CAPÍTULO 8: HA LLEGADO LA HORA
SANTUARIO DE ATENA, ATENAS, GRECIA
ORILLA DEL BOSQUE
-¡Lavinia, vuelve!-
-¡Déjame en paz!- dijo ella.
Muy enfadada, la chica se arrancó la joya que llevaba en el pecho y se la lanzó a Kanon con todas sus fuerzas. Éste la esquivó para no ser golpeado por ella, y la recogió del suelo. Kanon escuchó unos ruidos extraños, como de cascos de caballos.
Lavinia ya se había adentrado al bosque, perdiéndose en la oscuridad. Kanon iba a seguirla cuando se encontró con Saga.
-¡Kanon!- exclamó Saga- no me vas a creer lo que sucedió... vi a Marín...-
-No hay tiempo, Saga- dijo Kanon- Lavinia huyó, pero...-
Un grito de Lavinia lo interrumpió. Los dos hermanos se miraron por un segundo y corrieron hacia donde la habían escuchado. Con sus cosmos llamaron a los otros caballeros dorados, rogando por que llegaran a tiempo. Llegaron a los límites del bosque y del Santuario.
-¿Dónde está?- preguntó Saga.
-El grito se escuchó por allá...- dijo Kanon.
Llegaron al sitio de donde provenían los gritos. Lavinia había sido atrapada por dos chicas. Una era de piel morena rojiza, y de cabellos negros, y su rostro estaba oculto por una sombra a la luz de la luna. La otra chica era ligeramente morena y pecosa, tenía los ojos de un color azul impresionante. Tenía el cabello oculto en un turbante, y varios mechones rojizos salían de él. Usaba una túnica blanca. Ambas usaban una diadema dorada en la frente, y la primera sostenía a Lavinia con una mano y una daga en la otra.
-¿Qué demonios creen que hacen?- dijo Kanon.
-Entréganosla- dijo la del turbante.
-¿La que?-
-La Reina roja- dijo la chica del turbante.
-¿No se la llevarán?-
-Nuestro amo necesita la reina roja- dijo la chica- dánosla o mi amiga le atravesará el cuello-
-Está bien- dijo Kanon- te la entregaré, pero tu compañera tiene que entregar a Lavinia a mi hermano, sin lastimarla...-
-De acuerdo- sonrió la chica del turbante.
Saga y Kanon se acercaron a ellas. Ingenuamente, el segundo puso la joya en la mano de la chica del turbante. La otra chica, sin embargo, en vez de entregar a Lavinia, encendió su cosmo y mandó volar a Saga varios metros atrás.
-¡Saga!- exclamó Kanon.
-Eres tú...- dijo Saga, abriendo los ojos desmesuradamente.
-¿Es quien?- dijo Kanon.
-Caballeros tontos- dijo la chica del turbante, casi riendo a carcajadas- que ingenuos son...-
En ese momento, llegaron Aioros y Ariadna junto con Milo, Shura y Camus. El viento de la noche silbaba, aún parecía que la luna se había unido al complot. Los ruidos de los cascos continuaban, pero ni Kanon ni nadie más les prestó atención.
-¿Quiénes son ellas?- preguntó Shura.
La chica que sostenía a Lavinia dio un paso atrás, saliendo de la sombra y permitiendo que la luna ilumine su rostro. Su piel morena, sus ojos verdes y una pluma intercalada en su cabello negro.
-¡Kateri!- dijo Saga al reconocerla- ¿qué...?-
La chica no respondió, solo desvió la mirada.
-Nos encantaría quedarnos- dijo la otra chica, la del turbante- pero tenemos que entregar esta chica a nuestro amo...-
-No las dejaremos salirse con la suya- dijo Milo. La chica del turbante desenvainó su sable, pero Kateri la detuvo.
-El amo nos prohibió entablar batalla con los caballeros, Amira- dijo Kateri en un tono frío, hablando por primera vez. La chica llamada Amira asintió, pero no envainó su sable.
-De todos modos, pronto nos enfrentaremos, caballero- dijo Amira, apuntando a Milo con su sable- te estaré esperando...-
-No se irán de aquí sin vencernos- dijo Shura.
-Eso es lo que tú crees- dijo Kateri. Tanto ella como la chica del turbante hicieron chocar sus puños.
-¡RESPLANDOR SOLAR!- dijeron al mismo tiempo.
Un brillo cegador surgió de la unión de sus manos. Los caballeros tuvieron que cubrirse los ojos. Cuando el resplandor se esfumó, las dos chicas ya habían desaparecido, llevándose a Lavinia con ellos.
Kanon golpeó el suelo, enfurecido. Saga estaba cabizbajo, confundido por lo que acababa de suceder. Milo, Camus y Shura los miraban sin entender muchas cosas. ¿Qué hacía Lavinia en el bosque, en primer lugar? No tuvieron mucho tiempo para pensarlo, porque de pronto escucharon que los ruidos de cascos se iban acercando cada vez más.
