Vidas
Cruzadas
Disclaimer: Ninguno de los personajes son
nuestros, todos de Rowling, que se le va a hacer. Pero no ganamos
nada con esta historia y cuando terminemos se los devolveremos
igualitos, prometido.
Advertencia: Historia slash, es decir
chico/chico, si no les gusta el tema mejor no sigan leyendo. Este
capítulo contiene lemon al final, así que si no te
gusta, NO LO LEAS
Pareja: HP/DM
Bueno, esto es lo
segundo que escribimos juntas y la primera historia completa (lo otro
fue un capítulo de Contraluz). Este fic es un regalo muy
especial para Sailor Earth, con motivo de su cumpleaños,
¡¡¡feliz cumpleaños, amiga!!! Te deseamos lo
mejor del mundo y que te lo pases genial en este día. Besitos
mil, brujita. Ah, se nos olvidaba (aconsejamos a todo el que lea que
tapen sus oídos), ajam ajam.
Cumpleaños
feliz, cumpleaños feliz, te deseamos Irma, cumpleaños
feliz.
¡¡¡Muy Feliz Cumpleaños
De Parte De Estas Dos Locas!!!
Por cierto, la canción
que incluimos en este capítulo es una de las favoritas de
Sailor, su intérprete es Myriam Montemayor y su título
es "Hasta el límite", de ahí el título del
capítulo.
Capítulo 2
Hasta
el Límite
Si me miras fijamente
Y te
adentras en mi mente
Si aproximas tus latidos
A este loco
corazón.
La tarde del día de graduación
había llegado, los jóvenes de las cuatro casas se
estaban preparando para la gran noche que los esperaba. Todos ellos
se encontraban excitados y deseosos que pasaran las dos horas que
quedaban para que el baile comenzara, todos menos un Gryffindor, el
cual sólo tenía ganas de que acabara para poder huir de
todos y refugiarse en una pequeña casita al sur de Londres que
recientemente había adquirido, pensando en la cercanía
que ésta tenía con la academia de Aurores en la que iba
a estudiar, pues había descartado estudiar en la universidad
alemana que en un principio tenía pensado, sabiendo que si
viajaba allí los planes hechos junto a Severus y la
persistente soledad que ahogaba su alma, acabarían con él.
Deseaba morir, pero no de esa manera, y antes necesitaba hacer que su
amor estuviera orgulloso de él, debía cumplir su sueño
y ser Auror.
Harry intentó apartar sus pensamientos
durante esa noche, deseando sentirse cómodo la última
noche que pasaba en el único hogar que había tenido en
su vida. Terminó de acomodarse el alborotado cabello, aunque
últimamente la había crecido y casi no le hacía
falta tocarlo, pues le caía libremente en el rostro y la
frente. Apenas terminó de vestirse con la túnica de
gala y perfumarse, salió de la habitación rumbo al
Vestíbulo Principal donde se vería con sus amigos.
Al mismo tiempo, un joven rubio abandonaba las mazmorras
y se dirigía hacia el mismo lugar.
Si
entendieras lo que digo
Tradujeras mis suspiros
Te darías
cuenta
Que nada me importa sin tu amor
Mientras
subía por las escaleras que le dirigían hacia el
Vestíbulo Principal, Draco Malfoy iba pensando en los
acontecimientos del último año, su último año
en Hogwarts. Llevaba puesta un túnica de gala añil, la
cual se ajustaba perfectamente a su elegante silueta. Draco era
bastante alto y aunque delgado, estaba bien proporcionado. Sus ojos
entre azules y grises hacían un bello contraste con el color
de la túnica, mientras que su brillante pelo rubio le caía
de forma natural hasta hombros, perfectamente liso.
"Esos
ojos. Esos bellos ojos verdes se ven tan tristes desde que murió
Severus, con él murieron su ilusión y ganas de vivir.
