Capitulo 3
El nacimiento de una conspiración
Harry se paso el próximo día examinando la memoria de sus guardianes, buscando una forma de advertir a sus amigos.
Durante este proceso Harry hizo un gran descubrimiento, o dos grandes descubrimientos, y obtuvo un gran numero de información, que le ayudo a formular un plan, no solamente para ayudar a sus amigos, si no para tomar el control de su vida, y su destino.
A la mañana siguiente, Harry se vistió cuidadosamente con su túnica de gala, y tras comprobar en el espejo que su cicatriz era bien visible, cogiendo fuertemente su vara en una mano, dio inicio a su plan.
- ¡¡¡Kreacher!!! - Convocó Harry.
Examinando la mente de Malhumorado, Harry había descubierto que los duendes de la casa poseían un vinculo mágico con sus dueños, que les permitía acudir a su llamada estuvieran donde estuvieran.
Harry también sabia, que dado su naturaleza mágica, el testamento de Sirius había trasferido el vinculo mágico del duende a Harry, inmediatamente después de la muerte de su padrino.
Kreacher se materializo en medio de la habitación completamente confundido, Harry sin dejarle tiempo a reaccionar lo acuso, mientras sondeaba su mente con legeremancia.
- ¡¡¡Traidor!!! - Grito Harry apuntando a Kreacher. - Tus manos se manchan
Con la sangre de tus amos.
- Donde esta Kreacher. - Gimoteó el duende de la casa. - Porque Harry Potter esta gritando a Kreacher.
- ¡¡¡Yo soy tu amo!!! - Volvió a gritar Harry, cogiendo la atención del duende. - ¡¡¡Yo soy el heredero de la historia y la tradición de la muy honorable y ancestral familia BlacK!!!
- Harry Potter exige ser el amo de Kreacher. - Continuo gimoteando sin mucho sentido. - ¿Eso es posible? Kreacher
Fue convocado a este lugar, pero Kreacher no tiene amo, el horrible hijo de la ama esta muerto.
Harry fijando su atención en una fotografía de una serpiente, que había colgado poco antes en la pared, siguió acusando al duende en parsel, causando que este se encogiera aterrado en una esquina de la habitación.
- Harry Potter es un Señor Oscuro. - Murmuro aterrado Kreacher. - Harry Potter es un Señor Oscuro.
Harry vio fácilmente como la pequeña mente de Kreacher se debatía entre, la creencia de que todos los que podían hablar en parsel eran magos oscuros, y desprecio por la relación de Harry con los miembros de la Orden del Fénix, los Weasleys y Hermione.
- ¡¡¡Sé lo que Kreacher esta pensando!!! Crees que soy débil, porque tengo seguidores que son traidores a la sangre o sangre sucia. - Dijo Harry dejando de hablar en parsel. - No hay ni bien, ni mal, solo poder, y aquellos demasiado débiles para usarlo.
- Kreacher no piensa que amo es débil. - Repitió desesperadamente el duende, negando con la cabeza. - Kreacher no piensa que amo es débil.
Harry sonrió y apuntando a Kreacher con la varita, volvió a murmurar en parsel.
- Amo por favor, no haga daño a Kreacher. - Suplico el duende arrodillándose ante Harry. - Kreacher es bueno, Kreacher es fiel a la familia Black.
- ¡¡¡ Kreacher me mintió!!! ¡¡¡Kreacher me puso en peligro a mí, y mis seguidores!!! - Grito de nuevo Harry, dejando de hablar en parsel. - !!!Kreacher causo la muerte de su amo!!! ¡¡¡Kreacher debe ser castigado!!!
- No amo Kreacher no quiso hacerlo. - mintió aterrado el duende. - Las sobrinas de la ama engañaron a Kreacher.
- ¡¡¡No mientas!!! - Advirtió severamente Harry. - Kreacher fue a ellas, ellas no lo engañaron, Kreacher lo hizo voluntariamente, Kreacher debe ser castigado.
- ¿El amo va a liberar a Kreacher? - Pregunto ansioso el duende. - ¿ O quizás va acortarle la cabeza a Kreacher? El amo podría colgar la cabeza de Kreacher en la pared.
