Apostando al corazón.

Capítulo III: ¿Una apuesta difícil de cumplir?

Draco salió silenciosamente de la sala común de Slytherin dirigiéndose a los terrenos. Le parecía algo extraño que Ginny lo hubiera llamado a esos horarios de la noche, pero ya tenía todo pensado para que ella cayera en sus redes y que la apuesta sea ganada.

Caminó bordeando el lago, mientras una brisa fresca le golpeaba en el rostro.

Vio a Ginny sentada en la entrada de la cabaña de Hagrid, con la mirada algo perdida. Al verla, un nudo se le hizo en el estómago, cosa que le fastidió mucho; tenía que dejar de sentir ese tipo de cosas al ver a Ginny.

-¡Draco! Viniste...- susurró Ginny, poniéndose de pie.

- Por supuesto, estaba preocupado por ti.- respondió Draco.- ¿Sucedió algo?

- Ah... Draco... estoy tan harta que se metan en mi vida... Especialmente Ron... –explicó Ginny con ojos brillantes sentándose en la orilla del lago.

-¿Qué paso? ¿Te hizo algo?

- No, pero quiere que haga todo lo que el me dice... y creo que ya estoy grande para escucharlo...

-¿Qué te dijo?- preguntó Draco, sentándose a su lado.

- Mi mejor amiga, Samantha, bueno si es que puedo llamarla mejor amiga... Le contó a Ron que yo estuve contigo... y él se puso furioso porque dice que no debo juntarme contigo...

-¿Eso te dijo?- Draco pensó que las cosas se complicarían un poco ahora que Ron estaba en su contra.

- Si, él, Hermione y Harry... pero ya no quiero escucharlos a ninguno de los tres...

-¿Qué le respondiste tu?

- Les dije que no te conocían, que tu eres una buena persona... y que si quiero estar contigo...

- Gracias por defenderme...

- Están muy equivocados con respecto a ti, Draco. Si supieran lo buen amigo que eres... Lamento mucho no haberme dado cuenta de eso antes...

- No lo lamentes... yo lo lamento, siempre te hice daño, Ginny... siempre me equivoqué.

- Yo también lo hice, Draco... Juzgándote sin saber que clase de persona eres, y ahora me doy cuenta lo mucho que vales... Si los demás pudieran verlo... Si pudiera saberlo Ron...

- Pero Ginny, tu eres tan diferente a tus hermanos, eres una persona muy especial... siempre pensé eso de ti... tus hermanos siempre están a la defensiva.

- Lo sé, pero te juro que no quiero parecerme a ellos, Draco. Pero no entiendo a Ron... siempre me apoya en todo, ¿por qué no ahora?

- En parte es porque hemos estado mucho tiempo enemistados con él y con Potter... pero no me molesta, lo que me importa es saber si tu le harás caso a tu hermano...

-¡No! Por supuesto que no. Confío en ti, Draco, y me has ayudado mucho con lo que paso con Harry...

- Con respecto a eso... ¿cómo estas?

- Pues... tus palabras me han hecho pensar bastante, Draco, tienes toda la razón del mundo, pero lo mismo no puedo sentirme bien... esto aún duele...

- Lo sé... pero trata de no pensar en eso.

- Lo intento, pero se me hace imposible.- los ojos de Ginny se llenaron rápidamente de lágrimas.

- No llores, Ginny... por favor, no me gusta verte así.- Draco secó con sus dedos las lágrimas que se desprendieron de los ojos de la chica.

Ginny miró a Draco fijamente. ¿Cómo podía haber sido tan tonta todos esos años de pensar así de él? Era la única persona que la estaba ayudando en esos terribles momentos que estaba pasando... ni siquiera Samantha lo hacía... mucho menos ninguno de sus hermanos.

- Draco, eres la persona más maravillosa que he conocido. Tu eres el único que me ayuda de verdad, que me escucha y me aconseja, no sabes cuanto te lo agradezco. –le dijo Ginny.

- Tu también eres maravillosa, Ginny... y no tienes nada que agradecer... haría cualquier cosa por ti... porque...- Draco pensó que era el momento adecuado para "confesarle sus sentimientos a Ginny". Solo esperaba que funcionara... aunque todo parecía ir bien, así que se decidió por dar su jugada, pensando en la cara de Crabbe y Goyle cuando lo vieran en la mañana.

- Ginny, tengo que decirte algo muy importante.- Draco tomó las manos de Ginny, enlazando sus dedos con los de ella.

- Dime, Draco, te escucho.- respondió Ginny algo sorprendida.

- Bueno, todos estos años te he tratado mal y te insulté y estoy muy arrepentido por eso... disculpa...

