Capítulo 13: RECOBRANDO ENERGIAS

-¡Mortífagos Harry! – le decía el señor Weasley –. No entiendo.

-Si, eran dos – le explicaba Harry mientras subían hacia la habitación de los señores Weasley –, nos escapamos por los pelos.

Harry pudo notar que detrás de ellos también subían todos los hermanos Weasley, entraron en la habitación y el señor Weasley recostó a Hermione en la cama.

-¿Papá, qué pasa? – preguntó Percy entrando a la habitación.

-Un par de mortifagos atacaron a Harry y Hermione – y mirando a sus hijos dijo – ¿Dónde esta Ron?

-Aquí – dijo Ron abriéndose paso entre sus hermanos, y frenó en seco cuando vio a Hermione en la cama de sus padres, aún lucía pálida y tenía los ojos levemente cerrados.

-¿Por qué los dejaste solos? – estalló la señora Weasley –. ¡Te dijimos que te quedaras allá si les cogía la tarde!.

-Había arañas mamá... por todas partes – se defendió Ron –, ¡y no sabía que los atacarían!

Ron se acercó a Harry quien se había sentado al lado de Hermione y le dijo mientras bajaba la mirada:

-Lo siento, nunca pensé...

-No es tu culpa, Ron... – dijo Harry con tristeza –. Ella se recuperará.

-¡Todos afuera! – ordenó la señora Weasley –. Hermione debe descansar.

Dejando a la señora Weasley en la habitación con Hermione, todos fueron bajando despacio la escalera y se sentaron en la sala con el propósito de interrogar a Harry.

-Harry, ¿Podrías contarnos qué fue exactamente lo que pasó en la casa de tus padres? – preguntó el señor Weasley en tono tranquilizador. Harry pudo notar que todos lo miraban con expresiones de angustia.

-Bueno... – Harry dudó, tenía que escoger muy bien las palabra para contarles lo ocurrido sin delatar lo que había vivido con Hermione –. Iban a ser las siete y yo ya me había despertado, entonces escuché ruidos en el primer piso y fui hasta la habitación de Hermione, pensé que era ella, pero estaba dormida y la desperté – mintió Harry –, ella cogió su varita y me acompañó hasta el inicio de la escalera y... – Harry siguió contando lo que en realidad ocurrió.

-¿No reconociste a los mortífagos? – le preguntó George quien estaba recobrando poco a poco los colores de su cara.

-No, pero si sé que eran dos hombres – dijo Harry a manera de reflexión.

En esos momentos bajaba la señora Weasley, que había recuperado un poco su aspecto natural, Harry y Ron se acercaron de inmediato a ella y antes de que dijeran algo ella les habló:

-Se pondrá bien – dijo, dirigiéndoles una sonrisa –. Ahora esta muy débil pero estoy segura que esta noche ya estará totalmente sana y mañana podrán viajar con toda tranquilidad. Ron – la señora Weasley lo miró con severidad –, ven a la cocina, tengo que hablar contigo.

Ron siguió cabizbajo a su madre hasta la cocina, mientras el señor Weasley se despedía de todos para irse a trabajar. Entonces Harry se volvió a sentar con los demás Weasley y ellos le empezaron a preguntar sobre la casa de sus padres y Harry comenzó a contarles todo lo que había allí, de vez en cuando se escuchaban los reproches que le hacia la señora Weasley a Ron, rato después el pelirrojo llamó a todos a desayunar y Harry vio que estaba bastante contrariado, cuando todos fueron entrando a la pequeña cocina Harry le dio una palmada en el hombro en señal de ánimo y Ron hizo lo mismo.

Aludiendo cansancio, Harry fue a dormir un poco a la habitación de Ron y se despertó cuando olió el exquisito almuerzo. Bajó y vio a través de las ventanas como los gemelos y Ron jugaban en la nieve con bolas encantadas.

Harry fue hacia la señora Weasley, en una bandeja estaba preparando un almuerzo, Harry se imaginó que seria para Hermione.

-Harry, ¿dormiste bien? – le dijo en tono cariñoso.

-Si, gracias... ¿cómo está Hermione? – le preguntó Harry.

-Ya se despertó... voy a subirle esto para que coma algo, aún esta pálida.

-¿Puedo llevárselo yo? – le dijo Harry –. ¡Por favor!

-Esta bien – y le entregó la bandeja –, sube despacio para que no se riegue.

Harry subía con cuidado, pero no despacio, quería ver a Hermione, pero cuando entró a la habitación de los señores Weasley vio que no estaba sola, la acompañaba Ginny. Él les sonrió y ellas hicieron lo mismo. Harry se sentó en la orilla de la cama, al lado de Hermione que estaba sentada contra la cabecera y puso la bandeja en la mesita de noche.

-¿Cómo te sientes? – le preguntó en tono cariñoso.

-Bien, pero muy débil – dijo Hermione con voz apagada, Ginny los miraba –. Gracias por salvarme.

-No me lo agradezcas – y Harry cogió el plato de la sopa –, más bien come.

-Yo puedo sola – le dijo Hermione, se sentía incomoda con la presencia de Ginny.

-No, yo te ayudo... y no pongas esa cara – le reprochó Harry.

Entonces Harry comenzó a darle la sopa y Hermione empezó a hablar de libros para que Ginny se aburriera.

-Cuando lleguemos al colegio – decía – iré a la biblioteca por el libro sobre transformaciones humanas.. – sorbió otro poco de sopa –, ese que te conté de nivel avanzado.

-¡Eh! – dijo Harry, sorprendido.

-La profesora McGonagall me dijo que ya podía leerlo, que me serviría para los EXTASIS...

-Hermione, ya vengo – dijo Ginny y salió rapidísimo de la habitación.

-¿Por qué piensas ahora en libros? – preguntó Harry, disgustado.

-Era para que Ginny se aburriera y se fuera – le respondió con una sonrisa –, así que sígueme la corriente que creo que regresará con ropa para que me cambie.

Y efectivamente Ginny regresaba con ropa para Hermione, así que Harry le siguió dando el almuerzo y dejó que ella hablara de los deberes y los libros, Ginny no soportó más de cinco minutos y se despidió de ellos para ir a almorzar.

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A petición de Lilyem, Witchmin, Monik, y DrakeMalfoy monto estos capítulos y lo haré más seguido así que estén pendientes.

Besos.