ROSAS NEGRAS
por Jaen Snape
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de JK Rowling y de todas las demás asociaciones y compañías que compraron los derechos de autor. Como tal, no gano nada haciendo este fic y por lo contrario no utilizo los personajes de esta serie con ánimo de lucro, sino para pasar un buen momento y divertirme haciendo sufrir a ciertos personajes.
Advertency: Este fic es de contenido SLASH (relación CHICO/CHICO) Si no te gusta, y aunque lo llevo diciendo desde un buen principio, mejor no sigas leyendo, y salte de aquí. También puedo decir que no creo que pueda tardar ya mucho más en postergar la tortura y posterior muerte de Karkarov... aunque no sé cómo voy a hacerlo... pero haré un esfuerzo porque esto no tenga que postergarse más tiempo. Me duele pensar que siendo escritora de fics no pueda hacer una simple tortura y una muerte de un personaje... Tendré que resignarme.
Pareja: Harry/Tom (Voldemort)
Rating: R
Summary: SPOILER's 5º Libro. Cuando sabes que alguien te ha dañado profundamente cuando te arrebató a tu familia, pero por otra parte te daña estar al lado de alguien que durante años te ha estado mintiendo... Mientras alguien te envenena la mente. ¿Podrías enamorarte del asesino de tus padres? SLASH V/HP
Respuestas a los reviews:
Maniatica Lovegood: ¡Hola!
Es que la ideita se me cruzó por la cabecita y de eso salió el sueñecito instructivo de Voldie. Lo sé soy una sádica, es que no podía salir de otra forma.
Besitos y gracias por leer.
lily evans1: ¡Hola!
¡Tú di que sí! La mente retorcidita de Voldie maquinará algo seguro.
Besotes y gracias por leer.
Niea: ¡Hola!
Como no tengo tiempo, gracias por leer... uff...
Anny Pervert Snape: ¡Gracias hijita, sí me mereces! Gracias por leer.
Liuny: Gracias por leer guapa. A la próxima prometo contestaros bien... el ciber está por cerrar. ToT
NdA: Bueno, aquí ando yo, otra vez... con todo lo que este fic conlleva, ya que, esto es más un reto que otra cosa para mí, porque en verdad es algo extraño que me decidiera al fin a escribir algo sobre los Tom x Harry. (Mera advertencia... una sorpresita para asesinarme os espera al final... Jaen corriendo a su nuevo refugio a prueba de trolls, gigantes y maldiciones)
En fin, gracias por leerme, besotes y a leer un poco, que es hora.
Besos.
&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
No podía dejar de ver aquellas imágenes, al cerrar los ojos, las veía como si él mismo fuera el chico. Le crispaban los nervios, haciendo que la vena de su sien palpitara de manera furiosa.
No podía creer que su frágil chico, hubiera sufrido tanto y desde tan pequeño, pero no era su culpa, sino culpa del maldito Dumbledore, porque sabía que aquel viejo estaba enterado del trato al que sometían al que debía ser la "salvación" del Mundo Mágico y eso le ponía tan furioso que apenas sí podía controlarse.
Pero debía hacerlo si quería no dañar a su ángel. También le afectaba el saber que tendría que esperar aún más tiempo para volverlo a tener entre sus brazos y estaba enterado de la pelea que había tenido con aquél chico... ¿Weasley? Sí, si su memoria no le fallaba, cosa poco probable. Le había dañado y eso no podía permitirlo. Sabía lo mucho que apreciaba Harry la amistad con aquel chico y ahora, cuando más los necesitaba, le daban la espalda, sólo una chica de su casa lo seguía apoyando, pero también sabía por qué lo apoyaba, ella estaba enamorada de él y parecía ser que eso agobiaba al chico, ya que como ya le había confesado, él no la amaba.
&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
Harry estaba solo, para hablar en claro. No quería la compañía de nadie y aunque la mayoría no le hablaban, Hermione, aún intentaba pasar tiempo con él. Ya no sabía cómo hacer para poder estar a solas. Intentaba ir a cualquier sitio del castillo, pero pronto aparecía la castaña e intentaba mantener una conversación que Harry no deseaba.