Para Harry, era fácil ver en la mente del duende la razón tras sus propuestas, por consiguiente se hecho a reír sonoramente, causando que Kreacher empezara a temblar.
- Dije que Kreacher, debía ser castigado por causar la muerte a su amo, no recompensado colgando su cabeza en la pared, o liberado para que corra a servir a las asesinas de su amo. - Contesto sarcásticamente Harry.
- No amo, tenga piedad de Kreacher. - Suplico el duende. - Kreacher es un humilde duende de la casa, el único deseo de Kreacher es servir a su amo.
- Sabes Kreacher, yo me crié con la hermana de mi madre, ella es una mugle, pero se parece mucho a tu antigua ama. - Dijo casualmente Harry, mientras rodeaba lentamente al duende en el suelo. - La diferencia entre los dos, es que en lugar de odiar a los mugles y los magos de origen mugle, mi tía odia la magia y a los seres mágicos.
Harry se paro ante el gimoteante duende, y continuo.
- Ves ella piensa que los magos son inferiores a los mugles, que son monstruos que hay que eliminar. - Explico Harry con una sonrisa sarcástica en la boca. - Todos tenemos nuestros defectos. ¿No crees?
Harry hizo una pausa esperado una respuesta, cuando esta no vino resumió su charla tranquilamente.
- Aun así, creo que debería agradecerle todos los años de cuidados que me a prodigado. - Afirmo Harry. - Y que mejor que regalarle un duende de la casa, lamentablemente me temo que no podrás usar mas la magia, a mi tía no le gustaría.
- ¡¡¡Una mugle!!! Mi amo quiere regalarme a una mugle. - Exclamo horrorizado Kreacher. - No amo, no regale a Kreacher, Kreacher será un buen duende, Kreacher ara todo lo que el amo diga.
- ¿Por que debo confiar en Kreacher? - Inquirió Harry, con un encogimiento de hombros. - Kreacher ya a causado la muerte de su amo anterior.
- Kreacher será bueno, Kreacher será fiel, Kreacher ara lo que el amo le diga. - Grito el duende echándose a los pies de Harry.
Harry se quedo cayado durante varios minutos, dejando que un horrorizado Kreacher sufriera por su destino.
- Le daré a Kreacher una ultima oportunidad, si me desobedece o intenta traicionarme, lo sabré, y pasara el resto de su vida sirviendo a mi tía. - Advirtió duramente Harry.
- Gracias amo, gracias, Kreacher no lo defraudara. - Dijo rápidamente el duende.
- Bien, en primer lugar no quiero que nadie sepa que estas en esta casa, o que soy tu amo. - Ordeno Harry. - Mientras estés aquí, asegúrate que tu magia no puede ser detectada.
- Kreacher ara lo que el amo dice. - Afirmo el duende.
- En mi baúl hay un espejo mágico roto, quiero que lo repares, y consigas el espejo gemelo de este que tenia Sirius, y me lo traigas. - Instruyo Harry al Duende.
- Si amo. - Dijo Kreacher desapareciendo en un estallido.
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Hermione y Ginny entraron en su cuarto angustiadas, el día siguiente había una reunión del Orden del Fénix, y el profesor Dumbledore acudiría al numero 12 de Grimmauld, esperando recibir una respuesta sobre su propuesta.
No es que ninguna de las dos muchachas dudaran de cual seria su respuesta, al contrario, pero tenían dudas de como lo debían decir, no todos los días se podía acusar, a uno de los hombres más famosos y poderosos del mundo mágico, de intentar engañarte.
Hermione se dirigió hacia su cama, y se detuvo sorprendida a pocos pasos de ella, sobre su almohada havia un pequeño paquete envuelto, con su nombre y el de Ginny claramente visible.
- Ginny. - Llamo Hermione.
- ¿Que pasa? - Pregunto Ginny acercándose.
Hermione no contesto, y se limito a señalar el paquete.
- ¿Quién crees que lo ha dejado? - Pregunto curiosa Ginny.
- No lo sé, la letra parece familiar... - Respondió Hermione. - Será mejor que lo abramos.
- ¿Crees que es seguro? - Inquirió Ginny.
