IV. El pensamiento
Luego de comer, todos se fueron a sus casas. Harry, Ron, y Hermione subían las escaleras hacia su sala común. Repentinamente Harry siente un escalofríos que nunca había sentido antes.
¿Qué te pasa Harry? - preguntó serio Ron. Nada, solo que me dio un poco de frío. - contestó Harry tratando de ocultar su incertidumbre. ¿Frío tú? Si tu siempre tienes calor. - miró extrañada Hermione a Harry.
Quizá fue mi imaginación. - dijo nuestro joven mago.
Esto era lo que trataba de pensar Harry, "tan solo es mi imaginación." - se repetía constantemente. Los días pasaron para nuestros jóvenes amigos, y a pesar de que todo era igual que siempre para Harry todo era confuso. Cada día se sentía más débil y agotado. Tanto así que no había podido ganar en los dos partidos de Quiddich que habían tenido.
No sé que le esté pasando a Harry últimamente me muero si algo malo le sucede. - dijo Ginny preocupada pero a la misma vez ruborizada.
Sí, algo malo le está sucediendo pero no nos quiere decir nada. - le contestó Ron.
Creo que si a Harry le pasa algo, ninguno de nosotros se podrá reponer. - dijo Hermione mirando a Ginny. - y yo con mi autoridad de Prefecta no he podido averiguar nada.
¿Qué le estará sucediendo, habrá soñado nuevamente con el-que-no-debe-ser- nombrado? - preguntó en voz baja Ginny para no ser escuchada por los demás que estaban en la Sala Común.
No tengo la menor idea, pero creo que es mejor hablar con Dumbledore. - dijo Hermione levantándose de la butaca. Pero algo la distrajo de su idea.
¡Corran, encontraron desmayado a Harry en uno de los pasillos! - gritó Neville entrando a la sala común de Griffindor.
Todos corrieron hacia la enfermería, pero entre los profesores y Dumbledore los disiparon y ordenaron que regresaran a sus casas o a sus clases.
¿Qué sucedió Albus? - preguntó asustada la Prof. McGonagall.
No estoy muy seguro Minerva. Pero el Sr. Filch estaba dando la ronda preventiva y ha encontrado a Harry desmayado en pleno pasillo. - respondió el profesor.
¿Cómo está Poppy? - preguntó Dumbledore.
Está sin fuerzas, como fuera de este mundo. También anda algo pálido. - respondió la Sra. Pomfrey.
Uhm, algo extraño. Por favor Minerva búsqueme a los alumnos Granger y Weasley y dígales que los espero en mi oficina en 5 minutos. - dijo el Prof. Dumbledore mientras la Prof. McGonagall salía por la puerta. - Y tu Poppy mantenme informado de cada cambio de estado de Harry.
Sí profesor. - terminó la enfermera.
Mientras tanto, Hermione y Ron se dirigían al despacho de Dumbledore por órdenes de la profesora McGonagall.
"Batido de chocolate." - dijo Hermione mientras una gárgola se abría ante sus ojos y una escalera en forma de caracol aparecía.
Entren y cierren la puerta. - les indicó Dumbledore.
Prof. Justamente antes de la noticia de Harry, Ron y yo nos disponíamos a venir a hablar con usted.
¿De qué se trata Srta. Granger? - preguntó el profesor.
No sabemos exactamente, sólo que Harry no ha estado bien desde que llegamos a Hogwarts. - dijo Herm.
Sí lo hemos notado muy pálido y agotado. Pero cada vez que le preguntábamos que era lo que pasaba este nos decía que era de presión por haber perdido los dos juegos de Quiddich. - repuso Ron.
Extraño, muy extraño. - dudó Dumbledore. - ¿Eso es lo único que saben?
Sí señor. Cualquier otra cosa que nos enteremos lo mantendremos informado. - terminó Herm.
Sí gracias. Ya pueden retirarse.
Pasaron dos días para que Harry saliera de la enfermería. A pesar de lo sucedido Harry prosiguió su estancia en el colegio normalmente, como si nada le hubiera pasado. Un sábado en el Gran Comedor Ginny se atrevió a preguntarle a Harry porque se había comportado de esa forma tan extraña desde que entraron al colegio.
La verdad es que estoy sintiéndome extraño desde el día de mi cumpleaños. - dijo Harry. Harry comenzó a contarle a Ginny y a sus amigos todo lo del sueño, lo de Dudley, la señora Figg., los fríos, los cansancios y el agotamiento tan extraño que tenía. Los chicos estaban con la boca abierta no sabían ni que pensar ni decir. Ningún hecho los acercaba a la posibilidad que se tratara de un plan de Ustedes-saben-quien al igual que otros años. ¿Entonces quienes podrían ser los del sueño? ¿Lo de Dudley y la Sra. Figg.? ¿Los síntomas de Harry? En esos momentos Dumbledore se levantó de su asiento y pidió la atención de todos los presentes.