Ahora, quizá sí había encontrado el lugar idóneo. Era la Sala de los Menesteres y había deseado un lugar en donde tan sólo él tuviera acceso y en el cual no pudieran descubrirlo.
Por eso, cuando Hermione llegó y abrió, no vio a nadie ni nada. Volvió a salir algo decepcionada por no poder hablar con nadie, ya que, a ella también le habían dado la espalda, aunque Ron aún intentaba convencerla de que dejara a Harry, que no le convenía, que los había abandonado y traicionado y que a la vez no tenía ninguna oportunidad con él, que no la amaba y que seguro jamás la amaría.
Harry se sentía en parte mal, ya que Hermione se merecía ser feliz y sabía que Ron podría darle lo que él no le podía dar y más. No quería verla sufrir como lo estaba haciendo y en eso estaba de acuerdo con Ron, él no le convenía, no la amaba y estaba seguro que jamás lo haría, porque amaba a Tom y lo hacía con todas sus fuerzas.
Ahora lo único que deseaba era pensar y quería saber lo que deseaba, lo que sería capaz de hacer para reunirse con Tom y cómo haría para volver a su lado. No estaba seguro de poder escapar de Hogwarts, aunque por algo tenía la capa invisible que heredó de su padre, pero los pasillos, últimamente estaban aún más concurridos de vigilancia que nunca, quizá más desde su confesión en el Gran Comedor ante todos.
Tenía que planificar su huída, pero lo que sí tenía claro era que no pensaba pasar las navidades a solas, en el castillo.
También estaba seguro, de que Dumbledore intentaría hablar con él, y verdaderamente, eso era lo último que deseaba. Cada vez que lo miraba a los ojos, el instinto asesino volvía a hacer acto de presencia y eso era con lo último que desearía vivir. No quería convertirse en un asesino y aunque seguramente, si lo llevaban a Azkaban, Tom, lo sacaría de ahí, no quería dar más motivos de escándalo para que El Profeta tuviera más material que publicar sobre él, ya que, no sabía bien cómo, un artículo había aparecido semanas antes declarando lo que había confesado en el Gran Comedor.
Flash BackHarry bajó al Gran Comedor, Ron y Hermione iban con él, como normalmente solían hacer siempre, al entrar al Gran Comedor, pudo sentir todas las miradas sobre él, probablemente un nuevo artículo sobre él y cómo había logrado escapar de su "secuestro", cierto era que no quería leerlo, pero como siempre, Malfoy y sus comentarios lo pusieron en guardia y cuando llegó a su sitio, una lechuza del diario de los magos y brujas le esperaba para recibir su paga.
Se sentó, pagó a la lechuza y al ver la portada, el mundo se le vino encima.
En grandes letras iba el titular, seguido de un extenso artículo, que verdaderamente, no le alegró en absoluto el día, lo que le extrañó fue que no había recibido señales de que Voldemort estuviera furioso o iracundo.
EL NIÑO-QUE-VIVI" REVELA SUS SENTIMIENTOS ANTE EL COLEGIO Y EL DIRECTOR DE HOGWARTS
No se sabe realmente cómo, pero parece ser que Harry Potter, el supuesto "Salvador del Mundo" ha sucumbido ante los 'encantos' del Señor Oscuro y ahora sólo nos queda decir que la única salvación que nos quedaba y las esperanzas que teníamos puestas en el "Chico de Oro" se han desvanecido por completo.
Uno de nuestros corresponsales pudo saber que, el chico Potter se ha enamorado del Que-No-Debe-Ser-Nombrado y que probablemente está ideando planes junto al mismo para escapar del colegio y unirse a él para así sembrar el Oscuro Reino que desde la última vez que vimos desaparecer al terrorífico mago no pudo cumplir.
En verdad nos preguntamos qué le ha podido ocurrir al joven muchacho para hacer tan drástico cambio y aunque muchas son las hipótesis, cada una es más descabellada que la anterior, pero lo que verdaderamente nos preocupa es, ¿qué pasará ahora? ¿Cómo vamos a derrotar al Innombrable si el único que podía hacerlo ha pasado al otro bando? ¿Será culpa del director de Hogwarts?
