Disclaimer: Ninguno de los personajes es mío, bla, bla, bla, eso sí, Matilda y Jo Windbag son invención de mi cabeza.

Harry estuvo hablando con Remus.

Sí, yo tomé esa foto, tu padre se la metió en la mochila para que tu madre no se la tirara por la cabeza. –Le dijo.- En realidad pensábamos que ella la había echado a la basura. Se nota que ella lo quería. Lo quería desde antes de que lo admitiera.

Oh. Así que ella lo quería, pero o lo admitía...

Exacto, te dije el otro día que me hice amigo de Lily. Ella confiaba en mi, y me confesó que de verdad le gustaba tu padre, pero que tenia miedo que la dejara botada al rato, o que fuera una broma. También me amenazó de muerte si se lo contaba a alguien.

Yo habría hecho lo mismo.

Si, de eso no me cabe la menor duda –dijo Remus mirándolo de reojo- Desde el principio me di cuenta de que en carácter eras más parecido a ella, me refiero a que no andas por ahí haciendo las cosas que hacía James aunque a ti los problemas te buscan.

Si, cualquiera diría que soy su viva imagen... –dijo el chico algo caído de ánimos.

Bueno, y... y... –Harry buscó un tema para evadir esta conversación, era triste pensar lo mucho que se parecía a sus padres cuando ellos estaban...- ¿Y qué novedades del frente?

Vamos Harry, habla de cosas más alegres en el día de tu cumpleaños. –le dijo el licántropo.

Todavía no me acostumbro a la idea de no tener que preocuparme por Voldemort sólo porque es mi cumpleaños.

Harry, últimamente, he notado tu falta de interés en las cosas, te has vuelto muy sarcástico e indiferente.

Remus siempre le hacía pensar en las cosas de esa manera, no lo regañaba como un adulto a un niño travieso, sino que le hacía pensar seriamente lo que había estado haciendo, y eso lo hacía sentirse culpable. Recordó que Sirius se lo había dicho el año anterior A veces conseguías que nos avergonzáramos de nosotros mismos, y eso ya era algo.

Es que un lado de mí trata de apreciar las cosas como antes, pero el otro... al otro lado no le importa nada, ni si quiera le interesa si estoy vivo o muerto.

Harry, escúchame, sé que has pasado por experiencias terribles y es natural que pienses que nada de esto tiene sentido. Pero piensa también en esto: Si de después de todo esto, sigues vivo, es por algo. ¿Tú crees que si Voldemort estuviera destinado a ganar esta guerra, no te habría matado ya? ¿No te habría matado desde el principio, hace como quince años? Si sigues vivo es por algo. Debes resistir y esperar lo que venga, y mientras tanto, no te comas la cabeza pensando en cosas que todavía no llegan. No te deprimas. Ya verás que al final de este pasadizo oscuro, hay una luz de esperanza para todos a los que nos ha tocado recorrerlo. [N/A: Qué Gandalf me resultó el tío]

Ahora su amigo le había hecho pensar. Era cierto. ¿Por qué no se había muerto ya? ¿Sería él, Harry, el que finalmente acabara con Lord Voldemort, como decía la profecía? Estaba inmerso en estos pensamientos cuando, de la chimenea salieron disparados dos grandes bultos. Fred y George se pusieron de pie como pudieron y Harry los vio con una cara que sólo les había visto hacía dos veranos, cuando atacaban el campamento de los mundiales de quidditch.

A... Alarmas, las alarmas, ¡Han saltado las alarmas! –Jadeaba con dificultad George.

Las Alarmas, han saltado... en... en... –repetía Fred.

¿Qué alarmas? –Preguntó Lupin con una cara de preocupación que Harry no le había visto nunca. Todos los presentes estaban en silencio.

Az... Az... ¡Azkaban! –Exclamaron los gemelos que todavía no recuperaban el aliento. Ambos se cogían el pecho y se les podía ver las palpitantes venas en las sienes. Todos permanecieron en silencio por un segundo y luego habló Lupin.

¿Quiénes están allá? –pregunt

Dumbledore, Papá, Bill, Kingsley, el grupo de la zona A y el de la zona D, los aurores del ministerio están por llegar.

