Ya estoy aquí de nuevo, si ya lo sé, primero tendría que actualizar el de Seis Reinos, que lo tengo muy abandonado, gomen nasai pero es que con la emoción de terminar este me he olvidado del otro y... bueno, quiero que sepáis que este es el penúltimo capi.
Ahora los rewiews:
- Aislinn.- Aquí tienes el capi, para el de Seis Reinos tendrás que esperar un poquito más ¿vale?
Y gracias a: carmen, gaby(hyatt (lo de Saito, lo verás en este capi, espero no decepcionarte), Saiko Katsuka (Meg, se desbela todo en este capi), kayla-chan, Holly Rainard (gracias me has ayudado mucho con este fic amiga), Onashiru (me alegra que te inspirara en el fic, a veces todos necesitamos un pequeño empujón) y Kaoru Himura (nos estamos viendo).
A, si, en este fic utilizo tres canciones (las utilizadas en el capi 18) y no me pertenecen ninguna de las tres, ni tampoco Rurouni Kenshin, así que no me denuncíen ¿shi?.
Ahora los dejó con el fic. Nos vemos al final .
- ¡Yahiko! – entró Tae alegre en la habitación - ¿Cómo estás?
- Bien – el niño estaba sentado en una cama de hospital
- Ya te han dado el alta, nos podemos marchar – dijo Megumi yendo hacia el pequeño armario de chico y guardando las pocas cosas que habían en el en una maleta de color verde
- ¿Si? – preguntó Yahiko incrédulo
- Claro, ¿cuánto piensas que te tendrán en observación por un golpecito en la cabeza? – dijo Tae
- ¡De golpecito nada! ¡Me hizo daño!
- No si yo no lo niego – sonrió Tae
- Bueno... pero tu Megumi echarás de menos al doctor Sahara ¿no? – dijo Yahiko maliciosamente
- No digas tonterías – y un extraño rubor en sus mejillas apareció.
- ¡Cuando la Cabeza de Pollo sepa esto se pondrá muuy contento
- Eso si sigue vivo – susurró Megumi, si, la Cabeza de Pollo estará viva ¿no? – Vamos, no tenemos todo el día – Tae la miró con tristeza
A la salida Hiko los esperaba con un coche familiar, ahora vivían en un hotel, tenia toda un planta para ellas solas y cada tarde Misao hacia carreras con Kaoru para animarla y terminaban riendo juntas.
- Megumi-san – gritó un chico de ojos grises y pelo rubio que iba vestido con una bata blanca
- Sahara-san – dijo educadamente la llamada
- ¿Cómo se encuentra? – preguntó.
- Bien gracias por su atención – dijo intentando sonriéndole
- De nada, vendré a verte ¿te parece?
- Claro, no hay problema
- ¿Te cuidas?
- Por supuesto – el chico la besó en la mejilla y se despidió de Tae, Hiko y Yahiko
"Perdóname Sanosuke" dijo mirando como el chico se alejaba.
- ¡Yahiko! – gritó Kaoru cuando su hermano apareció por el ascensor y lo abraz
- ¡Busu! ¡Sácate de encima! – pero sus gestos lo contradecían porque él correspondía al abrazo
- Tengo buenas noticias – dijo Hiko
- ¿Cuáles? – preguntó Misao
- Katsura me dijo que Shishio está muerto – todas alegraron sus caras – pero hay bajas
- ¿Bajas? – repitió Kaoru
- Si, no sé quien ni si son más de uno – susurró Hiko – Hoy por la noche llegaran
El día pasó ajetreado por las chicas, Misao y Kaoru se ducharon y reducharon veinte veces y se probaron todos sus modelitos, los de la otra, los de Megumi, que ya estaba hasta un sitio de ellas dos, y hasta los de Tae que solo sonreía. Mientras tanto, Yahiko maldecía por lo bajo, regañado por Kaoru por decir esas groserías, pero lo entendía, quizá Tsubame llegaba y... quizás... Kaoru se paró en medio del pasillo y miró hacia el ascensor, quizás... dentro de dos horas la puerta se abriría y quizás... Kenshin estaría allí y su padre... Hajime Saito, de repente un presentimiento la acorraló, no podia ser verdad, algo no iba bien, algo no iba bien. Lágrimas, que habían desaparecido durante pocos días y ahora... se volvían asomar
- ¿Megumi? – Tae entró en el cuarto de la chica
- ¿Si? – dijo la aludida saliendo del baño
- ¿Cómo estás?