Por lo que sabemos, durante años ha estado ocultándole al joven Potter la verdad en toda su plenitud y quizá eso hizo que el muchacho tomara medidas tan drásticas para hacerse notar, aunque siempre pendientes, los periodistas han intentado hablar con el joven muchacho, pero la protección del Director Albus Dumbledore no nos lo han permitido.
Nos preguntamos, ¿qué tendrá que decir a esto el joven Harry Potter? Es realmente un misterio y a menos que sea el mismo muchacho quien nos lo diga, nos tememos que tan sólo podemos esperar a que el chico recapacite ante sus "sentimientos" y decida informar al resto de ciudadanos del mundo mágico y nos aclare los puntos que lo llevaron a tomar tales decisiones.
Nunca podríamos decir con exactitud hasta qué punto puede el muchacho estar en el estado que está y hasta hay algunos alumnos que admiten que la salud mental del Chico-Que-Vivió no es del todo estable.
Es de todos sabido que en su primer curso, el joven Potter salvó la Piedra Filosofal de las garras de Quien-Ustedes-Saben. En su segundo curso, salvó a la joven Weasley de no se sabe bien qué peligro, en su tercero se enfrentó al ex-prófugo Sirius Black, a quien algunos meses atrás se le concedió la Primera Orden de Merlín, recogida por el antiguo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras; Remus J. Lupin. En su cuarto año, el joven Potter participó en el Torneo de los Tres Magos, pasando todas las pruebas. Luego, aseguró del regreso de Quien-Ya-Saben, que nadie creyó y en su quinto año, se pudo comprobar la verdad de las palabras del viejo director y del muchacho cuando el Que-No-Debe-Ser-Nombrado apareció en el Ministerio para volver a desaparecer.
Ahora sólo esperamos que las cosas que se han dicho, no sean verdaderamente lo que se ha dicho y que al final, todos podamos vivir al fin en paz y armonía sin sentir el agobio y pánico de saber que el que una vez desapareció, haya reaparecido y que esté cogiendo fuerzas para arremeter aún más fuerte.
Ya se sabe que logró liberar a los prisioneros de la prisión de Alta Seguridad de Azkaban y que está reclutando a muchos más mortífagos.
Harry había dejado a un lado el periódico y barrió con una gélida mirada (impropia de él) a todo cuanto tenía a su alrededor, dejando caer una desafiante mirada a Dumbledore quien frunció el ceño volviendo a su "conversación" con McGonagall.
Fin Flash Back&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
El autobús se paró frente al aeropuerto de París para dejar bajar a los ocupantes de éste, que eran ya pocos los que quedaban en él.
Los cinco mortífagos bajaron custodiando al preso, Karkarov, que se retorcía las manos de forma frenética. Ahora sí tenían verdaderos motivos para odiarle y en verdad, si se hubiera escapado, las vidas de esos cinco hubieran corrido grave peligro de ser muertos cruelmente, aunque hubieran asumido su responsabilidad y muerte con aplomo.
En cierta manera, todos los presentes estaban nerviosos, no por el mismo motivo, pero sí por la misma persona, Lord Voldemort.
Lucius fue el primero en reaccionar. Cogió a Karkarov por una manga y prácticamente lo arrastró hacia dentro del grandioso aeropuerto, seguido de cerca por los demás. Snape le seguía a Lucius, que a su vez era seguido de Pettegrew, Bellatrix y McNair.
Cuando estuvieron dentro, tuvieron que pedirle varias veces a algunos de los guardias por la puerta de embarque B-56.
Cada vez que podían, se quejaban en voz algo alta de las malditas costumbres de aquellos detestables muggles y para sí mismos se juraron que nunca jamás volverían a hacer lo que habían tenido que hacer durante aquellos dos malditos días, era suficiente.
Media hora más tarde, a falta de media más para el embarque, llegaron al fin a la puerta e hicieron sentar a Karkarov, mientras ellos se quedaban de pie alrededor del traidor para asegurarse que no hacía un nuevo intento de escape.