Luego de comer, todos se fueron a sus casas. Harry, Ron, y Hermione subían las escaleras hacia su sala común. Repentinamente Harry siente un escalofríos que nunca había sentido antes.
¿Qué te pasa Harry? - preguntó serio Ron. Nada, solo que me dio un poco de frío. - contestó Harry tratando de ocultar su incertidumbre. ¿Frío tú? Si tu siempre tienes calor. - miró extrañada Hermione a Harry.
Quizá fue mi imaginación. - dijo nuestro joven mago.
Esto era lo que trataba de pensar Harry, "tan solo es mi imaginación." - se repetía constantemente. Los días pasaron para nuestros jóvenes amigos, y a pesar de que todo era igual que siempre para Harry todo era confuso. Cada día se sentía más débil y agotado. Tanto así que no había podido ganar en los dos partidos de Quiddich que habían tenido.
No sé que le esté pasando a Harry últimamente me muero si algo malo le sucede. - dijo Ginny preocupada pero a la misma vez ruborizada.
Sí, algo malo le está sucediendo pero no nos quiere decir nada. - le contestó Ron.
Creo que si a Harry le pasa algo, ninguno de nosotros se podrá reponer. - dijo Hermione mirando a Ginny. - y yo con mi autoridad de Prefecta no he podido averiguar nada.
¿Qué le estará sucediendo, habrá soñado nuevamente con el-que-no-debe-ser- nombrado? - preguntó en voz baja Ginny para no ser escuchada por los demás que estaban en la Sala Común.
No tengo la menor idea, pero creo que es mejor hablar con Dumbledore. - dijo Hermione levantándose de la butaca. Pero algo la distrajo de su idea.
¡Corran, encontraron desmayado a Harry en uno de los pasillos! - gritó Neville entrando a la sala común de Griffindor.
Todos corrieron hacia la enfermería, pero entre los profesores y Dumbledore los disiparon y ordenaron que regresaran a sus casas o a sus clases.
¿Qué sucedió Albus? - preguntó asustada la Prof. McGonagall.
No estoy muy seguro Minerva. Pero el Sr. Filch estaba dando la ronda preventiva y ha encontrado a Harry desmayado en pleno pasillo. - respondió el profesor.
¿Cómo está Poppy? - preguntó Dumbledore.
Está sin fuerzas, como fuera de este mundo. También anda algo pálido. - respondió la Sra. Pomfrey.
Uhm, algo extraño. Por favor Minerva búsqueme a los alumnos Granger y Weasley y dígales que los espero en mi oficina en 5 minutos. - dijo el Prof. Dumbledore mientras la Prof. McGonagall salía por la puerta. - Y tu Poppy mantenme informado de cada cambio de estado de Harry.
Sí profesor. - terminó la enfermera.
Mientras tanto, Hermione y Ron se dirigían al despacho de Dumbledore por órdenes de la profesora McGonagall.
"Batido de chocolate." - dijo Hermione mientras una gárgola se abría ante sus ojos y una escalera en forma de caracol aparecía.
Entren y cierren la puerta. - les indicó Dumbledore.
Prof. Justamente antes de la noticia de Harry, Ron y yo nos disponíamos a venir a hablar con usted.
¿De qué se trata Srta. Granger? - preguntó el profesor.
No sabemos exactamente, sólo que Harry no ha estado bien desde que llegamos a Hogwarts. - dijo Herm.
Sí lo hemos notado muy pálido y agotado. Pero cada vez que le preguntábamos que era lo que pasaba este nos decía que era de presión por haber perdido los dos juegos de Quiddich. - repuso Ron.
Extraño, muy extraño. - dudó Dumbledore. - ¿Eso es lo único que saben?
Sí señor. Cualquier otra cosa que nos enteremos lo mantendremos informado. - terminó Herm.
Sí gracias. Ya pueden retirarse.
Pasaron dos días para que Harry saliera de la enfermería. A pesar de lo sucedido Harry prosiguió su estancia en el colegio normalmente, como si nada le hubiera pasado. Un sábado en el Gran Comedor Ginny se atrevió a preguntarle a Harry porque se había comportado de esa forma tan extraña desde que entraron al colegio.
La verdad es que estoy sintiéndome extraño desde el día de mi cumpleaños. - dijo Harry. Harry comenzó a contarle a Ginny y a sus amigos todo lo del sueño, lo de Dudley, la señora Figg., los fríos, los cansancios y el agotamiento tan extraño que tenía. Los chicos estaban con la boca abierta no sabían ni que pensar ni decir. Ningún hecho los acercaba a la posibilidad que se tratara de un plan de Ustedes-saben-quien al igual que otros años. ¿Entonces quienes podrían ser los del sueño? ¿Lo de Dudley y la Sra. Figg.? ¿Los síntomas de Harry? En esos momentos Dumbledore se levantó de su asiento y pidió la atención de todos los presentes.