- Bien
- Seria mejor que se lo dijeses a Sanosuke
- No tiene porque saberlo – dijo fríamente
- Pero él era...
- Tu lo has dicho era y...
- Te quiere
- Y se fue dejándome sola – una lágrima resbaló por su rostro
- Para protegerte
- ¡Y yo no hice bien mi parte Tae! ¡¿Por qué? ¿Es que acaso soy débil? ¿Es qué acaso no soy digna de su confianza? – había dado un golpe en la pared
- Lo entenderá.
- ¡No! ¡No quiero! ¡Quería recibirle con una sonrisa y ahora... ahora no puedo! ¡No puedo! ¡Seria engañarle! ¡Lo quería Tae! – se giró hacia la mujer que la abrazó maternalmente
- Lo sé, sé que lo querías y él te quiere y lo entenderá – Megumi lloró.
Hiko se esperaba en la entrada con Yahiko, el niño no quería estarse con las histéricas de las chicas y había bajado a esperar a Tsubame, aunque en teoría, por su seguridad no podia salir de la planta.
De repente empezó a llover y la puerta del hotel se abrió dejando ver a un empapado Aoshi con Tsubame dormida entre sus brazos. Yahiko saltó del sillón en el que se encontraba sentado como si le hubieran pinchado el trasero y corrió hacia su hermano.
- Aoshi – gritó emocionado
- No grites Yahiko, se encuentra dormida, la llevaré a su habitación – Yahiko asintió y subió con él en el ascensor
- Estoy nerviosa – dijo Misao
- No lo estés, Aoshi está vivo y ahora os tomaréis vuestra noche de novios – dijo burlonamente Megumi
- ¡No te rías! – Misao se encontraba sonrojado
- Bueno, me voy
- ¿Te vas? – preguntó Kaoru
- Si, no quiero ver a nadie
- Pero está lloviendo – dijo Misao
- Da igual
- ¡Tu no te vas de aquí sin un paraguas! – y Misao desapareció del pasillo
- ¿No quieres ver a Sano?
- No. Esa Cabeza de Pollo se marchó por voluntad yo no lo tengo que estar esperando – la puerta del ascensor se abrió dejando pasar a un Aoshi con Tsubame entre los brazos y Yahiko a su lado. Kaoru sonrió y con un gesto le indicó que Misao estaba bien y que después hablarían. En ese mismo momento Misao salio de la habitación
- Ten Megumi – Megumi le dijo gracias y se marchó - ¿Aun no han llegado? – dijo ansiosa
- Si, ya han llegado – susurró Kaoru cuando la puerta del ascensor se abrió por segunda vez
- ¡Aoshi!
- ¡Kitsune!
- Un momento – dijo Misao - ¿Kitsune?
- ¿Aoshi? – Misao y Sanosuke se separaron del abrazo como si fueran polos opuestos de un imán
- ¡¿Dónde está Aoshi? – gritó Misao
- ¡¿Y la Kitsune?
- Estoy aquí – la voz fría de Aoshi llegó a los oídos de Misao que se giró radiando de felicidad y no tardó ni dos minutos en sentirse envuelta por los fuertes brazos del chico
- ¿Y mi Kitsune? – Kaoru señaló la puerta de las escaleras y Sanosuke asintió con la cabeza y desapareciendo poco después por la puerta. Kaoru giró la cabeza y lo vio, estaba herido pero vivo
- ¡Kenshin! – se acercó a él y lo besó, él correspondió.
