Apostando al corazón.

Capítulo X: "Adiós"

Tengo que irme ya, abrázame.
Nada más llegar te llamaré.
Déjame marchar, no llores más.
Túmbate otra vez, te dormirás.

Hace cuatro años que he egresado de Hogwarts. Sin duda, esos años en la escuela fueron muy buenos, pero decididamente quiero dejarlos en el pasado. Ahora vivo solo, aquí en Hogsmeade, y he conseguido un trabajo en el departamento de Misterios en Ministerio de la Magia. No es lo que siempre he soñado, pero sin duda, es algo que me gusta. Estoy seguro que conseguiré algo mejor.

Pansy Parkinson es mi novia desde que salimos del colegio. A mis padres les encantó; podemos decir que los Parkinson son una familia de magos de sangre pura, como siempre me recomendó mi padre. Nos llevamos bien, pero obviamente no es lo que quiero para mí. Aunque tengo que aceptarla; ya ha pasado mucho tiempo en que no veo a Ginny, desde ese día que me fui de Hogwarts, nunca supe más de ella. Todos los días cruzo a alguno de sus hermanos aquí en el trabajo, pero nuestra relación no es la mejor para que me anime a preguntarle que es de ella. Todo el tiempo me pregunto que será de ella, que hará, si estará con alguien, si todavía me querrá... Sé que no debería preguntarme eso, pero simplemente me siento culpable de todo el daño que le he hecho. Ella no se merecía nada de lo que pasó, pero era la única forma. Estoy seguro que las cosas serían diferentes si yo me hubiera quedado con ella. Primero no estaría con Pansy (cosa que me gustaría mucho) y... Sería feliz, porque, lo confieso no soy feliz. Tengo todo, sí; un buen trabajo, una novia de buena familia, dinero, salud... pero no es lo que quiero para mí. Yo solo quiero estar con ella, todavía recuerdo todo lo que nos ha pasado, pero ya se que es imposible que la vuelva a ver... Aunque siempre vivirá en mis recuerdos...

Draco Malfoy.

Te he dejado atrás y pienso en ti
Oigo adiós amor caer sobre mí.
Quiero irme de allí, no puedo escapar.
Necesito volverte a abrazar.

Cuatros años han pasado desde la última vez que lo vi. Fue el día en que él terminó Hogwarts. Fue doloroso, pero no entiendo como pude superarlo. Lo extraño, si, cada día de mi vida me imagino como serían las cosas si nos hubiéramos jugado por lo que sentíamos. Pero también hay una palabra de consuelo para aquella pregunta. Si las cosas se dieron así es por algo. Pero, ¿tiene sentido? Digo, yo no soy feliz, y ¿él lo será? Yo solo quiero saber si es feliz, porque es lo único que me importa. Draco tenía razón; iba a ser difícil luchar contra todo el mundo, pero valía la pena intentarlo.

Sé que sonará absurdo, pero a pesar de todo, estoy saliendo con alguien. Mi antiguo novio en Hogwarts, Michael Corner. Es una excelente persona, y de verdad lo quiero mucho, pero... no es a quien yo amo. Y por más que lo intento querer, no puedo... yo no quiero lastimarlo, y sé que Michael me quiere, por eso acepto todo esto. Y estoy segura de que volveré a ser feliz, con él... Draco esta en el pasado, pero no voy a negar que me encantaría volver a verlo. Ron me ha dicho que se lo cruza diariamente en el Ministerio. Me pregunto si todavía me querrá... aunque seguramente ya se olvido de mi... El fue la única persona a la que realmente amé... y amaré toda la vida. Aunque no estemos juntos.

Ginny Weasley.

Salgo del portal, quiero morir.
Tú en la habitación, llorando por mí.
Tú me has hecho tan feliz que siempre estaré
a tu lado, cuidando de ti.

ºø,¸¸,øººø,¸ ºø,¸¸,øººø,¸ ºø,¸¸,øººø,¸

-¡Ginny, apúrate! Llegaré tarde al trabajo...

-¡Ahí voy! Espérame, Ron...

Ginny bajo corriendo las escaleras de la Madriguera, para encontrarse con su hermano.

-¿Y bien? ¿Qué opinas?- dijo, dando una pequeña vuelta sobre si misma.- ¿Crees que me aceptarán?

- Te ves bien, y responsable. – opinó Ron. – Pero es tarde, vámonos.

-¿No tienes que esperar a Hermione?

-¡Cierto! ¡Pero es tarde! ¿Dónde se abrá metido?

- Debe de estar por venir, Ron, tranquilízate.