Bien, esperemos instrucciones –dijo Lupin, y en ese instante llegó un mensaje en pergamino con una pluma de Faukes. Lupin lo cogió y leyó rápidamente.- Tonks, Ojoloco, vamos, Molly, Fred y George se quedan aquí, llegarán refuerzos. Vamos. Lo siento Harry. –Dijo antes de desaparecer por la chimenea detrás de Tonks y Moody.

Así culminó su primer cumpleaños de verdad en los últimos quince años, en medio de la preocupación y la incertidumbre, como para no perder la costumbre. Aunque al día siguiente todos los que habían ido a Azkaban a enfrentarse a los dementores y mortífagos se hallaban allí tomando desayuno, con rasguños y moretones, y negándose a contar nada más de lo que salía en el Profeta de aquella mañana ("Intento de fuga de Azkaban anoche es detenido por Aurores"). Mas Harry se preguntaba, algo molesto, ¿Por qué papayas Voldemort tenía que fastidiarles la vida a la gente inocente. Las siguientes semanas estuvieron llenas de eventos así, llegaba algún aviso, algunos desaparecían, otros se quedaban cuidando, no volvían hasta la mañana siguiente con alguna herida más para la colección. Y eso era al menos dos veces por semana. Harry también se preguntaba por qué no lo llamaban todavía para enfrentarse a Voldemort de una buena vez. Pero suponía que Dumbledore (una punzada de fastidio se le cruzó) habría ideado un mejor plan para protejerlo. Así llego sin que nadie se diera cuenta el día primero de Setiembre. Ese día la comitiva de transporte la conformaban La señora Weasley, Bill, Tonks, Fred y George. Remus había desaparecido hacía ya dos semanas y Harry estaba realmente preocupado por él.

Está de misión, Harry, pero lo verás pronto. –le decían cada vez que preguntaba, recordándole a tía Petunia. Una vez casi le dice esto a la señora Weasley, pero se contuvo, recordando lo que le había dicho Remus.

Pero realmente se preocupó cuando la primera semana dio paso a la segunda y de Remus ni la sombra. Él solía desaparecer cuando se acercaba la luna llena, pero sólo por tres días a lo mucho, luego reaparecía más ojeroso, flaco y paliducho de lo normal. Y dado a que la última vez que lo vio, todavía faltaba una semana, Harry no entendía lo que sucedía. No quería perderlo a él como perdió a Sirius, ya que era lo único cercano a sus padres que le quedaba.

Y así fue que nuestro amigo Marco salió de Italia para la Argentina buscando a su mamá... em, me confundí de cuento, lo lamento.

Y así fue que nuestro amigo HARRY se marchó a Hogwarts, preocupándose por miles de millones de cosas, excepto los cursos. Se despidieron en el andén de sus acompañantes. Había que ver las caras de cachorritos atropellados que pusieron los gemelos cuando el tren se marchaba.

¡Diviértanse por nosotros! ¡Díganle a Hogwarts que lo extrañaremos! –Gritaba Fred emocionado.

¡Avísennos si tenemos competencia, digo, sucesores... Y así fue que nuestro amigo! –Gritaba George.

¡No lloren, les enviaremos muchas lechuzas! –Les respondió Ron.

¡Y un inodoro de HOGWARTS! –Gritaba Ginny.

¡GINNY! –gritaba la Señora Weasley indignada- Recuerda que ahora...

¡WHAM! –Ginny había cerrado la ventanilla de un golpe y se le habían encendido las pecas de las mejillas.

Vamos a conseguir asientos, o nos quedaremos sin sitio. –Dijo finalmente. Pero a mitad de camino, encargó sus cosas a Hermione y dijo que quería ir al baño y desapareció.

Llegaron a su habitual compartimento al final del tren.

¡Vaya! Va a ser realmente difícil encontrar reemplazo para ellos, ¿eh? –Comentó Ron.

Bueno, tuvieron que pasar muchos años antes que le cogieran la posta a los merodeadores, ¿no? –dijo Hermione con su habitual aire de suficiencia.

¿Cómo sabes que no hubo alguien antes de ellos? –Preguntó Harry intrigado.

