"Not for you in the Radio"
By. Deed Bluer
°-°-°-° Epilogo °-°-°-°
Segunda oportunidad...
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Hotel Vimasa, 20:34 hrs...
- Mhh... mhpp... no!... haa!!... aquí no!...- susurro complicadamente ante las caricias cada vez más intimas de su acompañante, estas le incitan al deseo de fundirse en el calor de sus cuerpos, a disfrutar del las delicias de aquellas manos invasoras y tan bien conocidas que le recorren sin piedad, a observar como la imagen de aquel hombre de cabellera rubí cuya boca parecía adherida a su cuello era distorsionada en el frío metal con las que fueran hechas las puertas y paredes de aquel ascensor, él como sus cuerpos unidos reflejados en aquel gris metal era deformado por aquel gran ascensor que pronto los llevaría a aquel piso y cuarto donde los ha albergado durante los últimos años en sus rápidos encuentros, resguardando su secreto de amor, su pasión aprisionada durante los días de rutina...
Poco a poco el elevador se deslizaba silenciosamente hacia el piso noveno de aquel lujoso Hotel llamado Vimasa... el indicador luminoso encendiendo al instante para corroborar el número de nivel de planta ascendido era contemplado con impaciencia por el joven moreno, que entre excitado y asustado esperaba que nadie en ese preciso momento prescindiera del servicio del ascenso, aunque renuente ante las caricias de su amante, se dejaba tocar libremente dejando escapar de entre sus labios nítidos suspiros y protestas...
esperan impacientes el número noveno, para luego caminar hacia el cuarto 914 de aquel refinado Hotel... de aquel lugar creado para ellos.
- Vamos... mhhh, para!!... ahhh!!- trata de detener sus manos sin éxito alguno... tiene aquel ardor en su piel, el también desea aquello, pero no en ese lugar, en ese momento... el elevador anuncia por aquella rítmica campanilla que han llegado al piso deseado y con cierta molestia empiezan a separarse, tan solo por compromiso, para aparentar un nada...
- Ya!!... déjame, déjame... ya llegamos...- se separa ligeramente para salir con impaciencia del elevador al abrir este lentamente sus puertas y dejar ver su pasillo cubierto de cuadros y pequeña estatuillas de mármol negro, además de otro tipo de decoración, el olor suave a perfume de jazmín llega a sus sentidos, Kaede puede aspirarlo muy cerca de una mesilla donde se encuentra un florero lleno de esta bella flor, camina despacio siempre seguido muy de cerca de su acompañante, hasta ahora no se habían topado con personas, eso fue un alivio para el, ya que los nervios lo invadían en cada visita a aquel lugar...
Por un instante caminaron silenciosos sobre la alfombra carmesí que aligeraba sus pasos atravesando el largo pasillo, haciendo casi inexistente su visita... uno con un porte varonil y un elegante abrigo acogedor para ese clima tan extremamente frío, en tanto el otro un poco más cómodo y deportivo traía puesta una gruesa chamarra bicolor, blanco y azul... pero ambos con él mismo propósito, con las mismas ansias de ese momento casi prohibido; uno alcanza los dedos del otro, suave contacto, apenas un ligero entrelazo... es su amante que le toma de la mano tan esporádicamente, tan sutil como la leve caricia de una blanca pluma, la estrecha apenas con vigor y así siguen juntos ese camino rojo...
La llave dorada abre aquel portal que los conduce a sus deseos, les deja entrar con libertad a aquel cuarto lujoso que ellos solo utilizaban con un simple motel de paso... apenas fue cerrada la puerta, ellos empezaron con frenesí, una lucha entre besos y caricias, las ropas caían inertes una tras otra al suelo, mientras se dirigían a la suave cama matrimonial...
Uno guía los deseos mientras él otro se entregaba a ellos sin reserva... la obscuridad del cuarto los alberga gustosa, dejando a dos simples amantes quererse en aquel tiempo de blanca nieve...
Cayendo rendidos al lecho semidesnudos, solo portando la ropa interior, tratando de explorar entre la noche sus cuerpos, de volver a recorrer el camino de sus pieles, de recordar cada textura, cada sabor de esta... el moreno besa con ferocidad el cuello de su compañero, mientras este jadea entre su excitación y el cálido aliento de él otro, su mano explora el abdomen, tocando con delicadez aquella firme piel cubierta por sus músculos resaltados, bajando lentamente hasta su vientre donde desliza entre el bóxer sus dedos para acariciar su suave bello pubico y tomar su sexo en plena erección... el chico de ojos azules sesgados solo se limita morder levemente su apiñonado cuello, deseando dejar marcas sobre aquella epidermis de fragancia hechizante, sobre aquella tierra visitada por pocas personas, dejar la huella de que él estuvo ahí... suave y excitante así lo hacia en contestación a sus fuertes caricias... sintiendo como aquel ardiente pelirrojo le masturba lentamente mientras quitaba completamente aquella única ropa que portaba aun en su cálido cuerpo, se aparta ligeramente para apreciarlo con la frágil luz de los anuncios que rodean a la ciudad, le mira ahí desnudo, tan atractivo como siempre y tendido en la cama a su merced, jadeante, su mirada azul taladra la suya con fervor y desosiego, su piel blanca desprende aquel aroma casi imperceptible a deseo, casi como un animal en celo... mientras Hanamichi permanece callado, observando cada detalle de aquel hermoso cuerpo lechoso, recorriendo cada mínima parte casi como si quisiera encontrar algún cambio realizado desde la última vez que le vio... en un súbito impulso su amante le atrapo con un abrazo haciéndolo caer nuevamente a la cama, mientras susurraba tímidas palabras...
- No me veas así Hanamichi!... ya que siento que soy presa de un cazador nocturno cuyos ojos castaños brillan intensamente entre esta negrura, siento que desfallezco con tu mirar lleno de lujuria... siento que me haces el amor con tu simple mirada... me siento más excitado con ello...déjame sentirte! Por favor!...- con trémula excitación hablaba, los besos no se hicieron esperar mientras las caricias toman aquel lenguaje de amor entre amantes...
Sakuragui solo sonreía complacido, tal efecto en su compañero le alentaba a seguir con aquel juego de toqueteos, aún acariciando el sexo de Kaede besa sus mejillas acaloradas, su cuello enrojecido por la marcas hechas por sus labios, bajando hasta su pecho, donde lame sin pudor los excitados pezones rosas, apenas la punta de la lengua hace contacto haciendo temblar al otro, solo sintiendo la cálida humedad sobre estos, la succión es suave principiando para convertirse en sutiles aprensiones, cuyo dolor de alguna manera le inspira aún más...
El pelirrojo lamió y beso a vehemencia cada parte de su cuerpo, descendiendo peligrosamente sobre su amante, hasta llegar a la orilla de aquella blanca cama; sus rodillas tocaron el suelo alfombrado, flexionándolas inevitablemente... aquella pose tan parecida a la de una disculpa ante su amor, como alguna suplica de perdón por algún error cometido, una falta imperdonable a su corazón, pero ¡no!... no era ello, solo era placer... quedo frente a la virilidad de su compañero, le miro con paciencia y pasión desde esa posición... lo veía ajetreado, su pecho inhalando un sin fin de veces y a una velocidad casi voraz e increíble aquel elemento vital de vida, el aire encerrado en aquella habitación de lujo, los gemidos sobrepasando las paredes beige, su miembro erecto desafiando toda Ley natural de Gravedad.
... Entre cuidado y brusquedad le abre las piernas para besar con cierta perversidad el interior cálido de sus muslos, desea provocarle una cierta agonía sexual, evitar por el momento un contacto directo sobre su parte más íntima, hacerle sufrir momentáneamente hasta que gritará con cierta desesperación que le tomará sin compasión con un arrebato de impaciencia y ferocidad, un ruego e invitación a que le masturbará, que lo lamiera con perseverancia...
