Capítulo 32: ¡Y EL RESULTADO ES...!
El sol resplandecía de manera alegre y enérgica, un suave viento lograba que el clima fuera perfecto, cielo despejado, diez de la mañana y los alumnos de gryffindor listos para la prueba final, formados en fila y con sus varitas en la mano, mientras la profesora McGonagall los observaba seria y enigmática.
-Muy bien, esta es la última prueba de los EXTASIS... muchos de ustedes se preguntaran ¿por qué una prueba física? – continuó la profesora, a lo que todos asintieron con la cabeza –. Pues bien, desafortunadamente atravesamos por momentos muy peligrosos y con esta prueba ustedes se darán cuenta que tan preparados están para afrontar los peligros que les puede deparar la vida.
Muchos tragaron saliva ante lo que la profesora había dicho.
-Podrán usar cualquier clase de conjuro y hechizo, incluso hasta las maldiciones imperdonables – y ese instante todos dieron un respigo –, pero no se preocupen, no hay seres vivos a los que les puedan hacer daño ya que todo hace parte de un hechizo, pero no significa que el daño no lo puedan recibir ustedes, así que no se deben descuidar o reprobaran. Ahora, haré una excepción. Uno de ustedes no necesitara presentar la prueba...
Y en ese momento la profesora miró de una manera muy dura a Harry, como si le estuviera reprochando algo, pero fue en milésimas de segundos por lo que nadie se dio cuenta.
-Ya que a lo largo de estos años – continuó ella – ha demostrado disciplina, dedicación y diría, casi perfección; señorita Granger, queda usted exonerada de la prueba.
Hermione dio un suspiro de alivio, mientras Neville la miraba con admiración y algo de envidia.
-Señorita Brown, usted es la primera.
La prueba comenzó, cada uno se demoró en pasarla generalmente treinta y cinco minutos, menos Neville que se tardó una hora con diez, cuando llegó el turno de Ron, él se acercó a Hermione y le frotó con suavidad la frente.
-¿Qué haces? – le dijo ella con fastidio mientras quitaba con sus manos la mano del pelirrojo.
-Solo me unto de tu buena suerte – dijo mientras se paraba la mano por su frente –, y también con un poquito de tu inteligencia. ¡A ver si sirve de algo todo lo que devoraste en la biblioteca!
Y seguramente funcionó porque Ron salió muy contento de la prueba.
-¡Señores y señoritas! – dijo la profesora McGonagall en voz alta para llamar la atención –, el próximo miércoles tendrán los resultados de las pruebas – E inmediatamente miró su reloj –. ¡Por Dios! las cuatro, vallan a comer algo.
-Ja, ¡pero hay que ver!... seis horas en esta prueba, parecía un maratón – se quejó Dean cuando se dirigían al castillo.
-Hubieran sido cinco si Neville no se demora tanto – opinó Seamus –. ¿Qué te pasó?
-Me encontré con un vampiro – se defendió Neville.
-¿Un vampiro? – dijeron todos al unísono.
-Si, ya sé lo que piensan... ¡un vampiro a plena luz del día!, ¿por qué creen que me demoré?, me confundí y no sabía si era de mentiras o de verdad... y de remate comenzó a perseguirme para chuparme la sangre – Y al recordar lo ocurrido su rostro palideció.
-¿Pero no se te ocurrió que era parte del hechizo de la profesora? – preguntó Harry.
-Pues si, pero a lo último, cuando ese demonio me gritaba "deja de correr... solo quiero una mordidita", que yo sepa los vampiros tienen súper habilidades y este era bastante lento.
-Menos mal – le dijo Ron riéndose –. Dime, ¿qué hubieras hecho si ese vampiro fuera real y te hubiera chupado la sangre?
-Nada, porque la luz del sol lo hubiera vuelto polvo.
-¿Si fuera de noche? – se corrigió Ron.
-No sé... ¡por qué tienen que chupar sangre!, porque mejor no comen lechuga.
-Beben sangre porque les da vida – respondió Hermione.
Todos la miraron como si no creyeran.
