El Prof y Yo Disclaimer Los creó Rowling. Yo sólo juego con ellos... XD
Gracias por vuestros reviews, y ahora...
2ª parte
Una tarde me acerqué a él pidiéndole una opinión acerca de un proyecto para Navidad, yo llevaba a propósito la túnica abierta, dejando ver mi jersey rojo, ajustado con uno de esos escotes provocativos que dejaban entrever claramente mis senos redondos y firmes, listos para ser disfrutados.
Con mis movimientos coquetos y atrevidos, le incité a verme, pero no superficialmente. Incluso se acercó más a mí, después hice un movimiento y tiré despistadamente unas hojas, obvio que no me quitó la vista de encima y cuando me agaché, al levantarme lentamente , quedé a la altura de su pene, y Remus no pudo disimular su creciente erección.
Ese día me invitó a que lo acompañara a su despacho para tomar unos documentos que me serían muy útiles en el trabajo, mientras hablábamos durante el trayecto, no dejé de mostrar mi escote que pedía a gritos seducirlo en el pasillo. Ahí nos atrevimos a hacer varias insinuaciones tímidas, y yo notaba su claro interés en mí.
Llegamos al despacho, cuando cerró la puerta, pasó toda una vida junto a él por mi cabeza, y mi corazón palpitó muy rápido.
Me decía a mí misma que no esperara nada, que simplemente estaríamos juntos ahí, por estudios, nada más...
Al cerrar la puerta, me tomó en sus brazos, y me besó.
En ese momento, no pude reaccionar..
Luego, cerré mis ojos, abiertos durante el beso por la impresión, y los abrí de nuevo, sorprendida; y me acerqué de nuevo a él.
Nuestros cuerpos uno pegado al otro... Otro beso, yo le besé apasionadamente y en ese momento, supe que llegaríamos a lo que siempre fantaseé.
Notaba cómo mi clítoris se humedecía, dejando paso a que, cuando él .., fuera más fácil.
En medio de besos y lujuria, comenzamos a desvestirnos.
Remus se desprendió de la túnica mientras yo le desabrochaba su pantalón, del que ya sobresalía ya una notable erección.
Saqué su verga y la chupé hasta casi hacerlo venir, pude sentir su cuerpo cálido, sus pectorales sobre mí, y sus nalgas bien formadas dibujando su silueta...
Aproveché para excitarlo más y que ese momento no terminara, bailé moviendo mi cadera y mi trasero, para que me deseara más... él agarraba su pene y se lo acariciaba de arriba a abajo, me miraba como diciéndome que ya no aguantaba más, y que fuera junto a él para que me penetrara.
Sabía que su pene estaba deseoso de mí, así que lo tomé de la mano y lo llevé al sofá de su despacho, y me senté encima de él.
No tardó en penetrarme y yo en humedecerme. Mis jugos comenzaron a escurrir entre mis piernas y su pene erecto.
Su enorme pene entraba y salía de mí de una forma tan caliente que aún tengo la sensación de que su pene sigue en mi vagina, noto ese ardor...
Su verga dura entrando en mi vagina, rápida y suavemente, moviéndome a un ritmo excitante mientras Remus besaba mis senos y mi cabello caía sobre su torso.
Yo, caliente de pensar que era mi profesor, esa figura tan sabia que veía todos los días sobre el podium del salón de clases, esa figura de la que muchas veces discretamente colocaba mis manos entre mis piernas tocándome excitada por su presencia.
No dejé de moverme, ambos teníamos la cara en el cuello del otro, diciéndonos todo lo que nos gustaba lo que nos hacía el otro, o simplemente, besándolo. Remus entraba y salía en mí sin parar, apretando a la vez mis nalgas y mi cadera contra su cuerpo, como indicándome que no lo hiciera más porque estaba a punto de eyacular, mi respiración agitada me anunciaba un orgasmo, me excitaba sobremanera.
Su pene duro con la cabeza bien hinchada, entró una vez más en mí, y ya dentro, me hizo sentir el placer de llegar al orgasmo; Remus se vino también, dentro de mí y besándonos, ahogamos el grito de placer...
Mañana sería otro día.
Fin.