-¿Qué es eso?- dijo Ariadna.
-No lo sé- dijo Aioros. Un cosmo malvado se aproximaba a ellos. Los caballeros se pusieron de pie, en guardia. Vieron una enorme figura ir corriendo hacia ellos; parecía un hombre montado a caballo. El caballo saltó sobre ellos sin atacarlos, y aterrizó detrás de los caballeros. La bestia se alejó a todo galope.
-¿Qué fue eso?- preguntó Camus.
-No sé- dijo Milo. Aioros fue el primero en darse cuenta de lo que había sucedido. Quienquiera que fuese el intruso, tenía a Ariadna.
-Ariadna...- murmuró, y corrió a toda velocidad tras el intruso. Le dio alcance en pocos minutos. Mientras corría, llamó a su armadura y ésta lo cubrió. Sacó su arco y su flecha y apuntó.
-¡Aioros!-gritó Ariadna.
-Suéltala o lo lamentarás- dijo Aioros. Como respuesta, el intruso le disparó con todo su cosmo, lanzándolo varios metros lejos. El tipo no se veía en la oscuridad, excepto por su sola silueta, pero su tamaño era tan grande que tenía a Ariadna atrapada con una sola mano.
-Aioros de Sagitario- dijo el intruso- si la quieres, ven por ella al Templo del Sol- y desapareció con estas palabras. Aioros golpeó el suelo mientras escuchaba el galope que se desvanecía a lo lejos.
Mientras tanto, los otros estaban igual de sorprendidos por lo que había pasado. Kanon les explicó lo que había sucedido.
-Debemos avisarle a Saori- dijo Shura. Antes de que pudieran dar un paso, alguien más llegó.
-¡Milo! ¡Espera!- gritó una chica desde el bosque. Era Umi, que venía arrastrando a Shaina junto con Shun.
-¿Qué sucedió?- preguntó Milo.
-Shaina me atacó- dijo Umi.
-¿Qué dices?- dijo Milo- ¿qué pasó?-
-Vine siguiendo a Arika, pero se metió al bosque. Una tipa de esas la atrapó, y Shaina me atacó- dijo Umi- parecía como loca...-
-No entiendo nada- dijo Milo- ¿Qué hacía Arika en el bosque en primer lugar?-
-Ese no es el punto- dijo Umi- yo solo la venía siguiendo, pero una de esas chicas locas la atrapó, y Shaina me atacó cuando traté de detenerla...-
-Tenemos que avisarle a Afrodita- dijo Shura, quien era el único que aún tenía la mente despejada, pues todos estaban estupefactos por lo que acababan de ver.
-Creí que Shaina había desaparecido- dijo Milo.
-Y no era ella misma- dijo Shun, y Umi asintió- por alguien más...-
-Traía esto- dijo Umi, entregando un brazalete a Milo.
-Volvamos a las Doce Casas- dijo Shura- Atena necesita escuchar todo esto...-
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TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA
SALÓN PRINCIPAL
-Perdimos una pero ganamos varias más- murmuró el dios Apolo, satisfecho- además de una chica que podemos usar como rehén-
Las tres chicas acababan de llegar. La primera era una chica morena, de cabellos y ojos negros, llevando a la pequeña Arika, quien seguía inconsciente.
-¿Una niña?- dijo Apolo- pero tiene un cosmo poderoso también... llévala con las otras...-
Aletia asintió y salió. Luego llegaron las otras dos chicas: Kateri y Amira, llevando a Lavinia con ellas.
-Vaya, vaya- dijo Apolo, levantándose- llegaron con el premio mayor...-
-¿Quién demonios crees que eres para traerme así?-
-Soy la reencarnación del dios Apolo, mi querida Lavinia- ya nos habíamos encontrado antes, pero desafortunadamente tú no lo recuerdas... y no me mires así, te explicaré lo que haces aquí-
Lavinia lo miraba muy molesta.
-Verás, esta es la segunda vez que mis guardianas te traen aquí...-
-¿La segunda vez?- dijo Lavinia- si yo nunca había estado aquí antes-
-Te equivocas- dijo Apolo- mis trece guerreras te robaron de tu casa... del templo del Fuego, hace más de una semana, y te trajeron aquí. Te propuse que te unieras a nosotros, a mi hermana Artemisa y a mí, en nuestra guerra contra Atena, pero rechazaste mi oferta y te fuiste. Mandé a uno de mis sirvientes por ti, pero los caballeros se interpusieron...-
-¿De qué hablas?- dijo Lavinia- ¿quién soy yo para...?-
-Me sorprende que Atena no te haya dicho nada- dijo Apolo- tú eres Vesta, la diosa del Fuego-
-¿Qué?-
-Tus cuatro guardianas se llaman 'las guardianas del Fuego', y tu hogar...-
-... el templo del Fuego- completó ella.