He intentado todo para ayudarle, pues soy la única persona que
puede comprender el sufrimiento que le ha causado la pérdida
de Severus. No es que yo lo amara románticamente y por eso
comprenda su dolor, no, sino que él fue la persona que se
interesó verdaderamente por mí, incluso más que
mis propios padres o familiares. Él era mi padrino, era mi
verdadero padre, no de sangre, pero sí de corazón.
Para
todos a su alrededor era gruñón, sarcástico, y a
veces retorcido y despiadado, y aún así consiguió
que yo le amara como a un padre y que Harry...mi Harry en mis
sueños...se enamorara de él y le entregara su vida e
ilusiones.
Cuando Severus nos reunió a los
dos y nos explicó lo que cada uno de nosotros significaba para
él, no podía creer, pensaba que mi padrino no podía
caer más bajo. ¿Enamorarse de un Potter? ¿Y
encima del hijo de una sangre sucia? Era asqueroso para mí en
ese entonces. No puedo mentir diciendo que no me importó,
odiaba a Harry y me repugnaba que estuviera con Severus, y sin
embargo ahora, sólo puedo decir cosas bonitas de él. Mi
Gryffindor es guapo, inteligente y cariñoso, además del
mejor amigo que he tenido nunca y no puedo evitar preguntarme, ¿cómo
no me fijé en él antes? Ya lo sé, era demasiado
inmaduro y estúpido como para fijarme en alguien como él.
Mis tontos prejuicios, sumado a mi sangre limpia y a mi apellido,
además del excesivo control de mi padre, me hicieron
comportarme la mayoría de mi vida como un niño mimado y
consentido que tenía todo lo que quería sin siquiera
mover un dedo. Nunca creí que algo pudiese ser más
importante que cualquiera de mis creencias, y sin embargo, estaba
equivocado.
Antes, en nuestra época de
peleas e insultos, una cosa era reconocer que era guapo y otra muy
distinta que me gustara. Fue a raíz de su relación con
Severus que empecé a ver realmente quien era Harry Potter,
mientras ellos hacían planes para su futuro, yo me enamoré
del chico de oro.
Que a veces salgo a la calle
Y no
reconozco a nadie
Y me encuentro de pie
Sin poder entender
como fue que llegue
Ahora, la única
esperanza que me queda con él es su amistad, y me duele tanto
verle en este estado deprimido y decaído, que no me importaría
haber muerto yo simplemente para verlo feliz"
Sus
pensamientos se cortaron de repente cuando al subir el último
tramo de la escalera vislumbró al dueño de sus
pensamientos. Había que reconocer que físicamente tenía
muy buen aspecto. Harry no tenía una estatura demasiado
grande, pero era bastante proporcionado y su cuerpo era delgado pero
fibroso, en fin que sin llegar a deslumbrar era bastante atractivo.
Iba vestido con una elegante túnica gris metálico con
los puños verde esmeralda, un tono 'casi' idéntico
al de sus maravillosos ojos. En fin, estaba muy presentable,
salvo...salvo porque mientras en su cara no lo demostraba, sus ojos
decían que no era feliz y todo era una máscara. Pero
que estuviera presente en la fiesta y se hubiera arreglado para la
ocasión ya era un gran logro.
Cuando Draco llegó
a su altura, ambos se dirigieron al Gran Comedor, donde se
entregarían los diplomas y posteriormente se celebraría
la fiesta.
Hasta el límite del cielo yo
llegue
Hasta el límite el infierno lo toque
Hasta el
límite de todo lo que soy
Lo que pretendo y lo que
fue
El sol se estaba poniendo, dando a los allí
presentes una misteriosa belleza que sólo se podía
conseguir tan cerca del bosque prohibido; los profesores McGonagall y
Flitwick habían improvisado un escenario muy cerca del lago,
para que todos pudieran estar cómodos celebrando la entrega de
diplomas mientras que los elfos domésticos se encontraban
terminando de preparar el comedor para la posterior cena. Las filas
de bancos poco a poco eran ocupadas por los estudiantes de las cuatro
casas de la escuela, dejando las diez primeras para los graduados.