Pues Hagrid me lo dijo una vez, en tercero, además, en la biblioteca hay un anuario por cada promoción que deja Hogwarts, se actualizan mágicamente, y no ha habido alborotadores de esa magnitud desde que los merodeadores dejaron Hogwarts, hasta que llegaron tus hermanos.

Sabelotodo –musitó Ron, pero como Hermione ya estaba vacunada contra ello, después de años conviviendo con Ron todos los días, que se hizo la sorda.- Y ¿Qué me dice de nosotros? –dijo sonriendo con una ceja levantada.

Pues nosotros no somos exactamente alborotadores, no buscamos los problemas, sino...

...que los problemas nos encuentran. –completó Harry

Habrá que ver qué etiqueta nos ponen –dijo Ron pensativamente.

Definitivamente los gorilas imbéciles serán Crabbe y Goyle [N/A: ¡Hey! ¡Qué culpa tienen los pobres Gorilas!]–dijo Harry causando la carcajada de sus amigos, cosa que no hacía ya tiempo.

¿De qué se ríen? –Preguntó la voz de Ginny. Se había soltado el cabello y lo había puesto por delante de la túnica. Venía con Neville y Luna- ¿Podemos entrar?

Claro -Dijeron los chicos. Y les contaron.

Pues con lo que sucedió el año pasado, ustedes bien podrían ser los "subversivos izquierdistas"

Muy chistosa te crees, ¿NO? –Dijo Harry sonriendo.

Apuesto a que yo ni siquiera aparezco allí.

Neville no digas eso –le regaño Hermione.

Gracias a ti, Gryffindor ganó la copa de las casas en primero. –comentó Ron

Y Tú también fuiste parte de ED –añadió Harry- Uno de los que hizo el mejor progreso.

Harry, no bromees conmigo –dijo Neville aumentando el tono sonrosado de sus mejillas.

No bromeo. Al principio del año no lo terminabas de hacer del todo bien, y para Navidad, la única que pudo hacer el hechizo obstaculizador antes que tú fue Hermione.

¿Lo ves? –Dijo Ginny acercándose.

Lo que te falta es tenerte un poco más de confianza en ti mismo, nada más –finalizó Harry.

Neville se sonrojó y musitó un tímido gracias.

Luna, por su parte, estaba enfrascada en la lectura de "El Quisquilloso" de cabeza mientras tarareaba "A Weasley vamos a coronar". Ginny dijo que tenía que salir un momento a ver a unas amigas o algo así, y salió con la nuca enrojecida.

¿Qué le sucede a mi hermana? Está muy rara... –dijo Ron, mirando de reojo a Hermione.

La verdad, no tengo ni idea –dijo esta.- pero algo le pasa.

Ginny regresó a la media hora con cara de palo murmurando

mldtmlfycntglpllsjdrhjdptcrjmrd [N/A: a quien pueda descifrar esta mata de palabrotas se gana un premio: viaje a Hogsmeade todo pagado para dos, jejeje Hay dos de uso español, una en inglés y tres que los latinos usan mucho. Lo siento, pero este es un ff de rango G, es decir, apta para todo público]

¿Qué es eso que has dicho, Ginny? –Preguntó algo sorprendida Hermione.

¿Y qué es eso que tienes ahí? –Preguntó Ron indignado- ¿Es una insignia de prefecto?

No, no es nada, es... –pero ya Ron la estaba examinando. Así que Ginny era prefecta.

A eso fuiste todas las veces q dijiste que ibas a hacer cualquier cosa. –dijo Harry

Si, no se lo dije a mamá hasta que nos despedimos en el andén. No quería que Fred y George se enteraran antes de que me pudieran fastidiar.

Felicitaciones –la abrazó Hermione emocionada.

Sí Hermana, felicitaciones –le dijo ron rascándole la cabeza.

¡Hey, bien! –Dijo Harry abrazándola y la nuca de la chica se puso más roja.

Sí, gra-gracias –tartamudeó la muchacha. Cuando la dejaron de felicitar- Pues sí, estuve patrullando y, me daba no sé qué decírselos.

