CAPITULO 2. Escape del Bosque de las Penurias, territorio del monstruo Rapsodia
---En el jardín maternal---
Los niños salían alegremente del kinder y corrían a toda velocidad a abrazar a sus padres, todos menos un pequeño niño rubio de dos años.
-¿Dónde estará tu padre que siempre te viene a buscar Hana?-
-Pa..pa...- dijo el pequeño punto de llorar.
-No llores mi amor, te quedarás con nosotros hasta que tu padre llegue- le dijo la maestra alzando al niño.
Los ojos de Hana se llenaron de lágrimas al ver que su padre no estaba, y no entendía porque no llegaba aún.
---Mientras, en el bosque---
-Yoh, tengo un extraño presentimiento- dijo la rubia Itako mientras caminaban por los largos senderos del bosque.
-No te preocupes Annita- dijo Yoh tomando la cintura de Anna en gesto de protección.
A medida que caminaban el bosque se tornaba más oscuro y tenebroso, y un escalofrío rodeó a la itako.
-¿Estás seguro que es por aquí Redseb?- preguntó Yoh algo atemorizado.
-Aquí hay algo que no está bien, se supone que ya deberíamos haber llegado-dijo el niño tratando de deducir en que lugar estaban.
-Yoh...- dijo Anna con el rostro pálido.
-¿Anna? ¿Qué te ocurre?- preguntó Yoh notablemente preocupado.
-¡Es cierto!- se sobresaltó el pequeño niño- ¡El monstruo que me perseguía tiene la habilidad de cambiar el espacio por donde circulamos! Debe habernos llevado a otro lugar que no conocemos, y ahora estamos perdidosT.T-
De pronto Anna comenzó a toser excesivamente e Yoh la arrodilló sobre el suelo. Los tres jóvenes estaban envueltos en las sombras.
-Anna, Anna, por favor, dime que te pasa- el joven Asakura trató de detener la tos de la joven rubia, pero sus intentos fueron en vano.
-¡Ahora que haremos! T-T ¡Perdónenme joven Yoh, señorita Kyouyama, todo esto fue mi culpa!- dijo Redseb mientras se sujetaba la cabeza con desesperación.
Yoh abrazó a Anna y le acarició la mejilla, en un intento por calmarla.
-Por favor Annita, sé fuerte- dicho esto él la cargo y siguieron caminando.
---Entre tanto, en la pensión---
-Yoh y Anna no vuelven aún, ¿no tenían que buscar a Hana?- preguntó Manta con curiosidad.
-Es cierto.....¡ES CIERTO! ¡Hay que ir a buscar a Hana!- exclamó Tamao tomando su bolsito color rosa-¡Vamos joven Manta!-
-Ehhh...¡Sí!-
---En el bosque...---
Los jóvenes seguían caminando sin rumbo, asustados, preocupados y cansados.
-¡Demonios! ¡Ahora que haremos!- exclamó Redseb desesperado al ver más y más oscuridad en la lejanía.
Anna había quedado inconsciente.
-En este lugar... hay una fuerza que absorbe...los poderes espirituales...-dijo sofocado Yoh.
-¿Tu tampoco te sientes bien joven Asakura?- dijo el pequeño rubio colocando sus manos detrás de la cabeza.
-JejejeU Ya verás que todo...se solucionará-
-Tienes razón- dijo Redseb con un gesto de despreocupación.
---En el kinder---
-¡Hana!- exclamó la pelirosa al ver al pequeño niño desesperado por soltarse de las manos de su maestra.
-¡Tamao!- los ojos de Hana brillaban de alegría.
- ¬ ¡Ven aquí bebé!- dijo Tamao alzando al niño y agradeciendo a la maestra por cuidarlo.
---Más tarde, en la pensión---
Tamao alimentaba a Hana esperando a que su madre llegue. Y al ver que las horas pasaban y los shamanes no regresaban se empezó a preocupar.
-¿Dónde pueden estar?- preguntó Tamao metiendo la cuchara con la comida en la boquita de Hana –Ya me están preocupando.-
-¿Y si vamos a buscarlos?- preguntó Manta algo preocupado.
-Yo no puedo ir¡ tengo que cuidar al bebé.-
-Entonces... ù.u Podemos llamar a uno de los muchachos ..-
-No es para tanto -.- Será mejor esperar, quizás se entretuvieron con algo en el camino-
---En el bosque---
-¡¡AHHHH!! ¡ESTAMOS MÁS PERDIDOS QUE AGUJA EN UN PAJAR!- exclamó Yoh arrodillándose en el suelo y despeinándose.
