CAP 9: POTTER & POTTER INVESTIGACIONES
"La única ventaja que tiene el encontrar tu camino en la vida es que lo haces sin darte cuenta."
Las flores del mañana. Vincent Ribaud.
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-¿Y quién va a ser si no?- decía Harry nervioso andando de un lado a otro de la habitación.- ¡Pues como siempre!
-¿Voldemort?- dijo su madre.- ¿No es ese mago tan terrible de...?
-Sí. Es ese. Pero ese al parecer sí que puede moverse a voluntad entre las realidades.
-¿Entonces por qué no ha venido al ver que habías despertado?- preguntó Michael.
-Puede haber infinitas realidades o unas pocas, así que quizá aún no se haya pasado por aquí. Además en la realidad de la que vengo tiene muchas cosas que hacer. A menos que se entere de que estoy en algún lugar en coma no creo que se le ocurra venir a buscarme aquí. Supongo que Dumbledore me habrá llevado a Hogwarts. Sería lo más razonable.
-O sea que podría matarte en esa realidad.- dijo Lily palideciendo.
-Supongo que sí. Mataría mi cuerpo... y...
-No podrías volver.- finalizó James.
-Eso complicaría mucho las cosas allí.- comentó Harry pensando en las consecuencias.-Pero podemos tratar de encontrarlo aquí. Papá, ¿podrías buscar a una persona?
-Sí. ¿Cómo se llama?
-Tom Riddle.
James asintió y salió del despacho. Todo empezaba a encajar como un rompecabezas.
-¿Cómo estás tan seguro de que es él, Harry?- preguntó Lily.- Si fuera él, te hubiera matado cuando tuvo oportunidad hace mucho tiempo.
-Quizá Michael tuviera razón y me quisiera utilizar para algo. No sería la primera vez.- añadió sombrío.- Lo que no puedo imaginarme es para qué.
Tratando de buscar una respuesta se encontró pensando en su conversación onírica con su propio subconsciente. Debía asimilar la profecía y lo que conllevaba para volver a su mundo. Quizá cuando lo hiciera también pudiera ir de una realidad a otra. Voldemort podía y le tenía perfectamente localizado en la realidad en la que estaba. Pero claro, había despertado y había descubierto sus poderes. Quizá ahora sí pudiera hacerle frente... siempre y cuando no encontrara su cuerpo en Hogwarts (o en donde estuviera). Entonces podría hacer lo que quisiera en su mundo con la profecía cumplida. Pero, ¿qué podría hacer desde aquí? ¿Encontraría a Riddle vivo y consciente o un cuerpo dormido? ¿Qué harían? ¿Luchar y matarse en este mundo? Lo último que quería era que su familia sufriera algún riesgo.
¿Por qué nunca llegó a morir Voldemort cuando la maldición mortal que le lanzó de niño rebotó contra él? Por que aunque su cuerpo desapareciera, su mente, unida a tantos cuerpos, consiguió de alguna manera agarrarse a la vida que los sostenía. Deseó poder visitar sus otras vidas y saber cómo eran. Al otro lado de la ventana empezaba a anochecer.
Supo que era Voldemort cuando Michael le dijo que la última visita fue hacía un año. Cuadraba. Fue cuando Voldemort recuperó su cuerpo. Una vez había recuperado su cuerpo podría volver a empezar su tarea. Por eso dejó de prestar atención a las realidades alternativas, y más aún una en la que Harry estaba en coma en un hospital. Volvió a preguntarse por sus otros cuerpos en las demás realidades, esta vez con cierta inquietud.
Lily estaba agobiada de estar encerrada y Kate se empezaba a poner un tanto insoportable porque no hacía más que abrir y cerrar los cajones y a toquetear todo. Michael, a pesar de todo lo que había pasado, debía trabajar en otros asuntos así que estuvo bastante atareado. Harry mientras, pensaba y pensaba, pero cuando Lily declaró que no aguantaba más, el muchacho no pudo estar más de acuerdo.
-Voy a buscar a vuestro padre y le voy a decir que salimos a cenar.
15 minutos después volvieron los dos muy contentos.
-Hijo, menudo elemento es ese hombre.- dijo James dándole una carpeta bastante llena.- El tal Tom Ryddle es un tipo de cuidado. Está montado en el dólar y se le ha relacionado con varios casos de imprudencia médica y experimentación ilegal. Financiaba varios grupos de científicos un tanto amorales. La verdad es que en ocasiones estaba relacionado con gobiernos de países importantes. Iba y venía. No tiene residencia fija. Simplemente un abogado y una fortuna en propiedades y diversas cuentas en paraísos fiscales. Tiene un gran historial en fraude financiero... aunque me da la impresión, por lo que he leído, que más que él fue su abogado, pero bueno. Además tiene grandes contactos en las altas esferas políticas de media Europa y...-James cargó de intención ese último "y".- en los ámbitos científico y tecnológico es un mito. Dona inmensas sumas para la construcción de satélites y telescopios.