Todo indicaba que, aparte de la pequeña sorpresa, sería un viaje normal. Hacia la hora del almuerzo, Harry compró todo lo que había en el carrito de dulce, como siempre, para todos, y por alguna razón varias barras de chocolate, quizás porque extrañaba a Lupin. Mientras, discutían si volverían a formar el ED ese año.

No lo sé, ¿y si algún Slytherin se cuela y pasa información del otro lado?

En ese caso, seguiríamos con la mayoría de los que estuvieron el año pasado (Nadie quería a cierta Ravenclaw de vuelta.)

Pero eso no sería justo para los demás que quieran practicar... –Dijo Hermione.

El asunto es cuántos más podré manejar, somos casi treinta –apuntó Harry.

No lo sé...

Miren –Dijo Harry- primero esperemos a ver quién será el profesor de DCAO, si no nos convence, reabrimos el ED. De todas formas pienso hacer reunión para ver que opinan los demás.

Buena idea –dijo la flamante prefecta.

Entonces ocurrió algo de veras extraño. Malfoy y sus gorilas pasaron por el compartimento de ellos, miró a Harry y puso una cara de haberse tragado un caldero rebosante de pus de bubotubérculo sin diluir con cañita [N/A: también conocidos como popotes, pajillas, en fin, esos tubitos de plástico muggles con los que se toman las gaseosas y los jugos]. Pasó de frente y todos se quedaron en silencio. Incluso Luna prestaba atención. Lucius Malfoy había sido uno de los mortífagos que habían sido vueltos a capturar en las redadas de los aurores y la Orden del Fénix.

Este año tendremos que cuidarnos bastante de ese tipo, más que nunca –murmuró Ron.

Sí, apuesto a que buscará venganza por haber enviado a su padre a Azkaban –dijo Harry a sus amigos

Bueno, entonces tendremos que cuidarnos. ¡Caracoles! –exclamó Ginny- Más parece que fuéramos a la guerra en vez de a la escuela...

Sip –asintió Harry- Y también...

Se abrió la puerta del compartimento y una lacia cabellera negra se asomó.

¡UH! Hola Harry –dijo Cho Chang- pensé que, hum, no sé, podríamos hablar –miró a su alrededor- a solas.

Harry también miró a su alrededor. Ginny se había puesto a leer con Luna, Neville miraba a su Mimbulus Mimbletonia y Ron y Hermione se hacían los que conversaban.

Bueno, supongo que sí –dijo no muy convencido. Las cosas no habían quedado claras con Cho el año anterior y no sabía por qué, pero no tenía ganas de andar con ella.

No había pensado mucho en eso durante las vacaciones, pero le empezó a parecer que ella era demasiado caprichosa. Harry necesitaba a Hermione tanto como a Ron, porque eran sus amigos, las personas que más lo ayudaban y que habían pasado con él las duras y las maduras. Si Cho no podía comprender eso, pues que se buscara a otro, le constaba que era una tarea muy fácil para ella. Al final del año escolar ella no se había demorado en engancharse con Michael Corner, un Ravenclaw quien, por esas casualidades de la vida, acababa de ser dejado por Ginny, ella había dicho que él se había vuelto pesado luego que ella había cogido la snitch derrotando a Ravenclaw. Harry miró de reojo a la pelirroja y vio que su rostro mostraba un ligero rasgo muy bien disimulado de odio purito, que pretendía leer "el Quisquilloso" con Luna.

Salió del compartimento para hablar con ella en el pasillo.

Dime.

Harry, yo, eh... –titubeaba la muchacha- lamento haber sido tan cortante contigo cuando... tú sabes... –dijo finalmente la chica, algo ruborizada.

Está bien –dijo el muchacho- no hay problema –Harry sentía que eso era muy frío, pero era el único tono de voz que le salía en ese momento.

Es que, no sé, me da cosa verte todo el tiempo con Hermione Granger.

¡Otra vez con Hermione! –Pensó Harry. –Ella es mi amiga, Cho. –Dijo.

Sí, pero...

Pero qué, ella y Ron han estado conmigo todo el tiempo y hemos pasado por osas que no imaginas.

Sí ya sé, Quien-tú-sabes y todo eso...

