Apostando al corazón.
Capítulo V: "Una mentira"
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Yo no quería mentir, me hiciste un mentiroso
hoy digo lo que tu quieres oír como un acto piadoso.
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La lluvia caía sobre su prolijo cabello rubio y le mojaba la capa negra. Se pasó una mano por el pelo, haciendo que unos cuantos mechones rebeldes cayeran en su rostro, tapando sus grises ojos. Draco Malfoy caminaba por las calles de Hogsmeade, sin rumbo alguno. Sus manos heladas sostenían unos galleons que sus estúpidos amigos les habían dado. Había ganado la apuesta. ¿Qué más quería que galleons y que alguien le hiciera los deberes del colegio por una semana? Era un plan perfecto, y que salió perfecto. Entonces... ¿por qué se sentía tan deprimido? Era como si no le importase estar mojándose bajo la lluvia en vez estar disfrutando la humillación de Ginny Weasley con sus amigos de Slytherin en Las Tres Escobas. Pero, a pesar de que él había quedado muy bien parado en el asunto, hasta sentía pena por ella. ¡Pero no debía hacerlo! Solo había sido una apuesta, un juego, una farsa... Todo lo que había vivido esa última semana junto a Weasley no había significado nada para él... ¿O acaso si?
Ya no sabía que sentir, que pensar... Miles de cosas y pensamientos hacían que su cabeza estuviera aún más confundida cada minuto que pasaba.
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Yo no quería huir, me hiciste un fugitivo
con tal de no reñir, me invento algún motivo.
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Por un momento hasta le interesaba saber como estaba ella... Sentarse a su lado y decirle que sentía haberle echo eso, que lo perdonase, que había sido un estúpido. Pero no podía hacerlo. ¿Qué dirían de él? Él nunca podría enamorarse de nadie como Ginny, por el solo echo de que eran personas muy diferentes, vivían en mundos diferentes. Ella de Gryffindor; él de Slytherin. Su padre... Lucius Malfoy; el de ella, Arthur Weasley. Eran miles de motivos por los cuales nunca Draco podría enamorarse de Ginny. Pero todo lo que había vivido esos últimos días, fueron momentos increíbles. Ginny era una persona maravillosa. Y aunque Draco no quería admitirlo, muy en el fondo el sabía que ella lo estaba conquistando. Ya lo había echo, esos días. Por más que lo había estado evitando. Ya era así y no podría cambiarlo.
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Total, sigo siendo el mismo que yo he sido
y si es que soy distinto lo soy solo contigo
con tal de dibujarte en el rostro una sonrisa
mentir se hizo un ejercicio, soy un embustero.
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Pero... ¿qué podía hacer? Antes muerto diría que se había enamorado de Ginny. ¿Qué diría su padre, sus compañeros de Slytherin? No podría soportar ni imaginándoselo. Tenía su orgullo, y aún no quería perderlo. Él tenía ya su reputación y no podía cambiarla. Tenía que convencerse a él mismo de que lo que había sucedido con Ginny había sido una farsa; como sea debía sacar ese sentimiento que estaba creciendo dentro de él... De alguna manera...
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Una mentira que te haga feliz
vale mas que una verdad que te amargue la vida.
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¿Era tarde? ¿Era tarde para sacar ese sentimiento ya? Tratando de convencerse de eso, Draco se sentó en un banco desocupado en la despejada y empapada calle principal de Hogsmeade. Las gotas ya lo habían empapado demasiado, así que no importaba estar sentado bajo la lluvia. Miró hacia el cielo, gris y oscuro... donde de lejos se escuchaban algunos truenos.
Aunque él se aceptase lo que sentía por Ginny y decidiese hablarle, ella nunca le perdonaría lo que le había echo. Mentirle, ilusionarle, amarle falsamente... ¿Cómo pudo hacer eso? Se sentía un estúpido... ¿Acaso unos galleons y unas tareas hechas eran más importantes que Ginny?
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Una mentira hará crecer mi nariz
a cambio de libertad y de aferrarte a mi vida
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¿Por qué demonios estaba pensando eso? Él odiaba a todo lo relacionado con Potter, a Granger, e inclusive a los Weasley... pero ... ¿por qué con Ginny era diferente? ¿Por qué simplemente no sentía por ella esa antipatía y repugnancia que sentía por los demás? Prefería sentir odio que atracción por ella. En esos momentos, sentado en ese solitario banco empapado de lluvia, hasta la echaba de menos. Extrañaba acariciar su cabello rojo como el fuego, sus suaves labios en besos que eran mentiras, su sonrisa que en ese momento seguramente eran llantos y lágrimas... Llantos y lágrimas por su culpa.