En verdad, odiaban tener que utilizar los medios muggles para llegar a Londres, pero también se arriesgaban a que en el Ministerio registraran sus apariciones y desapariciones, así que, debían irse con cuidado, para no levantar sospechas. No que les importara demasiado ya, algunos de ellos eran prófugos de Azkaban y reconocidos ante todos los magos y brujas como mortífagos y partidarios del Señor Oscuro. Pero no debían delatar la posición del Dark Lord o ese sería su final.
&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
Lord Voldemort estaba de relativo buen humor aquel día, parecía que las cosas comenzaban, al fin, a salir como realmente él quería y eso le estaba satisfaciendo en cierto modo.
No podía creer que por fin tuviera tiempo para sí mismo y para el chico, porque realmente, las últimas semanas, había recibido bastantes malas noticias. También estaba el hecho de que pronto llegarían Peter y los demás de aquella misión que hacía un par de semanas les había encomendado y también que el plan para atacar próximamente un concurrido Callejón Diagon lo estaban llenando de una satisfacción que hacía, ciertamente, mucho tiempo no había podido obtener.
Se retiró a sus habitaciones, dando expresas instrucciones que si no era realmente importante, que no se le interrumpiera para nada.
Quería estar a solas para poderse comunicar con Harry, quien probablemente hacía bastante que esperaba poder hablar con él, y hoy, al ser sábado, podría por fin, comunicarse con él.
Al llegar a sus aposentos, se estiró en la cama y se concentró en entrar en la mente del muchacho y deseó que Dumbledore no estuviera cerca, porque sabía que cuando ese viejo senil estaba cerca del muchacho, éste cerraba su mente al máximo.
Poco a poco, sintió como su propia mente viajaba a vertiginosa velocidad hacia la mente de su amado y que entraba en ella sin problema alguno.
"¿Harry?" preguntó con temor, el Dark Lord.
Harry se sobresaltó con la intrusión de Voldemort en su mente, pero sonrió. Después de todo, había añorado poder hablar realmente con alguien.
"¡Hola, Tom!" dijo el Gryffindor con alegría. ¡Merlín cómo había extrañado la voz del hombre!
"¿Cómo te encuentras, mi pequeño ángel?" preguntó el Lord en tono entre preocupado y extrañamente alegre.
"Ahora que hablo contigo, muy bien, gracias. ¿Y tú, Tom? ¿Cómo estás tú? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Sabes? Te extrañé muchísimo..." comenzó Harry sin apenas coger aire.
"¡Hey! Tranquilízate, o te va a dar algo... Yo estoy muy bien, ya sabes, entre todos estos ineptos mortífagos cualquiera baja la guardia y hoy sí pude permitírmelo. En cuanto a lo de que me extrañaste, yo también lo hice, a pesar de recibir diariamente tus cartas... No es exactamente lo mismo. ¿Aún siguen enfadados tú y tu 'amigo'?" preguntó el Dark Lord.
Harry cerró los ojos con disgusto.
"Sí. No puedo hacer que entre en razón, y la verdad, no sé si quiero que lo haga. Ya me resulta bastante difícil ahora que tendré que dejar el colegio y despedirme de Hermione... Además, si no quiere aceptar mis decisiones, pues no le puedo considerar un amigo" dijo con resolución el muchacho, algo con lo que tenía toda la razón.
Voldemort estaba bastante consciente de la madurez que poseía Harry y eso le enorgullecía, porque quería decir que por lo menos, las decisiones del chico eran verdaderamente razonadas.
"Pero debes recordar la de veces que juntos os habéis enfrentado a peligros y fechorías, Harry" intentó razonar, aunque estaba completamente de acuerdo con el chico en lo que había dicho, aunque tampoco quería admitirlo tan abiertamente, de momento...
"Él no lo recordó el día que decidió darme la espalda, tampoco lo pensó cuando me llamó traidor ante todo Hogwarts y tampoco lo hizo cuando hizo que toda la torre Gryffindor se pusiera en mi contra, con ello haciendo que a Hermione también le dieran la espalda..." dijo él con algo de rabia y rencor en su ronca voz, a la vez que su mirada se oscurecía en la ira que lo invadía.
