Los personajes utilizados aquí no son de mi propiedad, así que antes de meterme a la cárcel piensen eso, además, Yo no gano nada por medio de esto, simplemente criticas.
Gracias. Ahora si. ¡Lean, por favor!
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Capitulo 9: Conflictos en el Templo de Tauro.
"Te dije que no pensaba dejarte ir hasta conseguir lo que deseo…" Dohko lanzó bruscamente a Saga contra la puerta, colocándose detrás de él para hablarle al oído. "Y lo que deseo es a ti…"
"¡Mira, Dohko…!" dijo Saga, tratando de liberarse del agarre del santo de Libra. "¡No estoy de humor para tus estupideces, así que si aprecias un poco tu vida, suéltame!" Dohko rió ante los intentos de Saga.
"¿Ves? ¡Eso es lo que me gusta de ti!" apretó su cuerpo contra la espalda del caballero de Géminis. "Siempre quieres que se haga lo que dices, y no dejas que nadie te contradiga…" con una de sus manos comenzó a desabrochar la camisa de Saga. "Bueno, pues esta vez se hará lo que yo diga." Por el simple hecho de irritar más a su compañero, Dohko comenzó a besarlo en la paste posterior del cuello.
"¡Estúpido, suéltame!" gritó Saga, y en su voz había tanta molestia que por un instante hizo retroceder al caballero de Libra. Aprovechando la oportunidad, el guardián del Tercer Templo lanzó contra el suelo al otro hombre, utilizando toda su fuerza. Realmente estaba enfurecido ¿Pues quién diablos se creía ese idiota para tratar de someterlo?
Fue hacia Dohko, y lo tomó por los hombros. Levantándolo del suelo, utilizó el cuerpo del santo de Libra para destrozar la puerta de la habitación, y luego arrastrarlo hacia afuera del Templo. La común expresión de autosuficiencia en el rostro de Dohko había sido remplazada por una de total furia. Después, el puño derecho de Saga comenzó a golpear el rostro de su compañero una y otra vez sin compasión alguna, al punto de hacer sangrar la nariz del guardián de Libra.
"¡Voy a matarte!" amenazó Dohko con un estallido de fuerza, tratando de levantarse. "¡Soy el más fuerte de los caballeros dorados!"
Y eso era verdad. Además, debido a los 243 años que había pasado frente aquella cascada sin envejecer más que 243 días, el caballero de Libra era más joven, y por lo tanto, más fuerte que Saga. Pero en el momento, eso le importaba menos que un grano de arena en el desierto. Dohko iba a pagar por su insolencia. Saga le tomó por el cuello, empujándolo de nuevo contra el suelo, luego utilizó una de sus rodillas para presionarle el pecho, haciendo brotar sangre de la boca del santo de Libra, quien de haber podido hacerlo, habría gritado a causa del dolor, pero su mente estaba quedando inconsciente. Saga estaba listo para terminarlo.
"Detente, Saga." Dijo una tranquila y profunda voz detrás de ellos. Pero a pesar del tono, aquello no era una sugerencia.
"¿Por qué?" replicó Saga, girando la vista hacia atrás. Ahí estaba Shakka, mirándole con sus bellos ojos azul cielo.
"Imagina la manera en que reaccionaría la diosa Atena al saber que asesinaste a su más antiguo caballero." Respondió el santo de Virgo, con total tranquilidad. "Y solo por mencionar una de varias razones por las que no debes hacer esto."
"Pues yo también tengo mis razones para querer matarlo."
Los ojos del caballero de Virgo se detuvieron en la camisa entreabierta de su compañero de Géminis, y conociendo a Dohko, era fácil adivinar el por que de la actitud de Saga.
"Sé lo que Dohko quiso hacerte, ya que conmigo también lo intent" se inclinó, y con su mano apartó las que estaban sobre el cuello del caballero de Libra. "Pero no por eso lo maté."
"Esa no es la única razón…" siseó, recordando la manera en que Dohko le insinuó que había pasado la noche con el caballero de Aries.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Bueno, Mu…" dijo Afrodita, sentándose en la cama donde se encontraba recostado el santo de Aries. "¿Es que no piensas decirnos que fue lo que te pasó?"
"¿Lo que… pasó?" repitió Mu, como si no lo hubiera entendido. Ahora que lo pensaba, quien debería preguntar eso era él. ¿A que clase de acuerdo habían llegado Milo y Afrodita con Saga? Porque fueron ellos quienes le dijeron que debía ir la noche anterior al Tercer Templo ¿no? Entonces… ¿acaso habían estado enterados de que sería Kanon quien acudiría a la cita? "¿Ustedes me preguntan a mi… que fue lo que pasó?" su voz, que al principio había sido leve, ahora comenzaba a tomar fuerzas. Incluso sintió que su cuerpo estaba recobrándose.
