Capitulo 2

Legeremancia

Una vez más tranquilo, Harry volvió a sondear al Auror de guardia en el jardín, e intento encontrar en primer lugar, que sabia Kingsley Shacklebolt sobre legeremancia y oclumancia, pero no vino ninguna respuesta a su mente.

Pasados unos minutos Harry se retiro de su mente, y empezó a reflexionar sobre que podía haber ido mal, finalmente Harry teorizo, que cuando accedía a una mente, de hecho entraba en la capa superior de esta, que generalmente correspondía al pensamiento conciente.

El se había puesto afortunado con Kingsley, este estaba aburrido pensando en cuando faltaba para su cambio de guardia, y por eso pudo obtener la información, si Harry quería obtener algo en que el auror no estaba pensando, Harry tenia que navegar a través de sus recuerdos hasta llegar a uno que contuviera la información.

La mente es una maquina maravillosa, y cada recuerdo almacenado contiene vínculos a miles, millones de otros recuerdos, un legeremante puede navegar a través de estos vínculos para alcanzar el que desee.

Así, si Kingsley estaba pensando en cuando cambiaria de guardia, había un vinculo a sus recuerdo sobre las medidas tomadas para proteger a Harry, de allí havia un vinculo a lo que sabia sobre las clases de oclumancia de Harry con el profesor Snape, y finalmente desde allí era posible acceder a lo que el Auror sabia de oclumancia, y seguidamente de legeremancia.

El proceso es bastante complicado, por que hay que probar los vínculos uno a uno, para saber a donde llevan, y hay millones de vínculos para cada recuerdo, afortunadamente los vínculos mas usados son más fuertes, mientras los menos usados son más débiles, lo que generalmente facilita encontrar los recuerdos deseados.

Cuando Toncks sustituyo a Kingsley en la guardia Harry ya había deducido todo esto, y había comprendido por que el profesor Snape, insistía tanto en que dejara su mente en blanco, en sus lecciones de oclumancia, si no pensaba en nada, no había vínculos a través de los que un legeremante pudiera navegar.

Sondeando las mentes de los dos Aurores, Harry había averiguado que los legeremantes o oclumantes, las dos cosas parecían ir juntas, eran tan raros como las personas que hablaban Parcel, según los recuerdos de sus guardianes, los únicos practicantes existentes eran Dumbledore, Snape, Voldemort, y ahora él.

Tras estos eventos transcurrieron un par de días, en los que Harry se dedico a bucear en las mentes de los miembros del Orden del Fénix, y pronto Harry se encontraba inmerso en un mar de emociones contrapuestas.

Havia hecho muchos descubrimientos, el que le tenia mas frustrado era el hecho que Dumbledore parecía mantener a todo el mundo ignorante de sus planes, los miembros del Orden del Fénix no solamente no conocían la profecía al completo, si no que desconocían incluso la parte que havia oído, el espía de Lord Voldemort.

En consecuencia no podría contar con el apoyo de ninguno de los miembros, que veían a Dumbledore como la única esperanza de detener a Lord Voldemort, y a él como un simple adolescente, a menos que él les rebelara el contenido de la profecía.

Desgraciadamente esto no seria nada fácil, todos los miembros del Orden, habían recibido instrucciones terminantes de no hablar con Harry sobre cualquier tema referente al Orden o Voldemort, para cualquier cuestión Harry debía ser remitido a Dumbledore.

Harry también havia averiguado, que por el momento, no había ningún plan para sacarlo de la casa de sus tíos, así como que todas las cartas que él enviaba, pasaban primero por las manos de Dumbledore, antes de ser enviadas a su destino.

Harry también se sentía profundamente decepcionado con el profesor Lupin, tras descubrir que el antiguo amigo de su padre y padrino, a instancias del profesor Dumbledore, havia retenido el testamento, que Sirius había dejado bajo su custodia, impidiendo efectivamente así, que Harry entrara en posesión de todos los bienes de su padrino, como había sido ultima voluntad de este.