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¿Qué hago para que me entiendas?
Que si miento es porque nunca me creerías
Que, en el sitio donde esté, siempre estaré pensando en ti.
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Levantó otra vez la mirada al cielo. Empezaba a anochecer. Sentía los pasos de los alumnos que salían de Las Tres Escobas, entusiasmados y risueños. Cerró los ojos, evitando mirarlos y envidiarlos. Sintió como las gotas caían sobre sus párpados, y de repente alguien se sentaba a su lado.
- Hola, Draco.- dijo. Reconoció la voz como la de Pansy Parkinson.
-¿Qué haces aquí?- respondió él, sin abrir los ojos.
- Nada. Te vi y quise acercarme a charlar.- dijo ella; tenía un tono de voz algo alegre y satisfactorio.
- Ah...
- Como sea, me he enterado lo que le hiciste a Weasley...
-¿Cómo lo sabes?- Draco abrió los ojos rápidamente y la miró. Pansy tenía su cabeza cubierta por la capucha de su túnica.
- Todo el mundo lo sabe, Draco. Y déjame decirte que los de Slytherin estamos demasiado orgullosos de ti. Cuando nos enteramos que salías con Weasley muchos se decepcionaron, pero yo sabía que no podías traicionarnos.- sonrió Pansy, con un brillo en los ojos.
-¿Has visto tu a Ginny?
- A esa ingenua no la he visto. ¿Y sabes que yo fui a hablar con ella?
-¿Cómo?
- Si, antes que se enterara de la apuesta. Dijo que tu nunca le harías algo así. Y que estabas arrepentido por haberla tratado mal antes. ¡Ja! ¡Como si tu lo estuvieras! ¿No Draco?
Él, silenciosamente asintió.
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¿Que culpa tengo yo del crimen y el castigo?
De creer que por amor dejamos de ser amigos
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Se encaminaron de nuevo hacia Hogwarts. No tuvo otro remedio que ir con Pansy. Durante el camino ella le relató todo lo que le habían dicho los de Slytherin sobre la apuesta. Draco caminaba en silencio, sin saber que decir.
- Pero, Draco... Fue excelente. ¡Esa tonta de Weasley cayó muy bien!- exclamó Pansy, dando una risotada.
-¡No le llames así!- repuso Draco, mirándola.
- Lo siento... ¿Acaso la defiendes ahora?- repuso Pansy, arqueando las cejas.
- Claro que no.- apuntó rápidamente Draco.- Perdona, es que algunas veces me olvido que terminó la apuesta y antes tenía que defenderla de todo el mundo...
Pansy rió fuertemente.
Llegaron a Hogwarts. Los pasillos estaban más helados que nunca por la lluvia. La mayoría de los estudiantes estaban en el Gran Salón, cenando guisos calientes y sabrosos. Draco se separó de Pansy en el Gran Salón y se dirigió a la sala común de Slytherin.
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Si te fijaste en mi no fue por ser un santo,
Lo que te gusto de mi hoy te provoca llanto.
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Caminando hacia la sala común, vio a Harry, Ron y Hermione. El trío caminaba con caras preocupadas. Draco se apresuró a esconderse en un aula vacía, para escuchar la charla de los chicos.
- Pobre Ginny... Ella esta muy mal.- decía Granger, en tono angustiado.
-¡Por algo se lo dije yo, Hermione! No se que demonios esperaba de Malfoy.- opinó Ron, furioso.
- Lo mismo digo. Todos sabemos que clase de persona es Malfoy.- dijo Harry.
- De las peores.- acotó Ron.
- Y aún así, Ginny se metió con él para llevarnos la contra... Y mira que mal que ha terminado todo.- dijo Harry, apenado.
- Aún así no puedo creerlo. ¿Cómo pudo Malfoy hacer algo así? Jugar con los sentimientos de Ginny... Como si ella no pudiera sentir o algo por el estilo. Malfoy es una persona horrible. No pudo hacerle eso a Ginny.- el tono de voz de Hermione era un tanto triste y furioso.