"Pues… sí." Dijo Milo, con algo de nerviosismo por el tono de voz de su amigo.
"Primero quisiera que me respondieran algo, amigos…" comenzó Mu, pasando la mirada de Afrodita hacia Milo. "¿Qué fue exactamente lo que les dijo Saga ayer?" La sangre de los dos caballeros se congeló.
"¿P-por qué lo preguntas?" dijo Afrodita, sorprendido.
"Oh, por la simple razón de que…" se incorporó en la cama. "¡Me gustaría encontrar una explicación a la peor noche de mi vida!"
Sus dos compañeros comenzaron a hablar al mismo tiempo, haciendo imposible entender lo que uno u otro trataba de decir, pero en un momento la voz del caballero del Escorpión logró sobresalir.
"¡Te dije que no era buena idea!" después se giró hacia Mu, señalando con un dedo al caballero de Piscis. "¡Todo fue su culpa! ¡Fue su plan!"
"¡Ah, claro!" replicó Afrodita, indignado. "¡Ahora ya no es 'nuestro' plan, sino que es solo 'mi' plan! Bien, pues esta mañana no decías lo mismo ¿o ya se te olvidó?"
"¡¿Entonces lo sabían?!" exclamó Mu, en una combinación entre molestia e indignación. "¡Me engañaron!"
"No, Mu, las cosas no son as" dijo Milo, tratando de arreglar la situación. "La verdad es que no hablamos con Saga en realidad, sino que…"
"¿Cómo pudieron engañarme así?" la voz del santo de Aries demostraba lo enfadado que estaba. "¡Kanon estuvo a punto de…!"
"¿Kanon? ¡Por los dioses, no lo puedo creer!" exclamó Afrodita, sorprendido. "Mu, déjame que te explique como ocurrieron las cosas… No se suponía que Kanon estuviera en…"
"¡No quiero escuchar nada!" gritó Mu, golpeando al caballero de Piscis con la almohada. "¡Déjenme en paz!"
Milo y Afrodita tuvieron que salir de la habitación, ya que todo objeto cercano al caballero de Aries estaba siendo lanzado contra ellos. Segundos después, cuando todo pareció estar un poco más calmado, Afrodita hizo un nuevo esfuerzo por hablar con él.
"Mu, solo dame cinco minutos para…" el caballero de Piscis tuvo que cerrar la puerta, ya que el santo de Aries le había lanzado una pesa que Aldebarán usaba para ejercitarse durante las noches.
El objeto hizo un agujero en la puerta, estrellándose contra la pared en que el Escorpión se encontraba recargado, a un lado suyo, justo a la altura de su cabeza.
"¡En el nombre de todos los dioses!" exclamó Milo, apunto de caer al suelo por el susto. "¡Eso pudo haberme desgraciado el rostro!"
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Kanon llevaba unas cuantas horas caminando desde que abandonó el Santuario, y desde ya un buen rato se sentía observado. La verdad no había dicho nada porque estaba demasiado ocupado tratando de descifrar aquel beso que le dio a Mu… nunca se comportaba así con nadie… El ruido de uno arbustos lo sacó de su mente. ¡Cielos! ¿Es que Aiolia podía ser aún peor escondiéndose?
"Sal de ahí, Aiolia, sé que eres tu." Dijo Kanon, sin mucho ánimo. El caballero de Leo salió de su escondite, bastante sorprendido.
"¿Qué estas tramando?" preguntó, desconfiado.
"¿Qué te hace pensar que estoy tramando algo?" preguntó el otro, confundido.
"El hecho de que no estés corriendo para escapar." dijo Aiolia, acercándose. "No estarías tan tranquilo si no tuvieras algo planeado."
"Vaya, me halaga que pienses eso." Una débil sonrisa apareció en su rostro. "Pero lamento decepcionarte… no siempre tengo un as bajo la manga." Esto desconcertó aún más al caballero de Leo. ¿Por qué le confesaba que no tenía nada planeado? Su comportamiento era bastante raro… "Ah, por cierto, disculpa el golpe que te di hace rato."
La mención de la pelea anterior entre ellos hizo recordar al santo de Leo la razón por la que estaba buscando a Kanon.
"Ese asunto aún esta pendiente." dijo Aiolia, sonriendo divertido. "Y esta ocasión no podrás escapar de mi…"
Kanon se detuvo un momento a pensar en la situación. La verdad ya estaba harto de escapar y esconderse de Aiolia, quizás lo mejor sería dejar que de una buena vez acabara con aquello. Después de todo, su compañero era bastante apuesto… y por otra parte, quizás podría ayudarle a sacarse de la cabeza al caballero de Aries.