- No tienes porque disculparte, Draco, lo entiendo.- dijo Ginny sonriendo para que él se sintiese tranquilo.

- Por favor no me interrumpas... esto se me hace difícil.

-¿Sucede algo grave?- Ginny parecía asustada.

- No se si es grave, pero creo que estoy enamorado de ti, Ginny.- se atrevió a decir Draco, mirándola a los ojos, que esa noche estaban particularmente brillantes.

-¡¿Qué?!- Ginny estaba anonadada.

- Te traté mal todos estos años para ocultar mis verdaderos sentimientos, Gin, pero cuando te vi mal por lo que te hizo Potter no podía aguantar más. No podía verte llorar, se me rompía el alma, no podía verte sufrir, no quiero verte sufrir... siempre me llamaste la atención, eres la chica más hermosa que conozco, y ahora que se lo buena persona que eres, debo decirte que me gustas mucho, Ginny.- Draco finalizó esto sintiéndose como un estúpido, ya que nunca había dicho tantas cosas cursis juntas en su vida. Esperaba que el plan funcionase, pero se llenó de duda al ver la cara de confusión de Ginny.

- Draco, yo... no sé que decir.- Ginny parecía no creerlo... ¿Draco Malfoy enamorado de ella? ¿Uno de los chicos más populares de Hogwarts, enamorado de ella? Pero... parecía imposible.

- Por favor, dime algo, lo que sea... aunque sea dime que no quieres verme nunca más, lo entenderé... – dijo Draco, haciéndose el víctima.

- Es que enserio que me has sorprendido... pero Draco... ¿estas seguro que estas enamorado de mi? O__o

-¡Claro que si! Hace mucho que lo estoy, pero no me animaba a decírtelo.- mintió.

- Bueno, yo...

- Escúchame, Ginny. Sé que aún estas mal por lo de Potter, pero si tan solo me dieras una oportunidad, te olvidarías de él rápidamente, por favor, solo una oportunidad, para ver si funciona... no me dejes así.

Ginny meditaba las palabras de Draco. Era cierto que aún le costaba dejar de pensar en Harry, él no estaba enamorado de ella, así que no podía hacer nada, solo lamentarse. Pero, ¿para que lamentarse? ¡Había miles de chicos en el mundo! Y entre ellos estaba Draco, que era una persona nueva que ella había conocido, y que además de todo, la quería, estaba enamorado de ella. ¿Qué perdería en intentarlo? Draco era un chico muy lindo, y sobre todo muy buen amigo y una muy buena persona, y capaz que pronto se terminaría enamorando de él...

-¿Qué dices? ¿Quieres intentarlo?- Draco tomó con más fuerzas las manos de Ginny. Ella lo miró. Los ojos de Draco brillaban a la luz de la luna, y Ginny se perdió en ellos, haciendo que su corazón diera un vuelco inexplicable.

- Draco, yo... esta bien, lo intentaré...

-¿Enserio?- Draco le ofreció una enorme sonrisa.

- Claro. Eres una gran persona, y creo que tu si me ayudarás a olvidar a Harry.- dijo Ginny.

- Gracias... si me decías que no, te juro que me moría.- Draco se acercó a ella y la abrazó con fuerzas.

Se quedaron varias horas sentados observando las aguas que se movían suavemente por la acción del viento.

- Creo que deberíamos irnos, es tarde, si nos descubren nos matan.- razonó Ginny.

- De acuerdo, vamos.- respondió Draco, poniéndose de pie y caminando de la mano con Ginny.

Mientras iban hacia el castillo, Ginny pensó que había elegido bien. Draco de verdad la quería y ella realmente quería olvidar a Harry, entonces trataría de enamorarse de Draco, porque solo sentía por él una hermosa amistad, aunque no podía explicar algunas veces aquellos nervios y esos nudos en su estómago cuando lo veía. Y aunque le costaba admitirlo, no había dejado de notar la hermosa sonrisa que el chico tenía, que al verla podía hacer que ella se olvidara de todo.

Al llegar al retrato de la dama gorda, Ginny dijo:

- Gracias por todo Draco, buenas noches.- justo cuando Ginny se disponía a entrar, Draco la tomó por el brazo, se acercó a ella y rozó sus labios con los suyos, provocando que Ginny se ruborizara un poco.

- Buenas noches.- agregó él, con los cachetes algo sonrosados, y dirigiéndole una amplia sonrisa, que hizo que Ginny se ruborizara aún más, mientras entraba en la sala común de Gryffindor.