No, no sólo es eso, además ya estoy cansado de que la gente piense que ella es mi novia, porque no lo es, ni lo ha sido nunca. Es como si fuera mi hermana. Ella y Ron son como una familia para mí.

Ya, Harry, está bien. –Dijo ella con los ojos algo rojos y Harry adivinó lo que se avecinaba. [N/A: Y la lluvia caeráaaa. No saben lo divertido que es escribir esto escuchando "andar conmigo" y "lento" de Julieta Venegas...]- entiendo.

Lo siento, Cho, pero –Harry ya no quería seguir hablando con ella e inventó rápido una excusa- debo entrar, todavía tengo cosas que hablar con ellos.

¡Claro! –dijo ella- ve y habla tus asuntos súper importantes con tus amigos. –Exclamó mientras se marchaba. Definitivamente esa chica no lo entendía y ya estaba harto de sus escenitas de telenovela mexicana de Thalía [N/A: ejem, quizás Harry no ha visto las telenovelas de Thalía.] Entró al compartimento.

¿Y qué pasó? –Preguntó Hermione [N/A: El mamut se hizo mxxxxx...]

Pues que vino a ver si podíamos arreglar las cosas, pero la verdad es que...

¿Qué? –Preguntó Ron.

No sé, pero creo que ya no tengo ganas de andar con ella –dijo finalmente [N/A y del resto del mundo: BIEN DICHO]

Notó que los dedos de Ginny dejaban de coger la revista con tanta presión.

Malfoy volvió a pasar, aunque esta vez los miraba socarronamente, pero seguía sin entrar.

Ese se trae algo entre manos. –Dijo Ron poniéndose de pie. Luego retrocedió y dejó entrar a una chica de estatura mediana, ojos negros detrás de unas gafas de carey de marco azul, y el cabello, también negro, atado en una larga trenza algo despeinada. Harry sabía que era de séptimo y además llevaba una insignia de Premio Anual. Estaba pálida y les dijo desde la puerta

Tres prefectos de Gryffindor, genial, vengan –dijo, y luego, mirando a su alrededor añadió- Ustedes son del ED, ¿cierto?

Sí, -Dijo Harry, poniéndose de pie.

¡Ah! –Dijo la muchacha al darse cuenta de quién le había hablado. –Excelente, ¿pueden ayudar? –Y luego sin esperar respuesta, miró de frente, hacia la ventana y susurró- Dementores.

¡QUÉ! –Dijeron todos.Miraron por la ventana y efectivamente, un grupo de dementores se acercaba en dirección al tren, mientras éste se detenía.

¡Vamos! ¿Pueden llamar a todos los de su grupo? Mientras más ayuden, mejor.

Vamos.

Empezaron a entrar a cada uno de los compartimentos. Donde había niños menores de tercer año les decían que se quedaran calmados y ponían a un alumno mayor en la puerta. A los mayores les pedían que ayudaran con los peques. A los de Slytherin los encerraban. La mayoría de los del ED estaban afuera, varitas listas, y los prefectos de todas las casas, excepto Slytherin (Porque no había ni rastro de ellos, ve tú a saber a dónde se había mandado a mudar Malfoy.) Estaban esperando el ataque. Empezaron a entrar por ambos lados del tren. Encantamientos Patronus empezaron a salir expedidos en todas direcciones. El frío se abría paso entere ellos. Harry se dio cuenta de que así no lograrían nada, entonces tomó el mando de la situación.

Los que sepan hacer un patronus adelante, los demás quédense en el centro, piensen en cosas alegres, cuando cuente tres, todos lancen los patronus.- Exclamó haciéndose escuchar por los chicos del ED y algunos más- Uno... dos... ¡TRES!

EXPECTO PATRONUM –todos a una sola voz lanzaron sus patronus y funcionó. Los Dementores emprendieron la retirada.

¡Yeeeeee! –Se escuchó en todas partes del tren, sobretodo de los peques que se habían quedado en sus compartimentos. Los que habían enfrentado a los dementores se felicitaban unos a otros, y con más entusiasmo los del ED, que comentaban cómo habían podido hacerlo, gracias a las instrucciones de Harry el año anterior.

