ROSAS NEGRAS
(
por Jaen Snape)

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino que son propiedad de JK Rowling. No los utilizo con ánimo de lucro, sino más bien para que los lectores de estas maravillosas webs os divirtáis y comentéis. Tampoco gano nada con esto y evidentemente, yo no soy Jo, si lo fuera no estaría aquí escribiendo esto, sino que estaría en mi estudio acabando el libro 6.

Advertencias: Este fic contiene SLASH (relación CHICO/CHICO) Sino te gusta este género, mejor no sigas leyendo. Así mismo, aviso que va a ser ANGST y que si padeces del corazón, mejor no sigas leyendo, aunque supongo que avisando desde el capítulo 1 ya lo tendrás asumido. Aún así, no pierdo nada al avisar.

Pareja: Harry x Tom (Voldemort); Draco/? (será una sorpresa en honor a 'Contraluz')

Rating: R

Summary: SPOILER's 5º Libro. Cuando sabes que alguien te ha dañado profundamente cuando te arrebató a tu familia, pero por otra parte te daña estar al lado de alguien que durante años te ha estado mintiendo... Mientras alguien te envenena la mente. ¿Podrías enamorarte del asesino de tus padres? SLASH V/HP.

NdA: ¡Hola a todas!

Aquí estoy de nuevo junto a todas vosotras y con un nuevo capítulo de Rosas negras y espero que sigáis tan fieles como hasta ahora, porque os prometo que las cosas van a ir mejorando y a ponerse más interesantes a medida que vayan pasando los capítulos, pero tampoco puedo descartar vengarme de lo ocurrido en cierto reto conjunto.

No me pasé tres malditas horas en unos tres párrafos para que ahora me hagan lo que me han hecho. No señor.

Ya dicen que la venganza se sirve mejor fría, pero yo no puedo esperar. Yo en ese fic no haré nada, pero hay alguien que acaba de empezar a leerse los capítulos y os prometo que os llevaréis una GRAN sorpresa en algún capítulo y que conste que no tengo nada que ver.

En fin creo que me estoy desviando demasiado del tema y además revelando demasiado.

Por cierto, querría comunicar a las miembros de la Orden de las Mortífagas que estoy intentando confeccionar otro reto para obtener puntos extra.

De momento sólo diré eso y espero la máxima participación por vuestra parte, Voldiepooh os recompensará bien por ello. Serán puntos extra, no muchos, pero serán una ayudita para ayudar a subir de rango.

En fin. Besotes y a ver que sale en este capi.

Besotes.

Respuestas a los reviews:

vampy-weasley: Hola

Lo sé. Pero creo que entre akane y yo te vamos a pervertir… Jejeje

Me alegra saber que te he picado y que ahora tendrás que seguir leyendo jaen sonríe de manera malévola mirando con ojos de perrito abandonado a Vampy

Besotes y sigue leyendo.

Izzy Y. Black: Hola

¡Me alegra saber que te gustó!

Y no lo has visto de mal humor... tampoco te lo recomiendo :-S

Yo lo odio en mi fic y creo que comienzo a despreciarle... POR MERLÍN A CUALQUIER COSA LE LLAMAN SANGRE LIMPIA... No te preocupes, sufrirá (risa malévola)

¿En serio te sorprendí con Percy? Bueno, creo que siempre ha querido poder y en cuanto papi le prometió obtenerlo y se lo presentó en bandeja de plata no lo pudo rechazar… Yo también lo he visto en esa condición en algún que otro fic... pero no me acuerdo en cuales...

Jejeje. Es que tenía que poner a Voldie en plan romanticón...estoy un poquito cansada de que todo el mundo ponga de débil a Harry... Algo de Dark tenía que salir de lo que Voldie le pasó aquella noche de Haloween... ¿no?

Bueno, aquí estoy de nuevo Izzy y espero que me sigas leyendo y la próxima vez puedes extenderte cuanto te apetezca, a mí, cuanto más largo más me gusta el review. Lástima que tuvieras sueño... Pero mejor tenerlo que no que te falte. Jejeje.

Eso espero, ahí estaré yo para contestarte a las dudas que tengas sobre la Orden, que tu contador de puntos no puede seguir a 0.

Besotes y sigue leyendo.

