Imposible!?
Disclaimer: Todo a parte de mi loca fantasía, le pertenece a J. K. Rowling
Pareja: Harry/?
Advertencia: Slash! OOC! Minispoiler OotP!
Harry no se movió un milímetro, en vez de eso miro a los Mortifagos y trato de reconocer algún rostro conocido.
Por las capotas negras era aquel cometido mas que imposible, pero en uno pudo reconocer un mechón de cabello rubio platinado.
Lucius Malfoy parecía haber salido por fin de Azkaban.
Un escalofrío recorrió la espalda de Harry.
Si Malfoy estaba allí, entonces Bellatrix también tenia que estar en ese local.
Observo las túnicas mas detalladamente para tal vez reconocer formas femeninas en alguna de ellas.
"Buscas a alguien?", pregunto Thomas y su rostro se torció en una sonrisa maliciosa.
Harry no respondió, sino que miro a la única mujer, que estaba en medio de dos grandes hombres.
Se comería una escoba, si esa no era Bellatrix.
"La puedes tener después," le susurro Thomas al oído.
Harry retrocedió algunos pasos; no habia notado, que Thomas se habia puesto tras el.
"Y ahora sientate," pidió Thomas.
Sus ojos brillaron por un momento de color rojo, antes de que sacudiera su cabeza y se sentara a la mesa.
Harry dio una ultima mirada a Bellatrix, antes de seguir las indicaciones de Thomas vacilante.
Todo le parecía tan irreal.
Allí estaba sentado: Con Voldemort en una mesa, rodeado de Mortifagos.
Por que nadie lo despertaba?
Quería despertar en su habitación en el Caldero Chorreante y comprobar, que todo habia sido solo una terrible pesadilla.
La sonrisa de Thomas se volvió mas amplia y Harry supuso, que este habia leído sus pensamientos.
"Lo hice," confirmo Thomas, "Debo dejarlo?"
Harry rió fríamente.
"Como si lo fueras a hacer," siseo Harry.
Thomas trono los dedos y uno de los Mortifagos corrió al cuarto de al lado.
"Que es eso?", pregunto Harry y miro al Mortifago confundido.
"Dejare de leer tus pensamientos, si tu..." Thomas se detuvo, cuando el Mortifago regreso con una bandeja de plata en la mano.
La puso en la mesa frente a Harry, antes de inclinarse rápidamente y volver a su lugar en la esquina.
Los ojos de Harry se abrieron, cuando vio los platos llenos con comida.
"Te ves como un esqueleto," dijo Thomas y tomo una ala de pollo, "Estas en dieta o fue la noche conmigo tan embriagante?"
Harry se puso tenso, cuando los Mortifagos empezaron a reír.
Él habia esperado, que hablara sobre esa noche, pero por que tenia que ridiculizarlo frente a toda su tropa?
"Silencio," ordeno Thomas tranquilo y las risas murieron de inmediato.
"No era esa mi intención," dijo dirigiéndose a Harry, y puso el ala junto al resto del pollo.
"Los estas leyendo de nuevo," comprobó Harry.
Thomas empujo la bandeja cerca a Harry y aclaro en voz baja: "Te ves terrible. Come algo y dejare de leer tus pensamientos."
"No, gracias," Harry empujo la bandeja en la mitad de la mesa.
"No esta envenenada," dijo Thomas, "Me preocupo por ti."
Harry hubiese reído.
Ese día se volvía segundo a segundo mas irreal.
"Seguro," dijo sarcásticamente, "Voldemort se preocupa por mi."
Los ojos de Thomas brillaron rojos, mientras siseaba: "Estas rodeado por mis seguidores. Piensas en serio, que si quisiera matarte, te envenenaría? Sinceramente, Harry! Me decepcionas un poco."
Sin embargo Harry no toco la comida.
El olor le hacia agua la boca y su estómago gruño, pero el lo ignoro.
Si volvía a comer, no seria por Voldemort.
Su orgullo de Gryffindor no se lo permitía.
"Olvida el estúpido orgullo," siseo Thomas, "Tu padre tenia orgullo y mira lo que paso con él."
"Detente," gruño Harry y no sabia, si se refería a leer sus pensamientos o a la mención de su padre.
"Leeré tus pensamientos hasta que comas," dijo Thomas tranquilo y el tono rojo desapareció de sus ojos.
