LA HUIDA

Lily se despertó a la mañana siguiente con un hambre horrible, tocó las sábanas de la derecha, donde debería estar su "marido", pero solo se encontró con la superficie sedosa de al sábana, que además estaba fría, lo que indicaba que ya hacía rato que se había levantado.

Se puso en pie y fue hacia una silla, donde había un largo vestido verde, parecido al de ayer, igual de bonito y caro, pero con bordados diferentes. Se metió en el baño y se dio una ducha, no pudo evitar cerrar la puerta con llave, tenía miedo a que su marido entrara, no entendía lo que le pasaba ¿no era supuestamente el hombre con el que se había casado? Entonces ¿por qué le temía?, sentía como si no le conociera.

Cuando ya terminó de asearse se quedó un rato en la habitación mirando el paisaje, su habitación daba justo al hermoso jardín en el que había pasado la tarde anterior. Pero después del jardín se extendía un bosque negro, que no parecía tener final.

No llevaba esperando ni 5 minutos cuando la puerta se abrió y Colagusano entró en la habitación.

-venga conmigo –dijo el con la vista clavada en el suelo.

Lily lo siguió sin decir palabra. Salieron de la habitación y se encontraron con un gran laberinto de pasillos. Miles de cuadros con retratos de hombres de expresión dura decoraban las paredes, columnas con dibujos de serpientes enroscadas interrumpían los pasillos.

Lily procuró no mirar a las paredes, solo miraba hacia el final del pasillo, como si al otro lado estuviera la salida que tanto ansiaba.

-ya hemos llegado –dijo el hombrecillo parándose ante una puerta.

La pelirroja asintió y entro en la habitación que Colagusano le indicaba. Era un gran comedor, con una gran mesa de madera que ocupaba casi toda la estancia; los mismos cuadros decoraban las paredes pintadas en un verde esmeralda combinado con la fría piedra; 4 elfos domésticos estaban a los cuatro lados de la mesa, esperando a que ella se sentara para servir el desayuno; una cálida luz proveniente del sol entraba a traves de las grandes vidiedras, ocultas tras cortinas, como si no quisieran que entrara la luz.

Lo primero que hizo la pelirroja fue ir hacia las cortinas y descorrerlas, los elfos soltaron grititos, pero no dijeron nada, y Colagusano solo miró a Lily como si no hubiera hecho nada.

Cuando por fin dejó de sentir en el estómago la sensación de hambre se dio cuenta de que estaba sola en el gran salón. Colagusano se había ido y los elfos recogieron la mesa sin cruzar palabra con ella. Lily, visto que no había nadie por ahí se atrevio a salir del salón e investigar la gran mansión.

Pasó por toda clase de salones, salas, despachos, pero todo era igual, desierto y frío. No se lo había preguntado, la verdad porque ni se había dado cuenta, pero ahora sabái con seguridad que nunca habían tenido hijos, en una casa así no vivían niños.

Se paró frente a un retrato que le llamó mucho la atención, un hombre dibujado en él tenía una serpiente enrosaca en su pierna derecha, delatne de él un grupo de hombres con los rostros tapados con grandes capas negras se arrodillaban ante el, y sobre el retrato había una inscripción en un idioma que Lily no entendío, se acerco al cuadro; si no fuera porque era imposible habría jurado que el hombre del cuadro era su marido. Estiró la mano con miedo y tocó la cola de la serpiente, que estaba mas gastada que el resto del cuadro, como si mucha gente hubiera tocado ahí.

Un ruido seco rompió el silencio y donde antes estaba el cuadro ahora habia un pasillo oscuro. Con decisión caminó hacia el. Cuando entró el cuadro volvió a su lugar, dejándola en abosula oscuridad.

Caminó y caminó, tanto que los pies ya empezaron a dolerle, y las sombras de su alrededor le tenían los pelos de punta.