"¿Y bien, por qué no empiezas?" cuestionó Kanon, sacando a flote su típica actitud mordaz y socarrona. Pasó sus brazos alrededor del cuello de su compañero, colocando sus rostros frente a frente. "¿O es que prefieres jugar un poco antes de empezar? Porque yo conozco muchos juegos que podrían gustarte…"
Aiolia no estaba seguro de que estaba ocurriendo. ¿Por qué Kanon no se resistía? ¿Acaso estaba actuando así para asustarlo y hacerle desistir? Bueno, pues no iba a darle el gusto de verlo dudar. Al instante, se lanzó contra los labios de Kanon, quien gustoso lo recibió en sus brazos.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Escucha, Saga…" comenzó Shakka, mientras llevaba el cuerpo de Dohko hacia el interior de la Casa de Libra. "Sea lo que Dohko te haya dicho, no creo que debas creerle… lamentablemente, la honestidad no es una de sus virtudes más desarrolladas."
"No te preocupes. Lo dejaré en paz." Shakka había recostado a Dohko en el suelo, y ahora iban de camino a la salida. "Pero necesito que me respondas algo."
"¿Responderte algo?" realmente no se le ocurría que podía preguntarle su compañero, pero de todas maneras accedió. "Como prefieras… ¿qué es lo que quieres saber?"
"Dime donde se encuentra Mu en este momento." Declaró el caballero de Géminis. "Tu puedes decirme exactamente donde está en este instante ¿no es así?"
"Así es…" lo mejor era no cuestionar a Saga sobre la pregunta. Después de todo ¿qué era lo peor que podía pasar si le decía lo que quería? Realmente no se le ocurría nada, y si con eso Saga se abstendría de asesinar a uno de los caballeros, pues que mas daba. Trató de concentrarse, y al poco tiempo descubrió la ubicación del santo de Aries. "Se encuentra en el Segundo Templo." Saga lo miraba, como pidiéndole que especificara más su respuesta. "En la habitación de Aldebarán." La mirada del caballero de Géminis continuaba sobre él, y parecía tener aún mayor persistencia. A Shakka no le agradó en lo más mínimo en que lo mirada de una manera tan imperiosa, por lo que hizo lo más explicita posible su respuesta, y así poder irse a su Casa. "En el Segundo Templo, en la habitación de Aldebarán, recostado en su cama ¿satisfecho?"
La ira volvió a encenderse dentro del caballero de Géminis. Ahora las palabras de Kanon y Dohko no parecían ser tan inverosímiles. Dejó atrás la Casa de Libra, con dirección al Segundo Templo.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Había transcurrido ya casi una hora, Mu continuaba sin recibir a nadie, y quien lo intentase forzosamente se enfrentaba con la posibilidad de ser golpeado con algún objeto.
"Creo que lo mejor será irnos…" dijo Milo, desanimado. "Quizás debamos volver más tarde, o mañana, cuando Mu se encuentre más tranquilo…"
"Sí, supongo que tienes razón…" Afrodita se levantó de su asiento, y junto con Milo se encaminaron a la salida.
"No se preocupen…" dijo Aldebarán, quien los había alcanzado. "Yo me haré cargo de que se recupere."
"Gracias…" dijeron los dos caballeros.
Abandonaron la Casa de Tauro, y mientras caminaban, ninguno se atrevía a decir algo, o al menos así ocurrió durante un rato, hasta que Afrodita rompió el silencio.
"Que manera más vil de culpar a un compañero…" dijo el santo de Piscis, pero sin la intención de hacer un reclamo, simplemente se trataba de un comentario.
"Bueno, al menos yo no estoy todo el día fraguando planes sobre las vidas amorosas de mis amigos…" se defendió el Escorpión, pero sin mostrarse ofendido.
"No te quejes, Milo…" dijo Afrodita, levantando una ceja. "Bien que te sirvieron mis planes para conseguirte a Camus…"
Rieron por un momento, pero bastante corto. La verdad es que los dos se sentían bastante mal por el hecho de que Mu estaba enfadado con ellos, y no podían negar que tuviera razones para estarlo…
"¿Qué crees que le haya ocurrido?" preguntó Milo, con las manos en los bolsillos y pateando una piedra que estaba en el suelo.
"No lo s" respondió Afrodita, juntando su manos en su espalda. "Y realmente me dejó muy preocupado el hecho de que se haya encontrado con Kanon…"
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Bueno, creo que ya no te debo nada, Aiolia…" dijo Kanon, separándose de su compañero. "Y ahora, debo continuar con mi camino."
El caballero de Leo no respondió nada. La verdad era que aún no terminaba de asimilar lo que había ocurrido… las cosas habían sucedido bastante distintas a como lo había imaginado, principalmente por el hecho de que Kanon no había intentado resistirse… y eso había mejorado bastante el asunto, pues no le agradaba mucho la idea de tener que forzar a alguien… por una parte, se sentía algo mal por haberse acostado con Kanon simplemente por el hecho de vengarse… pero debía aceptar que la experiencia había sido bastante gratificante. Al parecer, Dohko le había enseñado a Kanon algunos trucos de su experiencia milenaria.