Una vez que todos estaban acomodados, Dumbledore, se preparó
para hacer su habitual discurso, aunque esta vez sería muy
diferente a los de los últimos años.
-Queridos
alumnos y profesores, aquí se termina otro año más
en Hogwarts, el peor año que la escuela ha tenido. Lo primero
quisiera recordar a las víctimas que cayeron en la última
batalla ocurrida hace cuatro meses. Cuarenta y dos alumnos que ahora
deberían estar aquí disfrutando de este día
memorable, murieron a manos de los Mortifagos, diecinueve de ellos
deberían recibir hoy su diploma, lo recibirán sus
padres en representación suya, aunque eso no es nada comparado
con lo que cada uno de ellos merecería recibir. Lo justo sería
que pudiesen vivir y nadie les hubiera arrancado la vida, pero
gracias a su sacrificio el mundo mágico está una vez
más a salvo, aunque al más alto coste. Gracias queridos
alumnos- Dumbledore suspiró audiblemente, mientras observaba
los rostros dolidos y desesperados de los jóvenes y los padres
alrededor suyo, deteniéndose en una intensa mirada verde
cargada de pena. Intentando coger fuerzas para seguir hablando de los
héroes de la guerra el director continuó-, también
quisiera mencionar y dar mis más sinceras gracias, al
profesorado caído en la batalla, gracias a esos siete
valientes las víctimas entre los primeros cursos se redujeron
considerablemente.
Quisiera recordar a la persona
que se sacrificó a si mismo por salvar al único que
podía acabar con el terror, al profesor Severus Snape. Severus
interceptó la maldición que iba dirigida al chico
que vivió, Harry Potter. Su sacrificio salvó la
vida de Harry, permitiéndole después de una cruenta
lucha entre ambos acabar con Voldemort para siempre. Gracias Severus,
te recordaremos siempre.- El director sabía perfectamente que
Severus no había salvado a Harry Potter "el chico que
vivió", él se sacrificó por salvar a Harry, el
que era su amor y su vida, dio su vida a cambio de la persona amada-.
Y por supuesto que también tengo miles de agradecimientos a
todos los Aurores y ciudadanos que cayeron en la batalla, al igual
que a los que ayudaron y salieron vivos o heridos. Y lo más
importante, agradecerles infinitamente a cada uno de ustedes el
esfuerzo y la constancia que pusieron en esta maldita guerra, y que
nunca dejaran de luchar, incluso mientras veían como sus
amados familiares, amigos y compañeros caían. Y las
últimas palabras que dedicaré esta noche van dirigidas
a nuestro salvador, a Harry Potter. Nuestro valiente amigo aún
a riesgo de su vida y después de sufrir grandes pérdidas
durante la batalla, luchó contra Lord Voldemort valientemente
y acabó con él, consiguiendo librarnos del terror
oscuro por segunda vez en su vida, gracias Harry, vivimos gracias a
ti.
Hasta el límite del cielo te busque
En
el viento y el silencio te encontré
Ah y no llegaste a
ver....lo mucho que te amé
Dumbledore
terminó con estas palabras su discurso, para después
proceder a entregar sus títulos de graduados a todos los
alumnos, que fueron pasando uno tras otro estrechándole la
mano al director y a sus profesores. Una vez terminada la ceremonia,
cada uno de ellos se dirigió al gran comedor, donde los
esperaba la cena y fiesta.
Los estudiantes se
agolpaban en las puertas del comedor, esperando la ansiada hora de
que el banquete diera comienzo. Habían decorado el techo del
mismo con cuatro grandes estándares de las casas de Hogwarts,
dejando en el medio el escudo de dicha escuela. Las mesas eran
redondas, con espacio para diez personas en cada una de ellas y
estaban cubiertas por un fino mantel en color blanco con el ribete en
un azul clarito, a juego con el tapizado de las sillas. Por fin
pudieron entrar y empezar a sentarse en el sitio elegido, ya fuera
acompañados de su pareja o amigos. Un menú muy variado
estaba servido ya en la mesa, recordando a los muchachos el banquete
que se ofreció para los campeones del torneo de los tres magos
hacía más de tres años, pero lo más
extraño para todos fue encontrar que en cada mesa de los
estudiantes graduados, había dos botellas de vino tinto.