-no! –gritó una voz de hombre, que no supo reconocer, esa ruda, fría y autoritaria- si queremos hacerlo debe ser en un lugar donde todo el mundo lo vea, que todos vean el gran poder de Lord Voldermort

Lily se acercó mas a la puerta negra, de la cual, al otro lado se escuchaba la voz de ese hombre hablando con fuerza. El ultimo nombre pronunciado, Lord Voldemort, le trajo a Lily un extraño sentimiento que no supo calificar bien.

-pero no podemos atacar Hogwarts, si intentamos matar al crío ahí Dumbledore nos echará a patadas. –gritó otro hombre, la respiración de Lily se agitó, ¿estaban hablando de cometer un asesinato? ¿a quien?, sintió la necesidad de avisar a su marido, el sacaría a esos hombres de ahí, pero la próxima voz que escucho le dejó en claro que mejor no hacerlo.

-¿crees que Dumbledore tiene mas poder que yo?, mataré al niño igual que maté al padre, y al igual que en esa ocasión Dumbledore no podrá hacer nada para impedírmelo.

Su marido era el que hablaba, ¿a quien había matado? ¿a quien quería matar?.

-pero mi señor, atacar en Hogwarts......

-en eso tienes razón, no por la seguridad de Dumbledore, si no por la seguridad de todos los antiguos directores, ellos guardan Hogwarts con el recuerdo de su magia.

SE hizo el silencio, Lily ya se esataba mareando, estaba aterrada ¿quién demonios era el hombre con el que estaba?, empezó a dudar que estuviera casada con el, no podía haber estado con un hombre tan horrible.

-Potter debe enfrentarse a mi, si no no podré conseguir todo el poder que necesito.

Lily no escuchó el resto de la conversación, "potter" esa palabra se clavó en su mente, conocía a alguien que se llamaba así, estaba segura, muchas veces la habían llamado así a ella.

-James... –se le escapó a Lily en un susurró que solo ella y su mente pudieron escuchar.

Snape escuchaba atentamente lo que el Lord decía, así que ahora pensaba atacar abiertamente Hogwarts para matar a Harry, Dumbledore tenía que ser prevenido, ya estaba deseando que se acabara esa maldita reunión, odiaba estar en compañía de esas personas.

De repente Lord Voldemort quedó en silencio justo cuando iba a terminar el discurso, se paró en seco e hizo un gesto a los mortifagos, que callaron al momento, recorrió la estancia con la mirada en busca de algo, o alguien.

Snape imitó a "su señor", y miró con desconfianza a todas las esquinas, Voldemort miró con los ojos desorbitados hacia la puerta y salió corriendo rumbo a ella.

Todos los mortifagos se levantaron de sus asientos con las varitas en mano por si había alguna amenaza, Snape, entre todo el bullicio de gente solo pudo distinguir una melena rojiza que desapareció junto con Lord Voldemort tras la puerta, era la misma mujer del otro día. Pero sintió como si la conociera de antes....

Lily tiraba de su brazo, que estaba fuertemente asido por su marido, que la arrastraba hacia la salida.

-dejame, por favor, me haces daño

-no deberías haber venido –dijo el bruscamente, obviamente estaba haciendo grandes esfuerzos para no darle una bofetada, pero la amaba demasiado para tratarla así.

-¿a quien pìensas matar? –gritó ella tras un momento de silencio cuando sintió un poco de valor dentro de ella.

El hombre paró en seco y la miró.

-querida, creo que has escuchado mal –dijo con una sorisa fingida- yo no voy a matar a nadie ¿cómo crees?

-no me mientas, ¿crees que soy tonta? ¡¡te he escuchado!!

-mal, obviamente, yo soy incapaz de matar a nadie –(ejem... )

Lily lo miró con desconfianza, estaba seguro de lo que había oido, y el recuerdo de alguien desconocido estaba muy presente en su memoria, y ese hombre no era su marido ¿sería su amante?, ante esa posibilidad prefirió no preguntar, por si acaso.

Voldemor miró a Lily fijamente, no quería que ella dejara de confiar en el, pero por otro lado gracias a la poción de Snape "su mujer" tendría la personalidad que él qeuría, sería como es, pero lo amaría tanto como el la amaba a ella.