Anita Puelma: Hola

Sip... Pobre de él... y eso que sólo quería decírselo a la comadreja y a la sangre sucia... Pero ya ves, tuvo que hacer el papelón delante de toooooodo Hogwarts. Pobre Harrito mío ToT

Yo no lo diría tan alto Anita... porque recuerda lo que pensó...«Ambos sabían que nada eran sin el otro, en cambio algo le decía a Ron que no podría confiar en la palabra de su amigo nunca más.» Y no lo ha hecho exactamente... Muajaja.

Jajaja. Es que para Voldemort, Harry es como un bebé asustado por las verdades reveladas en sus anteriores sesiones de Legeremmancy. ¿Sólo a una teleton? Yo diría que necesitarías más de una, por lo visto te autojuzgas mentalmente.

Besotes y sigue leyendo.

Ni€a: Hola

Jejeje. Me alegra saber que lo encuentras interesante... en verdad lo está.

Lo sé, a mí me dolió como si me lo mandara a mí, pero lo creí necesario ToT A mí, personalmente, si te soy sincera... NO. Pero era para darle un puntito de dramatismo al capi.

Siento decir que entre Tom y Harry no habrá mucho... Me dediqué más a Harry que a Voldemort, el próximo capi será más dedicado a Tom.

Además de la pequeña sorpresita de Draco... Prepara bien algunos buenos psicólogos, los necesitarás y tampoco vendría mal algún doloroso maleficio para mí y las creadoras del reto de El Rincón del Slash "Contraluz". Mejor ni preguntes (sin comentarios ToT) Jaen se esconde en su refugio para esperar lo peor o.o

Besotes y sigue leyendo.

Dedicatorias: Este capítulo va dedicado a mi fiel beta: Di Malfoy. También con especial agradecimientos a Anny Pervert Snape porque sin ella lo que estoy a punto de escribir no hubiera sido posible. A Earwen Zabini porque quizá aquí acabe de matarte y espero que sepas tener la misericordia que papi no tendría. También a Ali y María porque muchas veces les he pedido ayuda cuando más faena tenían. A mi queridísima hijastra Vimpela porque sin ti no hubiera sabido de tu existencia. A Parvati Blossom y a Naleh por betearme el capítulo anterior cuando mi fiel Di no pudo estar. A Vampy y Akane ya que esas dos han sido unas grandes amigas. También a la cruel Lanthir que me ha dado el peor susto de mi vida con separar a mi osito Gryffindor y a mi Dragón Slytherin y justo la semana de mi cumpleaños. A las mortífagas y mortífago de la Orden de las Mortífagas por estar ahí e intentar dominar a MI Severus. A Vampy Weasley, Akane Malfoy y Earwen por comenzar con el proyecto de la Orden de las Mortífagas. A mi papi, Lord Voldemort porque sin tu existencia papi, este fic no podría ser llevado a cabo. Y como no a Severus Snape que es quien me despierta mi lado más Lemmon.

Chapter 5
«¡Maldito hurón!»

Las cosas parecían haberse acabado calmando en Hogwarts, aunque los murmullos aún seguían a Harry Potter por todo el colegio y no se sentía incómodo por ello, sino que más bien aliviado. Nadie parecía atreverse a dirigirle ni una pequeña burla y eso le hacía un niño feliz, como cualquier otro chico de Hogwarts. Por lo menos le dejaban hacer su propia vida.

Dumbledore, nunca apartaba de su vista, del ex "niño de oro" y eso ponía a Harry, a menudo, de mal humor. No le gustaba que el vejete le vigilara constantemente.

Podía ser que desde que se le enfrentó, Dumbledore estuviera más desconcertado que nunca y eso le alegraba, así aprendería ese imbécil manipulador, a no intentar imponerle las cosas. Era más libre ahora, se sentía vivo de nuevo y podía pensar que las cosas estaban a su favor.

Ahora tenía a alguien que velaba por él y que le amaba, aunque pudiera ser un asesino, había comprobado que poseía más corazón que quien creyó un hombre bueno. Pero resultó ser completamente al revés.

Harry estaba completamente seguro que lo único que Albus Dumbledore quería era poder y podría poner una mano en el fuego y no quemarse que le encantaría ocupar el lugar que Cornelius Fudge ejercía.

Ahora era cuando más unido se encontraba con Ron y Hermione y los tres pasaban largas horas hablando sobre los temas que en clase habían dado ese día.

