CAPITULO 12: LA PRIMERA GEMA

TEMPLO DEL SOL, ATENAS, GRECIA

TEMPLO DE CAPRICORNIO

Ana sonrió triunfal, alejándose del lugar de la colisión.

-Ana...- murmuró Shura.

-¿Aún no puedes morirte?- dijo ella. Luego sonrió con crueldad- no te preocupes, yo te ayudaré...-

-Ana... tú no eres así-

-¿Qué dices?- dijo ella, parpadeando.

-Que tú no me matarías- dijo Shura- tú siempre has detestado matar...- el caballero frunció el entrecejo- sé que Apolo te está controlando...-

-¿Y qué si es así?- dijo ella- las vidas de las trece le pertenecen...-

Shura fijó sus ojos en los de su amiga. Los ojos azules de la española estaban bañados en lágrimas.

-Lo siento- dijo Ana en voz baja, y con mucha dificultad. Shura lo comprendió y apretó su puño. Ese Apolo no saldría vivo de esa batalla.

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TEMPLO DE GÉMINIS

-Templo de Géminis- dijo Aioria. Todos entraron. Miraron a su alrededor. Kanon fijó su atención en un objeto de metal que pateó sin querer y lo levantó. Era un yelmo romano.

-Miren eso- dijo Silver, sorprendida y maravillada a la vez. En la pared había toda clase de armas: cuchillos, lanzas, guantes y cascos de metal, espadas, redes, escudos...

-¿Qué es todo esto?- preguntó Saga.

-Es nuestro- dijo una voz.

Dos chicas idénticas aparecieron frente a ellos. Ambas eran de piel muy blanca, de ojos verdes y cabello castaño. Una sostenía una gruesa espada, y la otra una lanza y una red. Ambas usaban una armadura, y en sus diademas tenían un diamante.

-Soy Giovanna Devietti- dijo la que tenía la lanza.

-Y yo soy Genoveva Devietti de Italia- dijo la otra- somos las guardianas del diamante de Géminis...-

-Por eso hay trece guardianas, y solo doce templos- dijo Aioria.

-Vaya, no son tan tontos como creí-dijo Giovanna, casi soltando una carcajada.

-No pierdan tiempo- dijo Saga- váyanse...-

Los caballeros asintieron y se retiraron, dejando a Saga y Kanon con las guardianas, igual que como habían hecho con los otros caballeros. Saga encendió su cosmo, y su gemelo lo imitó. Las gemelas sonrieron confiadas, y encendieron sus cosmos también.

-'¿Qué tramarán?'- preguntó Saga directamente al cosmo de su hermano.

-'Ni idea'- respondió Kanon de la misma manera- 'pero estate alerta'-

Todas las armas que estaban colgadas en las paredes: escudos, espadas, dagas, lanzas, redes y demás, se levantaron en el aire poco a poco, guiados por el cosmo de las dos guardianas.

-¿Qué demonios...?-comenzó Kanon.

-Prepárense a morir, caballeros- dijo Giovanna.

-¡DEVASTACIÓN ROMANA!- gritaron las gemelas. Con un movimiento de las manos de ambas, las armas fueron lanzadas en el aire contra los caballeros.

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TEMPLO DE ACUARIO

Camus parpadeó, sorprendido. Delante de él, entre su mano y la frene de Kateri donde estaba el zafiro de Acuario, se había interpuesto una chica de cabellos castaños. Sus ojos tenían un extraño y anormal brillo rojizo. Llevaba en su mano una espada, y alrededor de su cuello una cadena de plata con un dije en forma de cilindro, dentro del cual había una pequeña flor.

-¿Me...Meggan?- dijo Camus. Entonces el caballero lo notó: un extraño brazalete de plata en el brazo de la amazona.

-Sí, yo- dijo ella en tono desafiante, uno que nunca se había atrevido a usar delante de Camus en el Santuario- no puedo permitir que te lleves el zafiro-

-Meg, tú eres una amazona de Atena- dijo Camus.

-No por mucho- dijo Meggan- ahora sirvo a Apolo-

Camus bufó. Evidentemente, Meggan también estaba siendo controlada de la misma forma que Kateri. Jamás pensó que Apolo utilizara también a las amazonas de Atena de esa manera.

-Déjala en paz, demonio- dijo Camus- es poco honorable de un dios usar trucos como este para ganar....-

-Será un truco- dijo Apolo a través de la voz de Meggan- pero funciona...-

Camus sintió un sudor frío al recordar que también tenía a su prima Camille, y aunque no se llevaba muy bien con ella, en ese momento decidió que si hacía con ella lo mismo que con Meggan y Kateri, ese intento de dios pasaría los próximos quinientos años encerrado en un cubo de hielo. Meggan asomó una sonrisa, a la que el caballero respondió con su usual tranquilidad.