-esperame aquí un momento, tengo que ir a avisarles, hoy pasaremos el día juntos ¿vale? –ofreció el con una sonrisa, se acercó a ella y le dio un beso en la comisura de los labios, ella no se movió, el sonrió y se metió por el retrato, hacia la sala de la que la acaba de sacar.

Lily soltó un suspiro de resignación y se acercó a un sofa, en el que se sentó. En frente de ella, sobre una mesa baja de madera vio un periodico, lo cogió y lo ojeó, en la parte de arriba ponía Diario el profeta, en la portada aparecía un chico con una gran sonrisa que sujetaba en sus manos una gran copa, a su lado chicos vestidos igual que el lo cargaban y sonreían; conocía al niño, era igual al hombre de sus recuerdos. Recordó algo... era de noche, ella sujetaba a un bebé entre sus brazos y un hombre la apuntaba con una varita. El hombre era.... no podía ser... su marido.

Se levantó de un salto, no sabía bien lo que pasaba pero si sabía que no debería estar ahí, no era seguro, ese hombre era malo. Camino hacia una ventana y la abrió con cuidado, procurando hacer el mínimo ruido posible, salió por ella y cayó sobre el jardín, miró en todas direcciones, pero todo estaba igual de desierto. Echó a correr hacia el único lugar por el que podía escapar, el bosque negro.

Se internó en el y corrió hacia la inmesidad de árboles de ramas desnudas que estaban frente a ella. No sabía cuanto tiempo llevaba corriendo, pero viendo que ya estaba lo suficientemente lejos de la casa como para que la encontraran redujo la marcha.

Un aullido la hizo detenerse, miró en todas direcciones buscando el animal del que procedía el grito, su ligero vestido, ya deshilachado y roto por la parte baja, no la resguardaba del fuerte frío. De la nada, surgió un gran lobo negro, que se puso frente a ella, mirándola amenazadoramente y gruñéndola.

Lily caminó hacia atrás, pero no había nada que pudiera hacer, era el final.... el lobo saltó sobre ella, ya no había nada que pudiera hacer, pero de repente un rayo verde salió despedido detrás de ella, y el lobo cayó muerto al suelo.

-no deberías haber hecho eso –el rayo de esperanza que inundó el corazón de Lily cuando se vio salvada del peligro que se evaporó al escuchar la voz de su marido.

El se acecó a ella y la agarró con fuerza del brazo, retorciéndoselo con fuerza, ella reprimió el grito de dolor y cerró los ojos con fuerza.

-sueltame –gritó Lily empujando al hombre para que la soltara.

-no, tu eres mía y te quedarás conmigo, y pobre de ti como te vuelvas a atrapar, auque la poción ya debe de estar lista.

-yo no soy nada tuyo –gritó bien alto mientras le mordía el brazo para que la soltara

Voldemort soltó un grito y la sangre empezó a manar de su herida, sin pensárselo le dio una bofetada a Lily, que cayó al suelo, el Lord se arrepintió al momento y se inclinó para ayudarla.

-perdoname, querida, pero es que.....

-sueltame, no me toques!! –dijo Lily ante de escupirle en la cara.

Voldemort, conteniéndose, se limpió la saliva y se volvió hacia Lily con una sonrisa tan cálida que no parecía de el.

-vendrás conmigo te guste o no, y a partir de ahora te comportaras como una buena esposa ¿esta claro?

Lily, en un ultimo intento de escaparse, le dio una patada en la pierna y salió corriendo hacia el interior del bosque.

Voldemort no tardó en reaccionar y fue detrás de ella, pero una llamada de un mortifago lo interrumpio.

-mi señor, estan atacando la mansión.

Voldemort, salió corriendo tras el mortifago con la mente puesta en Lily.

-volverás a mi –aseguro mientras sacaba su varita y se transportaba a la casa, que estaba llena de aurores.

Lily llevaba toda la noche caminando y no podía mas, la verdad es que no sabía si era de noche o de día, porque ahí siempre estaba todo tan oscuro que no se podía distinguir.