- Mhppp!!... haaa!...más... más... – gimió suavemente, sus labios temblando por el insípido placer en sus muslos, respirando aceleradamente, tratando de evitar que se vuelvan en unos fuertes quejidos... desea más de aquel contacto de la caliente boca de su amante, de sus suaves labios sobre su piel, de su humedad sobre su sexo... desea sentirlo a cada segundo que moría a manos del momento...- haaa!! aaaha!!!... Haaa...naaa!!... Hana... ya deja eso... Por favor!! Hazlo... hazlo ya!!- gimoteo lastimosamente y extasiado por aquel pequeño dolor en su entrepierna, necesitaba de aquella ruin boca del pelirrojo para que explorara toda la parte baja de su cuerpo, su pene pedía atención urgentemente mientras sus testículos tan duros como rocas pedían leves caricias, y con vehemencia trato de acariciarse él mismo, tomar su pecho, apretujar y masajear sus dos pequeños bolita erectas, tenue satisfacción... y así lo hizo, se toco y se manoseo como un chiquillo de 13 años al empezar a aprender de su cuerpo, sus manos llegaron mas allá del vientre, acaricio ligeramente su sexo que a esas alturas de su pequeño orifico empezaba a expulsar sin control aquel líquido aperlado, el pre-semen... pero otra mano le intercepto e interrumpió en aquel toque tan sensual, le negó aquel pequeño placer... su amante de cabellos rúbeos creaban una perfecta combinación con aquélla tersa piel, tomando el placer y el dolor que empezaba a nublar torpemente la visión de Kaede, se sentía desesperado, Hana solo miraba aquellos gestos tan seductores que su amante de únicos ojos azules hacia ante aquel deseo sexual, de cómo un simple toqueteo le excitaba hasta ese punto...
Con misericordia tomo sus piernas desde los tobillos, elevándolas en el aire, una se aferro a su hombro , mientras en la otro hundía su cara en la profundidad que esta le brinda, devora y besa el interior de sus suaves muslos tan fervorosamente y dedicadamente, su sentido olfativo pude disfrutar de aquel olor tan natural que el desprende, de aquel aroma a masculinidad... desde aquella magnífica posición puede ver perfectamente aquella entrada prieta que permanecía fuertemente cerrado, aquella entrada al más profundo placer carnal, puerta al infinito éxtasis...
- Mhhpp... Hana, por favor!!... déjame... tocarme... ah!!- pidió entrecortadamente, sus manos se aferraban a aquel cobertor blanco de la cama, las tomaba con fuerza, las estrujaba hasta sentirse que podía romperlas en cualquier momento... levemente se recargo en sus codos para alzar su vista y verlo... ahí estaba entre sus muslos, besándole, podía sentir su mojada lengua dejando un rastro a su paso, producto de su saliva... en un súbito cambio tan inesperado, su amante le abrió aún más la piernas, tan fuerte que le empezaron a doler sus extremidades...
- Ah!!!... ¿que estas haciendo? haa!!- le miró interrogantemente, pero no hubo contestación, solo una suave invasión en su ano... era la lengua de él que empezaba a acariciarle y a jugar en ella, sintió un cosquilleo, aunque al primer contacto se contrajo este, pero con la ayuda de sus dedos logro lentamente dilatarla, hasta acostumbrarse a ese hurgamiento... Hana parecía fascinado ante ello, aún no conseguía acostumbrase del todo a aquel sabor agrio, pero con insistencia lamió sus paredes internas, haciendo círculos que a Kaede le excitaron más, gemía mucho más fuerte mientras por inercia empezaba a consolarse y acariciarse nuevamente...
– ahhh!!... ah!!!... mhpp - recorrió cada parte de su bien formado abdomen, jugando con su pequeño ombligo, aquel que alguna vez lo enlazo con su madre durante los primeros nueve meses de formación... imaginó que aquel cuerpo era él de su amante, que aquellos músculos eran de él, que aquella firmeza era de él, que aquella sudoración pegajosa era por el placer infundido en él...
Bajo nuevamente hasta su vientre, donde trato de aliviar algo de su ansia, rodeo la anchura de su sexo con sus largos dedos blanquecinos, y lo empezó a mover en un acto de frenesí absoluto, un vaivén constante propiciado por el ritmo propio de sus caderas, sintió el placer naciente de su miembro... Hana le detuvo nuevamente con dolencia, entrelazando sus dedos con los suyos para alejarlo... y con cierta perversidad se permitió verle de nuevo desde su posición, hincado ante él chico de cabello color ébano... indefenso le pareció, la calidez de sus piernas le rodeo mientras dejaba ver que de entre ellas se mantenía su sexo en alto...
... él moreno libero sus manos, para recorrer nuevamente su cuerpo, esta vez acaricio el interior de sus muslos con fiereza, sus dedos se enterraron en la calidez de esta para luego rasguñarlos con sutil fuerza, tal cual como si quisiera arrancarse la piel de aquella terrible ansia al placer y el dolor que devoraba su ser, su carne... gemía frustradamente, mas penosamente...
- Mhpp... ya!!... basta... yaaa!!!... haaa! No puedo... ya! Hana!, Por favor!!- la aspereza de su voz ahogando un poco de clemencia, sentía que moriría si no tenia aquel contacto esperado, el pelirrojo le miro satisfecho con lujuria, eso era lo que deseaba que casi rogara por él... y como si aquello fuera una recompensa a sus buenos actos, su mano tomo su sexo, sus dedos rodearon el fabuloso grosor y vio que de este empezaba a emerger el salado liquido vital... aproximo su boca, extendiendo su lengua para el primer contacto con la cabecita hinchada, la succionó como si se tratará de un rico caramelo rojo, sus papilas degustaron aquel sabor bien conocido, mientras lo atrapada de la cadera... la sensación deliciosa de aquel acto hizo gritar sin ningún pudor al moreno, sus jadeos se escucharon fuertes y sonoros, quizás atravesaron más allá de su cuarto, hasta llegar al pasillo...
- Si!!! Vamos... más... más Hana!! Haanaaa! Más... si!!!- movía sus caderas suavemente, mientras sus dedos se encajaban en la profundidad y sedosidad de los cabellos rubí de su amante, los acarició con benevolencia o cuando sentía que el placer llegaría en cualquier momento, los jalaba sutilmente... levanto su rostro llevado por una extraña necesidad de admirar a su Doa'ho, su cabeza moviéndose de arriba para abajo adquiriendo un ritmo único con aquella sensual boca, sus labios rodeando y masajeando su sexo, los ojos entrecerrados brillaban cautivadoramente para regalarle aquel máximo placer, se excito aún más con verlo, no por la situación o su acción, sino por que veían verdaderamente atractivo y sensual su amante...
- ahhh!... ha!!!... ya!! me vengo... Hana, aléjate... ah!!! me ven... goo!!!!- reprimió como suyo el suspiro antes del climax, su cabeza estirándose hasta hundirse lo más posible en la suave cama, el arqueo de su cuerpo al llegar al orgasmo fue prueba de ello, el pelirrojo alcanzo ligeramente a apartarse pero sus labios y mejilla quedaron impregnadas al salir expulsada la semilla de su Kitsune, con su dedo limpio el que se encontraba contenido bajo su barbilla...