Godric Gryffindor se revolcaría en su tumba, si pudiera ver a Harry, pero este tomo una de las alas del pollo y mordió vacilante.
Ni siquiera noto, que habia tomado aquella, que Thomas habia tenido hacia unos minutos en su mano.
"Buen chico," la sonrisa volvió al rostro de Thomas, "Y ahora a los negocios."
Harry masticó sin ganas el pollo y se pregunto, por que no habia ido con Dumbledore.
Thomas parecía cumplir su parte del trato, ya que no reacciono ante el pensamiento de Harry en Dumbledore.
"Que quieres?", pregunto Harry aburrido, mientras ponía el ala masticada en el plato y busco desesperado algo de tomar.
"No hay nada de tomar aquí?", pregunto y apenas termino la frase, Thomas trono los dedos y un Mortifago corrió a la barra.
"No allí," lo detuvo Thomas, "No quiero, que Harry pezque alguna enfermedad. Coge un vaso limpio.
El Mortifago asintió y desapareció en el cuarto de al lado.
"Uno podría acostumbrarse a esto," dijo Harry sonriente, cuando el Mortifago regreso con una botella de cerveza de mantequilla.
"Me alegra, que pienses así," dijo Thomas, cuando el Mortifago se ubico con los demás.
Harry asintió y tomo un gran sorbo de la cerveza.
Esa ala de pollo habia estado mas condimentada de lo que se habia imaginado.
"Te quiero en mi lado," le confeso Thomas, por lo que él se atoro con su cerveza.
Harry tosió fuertemente y Thomas lo golpeo en la espalda.
"Mejor?", pregunto Thomas, cuando Harry se calmo un poco.
Harry asintió débilmente, antes de poner la botella en la mesa y tomar otra ala, distraído.
"Tu cura de rejuvenecimiento parece haber afectado tu cerebro," dijo Harry fríamente, "O sino no podría imaginarme, por que me haces una propuesta tan ridícula, aunque conoces la respuesta."
"Te quiero en mi lado," repitió Thomas y señalo a los Mortifagos reunidos, "Todos ellos te servirían. Crearíamos juntos un nuevo mundo."
"Así que tengo que volverme una especie de vicepresidente en este circo?", pregunto Harry divertido.
Noto como algunos Mortifagos se agitaban ante la palabra circo.
Era claro, que todos querían matar a Harry y solo Thomas era la razón de su "calma".
"No," respondió Thomas y algunos Mortifagos intercambiaron miradas confundidas con su vecino.
"Quiero que seas mi compañero," aclaro Thomas.
Los Mortifagos murmuraron agitados; al parecer ninguno sabia en realidad, que era lo que Voldemort quería de Harry.
Solo Lucius Malfoy permaneció increíblemente tranquilo.
"Mi Lord, no puede estar hablando en serio," dijo finalmente uno de los Mortifagos y se acerco peligrosamente a la mesa.
"Es Harry Potter, Mi Lord," señalo con su sucio dedo a Harry, "Él es nuestro enemigo. Solo se habia hablado, de que entrara en nuestras filas, pero usted jamás menciono, que se volvería su igual."
Los ojos de Thomas brillaron nuevamente rojos y sin alguna razón visible el Mortifago gimió y se tiro lleno de dolor al piso.
Harry solo vio, como se presionaba el brazo izquierdo con pánico.
"La Marca Tenebrosa," susurro Harry lleno de miedo y observo como el Mortifago se volvía cada vez mas débil y no podía tener su mano en su brazo.
"Debo mostrarte el poder de la Marca?", pregunto Thomas dirigiéndose a Harry, "O debo perdonarlo? Te dejo la decisión."
Harry no dudo ni un segundo, en que la Marca pudiera matar a un Mortifago.
Así que debía decidir entre vida o muerte.
No sabia, que debía hacer.
Por una parte ese hombre merecía la muerte, pero por otra no quería matar a nadie.
"Perdonalo," pidió Harry y los quejidos del Mortifago de detuvieron.
Trato de levantarse, pero volvió a caer al suelo.
"Tuviste suerte, Nott," dijo Thomas divertido, "Tu hijo estuvo a punto de volverse un completo huérfano...Saquenlo de aquí."
