Hay que ver la de tiempo que hacía que no entraba por aquí... mis disculpas. Si encontrara un emoticono rojo de verguenza, lo utilizaría en este mismo momento.

Pero bueno . Resulta que he encontrado este fic, que tenía a medias hace tiempo, y he decidido terminarlo, antes de que vuelva a perderlo en el maremagnum de mis papeles personales.

La idea fue de Barmatal. McGonagall/Draco y la frase "creo que eso no es una capa de invisibilidad". Salió esto, que es un poco largo, pero creo que lo merece. Como siempre, no me hago responsable de las imágenes mentales que pueda provocar.

¡Pero es que es taaaaan mono! :)

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

El aire se colaba con un susurro sordo entre las rendijas de las piedras. Sabía que hacía frío, pero en aquel momento el calor de la carrera aún le protegía de la gélida temperatura. Se había detenido desorientado y alerta ante el más mínimo ruido, tratando de sorprender alguna nueva amenaza. Antes de que terminara de tranquilizarse, le asaltó el rubor de la verguenza. Sólo entonces se dio cuenta de que no había sido más que una broma. Una broma muy bien orquestada, de eso nabía duda, que le había sorprendido en el baño. Apretó la toalla ciego de rabia pero aterrorizado, incapaz de moverse. El aire comenzó a secar, con un escalofrío, las gotas de agua que le corrían por la piel, aún más blanca bajo los rayos de luna que entraban por las ventanas.

- Creo que eso no es una capa de invisibilidad, señor Malfoy...

Draco se dio la vuelta lentamente, sujetando la toalla con las manos crispadas, el último rastro de dignidad en una situación por lo demás muy poco digna. La profesora de Transformaciones le observaba con unos ojos en los que la sorpresa había acentuado el toque soñador de la miopía. Sus labios eran una firme línea de severidad, de rechazo.

- Se lo digo porque le estoy viendo perfectamente, en un lugar estrictamente prohibido, a una hora en la que ningún alumno debería estar fuera de los dormitorios y... señor Malfoy, estoy viendo... hum... aspectos de su persona que sólo debería conocer su médico.

- Yo...-Draco trató de recomponer su figura, recuperar su arrogancia, pero era una empresa difícil ante la espantada mirada de la maestra. Sólo pudo bajar las manos lentamente y tratar de ocultar lo máximo posible enrollándose la toalla entorno a la cintura- ...profesora.

- Supongo que tendrá una explicación para esto.

-Me... -¿qué hacía, reconocía que le habían tomado el pelo? ¿Ante ELLA?- estaba tomando un baño.

- No creo que en este pasillo, joven.

- No, pero oí un ruido muy fuerte y algo que abalanzó sobre mí y eché a correr... -Ya está, pensó. Mañana hasta el último sucio mocoso del colegio sabrá lo que ha sucedido.

McGonagall no dijo nada, le observó durante un momento y luego, lentamente, comenzó a quitarse la esclavina que llevaba atada al cuello.

- Tome, póngase esto. Se va a congelar. Y trate de tapar el resto con la toalla. ¿Sabe quién ha sido?

Draco respiró hondo y pensó... ¿Crable y Goyle? No tenían cerebro ni agallas... ¿Los Weasley? ¿Potter?... ¿¡Pansy!? Si ella estaba detrás de aquello, juró, lo lamentaría el resto de su vida. Apretó los dientes y miró directamente a la profesora.

- No.

Minerva suspiró quedamente y le hizo un gesto con la mano.

- Venga, volvamos a su dormitorio. Malfoy, no voy a informar de esta evidente infracción de las normas. Creo que es suficiente humillación el hecho de que le haya pescado desnudo a medianoche en el pasillo. Sinceramente, esta es de las pocas cosas que me quedaban por ver en Hogwarts.

Draco no dijo nada, ni siquiera levantó la vista del suelo mientras andaba junto a la profesora, de vuelta a la sala común de Slytherin. Conforme avanzaba se sentía más y más avergonzado, más que furioso. Cuando llegaron ante la puerta, la profesora hizo un gesto de despedida y se dio la vuelta.

- Espere... todavía no se habrán acostado todos. No quiero... -suspiró, derrotado- no quiero que me vean así.

Había sido un susurro ligeramente desesperado. A la profesora se le relajó el gesto y se permitió incluso una sonrisa irónica.

- No dudo de que algunas personas, si le vieran así, le montarían un club de fans, pero... tiene razón. Venga, le invito a un chocolate caliente. Buscaremos algo más... adecuado que ponerle.

- ¿No se lo contará a nadie?

- No me iban a creer, jovencito.

---------------------------------------------------------------------------------------------------

Ya está. Creo que Jubs quedará especialmente satisfecha del resultado de esta historia, jejejejejeje.

Diría que prometo escribir más a menudo. Sólo puedo prometer que me pondré a ello, porque la verdad es que me divierto mucho con esto.