¿A quién eliges Kagome-sama?

Por Kuruma Chidori

Capítulo 1 "El beso que lo cambió todo y las dos proposiciones"



"¿A quién eliges Kagome-sama?" Esas fueron las palabras del hombre de ojos marrones y cortos cabellos castaños de apenas veintiséis años.

Si tan solo esa pregunta se la hubieran formulado minutos antes todo habría estado perfecto, no hubiera dudado en contestar con las simples palabras "A ti Hoyo" pues tendría sus sentimientos claros.

Pero ahora todo era diferente, ¿Cómo decirle a su novio que su sentir había dado un cambio tan drástico? ¿Que ahora el que ocupaba su mente y su corazón era nada menos que Inuyasha? ¿Que con esos sentimientos tan confusos no podía aceptar su proposición de matrimonio?

Eran ocho años de noviazgo, lo quería, sí... pero alguien había intervenido entre los sentimientos que tenía hacia Hoyo.

Y pensar que todo había sido por las simples palabras que "él" había dicho minutos antes.

Las cosas habían comenzado bien... o eso se podía decir. Conocía a Hoyo desde la secundaria, y siempre le había "agradado", siempre observando como su amigo "el popular" salía con todas las chicas guapas menos con ella. ¿Que si eso era por que no era guapa? No, era simplemente porque él la consideraba una amiga especial y no más. Sabía en ese entonces que Hoyo nunca se interesaría por ella, por la inocente Kagome.

"Nunca digas nunca" me había dicho con un tono sarcástico el cual me molestaba mi mejor amiga Sango, cuando un día, casi a punto de terminar la preparatoria, Hoyo por fin me invitó a salir. Ese día lo pasé de maravilla, aunque... no perderé tiempo describiendo la cita.

Después de eso, las cosas mejoraron entre él y yo, y al cabo de dos meses, justo cuando estabamos ingresando a la universidad, Hoyo y yo éramos una feliz pareja de novios.

Fueron cinco años de felicidad entre los dos, ¿Qué por qué solo cinco y no ocho? La razón es: Inuyasha

Sí, a Inuyasha lo conocí a los veintitrés años, a unas cuantas semanas de salir de la universidad y terminar mi carrera de arquitectura. Y es que él era un compañero mío de salón, lo curioso era, cinco años de estar con él y jamás le había hablado y viceversa.

Pero las cosas se dieron esa noche, en una discoteca. Yo había ido en compañía de Hoyo y ahí, por casualidad nos topamos con Sango, Miroku y con Inuyasha.

Mi amiga me presentó al silencioso joven de ojos color miel y cabellos oscuros de nombre Inuyasha; me sorprendió saber que éramos compañeros de aula y yo ni enterada. Esa noche, y para enojo mío, Hoyo enfermó extrañamente del estómago por lo que tuvo que despedirse diciendo que no deseaba arruinarme la noche y que mejor me quedara con mis amigos. Aunque yo no estaba del todo de acuerdo, al final él se fue y yo me quedé con Sango y sus acompañantes... y sin pareja para bailar.

A insistencia de ella, que bailaba con el extrovertido y alegre chico de ojos azules, Inuyasha y yo terminamos juntos en la pista de baile.

No hace falta decir que al principio me sentía avergonzada, y noté que él estaba en las mismas por su cara malhumorada y el leve rubor de sus mejillas morenas. No tardamos mucho en parar cuando argumenté que tenía sed y él se ofreció amablemente en buscarme un vaso de agua.

Me senté en nuestra mesa... ni Sango ni Miroku estaban allí, los busqué por la pista de baile pero tampoco, supuse que habrían ido a dar una vuelta o algo así. Al poco rato llegó Inuyasha con las bebidas. Estaba serio y a la vez evitaba toparse con mi mirada a toda costa.

No voy a decir que la charla fue muy amena a la ausencia de los otros dos, porque durante esa hora y media apenas intercambiamos palabras y cuando lo hacíamos solo era para comentar cosas sin importancia de la universidad.

Sobra decir que ninguno de mis dos amigos llegaron nunca. Cerca de las dos de la mañana Sango llamó a mi celular al cual tardé en contestar ya que no oía el timbre por la estridente música diciéndome que Miroku la había llevado a su casa.

Me molesté con ella, pero Inuyasha sonriendo de forma divertida ante mi reacción sólo dijo:

-Te llevo a tu casa.

Lo miré asombrada, pero al final, acabé dentro de su auto.

Fue como si el auto hubiera tenido algo especial, pues desde el momento en que entré, comenzamos a conversar y no paramos si no hasta que llegamos a mi casa.