Draco continuó su camino, pensando en lo bien que le había ido. Ginny había caído en su plan a la perfección. Aunque todavía no podía olvidar su hermosa sonrisa y su brillante pelo colorado que lo volvía loco. Pero no podía enamorarse de ella, todo era un juego, una apuesta... no podía pasar nada entre ellos, ambos eran de mundos diferentes... pero parecía imposible olvidar su belleza, su sencillez, su calidez... sus ojos brillantes a la luz de la luna, sus labios... Draco pensó que la apuesta no eran 10 galleons, sino, tratar de no enamorase de una persona como Ginny.

La luz cálida del sol levantó a Ginny a la mañana siguiente. Todavía no podía creer las cosas que habían sucedido la noche anterior. ¡Estaba de novia con Draco Malfoy! Parecía increíble... Ginny posó los dedos en sus labios. Aunque todavía Draco no la había besado y lo de anoche había sido solo un roce, no podía dejar de sentir la suavidad de los labios de Draco en los suyos. Parecía que de verdad estaba empezando a sentir cosas por él... aunque Harry aún se fijaba en sus pensamientos. Pero pronto ese sentimiento se iría, pensó Ginny esperanzada mientras se cambiaba en silencio.

-¿Ginny? ¿Puedo preguntarte algo?- Samantha estaba poniéndose los zapatos, y miraba a Ginny algo apenada.

-¿Qué quieres?- contestó ella de mala gana.

-¿Dónde estuviste anoche?- se atrevió a preguntar Samantha.

- No te importa.

- Llegaste a dormir tarde, estaba preocupada por ti...

- Bueno, te lo agradezco, pero puedo cuidarme sola.

-¿Estuviste con Malfoy?

-¿Acaso eres detective ahora, Samantha? ¡Déjame en paz!

-¡Ginny, espera!- gritó Samantha, pero Ginny había salido ya de la habitación dando un portazo.

Salió de la sala común sin saludar a Hermione que estaba en ella y se dirigió al Gran Salón. Se sentó en la mesa de Gryffindor junto a Neville.

- Hola, Ginny... se te nota alterada, ¿pasa algo?- dijo Neville, frunciendo el ceño.

- Hola, Neville, no pasa nada, solo no me gusta que se metan en mi vida, es todo.- respondió Ginny, sirviéndose un poco de avena.

- Me contó Ron que eres amiga de Malfoy ahora, ¿es verdad?

- Si, es cierto.

-¿Pero por que?

- Porque si, Neville, es una buena persona.

- Ron estaba furioso ayer.

- Lo sé, pero no me importa.

- Creo que el tiene razón, Ginny. Malfoy se ha comportado muy mal con nosotros. Y contigo también.

- Draco no es la persona que ustedes piensan que es. Es un gran chico, así que no dejare de juntarme con él.

- Pero, Ginny yo quiero que estés bien.

- Estaré bien, Neville. Agradezco tu ayuda, pero se bien lo que hago. Debo irme ahora, nos vemos luego.- Ginny terminó su última cucharada de avena y salió del Gran Salón en busca de Draco.

En los pasillos se cruzó con Harry, Ron y Hermione.

- Hola, Ginny... –saludó Hermione.- Necesitamos hablar contigo.

-¿Qué desean? Tengo que irme, por favor apuren.

-¿Ni siquiera te deja ese estúpido de Malfoy hablar con nosotros?- exclamó de repente Ron, con furia contenida.

- Cálmate, Ron. Hablaré yo.- le dijo Hermione, mirándolo severamente. –Gin... Samantha nos comentó que ayer llegaste a dormir muy tarde, ¿nos puedes decir donde estabas?- Hermione hablaba con un tono de voz bastante suave, como si estuviera hablando con una niña de 4 años.

- No le hagan caso a Samantha, esta peleada conmigo por eso les dice esas cosas.- respondió Ginny, tratando de evadir la pregunta de Hermione.

- Parecía preocupada, no creo que haya mentido. ¿Dónde estabas?- repitió Hermione.

-¿¡Estabas con Malfoy, cierto!?- gritó Ron, sin poder aguantar más.

-¡Déjame en paz, Ron, es mi problema si lo estuve!- se defiende Ginny.

-¡Hola, Gin! ¿Cómo estas?- Draco se acercó a ellos y rodeó a Ginny por los hombros.

- Hola Draco.- sonríe Ginny.

-¡Deja en paz a mi hermana, Malfoy!- aulló Ron, con la cara enrojecida de la ira.

-¿Qué te sucede?- Draco frunce el ceño.

-¡Ya basta Ron!- exclamó Ginny.

-¡¿Qué es lo que quieres, Malfoy?! ¡¿Para que demonios te acercas a Ginny después de todo lo que le has hecho!?