La razón aparentemente noble que el profesor Dumbledore había esgrimido, evitarle mas pesar a Harry en estos momentos de afligimiento, no ocultaban las otras razones, Sirius no solamente havia dejado usar su casa familiar como los cuarteles generales del Orden, si no que havia estado financiando con su fortuna a la organización.

Y si bien Dumbledore no dudaba que Harry estaría de acuerdo en continuar haciendo las dos cosas, si temía que pondría condiciones para su colaboración, como dejar el numero cuatro de Privet Drive, o el ser introducido como miembro del Orden.

Al no ejecutar el testamento, el Orden podía continuar utilizando las autorizaciones, que Sirius les había dado, para acceder a sus bóvedas, sin tener aceptar las posibles condiciones que Harry podría poner.

Pero era otra pequeña perla de información sobre los planes de Dumbledore, su plan para reclutar a sus amigos para espiarlo, que habían hecho estallar a Harry en un ataque de furia finalmente.

A los Dursleys no se había agradado mucho por este acontecimiento, principalmente debido a que Harry se había dedicado a librarse de los juguetes viejos de su primo, que ocupaban la mitad su habitación, arrojándolos por la ventana después de haberlos reducido a pedazos diminutos.

Pero la mirada de pura furia en los ojos de Harry, y el cuchillo clavado en el marco de la puerta, a escasos centímetros de la cabeza de su tío, cuando este había entrado gritando en la habitación, había bastado para asustarlos mas efectivamente, que las amenazas de Malhumorado en la estación de King Cross.

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La tensión previa a una tormenta había estado flotando toda la tarde sobre el pequeño grupo de adolescentes, reunidos en el numero 12 de Grimmauld, desde su conversación con el director del colegio Hogwarts.

En una esquina de la habitación Ginny completamente irritada, estaba jugando con su vara, vigilando atentamente a sus compañeros, mientras unos pasos mas allá, Hermione estaba perdida en sus pensamientos, olvidada de todo lo que ocurría a su alrededor.

En el centro de la sala, tal como havia sugerido el profesor Dumbledore, Ron estaba relatando con palabras grandilocuentes, sus aventuras durante los últimos cinco años, o mejor dicho las aventuras de Harry.

Neville, Susan, y un poco mas lejos Blaise estaban escuchando atentamente, y formulando algunas preguntas ocasionales.

Luna permanecía sentada en un lado de la sala leyendo el Sofista al revés, y mirando cuidadosamente a Ron, cuando nadie parecía estar mirando.

Finalmente Hermione se levanto, y con gesto ausente, se dirigió a la habitación que compartía con la menor de los Weasley.

Ginny rápidamente siguió a su amiga, y inadvertidamente para todos, Blaise Zabini las siguió a las dos.

Blaise entro en la habitación mientras Ginny se quejaba amargamente del profesor Dumbledore, provocando que ella y Hermione se quedaran calladas de repente.

- ¿Que haces aquí? - Inquirió irritada Ginny.

- ¿En esta habitación o en esta casa? - Pregunto irónicamente Blaise. - Creí que seria un buen momento para tener una pequeña charla de muchachas.

Antes que Ginny o Hermione pudieran decir algo mas, Blaise saco un pequeño frasco de perfume y procedió a rociar con él, las cuatro paredes, el techo, y el suelo.

- Es un regalo de mama, lo usan los Indecibles, cualquiera que este escuchando nos oirá hablando de cosas sin importancia. - Explico rápidamente Blaise, antes que las dos sorprendidas jóvenes frente a ella, pudieran preguntar.

- ¿Por que? - Pregunto tranquilamente Hermione.

- Ya lo he dicho, creo que es hora que tengamos una pequeña charla. - Respondió suficiencia Blaise. - Yo soy una Slytherin, nosotros no tendemos a confiar en Dumbledore tan fácilmente como las otras casas, por lo que he podido deducir de las historias de autopromoción de Weasley, hay mucho mas en juego de lo que nos han dicho.

- ¿Quieres decir que Dumbledore planea algo mas que convertir a Harry en un cartel publicitario para la Orden del Fénix? - Cuestiono agriamente Ginny.

- Si, eso es exactamente lo que quiero decir. - Respondió con voz glacial Blaise. - ¿Os habéis fijado en la composición de grupo?