- Hace cuatro años que no hay un congreso de Aurors. y ahora que hay, llegaremos tarde. Harry me matará.- se lamentó Ron, sentándose en una silla.

De repente, a su lado, apareció Hermione, con un pequeño sonido.

-¡Lamento la demora! Hola, Gin- saludó, sonriente.

-¡Vámonos, Hermione, Ginny! Llegaremos tarde- Ron la tomó de la mano y se puso al lado de Ginny, y los tres se aparecieron en el vestíbulo del Ministerio de la Magia.

- Luego te alcanzo, Hermione. Acompañaré a Ginny hasta el departamento de Misterios.- dijo Ron.

Ambos hermanos se encaminaron. Al llegar Ron se detuvo.

- Buena suerte, Gin. Ya sabes, no estes nerviosa. Con suerte serás nuestra compañera.

- Gracias, Ron. Nos veremos luego.- respondió ella.

Entró dando un suspiro, a una pequeña oficina donde una bruja se limaba las uñas.

- Buenos días, soy Ginny Weasley.

- Oh, si, querida, pasa, te esta esperando el señor Adams.

- Gracias.

Ginny pasó por una puerta color azul marino, y encontró al señor Adams sentado en un sillón de cuero.

- A si que tu eres la hija de Arthur, ¿no? Toma asiento.- dijo, apareciendo una silla.- Me ha dicho Ronald que quieres ser una Auror, ¿no?

- Si, así es, creo que es mi vocación.

- Sería perfecto. He escuchado que has estudiado un profesorado en Defensa contra Las Artes Oscuras.

- Si, he enseñado en Hogwarts hasta ahora.

- Creo que tienes talento, niña. Llena estas fichas y mañana ven que te daré los horarios de tus cursos.

- Muchas gracias.- respondió Ginny, animada.

Al terminar de llenar las fichas, tocaron a la puerta.

-¡Malfoy, que bien! Te estaba esperando.- dijo el señor Adams.

El corazón de Ginny dio un vuelco. Malfoy...

- Buenos días, señor Adams. – dijo la voz de un joven; al acercarce al mago, Ginny lo vio, después de tanto tiempo. Su pelo rubio platinado estaba despeinado y no tan prolijo como antes, sin duda, había cambiado mucho, pero no la miro a los ojos.

- Ella es Ginny Weasley, futura estudiante de Auror.- dijo el señor Adams.

- Que bien...

- Y el es mi asistente Draco Malfoy, uno de los mejores en el departamento. Por cierto, Draco, ya he hablado sobre tu traslado. No tienes inconveniente, ¿verdad?

- No, para nada, señor, estoy disponible.

- Tu padre tenía razón al decirme que eras responsable. Mañana mismo viajarás hacia Irlanda. Supongo que tu novia irá contigo.

- Si, ya he arreglado con ella.

- Perfecto.- sonrió el señor Adams.- Bueno, Weasley, mañana espero verte a esta hora.

- Seguro que si.- respondió ella, levantándose.- Hasta luego.

Salió de la oficina rápidamente, pero vio que Draco salía también.

- Ginny, espera.- dijo él.

- Hola...- ella se detuvo, y se dio la media vuelta.

-¿Trabajarás aquí?- preguntó él.

- Si, quiero ser una Auror. Harry, Ron y Hermione trabajan aquí también.

- Los he visto...

- Y tu, ¿qué haces?

- Hago las pruebas para los estudiantes que quieren ser Aurors.

- Osea, que me harás una a mi...

- No, mañana me trasladan a Irlanda...- Ginny pudo notar que su voz sonaba triste; no pudo negar que su corazón se desgarró de tristeza también.

- Supongo que no volveré a verte.

- No creo, me darán un buen trabajo allá...

- Entiendo...- miró los ojos del rubio, y pudo notar que estos estaban llenos de angustia y soledad. Y se dio cuenta que todavía lo amaba mucho. Pero tenía que dejarlo ir.

- Es hora que me vaya.- dijo Draco, conteniéndose las ganas de decirle que la quería.

- Buena suerte, Draco.

- Seguro serás una gran Auror. Espero que seas feliz, Ginny...

- Yo también lo deseo para ti...

Draco sonrió ligeramente y se fue. No podía estar más allí. Ese encuentro había sido demasiado para él... Los dos sabían que era mejor así; Draco por un lado, y Ginny por el otro. Sus vidas tenían que estar separadas, aunque sus corazones siempre estarían juntos, sintiendo lo mismo.

Ven, cálmate no llores más,

si cierras los ojos verás que sigo junto a ti,
que no me iré sin besar
una de esas lágrimas que van desde tu cara al mar,
la vida viene y va y se va...

FIN