Fue algo muy extraño, a la puerta de mi hogar nos estábamos despidiendo cuando de pronto, y sin darme cuenta, nuestros rostros se fueron acercando lentamente. Podía ver perfectamente el rostro de Inuyasha, y admitía que era muy apuesto al tiempo que notaba esa mirada penetrante e intensa que me deseaba... que deseaba tocar mis labios.

Y fue así que nos besamos. Y que con ello mi noviazgo con Hoyo pasó de mal a peor. Nunca se lo dije, ni tampoco Inuyasha, solo que cada vez que veía a Hoyo, recordaba el beso que me había dado con Inuyasha y por lo tanto... mi traición.

Hoyo notaba que guardaba distancia, que rechazaba con continuidad sus invitaciones a salir y con el tiempo, él también se empezó a alejar.

¿Que qué pasó con Inuyasha? Bueno, pues digamos que él solo fingía no darse cuenta de que por su culpa mi relación con Hoyo se deterioraba poco a poco. Pero en cierta forma, yo era una "dos caras", pues aún siendo novia de Hoyo, me veía a escondidas con Inuyasha por lo que ese no fue nuestro único beso.

Me enamoré del chico de cabellos oscuros, piel tostada y grandes ojos color miel, y lo peor era que no había hablado con Hoyo.

Salía a escondidas con Inuyasha lo que hacía que nuestra "relación" fuera divertida dándole un toque de peligro que nos volvía locos. Ya no éramos unos niños, y lo sabíamos. Sango estaba enterada de lo nuestro al igual que Miroku que solo molestaba a su amigo diciéndole cosas como "Hasta que acaparas mi buen Inu". Ninguno de los dos parecía estar en desacuerdo con nuestra relación, nunca les había agradado del todo Hoyo.

Pero yo lo sabía, tenía que hablar pronto con Hoyo y con Inuyasha. Y ahora es cuando me lo pregunto, ¿Por qué nunca lo hice?

A mí me gustaba Inuyasha, hacía de mi vida emocionante y le agregaba una intensa pasión a todo, sentía gran admiración por sus deseos de vivir, por su vitalidad. Él también me quería, nunca mostró interés en nadie más desde que nos dimos nuestro primer beso y siempre que podíamos íbamos al cine juntos para que nadie nos viera.

Aún así no comprendo cómo es que logré durar otros tres años al lado de Hoyo, él nunca me terminó ni yo a él, y lo más extraño, Inuyasha nunca me pidió que lo hiciera.

Aún después de que terminamos la universidad seguí saliendo con Hoyo de vez en cuando, y aunque nos besábamos, ya no sentía ese cosquilleo en el estómago que me provocó cuando íbamos en preparatoria y me dio mi primer beso en nuestra primera cita. La chispa se había apagado, y él lo sabía. Esto solo me dejaba con un amargo sabor de boca, con un fuerte sentimiento de culpa...

Me sorprendió que un día en una de nuestras citas, Inuyasha me llamó "Kagome-sama" que es como decir "Señorita Kagome" cuando ya llevábamos juntos dos años. Y en la siguiente salida que tuve con Hoyo, él me llamó de igual manera, ¿Se habían puesto de acuerdo? No les dije nada a ninguno de los dos, aunque la duda del por qué tanta formalidad me inquietaba.

Pasó poco menos de una año, y las cosas seguían igual, yo e Inuyasha intentando guardar en secreto nuestra relación y Hoyo siendo mi novio. Pero un día que iba saliendo con Inuyasha del cine tomados de las manos y riendo, apareció frente a mí.

Hoyo nos había descubierto y la que se armó. Como pude, logré separarlos después de varios minutos.

Agarré fuertemente a Inuyasha por el brazo a quien le sangraba el labio inferior y Hoyo me miró con odio a través de sus ojos marrones, uno de ellos que estaba morado.

-¡Desde cuando estás saliendo con él!- Hoyo me exigió una explicación. La gente nos miraba y a mi me temblaba la voz por lo que Inuyasha respondió... con la verdad.

-Tres años Hoyo, desde el día en que fuimos todos a esa discoteca.

Cerré los ojos con fuerza aferrándome más al brazo de Inuyasha quien pasó su otro brazo por mi cabeza en un intento de abrazo por protegerme de un Hoyo que ya se nos acercaba enfurecido.

De un empujón, Hoyo separó a Inuyasha de mí y me jaló por el cabello para que me le acercara. Dejé escapar un gemido de dolor e intenté con mis manos apartar las suyas del mechón negro, pero todo fue en vano.

-¿Es cierto eso Kagome-sama?- me preguntó Hoyo con un tono dolido pero firme y molesto.

Cerré los ojos aún con más fuerza, pude oír como Inuyasha se acercaba dándole un golpe directo a la cara de Hoyo haciendo que este por fin me soltara. Enseguida Inuyasha se puso frente a mí para cubrirme de la furia de mi novio. La gente ya se reunía observando aquel vergonzoso espectáculo y susurrando cosas entre ellos.