- Lo siento Kaoru – dijo Kenshin pesadamente. La chica levantó el rostro y lo buscó, su padre
- ¿Dónde está papa? – dijo buscando a su padre, no, no podia ser cierto, seguro que dentro de poco aparecería con una sonrisa burlona en su rostro y diciendo "Tanuki no te voy a dejar sola tan temprano" - ¿Y mi padre? – repitió al no obtener respuesta, miró a Aoshi, este desvió la vista al igual que Hiko, el único que la enfrontaba era Kenshin
- Kaoru-dono – no, otra vez ese nombre no – Saito no ha podido regresar – Kaoru cayó de rodillas, su padre... no, no era posible, lágrimas volvieron a salir
- Los dejaremos solos – dijo Hiko llevándose a Tae de la mano, la cual había salido para recibirlos. Aoshi hizo lo mismo con Misao
Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso.
Con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.
Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
Allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
El pasillo estaba silencioso.
- ¿Kaoru? – preguntó Kenshin
- Kenshin – Kaoru levantó la vista
- Lo siento de verdad
- ¿Por qué? – susurró.
- Flash Back -
- ¿Saito? – preguntó Kenshin, sus ojos estaban violetas, Saito se había cargado a Shishio pero... ¿él había recibido el golpe? El cuerpo de Shishio cayó pesadamente al suelo rompiendo el silencio, mientras el de Yumi seguía sujeto a la espada
- Mierda – susurró Saito, no pudo sujetar su espada y la dejó ir, junto con su cuerpo. Battousai desapareció, Kenshin se giró y observó a Saito
- ¿Saito? – preguntó Kenshin por segunda vez
- Battousai – tenia una fea herida en el estomago – Sabes que no volveré ¿verdad? – Kenshin giró la mirada al ver que Aoshi ayudaba a Sanosuke a levantarse
- No digas eso
- ¡No te rías de mí! – le cogio por el cuello – Te odio – susurró – Odio porque podrás estar con mi hija pero... oyeme bien. Aoshi tiene que ser feliz con la Comadreja y formar un familia y Kaoru... - giró sus ojos – Aunque me cueste reconocerlo y le hice una promesa, volverías con ella y ella... será feliz a tu lado pero como la dañes... Aoshi no te dejará tranquilo y yo... ¡yo te seguiré des del infierno! Y Yahiko-chan – suspiró – Es pequeño pero... tiene que vivir con Kaoru, ella es su segunda madre y... - tosió y sangre salio por su boca - ... me esta llamando Kenshin – Kenshin se sorprendió, lo había llamado por su nombre – Mi Tokio... me espera – sonrió de felicidad – Cuida a los tres... por favor – y lentamente cerró sus ojos
- Fin Flash Back -
- No pude evitarlo, se interpuso en el camino de la espada contra mi cuerpo
- Kenshin – lo abrazó y lloró en su hombro – Papa te aceptó – y lentamente esbozó una sonrisa – Te amo Kenshin – rozó sus labio lentamente
- Lo siento – repitió Kenshin
- Papa lo prometió – lo abrazó fuerte – No tienes que disculparte... no pudiste evitarlo y papa... papa quería que tu volvieses conmigo
- Pero ahora... soy causante de tu dolor y me duele – Kaoru le sonrió.
- Mi padre está feliz... se ha reunido con mi madre – como respuesta Kenshin la besó, afirmándolo y diciéndole que él se reuniría con ella cuando se separasen
Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar...
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
La gentileza y la debilidad son dos cosas diversas
Píenselo el lo entenderá enseguida
Todos enderezan para traerse en los carriles
'Coz it ain't a train
Ningún corazón que golpea pesadamente cuando el ya puede ver qué sucede
El pasado de la película, sabes es inútil
Si el ya desea conseguir asimiento sus sensaciones
A la vez como este corazón desnudo
Caminaba rápido, al parecer la Kitsune quería escapar de él, bueno, no se lo reprendía, la había dejado sola y era de mucho morro volver después esperando una recibida como la de Kaoru y Misao, más conociendo a la Kitsune. Estaría en la playa ahora que ya no llovía, siempre estaba en la playa y miraba las nubes... si como su teoría de las nubes y las personas, le gustaba, pero él no seria una nube.
Escuchó un sollozo y la vio.