De inmediato los dos grandes hombres, que estaban junto a Bellatrix, avanzaron hacia ellos y levantaron al Mortifago cuidadosamente, antes de llevarlo al cuarto de al lado.
"Tu primera decisión como mi compañero," Thomas se dirigió nuevamente a Harry, "No transcurrió, como quería, pero pudiste decidirte. Pensé, que no dirias nada."
"No soy tu compañero," siseo Harry, "Y jamás lo seré.
Los ojos de Thomas permanecieron rojos y casi atravesaron a Harry con su mirada.
Él sabia, que Thomas quería leer sus pensamientos, pero parecía cumplir con el trato.
"Vayanse," dijo Thomas de repente y los Mortifagos vieron a su Lord confundidos.
Solo cuando Bellatrix desapareció, los otros también lo hicieron.
"Lucius, quedate aquí," pidió Thomas, antes de que Malfoy pudiera desaparecer, "Espera en el cuarto de al lado.
Malfoy se inclino levemente y camino a través de los Mortifagos que desaparecían hacia el cuarto de al lado, en donde habia sido llevado el Mortifago herido.
Incluso el dueño del local habia desaparecido y aparte de Harry y Thomas no se encontraba nadie en aquel cuarto.
"Harry," dijo Thomas suavemente, "No es ningún truco mío. Te haré mi compañero. Tomaras igual cantidad de decisiones como yo."
"No," respondió Harry y se levanto para salir del local, pero Thomas lo tomo del brazo.
"No me obligues a usar un Imperius en ti," pidió Thomas, "Así que sientate y escuchame."
Harry dudo por un momento y luego de una ultima mirada anhelante a la puerta, se dejo caer frente a Thomas.
"Harry," empezó Thomas suavemente, "Ambos conocemos la profecía! Uno de nosotros va a matar al otro. No te parece eso un poco...absurdo? unete a mi y la olvidaremos. Quieres morir?"
Harry sacudió la cabeza.
"Quieres matar a alguien?", pregunto Thomas nuevamente y Harry volvió a sacudir la cabeza
"Entonces unete a mi lado," dijo Thomas.
"Mataría igualmente," dijo Harry en voz baja, "Que recibo de eso?"
La sonrisa de Thomas volvió a aparecer en su rostro y se inclino mas cerca a Harry.
Él parecía estar muy seguro, de que Harry aceptaría su propuesta.
"Pero puedes decidir a quien matas," susurro Thomas, "Si lo ordenas, mis seguidores dejaran a tus amigos tranquilos. No tendrias que temer mas por ellos."
"Si te mato, necesito matar solo una vez," replico Harry terco, "Por que habría de tomar otro camino?"
Thomas se inclino aun mas hacia Harry y lo miro a los ojos.
El rojo habia desaparecido y ahora lo miraban los ojos cafés.
Sus labios estaban separados por tan solo milímetros y Harry pudo sentir la respiración de Thomas en su rostro.
"Porque tu ya no me quieres matar," susurro Thomas y cerro la distancia entre sus labios.
Harry sintió los labios de Thomas en los suyos, pero no los evito.
Le recordó tanto a aquel día en el Callejón Diagón.
S corazón palpitaba salvajemente en su pecho y miles de pequeñas snitches parecían volar en su estómago.
El beso era increíblemente suave y cuando Thomas pidió permiso para entrar con su lengua, Harry se lo concedió sin dudar.
Sus lenguas jugaron mutuamente y con cada roce parecía que las snitches en su estómago volaban mas rápido.
El beso termino abruptamente, cuando Harry no recibió mas aire.
Thomas le dio un rápido beso en los labios, antes de que se sentara relajado en su silla.
"Eso no es verdad," respondió Harry sin aliento y supo, que Thomas no le creería una sola palabra.
Thomas rió divertido y lamió sus labios seductoramente, como si quisiera probar el sabor de Harry.
Harry sintió como se sonrojaba y se giro de manera que Thomas no pudiera verlo.
"Bien, Harry. Que opinas sobre mi propuesta?", pregunto Thomas, mientras caminaba alrededor de la mesa y tomaba las manos de Harry entre las suyas.
"Por que?", pregunto Harry y soltó sus manos de las de Thomas.