Terminó de vestirse, y no pudo evitar sentirse incomodo. ¿Simplemente iba a regresarse a su Templo y continuar con su vida normal después de lo ocurrido? Posiblemente no había otra opción, pero…
"¿Por qué no te quedas?" preguntó Aiolia, tratando de no observar a Kanon mientras se vestía. "Quiero decir, yo ya no voy a estar persiguiéndote… no veo razón para que debas irte…"
"Realmente no lo s" dijo Kanon, abrochándose la camisa. Mas bien parecía estar hablando consigo mismo. "Por un lado están mi hermano y Dohko… uno de los dos debe haber salido perdiendo, y sea cual sea, estará molesto conmigo… y por otro lado está Mu…" soltó un leve suspiro, y sonrió con ironía. "Regresar al Santuario sería como ir directo a la boca del lobo…"
"¿Y adónde piensas irte?"
"Estoy considerando pedirle asilo a Saori por un tiempo…"
"¿Saori? ¿Es que no has visto lo mal que trata a los caballero de bronce? Realmente no te lo recomendaría mucho…"
"Pues entonces supongo que pasaré algunos días aquí, al aire libre…" aunque no le atraía mucho la idea.
"Si quieres, puedes quedarte conmi… digo, en mi Templo…"
"¿Lo dices en serio?" preguntó, incrédulo. La propuesta de Aiolia lo había tomado por sorpresa.
"Seguro…" se detuvo a pensar un momento. "Podemos regresar durante la noche, y así nadie sabrá que estas en el Santuario…"
"¿Y por qué ibas a ayudarme?" inquirió Kanon, con un leve toque de desconfianza. No era muy común que alguien se prestara a ayudarle (por ejemplo, el caso de Aldebarán), a menos que él ofreciera algo a cambio (como solía ocurrir con Dohko).
"Pues… bueno, ahora que ya hemos arreglado nuestras diferencias, no veo por que no podamos ser amigos ¿no crees?" una linda sonrisa apareció en la cara de Aiolia.
"…Supongo que tienes razón." Dijo Kanon, sonriendo también. "Gracias."
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Aldebarán llamó levemente a la puerta de su habitación.
"No quiero ver a nadie." Dijo Mu, desde el interior.
"Soy yo, Mu." Dijo el caballero de Tauro, asomándose por el agujero que había hecho Mu en la puerta al lanzar aquella pesa. "Traigo el t" se lo mostró. "Y como supongo que vas a pasar la noche aquí, me gustaría entrar un momento y tomar mi ropa de dormir."
"Oh, claro, pasa…" el caballero de Aries se sintió bastante apenado. Prácticamente había puesto por completo de cabeza la habitación de su amigo.
El caballero de Tauro entró al lugar, dejando la humeante taza de té sobre la mesa de noche junto a Mu.
"Ten cuidado." Advirtió Aldebarán, al ver que su compañero se disponía a tomar el té. "Está muy caliente."
"Gracias…" comenzó a tomar el liquido en pequeños sorbos, mientras el santo de Tauro buscaba su ropa en el closet. "Aldebarán… yo quería… pedirte una disculpa…" el caballero de Tauro sonrió, y tomó asiento a un lado de su amigo.
"No te preocupes, Mu. Después de todo, no me gustaban muchas de las cosas que rompiste…"
El caballero de Aries sonrió. Sabía que eso no era verdad, pero agradecía el hecho de que Aldebarán se comportara tan amable y comprensivo con él. Quiso darle las gracias, pero un imprevisto estornudo escapó de su nariz. Instintivamente, había tratado de cubrirlo con una de sus manos, lamentablemente, para hacerlo, dejó caer el té sobre su amigo.
"¡Cielos, discúlpame!" exclamó Mu, apenado. Sabía muy bien que tan caliente estaba el liquido.
"No importa, no importa…" dijo Aldebarán, quitándose la camisa mojada. "No pasó nada malo, tranquilo…"
Pero la verdad era que a Aldebarán si le había dolido mucho, incluso su piel se había enrojecido. Mu lo notó, y extendió su mano hacia el área afectada.
De la nada, se escuchó el ruido de la puerta abriéndose con un golpe. Los dos caballeros giraron la vista, para encontrarse con Saga de Géminis parado en la entrada, observándoles en tan comprometedora posición.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
NOTAS:
Hola! Que onda? Que tal el capitulo 9? Ya esta vez si traté de no hacer escenas tan cortas, no se si lo notaron… además de que fue un capitulo un poquito más largo que los demás (ya que a veces por ahí me dicen que son muy cortos) …Pobre Dohko, no creen? Y que indiscreción la de Shakka (a quien puse como siquico en este capitulo) xD Bueno, eso es todo! …Dejen sus reviews!
