CAPITULO 13: UNA DESAGRADABLE SORPRESA
TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA
TEMPLO DE CAPRICORNIO
Shura esquivaba todos los ataques de su oponente, aunque con creciente dificultad. Sea lo que fuera, no quería lastimarla.
-No puedes escapar- dijo ella- estás atrapado entre la espada y la pared...-
-Eso lo veremos- dijo Shura, sonriendo. El comentario de Ana le había dado una idea-¡EXCALIBUR!-
Shura atacó, y Ana lo esquivó fácilmente. Pero la chica no notó un segundo corte que hizo, que abrió una pequeña grieta en el suelo, en la que la chica cayó y quedó atrapada. Con rapidez, Shura corrió hacia ella y le quitó la diadema. Ana se desmayó, y Shura se encargó de sacarla de la grieta y sentarla sobre su regazo, con la cabeza apoyada en el pecho de él. El caballero rogaba que estuviera bien.
Ana despertó unos minutos después.
-¿Shura?- susurró ella, con los ojos llenos de lágrimas- lo siento tanto...yo no quería...-
-Ya...no fue tu culpa- dijo él, apretando en su mano el ópalo de Capricornio- no llores... vamos, terminemos con esto... ¿estás bien?- ella asintió- vamos, tenemos que llegar pronto...-
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GIUDECCA, REINO DE HADES
SAL"N PRINCIPAL
Pandora observaba a su hermano y a su cuñada con creciente preocupación, ya que sentía como los cosmos de ambos se iban debilitando. Además, aún el mismo Inframundo se estaba sobrecalentando. En ese momento escuchó a alguien entrar al salón.
-Señora Pandora- dijo el recién llegado.
-¡Radamanthys!- exclamó Pandora al verlo- dime que ha sucedido, por favor-
-Los caballeros dorados de Atena están luchando contra las guardianas de los Doce Templos del Sol- respondió Radamanthys- nosotros contuvimos a las cincuenta ninfas de Artemisa que habían ido a detenerlos...-
-¿Y que ha sido de ellos?- preguntó Pandora.
-Dos acaban de vencer a sus oponentes- dijo Radamanthys- o al menos obtuvieron la gema correspondiente-
-Menos mal- dijo Pandora, y se volvió a mirar a los reyes del Inframundo- el señor Hades y la reina Perséfone se están debilitando demasiado...-
-Lo sé- dijo Radamanthys- todos los espectros lo hemos sentido...-
-Espero que se den prisa- dijo Pandora.
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TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA
OCTAVO PATIO
-Octavo patio- dijo Silver en un tono melancólico.
-¿Te pasa algo?- preguntó Umi.
-Mi señor y mi señora se están debilitando- dijo Silver.
-Atena también- dijo Shaka.
-He ahí el monstruo que protege el patio- dijo Dokho. El monstruo era un hombre, cuyo cuerpo estaba cubierto totalmente por ojos.
-Me llamo Argos- dijo el ser- y no podrán vencerme, ya que puedo ver todos sus ataques, no importa por donde vengan...-
-Pues mira esto- dijo Umi, encendiendo su cosmo y mostrándole el escudo de Medusa. La parte posterior del cuerpo de Argos quedó convertida en piedra.
-Bien, Umi- dijo Aioria.
-Claro, aprendí del mejor...- dijo ella.
-O sea, de mí- dijo Milo.
-La verdad, no de ti, sino de Argol- lo corrigió Umi.
Milo frunció el entrecejo. Aioros y Aioria se echaron a reír, y Shaka y Dokho sonrieron.
-No canten victoria aún- dijo Argos- aún no me destruyen...-
-La verdad, yo ya me cansé de verlos pelear y no hacer nada- dijo Shaka- ¡CAPITULACI"N DEL DEMONIO!-
El monstruo desapareció.
-Vamos- dijo Aioria.
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TEMPLO DE ARIES
-¡LA MALDICI"N DE RA!-
-¡PARED DE CRISTAL!-
Mu estaba comenzando a desesperar. No aguantaría mucho contra la egipcia, y se le estaba terminando su tiempo.
-Detente, Asenet- dijo Mu- no quiero lastimarte-
-Calla y pelea- dijo ella- te mostraré el verdadero poder de Aries...-
-Entonces, no tendré más opción que contraatacar- dijo Mu.
Ambos combatientes encendieron sus cosmos.