- ¬¬ No es para tanto joven Asakura, usted dijo que todo se solucionará-
-Pero llevamos horas y horas Y HORAS caminando-
-Mmmm.... ùu ......¡¡¡SEYRAM!!!-
-Oo ¡¡No grites!!-
-PerdónU Es que ya no se me ocurre otra cosa para poder encontrar a mi hermana y salir de aquí-
-Si no actuamos rápido nos quedaremos aquí hasta el día de nuestra muerte- dijo Yoh acariciando la mano de Anna.
-Pues piensa en algo Einstein ¬¬ -
-Sería bueno poder volar T.T-
-He vivido muchos años en el bosque y conozco a todos los espíritus que lo habitan-
-¿Puedes llamarlos?-
-Eso trataré úu-
-Espero que respondan a pesar del ambiente tan...denso-
-¡¡Washi!! ¡Ven aquí!-
--Silencio--
-No contestan...-
-¡¡¡Washiii!!!-
De pronto Yoh sufrió un contragolpe y cayó al suelo inconsciente.
-¡Joven Asakura!- exclamó Redseb con preocupación. –Perfecto, ahora tengo que ayudar a dos inválidos ¬¬ no es posible ¿qué te ocurrió joven Yoh?- se preguntó mientras movía el cuerpo del joven de cabello castaño.
-¡Ya no los necesito! ¡JAJAJA!- exclamó una escalofriante voz.
-¿¡Quién eres!?- gritó Redseb observando a su alrededor sin lograr ver a nadie.
De repente el suelo se abrió dejando caer a Yoh, Anna y Redseb al vacío.
-¡¡Ahhhhhh.....!!-
---Minutos después---
-Do...¿dónde estoy?...- dijo Redseb mientras se reincorporaba, su cuerpo estaba herido y golpeado, al igual que Yoh y Anna.
-Joven Yoh, joven Yoh. Despierta por favor.-
Redseb sintió una corriente de aire a sus espaldas y volteó la cabeza.
Se encontró con un enorme pájaro dorado.
-¡Washi! ¡Viniste!- exclamó alegremente el niño abrazando al ave que le
devolvió el mismo gesto.
-Pero es muy tarde, Asakura y Kyouyama están inconscientes hace rato, el monstruo que me perseguía les ha robado sus poderes espirituales-
-Gruaaa, gyaaaa.- el pájaro dio la vuelta y se ofreció a cargar a Redseb y a sus amigos y llevarlos hasta la pensión.
---En la pensión---
-¡Ya estoy harta de esperar!- exclamó la pelirosa levantándose del suelo
–Vamos a buscar al joven Yoh y la señorita Anna, joven Manta-
-Ehh... .. está bien. Pero...¿qué haremos con Hana?-
Hana estaba recostado sobre una frisita haciendo burbujas de saliva.
-No se puede quedar aquí solo- dijo Manta mirando con ternura al pequeño bebé.
Tamao alzó a Hana y le acarició la cabeza –Mira pequeño, iremos a buscar a mamá y papá, no te podemos llevar, así que te quedarás aquí solo-
mientras decía esto Tamao acostó a Hana en su cuna. –Prométeme que no te moverás de aquí ¿sí?-
-¡Guuuuuuu!O- exclamó el pequeño agitando rápidamente sus manitas.
-Bien, adiós Hanita- dicho esto Tamao y Manta se retiraron.
---Mientras, en camino a la pensión...---
-Apúrate Washi, necesitamos curar a Asakura y Kyouyama.-
Una estela emergió del ave y esta se dirigió a toda velocidad a la pensión En.
-¡¡¡Redseb!!!-
-¿Eh?- el niño rubio hizo que Washi se detenga y observó a lo lejos la figura de una niña.
-¡Redseb! ¡Aquí estoy!- la niña se acercó corriendo, tenía un largo cabello rubio, una diadema blanca en la cabeza y un vestido rosa.
-¿Seyram? ..- Redseb estaba asombrado por la repentina aparición de su hermana.
-¡Te estaba esperando! Washi me dijo que tu lo estabas llamando y vine para esperarte.
-Pero no te encontramos en el bosque, Asakura y Kyouyama me acompañaron y perdieron todos sus poderes-
-¡No! ¿No me digas que haz entrado en el bosque que tenía un fanal en la entrada?-
-Sí .. Creo que entré a ese ¿Había otro bosque acaso?- preguntó confundido el chico.
-Sí, ese es el Bosque de las Penurias. Me han contado que los que entran no salen con vida de ese bosque.-
-¿¿¡¡QUÉ!!??- el rostro de Redseb se tornó pálido.-O sea que...Yoh y Anna...¿¡están muertos!?-
Continuará...