- ¿Que ocurre con la composición del grupo? - Pregunto tranquilamente Hermione.

- Mis padres son Indecibles muy respetados entre sus compañeros, lo mismo ocurre con el padre de Weasley y los funcionarios del ministerio, la tía de Susan es la jefe del departamento de seguridad mágica, muy respetada entre los círculos políticos y los Aurores, los padres de Longbottom eran Aurores muy apreciados por sus compañeros, y su abuela es muy influyente entre las familias más antiguas y poderosas del mundo mágico, el padre de Lovegood es el dueño de un Periódico, que como de mostró la entrevista que les dio Potter, podría desbancar al Profeta si cuenta con su apoyo, hay miembros de las cuatro casas en el grupo, todos venimos de familias a dineradas con la excepción de Weasley y su hermano, y exceptuando a Granger, que es de origen mugle, y la bruja más inteligente en ir a Hogwarts en décadas, todos somos de purasangre. - Analizo desapasionadamente Blaise. - Potter a pesar de haber crecido entre mugles, y de tener una madre de origen mugle, proviene de una familia más antigua incluso que Longbottom, es extremadamente famoso, y más rico que Malfoy, excluyendo los más cercanos al Señor oscuro, este grupo es aceptable para todos y cada uno de los grupos de opinión del mundo mágico, esto parece una plataforma para la elección de Potter como el próximo ministro de la magia.

- Nunca lo habría considerado desde ese punto de vista. - Murmuro sorprendida Ginny.

- Por que no eres una Slytherin. - Respondió divertida Blaise. - Y hay mas, todos somos mágicamente poderosos, e incluso sin Granger, este grupo reúne las marcas mas altas en todas las asignaturas, Dumbledore a reunido un grupo poderoso mágica y económicamente, y con gran influencia política y social.

- Dumbledore quiere reproducir el circulo interno de Lord Voldemort. - Afirmo Hermione lentamente.

- Eso parece. - Convino Blaise. - Y encaja con el entrenamiento intensivo en defensa contra las artes oscuras, que nos quieren dar durante el verano, pero la pregunta es porque.

- La profecía. - Respondió abruptamente Hermione.

- ¿Que quieres decir? - Pregunto asustada Ginny. - ¿Fue destruida en el departamento de Misterios?¿No?

- Voldemort debió oír hablar de la profecía hace años, piensa en ello, hace dieciséis años, poco antes de que Harry naciera, alguien hace una profecía sobre los dos. - Argumento Hermione ante la pregunta de Ginny. - E inmediatamente después del nacimiento de Harry, sus padres descubren que el Lord Oscuro esta tras ellos, y tienen que esconderse, pero a pesar de todo los encuentra y mata al padre de Harry, pero ofrece a su madre, una extremadamente poderosa bruja de origen mugle y miembro del Orden del Fénix, dejarla vivir si le deja matar a su hijo.

Hermione hizo una pausa, dejando que sus compañeras asimilaran lo que había dicho.

- después de perder su cuerpo, aun intenta matar a Harry en numerosas ocasiones, fallando estrepitosamente en todas ellas, y cuando por fin recupera su cuerpo, se pasa un año intentando obtener la profecía sobre él y Harry. - siguió despacio Hermione. - Lord Voldemort no iba tras los padres de Harry, iba tras Harry desde el principio, intento evitar que la profecía se cumpliera, matándolo mientras era un bebe.

- Eso significaría, que Harry representa una importante amenaza para Lord Voldemort, que tendrá un papel clave en la guerra. - Dijo Ginny recogiendo la línea de pensamiento de Hermione, y tras una pequeña pausa exclamo. - ¡¡¡Oh Merlín!!! Harry es el arma de la que hablaban los miembros del Orden de Fénix el año pasado.

- ¡Exactamente! - Estuvo de acuerdo Hermione.

- Pero entonces, ¿porque a montado esta farsa Dumbledore? - Inquirió Ginny desconcertada. - ¿Por que toda esa historia sobre la importancia de Harry como imagen de la resistencia contra Voldemort?