-Todos con dispositivos X-2.- finalizó Harry.- Aun así no me puedo imaginar para qué me necesita vivo. Aquí también tengo magia y puedo enfrentarme a él.
-Quizá no te cueste mucho. Tiene 67 años.
-Creedme. Se conserva estupendamente.- dijo Harry.- ¿Se sabe dónde está?
-Paradero desconocido.
-Ya, bueno. Me pregunto si podríamos llamarle desde aquí. ¿Dónde está su abogado?
Su madre casi les pega cuando padre e hijo se miraron y en un instante de comprensión tácita su padre sacó las llaves del coche y se dirigieron a la puerta. "¡Pero qué pretendéis! Si llamáis a ese hombre a esta realidad estaréis en peligro." Y tenía razón, pero cuando cerró la puerta del coche y su padre arrancó el motor supo que, allá donde fuera, el peligro iría junto a él. No podía huir ni de su magia, ni de Voldemort. Si le dejaba rondar libremente por el mundo de Hogwarts todos sus amigos estarían en peligro inminente.
-¿Crees que es buena idea?- le preguntó a su padre.
-Es arriesgado.- valoró James.- Si lograra encontrarte en la otra realidad y te matara no podrías volver y cumplir esa profecía. Él ganaría. Pero estamos suponiendo que no sabe que estás aquí así que de momento estás a salvo. Si le llamas sabrá que tiene que buscar un muchacho dormido e indefenso.
-Eso había pensado.- asintió Harry.- Pero todos mis amigos están en peligro. No puedo dejarles así de tirados.
-¿Has intentado volver a tu mundo?- Harry miró a su padre.- No es que éste no lo sea, ya sabes que somos tus padres estés donde estés, pero...
-No. No sabría cómo hacerlo.- Harry sentía la necesidad de explicarse.- Todos son mi mundo en cierta forma, papá y ninguno lo es del todo. No podría vivir toda mi vida en aquella realidad sabiendo que tengo unos padres en otra parte, pero tampoco puedo abandonar a todos los que han sido mi familia durante estos años.
-Vendrás de visita, entonces.- dijo James sonriendo.- Bien, aquí es.
Era una calle amplia, limpia, llena de tiendas de marca y gente bien vestida. Delante de ellos se alzaba un edificio de oficinas. Entraron y el portero les preguntó adónde iban.
-Querríamos ver al señor Robert J. Burton, abogado, despacho 748.- dijo su padre.
-¿Tienen cita con él? Es un poco tarde.
-Soy el Capitán James Potter, de la EUROPOL, me gustaría hacerle algunas preguntas. Por favor, ábranos la puerta.- dijo mientras le mostraba la identificación. El portero miró con suspicacia a Harry, pero les dejó pasar. Cuando estuvieron en el ascensor James le preguntó a Harry.- ¿Qué tienes pensado?
-Realmente nada.- dijo el muchacho con sinceridad.- Ya veremos.
James le miró y se encogió de hombros. Cuando llegaron al séptimo piso buscaron el despacho 48. Llamaron, pero no contestaba nadie.
-No podemos entrar sin una orden judicial.- dijo James con expresión abatida.
Harry puso su mano en el picaporte y se concentró.
¡Clic!
La puerta se abrió limpiamente ante sus ojos.
-Hijo, tienes un peligro...
-Vamos, papá, ¿qué ha pasado con tu sentido de la aventura?
-Se te apacigua bastante cuando tienes mujer e hijos.- dijo James defensivamente.- Busca en aquel archivador anda.
Padre e hijo empezaron a revolver todo buscando algo interesante. Robert Burton llevaba los asuntos de mucha más gente además de Tom Riddle. Tras 3 horas de búsqueda no encontraron nada. En cambio el despacho estaba hecho un desastre.
-Bueno, hubiera sido demasiado fácil.- dijo Harry mientras que con un movimiento de la mano hacía que las cosas volvieran a su lugar. Su padre miraba todos los papeles y objetos volando a su alrededor con una expresión de estupor mal disimulado.
-Quizá Burton esté en su casa.- sugirió James.
-¿Sabes dónde vive?