- No, podría ser una broma de los gemelos. - Respondió Hermione con una sonrisa. - En serio Ginny, el encantamiento Fidelius asegura que nadie, en quien no confié Dumbledore, pueda entrar en la casa.
- Tienes razón. - Dijo Ginny tomando el paquete, y abriéndolo cuidadosamente con la ayuda de Hermione.
- Es un espejo. - Exclamo Ginny. - ¿Por que alguien nos enviaría un espejo?
- Hay una nota. - Dijo Hermione cogiéndola, y sosteniéndola frente Ginny, para que las dos pudieran leer la nota.
Queridas Hermione y Ginny.
Estar juntas a medianoche sosteniendo el espejo, no dejéis que nadie sepa que lo tenéis.
Un amigo.
- Ya decía yo que la letra me parecía familiar. - Dijo sorprendida Hermione. - Es de Harry.
- ¿Harry? - Pregunto Ginny. - ¿Estas segura?
- Si, antes no la reconocí porque los nombres estaban escritos en mayúscula. - Explico Hermione. - Esta es la letra de Harry.
- ¿Pero como podría Harry enviárnoslo? - Se extraño Ginny. - ¿Y porque quiere que sostengamos el espejo juntas a medianoche?¿Crees que puede ser un traslador?
- Harry debió conseguir algún miembro del Orden para traerlo. - Dijo cuidadosamente Hermione. - No creo que sea un traslador, Harry no puede hacer magia durante el verano, y dudo que supiera como crear uno, aun que pudiera.
- Supongo que tendremos que esperar ¿No? - Dijo resignada Ginny.
- Sí. - Convino Hermione.
Transcurrieron varias horas, y las dos muchachas se habían cambiado y acostado en sus camas, intentando no levantar sospechas.
Cerca de la hora designada, Ginny se levanto de su cama, y furtivamente se deslizo en la cama de su compañera.
Al sonar las campanadas de la medianoche, las dos jóvenes se hallaban acurrucadas juntas, sosteniendo el espejo.
- ¡Ginny Weasley! ¡Hermione Granger! - Convoco una voz familiar desde el espejo.
- Siii. - Tartamudearon sorprendidas las dos muchachas, después de cruzar sus miradas.
Inmediatamente el rostro de Harry apareció en el espejo.
Decir que fue una sorpresa para Ginny y Hermione es decir poco, las dos muchachas se quedaron sin palabras por unos minutos, mientras Harry espero pacientemente, y cuando empezaron a reaccionar las saludo afectuosamente.
- Me alegro de veros, temía que algo hubiera ido mal. - Dijo Harry con una sonrisa de alivio.
- ¿Harry? - Preguntaron aun sorprendidas las dos jóvenes. - ¿Como?
- El espejo que tenéis vosotras, y el gemelo que yo tengo, son mágicos. - Explico rápidamente Harry. - Mi padre y... Sirius, los usaban para hablar entre sí, mientras estaban en detenciones.
- Harry, tenemos que contarte algo muy importante. - Dijo Ginny, cambiando de tema rápidamente, viendo en dolor en la cara de Harry al hablar sobre su padrino.
- No hace falta, ya lo sé. - Harry tranquilizo a la muchacha.
- ¿Lo sabes? - Inquirió Hermione escéptica.
- Yo sé muchas cosas, mas de las que vosotras sabéis. - Respondió Harry con una sonrisa.
- ¿Estas seguro Harry? - Pregunto no demasiado convencida Hermione.
- Si queréis hablarme de la propuesta de espiarme, que os hizo Dumbledore, si estoy seguro. - Contesto Harry con voz triste. - Por eso tenia que ponerme en contacto con vosotras, hay mas en juego de lo que sospecháis.
- Lo sabemos Harry. - Dijo rápidamente Ginny. - Hermione, yo y Blaise lo dedujimos.
- ¿Blaise? ¿Cómo Blaise Zabini? - Inquirió Harry sorprendido.
- Si, no todos los Slyterin son malos. - Lo corrigió Hermione.
- A Blaise no le gustan mucho los planes de Dumbledore. - Añadió rápidamente Ginny.
