Un final para todo
Por usagi-hk
*******
-Venga Dragón que soy real, suéltame ya- le dijo Severus, separando a Draco despacio. -Lo siento, hace tanto que no te veo. ¡Llegué a pensar que ya no volvería a verte¡ -Aquí estoy ¿No? -Si -Pues eso es lo que importa, digo yo- sonrió Harry -Por una vez dices algo sensato- le espetó Snape. -¡Oh, gracias¡ -Bueno por favor no empecéis que acabas de llegar Sev.- los otros dos hombres se miraron "cómplices", aunque ni ellos mismos se lo creían... aunque ahora luchaban por una causa común... bueno realmente siempre lo habían echo, pero esa no era la cuestión -Espero que no os haya importado demasiado esperar... pero es que he encontrado un sustituto para Longbottom. Cualquiera diría que es su hijo... hoy por fin ha conseguido volarle el techo a la clase... tres meses le ha llevado... pero al final lo consiguió. Doy gracias a que tengo reflejos y pude levitar los trozos de techo sino... a saber... -Vaya... si que debe ser torpe ese chico- comentó Draco- ¿Y podrán reparar el techo del aula? Es una lástima que se quede inutilizada- Harry los miró incrédulos... bien vale que aquel chaval era un poco torpe... y que lo de volar los techos de las clases no es muy... "seguro". Pero de ahí a que sea una pena que el aula de pociones, la más fría y lúgubre de todo el colegio se inutilice y la cambien a un lugar a un poco más soleado... no si estaba claro que esos dos eran raritos, raritos... -Si los elfos domésticos están en ello... Me temo Potter que este año tu casa va a perder muchos puntos... -No diga que le da pena cuando se que esta más que contento por ello. Seguro que Slytherin va a la cabeza. -Diez puntos para el ex alumno. -¡Oh, vaya gracias¡ -Debe ser la primera vez que le das puntos... -Debe ser... tengo que descansar más, la falta de sueño me afecta a la cabeza. -¡Mmm no se vosotros pero yo me muero de hambre¡ -Tu siempre te mueres de hambre, pozo sin fondo- dijo Draco mientras iba a la cocina- ¿Estas seguro que no tienes la solitaria? -No se... para mi que anda acompañada. Nunca he comido tanto, ¡Lo juro¡ -Quien lo diría, Sev vete sentándote, enseguida esta todo listo. -Que sepas que cocinó Draco... pero yo ayudé que conste. -No se porqué dices que no sabes cocinar. No lo haces mal -Tú lo haces mejor. Además- añadió sonriendo malévolamente- es mucho más cómodo. -Vaya Potter, no pensé que tendrías esto tan ordenado. -¡Todo culpa de Draco¡ Hasta ayer todo estaba tal y como podrías imaginártelo... pero es que después de tanto limpiar en casa de mis tíos se me quitaron las ganas de por vida. -De todos modos no estaría mal que limpiaras de vez en cuando o criarás cucarachas en los rincones. -Bueno, la compañía de vez en cuando no esta mal ¿No cree profesor? -No se que decirte Potter... depende de la compañía. -Ya, también- rió- ¿Va esto aquí Draco? -Si ¡¡Pero no te lo comas¡¡ ¡Es imposible cocinar contigo si te lo comes todo por el camino¡ -Yo que quieres que le haga. No prepares cosas tan ricas. -No tienes remedio, enserio...
