas pugnaban por salir, sin embargo no las quería dejar fluir, no ahora que podía conversar con el Dark Lord. Se sentía culpable por no poner resistencia a ellas, sentía como estaba traicionando a los que por años habían abandonado su confianza sobre su espalda y ahora estaba abandonándose al deseo de hablar con el enemigo y de cómo éste lo hacía sufrir sin saber de él por meses.

No podía pensar en qué dirían sus amigos cuando supieran de su debilidad y cobardía por no enfrentarse al dilema que se le presentaba.

"En nada, Voldemort" dijo Harry con un tono de tristeza.

"¿Por qué no puedo creerte, Harry? ¿Por qué me da la impresión que quieres evitarme? ¿Acaso sientes culpabilidad por algo? No tienes porqué. Sigues los deseos de tu corazón y eso no se lo puedes negar a él, no ahora que estás tan cerca de llegar a comprender, Harry. No quiero que me abandones ahora que comienzas a entender quien te quiere en verdad y quien te apoya y ayuda. Verdaderamente, no creo que tú desees otra cosa que no sea tu felicidad, bien te la mereces. Por años te fue arrebatada y lo sé. Algo tengo que saber después de todo con la "legeremmancy", ¿no crees, Harry?" dijo Voldemort... Su tono era ¿dulce? ¡Cómo podía tener dulzura esa voz!

Pero esa dulzura... era... ¡Merlín! ¿¡Qué le estaba ocurriendo!? ¡Le había gustado ese tono de voz!

Un sollozo escapó de sus labios y las lágrimas que había estado reprimiendo, fluyeron libremente recorriendo sus mejillas sin consuelo. Se sentía mal, enfermo. Se sentía todo un traidor. Estaba siendo consciente de lo que le estaba ocurriendo y también que estaba traicionando a sus padres y a Sirius que dieron su vida por él, pero a la vez no quería evitar lo que estaba sintiendo.

"No llores pequeño, deja de luchar, deja que tu corazón te guíe, sabes que no puedes luchar contra él y si lo intentas te dañarás. Es sencillo. Deja que la magia fluya, deja que tu corazón mande. Deja la razón de lado, deja que te invadan las sensaciones, deja que tus heridas curen y que la emoción de amar se desenvolupe en ti. Te amo, Harry y sé que poco a poco vas a dejar de luchar y comenzarás a aceptar tus sentimientos" dijo Voldemort y eso hizo que Harry se estremeciera y que se sintiera aún peor porque sabía que Tom tenía razón.

"¿Por qué tienes siempre razón, Tom?" susurró Harry apenado.

"Porque te comprendo Harry, porque he vivido casi lo mismo que tú y porque los sentimientos no pueden ser reprimidos y tarde o temprano explotan" dijo Voldemort dulcemente.

Harry se abrazó las piernas y apoyó su cara en sus rodillas y lloró. Lloró de impotencia al saber que no podría luchar, lloró porque no quería convertirse en lo que fue Pettegrew, no quería convertirse en un traidor, no quería enamorarse del asesino de sus padres y su padrino. Pero sabía que si intentaba luchar se dañaría, sabía que si intentaba lo más mínimo de negar lo que sentía enloquecería y ya nunca podría volver a ser el mismo Harry de siempre aunque sabía que no lo sería jamás.

Se había enamorado de la persona equivocada y las cosas que le estaban sucediendo eran imposibles de reparar, era tarde. Ahora no había vuelta atrás. Ya nunca sería aquel chico que fue, ya nunca podría mirar a la cara a sus amigos y llamarlos 'amigos'.

Estaba claro que su destino era sufrir, por mucho que se empeñara en querer ser feliz, por mucho que quisiera que sus padres y Sirius se sintieran orgullosos de él, ya no podría ser. Sería un pobre infeliz al cual han marcado para ser exterminado para no ser un niño y ahora tampoco un adolescente.

Jamás creyó que algo así pudiera sucederle y ahora... Todo ocurría con una rapidez que ni el mismo Merlín podría haber imaginado ni predicho.

Tan pronto como había empezado el llanto, había acabado. Se levantó del césped.

"Espero volver a hablar contigo, m-mi Lord" las palabras surgieron tan repentinamente que ni él mismo pudo evitarlo, entonces echó a correr dentro del castillo. Fue al Gran Comedor quitándose como pudo, los restos de lágrimas y al llegar a su habitual sitio, no tenía hambre. Un nudo en el estómago producía que éste estuviera fuertemente cerrado y si intentaba ingerir algo, estaba seguro que al cabo de nada lo echaría todo fuera.