-Así es- dijo Apolo- ahora, espero que esta vez aceptes mi propuesta. Únete a nosotros, para quitarle a Atena el control de la tierra, con la fuerza combinada de tres dioses... luego, la purificaremos de esos tontos humanos...-
-¡No!- exclamó Lavinia- ¡jamás te ayudaré a hacer eso!-
-No tienes opción- dijo Apolo, observando un aura roja formándose alrededor de Lavinia, comenzando desde la joya roja que llevaba y esparciéndose por todo su cuerpo- lo harás por la fuerza...-
-¿Qué dices?-
-Tú no puedes controlar tu esencia divina, porque nunca se te dijo como- dijo Apolo- ya está despertando por sí sola... y ya no hay marcha atrás. Tu cosmo desatado calentará la tierra, debilitando a Atena, a Poseidón y a Hades lo suficiente para que mi hermana y yo la reclamemos para nosotros...-
-No te ayudaré- dijo Lavinia.
-Eso ya no está en tus manos- dijo Apolo- tu Reina Roja te consumirá...-
Lavinia comenzó a sentirlo. Todo su cuerpo estaba rodeado por ese cosmo tan poderoso que emergía de su joya. Apolo encendió su cosmo, conjurando una esfera de cristal alrededor de la joven, aprisionándola por completo.
-Bien- dijo Apolo- ahora me quedaré a ver como te consumes, y el mundo junto contigo...-
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SANTUARIO DE ATENA, ATENAS, GRECIA
TEMPLO PRINCIPAL
Saori sintió de pronto un cosmo muy poderoso: el cosmo de Lavinia. Todos en el Santuario lo sintieron.
-No es posible...-
Los caballeros ya le habían contado lo sucedido durante esa tarde y noche. Minutos después, Shaina despertó.
-¿Qué... que sucede aquí?- preguntó.
-Me atacaste- la acusó Umi, malhumorada. Cruzaba los brazos, mientras Shun la detenía con suavidad de los hombros, para que su novia no se lanzara a golpear a Shaina... no que no quisiera hacerlo él tampoco, pero no podían delante de Saori- y por tu culpa esas tipas se llevaron a Arika...-
Shaina parpadeó.
-Dioses, es cierto...-
-¿Qué ocurrió?- preguntó Saori.
-Estaba haciendo mi ronda, y esas tres chicas me atacaron. Cuando desperté, traía un brazalete de plata, que me obligaba a ayudarlas...-
-¿Ayudarlas?- dijo Shura- ¿a qué?-
-Querían llevarse a la chica pelirroja, pero de paso comenzaron a llevarse a otras amazonas, a Marín, a Meggan, a Daggianna...-
Al escuchar esto último, Mu agachó la cabeza algo entristecido.
-¡Camus!- exclamó Milo de pronto- Camille se quedó con Meggan, ¿recuerdas?-
-¿Tienen a Camille también?- preguntó Camus. Shaina asintió.
-¿Y porqué las quiere?- preguntó Saori.
-Para unirlas a su ejército- dijo Shaina.
-¿Quén?- preguntó Saori- ¿quién quiere unirlas a su ejército?-
-El dios Apolo- dijo Shaina.
-Shaina, dime lo que sepas- dijo Saori.
-Yo sé que él está preparando todo para una nueva guerra- dijo Shaina- Apolo tiene trece guerreras, pero no son suficientes...-
Dokho de Libra dio un paso adelante.
-Atena- dijo señalando un espejo- es hora de que conozcas a alguien-
El espejo que Dokho había señalado comenzó a brillar. De él, salieron cuatro mujeres. Los cabellos de las cuatro eran de diferente color: rubio, morado, azul y verde. Pero todas tenían unos enormes ojos rojos.
-Ellas son Edna, Tania y Dalia- dijo Dokho, señalando a las últimas tres- son tres de las cuatro guardianas del fuego. Y ella es Alicia, la sacerdotisa principal- añadió, señalando a la chica rubia.
-Atena, estás en grave peligro- dijo Alicia- al igual que Poseidón y Hades...-
-¿Qué dices?-
-Ahora que Lavinia ha despertado su esencia divina sin ningún control, su cosmo arderá y la consumirá por completo, junto con una gran parte del mundo, y a ustedes tres...-
-¿Cómo podemos detenerla?- preguntó Saori.
-Quitándole la Reina roja- dijo Alicia- la joya de color rojo que tiene-
-Lo haremos- dijo Saori.