¡WOW! Eso fue increíble, realmente tienes don de líder, Potter –le dijo la Premio Anual a Harry- Ahora lamento no haber entrado al ED el año pasado, pero no me avisaron.

Gracias –dijo éste, buscando a sus amigos.

Vaya, ahora, habrá que pasar dando chocolate. –dijo la muchacha que se echaba para atrás el desordenado cabello que se le salía de la trenza.- bueno, me voy a ver que se puede hacer y a enviarle una lechuza a la profesora Mc...

En ese momento llegaban miembros de la Orden del Fénix al sitio donde estaba el tren. Subieron y encontraron que los Premios Anuales estaban dando una barra de chocolate a cada compartimento y que los miembros del ED regresaban a sus compartimentos tras acribillar a Harry con preguntas sobre lo que harían este año en el ED. Moody llamó a Harry.

Y nosotros que veníamos a rescatarte –dijo. Algunos de los alumnos de cuarto y Quinto, que ya lo conocían lo miraban y hacían pequeños saludos con la cabeza, el resto que no lo conocían lo miraban con curiosidad, pero dejaban de hacerlo y volteaban con la boca abierta cuando éste giraba su ojo mágico.- Bueno, no queda más que informar a Dumbledore sobre esto. En fin, nosotros no vamos- le guiñó el ojo. Harry entendió que no se irían, si no que los escoltarían hasta el castillo.

En cuanto llegaron, las cosas volvieron a ser normales. Los pequeños de primero comentaban emocionados lo sucedido en el tren. Más allá escuchó a la Premio Anual regañando a una pequeña de dos trenzas

¡Matilda Windbag, mucho cuidado con asustar a los pequeños de primero o tirarlos de los botes o te las verás conmigo! –Le decía, al parecer la conocía.

Ya, pero no me regañes, -le decía poniendo carita de yo-no-fui- eso sólo lo hice en el parque de diversiones muggles porque se estaban burlando de mis trencitas –dijo con una voz encantadora de una niña que pide un caramelo por favor.

Si eso es verdad, ya tenemos una candidata para alborotadora en jefe –dijo Ginny detrás de Harry.

Fueron pues al castillo. Entraron y se sentaron a la mesa de Gryffindor. Nick-casi-decapitado se había sentado del otro lado, ya que la última vez que se había sentado al lado de Harry y sus amigos, Ron lo había tratado rudamente. Se sentaron esperando ver la selección. Desde sus sitios pudieron ver que varios pequeños estaban mojados, uno estaba empapadito de la cabeza a los pies. La premio anual miraba a la niña de trencitas amenazadoramente. Dio la casualidad, que los niños que estaban mojados iban a parar a Slytherin, aunque el que estaba empapado fue a Gryffindor. Finalmente sólo quedaba...

Windbag, Matilda –dijo la profesora McGonagall.

¡Gryffindor! –Gritó el Sombrero Seleccionador de inmediato. Y la mesa aplaudió.

Definitivamente esta es la casa de los alborotadores –dijo Hermione mientras aplaudían. Ella y Ron se habían demorado un poco en llegar.- Esa niña tiró agua a todos los que la molestaban, excepto a ese niño –señaló al que estaba empapado- Mark Evans, se paró a defenderla y lo tiraron al lago.

Atención –era Dumbledore, se disponía a hacer sus anuncios de principio de año- Bienvenidos a Hogwarts. Este año tengo varios anuncios importantes que hacer, antes de que nos sintamos atiborrados y somnolientos gracias a este grandioso banquete.
¡Hola Chibolos! Gracias por sus reviews tan lindos que llenan mi bandeja de entrada. Esta semana los leí con mi mami y eso fue el acontecimiento del año ¡Mi madre odia a Harry Potter! En fin. Ahora no puedo hacer las respuestas a los reviews de todos, pero haré uno en general: Gracias, Sí, muchisimas de esas para ustedes. Quién sera el prof de DCAO, Cuáles serán los anuncios que tiene Dumbledore, será Matilda Windbag la sucesora de Fred y George, y qué de Mark Evans. Algunas de estas respuestas en el siguiente capitulín... Pasenla bien Lunita