Preparando una fiesta
Cuando Lily llegó a la habitación Kate y Stacy empezaron a bombardearla con preguntas. Lily, que estaba agotada después de la mejor noche de su vida las dijo que las contaría al día siguiente.
Lily soñó con James. Con esos ojos grandes color miel que penetraban en su piel. Sus manos tan suaves triunfadoras gracias al quiditch. Podía seguir elogiándolo para siempre pero prefirió recordar la velada. Como la había llevado de la mano por los pasadizos ,de alguna manera sus manos encajaban a la perfección. El tacto de sus manos al taparle los ojos para que no viese la sorpresa. La luna que brillaba mas que nunca. Pero sobretodo los besos. Eso había sido lo mejor. James besaba tan bien. Un pensamiento le vino a la cabeza."Besa tan bien por que tiene mucha practica" Lily prefirió no pensar en eso pero por desgracia le vino otro pensamiento. "Todas las novias de James le han durado una semana, como mucho dos. No quiero que con migo sea igual. Dice que me quiere pero seguro que se lo dice a todas."
A la mañana siguiente los mismos pensamientos atormentaban a Lily. Por eso decidió ir a hablar directamente con James. Se levantó y fue directa a ducharse. Cuando salió se encontró con Kate y Stacy que la agarraron de los dos brazos y la obligaron a sentarse encima de su cama.
-Queremos explicaciones y las queremos ya-dijo ate muy seriamente.
-Fue magnifico, increíble, gracias-dijo Lily muy rápidamente y les empezó a contar todo.
Después bajaron las tres juntas a desayunar. Se sentaron al lado de los merodeadores y empezaron a servirse. De repente James, que estaba sentado al lado de Lily le dio un tierno beso en la mejilla.
-¿Desde cuando no se saluda a un novio?-dijo James de broma.
-Perdóname pero es que no e tenido una buena noche-dijo Lily un poco triste.
-¿Has tenido una pesadilla?-preguntó James preocupado.
-Algo así
-¿De que trataba?¿De algún monstruo que venía a matarte?
-No, mucho peor.
-¿De que?
-Podemos hablar?
-Claro ¿De que?
-En privado.
-Aaaaa, por supuesto.
Se levantaron y James tomo a Lily de la mano. Esta la agarró fuertemente. A James le extraño mucho. Se fueron a fuera y se sentaron al lado del lago.
-¿Qué te pasa?
-Es que.....-empezó Lily-Esto no es fácil.
-Tu sabes que me puedes contar cualquier cosa.
-No, si no es algo que te tenga que contar. Es mas bien una pregunta.
-Dispara.
-Haber como empiezo. Mira James yo te quiero.....
-Y yo a ti.
-Pero se que as tenido muchas novias y que todas han durado mas bien poco. ¿Tu crees que lo nuestro podrá durar mas de dos semanas? No quiero que pase igual que con el resto. Que luego me rompas el corazón.-Finalizó Lily.
James la besó. Fue el beso mas magnifico que le había dado James a Lily. Sus lenguas jugaban y se rozaban. James agarró a Lily de la cintura posesivamente. Cuando sus bocas se separaron James miró a Lily a los ojos.
-¿Tu crees que le daría un beso a si a alguien que no me importa?-pregunto James divertido. Lily negó con la cabeza.
-¿Y al resto de las chicas como las besabas entonces?
-Pues les daba un beso rápido.
-¿Cómo?
-Así-James la besó. Esta vez duró mucho menos y el beso tenía mucho menos amor. James no la agarró de la cintura ni de ninguna otra parte.
-Me gustó mucho mas el primero.-dijo Lily feliz.
-Y a mi. Escucha, el resto de las chicas solo me gustaban un poco, las usaba para entretenerme ya que no te podía tener a ti. Ahora se que eso estaba mal. Pero tu no eres pasajera, espero. Porque a ti te quiero Lily Evans, te quiero mas que a nada en el mundo.
-Yo también te quiero mucho James Potter. E sido una tonta pensando eso pero a merecido la pena.
-¿Por qué?
-Porque ahora se lo mucho que me quieres. Además, ese beso no se da todos los días.
-Si quieres si.-y la volvió a besar igual de profundamente que antes.
Estuvieron hablando toda la mañana. Tenían tanto de que hablar por que antes lo máximo que hacían es hablar dos minutos.
-¿Y porque nunca antes me dijiste que te gustaba?-preguntó Lily.
-Porque tenía miedo de que me rechazaras. Ese es uno de mis muchos defectos, el orgullo. Pensaba que si te pedía salir y me decías no pues no quedaría tan mal como si te decía lo mucho que te quiero y me decías no.-explicó James-¿Y tu?
-¿Yo que?
-¿Por qué nunca me lo dijiste tu a mi?
-Pues porque no quería darte esa satisfacción. Quería que luchases por mi.
-Y lo e conseguido ¿No?
-Pues claro.
