CAPITULO 14: LA MAESTRA

TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA

TEMPLO DE GÉMINIS

Saga y Kanon estaban siendo vencidos por la técnica de las gemelas. Decenas de armas de todos tipos los atacaban sin que Giovanna o Genoveva siquiera se movieran. Las dos chicas no hacían más que mirarlos, divertidas.

-No podemos ser vencidos por ellas, Kanon- dijo Saga.

-Lo sé- dijo éste.

Ambos hermanos encendieron sus cosmos.

-Pierden su tiempo- dijo Genoveva.

-No podrán evadir ni destruir nuestras armas- agregó Giovanna.

-Tal vez no- dijo Saga- pero podemos deshacernos de ellas-

-¡A OTRA DIMENSIÓN!- dijeron Saga y Kanon. Ambos abrieron un enorme portal que se tragó literalmente casi todas las armas de sus oponentes. Las gemelas se dieron cuenta demasiado tarde.

-Maldición- murmuraron ambas.

-Y eso no es todo...- dijo Saga, levantando una red que se había salvado del portal- veremos si ustedes mismas no caen en sus propias trampas...-

Hábilmente, el caballero lanzó su red contra Giovanna, la cual quedó atrapada. Kanon se lanzó contra ella, pero Genoveva saltó a proteger a su hermana y atacó. Kanon la atacó también. La fuerza de ambos golpes los lanzó hacia lados opuestos. Saga aprovechó esto y se lanzó contra Giovanna, quien estaba indefensa. La atrapó por la espalda y le arrebató la diadema. La chica italiana se desvaneció en sus brazos.

-¡Demonios de Caballeros!- gritó Genoveva- ¿qué le hiciste a mi hermana?-

-Nada malo- dijo Saga. Inspeccionó la diadema, pero el diamante que contenía se hizo polvo apenas lo tocó- éste es el falso- se volvió hacia Genoveva- tú tienes el original-

Giovanna parpadeó.

-¿Qué sucedió?-

-Tu amo te estaba controlando con esto- dijo Saga, entregándole la diadema.

-¡Cierto!- exclamó Giovanna de pronto-¡Genoveva, quítate eso!-

-Muy inteligente, Giovanna- dijo Genoveva, cambiando su tono de voz- pero tu hermana me pertenece...-

-Maldito- murmuró Saga.

-Saga, yo la detendré- dijo Kanon- tú deberías...- e hizo un gesto significativo a su gemelo.

-Quiero hacerlo, pero...- comenzó Saga, y su hermano lo interrumpió.

-Nada de peros- le dijo- ve por ella, yo la detendré solo-

-No solo- dijo Giovanna, con sus mejillas ligeramente enrojecidas de ira- yo le ayudaré a salvar a mi hermana-

-Está bien- dijo Saga. Con una última mirada cedió su armadura dorada a Kanon, abrió un portal a otra dimensión y desapareció.

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DECIMO PATIO

-Ya llegamos al décimo patio- dijo Milo- y ya me fastidié...-

-Me pregunto que clase de criatura aparecerá en este sitio...- dijo Aioros.

-Yo preferiría no tener que averiguarlo- dijo Dokho.

Se escucharon ruidos, como de cascos de caballos.

-Esos cascos- dijo Aioros- son iguales a los de anoche, cuando Ariadna desapareció...-

-Tienes razón- dijo Milo- aunque deberíamos...¿Aioros, a dónde vas?-

Antes de que Milo pudiera acabar su frase, el caballero de Sagitario ya estaba inspeccionando detrás de cada columna del patio.

-No hay nada, Aioros- volvió a decir Milo- avancemos...-

Pero una flecha atacó a Aioros. Éste apenas la esquivó. los ruidos de cascos se iban acercando. Ante ellos apareció una criatura enorme, mitad caballo y mitad hombre.

-¡Un centauro!- exclamó Dokho, impresionado.

-¡Tú!- dijo Aioros, con una mirada de algo muy cercano al odio- ¡tú fuiste el desgraciado que se atrevió a llevarse a Ariadna!-

El centauro soltó una carcajada.

-Claro que soy yo, humano- dijo- y también te dije que, si querías recuperarla, tenías que batirte contra mí-

-Estoy listo- dijo Aioros, encendiendo su cosmo.