- Me alegro que penséis así sobre los Slyterin. - Las interrumpió Harry con una mirada enigmática. - Me sorprendió que la mencionarais, no porque fuera una Slyterin, si no porque Dumbledore esta muy seguro de su lealtad.
- Yo creo, que Blaise piensa que seria más conveniente estar de tu lado. - Respondió Ginny.
- Sí, podría ser... - Dijo ausentemente Harry, meditando las palabras de Hermione. - Obviamente Dumbledore tiene muchos aliados, hay pocos beneficios que Zabini podría obtener aliándose con él,... Apostar por mí es mas arriesgado, pero hay mucho mas a ganar.
- ¡Harry! Eso es muy cruel, muy... Muy... - Critico Hermione.
- Slyterin. - Propuso Harry interrumpiendo a Hermione. - Zabini y yo no somos amigos, y ella es una Slyterin, no dudes que es lo que esta pensando, es mas no tengo dudas que si se lo preguntáis, ella misma os lo dirá.
Hermione y Ginny se quedaron calladas durante unos segundos, sin saber que decir.
- Bien, por que no me contáis lo que habéis deducido, para que pueda rellenar los huecos. - Pidió Harry.
Hermione y Ginny procedieron a contar a Harry, lo que había ocurrido en la reunión con Dumbledore, y en su charla con Blaise, una vez sus amigas terminaron, Harry permaneció callado ponderando lo que havia dicho la Slyterin.
- No esta mal. - Dijo Harry con aprobación tras unos minutos, y dando una sonrisa a sus amigas procedió a soltar la bomba. - La profecía la hizo la profesora Trelawney al profesor Dumbledore, por eso la mantiene como profesora, a pesar que no tiene idea de adivinación.
Las dos chicas abrieron la boca en asombro, causando una ligera sonrisa en la cara de Harry.
- La profecía fue hecha poco antes de que naciera, en la Cabeza de Puerco, un Mortifago oyó la primera parte, y se la contó a Lord Voldemort. - Explico Harry. - "El único con el poder para derrotar al señor oscuro se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes..."
Harry hizo una pausa para que asimilaran sus palabras, y luego continuo.
- Al principio havia dos niños a los que podía referirse la profecía, Yo y Neville. - Las informo Harry. - Pero cuando intento matarme hace quince años, cumplió la siguiente línea de la profecía, que él no conocía, y me marco como el elegido.
- ¿así tú eres el único que puede derrotar a Lord Voldemort? - Pregunto con voz angustiada Hermione.
- Si, por lo menos definitivamente, Dumbledore quizás pudiese derrotarlo o incluso volver a destruir su cuerpo, pero yo soy el único que puede acabar con el definitivamente. - Contesto Harry. - Voldemort es mucho más poderoso que Dumbledore, y yo soy igual de poderoso como Voldemort, la única ventaja que tiene Dumbledore sobre Voldemort es su mayor conocimiento y experiencia, que es la misma ventaja que los dos tienen sobre mí.
- Harry. ¿Estas seguro que tú eres tan poderoso como Voldemort? - Pregunto escéptica Hermione. - Aun no tienes dieciséis años, Voldemort te aventaja en décadas de desarrollo mágico.
- Piensa en nuestro tercer año, cuando ahuyente un centenar de Dementores. ¿Cuantos magos adultos pueden producir un patronus corpóreo?¿Un centenar o dos, quizás?¿Y cuantos de ellos podrían detener semejante numero de Dementores?¿Cinco o seis? Y yo tenia trece años. - Argumento despacio Harry. - Recuerdas lo que te conté de mi duelo con Voldemort en cuarto año, como forcé el priori incantatem en su varita, eso fue una lucha de poder a poder, y yo prevalecí.
Harry sonrió ligeramente, ante la mirada aturdida de sus amigas, y siguió.
- En el ministerio el señor oscuro y el profesor Dumbledore estaban batiéndose en duelo, y no parecía que ninguno pudiera ganar, cuando de repente Voldemort me poseyó, y intento que el profesor me matara para detenerlo. - Explico Harry causando que Ginny y Hermione se encogieran de angustia. - Voldemort apenas pudo mantener la posesión por unos segundos, poseerme le causo tanto dolor que tuvo que liberarme y huir, yo no soy rival para él en un duelo, ni para Dumbledore dado el caso, pero tengo el poder para serlo.