-¡EL VELLOCINIO DE ORO!-
-¡EXTINCI"N DE LUZ DE ESTRELLAS!-
Tanto Mu como Asenet salieron disparados hacia atrás, alcanzados por una pequeña fracción del ataque de su oponente.
-Es muy fuerte- murmuró Mu para sí mismo- tal vez no podré quitarle eso sin lastimarla- sacudió un poco su cabeza- no, debe de haber alguna forma...-
El caballero se levantó con dificultad. Asenet hizo lo mismo. Mu vio que la chica sangraba.
-Ahora o nunca- dijo el caballero para sí mismo. Corrió hacia ella, quien aún estaba algo aturdida por el ataque anterior y, teletransportándose varias veces, la apresó en una red de cristal. Mu sonrió, aliviado.
-Ahora solo falta tomar ese...- dijo extendiendo la mano, pero ésta no alcanzó a tomar el ágata. El caballero sintió un pequeño impacto en su mano y la retiró por reflejo, dejando escapar un gemido de dolor. La red de cristal desapareció y la chica egipcia cayó al suelo desmayada, pero sin que su diadema se separara de su cabeza.
Mu se volvió para ver quien lo había atacado. Desde una esquina, la atacante se asomó. Vestía como amazona de Atena, salvo a que no tenía máscara, y continuaba con la mano extendida después de su ataque.
-¿Daggianna?- dijo Mu, mirando con tristeza a su querida amiga- ¿te han convertido también en un títere a la voluntad de Apolo?- frunció el entrecejo- no se lo perdonaré...-
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TEMPLO DE LEO
Aioros, Aioria, Shaka, Dokho y Milo llegaron junto con Umi y Silver al octavo templo, el de Leo. Alguien ya los estaba esperando. Una chica con rasgos orientales, igual que la de la casa anterior. Tenía los ojos color verde limón, cabellos castaños largos y su piel era ligeramente pálida. Sin contar su armadura, su atuendo era el de un samurai, así como su espada.
-¿Quién de ustedes es quien morirá aquí?- dijo la chica.
-Supongo que tú eres la guardiana de este templo- dijo Aioria.
-Así es- dijo ella- soy Akemi Matzuki de Japón, guardiana del Ojo de Gato de Leo-
-Suerte, hermano- dijo Aioros.
-Te lo encargamos- agregó Shaka. Los caballeros avanzaron con Umi y Silver al siguiente templo.
-Tal parece que no me darás tu Ojo de Gato sin pelear- dijo Aioria.
-Así es- repitió ella.
-Entonces, muéstrame lo que puedes hacer con tu juguete japonés- dijo Aioria, encendiendo su cosmo.
-Con gusto- dijo Akemi, haciendo lo mismo.
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TEMPLO DE PISCIS
En el templo de Piscis, los ataques de Aletia y Afrodita chocaron. El de la guardiana fue muy poderoso, pero el del caballero, lanzado con todo su poder y su furia, lo superó fácilmente e hizo que la chica chocara contra la pared detrás de ella y luego cayera al suelo boca abajo. La diadema se le cayó y se fue rodando varios metros. Afrodita estaba tan furioso que no le prestó atención.
El caballero se acercó a la guardiana y la levantó con ambas manos. Se sorprendió de que estuviera inconsciente, pero él la sacudió hasta que ella despertó.
-¿Qué...que pasa?- murmuró ella.
-¿Dónde está ella?- le preguntó Afrodita entre dientes.
-¿Dónde está quién?- preguntó Aletia a su vez.
-Tú sabes quien- dijo Afrodita, sacudiendo un poco a la chica- la niña que tú misma trajiste aquí...-
-Ten...ten cuidado- dijo ella, limpiándose la sangre que escurría de su labio inferior- o ella misma te va a destruir-
-¿De qué hablas?- dijo Afrodita.
-Que tengas cuidado- dijo Aletia- él también la está controlando, igual que a cada una de las guardianas de los templos del Sol...-
-¿Controlando?- preguntó Afrodita- no me digas que tú y las otras...-
-Ninguna de nosotras pelea por su propia voluntad- dijo Aletia- él nos las diademas...-
Afrodita la ayudó a sentarse en el suelo. En ese momento, el caballero sintió un cosmo detrás de él. Se dio la vuelta incrédulo y se sorprendió de lo que vio.
Arika ya había despertado, y estaba de pie frente a él. En su mano izquierda apretaba la diadema de Aletia con el topacio de Piscis en su interior, mientras que con la otra mano le apuntaba, lista para atacar.