Ya que Thomas lo miraba confundido, prosiguió: "Por que quieres esto? Primero me quiere matar, luego me quieres seducir y ahora me quieres de tu lado? Sinceramente Thomas...Tom...Voldemort o como sea que te llames ahora, no te entiendo."
Thomas rió antes esto aun mas y se sentó en las piernas de Harry.
Este se puso tenso y no deseo mas, que estar con Hermione y Ron en la librería de Hogsmeade y no con Voldemort en sus piernas.
"Es un poco penoso," le susurro Thomas en el oído, "Jurame, que no te reirás."
"Le paso algo a tu cerebro con esa cura de rejuvenecimiento?", pregunto Harry riendo y ante su sorpresa Thomas asintió.
"Es un hechizo antiguo, que descubrí en la biblioteca de Lucius," susurro Thomas, "Debía hacerme joven y lo hizo también. Sin embargo el hechizo tiene un pequeño efecto secundario. Mis pensamientos y sueños se igualan al cuerpo, si entiendes a lo que me refiero."
Harry reprimió desesperado una risa.
Significaba eso, lo que el pensaba?
"Mi espíritu te quiere ver muerto, pero mi cuerpo..." Thomas se interrumpió y se levanto, "No sabes, que tan malo es. Tener cada noche esos sueños. Una vez Avery me descubrió...ahora él esta muerto."
"Momento," lo interrumpió Harry sonriente, "Me quieres decir con eso, que el Gran Malvado Lord Voldemort tiene sueños húmedos sobre mi?"
Los ojos de Thomas brillaron rojos y Harry supo, que habia dado en el punto.
Se mordió los labios para no reír.
Eso no significaba que Voldemort lo fuera a perdonar y Harry sabia eso.
Mejor se controlaba, antes de que ese fuera su ultimo día en la tierra.
"No es gracioso," gruño Thomas, "Ese día en el Callejón Diagón quería matarte, pero mi cuerpo tenia otros planes contigo."
"Trágico," dijo Harry y comió otra ala de pollo, para poder distraerse un poco.
Thomas camino nervioso por el local y parecía estar eligiendo sus siguientes palabras con cuidado.
"Y desde ese día...," susurro Thomas en voz baja, tanto que Harry no pudo entenderle, "...no te vas de mi cabeza. Cada parte de mi grita por ti. Te quiere tomar y no dejarte escapar."
"Suena como si estuvieras enamorado de mi," dijo Harry vacilante y espero no tener que sentir la furia de Voldemort sobre él.
Thomas lo miro confundido, antes de responder increíblemente tranquilo: "Eso no es posible. No puede tener sentimientos."
Harry dudaba aquello.
El viejo Voldemort no podía.
Ese era mas un monstruo que un hombre, pero si sus pensamientos habían sido afectados por el hechizo, por que no entonces también sus sentimientos.
Tal vez Voldemort podía volver a tener sentimientos, como lo pudo antes, antes de que su corazón se volviera negro.
"Bonita teoría," dijo Thomas, "Pero a parte de los pensamientos hacia ti, nada a cambiado."
"Vuelves a leer mis pensamientos?", pregunto Harry sorprendido.
"Yo no los leí," replico Thomas, "Me llegan todos. Deberías aprender Oclumancia."
El corazón de Harry se detuvo ante esa palabra.
Oclumancia! Sirius! No se podía unir a Voldemort.
Demasiados habían muerto para evitar aquello.
"De nuevo empezamos," suspiro Thomas, "Tus padres están muertos, así que resignate ante eso y en lo que se refiere a tu padrino...juntos podríamos traerlo de vuelta."
Harry rió fríamente.
"Así como me lo prometiste en primero con mis padres?", pregunto fríamente.
"No," respondió Thomas, "Tus padres están muertos! Tu padrino cayo tras el velo. Solo un hechizo poderoso puede sacar a alguien de allí. Yo no puedo hacerlo. Dumbledore tampoco y tu tampoco. Pero juntos podríamos sacar de detrás del velo a quien queramos."
"Mientes," dijo Harry, pero una pequeña parte en él, creía en las palabras de Voldemort.
Él mismo habia oído las voces.
Tenia que ser posible, el sacar a alguien de allí.
Pero no quería estar en el lado de alguien, que habia sido el responsable de eso.
"Bellatrix se batió en duelo con él," dijo Thomas algo ofendido, "Yo llegue mucho después. No tengo que ver con eso."