- Tranquilízate, Weasley, o pensaré que de verdad estas loco.- respondió Draco. Ron, sin poder aguantar más se lanzó sobre él para entrar en lucha.

Harry y Hermione se apresuraron a tomar a Ron por la túnica, ya que de verdad estaba fuera de sí.

-¡Esto fue demasiado, Ron! ¿Acaso no puedes verme feliz?- gritó Ginny, harta.

-¡Quiero verte feliz, Ginny! ¡Pero no al lado de éste!

-¿¡Entonces al lado de quien?! ¡¿De Harry?! ¿Qué no ves que me rechazó? ¿No ves que todos estos meses me he estado ilusionando como una tonta, creyendo que él de verdad me quería? No, hermano, ya me cansé de hacerme ilusiones. Por eso me puse de novia con Draco.

-¡¿¿¡¡¡Que!!!??!- exclamaron a la vez Harry, Ron y Hermione.

-¡Si! ¡Tal como escucharon! ¡Y no van a poder hacer nada para cambiarlo! ¡Así que déjenme en paz! Vámonos, Draco.- Ginny, para asombro de todos, tomó la mano de Draco y se alejó con él hacia los terrenos.

- No puedo creerlo.- atinó a decir Harry.

- Esto es increíble... Lo único que espero es que no se entere papá, sino matará a Ginny. De verdad que me ha desilusionado.

- Tranquilízate, Ron... ella estará bien.- animó Hermione.

Mientras tanto, Draco y Ginny estaban en los terrenos.

- Eso fue muy valiente, Gin...- dijo Draco, sorprendiéndose por lo que acababa de hacer la chica enfrente de su hermano.

- Gracias... de verdad quiero jugarme por esta relación que acabamos de empezar, Draco. Quiero empezar una nueva vida... junto a ti.

Draco se acercó a ella y la tomó por la barbilla. Sus labios volvieron a rozarse cuando solo unos pocos centímetros separaban sus bocas, que tanto deseaban unirse. Entonces los labios de Draco tocaron los de Ginny y miles de sentimientos de cruzaron en la cabeza de ambos. No había nada más para Ginny que ella y Draco. Se olvidó de todo lo que había pasado, solo no quería dejar de besar aquellos suaves labios que la hacían sentirse renovada. Draco nunca había probado labios tan hermosos como los de Ginny, no quería separase de ella, por eso la tomó de la cintura, atrayéndola un poco hacía él, sin separar sus bocas, mientras que Ginny le rodeaba el cuello con los brazos acariciando su cabello, haciendo que Draco se olvidara que todo aquello que le estaba pasando era todo una farsa, que solo duraría por una semana...

Al separarse, ambos estaban sonrojados al máximo.

- Debo irme a clase, Draco... nos vemos cuando suene la campana. Adiós... – Ginny dio un pequeño beso a su novio, y partió hacia el castillo.

"Esto será difícil... ella es hermosa... no puede ser... creo que de verdad me estoy enamorando de ella... ¡Y recién va solo un día! No se si podré aguantar una semana estando a su lado... y después dejarla. Tengo que sacar estos sentimientos, este amor es imposible, Draco... cuando ella se entere que todo fue mentira, me odiará... es lo mejor que puede suceder... creo que estoy en problemas" pensó Draco, sabiendo que esa apuesta de verdad le iba a salir cara.

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Notas de autora:

Es tanta la vergüenza que siento... perdón, perdón, perdón, lo siento, lo siento, lo siento, siento muchísimo la demora... la última vez que actualicé fue el 29 de Julio!!!! Y ya estamos en diciembre!!!??? No se como me atrevo a escribir esto, chicos, de verdad que lo siento, pero aquí volví!!! ¡¡Con un nuevo capítulo!!! ¿Cómo están? Espero que bien. Supongo que deben odiarme, lo entiendo, pero lo mismo seguiré escribiendo el fic, me ha gustado bastante este cap, y ahora que estoy en vacaciones de verano hasta marzo (esoooooo!!!! Uipiiiii!! Envídienme chicos, ^____^) podré escribir más rápido.

Gracias por seguir leyendo y por sus reviews, que me han encantado y por su paciencia, obviamente.

Este capítulo se lo quiero dedicar a la gente que me ha mandado sus reviews desde que empecé la historia: Annafrey, Mandu, Polgara, Paulina Gryffindor, Aiko Shiteru, Jeru y Yussi. Muchas gracias!!!

Besos a todos, sigan leyendo y dejando sus reviews.

Muaaa para todos!!!, n.n

*|~[^ Vero Granger ^ ] ~|*