- ¿Entonces a que esta jugando el profesor Dumbledore? - Inquirió Ginny irritada. - ¿No seria mucho mejor traerte aquí y darte todo el entrenamiento que quiere darnos a nosotros?
- He pensado mucho en ello, al final he llegado a la Conclusión, que tiene miedo. - Respondió Harry con un suspiro.
El nacimiento de una conspiración
Harry se paso el próximo día examinando la memoria de sus guardianes, buscando una forma de advertir a sus amigos.
Durante este proceso Harry hizo un gran descubrimiento, o dos grandes descubrimientos, y obtuvo un gran numero de información, que le ayudo a formular un plan, no solamente para ayudar a sus amigos, si no para tomar el control de su vida, y su destino.
A la mañana siguiente, Harry se vistió cuidadosamente con su túnica de gala, y tras comprobar en el espejo que su cicatriz era bien visible, cogiendo fuertemente su vara en una mano, dio inicio a su plan.
- ¡¡¡Kreacher!!! - Convocó Harry.
Examinando la mente de Malhumorado, Harry había descubierto que los duendes de la casa poseían un vinculo mágico con sus dueños, que les permitía acudir a su llamada estuvieran donde estuvieran.
Harry también sabia, que dado su naturaleza mágica, el testamento de Sirius había trasferido el vinculo mágico del duende a Harry, inmediatamente después de la muerte de su padrino.
Kreacher se materializo en medio de la habitación completamente confundido, Harry sin dejarle tiempo a reaccionar lo acuso, mientras sondeaba su mente con legeremancia.
- ¡¡¡Traidor!!! - Grito Harry apuntando a Kreacher. - Tus manos se manchan
Con la sangre de tus amos.
- Donde esta Kreacher. - Gimoteó el duende de la casa. - Porque Harry Potter esta gritando a Kreacher.
- ¡¡¡Yo soy tu amo!!! - Volvió a gritar Harry, cogiendo la atención del duende. - ¡¡¡Yo soy el heredero de la historia y la tradición de la muy honorable y ancestral familia BlacK!!!
- Harry Potter exige ser el amo de Kreacher. - Continuo gimoteando sin mucho sentido. - ¿Eso es posible? Kreacher
Fue convocado a este lugar, pero Kreacher no tiene amo, el horrible hijo de la ama esta muerto.
Harry fijando su atención en una fotografía de una serpiente, que había colgado poco antes en la pared, siguió acusando al duende en parsel, causando que este se encogiera aterrado en una esquina de la habitación.
- Harry Potter es un Señor Oscuro. - Murmuro aterrado Kreacher. - Harry Potter es un Señor Oscuro.
Harry vio fácilmente como la pequeña mente de Kreacher se debatía entre, la creencia de que todos los que podían hablar en parsel eran magos oscuros, y desprecio por la relación de Harry con los miembros de la Orden del Fénix, los Weasleys y Hermione.
- ¡¡¡Sé lo que Kreacher esta pensando!!! Crees que soy débil, porque tengo seguidores que son traidores a la sangre o sangre sucia. - Dijo Harry dejando de hablar en parsel. - No hay ni bien, ni mal, solo poder, y aquellos demasiado débiles para usarlo.
- Kreacher no piensa que amo es débil. - Repitió desesperadamente el duende, negando con la cabeza. - Kreacher no piensa que amo es débil.
Harry sonrió y apuntando a Kreacher con la varita, volvió a murmurar en parsel.
- Amo por favor, no haga daño a Kreacher. - Suplico el duende arrodillándose ante Harry. - Kreacher es bueno, Kreacher es fiel a la familia Black.
- ¡¡¡ Kreacher me mintió!!! ¡¡¡Kreacher me puso en peligro a mí, y mis seguidores!!! - Grito de nuevo Harry, dejando de hablar en parsel. - !!!Kreacher causo la muerte de su amo!!! ¡¡¡Kreacher debe ser castigado!!!
- No amo Kreacher no quiso hacerlo. - mintió aterrado el duende. - Las sobrinas de la ama engañaron a Kreacher.