-Me has entendido mal- dijo el centauro, señalando un blanco dibujado en la pared- te reto. Un solo tiro y una sola flecha. Si me ganas, te diré donde está tu querida amazona. Si pierdes, no tendré más opción que destruirlos a los tres...-

-Eso quisieras- dijo Milo, preparándose para atacar, pero Aioros lo detuvo con un gesto.

-Aceto tu reto- dijo Aioros, sacando su arco y su flecha dorada- pero te advierto que después de ganar te haré pedazos por haber puesto tus sucias manos en ella...-

El centauro sonrió malévolamente. Se colocó detrás de la línea de tiro. Tensó su arco y disparó. La flecha quedó a escasos milímetros del centro del blanco. La criatura sonrió de nuevo, satisfecha de sí misma.

Aioros alzó una ceja. Sería difícil superarlo, más no imposible. El caballero encendió su cosmo mientras colocaba la flecha en el arco. Lo tensó. Tendría que ganar para saber donde estaba Ariadna. Soltó la flecha, y ésta quedó justamente en el centro del blanco. El caballero sonrió y se puso el arco en sus hombros.

-¡Qué bien!- dijeron Dokho y Milo al mismo tiempo.

-Gané- dijo Aioros- cumple tu promesa...-

-¡Jamás!- gritó el enfurecido centauro. Apuntó su fecha a Aioros de nuevo y disparó. Aioros apenas la esquivó.

-Eres un mal perdedor, ¿sabes?- dijo Aioros. Recuperó su flecha dorada y apuntó al centauro- dime donde está Ariadna...-

-No- dijo el centauro, apuntándole a su vez al caballero y disparando. Aioros también disparó, para luego esquivar la flecha. La flecha dorada atravesó el corazón del centauro, mientras que la flecha negra se clavó en el tobillo del caballero.

-Aioros, ¿estás bien?- preguntó Milo.

-Eso creo- dijo el caballero. Levantó la vista. El centauro estaba muerto.

-No te preocupes, Aioros- dijo Dokho- siento el cosmo de Ariadna más adelante... tal vez la encontrarás...-

-Eso espero, Maestro- dijo Aioros.

-Vayamos al siguiente templo- dijo Dokho- estamos cerca.

-Vamos- dijeron Milo y Aioros al mismo tiempo, y subieron siguiendo a Dokho.

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TEMPLO DE ACUARIO

Meggan recibió el ataque de Camus, pero éste fue muy débil. La amazona contraatacó. Para evitar pelear con ella, el caballero la tomó por las muñecas.

-¡Meg, detente!- dijo Camus- no quiero lastimarte-

-Olvídalo- dijo Meggan.

-Meggan, por favor...-

-Es inútil- dijo Kateri, levantándose. Ya se había recuperado de su golpe- su mente está totalmente dominada por mi señor, no hay nada que puedas hacer...-

Camus recordó de pronto el brazalete de Shaina, y notó que Meggan tenía uno similar. Lo miró y sonrió. Antes de que Kateri pudiera impedirlo, Camus golpeó a Meggan levemente en el estómago y luego le sacó el brazalete con su otra mano. Al ver que se desmayó, Camus la detuvo por los hombros.

-Maldición- dijo Kateri.

-¿Camus?- dijo Meggan despertando- ¿qué...?-

-No hay tiempo- dijo Camus, tomándola de la cintura y dando un salto hacia un lado para evitar un ataque directo de Kateri hacia ellos. Ésta no perdió su tiempo, y recogió su arco, apuntándoles.

-Se acabó la fiesta, caballero- dijo Kateri- morirán ambos aquí mismo- y soltó la flecha.

Por instinto, Camus se volvió de espaldas para proteger con su cuerpo a Meggan, aunque sabía que no sería suficiente. Pero el impacto nunca ocurrió. De hecho, la flecha no viajó ni medio metro, pues alguien impidió que la flecha saliera disparada. Era un hombre alto, de cabellos y ojos azules, que había atrapado a Kateri por la espalda, haciéndola soltar su arco.

-¡Saga!¡Suéltame!- gritó Kateri. Saga, sin embargo, no lo hizo.