Severus los miraba con una sonrisa en sus ojos oscuros. Había dudado si Potter, el insufrible Potter, podría cuidar a su ahijado. No es que Draco necesitara que alguien detrás suyo... pero estaba pasándolo mal y necesitaba mucho apoyo aunque no lo pidiera. Parecía que el otro chico se había dado cuenta. No recordaba que el moreno hiciera tantas tonterías en el colegio... estaba seguro de que no las hacia; ¿Sería quizás por animar al rubio? Quizás. Había visto a Draco bastante mejor de lo que se había imaginado tras oír la historia que Harry les había contado a el y al director. Estaba seguro de que mucho tenía que ver Potter y aunque no fuera más que mental e inconscientemente no podía más que agradecérselo. Su dragón, había perdido parte de su arrogancia, a pesar de que aun le quedaba ese aire aristocrático y elegante que caracterizaba a los Malfoy toda su fachada exterior estaba echada por los suelos. Y tampoco podía decir que nos e alegrara por aquello. No era justo que Draco pagara por los errores de su padre y el mismo. El podía vivir siendo como gustara ahora que había paz y sus pasos no estaban marcados por las prisas. Pero a pesar de ese cambio que había visto positivo... la mirada triste y tormentosa que dirigían esos ojos grises. Aunque no era de extrañar. El rubio había sido traicionado por lo que más adoraba en este mundo; su padre. Lucius nunca se había comportado como lo que comúnmente uno conoce en el término de buen padre. Era un hombre de ideas extrañas y moralidad extravagante; pero eso no quitaba que quisiera a su hijo; o eso pensaba el que lo conocía o creía hacerlo. Podría decirse que tenía una obsesión con los rubios de apellido Malfoy y estos con el. Había sido amante del padre durante muchos, muchos años; más de los que podía recordar y lo amaba con locura a pesar de hacer también mucho tiempo que no se veían ya. Y sabía que ese sentimiento era completamente correspondido a pesar de que ahora ya no pudiera ser demostrado. Y sabía; la clase de padre que era Lucius... se comportaba en cierto modo como lo hacía con todo el mundo... sus alocadas ideas imprevisibles y sus creencias y formas de hacer inquebrantables. No era cariñoso, sus sentimientos pocas veces salían a relucir y cuando lo hacían pocos podían verlos, estaba orgulloso de poder decir que el lo había echo sonreír de felicidad y que Draco también, pues según el eran lo único que realmente si valía la pena en este mundo; muy hipócrita ahora de su parte. Y quizás por no conocer otra cosa, o simplemente porque si, su hijo lo amaba y lo adoraba hasta idolatrarlo como si se tratara de un antiguo dios griego. A pesar de que los castigos que Lucius imponía a vástago, las maldiciones que sin ninguna contemplación aplicaba sobre el... algunas que habrían echo a más de uno manchar su ropa blanca con solo oírlas nombrar. Era plenamente consciente de que lo quería con todo su corazón; tanto como ambos babearan como idiotas por el pequeño rubio. El porqué había echo lo que hizo era tan desconocido para Severus como las causas de los impredecibles cambios de humor Malfoy que sobrellevaban a padre e hijo.
Mirando a esos dos... se veían bien juntos... la verdad es que Potter no era tan... ¡Por Merlín¡ ¡Qué estaba pensando¡ ¡Su Draco y Potter juntos¡ Aunque no iba a admitirlo se tenía que estar haciendo viejo.
Y mientras la mente de Snape vagaba por sus pensamientos, los dos chicos habían llevado la comida a la mesa.
-Espero que te guste -Estoy seguro de que si lo has preparado tu estará delicioso -Yo también lo estoy- apoyó Harry. -Me estáis asustando... primero el te da puntos... y ahora tu estas de acuerdo en algo con el¡ ¿Os estáis volviendo locos? ¿Estas seguro de que no te dio ningún trozo de techo? -Yo estoy perfectamente ¿Y tu Potter? -Bien también. Vosotros no se pero yo ya no me resisto más a lo que hay en el plato.
La velada había sido mucho más agradable de lo que ninguno de los tres podía haberse esperado, parecía como si entre Severus y Harry hubieran echo una especie de pacto a favor del rubio. Ahora Harry miraba al dormido Draco en la cama contigua a la suya; había decidido que si el rubio iba a dormir en su casa para la comodidad de este sería mejor dormir en camas separadas y por lo mismo había conjurado dos camas a partir de la suya. Tenía una ventaja, penso Harry apenado intentando consolarse, de ese modo podía observar a Draco mucho mejor. ¿Sabía el otro chico lo que le hacia a la gente el tenerlo cerca? Mismo parecía que un ángel se hubiera cansado de las alturas y hubiera bajado a juguetear un poco entre los mortales. Bueno si lo sabía y de sobra al fin y al cabo había estado explotándola toda su existencia. Pero ahora que no lo hacia se veía mucho mejor, más inocente y cándido de lo que aparentaba normalmente, craso error creérselo desde luego, pues así como ángel pertenecía a los exiliados. Al fin y al cabo era un perfecto Slytherin, una serpiente, la serpiente había sido condenada en la creación del mundo ¿No? Y con eso en la cabeza, se fue quedando dormido, admirando al dragón dormido, anhelando el calor del cuerpo Draco, imaginando los gemidos de su boca rebotando en las paredes de esa misma habitación y como el era la causa de esos gemidos lujuriosos.