- ¡¡¡No mientas!!! - Advirtió severamente Harry. - Kreacher fue a ellas, ellas no lo engañaron, Kreacher lo hizo voluntariamente, Kreacher debe ser castigado.
- ¿El amo va a liberar a Kreacher? - Pregunto ansioso el duende. - ¿ O quizás va acortarle la cabeza a Kreacher? El amo podría colgar la cabeza de Kreacher en la pared.
Para Harry, era fácil ver en la mente del duende la razón tras sus propuestas, por consiguiente se hecho a reír sonoramente, causando que Kreacher empezara a temblar.
- Dije que Kreacher, debía ser castigado por causar la muerte a su amo, no recompensado colgando su cabeza en la pared, o liberado para que corra a servir a las asesinas de su amo. - Contesto sarcásticamente Harry.
- No amo, tenga piedad de Kreacher. - Suplico el duende. - Kreacher es un humilde duende de la casa, el único deseo de Kreacher es servir a su amo.
- Sabes Kreacher, yo me crié con la hermana de mi madre, ella es una mugle, pero se parece mucho a tu antigua ama. - Dijo casualmente Harry, mientras rodeaba lentamente al duende en el suelo. - La diferencia entre los dos, es que en lugar de odiar a los mugles y los magos de origen mugle, mi tía odia la magia y a los seres mágicos.
Harry se paro ante el gimoteante duende, y continuo.
- Ves ella piensa que los magos son inferiores a los mugles, que son monstruos que hay que eliminar. - Explico Harry con una sonrisa sarcástica en la boca. - Todos tenemos nuestros defectos. ¿No crees?
Harry hizo una pausa esperado una respuesta, cuando esta no vino resumió su charla tranquilamente.
- Aun así, creo que debería agradecerle todos los años de cuidados que me a prodigado. - Afirmo Harry. - Y que mejor que regalarle un duende de la casa, lamentablemente me temo que no podrás usar mas la magia, a mi tía no le gustaría.
- ¡¡¡Una mugle!!! Mi amo quiere regalarme a una mugle. - Exclamo horrorizado Kreacher. - No amo, no regale a Kreacher, Kreacher será un buen duende, Kreacher ara todo lo que el amo diga.
- ¿Por que debo confiar en Kreacher? - Inquirió Harry, con un encogimiento de hombros. - Kreacher ya a causado la muerte de su amo anterior.
- Kreacher será bueno, Kreacher será fiel, Kreacher ara lo que el amo le diga. - Grito el duende echándose a los pies de Harry.
Harry se quedo cayado durante varios minutos, dejando que un horrorizado Kreacher sufriera por su destino.
- Le daré a Kreacher una ultima oportunidad, si me desobedece o intenta traicionarme, lo sabré, y pasara el resto de su vida sirviendo a mi tía. - Advirtió duramente Harry.
- Gracias amo, gracias, Kreacher no lo defraudara. - Dijo rápidamente el duende.
- Bien, en primer lugar no quiero que nadie sepa que estas en esta casa, o que soy tu amo. - Ordeno Harry. - Mientras estés aquí, asegúrate que tu magia no puede ser detectada.
- Kreacher ara lo que el amo dice. - Afirmo el duende.
- En mi baúl hay un espejo mágico roto, quiero que lo repares, y consigas el espejo gemelo de este que tenia Sirius, y me lo traigas. - Instruyo Harry al Duende.
- Si amo. - Dijo Kreacher desapareciendo en un estallido.
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Hermione y Ginny entraron en su cuarto angustiadas, el día siguiente había una reunión del Orden del Fénix, y el profesor Dumbledore acudiría al numero 12 de Grimmauld, esperando recibir una respuesta sobre su propuesta.
No es que ninguna de las dos muchachas dudaran de cual seria su respuesta, al contrario, pero tenían dudas de como lo debían decir, no todos los días se podía acusar, a uno de los hombres más famosos y poderosos del mundo mágico, de intentar engañarte.
Hermione se dirigió hacia su cama, y se detuvo sorprendida a pocos pasos de ella, sobre su almohada havia un pequeño paquete envuelto, con su nombre y el de Ginny claramente visible.
- Ginny. - Llamo Hermione.
- ¿Que pasa? - Pregunto Ginny acercándose.
