Capítulo 6: EL DESEO DE GINNY

Hermione miraba a Harry muy sorprendida, y notaba que su cara se iba calentando, signo de que se estaba poniendo colorada y entonces bajó la cara. Al verla tomar esa reacción Harry la abrazó haciendo que pusiera la cabeza en su pecho al tiempo que jugaba con su cabello.

-Hermione, no tienes por qué ponerte así – le dijo Harry en tono cariñoso –. No es para tanto.

-Es que tú no sabes...

-¿Hay otro? – le dijo Harry haciéndose el ofendido.

-¡No! – de repente Hermione levantó la cabeza y lo miró directo a los ojos con la cara aún colorada –, es que yo también te...

-¡Ya llegué! – interrumpió Ron, que tenía las manos llenas de emparedados –. ¿Quieren? – y se dio cuenta que Harry lo fulminaba con la mirada.

-Gracias, Ron – le dijo Hermione mientras estiraba la mano para recibir uno de los emparedados.

-Toma Harry – le dijo Ron pasándole un emparedado mientras se sentaba a su lado – ¿Por qué me miras así? – le preguntó en voz baja.

-¡No podrías haber sido más oportuno! – le dijo Harry en susurro.

-Ssssh – les dijo Hermione –. Coman rápido que hay que terminar de estudiar.

Llegaron a la sala común pasadas las diez de la noche y les ardían los ojos de tanto leer. Hermione se despidió de ellos deseándoles las buenas noches. Así que Harry y Ron se sentaron en un rincón de la sala común para poder conversar sin que alguien los interrumpiera.

-¿Por qué me dijiste que había sido oportuno? – le preguntó Ron levantado las cejas.

-Pues porque estaba disfrutando de un momento muy especial con Hermione – a Harry le brillaban los ojos.

-La volviste a besar.

-Más que eso – le dijo Harry –, le dije que la amaba.

A Ron se le escapó una carcajada que tuvo que amortiguar con una tocesita.

-¿Cómo pudiste? – le dijo Ron cuando recobró la compostura –. ¡Que valiente, Harry!.

-Pero justo cuando iba a decirme que me amaba... ¿qué crees?

-¿Qué? – dijo Ron abriendo los ojos como platos.

-Pues que apareces tú, idiota, y me tiraste el momento.

Dejando atrás todo disimulo, Ron comenzó a reírse como loco mientras observaba la cara de disgusto de Harry, pero éste poco a poco se le fue contagiando las risas de su amigo, un instante después apareció ante ellos Ginny que estaba intrigada ante el comportamiento de ellos.

-Eh, Ron...

-Que quieres – le dijo Ron mientras se secaba una lágrima que le salía de los ojos.

-Este... ¿puedo hablar con Harry a solas? – Ginny empezaba a colorarse –, es que es importante – dijo al fijarse en la cara que hacia Ron.

-¿Qué pasa, Ginny? – le preguntó Harry una vez que Ron se fue.

-Quiero que me ayudes – y de repente Ginny se puso más roja –, es que quiero entrar al equipo de quidditch pero Ron me sobreprotege mucho.

-Pero el único puesto vacante es el de golpeador, y Ginny – le dijo Harry observándola detenidamente –, tú no tienes madera para eso, eres bastante delicada.

-Delicada no, femenina – dijo Ginny frunciendo el entrecejo –. Creo que tampoco puedo contar con tu ayuda ¿No?.

-Bueno, te voy a ayudar pero no te enfades. Las pruebas para la vacante son la próxima semana – le dijo Harry haciendo un gesto con la mano –, así que practica y no me hagas quedar mal.

-Gracias, Harry – le dijo Ginny y como agradecimiento le dio un besito en la mejilla.

Justo en ese momento Hermione bajaba a la sala común a buscar uno de sus libros y se quedó de piedra al observar la escena. Cruzó a zancadas la sala, cogió su libro y se devolvió lo más rápido posible a los dormitorios, entonces Harry salió corriendo detrás de ella y logró alcanzarla en las escaleras cogiéndola de una mano antes de entrar a la habitación.

-Ey... suéltame – chilló Hermione.

-Espera, no es lo que piensas.

-Y supuestamente qué es lo que pienso – le dijo Hermione en tono desafiante y levantando con insolencia la cara.

-Pues que hay algo entre Ginny y yo, y eso no es cierto.

Hermione lo observaba con el entrecejo fruncido y le dijo:

-Harry, sabes que le gustas desde hace mucho.

-Si, pero yo te amo a ti – y diciendo esto cogió a Hermione por la cintura y la apoyo contra la pared mientras la besaba al tiempo que ella colocaba una de sus manos en la cabeza de Harry mientras con la otra aún sostenía el libro. Pero entonces alguien tosió un poco más arriba de ellos, era Ron quien en ese instante se empezaba a morder los labios porque más abajo se encontraba alguien que tenía una cara muy triste. Era Ginny.

-Harry, creo que ya es hora de acostarse – intervino Ron –, hemos estudiado mucho y estamos cansados.

-Tienes razón, Ron – le dijo Hermione –. Buenas noches, Harry – y antes de que se diera cuanta, Harry le dio un rápido beso que hizo que ella saliera corriendo hacia los dormitorios.