- Mhhhn... ¿recuerdas esto?..- pregunto con sensualidad, mientras le mostraba su largo dedo bronceado cubierto por su semen, no pudo distinguir mucho entre la obscuridad, pero el aperlado color resaltaba entre esta... Hana lo llevo sin censura a su boca para comerlo en tanto trepaba sobre su amante hasta alcanzar sus labios donde se fundieron en un beso apasionado, en uno fuerte donde se podría decir que se libraba una batalla entre sus lenguas, la espesa saliva caí de la comisura de sus labios, ambos compartiendo el sabor salado y agrio proveniente de la boca del pelirrojo... Kaede fue el primero en ceder, entre suspiros y jadeos trataba de contener el aliento... – Mhh... el Impuro... sa...bor de Dioss... ah!!- dijo entrecortadamente, Sakuragi solo sonrió cómplicemente.
- Ah!!!... Hana te amo!!- hablo nuevamente con debilidad le había dejado cansado después de aquel torrente de placer, su mano se poso en la mejilla de su amante para atraerlo y así brindarse a un nuevo beso...
- Yo también Kitsune... te amo, te amo tanto que por eso estoy así de excitado de tan solo tocarte...- dijo al separarse, mientras tomaba la mano pálida de Ru, para guiarla hacia su miembro erecto, este solo le toco sintiendo la calidez que de este provenía... lo jalo fuertemente, para hacer gruñir a su compañero – Grr!!.. haa!!... Kae déjame tomarte!.. ya no aguanto más...- comento entre suspiros ruidosos nacientes de su garganta...
- Tonto Doa'ho... ¿¡por que diablos me preguntas!?, Si tu sabes mejor que yo... – le susurro al oído -... que lo deseo tanto como tu!- rió pícaramente... con un suave empuje, aventó a su amante al lecho, mientras con cierta seducción se coloco sobre él, su figura imponente se elevo entre la oscuridad... Sakuragi sintió la leve presión de su cuerpo en su vientre mientras Kaede buscaba el mejor ángulo para la penetración, manoseo con descaro su sexo para colocarlo en su entrada y dejarse caer en él, entro con algo de dificultad, a Kae le dolió tremendamente aquella invasión...
- ah!!!... grrrr!!... ha!!! – Hana miro aquellos gestos dolidos en su rostro, se sintió preocupado por ello aunque sumamente excitado por la acción, era la primera vez que él mismo empezaba a hacer algo así, que tomaba la iniciativa... tomo sus caderas, mientras sentía como era apretujado su sexo entre aquellas cálidas paredes, Kaede tardo segundos para acostumbrarse, para que se amoldara a él... a esa sensación de sentirse lleno...
- Kae!! por favor.. muévete... no se cuanto aguante... muévete... mué... vete!!!- pidió gimiente...
Así Rukawa empezó un suave ritmo primero, para luego convertirse en una salvaje cabalgada mientras jadeaba por el, la agitación de sus cuerpos, el arrebato de salvajismo los llevaban a un cielo más allá del terrenal, a uno solo conocido por aquellos que contemplaban el sexo y sus placeres... Hana le sostuvo siempre de sus caderas guiaba al otro para llevar un ritmo marcado por su frenesí absoluto...
- Ah!!!.. ah!! más... más Kae!!- exigió gimoteando, disfrutando de la estrechez que solo su Kitsune le ofrecía.
- Ahh!!... - la respiración de Kaede se agito, en tanto su pené empezaba a cobrar nuevamente la dureza característica, en tanto el único ruidos que prevalecía en aquella habitación por sobre los constantes gemidos era el sonido de sus glúteos golpear sobre los muslos y caderas de su amante, el sonido de sus carnes chocar al unirse, el ruido del sexo.
- ah.. ah!! me corro!!... mas fuerte Kae...más fuerte!- movía sus caderas para poder sentir más profunda aquella penetración, mientras su amante se acaricia sin contemplaciones, se masturbaba frente a él... la cabalgada se hizo más potente y rápida... le miró nubladamente pero maravillado por aquella escena tan erótica, su amante frente a él masajeando con fiereza su sexo, la piel lechosa brillando por la sudoración de sus actos pecaminosos, la expresión de placer en su rostro, los bellos ojos cerrados fuertemente y la aspiración exagerada de su boca, los jadeos proveniente de esta que salían rítmicamente como su salvaje vaivén... lo vio moverse con desesperación entre sus piernas, disfrutando de él... y con esa imagen no aguanto más, el momento cumbre se manifestó en su orgasmo y en la sodomía de Kaede...
- Ahhh!!, Kae!!...- grito locamente, mientras una corriente eléctrica recorrió sin piedad su atlético cuerpo canela, aquella que empezó en su columna vertebral y finalizo en alguno de los pequeños dedos del pie...
- Haanaa!!- le secundo con ansias liberando por segunda vez su semilla manchando el vientre y abdomen de su amante de hermoso cabello rojo... inmediatamente se dejo caer rendido sobre su pecho bronceado, su respiración agitada, el calor inminente que le embargaba, las gotas de sudor de su frente, el contacto casi pegajoso del cuerpo del pelirrojo con el suyo provocado por la semilla y transpiración de este, aquello era el resultado de su plena satisfacción...
Quedaron quietos unos minutos, tratando de controlar su aliento, Ru perezosamente se levando de su amante, saliendo por completo de él... le encantaba aquella sensación, primero sentirse lleno para luego sentir un vacío casi incomodo en su entrada... se ajusto a su lado, sintiendo aún la calidez del semen de su pelirrojo en su ano dilatado, para salir y escurrirse tal cuál como un delincuente sobre sus muslos y por fin caer sobre la suave colcha, manchándola, marcándola tal cuál como si dijeran aquí nosotros tuvimos el mejor sexo del mundo...
... Nunca tuvieron mucho cuidado en ello, preocupándose por no ensuciar el lugar, nunca le importo mucho manchar las sabanas o el piso, dejar la huella de su semilla sobre la alfombra color vino... perdían la cabeza siempre en sus encuentros ocasionales, no les interesaba mucho el mundo a su alrededor cuando ambos estaban juntos, como diablos entonces se iban a preocupar por limpiar la habitación de sus constantes encuentros, donde hacían el amor de manera salvaje y hasta como vulgarmente de dice; como conejos... de hecho nunca utilizaron protección en toda su relación y no es que fueran ignorantes, sino que su primera y única vez que lo intentaron no les dejo una buena experiencia... a Hanamichi le frustro aquello, ya que a pesar de su habilidad al colocárselo desaparecía por alguna razón al estar junto a su amante de ojos sesgados, las ansias lo carcomían nublando sus acciones y así terminaba por romperlo o tirarlo en el suelo... ese día Kae termino riendo como loco ante las acciones inequívocas y torpes de su pelirrojo... que solo terminaba diciéndole con burla °°- Eres un Doa'ho!, jaja-°°, cuando por fin, después de algo de raciocinio logro colocárselo y así hicieron el amor, ninguno de los dos sintió el verdadero placer al corredse, aquella calidez y estrechez que les brindaba ambos... y desde ese momento Hanamichi se rehusó rotundamente a volver a usarlo argumentando con lujuria, mientras le susurraba al oído: °°- Quero sentir como me rodeas al penetrarte y no que una maldita capa de látex se interne en medio de tu suave calor!-°°...
- ah!!!... Kae!!!...- suspiro con cansancio- ... nunca habías hecho algo ... así... ante...rior...men...te!- hablo tan débilmente que pareció aquello un susurro, estaba somnoliento el pelirrojo, el sueño le embargo principiado por aquel fatigoso viaje en avión para luego seguirle aquella actividad agotadora, después de ello hasta el energético Hanamichi se doblegaba sin piedad... sus ojos adquirieron una pesadez increíble, sus párpados se entrecerraban entre varios segundos, inútilmente trataba de no perder la razón ante el sueño, pero era casi imperdonable no hacerlo...