Si decides enterarte
Si me dejas acercarme
Si
pudieras ser honesto
Con tu propio corazón
Harry
se había sentado con Draco, su mejor amigo desde hacia unos
meses; también estaba acompañado de las parejas Ron y
Hermione, Lavender y Neville, Susan y Terry, y Blaise y Pansy. La
cena transcurrió tranquila mientras hablaban de temas tan
triviales como qué harían cada uno de ellos a partir de
ese momento, Quidditch y el nuevo Ministro, así evitaban
hablar de la guerra, aunque en los pensamientos de los diez se
encontraban sus seres queridos y sus compañeros perdidos.
Casi ninguno de ellos tocaba el vino, el contenido de
alcohol de éste podía resultar muy poco agradable para
quien nunca lo había tomado, así que sólo gente
acostumbrada a su sabor lo probaba, como en el caso de Draco, Pansy o
Blaise, que tomaron una copa cada uno en el transcurso de la cena.
Pero ellos no eran los únicos, Harry bebía también
y no por que le gustara, sino porque quería ahogarse en esa
burbuja irrompible e inquebrantable en que nada te sucede ni te
afecta y en la que sólo te sumerge la consumición de
alcohol o drogas en general, quería olvidar por una noche.
Olvidarse del sufrimiento y las ganas de gritar en medio del salón
que quería morir. Sí, tal vez fuese el héroe, el
salvador de todos, el que había arriesgado su vida para librar
a los demás, pero también era el que perdió todo
en el transcurso del conflicto. Mientras los demás seguían
su vida y la disfrutaban, él había perdido la suya, la
que tenía nombre propio, Severus. Una copa y otra, y otra, y
Harry estaba sumergiéndose en un estado de embriaguez que
estaba cumpliendo su cometido, olvidar por esa noche, aunque eso
significase que al día siguiente tendría un terrible
dolor de cabeza y unas náuseas espantosas.
Si
entendieras lo que digo
Tradujeras mis suspiros
Te darías
cuenta
Que nada me importa sin tu amor
Después
de cenar comenzó el tan ansiado baile. Pese a que Harry no
quería bailar, primero se vio arrastrado a la pista por todos
los componentes de su mesa, para bailar al ritmo de las marchosas
canciones de las brujas de Macbeth, y después una de sus
baladas junto con una Hermione que mientras bailaban, le abrazó
con todo el cariño y protección que le podía
brindar en ese momento, y Harry agradeció el gesto con un
suave beso en la frente de la chica.
Una vez terminada
la canción el Gryffindor fue a las mesas de bebidas y mientras
se servía el ponche especialmente preparado para los dos
cursos superiores, dado que contenía un poco de Whisky de
fuego, unos ojos grises seguían cada uno de sus movimientos.
Harry llevaba un rato sentado en una de las sillas mientras bebía
y miraba con nostalgia hacia la zona de profesores, estaba tan bebido
y absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que su rubio
amigo se dirigía hacia él.
Antes de que
ni siquiera pudiese parpadear, un jalón le llevó
directamente a los brazos de su amigo, quien le estrechó
contra si mismo mientras le arrastraba hacia la pista de baile. No
era nuevo ver bailar a dos hombres juntos, en el mundo mágico
las relaciones homosexuales eran tan comunes como las heterosexuales,
y dado que Harry pasaba tanto tiempo con Draco, más de uno
creía que su relación iba más allá de una
amistad.