Más rápido de lo que se habían esperado había llegado el lunes. Ese día el rubio comenzaba su trabajo en la panadería y por la mañana al levantarse estaba atacado de los nervios. Harry se reía de el mientras desayunaban, ese día el, Dumbledore y Snape tenían entrevista en el ministerio, las cosas iban bastante más rápido de lo que se habían imaginado, gracias al cielo. El amable panadero había recibido a Draco con los brazos abiertos, durante la semana anterior el chico había estado bajando a comprar el pan y pudo conocer un poco más al afable hombre que sería su jefe. El hombre estaba muy contento por tenerlo ahí, decía que con un chico joven tan guapo como tendría más clientela, sobre todo chicas jóvenes que se pasarían por la panadería simplemente para verlo a el. Por esa razón trabajaba como dependiente. Harry le había dado unas pequeñas clases prácticas durante el fin de semana sobre el dinero muggle que le habían venido de perlas. La verdad es que el panadero no se había equivocado en absoluto, esa misma tarde habían agotado toda la horneada de las cinco en un santiamén en cuanto las chicas del barrio supieron que un rubio líndisimo había comenzado a trabajar en la panadería. Cuando Draco le contó lo sucedido a Harry por la noche este no dejo de bromear sobre el asunto, aunque por dentro se sintiera bastante celoso.
-Por lo que me cuentas parece que las chicas del vecindario van a comenzar a aumentar de peso.- rió el moreno- No van a ganar para ir a comprar bollos. -A mi no me hace gracia. Me siento acosado. -Ni que eso te importara demasiado a ti. -No lo hace. Pero aun así... -Nada. Te gusta ser el foco de las miradas de las chicas así que no te quejes. -Bueno- suspiró en derrota el rubio- supongo entonces que tendré que arreglarme bastante para bajar a trabajar ¿No? -No estaría mal. Aunque poco te hace falta arreglarte, te ves muy bien tal y como estas. No se puede negar de que eres muy atractivo -¿Eh?- Harry se dio cuenta de lo que había dicho. Sinceramente le había salido del corazón. -¿Qué pasa no se te puede echar un piropo o qué? -Si. Pero escucharlo de ti, merece ser marcado con reseña.- "no te creas te los diría a cada minuto" pensó el otro chico. -Con reseña tendría que marcarlo si fuera de tu parte. -¿Insinúas que no sé echar piropos? -No va con tu estilo -Hay miles de clases de piropos. Quizás sean demasiados sutiles para ti.- le dijo de manera afilada con los ojos entrecerrados. El Slytherin creciendo en el. -Ya veo. ¿Es un reto? -No, no tengo que competir contigo en algo que ganaría de todas vistas. Además es de poca cortesía ir piropeando a todas las chicas que te encuentras por el camino. Si se dieran cuenta les sentaría muy mal. -Ya, ya. Cobarde. -No es cobardía. Me llega con tener a medio barrio en la panadería como para que me persigan cada vez que bajo a la calle por decirles cosas bonitas- a Harry le dio un ataque de risa al imaginarse a Draco perseguido por una horda de chicas desbocadas chillando tras el. Luego se imaginó que el lo rescataba de esa panda de locas maníacas. Se sintió muy bien. Pero como no se controlara un poco si seguía así haría algo un día de estos que incomodaría al rubio y no iba a permitir que eso sucediera aunque tuviera que vivir el resto de sus días a duchas frías. -¿Y a ti que te pasa? -Nada, nada solo estaba imaginado una cosa. -Pues deja de reírte solo. ¡Das miedo¡ -¿Asustado, dragoncito?