-Te equivocas si crees que no te atacaré- dijo Camus, encendiendo su cosmo- perdóname, Meg... ¡POLVO DE DIAMANTE!-

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SEPTIMO PATIO

-Estamos ya en el séptimo patio- dijo Máscara Mortal. Era el patio más extraño que habían visto (n/a: más extraño aún que el tercero, el cual era un estanque). Consistía en un extraño laberinto de cuevas.

-¿Quién es el...?- comenzó Silver, pero Dokho la interrumpió.

-¡Por allá!- dijo, señalando una sombra- tenía la silueta de una mujer.

-Tengo un mal presentimiento- dijo Aioria.

-Yo también- dijo Aioros- ¿escucharon eso?-

-¿Qué?- preguntó Milo.

-Era como un... cascabel- dijo Umi. Ella también lo había escuchado.

-Imposible encontrarla así- dijo Máscara Mortal- puede tratarse de una trampa.

Silver encendió su cosmo. Varias mariposas brillantes aparecieron. Las hadas del Reino de Hades.

-¿Qué haces?- preguntó Shaka.

-Ellas encontrarán al enemigo entre las cuevas- dijo Silver.

Todas las hadas se dirigieron a un mismo sitio. Cuando fueron a buscarlas, no las encontraron.

-No pudieron desaparecer- dijo Silver.

-Aquí están- dijo Umi, recogiendo a una pequeña mariposa de piedra del suelo.

Dokho y Aioros dejaron escapar una exclamación de sorpresa, al darse cuenta del ser contra el que se enfrentaban.

-Una gorgona- dijo Aioros.

-Umi, tú tienes un escudo como yo- dijo Dokho- los usaremos para encontrarla. Los demás, no vayan a mirar a ningún lado hasta que les digamos-

En ese momento, una flecha pasó silbando y se enteró en el hombro derecho de Dokho. Éste atacó sin éxito al sitio de donde había sido disparada la flecha, sin éxito.

-Por allá- dijo Umi, notando a la horripilante criatura a través de su espejo-¡rápido!-

-¡AGUJA ESCARLATA!-gritó Milo.

-¡ONDAS INFERNALES!- dijo Máscara Mortal.

La horrible criatura dejó escapar un grito. Guiados ahora por el sonido, Aioros, Aioria y Shaka atacaron también, destruyendo por completo a la gorgona.

-¿Estás bien, Dokho?- dijo Shaka- Dokho asintió, arrancándose la flecha.

-Vámonos- dijo Máscara Mortal- el templo de Cáncer está frente a nosotros-

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TEMPLO DE PISCIS

-¡ROSAS PIRAÑAS!-

-¡CÓLERA DE PELÉ!-

Afrodita y Aletia estaban heridos, pero cada uno seguía peleando como si fuera el fin del mundo. Aletia notó que el cosmo de Afrodita seguía aumentando peligrosamente, y dudó en poder ganar de esa manera, así que decidió jugar su última carta.

-Ya veo, caballero, que esto se está tornando aburrido- dijo Aletia- así que para poner más emoción, aumentaré la apuesta-

-¿La apuesta?- dijo Afrodita, tratando de no tambalearse.

-Así es- dijo ella- sabes que quien gane esta batalla, no solo tendrá el topacio...-

-¿A qué te refieres?- dijo Afrodita, sabiendo de antemano que no le agradaría mucho.

Como respuesta, Aletia sonrió de nuevo e hizo sonar sus dedos. Junto a ellos, en una hamaca colgada de dos columnas, apareció una niña de diez años profundamente dormida. Tenía las manos atadas sobre el vientre, y uno de sus pies colgaba fuera de la hamaca.

-¡Arika!- dijo Afrodita, pero al dar un paso adelante, la niña desapareció.

-Ah,ah- dijo Aletia, sacudiendo la cabeza- no se toca-

Afrodita frunció el entrecejo. Esta vez estaba furioso de verdad.

-Considérate muerta-dijo Afrodita, encendiendo su cosmo- voy a hacerte pagar esto, no te lo perdonaré...-

-Basta de palabras- dijo Aletia, encendiendo también su cosmo- te mostraré el verdadero poder de Piscis-

-¡ROSAS SANGRIENTAS!-

-¡ATAQUE DE PIRAÑA!-

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TEMPLO DE TAURO

Mientras tanto, en el templo de Tauro, Aldebarán no hacía más que esquivar los ataques de su pequeña rival, la cual, a pesar de su corta edad, era muy hábil con su espada.