Los abrí inmediatamente para encontrarme con la horrible visión de un Hoyo tirado en el suelo con sangre cubriendo su rostro.

Lancé un grito aterrorizado, pero Inuyasha impidió con un movimiento firme de brazo que me le acercara.

-No Kagome-sama, ese tipo no merece que te preocupes por él, no después de haberte lastimado...

Después de ese horrible día, evité a toda costa a Inuyasha y Hoyo ni me buscó... hasta hoy.

Me encontraba sola en mi casa viendo la t.v. tranquilamente cuando para mi sorpresa llamaron a la puerta. Con tremenda cara de fastidio me levanté del sofá y abrí la puerta dando con...

-¿Inuyasha?

El chico que hasta ahora creía era el amor de mi vida entró a la casa cabizbajo sin decir palabra. Cerré la puerta tras él y le ofrecí algo de beber, pero él se rehusó.

-Kagome-sama, iré al grano... –Inuyasha hizo que me sentara en el sofá que había dejado momentos antes y se arrodilló en el piso.

-¿Qué sucede Inuyasha? –Pregunté confundida mirándolo con curiosidad. Él negó con la cabeza y de entre sus ropas sacó una pequeña cajita. Me sentí enrojecer de inmediato al tiempo que mi corazón daba un vuelco.

-Kagome-sama... ¿Quisiera casarse conmigo? –Y justo cuando decía tales palabras abrió la pequeña cajita la cual contenía un hermoso anillo con un brillante precioso.

-Oh por Kami –susurré conmovida mientras mi rubor subía a niveles extremos- Inuyasha... yo... no sé que decir...

-Tranquila- Inuyasha me sonrió y se levantó, volvió a cerrar la cajita. –Dejaré que lo pienses...

Sin decir más, robó un beso mío y salió deprisa de la casa dejándome en estado de shok.

No habían pasado ni veinte minutos cuando volvieron a llamar a la puerta. Aún con el corazón latiéndome aprisa, me volví a poner de pie y me dirigí a la entrada donde estaba esperándome...

-Ho-hoyo...

Y al igual que Inuyasha, entró a la casa sin decir palabra, sólo que él con la mirada en alto y no me llevó hasta la sala.

Sacó de su bolsillo una cajita muy parecida a la de Inuyasha y abriéndola rápidamente me dijo mientras yo veía por segunda vez anonadada un hermoso anillo adornado por un brillante.

-Kagome-sama, cásese conmigo.

-Hoyo... yo...

-No me extrañaría si Inuyasha estuviera a punto de pedírtelo, pues eres una mujer hermosa en todos los sentidos. No me importa que me hayas engañado... –el tono de Hoyo me resultó un tanto altanero a pesar de que me estaba elogiando y haciendo que también me sonrojara.

-Pero es que...

-Kagome-sama... soy tu novio, nunca terminamos formalmente, y estoy seguro de que Inuyasha y tú no tienen un noviazgo serio.

-...

-Por eso quiero que escojas... ¿A quién eliges Kagome-sama?

...

Continuará...

Tardé algo en publicar este fanfic, pero es que por mi cabezota no se había cruzado la idea, y eso que lo escribí hace como mes y medio... si no es que más. Este primer capítulo está dedicado a mi sis grande Sayito . Muchas gracias por tomarte la molestia en leer y agregarle varias cosillas, haces que me sienta más segura hermanis! Te kielo!

Cuando publiqué el capítulo final de "Sólo a veces" (Para lo que no la leyeron háganlo onegai!) dejé dicho que subiría tres fics nuevos, este entre ellos, que constará de dos capítulos, el siguiente será el final. Dejen sus opiniones y sugerencias escribiéndome un review chi?? Pero tampoco sean muy rudos conmigo que este es mi primer Universo Alterno!!! (oh! El mundo se va a acabar!) esta es una categoría que me gusta mucho, y planeo escribir más en el futuro. Den sugerencias, con quién se debe quedar, qué pasara. Cualquier cosa será valiosa para mí, pues ando muy estancada, solo tengo el título del cap dos que será "Adiós"

Un beso grande a mis amigas que se toman la molestia en leer mis tonterías, mi sis Yashi (la chibi-onne), Paulina (Neko-chan), Chiisana Minako (okaa- sensei), Aiosami de Black (xD, cómo está mi papi Sirius okaa Aio?), Mandy (la melly), Kim-bonita, Kalita, y Naryis. A todas ustedes las quiero mucho!!!

Para contacto, ya sea por mail o msn, mi correo es: kirara1114hotmail.com

Por el momento me despido, cuídense y pórtense bien!

Kuruma Chidori