-Y hasta en qué dedica el tiempo libre.- dijo jocoso James.- Te recuerdo que trabajo en la EUROPOL, chaval.
El muchacho sonrió y siguió a su padre hasta el coche. La verdad es que hacían un magnífico equipo. ¿Cómo podría volver algún día a su antiguo mundo cuando en éste tenía tantas cosas buenas? Al cabo de media hora llegaron a un lujoso barrio residencial lleno de casas de estilo victoriano y mansiones impresionantes. Poco después dieron con la casa, una casa adosada con pinta de ser enorme. Harry recordó la casa de los Black. Todas las casonas antiguas se parecían.
James fue hasta la puerta seguido de cerca por Harry. Llamaron y al cabo de unos momentos salió una sirvienta a abrir.
-Venimos a ver al señor Burton.
-El señor no está en estos momentos en casa. ¿De parte de quién?
-Capitán James Potter, EUROPOL.- La sirvienta se tensó un momento.
-Lo lamento, Capitán, pero como ya le he dicho, no está en casa.
-¿Podría decirme dónde está? Es muy importante.
-Me temo que...
-¿Quiénes son Penny?- dijo una voz femenina y arrastradamente snob por detrás de la puerta. Un instante después una mujer de unos 45 años, extremadamente delgada y vestida con un vestido terriblemente hortera apareció en su campo de visión. Al posar sus ojos en James sonrió coqueta. Harry miró a su padre que no se inmutó y trató de no sonreír.- Vaya, creo que no nos han presentado.
-Ciertamente, señora.- James sacó su identificación.- James Potter, Capitán de la Sección de Fraude Fiscal de la EUROPOL.- Harry alzó imperceptiblemente una ceja. Eso era mentira, su padre no trabajaba ahí, pero al ver cómo mostraba la identificación lo suficientemente deprisa como para que no lo leyeran no pudo evitar una sonrisa.- Buscamos a Robert Burton. Sólo queremos hacerle unas preguntas.
-En la EUROPOL cada vez los reclutan más jóvenes, ¿no?.- Harry pegó un respingo. No esperaba que se fijaran en él.- Cielos... son como dos gotas de agua. ¿Es su hijo, señor Potter?
-¿Sabe del paradero del señor Burton?- insistió James sin modificar su tono cortés ignorando el comentario de la mujer.
-Mi marido se ha ido una temporada.- dijo con desprecio.- Aunque supongo que para lo que vienen ustedes yo podría serles de utilidad. Pasen, por favor.
La casa era magnífica. Un lujo así sólo era comparable al Ministerio de Magia. Entonces lo empezó a notar. Era como una vibración que reverberaba en toda la casa. Se acercó a su padre.
-¿No lo notas?
-¿El qué?
-Señor Potter, pasen, por favor.- dijo la mujer.- ¿Estás aprendiendo el oficio de tu padre, jovencito?
-Eh... más o menos.
-¿Qué querrían tomar?
-Oh, no se moleste.- dijo James educadamente.
-Por favor, Capitán, insisto. Penny.- la sirvienta pareció salir de la nada.- Trae té para los señores y lo mío.- la sirvienta se marchó.- Bien, ¿qué preguntas quería hacerle a mi marido?
-Es sobre uno de sus clientes: Tom Riddle. ¿Sabe algo al respecto?
-¿Cómo saber algo de ese hombre aparte de que nadie sabe nada?- Penny llegó con té y un martini con aceituna para la mujer.- Mi marido lleva sus asuntos desde hace casi 20 años, pero nunca le he visto.
-Debo suponer que tampoco sabe dónde está el señor Ryddle.
-No. Hace años que no sabemos nada de él. Normalmente llegan sus instrucciones por correo aunque sé que se ha encontrado con mi marido en alguna ocasión.
-¿Le suena la palabra "Nephlim"?
-Sí.- la mujer dudó en continuar. Parecía como si no se atreviera a hablar sobre ello. Harry podía ver cómo una batalla silenciosa se libraba en su mente. Al final un rictus de odio le atravesó los finos labios maquillados y habló.- Se trata de la palabra clave de una organización a la que mi marido envía fondos del señor Riddle. No sé qué hacen ni de qué se trata, aunque es lo suficientemente ilegal como para tirar del carro a medio Parlamento.
-¿Sabría decirme algún nombre relacionado con esa organización?- preguntó James. Un nuevo brillo de maldad se asomó a los ojos de la Señora Burton.
-Por supuesto. ¿Quiere una lista?- la mujer llamó a Penny y le pidió papel y bolígrafo. Mientras escribía James preguntó.
-¿Conoce a alguien que tenga un trato, digamos, más cercano con el señor Riddle?