- Para controlar a Potter a través de nosotros. - Contesto fríamente Blaise. - Si nos hubiera dicho la verdad, le habría costado mucho más convencernos de espiarlo para él, si acaso hubiera podido.

- Una vez empecemos a trabajar para él, no importara que sepamos la verdad, nos tendrá cogidos. - Afirmo Hermione indignada. - Le bastaría amenazarnos con descubrirnos ante Harry para obligarnos a obedecer.

- Si Harry lo averiguara, no lo superaría nunca, lo destruiríamos. - Susurro Ginny con un atisbo de pánico en su voz, mientras una lagrima caía de sus ojos.

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Una vez había descargada su adrenalina, Harry se sintió desfallecer, y permaneció echado en la cama intentando contener las lagrimas, hasta que el cansancio lo venció, y se sumió en un sueño intranquilo.

Tras varias horas, Harry despertó descansado y relajado, con la tranquilidad llego a una realización, había descubierto cuales eran los planes de Dumbledore, pero no sabia cual había sido la respuesta de sus amigos.

Sondeando en busca de su vigilante del Orden, Harry descubrió con alegría que mientras estaba dormido, había habido un cambio de guardia, y ahora estaba de vigilancia Malhumorado, uno de los confidentes más íntimos de Dumbledore.

Rastreando la información sobre sus amigos, Harry descubrió en primer lugar, que Dumbledore les había dejado varios días para pensar su respuesta.

Harry se sintió animado al saber que sus amigos no habían aceptado inmediatamente, pero el análisis de la reunión lo dejo con sentimientos agridulces.

Ginny había protestado vehementemente la propuesta del profesor Dumbledore, haciendo falta la intervención de su padre para calmarla, en reiteradas ocasiones.

Hermione por su parte había actuado mucho mas calmadamente, pero igual de beligerante que su amiga mas joven, los argumentos y la pura lógica de la muchacha, habían puesto en un brete al profesor Dumbledore, mas de una vez.

Luna había permanecido concentrada en el techo durante toda la reunión, limitándose a realizar pequeños comentarios, que habían desconcertado por completo a los miembros del Orden de Fénix.

Susan y Neville parecían partidos entre su lealtad a Harry, y su respeto por el profesor Dumbledore, aun que las veladas referencias, a sus familiares muertos o gravemente dañados por los Mortifagos, parecía haber inclinado la balanza a favor del profesor.

Blaise Zabini, había permanecido impasible todo el rato sin regalar en ningún momento su opinión, aun que Dumbledore estaba convencido que aceptaría.

Ron era un caso aparte, Dumbledore había halagado hábilmente el ego de su amigo, apelando a sus celos y sus sentimientos de inferioridad, el profesor había conseguido una respuesta favorable a su propuesta.

La investigación en los recuerdos de Malhumorado, había llevado a Harry cerca de perder su temple de nuevo, cuando descubrió una reunión similar, realizada pocos días antes de que dejara la escuela, con los gemelos Weasley.

El Orden había ofrecido a Fred y George, ser miembros de la organización, y una vez estos aceptaron alegremente, les propusieron encargarse de los planes para espiar a Harry.

Para la alegría y horror de Harry, los gemelos se habían sentido indignados, y se habían negado, llegando a amenazar con avisar a Harry si el Orden no renunciaba a sus planes, y el profesor Dumbledore se había limitado, ante la mirada triste de sus padres y hermanos, a oblidated a los gemelos, y comunicarlos que no podían aceptarlos en el orden, porque no habían terminado la escuela.

Sumamente preocupado, Harry busco en la mente de Ojoloco Moody, que habían previsto en el caso de que sus amigos se negaran a espiarlo.

Harry averiguo rápidamente, aun que deseo no haberlo hecho, Dumbledore planeaba administrar subrepticiamente a sus amigos una poción de la verdad, para asegurarse de la sinceridad de sus respuestas, y oblidated a los que no estuvieran de acuerdo.

Pero lo peor era, que cualquiera de sus amigos que no aceptara, seria enviado durante los próximos dos años a Beuxbatons, como parte de un programa de intercambio escolar.