- Je... ¿sueño?...- pregunto incrédulo al ver el estado en el que se encontraba su amante, nunca pensó que la energía de ese monito pelirrojo fuera a acabar algún día- ... duerme un poco, te despertaré antes del alba...- le hablo muy cerca del oído, sus labios atraparon su lóbulo, para lamerlo y después seguir besando su mejilla hasta llegar y rozar ligeramente los gruesos labios del otro...
- ¡¡No!!... ¡no!... nooo quiero!, pero... pero solo... los cerrare... unos... cuantos...segun...dosss!!- dijo por fin venciéndose al sueño, a Kaede le hizo gracia sus palabras, él dijo solo unos segundos... pero estaba seguro que esos segundos se prolongarían en horas que pronto se transformarían en el alba y así terminaría su noche de fantasía, cada uno volviendo a su vida... así que era mejor no despertarle; después de todo aquellos viajes de avión para luego trasbordar eran agotadores, el mismo terminaba cansado cuando sentía la necesidad de verle y se marchaba hacía su Patria, por lo que le comprendió... tomando con cuidado una de las gruesas colchas cobijo a ambos en esta... hacía mucho frío en la atmósfera y a pesar de que habían adquirido calor sus cuerpos al hacer el amor, estos si seguían de esa forma lo perderían indudablemente ante aquel ambiente algo helado... Así ambos quedaron juntos, compartiendo su calor corporal, Kaede no tenía sueño por alguna razón extraña... así que solo se dedico a observar y pensar en su amante de hermosa piel tostada...
... le abrazo acercándolo a él, podía sentir la suave respiración en su cuello, el tenue olor de sus cabellos rubís que desprendían, así como el de su bronceada piel a una fragancia cítrica y dulce, sus pestañas cortas pero curveadas descansaban ocultando aquellas hermosas pupilas castañas... simplemente tan sensual como atractivo era su monito tonto.
Y se sumergió en la profundidad de su mente, aquella que provocaba sus pensamientos coherentes y algunas vez irracionales, pensó en aquella situación casi ridícula de cómo ambos se habían convertido en amante a tan larga distancia... la razón por la que había empezado aquello... acaso eran tan adictivos sus cuerpos al grado de hacer el amor tan salvajemente cada 3 meses o cuatro... como si aquello fuera una aventura, pero estas suelen ser pasajeras, nada duraderas, entonces ¿como es que habían durado en aquella precaria situación desde hace 5 años?...¿Su historia no termino en la cruda despedida que les ofreció el destino a ambos en aquel Aeropuerto Internacional de Tokio?.. ¡no!, al parecer esta se transformaría más tarde en simples encuentros sexuales... tantas preguntas, pero ninguna respuesta fiable a contestarlas, la confusión termino volviéndose recuerdos algo añejos y nublados... que lo remontaron a recordar sucesos pasados...
°.°-° Flash back °-°.°
Fue justo el 1ro de Abril que todo había empezado de nuevo; escasos 5 ó 6 meses habían transcurrido desde su llegada a los Estados Unidos, para cumplir sus sueños, apenas se estaba adaptando a aquellas costumbres occidentales tan extrañas y ajenas para él, pero lo que mas le incomodaba era que todos le llamaban por su nombre, siendo que en Japón solo lo hacen aquellas personas con cierta afinidad de tiempo compartido o familiares adultos, ya que cuando uno en su tierra natal se refería a alguien por su nombre de pila sin conocerle o apenas fueron recién presentados, esto se tomaba como una enorme falta, una grave falta de respeto... pero ahí en América todos estaban acostumbrados a tanta familiaridad, sus costumbres y mentes eran totalmente diferentes a las suyas, así que resignado solo le quedo acostumbrarse a todo aquello, bueno eso fue lo que le dijo su Entrenador Damon.... la casa, el modo de vida, todo en occidente era un poco mas abierto, mas liberal, mas confianzudo... en si, aquello lo llego a desconcertar muchísimo los primeros días...
... justo ese día después de salir del arduo entrenamiento a los que los sometió su duro entrenador Damon, aquel hombre cuyo carácter energético y feroz asustaba a todos, aunque tenía buenas razones para ello, ganar el Campeonato, ser el uno de los mejores equipo de la NBA, era tan ambicioso que si fuera posible vendería su poca alma al demonio a cambio de que este les concediera a su equipo y a él fama, además de una grandeza casi insuperable, ser mejores que el propio Michael Jordan, o él dirigente del mejor equipo Kobe Bryant junto al invencible Shaq, es decir los Lakers ...metas gigantescas para tan solo un pequeño hombre de 1.65 mts.
Kaede siempre quedaba exhaustos después de cada práctica, aún así no dejo de pensar en aquello que había planeado desde hace dos días, dedicarle una llamada a aquel chico torpe que significo mucho en su vida en Japón, al cual había dejado para cumplir sus anhelos... llamo a su departamento desde su celular pero nadie contesto, llamo al mismo celular y tampoco nadie le atendió... parecía que no podría comunicarse con él, y Kaede que quería y deseaba felicitarlo en aquella fecha tan especial, por su cumpleaños... así que resignado se marcho junto a sus compañeros de equipo que lo esperaban impaciente para salir de parranda ó a buscar como ellos lo decían vulgarmente: "Una lindas nenas para follar", entiéndase como admirados dispuestas a todo por ellos, entre risas caminaron hasta el estacionamiento mientras platicaban tonterías masculinas... pero él siempre solo se limitaba a reír o asentir a cualquier payasada... pero justo cuando creía Rukawa que aquel día sería como cualquier otro, sin más preámbulo... al doblar la esquina para internarse en los niveles bajos del edificio en el cuál se encontraba el Gimnasio de Sn. Antonio, lo visualizo ahí, caminando lentamente pero seguramente, llevaba unas gafas obscuras, un traje café oscuro, la corbata color carmesí desanudada y cayéndole alrededor de los hombros, su cabello revuelto por el aire y sobre sus labios sosteniendo un cigarrillo a medio acabar expulsaba el humo blanco con serenidad... Kae se sorprendió de ello, cuando lo vio ahí podría jurar que su corazón latió tan aceleradamente que casi podía sentirlo salir por su garganta, camino entre emocionado e incrédulo hacia él con paso acelerado... pensó falsamente en una ilusión paradójica de su mente pero cuando froto con dureza sus ojos por segunda vez supo que su razón no le engañaba y que ese hombre alto y pelirrojo estaba ahí...
Mientras caminaba para aproximársele, una alegría le albergo y justo cuando sus distancias de acortaban, Kaede pensó que este le hablaría como siempre, con familiaridad y burla... pero Hana no detuvo él paso y le paso de largo, el moreno solo sintió una suave ráfaga de viento mover sus cabellos negruzcos, mientras la incertidumbre se apoderaba de él... era como si no le hubiera visto o ignorado por completo, las palabras quedaron atoradas en su boca mientras permanecía estático a lo ocurrido, tratando de razonar aquello... Sus amigos al ver que su más prolífico jugador extranjero se quedaba rezagado, le apuraron y entonces con nerviosismo Ru solo se limito a decir..
- Yo... yo...he olvidado algo en el Gimnasio, los veo mañana chicos!!... Bye – con apuración dio media vuelta sobre sus talones, con urgencia corrió tratando de alcanzar los pasos dados de aquella figura casi fantasmal y tan parecida a la de su Amante, su vista recorrió por todo el lugar tratando de localizarlo, hasta que visualizo su alta figura internándose en el Gimnasio...