-Su hijo Baltasar.- dijo la mujer. Harry abrió mucho los ojos. ¿Voldemort tenía un hijo en aquella realidad? Recordó el rostro serpentino, la voz siseante, los ojos rojos y la mirada sibilina... ¿Qué mujer hubiera querido tener un hijo con él? Se estremeció.- Vive en Escocia, cerca de Glasgow, en una casa en las montañas. No se deja caer mucho por Londres, así que no le puedo decir mucho más. Tenga. Espero que le haya sido de utilidad, señor Potter. Puede contar con mi ayuda cuando precise.
-Desde luego. Muchas gracias, señora Burton.- dijo James ignorando el palpable coqueteo de la mujer.
De nuevo en el coche y de camino a la oficina central de la EUROPOL Harry rompió a reír.
-Se lo pienso decir a mamá.- dijo entre carcajadas.
-Ni se te ocurra.- dijo James arrancando el vehículo.- Tu madre debidamente motivada es una mujer peligrosa.
En la oficina Lily y Kate dormían abrazadas en un sofá con una pizza a medias en la mesa.
-¿Dónde pasaremos la noche?- preguntó Harry observándolas.- ¿Crees que podríamos volver a casa?
-No, sé un sitio mejor.
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¡Pum, pum, pum!
-Papá, no contesta nadie y llevamos llamando un buen rato. Igual ni está.- dijo Harry.
-Tú sigue pulsando el timbre.
Harry suspiró y mantuvo el botón apretado. Kate agarraba su mano y apoyaba su cabeza en la espalda de Harry, medio dormida. Entonces oyeron unos gritos desde el interior.
-¡YA VA, YA VA! – la puerta fue abierta por un Sirius al que habían sacado de la cama.- La gente a estas horas suele dormir, ¿sabéis?
-Ya, sobre todo cuando se acuestan a las 4 de la tarde después de toda la noche, la mañana y media tarde estando de fiesta.- dijo James sarcástico mientras le apartaba de un empujón.- Necesito que nos acojas en tu humilde hogar, amigo.
-¿Qué pasa? – preguntó Sirius en la voz preocupada que tanto conocía Harry.
-Es una larga historia.
La puerta se cerró tras ellos. Sirius acompañó a Lily y a Kate a una habitación para que la pequeña se acostara. Tras unos momentos ambos bajaron las escaleras.
-Prepararé café.- dijo Sirius al ver a James y fue directamente a la cocina. 10 minutos después salió con una bandeja, una gran cafetera y 4 tazas.- Bien, James. Cuéntame.
Y se lo contó todo. Harry apuntó algún que otro cometario e hizo la demostración mágica de rigor, ante la cual su padrino se levantó y se sirvió un whisky que deglutió de un trago.
-Vaya.- dijo al final.- Esto te hace pensar en lo relativo de la existencia humana y la fragilidad del espacio-tiempo.
-Quizá, pero no ahora, por favor.- dijo James frotándose los cansados ojos tras las gafas.- Me temo que no sabría decirte cuánto tiempo estaremos aquí.
-¿Serviría de algo que dijera que no me parece nada bien lo que estáis haciendo?- dijo Lily enfurruñada en un sofá especialmente mullido. Apenas lograba mantener los ojos abiertos, pero era capaz de seguir la conversación.- Llamar a ese Riddle pondrá en peligro a Harry tanto en una realidad como en otra, ¿no lo veis?
-Sí, cariño.- dijo James cogiéndole de la mano.- Pero si la profecía es cierta, y últimamente todas las historias raras lo son, Harry debe volver a esa realidad y cumplirla porque si no, no sólo Harry podrá morir en esa realidad, sino mucha gente más además de darle a ese tipo la última excusa para hacer barbaridades aquí también. Y de momento éste es el único lugar desde el que podemos hacer algo.
-Sigue sin gustarme.
-A mi tampoco me gusta, mamá, pero no puedo evitarlo. Vaya a donde vaya siempre Voldemort estará un paso por delante de mi, acechando. Además, - Harry trató de sonreír.- estoy acostumbrado a este tipo de cosas. No sería la primera vez que tuviera que luchar para salvar la vida.
-¿En serio?- preguntó Sirius sorprendido.- Cuéntalo, Harry.
-Que te lo cuente mañana Kate.- dijo James.- Por hoy es suficiente.
Harry bostezó tan fuerte que creyó que se le iba a romper la mandíbula. Se acurrucó en el sillón y se durmió pensando en Ron y Hermione y deseando que nada malo hubiera ocurrido.
