Capítulo 18: ORDENES SON ORDENES
Muy alarmada, Hermione se llevó ambas manos a la boca para no hacer ruido con su respiración, ya que en esos momentos por el susto, comenzaba a respirar con fuerza por la boca mientras empezaba a temblar. Harry aún tenía sus manos puestas en los lugares del cuerpo de Hermione con los que jugaba y aparentemente no tenía intenciones de retirarlas de allí porque debido a la sorpresa se quedó inmóvil. Los segundos fueron pasando como si fueran horas y un ruido los sobresaltó, era el ronquido de Ron.
-¡Aún esta dormido! – exclamó Harry en susurro.
-Es mejor que paremos, la próxima vez sí se dará cuenta – le dijo Hermione en tono suplicante.
-¿Estas segura que no quieres que siga? – le susurró Harry en el oído con tono pícaro.
-Si lo estoy... – y apoyando su cabeza en el hombro derecho de Harry le dirigió una mirada triste –. Ahora no es el momento.
-Esta bien... – y Harry hizo una mueca de tristeza, pero su expresión cambio cuando Hermione le volvió a acariciar la cabeza con su mano izquierda mientras lo besaba.
Cumpliendo los deseos de su novia, Harry fue retirando lentamente las manos de los lugares donde habían estado durante los últimos minutos y cuando ya estuvieron al aire libre, Hermione paró de besarlo y se separó de su pecho para acomodarse todas sus prendas, aún sentada entre las piernas de Harry y mientras se acomodaba la camisa y abrochaba de nuevo la falda, estiró el cuello para poder observar a Ron notando que todavía dormía rodeado de pergaminos. Luego se paró y cogió la mano derecha de Harry para que él también se parara, después de que él lo hizo se acercaron y se abrazaron.
-Me sentí muy bien... gracias – le dijo ella en el oído.
-Me alegra que te haya gustado.
-¡Ahora vete a lavar las manos y la cara que hay que terminar la tarea! – Y lo miró con seriedad mientras poco a poco iba esbozando una sonrisa.
Así que Harry se dirigió hacia los lavados y cuando regresó Hermione ya estaba nuevamente sentada en la mesa esperándolo para seguir con los deberes. Harry se dirigió hacia donde Ron dormía y moviéndole los hombros lo despertó.
-¿Qué pasa? – preguntó Ron mientras se frotaba los ojos.
-Hay que terminar la tarea – le respondió Harry y se sentó a su lado.
-¿Cuánto tiempo me quedé dormido? – le dijo Ron a Harry mientras pasaba una de sus manos por el cabello.
-Casi 15 minutos – Y Harry tomó el pergamino en el que estaba realizando la tarea.
-¡Eso no es mucho! – exclamó Ron mientras él también cogía su pergamino.
-Es lo suficiente para retomar energías, Ron – le dijo Hermione en tono serio que estaba sentada frente a ellos –. Ahora, si siguen hablando se tardaran más en terminar.
-Por primera vez creo que tienes razón – Y Ron cogió la pluma y comenzó a leer el último párrafo de su tarea –. ¡Parece que ya casi terminamos!.
Media hora después ya estaban recogiendo todos sus libros y una vez finalizada la tarea de herbología, se dirigieron a sus respectivos dormitorios para comenzar con un merecido descanso.
Finalizaba la primera semana de abril y el equipo de quidditch ya aplicaba con mayor coordinación las tácticas de juego que Harry creó especialmente para el partido contra slytherin, aunque aún faltaba perfeccionar la movilidad de los tres cazadores del equipo ya que las dos chicas no lograban acomodarse a la velocidad del otro cazador.
-Ewan... debes moverte más rápido – le dijo Harry cuando notó que el chico de quinto año perdía la quaffle cuando una de las cazadoras se la tiraban.
-Es culpa de Abby – Y señaló a una chica rubia de quinto año –. Ella y Nicole están más livianas por la dieta.
Harry les indicó a ambas chicas que bajaran de sus escobas para hablar con ellas.
-¿Cómo es eso de que están haciendo dieta? – les preguntó Harry con el entrecejo fruncido.
-Sí estamos más livianas seremos más veloces – explicó Nicole que era también una alumna de quinto de cabello castaño oscuro.
-Denla por finalizada – les ordenó Harry.
-¡Aún nos queda por rebajar dos kilos! – exclamó Abby, asombrada.
-No me interesa lo que les falta por rebajar, ¿no se dan cuenta que es peligroso?
-Pero Harry... tenemos que ser más veloces para poder ganar – chilló Abby
-Podemos ganar sin poner en riesgo su salud, antes eran excelentes con el peso que tenían. ¿De dónde sacaron la idea de la dieta? – les dijo Harry y las miraba con una seriedad poco habitual en él.
-Decidimos rebajar porque esos slytherin son muy veloces... teníamos que estar a su nivel – justificó Nicole.
-Nuestro nivel es superior al de ellos. Miren, vamos a ganar y necesitamos que ustedes dos – y Harry señaló a cada una con el dedo índice – estén en plenitud para el partido.
-¿Cómo esperas que estemos en plenitud si nos vas a detener la dieta? – dijo indignada Nicole.
-Ya les he dicho que son muy buenas, y como no quiero que me hagan trampa, de ahora en adelante comerán normalmente y se pesaran delante de todo el equipo cada dos entrenamientos.
-Harry, eso no es justo – dijeron las dos al unísono.
-Lo que no es justo es que se vallan a enfermar, ustedes son nuestra responsabilidad y si no acatan las ordenes de su capitán me veré obligado a expulsarlas del equipo, y sé que eso es lo último que desearían.
Con eso Harry dio por terminada la discusión, se montó en su escoba y vio como ambas chicas cruzaban los brazos y miraban el suelo con disgusto.
A partir de ese entrenamiento, tanto Harry como el resto de los chicos del equipo comenzaron a controlar el peso de las cazadoras, ya que realmente podría resultar peligroso someterse a un régimen dietético sin la supervisión de un medico, así que cada dos entrenamientos, pesaban a las chicas en una báscula que les facilitó la señora Pomfrey.
Una semana después de transcurrido el inconveniente con las cazadoras, Harry ya se sentía más tranquilo al notar que comían normalmente, aunque de mala gana. Durante el desayuno del martes de esa semana, antes de ir a su clase de DCAO, a Hermione le llegó su acostumbrado ejemplar de El Profeta y al comenzar a leerlo escupió sin querer jugo de naranja y segundos después se puso pálida. Mientras Ron cogía el periódico, Harry acariciaba su mano para tranquilizarla, luego Ron le mostró lo que le había hecho tomar esa reacción, Harry notó que él también lucia algo pálido.
Muggles Invisibles
El profeta se ha enterado que durante los últimos dos meses, han desaparecido mas de una docena de muggles y magos, sus familias han informado a la "policía" y a nuestro ministerio que la única pista que se encuentra es un papel blanco con la marca tenebrosa(para pasar inadvertidos). Como todos ustedes saben, la marca tenebrosa es el símbolo del- que-no-debe-ser-nombrado y sus secuaces, y es que desde el supuesto (no para el profeta) retorno de la persona en cuestión, la desaparición de muggles se ha visto incrementada en un 5 según datos oficiales de su ministerio de gobierno. El profeta lanza una voz de advertencia a toda la comunidad mágica, en especial a todos aquellos que tengan familias muggles para que permanezcan en alerta y espera que el ministerio de magia sea más competente y tome cartas en el asunto.