Hermione les explicó la duda que los dos muchachos tenían sobre una de las batallas entre gnomos y trolls que hubo a principios del siglo XV al norte de Inglaterra. Poco después, Ginny se añadió a la ferviente discusión sobre los hinkypunk y también en qué se convertiría un boggart ante ellos.

Poco después bajaban los cuatro a comer al Gran Comedor, donde se sentaron un poco alejados de los demás. Harry pensaba en qué poner en la carta que esa noche le iba a mandar a su amante. No tenía claro el tenerle que contar lo que Malfoy había hecho por él y lo que le tuvo que hacer, pero debía contarle lo de Dumbledore, eso lo tenía claro.

Pero pronto fue sacado de sus pensamientos. Ron y Hermione volvían a discutir, para no perder la costumbre. Harry no les hizo caso. Terminó de comer y les dijo que debía ir a la Sala Común para terminar sus deberes.

Se levantó de la mesa, echó una rápida mirada a la mesa de profesores, cruzando su mirada con la azul del viejo Director, alzó la barbilla en pose orgullosa y salió del Gran Comedor.

Poco a poco se fue dirigiendo a su Sala Común. Pero sintió que alguien lo seguía. Se paró en seco y se dio la vuelta para ver quien era.

No se sorprendió mucho al ver que era Draco Malfoy quien lo perseguía.

Éste último llegó hasta donde Harry permanecía quieto. Sin previo aviso lo estampó contra la pared y le besó. Harry forcejeó y de un empujón lo apartó de él.

"Esto para que sepas, Potter, para devolverte el beso robado del primer día" con estas palabras, Draco Malfoy se dio la vuelta y se fue.

"¡Maldito hurón!" pensó Harry furioso.

Con pasos más acelerados llegó hasta el cuadro de la Señora Gorda y dijo la contraseña.

Entró y se sentó en una de las mesas dispuestas en la sala. Allí, cogió su mochila, sacó un trozo de pergamino, la pluma y el tintero.

Diez minutos más tarde, volvía a salir de la Sala Común e iba a la Lechucería. Le entregaba la carta a Hedwig y salía de allí.

Cuando volvió, encontró a Ron y Hermione sentados en dos butacas. Harry se acercó a la mesa en donde tenía sus cosas esparcidas, sacó sus tareas y se puso a hacer los deberes.

Tanto Ron como Hermione no paraban de mirarle. Harry comenzaba a ponerse nervioso, pues sentía los ojos clavándosele en la nuca y eso no le gustaba, ya que quería sentirse libre de dar explicaciones, sin que nadie le pidiera nada y que no esperaran más de él.

Se dio la vuelta para encarar a sus amigos, pero éstos ya no le miraban, así que se dio de nuevo la vuelta y rebuscó entre el montón de libros encima de la mesa. Cuando encontró un párrafo que podía servirle, mojó la pluma en el tintero y escribió sobre el pergamino.

Pronto tuvo la tarea de Encantamientos lista. Apartó los libros, guardó el pergamino, tapó el tintero y guardó todo de nuevo en la mochila.

Se levantó, dio las buenas noches a sus amigos y subió a su dormitorio. Ese día había sido duro y se sentía cansado.

En cuanto tocó las sábanas se quedó totalmente dormido y de nuevo, aquellos sueños que en un principio habían sido incómodos y perturbadores, ahora eran hermosos y al fin, placenteros.

· DREAM ·

Se despertó. Hacía frío, en cambio, unos fuertes brazos le daban un calor indescriptible. Se sentía bien, capturado posesivamente por aquellas pálidas y grandes extremidades que lo sujetaban por la cintura.

Una sonrisa apareció en su rostro, al igual que un ligero rubor al descubrir que estaba desnudo. Pronto sintió la piel de su amante, también desnuda, contra la suya y al levantar la cabeza, unos pequeños, pero hermosos, ojos rojizos le devolvieron una inquisidora mirada.

Su sonrojo aumentó de una manera violenta. Sabía que no tenía porqué cohibirse, pero siempre le ocurría en los momentos menos pensados y más cuando sabía que su pareja lo estudiaba y lo observaba. La sonrisa fue en aumento mientras que el otro se divertía pensando que debía hacerlo sonrojar más a menudo.

"¡Tom!" dijo Harry con tono enojado, pero divertido a la vez.