El Lord estaba satisfecho, sabía que, si el muchacho decía eso de quien fue su mejor amigo, no tardaría ya en volver junto a él. No le importaba entonces esperar un poco más para estar junto a él. La espera no sería en vano. Sonrió para sus adentros.
"Está bien mi pequeño. Esa es tu decisión, lo sé. Ahora, deberías aplicarte en tus estudios y en la "Occlumency" para que ese viejo inepto no sepa que has estado hablando conmigo. Tengo entendido que estás progresando mucho..." dijo el Lord.
"Sí, la verdad es que con lo poderoso que es Dumbledore, no puede traspasar las barreras de "Occlumency" que le pongo" dijo Harry con un tono de felicidad en la voz poco usual, últimamente, en él.
A Harry no le quedaba mucho tiempo de libertad, apenas sí cinco minutos, ya que a las ocho debía estar en el Gran Comedor para la cena. Pero tampoco no le importaba no comer, si el motivo era poder hablar con su Tom. Hacía demasiado que no hablaba con él y ahora quería aprovechar el tiempo para hablar.
Le gustaría más poder estar al lado del otro hombre, pero de momento podía conformarse con tan sólo hablar con él.
Hablaron de temas triviales y también sobre algunas dudas que tenía sobre Pociones e Historia de la Magia. Tom también se ofreció para mostrarle el tipo de magia que ellos empleaban, mientras que Harry, escuchaba absorto las fluidas explicaciones del mago mayor.
"... porque, no tan sólo utilizamos antiguas maldiciones, sino que también hemos perfeccionado algunas y hasta hemos creado otras de nuevas" decía Tom en tono orgulloso, mientras Harry no perdía para nada el hilo de la explicación.
"Y... ¿Cuándo venga, me enseñarás todo eso, Tom?" preguntó Harry con fascinación.
"¡Por supuesto! Eso sí, tienes que saber que será algo duro..." dijo Voldemort.
"Más duro que tener que aguantar los discursitos de McGonagall, las peroratas de Binns o las agobiantes clases de la profesora Trelawney, no creo que sea" contestó sonriendo, Harry.
Voldemort rió ante eso. En verdad, adoraba a aquél muchacho.
"De hecho. Pero también debes intentar sacar buenas calificaciones, o me enfadaré contigo" dijo Voldemort en un tono entre bromeando y diciéndolo enserio.
"Lo sé, Tom" contestó Harry.
Harry miró inconscientemente el reloj y vio para su horror que eran las doce de la noche y que hacía ya tres horas que el toque de queda había acabado.
"¡Merlín! Si me pillan merodeando por los pasillos a estas horas van a matarme... ¡Sobretodo Snape o Filch!" dijo Harry con espanto.
"¿Tanto hemos estado hablando, ángel?" dijo burlón, Voldemort.
"¡Tom!" lo reprendió Harry.
"Está bien, si mañana tengo un tiempito libre, contactaré contigo. Buenas noches y espero que no te cojan o no sólo te las verás con Filch o Snape..." dijo dejando la frase a medio terminar, como si fuera una mera advertencia.
"Descuida" dijo Harry.
La conexión fue rota y Voldemort fue reclamado por el sueño y llevado en brazos de Morfeo.
&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
Harry se levantó y fue hacia la puerta. La abrió con cuidado y miró hacia fuera. No había nadie. Salió y cerró con cuidado. Comenzó a caminar con suma cautela.
Al llegar a la primera esquina asomó la cabeza y vio que Filch entraba en un aula vacía, seguido de su gata, la señora Norris. Corrió lo más rápido que pudo bajando por las escaleras hacia el cuarto piso, donde había el cuadro de la Señora Gorda.
Cuando llegó al piso, vio como McGonagall hablaba seriamente con el profesor Flitwich y que se iban hacia el lado contrario de la entrada de la Sala Gryffindor. Suspiró aliviado y siguió su camino.