Que a veces salgo a la calle
Y no
reconozco a nadie
Y me encuentro de pie
Sin poder entender
como fue que llegue
Ambos se movían suavemente
por la pista de baile, los brazos de Harry estaban alrededor del
cuello de Draco y su cabeza apoyada en su hombro, mientras que los
brazos del rubio estaban posados en la cintura del Gryffindor. Sus
cuerpos se acoplaban perfectamente, mientras sus movimientos se
hacían más lentos y sutiles, estaban tan concentrados
en la música que ni cuenta se dieron que habían llegado
a los jardines. Draco estaba en el cielo, pues sabía que nunca
iba a tener a Harry tan cerca como en ese instante, aunque le dolía
que estuviera así con él sólo por el estado de
embriaguez en que se encontraba, se conformaba con oler la esencia
que emanaba del pelo Harry, el fresco aroma a hierbabuena estaba
excitando sus sentidos, algo por lo que Draco se sentía
tremendamente culpable. Pero no así Harry, que estaba tan
bebido qué no sabía lo que se hacía.
Comenzó
a dar pequeños besos en el cuello del Slytherin, cosa que
sobresalto a Draco, quien retrocedió unos momentos temiendo la
propia reacción de su cuerpo. Harry ignoró el retroceso
del rubio y siguió avanzando en un camino de besos suaves
hasta encontrarse con la boca de Draco, que fue besada suavemente por
el moreno. Draco al principio se negaba a participar, ¡pero era
Harry! Era el chico del que estaba enamorado quien estaba besándole,
aunque sabía perfectamente que en el fondo Harry no era
consciente de sus actos. El rubio intentó separarse, pero los
brazos de Harry le trajeron más para si mientras le acariciaba
la espalda suavemente, lo que consiguió un estremecimiento del
rubio y que todas las barreras que éste había creado
para resistirse al toque y los labios del moreno, cayeran una tras
otra.
Hasta el límite del cielo yo llegue
Hasta el límite el infierno lo toque
Hasta el límite
de todo lo que soy,
Lo que pretendo y lo que fue
-Ha...rry,
no sabes el tiem...po que llevo dese...ando sentir...tus labios.
Me...gustas tan...to, ojalá esto no ter...minara- Draco
jadeaba, mientras la boca de Harry devoraba a la suya. Sentía
que no estaba bien lo que estaba pasando entre los dos, pero estaba
demasiado enamorado del Gryffindor para perder quizás la única
oportunidad en su vida de estar así con él.
-Mmm,
te deseo, necesito tu calor- Harry besaba cada centímetro de
la cara y cuello de Draco, mientras sus impacientes manos recorrían
toda la piel que se ponía a su paso-. Vamos a otro sitio más
privado, ¿Dónde sugieres?- El moreno no tenía
mente para pensar, sólo tenía una fuerte excitación
y su mente no recordaba nada, sólo sentía la necesidad
con la que su cuerpo deseaba al chico que tenía
enfrente.
-Yo tengo un cuarto para mi solo, ¿te
gustaría ir allí?- preguntó Draco.
-Sí,
vamos- ambos se dirigieron a la habitación del rubio, deseando
más intimidad. Aunque sus amigos notaron cuando salieron
bailando al jardín, ni se enteraron cuando ambos se fueron
hacia las mazmorras.
Hasta el límite del
cielo te busque
En el viento y el silencio te encontré
Ah
y no pudiste ver
Cuando llegaron a la puerta de
entrada a las habitaciones de las serpientes, el retrato que lo
custodiaba les pidió la contraseña y Draco no tardo en
dársela. Una vez que entraron se dirigieron a la habitación
del rubio, que por prefecto de Slytherin y Premio Anual no compartía
con nadie.
Una vez que cruzaron el umbral, sin ninguna
ceremonia Harry se abalanzó contra Draco besándole con
fiereza, casi haciéndole daño. Draco le respondió
más tranquilo, consiguiendo que el moreno se tranquilizase y
parara un poco esa ansia de dominar que le estaba sorprendiendo. Las
manos de los chicos vagaron por sus cuerpos arrancando gemidos
ahogados y frases incoherentes. En un rápido movimiento, ambos
se deshicieron de sus túnicas, lanzándolas abandonadas
al suelo.