Le dijo a Hermione que iba a por la mochila y salió del Gran Comedor.

Los ojos de Dumbledore siguieron al ojiverde y con posado serio lo observó. Algo le estaba ocurriendo a Harry y estaba casi seguro que no era muy bueno. No había tocado la comida y se había ido tan deprisa como había llegado. Algo no andaba bien, nada bien, para ser francos con uno mismo.

En la primera clase, Harry no apareció. Hermione estaba seriamente preocupado por su amigo, pero Ron no decía nada. Ella estaba casi segura que algo había ocurrido esa mañana, pero Ron se negaba a hablar. No quería pensar que Harry se estaba abandonando, que se estaba rindiendo y que quizá no guardaba esperanza para sí mismo. ¡Era absurdo!

Harry no apareció en todo el día. Hermione estaba histérica. Ron por fin le había contado que habían discutido y que Harry había dicho muchas barbaridades antes de irse del dormitorio sin tan siquiera mirar atrás. Estaba claro que algo alteraba a Harry, pero, ¿el qué?

Harry había salido a los terrenos y comenzó a caminar hacia las puertas que daban acceso a los terrenos de Hogwarts. No sabía dónde ir, pero quería estar lejos de ahí, había traicionado a sus amigos y sabía que éstos nunca lo perdonarían. De sobra sabía el carácter de Ron y también el daño que le haría a Hermione y Ginny... Ginny era la menor de los Weasley, aunque no lo quisiera admitir, aún estaba enamorada de el y eso lo hería profundamente, porque ahora sabía que ella no sería correspondida.

Pensó también en Cho... La chica que en los dos anteriores cursos le había gustado y que ahora jamás podría decirle que la amaba, porque simplemente su corazón pertenecía al que por años había sido su enemigo jurado desde mucho antes de su nacimiento.

Pronto salió de Hogwarts e inconscientemente fue a la cueva en la que en el cuarto año, su padrino, Sirius, se había escondido para tenerlo cerca.

Se sentó apoyando la espalda en la pared de la cueva y sin quererlo se quedó dormido.

Cuando Hermione acabó de cenar miró ceñuda a Ron y se levantó de la mesa y le dijo a Ron:

"Voy a hablar con Dumbledore, debe saber de la desaparición de Harry. ¡Podría pasarle cualquier cosa!" Ron ni se inmutó. "¡Ron!"

"¡Qué! ¡Él lo dijo bien claro! ¡A la mierda con todo! Si esa es su decisión, yo no seré quien le impida nada" dijo Ron cruzándose de brazos. Una mirada de Hermione bastó para que se levantara a regañadientes y siguiera a su amiga hacia la mesa de profesores.

Cuando los profesores vieron que los dos Gryffindor se acercaban callaron. Hermione supo entonces que estaban hablando de Harry.

"Buenas noches, Hermione, Ron" dijo Dumbledore gentilmente mirando a ambos muchachos.

"Buenas noches, profesor" dijeron ambos agachando la cabeza con respeto.

"¿Ocurre algo?" preguntó Dumbledore pacientemente.

"Verá profesor... Es sobre... Harry. No ha aparecido en todo el día y estoy preocupada. No sabemos dónde está y lo buscamos por todo el castillo y tengo el presentimiento de que no se encuentra en Hogwarts. No sé lo que lo altera, pero desde el principio de curso que está distante. Casi no habla con nosotros, ha bajado en el quidditch y a menudo no duerme en la torre Gryffindor. Sea lo que sea lo está cambiando de manera soberbia y creo y espero equivocarme, que es debido al que-no-debe-ser-nombrado, señor" dijo Hermione, la voz le temblaba levemente y su cara era de preocupación absoluta.

"Sí, ahora me lo comentaban vuestros profesores. Esta misma noche pondré en marcha a la Orden para que lo busque y lo traiga de regreso a Hogwarts. Con suerte no estará muy lejos"

"Gracias, señor. Otra pregunta" dijo la chica.

"¿Sí, señorita Granger?" respondió el director.

"¿Podríamos colaborar en la búsqueda? Eso me quitaría bastante la preocupación"

"Bien. A las diez en la entrada, allí la orden y yo les estaremos esperando" dijo Dumbledore con una sonrisa de oreja a oreja.

"Gracias, profesor, profesores" dijeron ambos muchachos agachando la cabeza de nuevo.