Pronto llegó al retrato, pero la Señora Gorda estaba completamente dormida.
Bufó con disgusto, pero en ese momento el retrato se abrió y una castaña y enmarañada cabeza hizo acto de presencia en el hueco.
-¡Harry! –exclamó en un susurró la chica haciéndose a un lado para dejarlo pasar. Harry se maldijo por la mala suerte que estaba teniendo esa noche. De todas las personas de Gryffindor, tuvo que ser justo Hermione (la única con la que no quería encontrarse) la que abriera el retrato.
-Creo que me voy a la cama, Mione. Estoy cansado.
-Pero... ¿dónde has estado hasta tan tarde?
-Paseando por los terrenos. Necesitaba estar a solas un poco.
Fantástico, ahora qué, ¿Hermione lo sometería al polígrafo para saber si decía o no la verdad? Dios, tan sólo quería llegar a su suave y mullida cama para poder dormir y quizá encontrarse otra vez con Tom.
-Harry, no deberías estar tanto tiempo solo. No creo que sea bueno para ti. Sabes que es peligroso, aun estando en Hogwarts... yo... me preocupa tu salud.
Genial, habló la sabelotodo. ¡Sabía cuidarse solo! ¡Se había enfrentado solo a todos los peligros que se le habían presentado y había salido airado! No necesitaba que la sabelotodo de Granger lo sermoneara por estar a solas consigo mismo y hablando con la única persona que lo entendía y comprendía. No, él era libre ahora, sabía lo que el viejo Dumbledore pretendía y aunque a su amiga le costara admitirlo, estaba perdiendo el tiempo, porque ya nada se podía hacer con él. Había hecho su elección y decidió entregarse a Voldemort, aunque en un principio se había mostrado reticente a ello, lo acabó aceptando, era un hecho, amaba a Tom y nada ni nadie lograría separarle.
Lo haría mañana en la noche, escaparía de Hogwarts, para refugiarse en los brazos de su amado, para entregarse a él por completo, para rendirse a sus caricias y para ser sólo suyo, de nadie más. No sería tocado por otro, no si él no se lo pedía y seguro eso no ocurriría. Y si podía, castigaría a la perra que le quitó a Sirius y después al traidor de Wormtail. Y lo haría con sus propias manos, los haría sufrir como lo habían hecho sufrir a él. Les inflingiría el dolor que él había padecido y si se le presentaba la oportunidad, haría pagar a Ron lo que le había hecho pasar en ese curso. Le importaba poco el precio que pudiera pagar por eso, pero ya no ocultaría más su sed de venganza, ya no más sufrir en silencio.
No contestó a Hermione y se dirigió a su habitación, encontrando a Ron, sentado sobre la cama, con las cortinas descorridas.
Ron escuchó la puerta abrirse y miró fijamente al que acababa de entrar. No apartó la mirada, aún viendo la gélida mirada que le mandó su ex mejor amigo y reprimió, apenas, un estremecimiento.
-¿Piensas que puedes hacer sufrir así a Hermione?
-No puedes hablar, tú mismo la has hecho sufrir durante todo el curso al darle la espalda y haciendo que todo Gryffindor no la hablara. Así que, cállate, porque tú no sabes los motivos por los cuales actúo así con ella. Por lo menos, yo intento protegerla, no como tú, que aún amándola, le das la espalda e intentas aparentar indiferencia. Pero sé que la amas y que harías cualquier cosa por ella. Por eso, deberías convencerla de nuevo, deberías demostrarle que la amas y que has madurado tanto como para llevarle a la felicidad completa. Demostrarle que el Ron de hace seis años ha muerto dándole paso al Ron responsable y dispuesto a satisfacer sus deseos más ocultos, dispuesto a sacrificar cualquier cosa con tal de lograr arrancarle una sonrisa a su apenado rostro.
Ron quedó estupefacto. Parecía que lo habían petrificado ahí mismo, y sabiendo que las palabras de Harry eran totalmente ciertas. Él tan sólo quería que Hermione fuera feliz, que olvidara a Harry y que pudiera al fin volver a sonreír, tal y como lo había hecho en múltiples ocasiones.