- se mofó Harry girándose en el sofá para mirar de frente al rubio. -¿Yo? ¿De ti? -Si de mi... -¡Nunca¡ -¿A no? -Eh... NO. Y ni se te ocurra acercarte más. No voy a dejar que me hagas cosquillas.- le dijo al ver al otro con todas las intenciones de aquello. -¿Y por qué no? -¡Me niego¡ -Oh... vaya... en fin... lo haré porque cocinas bien.- Draco lo miró con desconfianza- lo juro- Harry puso las manos en alto- ¿Te apetece ver una película? Antes de venir a casa me pase por el video-club y alquilé una. -No se... estoy muy cansado. Tenía pensado irme a dormir. -Anda... quédate- suplicó Harry con cara de perrito apaleado- aunque sea durmiendo. Pero no me apetece verla solo. Si quieres puedes tumbarte en el sofá. A mi no me molesta. -¿Y tu donde te pones? -En el sofá por supuesto. -Conmigo tumbado no cabemos los dos. -Contigo sobre mis piernas si. Anda no le des más vueltas. Además estoy seguro de que te va a gustar la película. -¡Oh esta bien¡ Sólo espero poderme levantar mañana a tiempo. No queda muy bien eso de llegar tarde el segundo día. -Bueno tienes suerte de que al trabajar vendiendo no tienes que bajar a ayudar en el horno temprano.- comentó Harry mientras encendía el video. -Si es cierto -Anda ven que ya empieza.- el moreno se sentó tranquilamente, mientras cogía de la mano a Draco y este aunque no muy seguro se tumbaba en el sofa con la cabeza sobre las piernas de Harry.- ¿Estas cómodo? -Si bastante ¿De que va la peli? -De un robo. -Aja...
Al poco rato de empezar la película Draco se había quedado dormido. Estaba realmente agotado. Pero a Harry no le importó. Se sentía en el cielo con la cabeza del rubio descansando en sus rodillas y el sedoso pelo al alcance de sus dedos. Y parecía que al chico no le molestaba demasiado que jugara con su pelo distraídamente mientras la película seguía en la pantalla.
Continuará...
Buenas... (se oye en un susurró, usagi escondida, sólo se ven sus largas orejitas negras y un rabito blanco)... siento el retraso... yo... esto... yo... ¡lo siento¡ Snif, snif debería tener esto publicado hace ya bastante, pero parezco gafe últimamente; cuando ya tenía la mitad del capítulo escrito voy y por cazurra lo borro sin querer... y buaaaaa lo tuve que volver a escribir desde el principio. Y luego esta que me puse con otra amiga a escribir un fic yaoi de Naruto... si alguna conoce Naruto que vaya a leerlo cuando lo publiquemos ^_^ vamos por el primer capítulo... llevamos escritas 30 hojas jujuju lo que hace el trabajo en equipo que no?. Y luego resultó que tuve la semana de exámenes y en dos semanas ya no pude escribir nada porque tenía que estudiar. Uff y ahora estoy escribiendo porque como ya dije soy una gafe sin remedio... llevo una semana que da gusto... el lunes no pude ir al colegio porque estaba enferma, martes perdí mis gafas de camino al colegio... y el miércoles me esguincé un tobillo... (hacia ya dos años que no tenía uno y yo era feliz y ahora... es que soy muy propensa a torcerme los tobillos debo de llevar una increíble cuenta de 20 o así desde que tengo ocho años... en los dos pies no creáis y ahora que parecía que ya eran de goma elástica que cada vez que los torcía daba dos pasos y como si nada... pero es que esta vez sonó como que crack ains...) Después a todo eso sumadle un poco de vagancia y de que no se me ocurrían cosas para aquí porque tengo narutitis. En fin , paso a contestar vuestros reviews.
Besos usagi-hk Sacerdotisa de la Orden Draco Dormiens Miembro de la Orden Severusiana.