Gracias. Ahora si. ¡Lean, por favor!
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Capitulo 9: Conflictos en el Templo de Tauro.
"Te dije que no pensaba dejarte ir hasta conseguir lo que deseo…" Dohko lanzó bruscamente a Saga contra la puerta, colocándose detrás de él para hablarle al oído. "Y lo que deseo es a ti…"
"¡Mira, Dohko…!" dijo Saga, tratando de liberarse del agarre del santo de Libra. "¡No estoy de humor para tus estupideces, así que si aprecias un poco tu vida, suéltame!" Dohko rió ante los intentos de Saga.
"¿Ves? ¡Eso es lo que me gusta de ti!" apretó su cuerpo contra la espalda del caballero de Géminis. "Siempre quieres que se haga lo que dices, y no dejas que nadie te contradiga…" con una de sus manos comenzó a desabrochar la camisa de Saga. "Bueno, pues esta vez se hará lo que yo diga." Por el simple hecho de irritar más a su compañero, Dohko comenzó a besarlo en la paste posterior del cuello.
"¡Estúpido, suéltame!" gritó Saga, y en su voz había tanta molestia que por un instante hizo retroceder al caballero de Libra. Aprovechando la oportunidad, el guardián del Tercer Templo lanzó contra el suelo al otro hombre, utilizando toda su fuerza. Realmente estaba enfurecido ¿Pues quién diablos se creía ese idiota para tratar de someterlo?
Fue hacia Dohko, y lo tomó por los hombros. Levantándolo del suelo, utilizó el cuerpo del santo de Libra para destrozar la puerta de la habitación, y luego arrastrarlo hacia afuera del Templo. La común expresión de autosuficiencia en el rostro de Dohko había sido remplazada por una de total furia. Después, el puño derecho de Saga comenzó a golpear el rostro de su compañero una y otra vez sin compasión alguna, al punto de hacer sangrar la nariz del guardián de Libra.
"¡Voy a matarte!" amenazó Dohko con un estallido de fuerza, tratando de levantarse. "¡Soy el más fuerte de los caballeros dorados!"
Y eso era verdad. Además, debido a los 243 años que había pasado frente aquella cascada sin envejecer más que 243 días, el caballero de Libra era más joven, y por lo tanto, más fuerte que Saga. Pero en el momento, eso le importaba menos que un grano de arena en el desierto. Dohko iba a pagar por su insolencia. Saga le tomó por el cuello, empujándolo de nuevo contra el suelo, luego utilizó una de sus rodillas para presionarle el pecho, haciendo brotar sangre de la boca del santo de Libra, quien de haber podido hacerlo, habría gritado a causa del dolor, pero su mente estaba quedando inconsciente. Saga estaba listo para terminarlo.
"Detente, Saga." Dijo una tranquila y profunda voz detrás de ellos. Pero a pesar del tono, aquello no era una sugerencia.
"¿Por qué?" replicó Saga, girando la vista hacia atrás. Ahí estaba Shakka, mirándole con sus bellos ojos azul cielo.
"Imagina la manera en que reaccionaría la diosa Atena al saber que asesinaste a su más antiguo caballero." Respondió el santo de Virgo, con total tranquilidad. "Y solo por mencionar una de varias razones por las que no debes hacer esto."
"Pues yo también tengo mis razones para querer matarlo."
Los ojos del caballero de Virgo se detuvieron en la camisa entreabierta de su compañero de Géminis, y conociendo a Dohko, era fácil adivinar el por que de la actitud de Saga.
"Sé lo que Dohko quiso hacerte, ya que conmigo también lo intent" se inclinó, y con su mano apartó las que estaban sobre el cuello del caballero de Libra. "Pero no por eso lo maté."
"Esa no es la única razón…" siseó, recordando la manera en que Dohko le insinuó que había pasado la noche con el caballero de Aries.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Bueno, Mu…" dijo Afrodita, sentándose en la cama donde se encontraba recostado el santo de Aries. "¿Es que no piensas decirnos que fue lo que te pasó?"
"¿Lo que… pasó?" repitió Mu, como si no lo hubiera entendido. Ahora que lo pensaba, quien debería preguntar eso era él. ¿A que clase de acuerdo habían llegado Milo y Afrodita con Saga? Porque fueron ellos quienes le dijeron que debía ir la noche anterior al Tercer Templo ¿no? Entonces… ¿acaso habían estado enterados de que sería Kanon quien acudiría a la cita? "¿Ustedes me preguntan a mi… que fue lo que pasó?" su voz, que al principio había sido leve, ahora comenzaba a tomar fuerzas. Incluso sintió que su cuerpo estaba recobrándose.
"Pues… sí." Dijo Milo, con algo de nerviosismo por el tono de voz de su amigo.