"Pero ella pertenece a los tuyos," replico Harry.
La sonrisa de Thomas se amplio y alzo las cejas.
Antes de que Harry supiera lo que hacia, Bellatrix apareció en el local y se arrodillo frente a Thomas.
"Me ha llamado?", pregunto ella.
"Mira Harry," llamo Thomas, "Ella es mi servidora mas fiel, pero si no te agrada..."
No termino la frase, sino que miro abajo, a la figura arrodillada, quien se tomo el brazo con pánico.
La capota de deslizo y Harry pudo ver el rostro suplicante de Bellatrix.
"Mi Lord...no por favor...Lord...haré todo," su brazo izquierdo empezó a arder en llamas y ella se quemo con mucho dolor.
Harry quería mirar a otra parte, no quería verlo, pero una parte suya lo disfrutaba. Disfrutaba su dolor, su sufrimiento, su miedo y cuando su cuerpo quemado cayo sin vida al suelo, su corazón se lleno de satisfacción.
"Y eso no es todo," dijo Thomas y se dirigió a Harry.
Camino sobre el cuerpo quemado y tomo a Harry del brazo.
Se vieron nuevamente a los ojos y Thomas prosiguió: "Oí, que no te llevas muy bien con el hijo de Lucius. Él ha cumplido su primera misión y se convertiría en un excelente Mortifago...Pero si tu quieres, le ordenare a Lucius que lo mate personalmente."
"No," susurro Harry, "No puedes."
"Por que no?", pregunto Thomas sonriente, mientras que la puerta del cuarto de al lado se abría y Malfoy llagaba con ellos.
"Ha llamado," Malfoy se arrodillo y parecía no estar sorprendido por el cuerpo quemado.
Él arrugo la nariz debido al olor.
"No quieres ver sufrir a su hijo?", pregunto Thomas e ignoro a Malfoy por completo.
Ya que Malfoy habia bajado su capota, Harry pudo ver por un momento pánico en los ojos del rubio.
"Lucius mataría con gusto a Drugo por ti, verdad?", Thomas se giro hacia Malfoy, sin quitar sus manos de Harry.
"Draco," corrigió Malfoy automáticamente, pero luego de una mirada en los ojos de Thomas, agrego rápidamente: "Pero Drugo suena mucho mejor. Desde ahora de llamara Drugo. Se lo haré saber de inmediato."
"Calla," siseo Thomas y Malfoy se agarro el brazo como Bellatrix.
"Matarías a tu hijo, si te lo pidiera," pregunto Thomas, mientras acariciaba increíblemente suave la mano de Harry con sus dedos.
"No," intervino Harry, "No puedes pedirle a nadie, que mate a su propio hijo."
"Por que no?", pregunto Thomas confundido, "Eso demuestra su lealtad hacia mi."
"Eso no demuestra nada," siseo Harry, "Malfoy, vayase...y por todos los dioses no cambie el nombre de Draco por Drugo. Eso suena terrible."
Malfoy observo a Thomas y cuando este asintió, desapareció.
"Esa fue decisión numero dos," Thomas sostuvo dos dedos en el aire y sonrió maliciosamente, "Poco a poco te va gustando, no es verdad?"
"No me uniré a tu lado," dijo Harry seriamente y quiso abandonar el local, pero Thomas lo jalo hacia él y lo beso apasionadamente.
Las snitches en el estómago de Harry empezaron a bailar.
El beso termino tan abruptamente como habia empezado.
"Vete si quieres," siseo Thomas, "Pero lo veo en tus ojos. Te has enamorado de mi. Igual que tanto te lo niegues, se quedara así. Tu primera vez fue con el asesino de tus padres."
Aquellas palabras encontraron a Harry como fuertes bofetadas.
"Piensalo, Harry," susurro Thomas y acaricio suavemente la mejilla de Harry.
"Mi decisión ya esta tomada," susurro Harry.
"Entonces piensalo otra vez," pidió Thomas, "No tienes que responder de inmediato. Se puede de otra manera...Tienen una reunión de la Orden hoy!"
Los ojos de Harry se abrieron aterrados.
Como sabia él eso?
Lo habia leído en los pensamientos de Harry?
"No, no lo hice," lo calmo Thomas, "Dumbledore tiene su espía en mis filas...yo tengo uno en las suyas. Es justo, o no?"