Por usagi-hk
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-Venga Dragón que soy real, suéltame ya- le dijo Severus, separando a Draco despacio. -Lo siento, hace tanto que no te veo. ¡Llegué a pensar que ya no volvería a verte¡ -Aquí estoy ¿No? -Si -Pues eso es lo que importa, digo yo- sonrió Harry -Por una vez dices algo sensato- le espetó Snape. -¡Oh, gracias¡ -Bueno por favor no empecéis que acabas de llegar Sev.- los otros dos hombres se miraron "cómplices", aunque ni ellos mismos se lo creían... aunque ahora luchaban por una causa común... bueno realmente siempre lo habían echo, pero esa no era la cuestión -Espero que no os haya importado demasiado esperar... pero es que he encontrado un sustituto para Longbottom. Cualquiera diría que es su hijo... hoy por fin ha conseguido volarle el techo a la clase... tres meses le ha llevado... pero al final lo consiguió. Doy gracias a que tengo reflejos y pude levitar los trozos de techo sino... a saber... -Vaya... si que debe ser torpe ese chico- comentó Draco- ¿Y podrán reparar el techo del aula? Es una lástima que se quede inutilizada- Harry los miró incrédulos... bien vale que aquel chaval era un poco torpe... y que lo de volar los techos de las clases no es muy... "seguro". Pero de ahí a que sea una pena que el aula de pociones, la más fría y lúgubre de todo el colegio se inutilice y la cambien a un lugar a un poco más soleado... no si estaba claro que esos dos eran raritos, raritos... -Si los elfos domésticos están en ello... Me temo Potter que este año tu casa va a perder muchos puntos... -No diga que le da pena cuando se que esta más que contento por ello. Seguro que Slytherin va a la cabeza. -Diez puntos para el ex alumno. -¡Oh, vaya gracias¡ -Debe ser la primera vez que le das puntos... -Debe ser... tengo que descansar más, la falta de sueño me afecta a la cabeza. -¡Mmm no se vosotros pero yo me muero de hambre¡ -Tu siempre te mueres de hambre, pozo sin fondo- dijo Draco mientras iba a la cocina- ¿Estas seguro que no tienes la solitaria? -No se... para mi que anda acompañada. Nunca he comido tanto, ¡Lo juro¡ -Quien lo diría, Sev vete sentándote, enseguida esta todo listo. -Que sepas que cocinó Draco... pero yo ayudé que conste. -No se porqué dices que no sabes cocinar. No lo haces mal -Tú lo haces mejor. Además- añadió sonriendo malévolamente- es mucho más cómodo. -Vaya Potter, no pensé que tendrías esto tan ordenado. -¡Todo culpa de Draco¡ Hasta ayer todo estaba tal y como podrías imaginártelo... pero es que después de tanto limpiar en casa de mis tíos se me quitaron las ganas de por vida. -De todos modos no estaría mal que limpiaras de vez en cuando o criarás cucarachas en los rincones. -Bueno, la compañía de vez en cuando no esta mal ¿No cree profesor? -No se que decirte Potter... depende de la compañía. -Ya, también- rió- ¿Va esto aquí Draco? -Si ¡¡Pero no te lo comas¡¡ ¡Es imposible cocinar contigo si te lo comes todo por el camino¡ -Yo que quieres que le haga. No prepares cosas tan ricas. -No tienes remedio, enserio...