"Te veo hermoso cuando te sonrojas, ángel" recibió como respuesta.

"¡Merlín!" contestó Harry enterrando su cara en la almohada.

Voldemort emitió una sonora carcajada. Harry levantó la cabeza fingiendo enojo y el adulto le acarició la mejilla aún riendo. El muchacho sonrió y se lanzó contra el adulto, quien no esperaba esa reacción y aún rió más.

Harry era feliz haciendo reír a su amante y el adulto era feliz viendo aquellas esmeraldas brillar como nunca lo habían hecho, puesto que brillaban de felicidad y de alegría.

Se enfrascaron entonces en una sonora guerra de risas y cosquillas de la que acabaron casi exhaustos

Voldemort estaba sobre el chico, mientras éste intentaba recuperar el aliento.

Un fugaz beso hizo que Harry respondiera a ese gesto acariciando aquel rostro joven que tanto había estudiado con el tacto durante interminables noches de insomnio, de las cuales sólo lograba pensar qué hubiera sido su vida sin aquél que acariciaba en aquellos momentos.

Otro beso interrumpió sus pensamientos y lo llevó de nuevo junto al adulto.

Voldemort comenzó a desabrochar el pijama de su amante, provocando que al muchacho se le acelerara el pulso y la respiración. Una lluvia de besos, inundó el pecho del más joven, mientras que una leve presión bajo los Boxers de ambos hombres comenzaba a darse paso.

Aunque Harry lo deseaba fervientemente, casi febril, no podía, el sexo no le daba miedo, más bien respeto. Una vez estuvo a punto de recibir un cruel castigo por parte de Tom y aún recordaba aquello.

"Tom... por favor... Aún no..." dijo Harry aterrado.

"Harry... yo... Lo siento. Está bien. No deb" se disculpó Voldemort volviendo a abotonar la camisa del pijama del joven y cubriéndole de besos la carita aterrorizada.

"Lo siento... Yo... Aún recuerdo aquella vez y... ¡Merlín! Yo quiero... pero me aterro. ¡No puedo!..." dijo Harry comenzando a llorar y a sollozar.

"Ya pasó, Harry. Comprendo, fue mi culpa. Me cegué. Esa noche, Malfoy me hizo enfurecer y los celos me cegaron más de lo que imagin" dijo Voldemort atrayéndole a él y abrazándolo.

Harry se acurrucó en el adulto pecho y suspiró. Comenzaba a invadirlo una calma que sólo aquellos fuertes brazos podían proporcionarle.

· END DREAM ·

Era la mañana del primer día de vacaciones de Navidad. Harry se quedó en el castillo, ya que no quería ni pensar en ir a casa de los Dursley, sabía que lo detestaban y él tampoco estaba dispuesto a estar ahí durante dos semanas.

Ron se había ido a la Madriguera y Hermione a casa de sus padres para ir a ver a su abuela, que hacía poco había tenido que ser intervenida de un ataque al corazón, así que, el Gryffindor se había quedado prácticamente sólo en el castillo, salvo por algunos compañeros de casa de primer y segundo curso y algún que otro Hufflepuff y Ravenclaw.

Aquella mañana se levantó sonriente y de muy buen humor. Se vistió y salió a los nevados terrenos de Hogwarts. Ahí pudo vislumbrar el helado lago. Se acercó y se sentó cerca de la orilla. Se sentía feliz al poder contemplar las extensiones del castillo Hogwarts nevadas y no pudo evitar pensar que le encantaría pasear por aquellos fantásticos lugares junto a la persona que amaba, pero, pronto dejó de pensar melancólicamente para levantarse y seguir su paseo que lo llevó hasta la cabaña de Hagrid, quien estaba en aquellos momentos debatiéndose con un hambriento Fang que le estaba intentando arrebatar el enorme plato de comida que el semi-gigante llevaba con él.

"Buenos días, Hagrid" dijo alegremente Harry al llegar al lado de su amigo.

"Oh, Harry, ¡buenos días! ¡Fang! Espera, ahora te lo doy, pero estate tranquilo" dijo Hagrid. "Es imposible. Siempre hace lo mismo".

Harry soltó una carcajada.

Hagrid le entregó a Fang su comida e hizo entrar a Harry en la cabaña. Preparó un té y los dos se sentaron en la mesa.