-No será fácil- dijo Edna, la chica peliverde- ella está ahora bajo el poder del dios Apolo, en el templo del Sol en Delfos...-
-Es un largo camino que recorrer antes de llegar con Apolo- dijo la de cabello azul, Dalia- hay doce templos y doce patios antes de llegar al salón principal...-
-Además, todos éstos tienen un guardián, todos tan poderosos como un caballero dorado...- añadió Tania, la de cabello morado.
-Y ahora tiene a esas amazonas como ayuda- dijo Alicia- las obligará a pelear por él y contra ustedes, aún en contra de su voluntad, controlándolas con basuras como ésta- señaló el brazalete de plata- La cuarta guardiana del fuego, Fania, está prisionera en ese sitio, bajo un hechizo similar...-
-Ya escuchamos suficiente- dijo Camus- lo haremos...-
Todos los caballeros dorados apoyaron la idea.
-Bien- dijo Saori- partirán de inmediato...-
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TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA
SALON PRINCIPAL
-Con que esa Atena ha decidido mandar a sus caballeros dorados- dijo Apolo. Sus trece guerreras estaban reunidas frente a él, todas de rodillas- bien, ya saben lo que tienen que hacer...-
-Sí, señor- dijeron todas a coro.
-Kateri- dijo Apolo. La chica canadiense se levantó.
-¿Sí, señor?-
-Quiero que te deshagas personalmente de ese tipo- dijo Apolo- de tu novio el caballero de Géminis...-
-¿Qué?-
-Lo que oíste- dijo el dios- es una orden...-
La chica apretó un poco los dientes. Cruzó los brazos de manera desafiante, con sus hermosos ojos verdes llenos de furia.
-¿Te rehúsas?- preguntó Apolo, frunciendo el entrecejo e inclinándose un poco hacia delante, sin levantarse.
-Así es- respondió ella- no te seguiré ayudando a lastimarlos...-
Las otras doce chicas la miraron sorprendidas. Nunca antes una guardiana de Apolo se había atrevido a desafiar al dios Apolo.
-¿Entiendes que si te revelas en mi contra tendré que eliminarte?- dijo el dios. Kateri, en respuesta, encendió su cosmo.
-¡Kateri!- exclamó Amira, la chica del turbante, asombrada de su amiga.
-No te preocupes por ella, Amira- dijo Apolo, levantándose de su trono y encendiendo su cosmo también- Kateri cambiará de opinión, ¿verdad, linda?-
Kateri estuvo a punto de gritar que no, pero algo se lo impidió. El cosmo de Apolo aumentó enormemente. A cada minuto que pasaba, la chica se sentía más débil. Al final, Kateri se puso de rodillas.
-¿Tienes algo que decir, Kateri?- preguntó Apolo.
-Lo siento, amo- dijo ella- perdóneme...-
Apolo sonrió maléficamente, apagando su cosmo.
-Estás perdonada- dijo el dios- pero tendrás que eliminar a los caballeros cuando pasen...-
-Así lo haré, amo...- dijo Kateri.
-Bien- dijo Apolo- todas a sus puestos, que los caballeros de Atena ya vienen. Recuerden lo que les dije sobre ellos... son malvados, así que no quiero que dejen a ninguno con vida...-
Las trece chicas asintieron y salieron. Una, sin embargo, se volvió. Era de origen oriental, y tenía su mirada perdida y sus ojos negros vacíos.
-Hay algo raro en todo esto... - murmuró para sí misma- algo que no me gusta para nada...-
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DELFOS, GRECIA
En una playa, una hermosa niña rubia jugueteaba entre las olas. Un poderoso cosmo la rodeó, y una voz mística habló por medio de ella.
-Ha llegado la hora de que los caballeros dorados crucen el Templo del Sol y salven al mundo...-
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CONTINUARÁ...
Misao CG: Oye, hay mejores formas de liberar el estrés... no te muerdas las uñas, lo siento!!! Jejeje, intentaré escribir más rápido... gracias por tu review!
Elena: no es que Apolo no tenga su propio séquito, es que tiene un plan precisamente para ellas... gracias por tu review
Ryu Mari: ya sé, tu hermana es una de las mejores guardianas... ya lo verás después... gracias por tu review
Atalanta y Kasu-chan: hola!! Que genial saber de ustedes de nuevo. Que mal que te castigaron Kasu, pórtate bien (jeje, me mordí la lengua) en fin... ya actualicé de nuevo, así que ustedes actualicen!!!!!! Me estoy volviendo loca (más). Gracias por escribir, y denle mis saludos a Shaina.
Sango Pelired: hola! Aquí tienes otro capítulo. En cuanto al fic de Aioria y Marín, sí, eso está en mis planes... de hecho, tenía planeado hacer uno terminando esta historia... así que no esperarás mucho. Gracias por tu review!
A los demás: espero que les guste, y dejen reviews!!!