Gradualmente Harry iba acercándose a la
cama, haciendo que el rubio caminara de espaldas. De un suave
empujón, el Slytherin quedó tumbado sobre la cama con
un apasionado chico encima de él, que le besaba y mordía
en el cuello, dejándole marcas rojizas a causa de la presión
de sus labios y dientes. Bajando sus manos por el plano torso,
comenzó a desabrochar los botones de la camisa del rubio
juguetonamente, bromeándolo con un beso por cada botón
desabrochado, consiguiendo así que el chico se retorciera de
placer contra la cama. Una vez que la camisa estuvo completamente
abierta, Harry ayudó a Draco a incorporarse para quitársela
completamente.
Hasta el límite del cielo yo
llegue
Hasta el límite el infierno lo toque
Hasta el
límite de todo lo que soy,
Lo que pretendo y lo que fue
Con ágil movimiento, Draco cambio de
puesto, quedando encima de Harry. Empezó a desabrochar la
suya, mientras iba recorriendo con su lengua cada parte de piel
expuesta del torso del moreno, quien gemía audiblemente debido
a la gran excitación que le provocaba la suave y juguetona
lengua. Siguió bajando hasta llegar a la cinturilla del
pantalón, la cual abrió, al mismo tiempo que comenzó
a masajear la más que evidente despierta virilidad, lo cual
consiguió que Harry comenzara a mover sus caderas suplicante,
apurando a su compañero a continuar. Draco rió por la
reacción del otro mientras seguía jugueteando, pero
esta vez bajando sus pantalones mientras sus manos acariciaban cada
centímetro de piel expuesta, hasta que se deshizo de ellos
lanzándolos al suelo.
Harto del juego de Draco,
Harry tomó el control, volviendo a quedar arriba. Abrió
la cremallera del pantalón del otro y rápidamente, sin
ninguna ceremonia, los bajó, y comenzó a besar la
evidente excitación que se vislumbraba a través de los
boxer del rubio y empezó a mover los dedos sobre ésta,
consiguiendo que se endureciera rápidamente bajo su tacto.
Lentamente se deshizo de los boxer, para después tomar su pene
y plantar pequeños besos en la punta, mientras sus dedos
jugaban con sus testículos. Decidió probar una nueva
caricia, así que colocándose sobre las piernas del
rubio comenzó a lamer su erección, siguiendo las
palpitantes venas, consiguiendo roncos gemidos como premio, por lo
cual terminó con su agonía introduciendo el pene del
rubio en la cálida cavidad de su boca, succionando y subiendo
de arriba abajo hasta que sintió que pronto acabaría y
pasó a la siguiente fase.
Hasta el límite
del cielo te busque
En el viento y el silencio te encontré
Ah y no pudiste ver... lo mucho que te ame
Convocando
un frasco de lubricante, acarició la estrada del Slytherin,
arrancando verdaderos gemidos de placer del otro. Harry comenzó
a introducir el primer dedo, moviéndolo suavemente en el
interior de su acompañante hasta que tocó el bulto del
placer, su próstata, momentos después introdujo un
segundo dedo, para después repetir la acción e
introducir un tercero.
Draco se movía buscando los
dedos de Harry, mientras sentía un placer que le nublaba los
sentidos, y soltó un gemido de frustración cuando el
otro saco sus dedos. Sacándose los boxer, y con su erección
en completo auge, colocó un cojín en las caderas de
Draco, y procedió a abrir sus piernas.
Si me
miras fijamente
Y te adentras en mi mente
Si aproximas tus
latidos
A este loco corazón... mi loco corazón
Comenzó
a introducir la cabeza de su pene en la entrada del otro, arrancando
un pequeño gemido de dolor, así que esperó unos
segundos hasta que el otro se acostumbró a la intrusión.
Cuando Draco le hizo una seña para que siguiera, Harry empujó
suavemente hasta entrar por completo en él. Momentos después
comenzó una danza entre ambos, en la cual sólo se
distinguían suspiros de placer y lujuria.