-Si te das prisa, Weasley, la encontrarás sentada en una de las butacas de la sala común.
Ron no lo pensó dos veces. Se levantó de la cama sin ponerse tan siquiera una bata o las zapatillas y salió corriendo de los dormitorios.
Exactamente, ahí estaba Hermione, llorando desconsolada. Se acercó y la abrazó como nunca lo había hecho.
Se apartó suavemente y tomándola tiernamente de la barbilla le secó con besos las lágrimas para después besarla. La cogió en brazos y la llevó hasta el sofá que se encontraba frente a la llameante chimenea, recostándola.
-Mione, te amo tanto... no puedo verte sufrir, deja que te ame, deja que te haga feliz. Te haré olvidar, te demostraré que he cambiado, que puedo hacerte feliz.
Lemmon hetero (No es realmente importante, así que si no te gusta, ¡por favor no lo leas!)
Con esas palabras la volvió a besar, comenzando a desabotonarle la blusa del pijama y comenzando a acariciar los senos de la chica, haciendo que ésta se arqueara de placer, sintiendo la ternura en la que era envuelta por Ron que volvió a besar sus labios dulcemente.
Esta vez, Hermione respondió y desabotonó la camisa del pijama de Ron, hundiendo su cara en el pecho del pelirrojo y lamiendo y mordisqueando los pezones de éste, haciendo que gemidos ahogados escaparan de los labios del Weasley.
Con sumo cuidado, Ron pasó sus manos por el torso desnudo de Hermione y jugueteó con la cinturilla de los pantalones de ella.
Con delicados y húmedos besos, fue retirando los molestos pantalones, mientras ella se dejaba hacer de forma sumisa, arqueándose de vez en cuando ante los besos dulces que sentía sobre su cuerpo.
Pronto fue ella quien tomó el control, quitándole sensualmente los pantalones a Ron y rozando apenas, con un dedo juguetón sobre la tela de los bóxers, la evidentemente despierta erección de su amante, haciendo que un ronco gemido saliera de la boca entreabierta del pelirrojo.
Cuando ella tuvo la oportunidad, desprendió a Ron de la molesta tela, descubriendo con asombro el prominente miembro del Weasley menor y con delicadeza la tomó entre sus manos, besando con delicada dulzura la punta para sacar después su lengua, jugueteando con la cabeza y haciendo que Ron mordiera su labio inferior para impedir que un fuerte gemido escapara.
Hermione sonrió sobre la erección del pelirrojo, para después abrir su boca tomándola entera en su boca, probando el delicioso sabor del placer, sintiéndose poderosa, al descubrir que podía hacer que Ron estuviera completamente a su merced.
-Oh, Mione... –suspiraba entre jadeos, Ron.
En la escalera, Harry los observaba con una sonrisa que hacía apenas unas horas había tenido por haber podido hablar con Tom, su Tom. Subió a su habitación, se puso el pijama y se acostó pensando en cómo salir de Hogwarts para ir en busca de su amado Tom y con esos pensamientos rondándole en la cabeza, se durmió.
Ron apartó suavemente a Hermione para colocarse él sobre ella y acariciarla dulce y tiernamente, sintiendo cómo el cuerpo de Hermione temblaba y se arqueaba bajo él, gracias a las caricias que le proporcionaba. Haciendo que a su vez, él se sintiera el hombre más dichoso de todos, por tener bajo él el cuerpo de la chica que amaba con todo su ser, respondiendo a cada caricia, cada estímulo y cada beso o lamida o suave mordida.
Le separó con dulzura las piernas, acercando sus labios a los de ella y besándola con dulzura y pasión para después acercar sus labios al oído de su querida Mione y susurrarle que la amaba y que todo estaba bien ahora, que se relajara y se dejara llevar, que él la cuidaría, protegería y que no la dañaría.
Se posicionó e introdujo la punta de su erección en la húmeda cavidad de la vajina de su querida Hermione, empujando suavemente para evitar dañarla.