"Primero quisiera que me respondieran algo, amigos…" comenzó Mu, pasando la mirada de Afrodita hacia Milo. "¿Qué fue exactamente lo que les dijo Saga ayer?" La sangre de los dos caballeros se congeló.
"¿P-por qué lo preguntas?" dijo Afrodita, sorprendido.
"Oh, por la simple razón de que…" se incorporó en la cama. "¡Me gustaría encontrar una explicación a la peor noche de mi vida!"
Sus dos compañeros comenzaron a hablar al mismo tiempo, haciendo imposible entender lo que uno u otro trataba de decir, pero en un momento la voz del caballero del Escorpión logró sobresalir.
"¡Te dije que no era buena idea!" después se giró hacia Mu, señalando con un dedo al caballero de Piscis. "¡Todo fue su culpa! ¡Fue su plan!"
"¡Ah, claro!" replicó Afrodita, indignado. "¡Ahora ya no es 'nuestro' plan, sino que es solo 'mi' plan! Bien, pues esta mañana no decías lo mismo ¿o ya se te olvidó?"
"¡¿Entonces lo sabían?!" exclamó Mu, en una combinación entre molestia e indignación. "¡Me engañaron!"
"No, Mu, las cosas no son as" dijo Milo, tratando de arreglar la situación. "La verdad es que no hablamos con Saga en realidad, sino que…"
"¿Cómo pudieron engañarme así?" la voz del santo de Aries demostraba lo enfadado que estaba. "¡Kanon estuvo a punto de…!"
"¿Kanon? ¡Por los dioses, no lo puedo creer!" exclamó Afrodita, sorprendido. "Mu, déjame que te explique como ocurrieron las cosas… No se suponía que Kanon estuviera en…"
"¡No quiero escuchar nada!" gritó Mu, golpeando al caballero de Piscis con la almohada. "¡Déjenme en paz!"
Milo y Afrodita tuvieron que salir de la habitación, ya que todo objeto cercano al caballero de Aries estaba siendo lanzado contra ellos. Segundos después, cuando todo pareció estar un poco más calmado, Afrodita hizo un nuevo esfuerzo por hablar con él.
"Mu, solo dame cinco minutos para…" el caballero de Piscis tuvo que cerrar la puerta, ya que el santo de Aries le había lanzado una pesa que Aldebarán usaba para ejercitarse durante las noches.
El objeto hizo un agujero en la puerta, estrellándose contra la pared en que el Escorpión se encontraba recargado, a un lado suyo, justo a la altura de su cabeza.
"¡En el nombre de todos los dioses!" exclamó Milo, apunto de caer al suelo por el susto. "¡Eso pudo haberme desgraciado el rostro!"
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Kanon llevaba unas cuantas horas caminando desde que abandonó el Santuario, y desde ya un buen rato se sentía observado. La verdad no había dicho nada porque estaba demasiado ocupado tratando de descifrar aquel beso que le dio a Mu… nunca se comportaba así con nadie… El ruido de uno arbustos lo sacó de su mente. ¡Cielos! ¿Es que Aiolia podía ser aún peor escondiéndose?
"Sal de ahí, Aiolia, sé que eres tu." Dijo Kanon, sin mucho ánimo. El caballero de Leo salió de su escondite, bastante sorprendido.
"¿Qué estas tramando?" preguntó, desconfiado.
"¿Qué te hace pensar que estoy tramando algo?" preguntó el otro, confundido.
"El hecho de que no estés corriendo para escapar." dijo Aiolia, acercándose. "No estarías tan tranquilo si no tuvieras algo planeado."
"Vaya, me halaga que pienses eso." Una débil sonrisa apareció en su rostro. "Pero lamento decepcionarte… no siempre tengo un as bajo la manga." Esto desconcertó aún más al caballero de Leo. ¿Por qué le confesaba que no tenía nada planeado? Su comportamiento era bastante raro… "Ah, por cierto, disculpa el golpe que te di hace rato."
La mención de la pelea anterior entre ellos hizo recordar al santo de Leo la razón por la que estaba buscando a Kanon.
"Ese asunto aún esta pendiente." dijo Aiolia, sonriendo divertido. "Y esta ocasión no podrás escapar de mi…"
Kanon se detuvo un momento a pensar en la situación. La verdad ya estaba harto de escapar y esconderse de Aiolia, quizás lo mejor sería dejar que de una buena vez acabara con aquello. Después de todo, su compañero era bastante apuesto… y por otra parte, quizás podría ayudarle a sacarse de la cabeza al caballero de Aries.