Camino con paso presuroso para alcanzarle mientras las dudas llenaban su cabeza color ébano, se pregunto con ansiedad deductiva: "Quizás lo estay confundiendo con alguien más, pero quien puede ser tan semejante a ese pelirrojo, al Doa'ho... nadie en este mundo se compararía con él..."
Para cuando llego no vio a nadie por los alrededores, en las gradas, en la cancha, en los vestidores, se sintió extraño y hasta estúpido en pensar que se había dejado llevar por una tonta alucinación y se decepcionó de aquello,¿ acaso eran tantas sus ganas de volver a verle que ya hasta los soñaba despierto??, se pregunto con confusión, suspiro rendido mientras sus dedos peinaban inútilmente el flequillo que caía sobre sus ojos, ahora solo le quedaba llegar a casa...
- ¡Doa'ho!... – susurro con penumbra, pero algo extraño sucedió, alguien le abrazo por detrás, se asusto primeramente de aquel contacto, para luego tratar de zafarse inútilmente de aquello, pero los brazos que lo envolvieron eran más fuertes... y pensó en un asalta o algo por el estilo, un secuestro, en tanto forcejeaba con aquella figura extraña que lo ataba su mente se encargo de llenar de pensamientos horrendos aquella situación.... solo una suave humedad le tranquilizo al sentirla sobre su cuello, el cosquilleo que provocaban unos tibios labios, convirtiéndose en un beso que solo sabía hacerlo el pelirrojo.
- Si!... aquí estoy Kaede... – susurro cerca de su oído en contestación para seguir besándolo, su lengua jugo con su lóbulo, mientras Kaede se sintió simplemente feliz.
- ¿¿Como es que...?, ¿Qué haces aquí??... bueno, no es que me incomode o algo así, pero tú... ¿aquí?, se me hace todo tan fantasioso..- finalizo el moreno confundido.
- Jeje... ¿acaso no te alegra el verme aquí?, me sentiré ofendido si dices que no... – su tono sensual, tan coqueto como siempre solía hacerlo cada vez que estaba junto a él. El joven deportista se permitió recargar su cabeza en el hombro del otro, mientras acariciaba los brazos de quien lo contenía, hasta alcanzar los dedos y entrelazarlos...
- Mhhh... para nada, al contrario me siento fascinado por esta repentina sorpresa... – sonrió ligeramente...- te he extrañado tanto Doa'ho... . – hablo tan sinceramente, mientras disfrutaba de los pequeños besos en su cuello y mejilla
- Me too... por que crees que he venido!! Jeje... eres una droga Kaede Rukawa, me has hecho adictivo a tu sabor, a tu amor... no puedo vivir sin ti!... jaja, suena tan romántico esto, que si no fuera por que se que eres hombre consideraría esto una estúpida imagen melosa.... jaja...- rió con presura
- Jajaja tienes razón... aunque si lo piensas es la verdad!!... ¿Hana?- le llamo, soltándose de sus brazos, volteo para mirarle a la cara... el pelirrojo solo le miro con algo de duda
- si!...- respondió con cierta gallardía.
- Feliz Cumpleaños Doa'ho!...- sonrió tan cristalinamente y le abrazo, hundiendo su rostro en su cuello, aspirando aquel olor entremezclado entre su fina colonia a mar, su tan natural fragancia cítrica, el tabaco y el olor que su ropaje adquirió de la calle...
- Te acordaste Kitsune!!... bueno creo que es hora de darme mi regalo, ¿no crees? - pregunto con sarcasmo...mientras correspondía al abrazo...
- ¿Y que es lo que deseas de regalo?- dijo con abrazándole por el cuello.
- Me conformo con un Kitsune real de tibia carne y suave piel blanca... y, que tengo entre mis brazos en este preciso momento...jeje- ambos rieron ante el comentario, para luego besarse suavemente... desde entonces, desde ese día todo empezó, aquellas visitas de continente a continente, atravesando países no antes vistos tan solo para estar juntos, siempre viajando por tantas horas en un avión para luego trasbordar y así llegar finalmente y todo para tan solo quedarse un día o si tenían suerte una noche completa con aquel ser a quien amas y deseas, aquella situación ridículo para ellos era emocionante, era la constante batalla contra el tiempo impaciente que recorría sus vidas, la batalla para que este no marchitara su amor...
°.°-°.°Fin del Flash Back°.°-°.°
Así fue como Kaede se remonto a aquel recuerdo y de nueva cuenta lo vio, ahí junto a él, tan pacifico, tan acogedor, sus sueños le hacían verse así... Hanamichi durmiendo tranquilamente en aquel hotel lujoso, entre las suaves sabanas y el grueso cobertor, simplemente entre los brazos de su amor..
- Siento melancolía... siempre me siento tan feliz y nostálgico a tu lado!!.... – hablo con calma, sus dedos atraparon un mechón rojizo para jugar traviesamente con el, enredarlo entre sus dedos, sentir su sedosidad en sus yemas -... será por que extraño tanto los viejos tiempos en Japón... cuando éramos amantes, cuando dormíamos juntos diariamente... cuando te escuchaba por la radio hablando siempre tantas idioteces pero que cálidamente me hacían sonreír, cuando despertaba a tu lado y te sorprendía viéndome dormir... el tiempo donde no nos importo nada, solo la calidez del deseo, mezclado y cubierto con amor... realmente extraño esos días Hana!...- finalizo, acercando su rostro al de su amante, sus labios se rozaron apenas creando un delicado beso...
"... extraño aquellos días de mi juventud, donde me sentía en plenitud con mis apenas 21 años... tan joven, tan inmaduro... no sabía nada de los sinsabores y alegrías de la vida a esa edad, siempre permaneciendo al margen de aquellas emociones humanas, solo me importaba mi anhelo, mi sueño... pero todo cambio cuando tu llegaste a mi vida, la forma del mundo que visualice desde niño cambio drásticamente, mi mundo ya no era cuadrado y con forma siempre definida... esta fue reemplazada por la forma redonda y azulada de la Tierra, con todos aquellas nuevas experiencias, con todo lo que este mundo esférico me ofrecía, la verdadera realidad de las cosas... tanto me cambiaste Hana... tan bruscamente como extrañamente me sentí feliz a tu lado..."
Dejo de acariciarle, el frío empezaba calarle en la piel...y entonces se sumergió en lo cálido de aquel cobertor, y abrazo con sutil cuidado a su amante, no quería despertarle, le abrazo para robarle su calor, para que este con bondad lo compartiera con aquel cuerpo claro como la nieve...
"... si todo era tan perfecto Hana!, ¿¿como es que llegamos a este punto tan ruin de nuestras vidas??... ¿¿como sucedió esto sin darme cuenta??... en que momento empezamos a jugar tontamente entre nosotros este juego benigno... ocultándonos como criminales entre la oscuridad en estos hoteles de cinco estrellas... sin importar o prescindir del tiempo... fugaces escapadas de nuestra realidad cada cuatro o cinco meses, algunas otras más cortas, manifestándose en tres meses o si la urgencia era más fuerte que la razón solo unas semanas... esto era como una extraña recompensa a nuestra repudica rutina, a soportar lo cotidiano de nuestras vidas... cada uno siguiendo su propia línea de la vida, su propio destino que ridículamente estos en contadas ocasiones de volvían a encontrar, a cruzar..."