Así que Voldemort sabia de Snape; le sorprendía un poco, que este aun viviera.
"Lo siguiente, Harry," prosiguió Thomas, "Pasare la noche aquí. Dumbledore te preguntara, si sabes algo de mi. Cuentale sobre donde me encuentro y sabré, que tu respuesta en un no...Si callas..." Thomas le dio un beso en la frente, "...cada Slytherin en Hogwarts seguirá tus ordenes."
Thomas tomo el grifo de la puerta y lo giro.
"Piensalo," susurro Thomas, lo beso nuevamente y abrió la puerta para Harry.
"Mi respuesta no va a cambiar," dijo Harry fríamente, antes de salir al clima otoñal.
Lo ultimo que vio de Thomas, fue su risa cuando cerro la puerta tras Harry.
Harry camino un poco por el pequeño pueblo mágico; le parecía mas amable.
No podía creer que Voldemort quisiera hacerlo su compañero.
"Jamás," se decidió Harry, cuando vio venir a Hermione y Ron de Honeydukes.
Jamás haría algo, que pusieran en peligro a sus amigos.
Dudaba en las palabras de Voldemort, que lo iba a perdonar.
Él los mataría si se oponían a él.
Voldemort no se dejaría matar por Harry.
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Grimmauld Place parecía mas oscuro y misterioso que en la primera visita de Harry.
Las cortinas del retrato de Mrs. Black se habían quemado tras un accidente y ahora esta gritaba sin parar.
La Orden evitaba el recibidor, por eso la mayoría viajaba con la Red Flu.
Incluso Harry habia utilizado la chimenea de McGonagall, aun cuando habia sido difícil llegar a su oficina.
Draco Malfoy y sus guardaespaldas Crabbe y Goyle lo habían seguido desde su regreso de Hogsmeade.
Tal vez debió haber dejado que el Slytherin fuera asesinado por su padre.
Dudaba, que Lucius Malfoy se opusiera a una orden directa de Voldemort.
Harry trato de sacar esos pensamientos de su cabeza.
No podía pensar, en matar a alguien.
Con eso no seria mejor que Voldemort.
Su miraba camino por los presentes y se pregunto, quien seria el espía de Voldemort.
Snape estaba descalificado, pues no podía imaginarse, que trabajara como espía doble.
Tampoco creía que fuera Mundungus, este tenia sus defectos, pero no era malo.
Ya estaba rindiendose, cuando de repente vio, como Bill Weasley formaba silenciosamente la palabra "Decidete" con sus labios.
Los ojos de Harry se abrieron aterrados.
Bill estaba de lado de Voldemort, aunque este habia matado a sus padres?
"Empecemos," hablo Dumbledore y saco a Harry de sus pensamientos.
Se sentaron alrededor de la gran mesa, que estaba llena de mapas y pergaminos.
"Severus," dijo Dumbledore, "Sabes, que meta tenia el hechizo de Voldemort?"
"No," respondió Snape, "Voldemort no me llama desde hace meses!"
El corazón de Harry palpito rápidamente; Dumbledore no sabia nada del rejuvenecimiento de Voldemort?
Debía decir algo?
Debía entregar a Voldemort?
Quería decirselo a Dumbledore, cuando recordó los suaves labios en los suyos.
Casi distraído toco sus labios y gimió.
Para su suerte nadie lo noto, pues todos se preguntaban, si Voldemort sabia sobre el trabajo de espía de Snape y esa la razón era, por la cual no lo llamaba.
"Harry," Dumbledore le hablo directamente, "Sabes algo sobre Voldemort?"
Los ojos de Dumbledore brillaron significativamente, mientras esperaba a la respuesta de Harry.
Allí estaba.
Decisión numero tres, que podría cambiar toda su vida.
Antes de que pudiera entender sus confusos sentimientos, se oyó a si mismo responder: "No, Sir. No se nada."
Los ojos de Dumbledore tomaron una expresión triste y el nuevo destino de Harry Potter tomo su rumbo.
Fin
Bueno, eso fue todo! Que tal les parecio.
Quiero dar gracias a quienes siguieron esta historia.
Es posible que exista una continuacion, sin embargo no es nada seguro. Habra que esperar a ver que decide la autora.
Lilith...