- No se que esperabas que hiciera, Hermione. Conocemos a Malfoy y a su padre muy bien. Es la clase de cosa que me esperaba de él con Ginny.- le dijo Ron.
- Será mejor que te calles, ahí viene Ginny.- susurró Harry.
Los tres chicos enmudecieron y miraron los tres a un mismo punto. Draco sacó un poco la cabeza del aula, para ver a Ginny. Sintió un breve escalofrío al verla caminar. Estaba peor que cuando Potter le dijo que no. Su cabello fogoso estaba despeinado y algo parado. Tenía algunos mechones pegados en la cara. Sus azules ojos estaban hinchados y rojos al igual que su nariz. Caminaba muy lentamente y con la mirada algo perdida.
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¿Para que armo la guerra siéndote sincero?
Mentir es una forma de decir te quiero
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-¿Te sientes mejor, Gin?- preguntó Hermione, dulcemente.
- No lo sé... Supongo que si.- respondió ella. Sus azulados ojos brillaban y rebosaban de lágrimas que se desprendieron y mojaron sus mejillas. Draco se sentía aún peor al ver como sus cachetes se empapaban de llanto.
- No llores, Ginny.- susurró Hermione, rodeándola con un brazo. La chica se escondió en el hombro de su amiga entre sollozos. Ron y Harry se miraron.
- Lo siento, Ron.- murmuró Ginny, mirando a su hermano.
-¿Eh?
- Lo siento... Tu tenías razón en todo. Nunca debí confiar en Malfoy... Siento no haberte escuchado... Solo querías que yo estuviese bien... Perdóname, por favor.- sollozó ella, lanzándose en los brazos del colorado.
- No te preocupes, Gin... Todo estará bien...- contestó él, sin saber que decir.
- Si por una vez te hubiese escuchado... –dijo Ginny, aún abrazada a Ron, mientras sus ojos volvían a desprender un mar de lágrimas.
- No te tortures por eso, ahora. Estarás bien. Estamos contigo, ¿si?- apoyó Hermione.- Creo que deberías hablar con Samantha... ella también quiso lo mejor para ti, Gin...
- Si, tienes razón.
- Vamos a la sala común, esta haciendo frío.- opinó Harry.
Ron aún rodeaba a Ginny con un brazo para reconfortarla. Los ojos de Ginny estaban aún vidriosos por las lágrimas y lloraba silenciosamente mientras caminaban hacia la sala común de Gryffindor.
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Con tal de no ser blanco de tus peores enojos
Viendo como un enfermo y viéndote a los ojos.
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Draco los observó irse, sintiéndose peor que antes, al escuchar lo que Ginny había dicho de él. Sin desear nada de comer, se encaminó a la sala común de Slytherin. Durante el trayecto, varios de Slytherin lo saludaban y le decían: "sabía que no lo harías, Malfoy" o levantaban el pulgar. Pero Draco apenas se limitaba a sonreír. No entendía porqué, se sentía mal. No era porque Potter, Granger y Weasley opinaran eso de él, ya que los detestaba tanto como ellos a él, pero la imagen de Ginny empapada en llanto por su culpa, no se podía borrar de su cabeza.
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Una mentira que te haga feliz
vale mas que una verdad que te amargue la vida.
Una mentira hará crecer mi nariz
a cambio de libertad y de aferrarte a mi vida
que hago para que me entiendas
que si miento es porque nunca me creerías
que en el sitio donde esté siempre estaré pensando en ti.
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Hola!!!! Tanto tiempo!!! Espero que estén bien ^^
Lamento la demora!!!!! Jejeje, no tuve mucha inspiración, pero listo, capítulo terminado, ojalá que les haya gustado. La canción que elegí para esta parte fue: "Una mentira" de Ricardo Arjona. Me pareció la indicada para la trama ;)
Me gusto!!! Y espero que a ustedes también.
Creo que ahora me demoraré un poquito más para actualizar, empecé con el colegio la semana pasada!!! (guacala!!! =S) Pero seguro que seguiré con la historia, no se preocupen :)
Siento no poder responder reviews hoy, tengo que ir a hacer mi tarea... ¬¬ para la próxima respondo los del capítulo pasado y los de éste!!
Gracias por su paciencia y sus reviews!!!
Nos vemos prontito!!!! R&R!!!!!!!!!!
~* Vero Granger *~