-Es cierto – ratificó ella –. La sangre es portadora de vida, necesitan de ella para sobrevivir y beben directamente de un ser vivo porque la sangre caliente les da calor a su cuerpo helado.
-Una vez mas, nos has ratificado por qué quedaste exonerada de la prueba- le dijo Ron fingiendo sorpresa, por lo cual Hermione enrojeció.
-Bueno, ¿y por qué a Harry no lo han exonerado? – preguntó Seamus –. Porque realmente se ha salvado de unas...
Y era verdad, pensaron los chicos, a fin de cuentas desde que Harry ingresó al colegio se las veía en situaciones peligrosas cada año, sin excepción.
-Eso es porque Potter nunca ha sido buen estudiante – dijo Ron con aires de sabiduría –. ¿O dónde le has visto un diez?
Último fin de semana en Hogwarts, la nostalgia invadía el ambiente y lo incierto del futuro ocupaba poco a poco las expectativas de todos.
-La última semana – dijo Hagrid respirando profundo y mordiéndose los labios –, y pensar que fue ayer cuando los conocí, ¡el tiempo vuela!.
-No siempre fue así – intervino Harry mientras bebía un poco de té estilo Hagrid –. Tuvimos días eternos, tan largos que crees que nunca se acabarían.
-Pero te aseguro que de ahora en adelante los días se pasaran volando, tendremos hijos y nos volveremos viejos rápido – dijo Ron –, y pensar que cuando eres niño los años parecían eternos, entre una navidad y otra transcurrían 365 ... años, ¡que tortura!
-Y cambiando de tema... – intervino Hagrid –. ¿Dónde esta Hermione?
-Con Lavender y Parvati – contestó Ron –, hoy es su día de chicas... ¡ugg!
-¿No la han notado extraña últimamente? – preguntó el semigigante.
-Hermione siempre ha sido extraña – dijo Ron como si esa afirmación fuera muy obvia.
-¿A qué te refieres, Hagrid? – le preguntó Harry mirando de reojo al pelirrojo.
-No sé cómo decirlo, últimamente ha cambiado su semblante, se ve serena y de alguna manera... radiante, pero también luce triste.
-Eso tiene una explicación – dijo Ron.
Tanto Harry como Hagrid lo observaron con las cejas levantadas.
-Si, fíjense... ya se va a acabar el colegio, y Hermione adora el colegio o mejor dicho, la biblioteca del colegio, a eso se debe "en parte" su tristeza; por otro lado se ve serena porque a comparación de nosotros – dijo, señalando a Harry y a él mismo –, ella supo aprovechar todos los elementos y momentos escolares y educativos a los que tuvimos acceso teniendo como "consecuencia" sus excelentes calificaciones.
-Tienes razón – dijo Harry al cabo de unos segundos de procesamiento de la información.
-Tal vez sea eso – opinó con cierta duda Hagrid –. Cambiando de tema... ¿quieren echarle un ojo a los bundimuns? ... están re-bonitos.
Unas manos sudando, otras cuantas temblando y los alumnos de gryffindor a la expectativa, observando a la profesora McGonagall quien terminaba de organizar esmeradamente, desde su escritorio, unos pergaminos finamente enrollados. Después de unos eternos tensos minutos de espera la profesora fue pasando por cada pupitre, en silencio, entregando el resultado de las pruebas. Cada uno fue desenrollando el pergamino con torpeza y sus rostros reflejaban el resultado obtenida: Hermione muy orgullosa de sí misma, Lavender y Parvati tranquilas, Dean respiró aliviado, Seamus sonrió con picardía, Neville abrió los ojos como platos, palideció y luego dijo:
-Pasé raspado.
Por último Ron y Harry. Ron desenrolló su pergamino sin dejar que Harry viera, segundos después lo volvía a enrollar mientras decía como si nada:
-¡Pues pasé!
Luego Harry, con las manos tan temblorosas que por poco no es capaz de desenrollarlo, lo desplegó y leyó muchos números que no entendió, lo único que comprendió fue una palabra compuesta por ocho letras: APROBADO.