Ambos comentaron las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas que llevaban hasta ese día y también de la de veces que Hagrid tuvo que hacer callar las impertinencias del rubio Slytherin en alguna de sus clases.

Las horas les pasaron volando y cuando quisieron darse cuenta, la hora de la comida se les había echado encima, así que se levantaron y salieron de la cabaña y juntos (más bien, Harry corriendo para atrapar al semi-gigante) se dirigieron al castillo.

Hagrid era uno de los pocos que no le guardaba rencor por sus sentimientos hacia el Dark Lord, cosa que agradecía, puesto que desde el primer día que conoció al semi-gigante mantuvo con él una bonita amistad que le hubiera dolido tener que romper por culpa de su joven e inexperto corazón.

Como era ya habitual, las mesas habían sido reemplazadas por una sola, en la que había unos pocos profesores y alumnos, entre esos alumnos de Gryffindor también se encontraba Neville Longbottom.

No se sorprendió al ver que Draco Malfoy se había quedado a pasar las navidades en Hogwarts. Estaba seguro que Lucius Malfoy debía estar atareado en alguna misión para Voldemort y Narcissa Malfoy... esa mujer debía ser demasiado cínica y solitaria para hacerse cargo de su hijo durante las vacaciones.

Cuando la comida hubo terminado, Harry se dirigió a la biblioteca, en donde buscó algún libro de lectura y algunos libros para las tareas de vacaciones.

Sin darse cuenta, se encontró con Malfoy, quien también buscaba algunos libros para las tareas de vacaciones como él. Apenas sí se saludaron. Harry recogió el último libro y antes de salir le dirigió una mirada casi asesina a su archienemigo.

Cuando llegó a la Sala Común, depositó todos los libros sobre una apartada mesa y se puso a sacar sus cosas y a comenzar por la complicada tarea de Pociones.

Una hora más tarde paraba un rato de realizar las tareas y cogía la lectura que el profesor Binns les había dicho que leyeran para después de las vacaciones comenzar con el tema de la rebelión de Banshees en el siglo IX.

A pesar de que la lectura era aburrida, no podía sumergirse de nuevo en el aburrido trabajo de Adivinación. No entendía cómo no había dejado la asignatura tal y como Hermione hizo en el mismo año en la que la cogieron, pero ahora era demasiado tarde para salir de aquella clase para meterse en otra.

En cierta manera, las Banshees eran interesantes, eso sí, fuera de la clase del profesor Binns, en donde más que clase, dormían o se enteraban de nuevos y difundidos chismes.

Dobló la esquina superior del libro y lo dejó apartado. No podía continuar la lectura, no por el momento. Un tremendo sueño lo había invadido. Se levantó del sillón en el que se había sentado para leer, se estiró y desperezó y volvió de nuevo con el trabajo de Adivinación.

Neville se acercó a Harry y le pidió ayuda con la tarea de Pociones y con alivio, Harry dejó de escribir sobre la telequinesia y se dirigió hasta donde Neville tenía sus cosas esparcidas.

Comenzaron entonces con la tarea de Pociones, que no era tan complicada como al principio les había parecido, cuando se les fue encargada. Sorprendentemente, Neville entendió con facilidad lo que Snape les había propuesto y Harry estuvo contento de que lo entendiera y después se pusieron juntos a hacer la tarea para la Profesora Trelawney.

Neville pronto se levantó y se fue a dar un paseo.

Draco Malfoy estaba aburrido, en su Sala Común, tan sólo había dos chavales de primer año que no paraban de jugar al ajedrez mágico a gritos y cuando se cansó de sus aullidos se levantó y se fue de allí.

No aguantaba tenerse que quedar ese año en Hogwarts. Su padre estaba "trabajando" y su madre había planeado una inmensa fiesta con todas sus estúpidas amigas superfluas. Por supuesto, él no quería ni verlas y a la vez, sabía la poca estima que ésta le procesaba.

Se puso a pasear por los pasillos desiertos del castillo. Por la cabeza le rondaba un Gryffindor. No sabía cuanto tiempo hacía que aquél se había instalado ahí, pero poco le importaba, lo que tenía claro es que una extraña atracción le atraía a él y poco pensaba en otras cosas.