Ambos se alejaron de la mesa alta y se dirigieron a la Torre Gryffindor. Ahí y mientras llegaban las diez, Hermione y Ron se pusieron a hacer las tareas. Pero la muchacha pronto renunció. Su concentración estaba en otra parte, pensando donde podría estar su amigo y si estaría bien.

Cuando tan sólo faltaba un cuarto para las diez, Ron y Hermione salieron de la Torre Gryffindor y se dirigieron a la entrada del castillo. Allí encontraron a Dumbledore con Remus, Tonks, Moody y Mundungus esperándoles.

"Buenas noches" les dijo el director.

"Buenas noches" dijeron ambos.

"¿Quién fue el último en verle?" preguntó Remus impaciente.

"Yo" dijo Ron.

"Bien..." comenzó Dumbledore "Remus, ¿dónde podría estar? Tú le conoces bastante..."

"Mmm... No sé. ¿En Hogsmeade?" dijo dubitativo.

"Para comenzar estaría bien. Alguien deberá ir a las afueras del pueblo, puede que se haya dirigido ah

A Hermione se le encendió entonces la cara. ¡Claro! Tenía que haber ido ahí...

"Remus, ¿puedes venir conmigo? Ron tu ve con Dumbledore, Tonks y Moody" dijo la chica.

"Está bien Mione, si lo encontráis mandad chispas verdes" dijo Ron.

"Lo mismo decimos"

Entonces todos partieron en busca de Harry. Hermione estaba casi segura de que estaría en la cueva en la que Sirius residió en el cuarto año. Era un sitio tranquilo y nadie pasaba por ahí.

"¿Hermione?" dijo Remus.

"¿Sí?" contestó Hermione sacando la varita y pronunciando el hechizo para dar luz.

"¿Adónde vamos?

"A la cueva en la que Sirius se escondió durante el tercer y el cuarto año en Hogwarts para observar de cerca de Harry" contestó ella simplemente.

"Oh... Muy aguda, sí señor" dijo Remus con un deje de tristeza en la voz.

Aquella cueva le traía tantos buenos, pero a la vez malos recuerdos... Ahí fue donde Sirius se le declaró en sus tiempos de Hogwarts y las primeras relaciones íntimas fueron consumadas en aquella cueva. Para él, aquella cueva no tenía precio.

Era tanto el dolor, que estuvo a punto de comenzar a llorar y a sollozar, pero no quería preocupar a la muchacha e hizo cuanto pudo para reprimir el llanto.

Poco a poco se fueron acercando a la cueva y cuando aproximadamente estaba a uno o dos metros vieron luz en la cueva, como si alguien residiera ahí con un pequeño fuego encendido. A Hermione se le iluminó la cara.

Comenzó a correr, pero antes de que pudiera llegar alguien se le materializó delante. Un hombre de grandes dimensiones vestido con una túnica negra. Su cabello era largo y negro y sus ojos... ¡sus ojos eran totalmente rojos como la sangre! ¡Merlín!

En un abrir y cerrar de ojos un maleficio paralizador le dio a la muchacha y otro aturdidor al licántropo. Hermione comenzó a chillar histérica.

"¡HARRY! ¡HARRY! ¡MERLÍN, HARRY! ¡HARRY HUYE! ¡HARRY VO-VOLDEMORT! ¡VOLDEMORT ESTÁ AQUÍ, HUYE!"

Pero entonces, Lord Voldemort entró en la cueva y al salir llevaba al muchacho entre sus brazos. "¡Oh, no! ¡Déjale en paz! ¡HARRY DESPIERTA! ¡HARRY, POR MERLÍN!" chillaba la chica, pero era en vano, Harry estaba débil por la falta de comida. Tenía sus bracitos alrededor del cuello de aquel hombre de piel pálida, ojos completamente rojos y rasgos casi reptiles.

Harry abrió levemente los ojos y al verse en brazos de aquel que durante mucho tiempo tan sólo pudo oír sonrió y un leve rubor apareció en su cara. De repente escuchó los gritos de Hermione:

"¡HARRY! ¡POR FAVOR HARRY, DESPIERTA! ¡ES VOLDEMORT!" decía la chica.

"Tom, por favor. Déjala ir... Ella no tiene nada que ver..." dijo entre susurros Harry hundiendo su cara en el pecho del hombre. Hermione se quedó petrificada allí mismo al ver el comportamiento de Harry.

"¿Es lo qué quiere, mi ángel?" preguntó Voldemort.