-Camus, termina con esto de una vez- dijo Saga. Camus asintió.

Mientras, Kateri sacó como pudo una daga de su cinturió, pero Saga la tomó de la muñeca, obligándola a soltar esa arma también. La guardiana no se dio por vencida y encendió su cosmo.

-Saga, te lo advierto- dijo Kateri- suéltame, o te quemaré con mi fuego azul-

-Por mí puedes intentarlo- dijo Saga, apretando a Kateri más fuerte contra sí mismo- pero no te soltaré... sé que lo hago por tu bien...-levantó la vista- ¡Camus!¿que esperas?-

Camus obedeció, y le arrancó la diadema antes de que pudiera ejecutar su ataque. Kateri también se desmayó en los brazos de Saga. Éste se sentó en el suelo y la sentó en su regazo, acariciando con cariño los cabellos de la chica.

-Estará bien, Saga- dijo Camus- debe estar agotada de tanto resistirse al control de Apolo...-

-Lo sé- dijo Saga.

-Meggan, ¿qué les sucedió?-

-Yo... lo siento Camus- dijo Meggan, apenada y sonrojada- no... no fue mi intención...-

-Lo sé- dijo Camus- fue ese tonto brazalete- Meggan asintió- ¿qué sucedió anoche?-

-No lo recuerdo bien- dijo Meggan- Camille y yo nos encontramos a Shaina, y...-

-¡Camille!- la interrumpió Camus- ¿sabes donde está?-

Meggan sacudió la cabeza.

-Cuando desperté, ya estaba aquí- dijo la amazona.

-Espero que esté bien- dijo Camus. Luego sacudió su cabeza- no porque me importe, sino porque mi tía me desollará vivo si algo malo le sucede...-

Unos minutos después Kateri despertó, para encontrarse en el regazo de Saga. Al principio se preguntaba que estaba haciendo ahí, pero al ver el templo que custodiaba y las heridas en los brazos de Saga, las cuales había causado ella misma en su anterior desesperación por liberarse de él, escondió su rostro en el pecho del caballero y se soltó a llorar.

-Saga, perdóname- le dijo entre sollozos- lo siento tanto... te juro que yo quería decirte, pero no podía... no quería que esto pasara...-

En respuesta, Saga la abrazó con fuerza.

-No llores, Kateri- dijo Saga en voz baja- todo esto fue una pesadilla... tenemos que terminar con ella...-

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SALON PRINCIPAL

-¡No es posible!- bramó Apolo- jamás creí que lograrían conseguir tres joyas: el ópalo de Capricornio, el zafiro de Acuario y la amatista de Tauro...- sonrió- pero aún les faltan nueve, así que todavía tengo ventaja...-

Mientras tanto, dentro de la esfera de cristal, Lavina no pudo seguir en pie y cayó de rodillas. Su propio cosmo la estaba consumiendo, y no podía hacer nada para evitarlo. Además, ya había perdido la esperanza de que los caballeros de Atena llegaran a salvarla.

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SANTUARIO DE ATENA, ATENAS, GRECIA

TEMPLO PRINCIPAL

En el Santuario, también el cosmo de Saori se debilitaba. Syd, Sorrento y Myu, los enviados de Hilda, Poseidón y Hades, comenzaban a desesperar, pues sus amos no durarían mucho tiempo.

Los caballeros de bronce comenzaron a sentir el calor abrazador.

-¿Qué sucede con los caballeros dorados?- dijo Seiya- ¿piensan tardar más?-

-No es fácil atravesar los templos del Sol, Seiya- dijo Shiryu- ni siquiera para ellos...-

-Ni para mi maestro Mu- dijo Kiki- o el antiguo Maestro Roshi-

-Ya dejen de discutir- dijo Ikki, quien estaba cruzado de brazos, apoyado en una columna.

-Los caballeros dorados lo lograrán- dijo Shun.

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TEMPLO DE BALHARA, ASGARD, EUROPA

SALÓN PRINCIPAL

-Señorita Hilda- dijo Sigfried- es inútil que se siga exponiendo...-

-¿Qué dices?- dijo Hilda.