Podía sonar estúpido, pero Longbottom tenía un encanto innato que lo hacía intentar acercarse a él, pero al ver el rostro aterrado del chico, su orgullo de serpiente saltaba y hacía que se burlara de él, aunque le dolía tener que hacerlo. Las cosas eran complicadas, ya que sus compañeros de casa no le comprenderían y no podía confiar en nadie de allí.

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Neville estaba comenzando a pensar que estaba volviéndose completamente loco. Unos extraños sueños le habían comenzado a invadir, desde que pisó Hogwarts. Sueños en los que era amado por uno de los más odiados Slytherin. Draco Malfoy.

Aunque no sabía bien qué querrían significar, no podía controlarlos. Siempre acababa soñando con él y pensaba que ése también se sentía tan solo como era él y que su vida no era exactamente un camino de rosas y a menudo, le había visto más allá de la gélida mirada y aquella máscara de inexpresión.

Bien sabía él, lo dura que era la vida. Sus padres habían sido torturados hasta enloquecer. Su abuela se avergonzaba de su torpeza, y sus compañeros siempre intentaban animarlo, pero sucedía todo lo contrario.

Para añadidura, ahora, Ron, Hermione y Harry sabían que sus padres estaban ingresados en San Mungo, pero eso no le preocupaba mucho ya que sabía que con ellos el secreto estaba totalmente bajo llave, pero sí que le preocupaba el hecho de que éstos sintieran lástima de él. Era lo que más odiaba.

Sin darse cuenta se dio de bruces contra alguien y ambos cayeron al suelo.

Se quedó petrificado al ver quién había sido. Se levantó nerviosamente y se disculpó de manera exagerada.

"Lo siento, yo... ¡Merlín! Me sabe mal... ¡No te vi, Malfoy! Siento... Siento haberme cruzado en tu camino. ¡No era mi intención! Yo..."decía muy nervioso y atemorizado.

"Ya, Longbottom. No pasó nada"dijo Malfoy.

"Yo... ¿Seguro?"Dijo Neville sorprendido.

"Seguro"contestó Draco.

"Oh"

Neville le tendió una mano a Draco quien la cogió. Neville le ayudó a ponerse nuevamente en pie y miles de descargas fueron desde ambas manos de los muchachos por todo su cuerpo.

Lentamente, Draco y Neville fueron acercándose sin apenas darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Apenas centímetros separaban los labios de ambos muchachos y ni uno ni otro hacían nada para separarse, por lo contrario unieron esos labios en un beso que les hizo estremecer de arriba abajo.

Draco cogió la rechoncha cintura del Gryffindor atrayendo a éste más cerca de sí. Neville pasó sus manos por el rubio y sedoso cabello del Slytherin. (Buaaaaaaaa)

Poco a poco se separaron cogiendo el aire que en esos momentos les faltaba en sus jóvenes pulmones.

Neville estaba ligeramente sonrojado, mientras que Draco se encontraba completamente calmado y a la vez tranquilo ¿y porqué no? deseoso.

Tomó de la mano al inocente muchacho regordete y antes de echar a correr con él, le acarició con una de sus largas y pálidas manos, una de las mejillas del Gryffindor.

Llegaron a un aula en desuso y ahí el rubio volvió a besar al muchacho mientras el otro se dejaba llevar por el Slytherin.

Draco fue desabrochando lentamente la camisa que Neville llevaba mientras que éste último hacía lo mismo con la de Draco.

Poco a poco se despojaron de las ropas que de repente, les habían comenzado a estorbar.

Cuando ambos, solo llevaban Boxers; comenzó un recorrido de caricias que combinaron con fugaces besos.

La pasión se podía palpar en el ambiente de aquella aula y los dos "amantes" se encontraban tan a gusto con la compañía y caricias del otro, que apenas pensaban en sus actos.

Poco después, ambos se desprendieron de las ropas que faltaban y estuvieron acariciándose entre ambos.

Draco comenzó con la entrepierna del Gryffindor que profirió algunos pequeños gemidos, que hicieron que el miembro de Draco despertara, mientras éste hacía que el del Gryffindor hiciera lo mismo

Poco a poco los gemidos del moreno llenaron el aula, haciendo que el clima subiera. Tanto uno como otro, no podían dejar de mirarse a los ojos

Cuando Neville se cansó de ser el sometido, tomó la iniciativa aunque no era experto en aquel tipo de situaciones... Consiguió arrancarle a Draco Malfoy sonoros gemidos.