"¿Y bien, por qué no empiezas?" cuestionó Kanon, sacando a flote su típica actitud mordaz y socarrona. Pasó sus brazos alrededor del cuello de su compañero, colocando sus rostros frente a frente. "¿O es que prefieres jugar un poco antes de empezar? Porque yo conozco muchos juegos que podrían gustarte…"
Aiolia no estaba seguro de que estaba ocurriendo. ¿Por qué Kanon no se resistía? ¿Acaso estaba actuando así para asustarlo y hacerle desistir? Bueno, pues no iba a darle el gusto de verlo dudar. Al instante, se lanzó contra los labios de Kanon, quien gustoso lo recibió en sus brazos.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Escucha, Saga…" comenzó Shakka, mientras llevaba el cuerpo de Dohko hacia el interior de la Casa de Libra. "Sea lo que Dohko te haya dicho, no creo que debas creerle… lamentablemente, la honestidad no es una de sus virtudes más desarrolladas."
"No te preocupes. Lo dejaré en paz." Shakka había recostado a Dohko en el suelo, y ahora iban de camino a la salida. "Pero necesito que me respondas algo."
"¿Responderte algo?" realmente no se le ocurría que podía preguntarle su compañero, pero de todas maneras accedió. "Como prefieras… ¿qué es lo que quieres saber?"
"Dime donde se encuentra Mu en este momento." Declaró el caballero de Géminis. "Tu puedes decirme exactamente donde está en este instante ¿no es así?"
"Así es…" lo mejor era no cuestionar a Saga sobre la pregunta. Después de todo ¿qué era lo peor que podía pasar si le decía lo que quería? Realmente no se le ocurría nada, y si con eso Saga se abstendría de asesinar a uno de los caballeros, pues que mas daba. Trató de concentrarse, y al poco tiempo descubrió la ubicación del santo de Aries. "Se encuentra en el Segundo Templo." Saga lo miraba, como pidiéndole que especificara más su respuesta. "En la habitación de Aldebarán." La mirada del caballero de Géminis continuaba sobre él, y parecía tener aún mayor persistencia. A Shakka no le agradó en lo más mínimo en que lo mirada de una manera tan imperiosa, por lo que hizo lo más explicita posible su respuesta, y así poder irse a su Casa. "En el Segundo Templo, en la habitación de Aldebarán, recostado en su cama ¿satisfecho?"
La ira volvió a encenderse dentro del caballero de Géminis. Ahora las palabras de Kanon y Dohko no parecían ser tan inverosímiles. Dejó atrás la Casa de Libra, con dirección al Segundo Templo.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Había transcurrido ya casi una hora, Mu continuaba sin recibir a nadie, y quien lo intentase forzosamente se enfrentaba con la posibilidad de ser golpeado con algún objeto.
"Creo que lo mejor será irnos…" dijo Milo, desanimado. "Quizás debamos volver más tarde, o mañana, cuando Mu se encuentre más tranquilo…"
"Sí, supongo que tienes razón…" Afrodita se levantó de su asiento, y junto con Milo se encaminaron a la salida.
"No se preocupen…" dijo Aldebarán, quien los había alcanzado. "Yo me haré cargo de que se recupere."
"Gracias…" dijeron los dos caballeros.
Abandonaron la Casa de Tauro, y mientras caminaban, ninguno se atrevía a decir algo, o al menos así ocurrió durante un rato, hasta que Afrodita rompió el silencio.
"Que manera más vil de culpar a un compañero…" dijo el santo de Piscis, pero sin la intención de hacer un reclamo, simplemente se trataba de un comentario.
"Bueno, al menos yo no estoy todo el día fraguando planes sobre las vidas amorosas de mis amigos…" se defendió el Escorpión, pero sin mostrarse ofendido.
"No te quejes, Milo…" dijo Afrodita, levantando una ceja. "Bien que te sirvieron mis planes para conseguirte a Camus…"
Rieron por un momento, pero bastante corto. La verdad es que los dos se sentían bastante mal por el hecho de que Mu estaba enfadado con ellos, y no podían negar que tuviera razones para estarlo…
"¿Qué crees que le haya ocurrido?" preguntó Milo, con las manos en los bolsillos y pateando una piedra que estaba en el suelo.
"No lo s" respondió Afrodita, juntando su manos en su espalda. "Y realmente me dejó muy preocupado el hecho de que se haya encontrado con Kanon…"
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
"Bueno, creo que ya no te debo nada, Aiolia…" dijo Kanon, separándose de su compañero. "Y ahora, debo continuar con mi camino."
El caballero de Leo no respondió nada. La verdad era que aún no terminaba de asimilar lo que había ocurrido… las cosas habían sucedido bastante distintas a como lo había imaginado, principalmente por el hecho de que Kanon no había intentado resistirse… y eso había mejorado bastante el asunto, pues no le agradaba mucho la idea de tener que forzar a alguien… por una parte, se sentía algo mal por haberse acostado con Kanon simplemente por el hecho de vengarse… pero debía aceptar que la experiencia había sido bastante gratificante. Al parecer, Dohko le había enseñado a Kanon algunos trucos de su experiencia milenaria.