-No importa cuanto rece, nunca logrará detener la fusión de los hielos- dijo Sigfried- no mientras el cosmo de la diosa Vesta siga ardiendo de esa manera...-

-Lo sé, Sigfried- dijo Hilda, apagando su cosmo y mirando por la ventana- sin embargo, tengo que tener la esperanza de que los caballeros dorados de Atena la detengan...-

-Deberíamos salir a pelear- dijo Bud, quien estaba apoyado contra la pared, medio oculto en las sombras- ayudar a los caballeros dorados...-

-Yo estoy de acuerdo- dijo Hagen.

Todos los dioses guerreros apoyaron la idea, pero Sigfried sacudió la cabeza.

-Hades ya envió a sus 108 espectros a ayudar- dijo- el resto solo queda a los caballeros de Atena...-

-¿Y debemos quedarnos aquí, sin hacer nada?- protestó Alberich.

-No tenemos opción- dijo Sigfried.

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TEMPLO DEL SOL, DELFOS, GRECIA

TEMPLO DE LIBRA

-Décimo templo- dijo Milo.

El templo era más grande que los anteriores, lleno de estatuas de Buda, así que supusieron que la guardiana debía ser hindú, como Shaka. En las paredes, vieron largos rosarios de cuentas, y telas de muchísimos colores.

-Bienvenidos al templo de Libra- dijo una mística voz femenina. Los tres se sorprendieron al verla. Tendría unos veintiocho o veintinueve años. Tenía la piel blanca, cabellos largos e impresionantemente negros, con un punto en la frente. Sus ojos se mantuvieron cerrados, y estaba sentada en posición de meditación. Era la versión femenina de Shaka, excepto por el color del cabello.

-Soy Kali Eknath de la India, guardiana del jade de Libra-

-¿Eres acaso pariente de Shaka?- preguntó Milo, sin poderse contener.

-Su prima segunda- dijo Kali- y su maestra...-

Milo y Aioros tragaron saliva. ¿Su maestra? La voz de Dokho los sacó de su asombro

-Entonces yo seré el que pelee contra ti- dijo dando un paso hacia delante.

-En efecto- dijo Kali.

Milo y Aioros salieron a toda prisa hacia el siguiente templo.

-No sé porque me tomo la molestia- dijo Kali- un niño como tú jamás podrá vencerme...-

Dokho sonrió.

-Soy mucho mayor de lo que crees- dijo Dokho- y mi poder también lo es...-

Kali se levantó.

-Basta de palabras- dijo abriendo sus ojos excepcionalmente azules- demuestra lo que has dicho...-

-Con gusto- dijo Dokho, encendiendo su cosmo.

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CONTINUARÁ...

Misao GC: lástima por lo del omeprazol, es un muy buen medicamento... mmm bueno, aún existe el ranisen o el bendito pepto que nunca falla... ejem...gracias por las cosas que dices de mí... aunque creo que tu fic es mucho mejor

Silverhell: bromeas? Amo a Safirito precioso!!!! Y no lo lleves muy seguido al Santuario, por mí está bien, pero yo aún no sé muy bien la resucitación cardiopulmonar que Umi va a requerir jeje... gracias por tu review!!!

Kasu y Atalanta: hola!!! Ya las extrañaba... espero que esto les esté gustando, y gracias por seguir mandando reviews!

Kasu: lástima que no puedas actualizar, tu historia es una de las mejores que he leído... puedo decirte que tu situación con Milo será muuuuuy divertida...

Atalanta: estoy leyendo tu fic ahora mismo! Está genial! Más que genial! Sigue escribiendo plis! Y gracias por tu review!

Ryu Mari: jaja claro, yo siempre actualizo lunes y jueves, salvo causas de fuerza mayor (llámese: exámenes) así que ya sabes... gracias por tu review!

Megu-chan: claro, Shura es todo un caballero... ¡gracias por tu review!

Decepcionada de la vida: porqué ese nombre? Puff.. has de estar deprimida... y no, no son los únicos que protegen al diosecito, pero ya no diré más para no arruinar la sorpresa... gracias por el review!

Shadir: jajaja, si los caballeros lo alcanzan, Apolo no se salva de esta... gracias por tu review!

A los demás: gracias por leer, y sigan mandando reviews!!!

Abby L. / Nona