Y le abrazo con protección temiendo como si él fuera a desaparecer como un sueño líquido entre sus dedos en cualquier momento, al acercarlo pudo distinguir su nítido aroma, aquel olor proveniente de lo más profundo de su ser, que solo era expuesto por la morena piel, se había enamorado de aquella fragancia que la naturaleza le brindo a su compañero... de su cítrico olor y sabor, aunque siendo sinceros no es lo único que le ha gustado de él... y entre noches de desvelo en los cuales su único objetivo era verlo dormir, pudo encontrar todos aquellos rasgos y diferencias que le encantaban, como su cuerpo que aunque parecido al suyo, este era mas fuerte y resistente, era un poco más alto que él, y aunque burdo suenen estas palabras, eran insignificantes los pocos centímetros que los separaban que para los demás paso inadvertido mientras que para él estos eran gigantescos, muchos dirían que sus miradas chocaban a la misma altura, pero el graciosamente elevaba sus pupilas ligeramente hacia arriba para verle frente a frente, pequeños detalle que nadie podría apreciar, solo él, solo un enamorado... la suave piel apiñonada, muchos envidiaban el color pálido de su piel, pero él hasta cierto punto le molestaba aquello, nunca le gusto el tono que su epidermis adquirió desde su nacimiento, aquella que le fue heredada por su Madre, además de que era más delicada al contacto del sol, no soportaba mucho tiempo estar bajo este enorme astro sin sentir una leve quemadura, a él le parecía enferma, pálida sin vida o gracia en cambio la de él era bronceada tan perfectamente, como si su cuerpo entero hubiera sido esculpido por bronce, tan bello y exquisito, sobresalía de los demás, de él... su piel se antojaba acariciar, tocar, besar, morder tal cual como un suave dulce... su voz grave, varonil, fuerte, la forma en la que pronunciaba pausadamente y calmadamente sus ideas le hacían parecer elegante e inteligente (jojojo para que vean que mi Hanita tb piensa, eh!!! P ), la forma en que tomaba el cigarrillo entre sus dedos y sus labios, si se ponía mucha atención a aquel detalle que le hacia ver galante, se podría decir que casi le hacía el amor a aquel pequeño papel lleno de tabaco, tal sensual era al fumar para él, sus castaños ojos, color nada singular, hasta podría decirse que en ellos no había algo que los definiera de los demás, la tonalidad idéntica a muchas otra pupilas, el tamaño, pero cuando se proponía a proyectar aquella energía vital o su despampanante pasión proyectada hacia su trabajo estos hechizaban tal cual como magia divina, su olor cítrico, sus cabellos rojos, color de la sangre, tan hermoso y singular, aquella pigmentación que definía sin duda a su portador, a su dueño lleno de una personalidad arrebatadora, de un carisma único... sin duda todo en el le gustaba hasta aquella cicatriz que cubría parte de su cintura y de la espalda baja, aquella que le recordaba cada vez que hacían el amor el sueño olvidado de Hanamichi durante su adolescencia, esta le recordaba que tenia un compromiso fuertemente con él. Cumplir sus sueños a como diera lugar, en fin; ser un profesional de la NBA.
-... Ser un profesional del Basketball... integrarme a las filas de la NBA en alguno de sus equipos, cumplir el sueño de ambos, mi sueño dorado y tu anhelo desecho... por eso me esforcé mucho, quería que te sintieras satisfecho y orgulloso con mis logros, quería que ellos los hicieras también tuyos... por ti luche, por ambos, aunque con ello, nos separáramos, nos despidiéramos... y lo conseguí, después de 5 años de arduo trabajo donde abandone y sacrifique el amor y mi amada patria, por fin se hizo realidad este sueño líquido, en uno palpable, la fama a tocado y rodeado mi ser por fin, mis logros son reconocidos... por fin soy un verdadero jugador de basketball, reconocido no solo en esta nación americana sino en todo el mundo. Mis sueños infantiles he logrado hacerlos mi vida... ¡Mi vida!- dijo con alegría apagada, se sentía extraño en reflexionar todo aquello después de 5 años de no hacerlo, de años en los cuales no se pregunto razones o motivos, solo actuó conforme a su instinto...
- Ja que patético soy... te abrazo a mi cuerpo para sentirme protegido, para sentir que no es un sueño, pero mañana cuando despertemos nos despediremos nuevamente...y solo estoy aquí observándote dormir, sumergido en aquel extraño lugar al que no puedo llegar ni comprender, tu mente indomable, un lió de ideas... la noche nos cubre, nos rinda su protección la luna y nosotros hoy nos amamos como siempre lo hacemos en nuestras fugaces visitas... – reflexiono cada palabra dicha, y aunque su mente poco a poco empezaba a juntar y recolectar todas las piezas de aquel rompecabezas llamado para ellos "Amor y Vida", algunas piezas cuya forma deforme no cuadran del todo o se amoldan a esa perfecta figura, le hacen quedar con más dudas, a preguntarse de aquellos acertijos que le hicieron sumergirse lentamente en aquella realidad creada por ellos...
"... Engañamos a todos, como lo hacemos con aquellas mujeres que hoy nos esperan en casa impacientes para celebrar el nuevo año juntos, como si de verdad las amaramos con locura, tu tan precipitado has tomado este vuelo fugaz a los EU, tan solo para verme, para acariciarme, para amarme, ni siquiera le has avisado a aquella chica que es tu pareja, tu novia de esta repentina ida del país, debe estar preparando la cena o quizás esperando en casa para que ambos vayan a un restaurante fino y caro a celebrar, pero ella seguirá esperando, ya que por hoy este monito atolondrado y pelirrojo me pertenece, hoy es el único día después de meses de no vernos que puedo abrazarlo... pero él es tan inconsciente del dolor infundado en aquella chica que duerme tranquilamente, como si no le importara nada, sin remordimientos... y aunque suene cruel, es solo la absoluta verdad cuando ambos estamos juntos olvidamos la realidad, nuestras vidas...yo también soy un descarado, aquella chica rubia de bellos ojos claros, que seguro en este momento me espera junto a mis amigos en mi casa para celebrar el Año Nuevo, me parece tan insignificante como siempre lo ha sido, no se como diablos terminamos involucrándonos con otras personas si nos amamos, será la distancia y el tiempo, acaso en el transcurso del tiempo que no nos vemos debemos sacar toda la tensión de la vida en el sexo que nos proporcionan ellas, seria como usarlas, como unas prostitutas particulares y es que simplemente todo es tan ridículo..."
"... y cuando trato de hablar contigo sobre ello, tu me rehuyes diciendo o hablando de cualquier tontería: ° – Que bonito esta el día de hoy, ¿¿no crees??- ó - ¿Sabes que hoy es un día extrañamente nostálgico? - ó simplemente y descaradamente me dices lo que mas hiere el alma: – ¿Podrías acompañarme a una tienda para comprarle algo bonito a ella?, para que no se enoje conmigo y me corra a patadas de la casa jeje... – ; para luego sonreír crudamente, así provocándome aquel sentimiento de vacío cuando lo acompaño a comprar todo tipo de cosas para ella... podía negarme a ese capricho suyo, pero no puedo... sé que no es justo, pero seria sano..."
"... y juntos recorríamos por horas aquellas grandes tiendas Departamentales o Centros Comerciales, yo sufriendo con la agonía de tu descaro mientras era atormentado por aquellas personas que lograban distinguirme como una estrella del Deporte y que llegaban hasta mi con halagos pidiendo un mísero autógrafo, yo solo sonreía tratando de sobrellevar la situación, nunca me han gustado los lugares atestados de gente pero con el tiempo y gracias a la ayuda de mi agente Marie pude controlar mi histeria hacia el público, ahora era cortes, hablaba y daba Gracias a todos aquellos admiradores que había ganado desde mi llegada a esta Nación... y mientras él, solo me veía regalándome una sonrisa esperando hasta que toda aquella gente empezara a disiparse o algunas otras visitabas aquellas tiendas cercanas para matar el tiempo... Y sinceramente esos momentos fueron los más difíciles para mi, aunque aún recuerdo que tu siempre solías ser aventurero y tomabas mi mano sin importar quién nos viera o en las futuras consecuencias, yo luchaba contra ella, a veces la manoteaba en forma grosera pero al final cedía a ti... aferrabas mi mano en todo momento ante mi inquietud, pero esta desaparecía al verte sonreír tan seguro y me decías al oído un sencillo "¡Ai Shiteru!... ¡Te amo!"... y así sucumbía, olvidaba todo y nos dedicábamos a observar en aquellas tiendas de lujo los perfumes cuya fragancia supuestamente única cuyo matiz y olor era tan parecido para mi al de los otros, solo cambiando el frasco de forma ó color, las brillantes joyas de esmeraldas, diamantes, rubíes, zafiros cuyo valor era exorbitante, los abrigos exhibidos proclamando ser hechos por las pieles de los animales más finos de este mundo y que paradójicamente estaban a punto de extinguirse de este planeta..."