- Pequeña no llores... hoy no te puedes bañar – estaba consolando a una niña de tres años de edad que tenia toda la pinta de irse a bañar
- Yo quielo
- No puedes... además tus padres te estarán buscando ¿no es así? – la niña asintió avergonzada que la hubiesen pillado – Mira... te prometo que dentro de dos días podrás venirte a bañar pero hoy hay mala mar y podrías ahogarte – la chica hizo pucheros – Y piensa que hoy no hay sol y no podrías ponerte morena – la chica dejó su cara de enfado para escuchar a la chica – Además...– la niña recapacitó –dentro de un par de días podrías invitar a tus amigos y pasártelo más bien que no tu sola ¿no crees? – la niña asintió.
- ¿Y tú pol qué tás sola? – preguntó de repente la pequeña
- Porque yo necesito estar sola
- ¿Shi?
- Si, a veces... no te sientes bien rodeada de personas
- Eso es mentila, seguo que las personas de las que tás rodeada te quielen – Megumi esbozó una sonrisa – Y ese chico de ahí te está mirando fijamente – Megumi cerró los ojos, ya sabia quien era – Y es muy guapo – dijo finalmente
- Si, por desgracia es muy guapo – susurró solo para que la niña lo escuchara
- Y te quiere – dijo Sanosuke
- Tengo que hablar con él – la niña asintió contenta
- Seguro que te quiele – susurró la pequeña y se fue contenta gritándole que no está bien estar sola
- Kitsune – susurró Sanosuke
- Tenemos que hablar Sanosuke
- ¿De qué?
- Algo importante – dijo Megumi
- ¿Te ha venido la "visita"? – dijo de repente Sanosuke
- No – susurró Megumi, a Sanosuke se le iluminó el rostro
Megumi empezó a caminar, hasta llegar a unas rocas, Sanosuke se sentó apoyándose en ellas y Megumi se quedó de pie, mirando como el mar chocaba contra las primeras rocas y salpicaba alrededor.
- Lo siento Sanosuke – dijo de repente
- ¿Qué sientes? – Megumi se acercó a él y se sentó entre sus piernas con su espalda apoyada en su pecho
- Todo, no hice nada bien – susurró, Sanosuke le besó el cuello y entrelazó su mano con la de la chica
- ¿El qué?
- Perdóname – lágrimas surcaron su rostro
- Kitsune... ¿qué te pasa? – dijo intentando ver su rostro – Yahiko me comentó un tal doctor Sahara ¿quién es?
- Mi médico
- ¿Un médico? ¿Y para qué lo necesitas?
- Lo perdí – Sanosuke le vio con cara de confusión – No lo protegí bien y lo perdí... el tiempo que pasamos en el hospital no era por Yahiko-chan sino por mi... ¡Sanosuke perdí a nuestro bebé! – el mundo de Sanosuke se desmoronó, pensaba que si... que realmente seria papá pero...
- Kitsune – hizo girar su rostro – No importa
- No digas bobadas. ¡Claro que importa! ¡Era un hijo! ¡Mío y tuyo y...! – se puso a llorar, no podia creerlo, es que... - Sanosuke lo quise, lo llegué a querer tanto – sus lágrimas eran más gruesas – Pero no pude... no pude protegerlo... solo me caí y... es que... es mi culpa no pensé en las consecuencias... cuando Yahiko-chan cayó yo... lo siento – Sanosuke apretó más su mano
- No es tu culpa
- ¡Si lo es! ¡Tu te marchaste para protegerme y yo...! ¡Mi única responsabilidad era protegerme a mí y a mi pequeño pero... no lo hice bien!
- ¿Quién dijo que no lo hiciste bien? – Megumi levantó su vista
- Te protegiste a ti y a Yahiko-chan, además – la envolvió con sus brazos – Era pequeño, casi ni existía, en cambio tu y Yahiko tenéis una vida y lo más importante, no pudiste evitarlo
- Pero era un niño... un niño inocente y puro involucrado en una guerra de adultos
- Bueno pues podemos hacer más – bromeó Sanosuke – Kitsune tu eres muy joven, solo tienes 18 años y... yo estoy en la flor de la vida (n/a: recuerden que en mi fic, Sano tiene 20 años mientras que Megumi tiene 18, son muy jóvenes)
- ¡Como que haremos más! ¡Eres idiota! ¡Todo esto es tú culpa! ¡¿Cómo se te pasó por la cabeza dejarme embarazada? – le gritó Megumi
- Kitsune – la abrazó fuertemente, Megumi sonrió, ese Cabeza de Pollo
- De acuerdo... podemos hacer más... - susurró Megumi – Por cierto Cabeza de Pollo
- Mm.