"Sí, por favor" dijo Harry con lágrimas mojando la túnica de Voldemort. Con una mano le acarició la cicatriz que disminuyó el dolor de ésta y sintió como el Lord deshechizaba a Hermione y que le decía que Harry estaría bien y que cuando se hubiese recuperado le invitaría a volver a Hogwarts, pero que esa parte lo tendría que decidir el chico.

Después, Voldemort formó un traslador y ambos desaparecieron.

Hermione utilizó el contramaleficio para despertar a Remus, aunque a duras penas, ya que las lágrimas corrían sin descanso por sus ojos y ayudando al licántropo fueron a Hogsmeade, en donde encontraron a Ron, Tonks, Dumbledore y Moody.

Hermione cayó entonces de rodillas llorando amargamente. Ron se acercó a ella preocupado y le preguntó con delicadeza por Harry.

"Vo-Voldemort... se lo llevó... Dijo... dijo que estaría bien y que lo cuidaría hasta estar recuperado y que entonces le daría la opción de volver, pero que dependía de Harry el querer o no volver con nosotros. ¡Ha-Harry!" ahora la muchacha lloraba en los brazos de Ron y comprendió que ella lo amaba más que como un simple amigo. Lo amaba... Y entonces comprendió lo que a Harry le ocurría.

"¡Dumbledore! Quiero la verdad, ahora. ¿Harry acabó sus clases de "Occlumency"? ¿¡Consiguió cerrar su mente el pasado año!?" preguntó Ron severamente mirando a los ojos azulados ocultos por las gafas de media luna del anciano temiendo saber la respuesta.

"No. Severus lo echó de su despacho una noche en que Harry escudriñó el pensadero de Snape" dijo Dumbledore evitando la mirada del pelirrojo.

"¡MALDITO SNAPE!" dijo a gritos. Cogió a Hermione en brazos y se la llevó al castillo. La llevó a la enfermería y cuando la señora Pomfrey le subministró una poción tranquilizante y una poción para dormir sin soñar, salió de allí y se dirigió al despacho de su Profesor de Pociones.

Irrumpió en él y al ver a Snape sentado tras su escritorio fue hacia él y le pegó un puñetazo que le partió el labio.

"¡IMBÉCIL! ¿SABE QUE HA OCURRIDO POR CULPA SUYA? ¿SABE QUÉ LE HA OCURRIDO A HARRY POR SU MALDITO ORGULLO SLYTHERIN?"

Snape restaba aturdido, no sólo por el golpe que le había propinado su alumno, sino también por lo que le estaba diciendo, más bien recriminando.

"Creo, Weasley, que esa no es manera de entrar en un despacho de un Profesor y propinarle un golpe" dijo gélidamente Snape por toda respuesta.

"¡Y TANTO QUE ES MANERA! ¡LO ES CUANDO POR SU CULPA HARRY HA SIDO ENVENENADO POR CONVERSACIONES DESDE LA "LEGEREMMANCY" Y DESPUÉS SECUESTRADO POR EL-QUE-NO-DEBE-SER-NOMBRADO ANTE LAS NARICES DE SU MEJOR AMIGA Y DE SU SEGUNDO TUTOR! ¡POR CULPA DE NO QUERERLE DAR CLASES DE "OCCLUMENCY"! ¿SE DA CUENTA DEL PELIGRO QUE CORRE MI AMIGO AHORA?"

----------------------------------

¡Hola!

Pues bien, ¡aquí estoy de nuevo y con el cap. 3 acabadito!

Espero que os haya gustado y siento no haber contestado los reviews del 1er capítulo en el segundo, pero es que cuando los recibí ya lo había colgado, aunque en fanfiction no lo tuvieran a la vista de los que no me tenían en la lista de autores.

En fin, espero que sigáis leyéndome y que cada vez esté más interesante, aunque puede que esté yendo demasiado deprisa, que conmigo no sería de extrañar... ;-;

Quiero que sepáis que es todo un honor escribir este fanfict, porque sé los pocos que hay de esta pareja... A mí ya me cuesta encontrarlos... :'-( Así que, espero que lo disfrutéis al máximo y que lo saboreéis porque no sé si vaya a escribir otro de esta parejita, pero probablemente sí lo haga, creo que los veo tan dulces que me enganché... XD.

A lo dicho, gracias y... ¿Qué tal un reviewcito, ah?

Besotes.

Jaen Snape

Suma Sacerdotisa de la Orden de las Mortífagas

Miembro de la Orden Draconiana

Miembro de la Orden Severusiana

Miembro de la Orden Remusiana

Miembro de la Orden Potteriana