"Así su ultima disculpa ante ella se manifestó en un vestido de tirantes, del color de la noche, hecho del más fino satín, cuyo decorado era naciente por hermosas piedrillas preciosas que iban en forma diagonal desde la parte del pecho hasta rodear y llegar a la cintura y empezar a caer en forma desordenada por todo el ondulado de la tela que se elevaba al caminar, era sencillamente hermoso, tal cuál como tu argumentabas presumiendo que ella se vería de igual forma con el puesto, mientras susurrabas que ese color era su favorito... Ese día no termino así de sencillo, tu aún tuviste el valor de coquetearle animosamente a la empleada, me sentía renegado, en tanto tú siempre haciéndose él gallardo, fue tan duro que con el tiempo termine acostumbrándome a ello... yo solo me dedicaba a verlo actuar de esa manera sensual, mientras en mi mente solo pensaba en lo desafortunada que eran todas esas chicas al ilusionarse con él, al darte su número telefónico para esperar algún día tu llamada, así de cautivador eres cuando sonríes, tan sensualmente y así las dejas, abandonadas y con esperanzas... me dan hasta cierto punto lástima ya que nunca sabrán que aquella tarjetas con sus nombres y dirección serás tiradas al cesto de basura por él, o simplemente la guardaras en tu bolsilla para olvidarla por siempre ya que ha sido otro juego mas para ti, donde mis celos tratan de apoderarse de mi cordura, pero se que siempre sueles ser así... siempre ilusionando para luego dejarnos caer..."
- Ah!! y somos tan inconscientes del dolor de quienes nos rodean... – suspiro intranquilo, las ideas empezaron a entornarse acerca de su existencia, su vida, su fama, su trabajo, su chica... separándose de aquel cuerpo que permanecía impávido, rodó hasta darle la espalda y quedar mirando la tenue luz que provenía del exterior del balcón y que iluminaba suavemente los muebles de caoba, las paredes de una tonalidad amarillo pálido y el techo blanquecino con su marquesina.
"...Ambos sabemos de la existencia de ellas cuando tenemos sexo... no!, cuando hacemos el amor... pero es burdo esto ya que la conciencia no nos remuerde o nos hace extrañamente culpables de nuestros actos pecaminosos ante esta infidelidad hacia ellas... y ahora que recapacito es raro y singular como todos los periódicos Deportivos y las Revistas de Moda y Sociedad de mi nueva nación, los EU, se enteraron tan rápidamente de mi compromiso con ella, el como obtuvieron aquella foto, donde salgo yo; abrazando a mi prometida, es absurdo en que momento en mi vida llena de irracionalidad yo me comprometí con ella, no lo se... no lo recuerdo, es como si aquel recuerdo no existiera en mi mente ó como si nunca hubiera sucedido; solo recuerdo muy bien aquel momento en el que salí del Gimnasio de San Antonio, estaba tan cansado, agitado y adolorido por la practica hecha para la Nueva Temporada de Invierno, mis sentidos se alteraron al ser interceptado de tan dura manera, aparecieron en un abrir y cerrar de ojos miles de periodistas furicos por la nota, me preguntaban incesantemente: °- ¿Cuando es la boda? °– °¿Es cierto que están comprometidos?°- °¿Es verdad que esta embarazada tu novia y por ello le pediste su mano en matrimonio?° - ¿En que país será tu Boda?°- ¿Será aquí en USA o en tu patria, Japón?°- °¿Cuantos hijos piensan tener?- ¿Es cierto el rumor de que la amas con tanta locura que si ella te lo pidiera abandonarías tu carrera?° – °¿Harán pública la boda?-° ..."- cerro sus ojos azules automáticamente , mientras trataba casi inútilmente de sacar de su cabeza el eco de aquel horrible momento, aquel en el que fue invadido por una mar de periodistas que lo atacaban con ferocidad para tan solo preguntarle cosas insignificantes, las palabras americanas de cada uno de ellos retumbaban en sus oídos tan fuertemente, que pensó que en algún momento reventarían sus tímpanos sensibles... tratando de calmarse por un minuto, llevo su mano a la frente para aclarar sus ideas... sentía un leve dolor en su sienes y las masajeo con sumo cuidado para eliminarlo... pasaron varios minutos antes de que pudiera tranquilizarse realmente, siempre odiaba pensar en ese instante tan abrumador para él, en el que casi literalmente se podría decir que fue comido por un mar insaciable de personas...
- Mhpf!!...- expulso el aire con exasperación mientras su vista trataba de aclararse nuevamente - ... tantas preguntas hechas por ellos y lo pero fue que cada una que era expulsada por sus gargantas casi afónicas, algunas graves y otras tantas tan agudas... cada uno mas incoherente o estúpida que la anterior y fue cuando reaccione a todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor, le había pedido su mano en matrimonio a ella y yo aún no me había dado cuenta de tan grave error... parecía todo aquello un sueño, un extraño dejavu... el anuncio llego a todo el mundo y dudo que aquella noticia no haya llegado a mi patria, donde fue observado por él, donde fue leído por él... él es periodista por lo que el rumor de mi próximo matrimonio debió llegarle aún más rápido que a todos los demás... y yo en la siguiente visita y escapada de ambos, sentí miedo... sentí que me reprocharías aquello, que me odiarías por ello, pero nada de eso sucedió... tu llegaste como siempre silencioso, y me hiciste el amor como siempre, me dijiste las mismas palabras que siempre adoraba escuchar de tu boca, las bromas aún estaban ahí, tus sonrisas amables y sensuales para mí... era como si nada hubiera pasado... – dijo, como si aquel relato fuera dicho y escuchado solo para él, se sintió patético al hablar consigo mismo como un vil loco, pero le pareció gracioso...
"... Pero al parecer mi temor si fue muy bien fundado, ya que antes de que te marcharas, quedaste quieto frente a la puerta blanquecina de madera de nuestra habitación, tomaste el pomo dorado con inseguridad, podía ver como tus dedos temblaban y me preocupe, cuando justo iba a preguntarte si te sentías bien, tu solo dijiste: ° – ¡Felicidades por tu próximo matrimonio!–° ... y entonces desfallecí, la poca cordura se desvaneció, y me sentí la peor basura del mundo, ¿como es que había llegado a lastimarnos a ambos así?... todo fue un desastre los meses y días transcurridos fueron un tormento para mí, no deseaba ver a nadie, no quería escuchar a nadie...", aún recordaba aquellos días en los cuáles se deprimió, todos lucían preocupados por su salud, su novia se desvivió por él esos días de extrañeza, mientras él se debatía entre llamarle a su monito o dejar toda esa situación tal y como estaba, su entrenador Damon se molesto tan gravemente con él, ya que habían perdido un partido de semi-clasificación muy importante por su distracción y él, solamente quería hundirse en la soledad...