- Tú sabes que te amo ¿no? – sonrió Megumi
- Si, lo sé - y juntos y dormidos de la mano se quedaron dormidos
Es una cosa tan simple, en un día lluvioso, si el no desea conseguirse mojado pone en evidencia un paraguas
Aflíjase sobre uno mismo unfulfillable más bien que aflíjase sobre un sueño incumplido
No puede hacer cualquier cosa sobre demostrar su forma no importa qué el ya se desgaste
Es el jugar de una broma extraña alrededor despierta
No paso hoy en la desesperación al punto que vengo desear un hermoso mañana
Creo en las palabras más que bastantes cosas
Que apenas despiertes tu cara en el espejo, esa es la verdadera tu, pues es
La cosa que adorna su pecho no es mérita, solamente la desnudez del corazón
Ya allí está buscando para algo el ya perdido en la calle donde el viento sopla, pero
La única cosa que mas hermosa de que un diamante es la desnudez del corazón
Y me siento como un niño
Imaginándome contigo
Como si hubiéramos ganado
Por habernos conocido
Esta sensación extraña
Hoy se adueña de mi casa
Juega con esa sonrisa
Dibujándola a sus anchas
Habían cerrado la puerta y lo último que vieron fue a Kaoru caer de rodillas.
- Aoshi – susurró Misao
- Me duele verla así – dijo suavemente el hombre – Y lo que más me duele es no haberlo evitado – y apretó los puños con fuerza
- Te entiendo – la chica lo abrazó por la espalda - ¿Estás bien?
- Si, no tengo ninguna herida importante – Misao dejó que Aoshi se girara para que quedara cara a cara con ella
- ¿Y aquí? – y despacio colocó su mano encima del pecho del muchacho, justo donde latía su corazón
- Te tengo a mi lado, con eso todo está bien – y la abrazó, la había echado de menos, siempre que había tenido misiones la pequeña Misao iba con él, para "aprender" el "oficio", aunque ahora lo entendía, lo que no quería era dejarla sola para que otro se la llevar
- Será mejor que me vaya a dormir, necesitas descansar – dijo intentando acomodar un mechón de pelo del flequillo del chico, le besó suavemente en los labios y se dirigió hacia la puerta
Cuando había puesto una mano en el pomo de la puerta el cuerpo de su acompañante la aprisionó y una mano bajo lentamente hacia la cintura de la chica.
- ¿Quieres? – preguntó el chico en el oído de la chica, la chica asintió el silencio, sabia a lo que Aoshi se refería - ¿Segura?
- Aoshi – susurró sin girarse - ¿Preferirías que nunca pasara? – dijo
- No – susurró en la oreja para darle un beso y un mordisco en el lóbulo de esta, la pequeña gimió.
Y vivir así, yo quiero vivir as
Y ni siquiera sé si sientes tú lo mismo
Me desperté soñando
Que estaba a tu lado
Y me quedé pensando
Qué tienen esas manos
Sé que no es el momento
Para que pase algo
QUIERO VOLVERTE A VER
Quiero volverte a ver
Quiero volverte a ver
Reconocerlo, este capi me ha quedado larguísimo, pero bueno, tenia que ponerlo todo en este porque si lo ponia en dos parecia que tuviera preferencia una pareja y otra no y pensé que así era imparcial. Lo siento para los fans de Saito, porque lo mate, y por los fans de Sanosuke & Megumi, porque les mate el bebé. (Que sádica que soy, jeje)
Ahora si tenéis alguna duda, felicitación y/o crítica me mandáis un rewiew ¿vale?
Se despide
Aya-Mery
Se despide