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NOVENO PATIO Y TEMPLO DE VIRGO
-¿Sientes eso?- se dijeron Umi y Silver al mismo tiempo.
-¿De qué hablan?- preguntó Milo.
-El cosmo de Arika- dijo Silver- en el templo de Piscis...-
-Esa desgraciada guardiana nos mintió- dijo Umi- tenemos que volver...-
-Bromeas- dijo Milo- no pueden ir ustedes dos solas, y menos a pie-
-No iremos solas- dijo Silver- ni a pie...-
La joven espectro se llevó dos dedos a la boca y silbó. Segundos después, pareció junto a ellos un enorme tigre.
-¿Za...zafiro?- dijo Umi, sorprendida.
-¿Dónde ha estado esa cosa?- dijo Milo, palideciendo- no me digas que...-
-No, Milo- dijo Silver- no viene a jugar contigo... solo ha estado siguiéndome por orden de mi maestro- la chica se subió al lomo del tigre- vamos Umi-
-Ah, no- dijo Umi- yo no me subo a...-
-Vamos, Umi- dijo Milo, casi echándose a reír- no me digas que le tienes miedo al gatito...-
-No le tengo miedo, Milo- dijo Umi, subiéndose al tigre, pero sujetándose con fuerza de su piel. Silver sonrió. Todos los escorpión suelen tener miedo de su Zafiro.
-Oigan, pero...- comenzó Milo, pero el tigre ya había saltado a un techo rumbo a la casa de Piscis.
-Adiós, Milo- se alcanzó a escuchar a Umi decir.
-Vamos, chicos- dijo Aioros- ya estamos en el noveno patio...-
En ese momento, los cuatro sintieron un temblor en el suelo, y cayeron de sentón.
-Es algo enorme- dijo Shaka.
Un horrible ser apareció, un gigante con un solo ojo en la frente.
-¡Un cíclope!- dijo Dokho.
Shaka encendió su cosmo.
-¡TEN BU HO RIN!-
El cíclope quedó ciego, pero se enfureció y trató de pisar y aplastar a tientas a los caballeros. Todos lo evadieron. Milo le clavó varias agujas escarlata. El cíclope tropezó contra la columna y cayó al precipicio.
-Apurémonos- dijo Aioros- ya falta poco-
Los cuatro caballeros corrieron al siguiente templo. En la entrada, los esperaba una chica más extraña que cualquier otra que hubieran visto. Era de raza mulata, aunque su piel no era tan oscura y sus ojos eran de color verde intenso. Llevaba una lanza en su mano y un cinturón de cuero, además de la armadura que llevaban todas las guardianas de Apolo. En su frente brillaba una gema color verde, muy parecida a sus ojos.
-Bienvenidos al noveno templo- dijo la chica- yo soy Kiara Malawi de Sudáfrica, guardiana de la turquesa de Virgo-
Shaka dio un paso adelante.
-Entonces yo, Shaka de Virgo, seré tu oponente-
La chica mulata asintió, y los tres caballeros restantes siguieron de largo hacia el siguiente templo.
-Prepárate- dijo Kiara- porque no tendré piedad de ti-
-Estoy listo- respondió Shaka encendiendo su cosmo.
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TEMPLO DE ESCORPI"N
Safiya seguía practicando con sus sables cuando de pronto llegó su hermana. Ella le sonrió, pero Amira no le devolvió la sonrisa.
-Vete de aquí, Safiya-
-¿Qué dices?-
-Esta pelea no es tuya- dijo Amira- vete-
-Pero...-
-¡Nada de peros!- estalló la guardiana- ¡te vas o tendré que eliminarte como a los caballeros dorados!-
Safiya sintió un escalofrío. ¿Qué demonios sucedía con su hermana? Pero no dijo nada y salió de ahí, dirigiéndose a la casa de Libra. Se volvió. Algo muy extraño le había ocurrido a su hermana, y eso no le gustó para nada.
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CONTINUARÁ...
Wow! Creí que no iba a terminar!
Misao: te recomiendo omeprazol y erradicación de Helicobacter pylori para tu úlcera... gracias por tu review!
Sango: última? ni soñarlo gracias por el review!
Swan-chan: gracias!
Megu-chan: siempre es un honor que leas mis fics! gracias por tu review!
Shadir: apoyo tu idea! gracias por tu review!
A los demás: sigan leyendo y mandando reviews!
Abby L. / Nona