Por fin, al final de la inmensidad de árboles pudo ver una luz, la luz de la luna. El final del bosque. Su vestido estaba roto estaba todo roto por culpa de las ramas con las que se había enganchado, su cuerpo estaba congelado y su estomago rugía por comida, además sus fuerzas estaban al límite y necesitaba descansar.

En cuanto salió al claro lo primero que vio fue una pequeña cabaña de piedra, la recordaba, recordaba haber estado ahí muchas veces; miro hacia la derecha y pudo ver un enorme castillo con luces encendidas, eso tambien lo conocía. Caminó hacia el, eso si le daba seguridad.

Harry estaba sentado en la mesa de Gryffindor, el gran comedor estaba lleno de alumnos, profesores, y buena comida, y todo para celebrar que habían ganado la copa de Quidditch ¡incluso un hombre quería hacerle unas prubas para entrar en un equipo de Quidditch!, en frente de el Ron y Hermione discutían sobre todo tipo de cosas, por las que Harry ni siquiera se preocupo, estaba tan feliz!....

De repente el silencio del enorme salón fue roto, las puertas del gran comedor se abrieron de golpe y una mujer alta, delgada y con el pelo rojo se paró en el medio de la puerta. Miró hacia todos lados con una expresión de terror y caminó hacia delante, con la mirada fija en Albus Dumbledore, que se había puesto de pie y tenía cara de incredulidad, aunque nada en comparación con la de Harry.

Harry se levantó de un salto y fue hacia la mujer, la conocía, pero no podía ser ella. Ella no pudo mas y cayó al suelo, aunque tuvo suerte porque el chico llegó a tiempo y la cogio antes de que chocara con el suelo. Lily, medio inconsciente miró el rostro del niño que estaba ante ella, era el, era el, tenía que ser.

-¿james? –pregunto antes de caer desmayada.

hola a todas!!! ¿qué tal? Nosotras estresadas, porque nunca nos ponemos de acuerdo para escribir y tardamos mucho, lo sabemos y lo sentimos!!!! Ahora mismo son las 00.45 y no estamos inspiradas para nada, asi que vamos a contestar vuestros rr, que por cierto, muchísimas gracias!!!! De verdad, los adoramos!!!

Hermione Granger91: hola!! Que bien que te guste nuestro fic, muchas gracias por el rr, esperamos que este chap tambien te haya gustado, la verdad es que nos matamos para ver como podíamos hacer para que Lily se fuera de una vez, porque eso de que estuviera con Voldemort... bueno un beso y hasta pronto!!

Amy Black: hola!! Pues aqui tienes la continuacion, esperamos que este chap haya sido de tu agrado, un beso muy fuerte y hasta pronto! Y muchas gracias por tu rr!

Darck Loupy: holaaaaaaaaaaaaa!!! Que bien que te lo leiste!! Y aun mejor que te haya gustado, la verdad es que el fic es un poco raro, pero se nos ocurrio un dia que íbamos por la calle haciendo el tonto, así que que le pides... dile a tu padre que se vaya de una vez a Alicante o a donde sea y así te conectas, que últimamente no estas nada, bueno un beso muy fuerte y muchas gracias!!! Hasta pronto

Sas-sonia: hola!! Muchas gracias por el rr!! Pues ya ves que rapido dejo a Voldemort!! Jeje, bueno la verdad es que no queríamos alargar que estuviera ahí demasiado, porque pobrecilla, a saber... y bueno ahora a ver que dice harry, aunque primero que recupere el aliento, porque estara al borde de un ataque de nervios, y no es pa menos, y a saber lo que dicen los demás, y lily cuando se entere de que james esta muerto, si es que lo esta... bueno un beso y ya dejamos de destriparte el fic, gracias de nuevo y hasta pronto!!

Bueno pues esto fue todo, un beso muy fuerte a todas, y muchas gracias por los rr, de verdad nos alegran mogollón!! Dejadnos opiniones sobre el fic, porfa!!!!