-¿Porqué no me atacas, grandote?- dijo ella- ¿me tienes compasión por ser pequeña?- frunció el entrecejo- no me subestimes-

-No lo hago- dijo Aldebarán- al contrario, te admiro porque eres muy fuerte a pesar de ser tan pequeña...-

La pequeña Europa sonrió ligeramente sonrojada, nadie nunca le había dicho nada parecido.

-Por eso mismo no quiero lastimarte- continuó el caballero- una guerrera tan valiente como tú no debería estar al servicio de un dios malvado-

-¿De que hablas?-

-Tu amo quiere destruir al mundo...- dijo Aldebarán, explicando brevemente lo que había ocurrido días antes-...y estamos tratando de detenerlo-

-¡No!- gritó ella de pronto. Sus ojos brillaron rojizos unos segundos. La chica se llevó las manos a la cabeza, como si le doliera. Aldebarán frunció el entrecejo, comprendiendo que Apolo estaba intentando dominarla. Corrió hacia ella, aprovechando su distracción, y le arrancó la diadema con la amatista. La pequeña se desmayó por el esfuerzo, y fue sostenida por los fuertes brazos del enorme caballero. Unos minutos después, Europa despertó.

-¿Estás bien?- preguntó Aldebarán. Ella asintió.

-Sí, gracias- dijo- apúrense, no les queda mucho tiempo para salvar a la princesa...-

-¿Qué dices?-

-Lo he visto- dijo Europa- su tiempo se está acabando. Ni Atena ni los otros dioses pueden detenerla... así que corre...-

-Lo haré- dijo Aldebarán- cuídate, pequeña-

Europa lo miró alejarse, preguntándose si el enorme caballero no le diría 'pequeño' a alguna persona.

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SALÓN PRINCIPAL

-Maldita sea- dijo Apolo- ya tienen la amatista de Tauro- frunció el entrecejo- si alguno adquiere otra de las gemas... no- se corrigió- mis otras guerreras son invencibles. Además, tengo a las amazonas de Atena de mi lado, no se atreverán a lastimarlas- su vista se posó en Lavinia, quien luchaba por mantenerse de pie- por otro lado, a esta chica ya se le está acabando el tiempo- sonrió- solo es cuestión de unas cuantas horas más...-

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TEMPLO DE CÁNCER

En el templo de Cáncer, alguien los estaba esperando ya. Una chica de apariencia oriental: de piel amarillenta y cabellos y ojos negros rasgados. Había un extraño vacío en su mirada.

Todos los caballeros pasaron a su lado sin que ella se moviera. Máscara Mortal se quedó frente a la guardiana.

-Espero que estés lista para morir- dijo Máscara Mortal- a menos de que me des esa gema...-

-Hablas demasiado- respondió la guardiana con voz dulce- yo seré quien te conduzca al reino de la muerte-

-Eso lo veremos- respondió el caballero.

-Tienes una voz dura- dijo ella- pero creo que tú no lo eres tanto-

-¿Qué dices?- preguntó Máscara Mortal.

-Que yo, Lena Mei de China, guardiana del ámbar de Cáncer, no veo con los ojos del cuerpo sino con los del alma- respondió la orgullosa guardiana.

-¿Eres ciega?- preguntó Máscara Mortal, poniéndole atención por primera vez al vacío en los ojos de Lena.

-Así es- sonrió ella, sacando su espada- pero mi incapacidad no me ha impedido llegar a ser una de las más fuertes guerreras de Apolo-

-Bien- dijo Máscara Mortal, encendiendo su cosmo- así, si te mato, no me sentiré mal-

-Comencemos- dijo Lena, encendiendo su cosmo también.

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CONTINUARÁ...

Elena: yo te ayudo a golpearlo... ¡gracias por tu review!

Misao CG: no vayas a quedar como la Venus del Milo ¡gracias por tu review!

Megu-chan: gracias por leer mi historia y aguantarme, pequeña...

Antares-milo: claro que te recuerdo... creo que deberías aprender a controlar tu temperamento o te saldrá caro... literalmente hablando... gracias por tu review!

Ryu-Mari: si, soy cruel, no tengo corazón ni sentimientos... los cambié por un chocolate XD... pronto será tu pelea, y espero que estés preparada... gracias por tu review!

Sango Pelired: el próximo capítulo será la pelea final de Shura (se escuchó trágico, no?) gracias por tu review!

Atalanta: jeje no te preocupes por eso! Espero que a Kasu y Shaina les esté yendo muy bien, igual que a ti. En cuanto a tu capi, valió la pena la larga espera (trate de dejar un review pero no sé porque tengo la sospecha de que no se envió correctamente) bueno, espero que las tres sigan leyendo, porque comenzarán a aparecer de nuevo... del bando de los malos... gracias por tu review!

A todos: gracias por leer y manden reviews!!!!!!

Abby L. / Nona