Terminó de vestirse, y no pudo evitar sentirse incomodo. ¿Simplemente iba a regresarse a su Templo y continuar con su vida normal después de lo ocurrido? Posiblemente no había otra opción, pero…
"¿Por qué no te quedas?" preguntó Aiolia, tratando de no observar a Kanon mientras se vestía. "Quiero decir, yo ya no voy a estar persiguiéndote… no veo razón para que debas irte…"
"Realmente no lo s" dijo Kanon, abrochándose la camisa. Mas bien parecía estar hablando consigo mismo. "Por un lado están mi hermano y Dohko… uno de los dos debe haber salido perdiendo, y sea cual sea, estará molesto conmigo… y por otro lado está Mu…" soltó un leve suspiro, y sonrió con ironía. "Regresar al Santuario sería como ir directo a la boca del lobo…"
"¿Y adónde piensas irte?"
"Estoy considerando pedirle asilo a Saori por un tiempo…"
"¿Saori? ¿Es que no has visto lo mal que trata a los caballero de bronce? Realmente no te lo recomendaría mucho…"
"Pues entonces supongo que pasaré algunos días aquí, al aire libre…" aunque no le atraía mucho la idea.
"Si quieres, puedes quedarte conmi… digo, en mi Templo…"
"¿Lo dices en serio?" preguntó, incrédulo. La propuesta de Aiolia lo había tomado por sorpresa.
"Seguro…" se detuvo a pensar un momento. "Podemos regresar durante la noche, y así nadie sabrá que estas en el Santuario…"
"¿Y por qué ibas a ayudarme?" inquirió Kanon, con un leve toque de desconfianza. No era muy común que alguien se prestara a ayudarle (por ejemplo, el caso de Aldebarán), a menos que él ofreciera algo a cambio (como solía ocurrir con Dohko).
"Pues… bueno, ahora que ya hemos arreglado nuestras diferencias, no veo por que no podamos ser amigos ¿no crees?" una linda sonrisa apareció en la cara de Aiolia.
"…Supongo que tienes razón." Dijo Kanon, sonriendo también. "Gracias."
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
Aldebarán llamó levemente a la puerta de su habitación.
"No quiero ver a nadie." Dijo Mu, desde el interior.
"Soy yo, Mu." Dijo el caballero de Tauro, asomándose por el agujero que había hecho Mu en la puerta al lanzar aquella pesa. "Traigo el t" se lo mostró. "Y como supongo que vas a pasar la noche aquí, me gustaría entrar un momento y tomar mi ropa de dormir."
"Oh, claro, pasa…" el caballero de Aries se sintió bastante apenado. Prácticamente había puesto por completo de cabeza la habitación de su amigo.
El caballero de Tauro entró al lugar, dejando la humeante taza de té sobre la mesa de noche junto a Mu.
"Ten cuidado." Advirtió Aldebarán, al ver que su compañero se disponía a tomar el té. "Está muy caliente."
"Gracias…" comenzó a tomar el liquido en pequeños sorbos, mientras el santo de Tauro buscaba su ropa en el closet. "Aldebarán… yo quería… pedirte una disculpa…" el caballero de Tauro sonrió, y tomó asiento a un lado de su amigo.
"No te preocupes, Mu. Después de todo, no me gustaban muchas de las cosas que rompiste…"
El caballero de Aries sonrió. Sabía que eso no era verdad, pero agradecía el hecho de que Aldebarán se comportara tan amable y comprensivo con él. Quiso darle las gracias, pero un imprevisto estornudo escapó de su nariz. Instintivamente, había tratado de cubrirlo con una de sus manos, lamentablemente, para hacerlo, dejó caer el té sobre su amigo.
"¡Cielos, discúlpame!" exclamó Mu, apenado. Sabía muy bien que tan caliente estaba el liquido.
"No importa, no importa…" dijo Aldebarán, quitándose la camisa mojada. "No pasó nada malo, tranquilo…"
Pero la verdad era que a Aldebarán si le había dolido mucho, incluso su piel se había enrojecido. Mu lo notó, y extendió su mano hacia el área afectada.
De la nada, se escuchó el ruido de la puerta abriéndose con un golpe. Los dos caballeros giraron la vista, para encontrarse con Saga de Géminis parado en la entrada, observándoles en tan comprometedora posición.
.-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-..-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-. .-´¨-.
NOTAS:
Hola! Que onda? Que tal el capitulo 9? Ya esta vez si traté de no hacer escenas tan cortas, no se si lo notaron… además de que fue un capitulo un poquito más largo que los demás (ya que a veces por ahí me dicen que son muy cortos) …Pobre Dohko, no creen? Y que indiscreción la de Shakka (a quien puse como siquico en este capitulo) xD Bueno, eso es todo! …Dejen sus reviews!