Sus cuerpos sudorosos a causa de la chimenea y de la pasión desbordante. Pequeños gemidos de placer y dolor salían de los carnosos labios de la muchacha, mientras que Ron repartía dulces besos por la cara, cuello y senos de Hermione, a la vez que iba dando pequeños y suaves empujoncitos, para ir empujando su miembro dentro de Hermione, hasta que sintió que el himen de la chica cedía y le permitía la entrada.
Un pequeño hilillo de sangre salía de la vajina, pero Ron sabía que era normal y que todo estaba bien, que al fin, Hermione era suya y que ahora, ambos no se separarían.
Esperó quieto, para que ella se acostumbrara a la nueva sensación y cuando al fin, ella le suplicó que no parara, comenzó a moverse, entrando y saliendo con extremada ternura, haciendo que la chica lo cogiera de las caderas, guiándolo para que aumentara el ritmo, mientras ambos ahogaban gemidos de placer el uno en la boca del otro.
Las embestidas eran regulares, sin aumentar ni disminuir la intensidad, pero sí la rapidez, así mientras llegaba el clímax, hasta que llegó el momento cumbre y Ron besó a Hermione para ahogar el grito de su orgasmo haciendo así que Hermione también tuviera uno, cuando sintió que Ron la llenaba con su semilla.
Ron se derrumbó encima, procurando no aplastar el cuerpo de ella.
-Te amo, Mione y con el tiempo, haré que vuelvas a amarme.
&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&-&
¡Hola!
¡Madre! ¡No me asesinen por lo que acabo de hacer! Sí, es una locura, pero necesitaba desahogarme con algo y no sabía exactamente con qué y de esa desesperación ha nacido esto.
Espero que no me haya pasado, puesto que es mi primer lemmon hetero y no creo que esté tan mal como creía. Por lo menos no pienso revisarlo, porque de seguro lo suprimo... ¡y me ha costado lo suyo!
En fin, que para el próximo capitulo ya sí, si no lo hago ya, no lo haré jamás (y mira que me estoy andando con rodeos...) La tortura y posterior muerte de Karkarov... Aix... ¡lo lamento de veras, pero no ha habido manera! Odio cuando no me sale lo que planeo, en verdad.
¿Tendrá Harry un plan ya para escapar de Hogwarts?
De hecho. ¿Se acuerdan del primer sueño que puse? Sí, hombre, aquél en que Harry corría hacia las puertas que daban al exterior de los terrenos de Hogwarts y Voldie-pooh lo esperaba. Pues de eso va la cosa. Aunque tendré que romper mi última neurona y reatrapar a mi musa perdida por en medio de las discotecas muggles, haciendo de las suyas entre los chicos homosexuales para darle MIS ideas para sus relaciones íntimas... la odio... siempre que la necesito no la encuentro y he tenido que usar la musa de "Del amor se puede llegar al amor" y de ahí salió el Lemoncito hetero... ¡Arg! «¡Hey, que yo no me moví de casa! Has sido tú que no me ha buscado lo suficientemente bien, claro, tienes la habitación hecha un asco...» ¡Te mato, yo te mato! ¿¡Se puede saber por qué carajo cuentas eso delante de todas mis lectoras!? Ya verás, justo acabe de escribir el "Free talk" vas a enterarte de lo que es capaz Jaen Mary Snape Riddle, ¡eso te lo juro! «De hecho. Esto... yo me marcho, que está de un humor de mil demonios y cuando está así, se pone insoportable. Creo que voy a hacer de las mías con Luciusito y Harrito...» ¡Ni te atrevas! (Jaen ve salir corriendo a su musa Uialwen y desaparecer por la chimenea hacia Malfoy Manor) La mato... yo la mato... Oh disculpad, os tenía completamente olvidados.
Bueno, pues espero sus reviews y sus comentarios. Ahora si me disculpan, voy a por Uialwen. No me fío ni un pelo de ella.
Se me cuidan y muchos besitos a todas,
Jaen Snape Suma sacerdotisa de la Orden de las Mortífagas Miembro de la Orden Luciusana Miembro de la Orden Potteriana Miembro de la Orden Severusiana Miembro de la Orden Draconiana Miembro de la Orden Remusiana