"... Todo fue pésimo para mí esa temporada, el remordimiento me acosaba, mientras pensaba que él ya sabia quien era mi novia, conocía su rostro, su voz por medio de entrevistas, la forma en que vestía, su figura con esas curvas definidas, la perfecta sonrisa, la personalidad... mientras yo aun desconocía el rostro y cuerpo de aquella que dormía con el diariamente... sabia por rumores de Akira, ya que él sí visitaba muy seguido Japón que era hermosa, cuya cabellera de un negro absoluto contrastaba armoniosamente con la pálida piel, sus ojos de una tonalidad gris la hacía cautivadora y la bella sonrisa tierna... su carácter muy afable, muy alegre y vivaz... justo como él era, ella parecía haber sido hecha para Hana, ya que su personalidad era simplemente arrolladora según palabras de Aki y entonces me sentí casi rabioso, los celos me llenaron... en tanto algo en mi me hacía sentir desplazado, yo jamás tendría en esta vida ni en la anteriores tanto carisma como él de ella... todo me pareció efímero, eran novios, amantes, podían caminar por la calle tomados de la mano sin necesidad de esconder su relación, sin ser visto con malos ojos... para la sociedad Nipona conservadora, ellos eran una pareja para admirarse, perfecta... para él que había conseguido un éxito y fama abrumadora en nuestra Patria, en Japón, ella debe ser conocida por todo Japón como la novia de Sakuragui, un famoso locutor y entrevistador..."
- Pero lo que más me sorprendió, fue que la siguiente vez que nos vimos, yo pensé que estaría molesto y que no podría verle a la cara de nuevo, en cambio él parecía tan tranquilo y alegre, tal cuál como si nunca nada hubiera pasado entre nosotros... en cambio él me sonrió y me beso con pasión, mientras ambos nos desvanecíamos en aquella bruma llamada deseo...- dijo con cierta sorpresa, hablaba suavemente, aún así sus palabras podían ser escuchadas perfectamente en toda la habitación, mientras el ruido del exterior con un ambiente de fiesta llenaba sus oídos...
- Y en estas Fiestas Navideñas... justo antes de Año Nuevo, a ti se te ocurre venir hacía acá... jeje siempre siento tan impulsivo mi Doa'ho!- hablo con alegría, recordando como lo había encontrado a las afueras del Gimnasio, recargado en una de las tantas jardineras que decoraban el exterior del edificio en donde de encontraba su lugar de Entrenamiento, ahí estaba semi-cubierto por algo de nieve, abrigado con una gabardina negra y gruesa de lana que le llegaba justo arriba de los tobillos con aquel traje sastre oscuro que se podía entrever en la abertura y botonera de su abrigo, siempre luciendo una hermosa sonrisa que junto al usual humo del cigarrillo que desprendía aquel papelillo blanco de tabaco que se elevaba por el cielo hasta desparecer, sus cabellos rubíes despeinados y revueltos, se le veía tan fatigado, quizás por el largo y extenuante viaje... pero en cuanto vio salir a aquel chico de mirada azul que le hacía suspirar como un adolescente, este se abalanzo sobre él, abrazándole con fuerza sin importarle lo que los compañeros de Kaede pensarán sobre ellos, estos solo curiosos veían de reojo la escena de ellos, parecían tan buenos amigos ante los ojos de los demás... pero aún así Hanamichi no era tonto, y tomo por excusa y motivo que aquel abrazo fue para felicitarle y desearle por un Nuevo y Buen Año, Kaede entre asustado y aliviado se aferró a su espalda, dándole pequeñas palmadas en son de agradecimiento... y así de simple fue como ellos en ese momento estaban así acostados en una cálida cama de Hotel, durmiendo después de hacer el amor...
- Aquí estamos como dos locos resguardando nuestro amor del mundo entero, este Hotel no ha albergado durante tantos meses, tantos años, todo ha sido tan discreto y cómodo en este Hotel... todo es perfecto ya que estos encuentros ocasionales no han sido manchados por torpes paparrazi's, y aunque fuera así, yo jamás me arrepentiría de esto, ya que bien podría dar meses de mi vida rutinaria y común, por estas fugaces escapadas, para querer volver a vivirlas de nuevo...-
"... Pero aún la pregunta más difícil no ha sido contestada o reflexionada... ¿Por que seguimos así?, si yo en verdad creo que nos amamos, yo se que lo haces, por que me lo dices cuando hacemos el amor, por que se que lo sientes tan intensamente como yo lo siento, por que me lo dijiste justo antes de queme marchara de Japón... ¿acaso lo que nos une es el amor?, pero entonces por que actuamos de esta manera, tan estúpidamente... ya no somos adolescentes jugando a quien será mi amor... por que yo estoy tan seguro que tu lo eres, ¿entonces solo somos tan egoístas?...pero al final, ¿por que este juego?, en el cual hemos arrastrado a dos bellas mujeres que nos aman sin razón... le hemos dado a ambas alas para que vuelen tan alto, acaso es verdad aquello?..."
- La verdad no se hacia donde nos lleve nuevamente nuestro destino... o lo que nos tenga planeado, pero mientras estés a mi lado no me importa...- hablo suavemente para no despertarle, mientras nuevamente se acercaba a acariciar a su Doa'ho, su mano toco la mejilla, los labios gruesos entrecerrados, no deseaba dormir, quería admirarle dormido, quería imaginar que mañana no se marcharía de nuevo a Japón para disfrutar con su novia el año nuevo... no quería dejarlo ir nuevamente.
- No quiero dejarte ir de nuevo Hana... me siento prisionero de esta vida, cada vez que tu desapareces de esta... como cuando hacemos el amor, ese momento cumbre y especial para ambos por fin me siento libre, sin restricciones puedo gritar que te amo y te adoro con locura... o con aquel temor de equivocarme al decir tu nombre con emoción justo cuando el orgasmo me sucumbe, tal cuál como si fuera algo prohibido para ambos... hacer el amor como nunca antes lo habíamos hecho en Japón, tal como desesperados por sexo, acaso eso se nos tiene negado?...- reclamo con desaire a la vida, tal cual como si esta fuera a responderle a sus caprichos.
"... Y lo peor es que jamás sabré la respuesta a mis dudas y preguntas... ya que las olvido cuando me entrego a ti sin reservas, cuando me haces tuyo cada noche después de milenios de no vernos, entre jadeos digo con frenesí tu nombre, mientras tu me besas y me dices con tu voz ronca por la pasión los constantes: °-°.¡Te amo!, ¡Te amo!... ¡Te amo con locura!... ¡Te amo Kaede!...°.-° "
"...Y yo solo me remonto a permanecer admirándote, viendo cada parte de ti, observando cada imperfección que te hace aun mas perfecto para mi, por que conlleva mi sentir de que eres un simple humano, y no de un mezquino Dios de piel dorada, de que no eres un patético sueño vulnerable, sino en verdad un cuerpo cálido y excitante... por que se que estas aquí conmigo, por que eres mío, como yo soy tuyo..."
"... pero hoy la nieve me parece más cálida a tu lado, la ventisca helada no me toca por tu estas conmigo abrazándome, queriéndome como yo lo hago contigo... aún mi mente me hace insistir como un necio en que esta situación es extraña... caer como cotidianamente en lo mismo, jugar con nuestras propias mente, le hacemos daño al corazón de manera perversa, quizás sea por que hemos adquirido con este tiempo lo que uno llama aquel aprecio al dolor, ¡no lo sé realmente!... solo puedo imaginar en sí, el daño que ocasionamos a las personas que nos rodean sin mucho interés..."
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Epílogo: Fin Parte I
Continua...
