Capítulo 9: LA INVITACION Y LA DIRECCION
Empezó a hacer frío después de la mitad de Noviembre, pero los alumnos no se helaban ya que pronto llegarían las vacaciones de navidad, 6 días maravillosos que pasarían sin estudiar ni hacer deberes. Transcurrían los primeros días de diciembre cuando en el desayuno Ron recibió una lechuza.
-¡Hermes! - se sorprendió al ver la lechuza de Percy –. ¿Por qué no enviaron a Errol?
-Seguramente porque ya esta muy viejo – le dijo Harry mientras Ron le quitaba a la lechuza la nota que llevaba.
-¡Vaya! - Ron sonrió -, mis padres te invitan a pasar la navidad en casa Harry, y a ti también Hermione.
-¡En serio! - dijeron los dos al unísono.
-¡Si!... miren - y les mostró el pequeño pedazo de pergamino -. ¿Vendrás Harry? ¿Y tu Hermione?
-¡Por supuesto! - Harry estaba feliz por pasar una navidad con su familia favorita.
-No sé Ron, primero tengo que comunicárselo a mis padres - y viendo la cara de tristeza de Harry añadió -: pero haré todo lo posible, ¡te lo prometo!
Pasaron los días y una semana antes del inicio de las vacaciones Hermione confirmó que viajaría con ellos. Entonces, justo el día antes de viajar, el profesor Dumbledore solicitó hablar con Harry, y la profesora McGonagall lo dejó en la oficina del director.
-Siéntate Harry, por favor- le dijo Dumbledore, y Harry lo hizo.
-¿Quería verme, profesor? - le preguntó Harry y notó que Fawkes no estaba allí.
-Si Harry... - y Dumbledore lo miró directo a los ojos -, quería entregarte algo.
Y entonces le dio un pergamino, Harry al verlo distinguió una dirección y miró a Dumbledore sorprendido.
-Harry, creo que ya estas lo suficientemente grande para enfrentarte a esto. Lo que te acabo de dar es la dirección de la casa de tus padres, en el Valle de Godric, es tiempo de que la conozcas.
A Harry se le encogió el corazón y miraba con detenimiento el pergamino como si lo hipnotizara, entonces Dumbledore siguió hablando y Harry se vio obligado a mirarlo.
-La casa esta deshabitada, nadie la ha ocupado desde la muerte de tus padres... pero todas sus pertenencias se encuentran allí. Días después del ataque de Voldemort yo realicé un hechizo para que la casa no fuera habitada hasta que tú decidieras qué hacer con ella cuando tuvieras la edad suficiente. Ahora ya no tiene el hechizo y como sé que pasaras tus vacaciones en casa de la familia Weasley, afilié la casa a la red flu para que puedas ir rápido a ella y conocerla. Ahora bien, si crees no estar preparado para esto, lo entenderé Harry.
-Profesor... - Harry tomó aliento -, claro que estoy preparado, he pasado por momentos muy difíciles como la muerte de Sirius, pero estoy seguro que esto lo podré soportar. Gracias.
Harry se paró y cuando salía, Dumbledore le dijo.
-Felices fiestas para ti, Hermione y los Weasley.
Al día siguiente, en la estación de Hogsmeade, muchos alumnos abordaban el expreso a Hogwarts que los llevaría a Londres.
-Es una lástima que no se puedan quedar - decía con tristeza Hagrid -, los voy a extrañar mucho.
-Nosotros también Hagrid - le dijo Harry -, pero el 28 de diciembre nos volveremos a ver.
Después de despedirse de Hagrid y colocar sus pertenencias en el compartimiento, Harry le contó a Ron y Hermione lo que le había dado Dumbledore.
-¿Harry, estas seguro de querer ir? - Hermione lo miraba con tristeza -. No creo que sea buena idea.
-¡Claro que debe ir! - la contradijo Ron -. Harry ya esta preparado para enfrentarse a los recuerdos de sus padres, además, conociendo sus cosas quizás se sienta más cercano a ellos.
-Tienes razón, Ron - intervino Harry -. Pero no quiero ir solo, ustedes me acompañarán ¿verdad?
-Por supuesto - le dijo Ron
Entonces Harry miró a Hermione que al parecer aún estaba en desacuerdo con ir a la casa.
-Esta bien Harry, también te acompaño - dijo al cabo de unos momentos y le sonrió.
En la Estación de King's Cross los esperaban los señores Weasley, quienes los recibieron con una sonrisa y una vez los cuatro chicos estuvieron con las cosas completas, se dirigieron a la Madriguera. Allí los esperaban George, Fred y Percy.
-Mamá, ¿donde están Bill y Charlie? - le preguntó Ginny a su madre.
-No han podido venir por el trabajo cariño - respondió la señora Weasley.
Al día siguiente hubo una tormenta de nieve de poca intensidad pero por su larga duración logró obstruir las puestas de la casa, así que todos aprovecharon la gran cantidad de nieve que había en los terrenos y se pusieron a jugar, claro está, a excepción de Percy, que estaba sumergido en su trabajo.
-Nunca cambiara - dijo Fred poniendo los ojos en blanco.
Esa noche era noche buena y a la mañana siguiente sería navidad, así que la señora Weasley preparó una cena estupenda y mientras la comían, Harry le contó a los señores Weasley sobre la casa de sus padres.
-¿Y cuando piensas ir, Harry? - le preguntó el señor Weasley.
-Mañana mismo si es posible - le respondió Harry y notó que todos lo observaban -, las vacaciones son cortas y tengo que aprovechar. ¿Nos dejarían viajar a Ron, Hermione y a mí a través de su chimenea?
-Por supuesto que si, cariño - dijo en tono dulce la señora Weasley - y me parece muy bien que no vallas solo.
-Muchas gracias - les dijo Harry, y siguió disfrutando de su cena.
A la mañana siguiente Ron lo despertó deseándole una feliz navidad y se pusieron a destapar los regalos, como siempre la señora Weasley le dio un jersey, Hagrid le envió unos guantes de piel de dragón, Ron le regaló unas miniaturas de los Cannons y Hermione le obsequió una elegante agenda.
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Muchas gracias a los que han puesto reviews en el libro y a mi mail, su apoyo es muy importante para mi.
Besos.
Darla Gilmore