Severus los miraba con una sonrisa en sus ojos oscuros. Había dudado si Potter, el insufrible Potter, podría cuidar a su ahijado. No es que Draco necesitara que alguien detrás suyo... pero estaba pasándolo mal y necesitaba mucho apoyo aunque no lo pidiera. Parecía que el otro chico se había dado cuenta. No recordaba que el moreno hiciera tantas tonterías en el colegio... estaba seguro de que no las hacia; ¿Sería quizás por animar al rubio? Quizás. Había visto a Draco bastante mejor de lo que se había imaginado tras oír la historia que Harry les había contado a el y al director. Estaba seguro de que mucho tenía que ver Potter y aunque no fuera más que mental e inconscientemente no podía más que agradecérselo. Su dragón, había perdido parte de su arrogancia, a pesar de que aun le quedaba ese aire aristocrático y elegante que caracterizaba a los Malfoy toda su fachada exterior estaba echada por los suelos. Y tampoco podía decir que nos e alegrara por aquello. No era justo que Draco pagara por los errores de su padre y el mismo. El podía vivir siendo como gustara ahora que había paz y sus pasos no estaban marcados por las prisas. Pero a pesar de ese cambio que había visto positivo... la mirada triste y tormentosa que dirigían esos ojos grises. Aunque no era de extrañar. El rubio había sido traicionado por lo que más adoraba en este mundo; su padre. Lucius nunca se había comportado como lo que comúnmente uno conoce en el término de buen padre. Era un hombre de ideas extrañas y moralidad extravagante; pero eso no quitaba que quisiera a su hijo; o eso pensaba el que lo conocía o creía hacerlo. Podría decirse que tenía una obsesión con los rubios de apellido Malfoy y estos con el. Había sido amante del padre durante muchos, muchos años; más de los que podía recordar y lo amaba con locura a pesar de hacer también mucho tiempo que no se veían ya. Y sabía que ese sentimiento era completamente correspondido a pesar de que ahora ya no pudiera ser demostrado. Y sabía; la clase de padre que era Lucius... se comportaba en cierto modo como lo hacía con todo el mundo... sus alocadas ideas imprevisibles y sus creencias y formas de hacer inquebrantables. No era cariñoso, sus sentimientos pocas veces salían a relucir y cuando lo hacían pocos podían verlos, estaba orgulloso de poder decir que el lo había echo sonreír de felicidad y que Draco también, pues según el eran lo único que realmente si valía la pena en este mundo; muy hipócrita ahora de su parte. Y quizás por no conocer otra cosa, o simplemente porque si, su hijo lo amaba y lo adoraba hasta idolatrarlo como si se tratara de un antiguo dios griego. A pesar de que los castigos que Lucius imponía a vástago, las maldiciones que sin ninguna contemplación aplicaba sobre el... algunas que habrían echo a más de uno manchar su ropa blanca con solo oírlas nombrar. Era plenamente consciente de que lo quería con todo su corazón; tanto como ambos babearan como idiotas por el pequeño rubio. El porqué había echo lo que hizo era tan desconocido para Severus como las causas de los impredecibles cambios de humor Malfoy que sobrellevaban a padre e hijo.
Mirando a esos dos... se veían bien juntos... la verdad es que Potter no era tan... ¡Por Merlín¡ ¡Qué estaba pensando¡ ¡Su Draco y Potter juntos¡ Aunque no iba a admitirlo se tenía que estar haciendo viejo.
Y mientras la mente de Snape vagaba por sus pensamientos, los dos chicos habían llevado la comida a la mesa.
-Espero que te guste -Estoy seguro de que si lo has preparado tu estará delicioso -Yo también lo estoy- apoyó Harry. -Me estáis asustando... primero el te da puntos... y ahora tu estas de acuerdo en algo con el¡ ¿Os estáis volviendo locos? ¿Estas seguro de que no te dio ningún trozo de techo? -Yo estoy perfectamente ¿Y tu Potter? -Bien también. Vosotros no se pero yo ya no me resisto más a lo que hay en el plato.
La velada había sido mucho más agradable de lo que ninguno de los tres podía haberse esperado, parecía como si entre Severus y Harry hubieran echo una especie de pacto a favor del rubio. Ahora Harry miraba al dormido Draco en la cama contigua a la suya; había decidido que si el rubio iba a dormir en su casa para la comodidad de este sería mejor dormir en camas separadas y por lo mismo había conjurado dos camas a partir de la suya. Tenía una ventaja, penso Harry apenado intentando consolarse, de ese modo podía observar a Draco mucho mejor. ¿Sabía el otro chico lo que le hacia a la gente el tenerlo cerca? Mismo parecía que un ángel se hubiera cansado de las alturas y hubiera bajado a juguetear un poco entre los mortales. Bueno si lo sabía y de sobra al fin y al cabo había estado explotándola toda su existencia. Pero ahora que no lo hacia se veía mucho mejor, más inocente y cándido de lo que aparentaba normalmente, craso error creérselo desde luego, pues así como ángel pertenecía a los exiliados. Al fin y al cabo era un perfecto Slytherin, una serpiente, la serpiente había sido condenada en la creación del mundo ¿No? Y con eso en la cabeza, se fue quedando dormido, admirando al dragón dormido, anhelando el calor del cuerpo Draco, imaginando los gemidos de su boca rebotando en las paredes de esa misma habitación y como el era la causa de esos gemidos lujuriosos.