-Ahhhh,
más, dame más Harry, quiero que me ames, quiero tenerlo
todo de ti- Draco, que sentía estas palabras de corazón,
nunca imaginó las consecuencias que las mismas le
traerían.
-Ohhh, por Merlín me siento tan
bien, esto es fantástico
Moviéndose
frenéticamente, ambos se acercaban cada vez más hasta
el deseado orgasmo. Cuando Harry sintió que estaba muy cerca,
buscó el pene del otro y comenzó a masajearlo.
-Wow,
no agu...anto másss, ahhh- Draco se corrió entre ambos
cuerpos, haciendo que sus músculos internos aceleraran el
orgasmo de Harry.
-Ahh, ohh.
Cuando ambos
habían acabado, Draco beso tiernamente al otro, quien le
devolvió el beso y le atrajo junto a si, al momento ambos
estaban dormidos, de camino al mundo de los sueños.
°°°°°°°
A
la mañana siguiente, el rubio despertó sintiéndose
extrañamente cálido y protegido, Recordando la noche
pasada, había sido todo tan hermoso. Se giró sobre si
mismo, y con una sonrisa llena de ternura, se quedó largo rato
observando dormir a su Harry, antes de levantarse, tomar una bata del
armario y desaparecer por la puerta del baño.
Harry,
con todo el movimiento, se despertó momentos después,
desconcertado y con un inmenso dolor de cabeza. A tientas buscó
los lentes y se los puso con cierta dificultad, mientras parpadeaba
para identificar el lugar donde estaba.
La habitación
era fría y oscura, extrañamente parecida a las
dependencias de Severus en las mazmorras, y por un momento olvidó
la realidad y se sintió vivo de nuevo. Pero al instante
comprendió, no era su cuarto. No estaba el sofá verde
frente a la chimenea ni el retrato de Severus y él encima de
la repisa. ¿Dónde se encontraba? ¿Y por qué
estaba desnudo?
En ese momento, un sonriente Draco salía
por la puerta que comunicaba con el baño.
-Draco-
murmuró algo más tranquilo.
-Hola, Harry- saludó
el rubio feliz, mientras se acercaba a la cama-. ¿Cómo
te sientes?
-Terrible- confesó el Gryffindor-. Se me
parte la cabeza y estoy mareado-. ¿Qué me pasó?
¿Dónde estoy?
-Estás en mi habitación-
contestó Draco, a quien la sonrisa se le había borrado
de repente.
-¿Y qué hago aquí? ¿Y
por qué estoy desnudo?
-¿No recuerdas lo que
pasó anoche?- musitó Draco con dificultad.
-Pues
sé que estaba bebiendo mucho, quería olvidar mi
tristeza y por un momento lo logré- miró a Draco con
desesperanza-. Creo que tomé mucho vino y....espera, ¿tú
me sacaste a bailar, verdad?
-Sí- afirmó Draco-,
bailamos un buen rato.
-Pero a partir de ahí, te juró
que no recuerdo nada- continuó, sin notar el gesto de dolor en
el rostro del rubio-. Hasta ahora, que desperté dormido en tu
cama.
-No recuerdas nada- repitió Draco más para
si mismo que para Harry, sintiendo como una pesada losa caía
en su corazón, una losa que sellaba el fin de su
felicidad.
Continuará...
Nota
de María: ¿Yo? ¿Obligar a Ali? ¡¡¡Si
era ella la que me amenazaba con la varita a golpe de crucios sólo
para que aceptara el affaire de la pareja Harry/Sev!!! Y tuve que
negarme a pasarlo de ahí, ¡¡¡mis contusiones
por la maldición lo demuestran!!! Todo sea por el cumple de
nuestra mosquetera.
Jane Eyre Parker: Hola Cris!! Nos alegra que te haya gustado, pero yo que tú no diría muy alto que prefieres los Harry/Draco a los Harry/Sev, pues Ali es una apasionada defensora de la parejita e cuestión. Gracias por tus palabras, todo se hace con mucho cariño para vosotros. Besitos de las y un abrazo de Ali.