Draco alcanzó su varita y convocó el preciado potecito de lubricante que apareció por la ventana, que con un movimiento de la varita del rubio abrió y el pote pudo llegar hasta el alcance del Slytherin.

Ambos estaban muy a gusto, no sabían cómo habían podido llegar hasta aquel momento, pero ahora era lo de menos.

El rubio se colocó encima del Gryffindor y destapando el lubricante le dijo entre susurros lo que estaba a punto de hacer recibiendo una sonrisa nerviosa y algo tensa del osito Gryffindor.

"Relájate, Nev. Te prometo que seré cuidadoso y que intentaré que duela lo más mínimo" le tranquilizó Draco entre susurros.

Se untó varios dedos con el lubricante y separó las piernas de Longbottom y acarició el orificio de entrada del asustado moreno provocándole algunos pequeños gemiditos de placer.

Pronto, Neville sintió un dedo intruso introducirse en su estrecho orificio, a la vez que se sentía incómodo, le despertó un placer jamás sentido e inconscientemente movió la cadera en busca de más contacto. Pronto, dos dedos más estaban dentro de él moviéndose para prepararle para el placer de sentirse poseído.

Draco estaba considerablemente excitado. Cuando vio que el orificio estaba suficientemente dilatado extrajo con una lenta tortura de placer y gemiditos sus dedos para sustituirlos enseguida por la punta de su miembro que fue introduciendo poco a poco para que el Gryffindor fuera acostumbrándose. Cuando la tenía por la mitad la extrajo un poco y en un último empujón, consiguió meterla hasta el fondo.

Estuvo unos segundos parado para que el cuerpo de Neville asimilara aquella intrusión, pero al ver la desesperación de su amante, comenzó a mecerse en un placentero vaivén.

Neville susurraba entre gemidos el nombre del moreno, mientras que Draco jadeaba a cada embestida, una más intensa que la otra.

"Draco... ah... Draco... uh... ¡Sí, Draco...!" decía Neville.

Una pálida mano rodeó el miembro del que tenía bajo su miembro comenzando a masturbarlo al ritmo que mantenían sus embestidas, provocando que los gemidos de su amante fueran en aumento y su propio ritmo fuera intensificando.

A medida que esto iba sucediendo, Neville iba llegando a lo más alto de la cumbre del placer y de un momento a otro iba a llegar al clímax de la situación.

Efectivamente. En un último vaivén de la mano experta del rubio Slytherin se vino con un potente grito de placer mientras sus músculos se contraían provocando cierta presión en el miembro de Draco que en una última embestida se vino dentro del moreno mientras se desplomaba encima de Neville exhausto.

Ambos se quedaron largos minutos, casi interminables, abrazados.

Harry estaba en la sala común intentando concentrarse en la tarea de Transformaciones, ya que solo se aburría y tampoco tenía ganas de que nadie estuviera en esos momentos con él.

Pensaba en aquella noche en la que durmió abrazado junto a Tom en donde se sintió protegido y lejos de cualquier mal, aunque lo tenía justo encima... Durante años, Voldemort había sido para él su mal y su amargada vida, pero ahora... ahora era distinto. Él era quien le hacía calmar cuando le abrazaba, él era quien era dueño de sus besos y su corazón, ahora era él quien le podía dar lo que más anhelaba, ahora era él quien le dominaba en el buen sentido de la palabra. Era él su única razón de vivir y su único "amo" por decirlo de alguna manera.

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¡Hola!

¡Al fin con el capítulo 5! Si es que éste sí se me resistió... Más que nada por el Lemoncito que me monté... Ouch... «Jaen se refugia corriendo a su refugio y no va a salir hasta que todo el mundo haya dejado su review llevándose la PC portátil para comenzar el capítulo 6»
Vale, lo sé... Me pasé... pero... ¿Y QUÉ? Muajaja. Me salió la venita pervertida y no pude evitarlo... Siento que alguien haya quedado traumado, pero ese es el precio que han tenido que pagar algunos :-)
Espero que mandéis, amenazas, reviews, comentarios, quejas, (howlers si os atrevéis), maldiciones imperdonables (menos avadas) y lo que se os ocurra.
Besotes, cuídense y pórtense mal en todos los sentidos de las palabras.
Jaen
Suma sacerdotisa de la Orden de las Mortífagas
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la Orden Potteriana
Miembro de la Orden Remusiana