Más rápido de lo que se habían esperado había llegado el lunes. Ese día el rubio comenzaba su trabajo en la panadería y por la mañana al levantarse estaba atacado de los nervios. Harry se reía de el mientras desayunaban, ese día el, Dumbledore y Snape tenían entrevista en el ministerio, las cosas iban bastante más rápido de lo que se habían imaginado, gracias al cielo. El amable panadero había recibido a Draco con los brazos abiertos, durante la semana anterior el chico había estado bajando a comprar el pan y pudo conocer un poco más al afable hombre que sería su jefe. El hombre estaba muy contento por tenerlo ahí, decía que con un chico joven tan guapo como tendría más clientela, sobre todo chicas jóvenes que se pasarían por la panadería simplemente para verlo a el. Por esa razón trabajaba como dependiente. Harry le había dado unas pequeñas clases prácticas durante el fin de semana sobre el dinero muggle que le habían venido de perlas. La verdad es que el panadero no se había equivocado en absoluto, esa misma tarde habían agotado toda la horneada de las cinco en un santiamén en cuanto las chicas del barrio supieron que un rubio líndisimo había comenzado a trabajar en la panadería. Cuando Draco le contó lo sucedido a Harry por la noche este no dejo de bromear sobre el asunto, aunque por dentro se sintiera bastante celoso.
-Por lo que me cuentas parece que las chicas del vecindario van a comenzar a aumentar de peso.- rió el moreno- No van a ganar para ir a comprar bollos. -A mi no me hace gracia. Me siento acosado. -Ni que eso te importara demasiado a ti. -No lo hace. Pero aun así... -Nada. Te gusta ser el foco de las miradas de las chicas así que no te quejes. -Bueno- suspiró en derrota el rubio- supongo entonces que tendré que arreglarme bastante para bajar a trabajar ¿No? -No estaría mal. Aunque poco te hace falta arreglarte, te ves muy bien tal y como estas. No se puede negar de que eres muy atractivo -¿Eh?- Harry se dio cuenta de lo que había dicho. Sinceramente le había salido del corazón. -¿Qué pasa no se te puede echar un piropo o qué? -Si. Pero escucharlo de ti, merece ser marcado con reseña.- "no te creas te los diría a cada minuto" pensó el otro chico. -Con reseña tendría que marcarlo si fuera de tu parte. -¿Insinúas que no sé echar piropos? -No va con tu estilo -Hay miles de clases de piropos. Quizás sean demasiados sutiles para ti.- le dijo de manera afilada con los ojos entrecerrados. El Slytherin creciendo en el. -Ya veo. ¿Es un reto? -No, no tengo que competir contigo en algo que ganaría de todas vistas. Además es de poca cortesía ir piropeando a todas las chicas que te encuentras por el camino. Si se dieran cuenta les sentaría muy mal. -Ya, ya. Cobarde. -No es cobardía. Me llega con tener a medio barrio en la panadería como para que me persigan cada vez que bajo a la calle por decirles cosas bonitas- a Harry le dio un ataque de risa al imaginarse a Draco perseguido por una horda de chicas desbocadas chillando tras el. Luego se imaginó que el lo rescataba de esa panda de locas maníacas. Se sintió muy bien. Pero como no se controlara un poco si seguía así haría algo un día de estos que incomodaría al rubio y no iba a permitir que eso sucediera aunque tuviera que vivir el resto de sus días a duchas frías. -¿Y a ti que te pasa? -Nada, nada solo estaba imaginado una cosa. -Pues deja de reírte solo. ¡Das miedo¡ -¿Asustado, dragoncito?