Capítulo 7: LA PRUEBA DE APARICION

Llegó el viernes y toda la clase estaba nerviosa porque ese día tenían su primera prueba de aparición. La profesora McGonagall se dirigió a la clase con semblante rígido.

-Como todos ustedes sabrán, aquí en el colegio no podremos llevar a cabo la prueba, así que lo aremos en Hogsmeade – y se vio interrumpida por los vítores de sus alumnos – ¡Y espero, que se comporten a la altura, no quiero indisciplinas mientras estemos allí!

Cuarenta minutos después estaban en la entrada del pueblo. Y de nuevo la profesora McGonagall se dirigió a ellos.

-La prueba consiste en que cada uno de ustedes deberá aparecerse en la casa de los gritos – observo cómo algunos de sus alumnos se estremecían –, ¿me imagino que todos ustedes sabe dónde queda? – y ante la afirmación de los chicos prosiguió –. Yo los estaré esperando allá. Pueden ir en el orden que quieran pero con una diferencia de 5 minutos entre cada uno de ustedes. La señorita Granger será la última en ir porque controlara desde aquí su salida. ¡Entendido!

-¡Si, profesora! – contestaron los alumnos al unísono.

-Bien, buena suerte – y con un "plin" desapareció.

-¿Quién quiere ser el primero? – preguntó Hermione.

-¡Yo! – dijo Dean Thomas y se puso frente a la clase.

-Cuando quieras, Dean – le indicó Hermione.

Entonces Dean se concentró con todas las células de su cuerpo y segundos después su cuerpo desaparecía y aparecía parcialmente como si titilara, hubo un silencio tenso y cuando menos pensaron, "plin", Dean había desaparecido. Entonces el silencio lo rasgó gritos de júbilo y muchos empezaron a discutir de quién sería el próximo en desaparecer. Así fueron pasando cada uno, con 5 minutos de diferencia como había indicado McGonagall hasta que solo quedaron Harry, Ron, Hermione y Neville, quien estaba muy pálido.

-Neville, solo tienes que tranquilizarte – le dijo Hermione tratando de animarlo –, es muy fácil. Respira profundo, cuenta hasta diez y piensas en la casa de los gritos.

-¡Si! – dijo Neville con una voz que parecía no ser la suya.

Así que hizo lo que le indicó Hermione, tomó aire con fuerza, contó mentalmente hasta diez y pensó en la casa de los gritos. Entonces su cuerpo titilaba más que el de sus compañeros y después oyeron un "plin", y Neville ya no estaba allí.

-Bueno, si él lo hizo, nosotros también podremos – dijo Ron muy animado –. Nos vemos allá.

Ron cerró los ojos, tratando de concentrarse y su cuerpo empezó a titilar, segundos después hubo un "plin" y también se había esfumado. Entonces Harry miró a Hermione y ella le devolvió una sonrisa y segundos después ya estaban unidos en un apasionado beso. Cinco minutos después Harry ya estaba listo para presentar la prueba.

-Adiós – le dijo a Hermione y volvió a besarla –, por favor no tardes.

Así que Harry se concentró con todas sus fuerzas y sintió en su estomago un gran vació, un segundo después estaba al pie de la casa de los gritos y al tocar el suelo casi pierde el equilibrio. Pudo ver entonces que Ron se acercaba a él a zancadas rojo de la risa.

-¿Qué pasa? – le preguntó Harry.

-¡Que Neville se escindió! – dijo Ron tratando de aguantar la risa –, míralo, le falta el brazo derecho.

Harry fue hasta donde se encontraba Neville quien sollozaba del pánico mientras que la profesora McGonagall lo miraba con severidad. Entonces oyeron un "plin" y Hermione acababa de aparecerse justo al lado de ellos.

-Bueno, como todos ya están aquí – dijo mirando a la clase –, ahora tendrán deberes, hay que buscar por el pueblo el brazo de Longbotton.

Así que todos se fueron caminando hasta el pueblo y se dividieron en pequeños grupos para buscar el brazo de Neville, media hora después Parvati Patil le gritaba a la profesora:

-Profesora McGonagall – parecía algo asustada –, ya encontramos el brazo de Neville.

-¿Donde esta? – dijo McGonagall mientras se acercaba a ella corriendo.

-Allá, en la copa de ese árbol – señaló Lavender Brown que parecía estar a punto de vomitar.

Una vez hubieron bajado el brazo de Neville, emprendieron camino hacia el castillo, y durante todo el trayecto la profesora les iba indicando a cada uno como les había ido en la prueba y como era lógico, al pobre Neville le fue muy mal.

-Señor Longbotton, me temo que usted nunca tendrá el carne de aparición, es mejor que nunca vuelva a intentarlo porque la próxima vez puede perder algo más que un brazo.

De inmediato la clase estalló en risitas que se vieron apagadas por la mirada severa que les dirigió la profesora McGonagall. Cuando llegaron al colegio ella se dirigió con Neville y su brazo a la enfermería para que la señora Pomfrey se lo pegara.

Como la prueba les había consumido toda la mañana y parte de la tarde, se dirigieron a la sala común para descansar mientras hablaban animadamente.

-Se fijaron como es de sencillo – decía Seamus –, un "plin" y ya, y McGonagall que me decía que no iba a obtener mi carne.

-Bueno, Seamus – lo interrumpió Dean –, pero no te apareciste precisamente en la casa... lo hiciste debajo de la colina, y lo peor, te toco caminar.

-Bueno, pero al menos hice "plin" ¿o no? – dijo Seamus entre las carcajadas de sus amigos.

-Para adquirir el carne nos hace falta más practica – dijo con severidad Hermione –, ya ven lo que le pasó a Neville.

-Me encanta tu optimismo Hermione – le gruñó Ron -, lástima que no seas maestra.

En ese instante entraba uno de los prefectos y pegó en la pared una hoja, al retirarse todos los que estaban allí se apresuraron para leerlo.

El día 7 de noviembre se dará por inicio la copa de quidditch con el partido gryffindor vs. ravenclaw a las diez de la mañana.

Prof. Hooch