- se mofó Harry girándose en el sofá para mirar de frente al rubio. -¿Yo? ¿De ti? -Si de mi... -¡Nunca¡ -¿A no? -Eh... NO. Y ni se te ocurra acercarte más. No voy a dejar que me hagas cosquillas.- le dijo al ver al otro con todas las intenciones de aquello. -¿Y por qué no? -¡Me niego¡ -Oh... vaya... en fin... lo haré porque cocinas bien.- Draco lo miró con desconfianza- lo juro- Harry puso las manos en alto- ¿Te apetece ver una película? Antes de venir a casa me pase por el video-club y alquilé una. -No se... estoy muy cansado. Tenía pensado irme a dormir. -Anda... quédate- suplicó Harry con cara de perrito apaleado- aunque sea durmiendo. Pero no me apetece verla solo. Si quieres puedes tumbarte en el sofá. A mi no me molesta. -¿Y tu donde te pones? -En el sofá por supuesto. -Conmigo tumbado no cabemos los dos. -Contigo sobre mis piernas si. Anda no le des más vueltas. Además estoy seguro de que te va a gustar la película. -¡Oh esta bien¡ Sólo espero poderme levantar mañana a tiempo. No queda muy bien eso de llegar tarde el segundo día. -Bueno tienes suerte de que al trabajar vendiendo no tienes que bajar a ayudar en el horno temprano.- comentó Harry mientras encendía el video. -Si es cierto -Anda ven que ya empieza.- el moreno se sentó tranquilamente, mientras cogía de la mano a Draco y este aunque no muy seguro se tumbaba en el sofa con la cabeza sobre las piernas de Harry.- ¿Estas cómodo? -Si bastante ¿De que va la peli? -De un robo. -Aja...
Al poco rato de empezar la película Draco se había quedado dormido. Estaba realmente agotado. Pero a Harry no le importó. Se sentía en el cielo con la cabeza del rubio descansando en sus rodillas y el sedoso pelo al alcance de sus dedos. Y parecía que al chico no le molestaba demasiado que jugara con su pelo distraídamente mientras la película seguía en la pantalla.
Continuará...
Buenas... (se oye en un susurró, usagi escondida, sólo se ven sus largas orejitas negras y un rabito blanco)... siento el retraso... yo... esto... yo... ¡lo siento¡ Snif, snif debería tener esto publicado hace ya bastante, pero parezco gafe últimamente; cuando ya tenía la mitad del capítulo escrito voy y por cazurra lo borro sin querer... y buaaaaa lo tuve que volver a escribir desde el principio. Y luego esta que me puse con otra amiga a escribir un fic yaoi de Naruto... si alguna conoce Naruto que vaya a leerlo cuando lo publiquemos ^_^ vamos por el primer capítulo... llevamos escritas 30 hojas jujuju lo que hace el trabajo en equipo que no?. Y luego resultó que tuve la semana de exámenes y en dos semanas ya no pude escribir nada porque tenía que estudiar. Uff y ahora estoy escribiendo porque como ya dije soy una gafe sin remedio... llevo una semana que da gusto... el lunes no pude ir al colegio porque estaba enferma, martes perdí mis gafas de camino al colegio... y el miércoles me esguincé un tobillo... (hacia ya dos años que no tenía uno y yo era feliz y ahora... es que soy muy propensa a torcerme los tobillos debo de llevar una increíble cuenta de 20 o así desde que tengo ocho años... en los dos pies no creáis y ahora que parecía que ya eran de goma elástica que cada vez que los torcía daba dos pasos y como si nada... pero es que esta vez sonó como que crack ains...) Después a todo eso sumadle un poco de vagancia y de que no se me ocurrían cosas para aquí porque tengo narutitis. En fin , paso a contestar vuestros reviews.
Besos usagi-hk Sacerdotisa de la Orden Draco Dormiens Miembro de la Orden Severusiana.