Hermione no contesto, y se limito a señalar el paquete.
- ¿Quién crees que lo ha dejado? - Pregunto curiosa Ginny.
- No lo sé, la letra parece familiar... - Respondió Hermione. - Será mejor que lo abramos.
- ¿Crees que es seguro? - Inquirió Ginny.
- No, podría ser una broma de los gemelos. - Respondió Hermione con una sonrisa. - En serio Ginny, el encantamiento Fidelius asegura que nadie, en quien no confié Dumbledore, pueda entrar en la casa.
- Tienes razón. - Dijo Ginny tomando el paquete, y abriéndolo cuidadosamente con la ayuda de Hermione.
- Es un espejo. - Exclamo Ginny. - ¿Por que alguien nos enviaría un espejo?
- Hay una nota. - Dijo Hermione cogiéndola, y sosteniéndola frente Ginny, para que las dos pudieran leer la nota.
Queridas Hermione y Ginny.
Estar juntas a medianoche sosteniendo el espejo, no dejéis que nadie sepa que lo tenéis.
Un amigo.
- Ya decía yo que la letra me parecía familiar. - Dijo sorprendida Hermione. - Es de Harry.
- ¿Harry? - Pregunto Ginny. - ¿Estas segura?
- Si, antes no la reconocí porque los nombres estaban escritos en mayúscula. - Explico Hermione. - Esta es la letra de Harry.
- ¿Pero como podría Harry enviárnoslo? - Se extraño Ginny. - ¿Y porque quiere que sostengamos el espejo juntas a medianoche?¿Crees que puede ser un traslador?
- Harry debió conseguir algún miembro del Orden para traerlo. - Dijo cuidadosamente Hermione. - No creo que sea un traslador, Harry no puede hacer magia durante el verano, y dudo que supiera como crear uno, aun que pudiera.
- Supongo que tendremos que esperar ¿No? - Dijo resignada Ginny.
- Sí. - Convino Hermione.
Transcurrieron varias horas, y las dos muchachas se habían cambiado y acostado en sus camas, intentando no levantar sospechas.
Cerca de la hora designada, Ginny se levanto de su cama, y furtivamente se deslizo en la cama de su compañera.
Al sonar las campanadas de la medianoche, las dos jóvenes se hallaban acurrucadas juntas, sosteniendo el espejo.
- ¡Ginny Weasley! ¡Hermione Granger! - Convoco una voz familiar desde el espejo.
- Siii. - Tartamudearon sorprendidas las dos muchachas, después de cruzar sus miradas.
Inmediatamente el rostro de Harry apareció en el espejo.
Decir que fue una sorpresa para Ginny y Hermione es decir poco, las dos muchachas se quedaron sin palabras por unos minutos, mientras Harry espero pacientemente, y cuando empezaron a reaccionar las saludo afectuosamente.
- Me alegro de veros, temía que algo hubiera ido mal. - Dijo Harry con una sonrisa de alivio.
- ¿Harry? - Preguntaron aun sorprendidas las dos jóvenes. - ¿Como?
- El espejo que tenéis vosotras, y el gemelo que yo tengo, son mágicos. - Explico rápidamente Harry. - Mi padre y... Sirius, los usaban para hablar entre sí, mientras estaban en detenciones.
- Harry, tenemos que contarte algo muy importante. - Dijo Ginny, cambiando de tema rápidamente, viendo en dolor en la cara de Harry al hablar sobre su padrino.
- No hace falta, ya lo sé. - Harry tranquilizo a la muchacha.
- ¿Lo sabes? - Inquirió Hermione escéptica.
- Yo sé muchas cosas, mas de las que vosotras sabéis. - Respondió Harry con una sonrisa.
- ¿Estas seguro Harry? - Pregunto no demasiado convencida Hermione.
- Si queréis hablarme de la propuesta de espiarme, que os hizo Dumbledore, si estoy seguro. - Contesto Harry con voz triste. - Por eso tenia que ponerme en contacto con vosotras, hay mas en juego de lo que sospecháis.
- Lo sabemos Harry. - Dijo rápidamente Ginny. - Hermione, yo y Blaise lo dedujimos.
- ¿Blaise? ¿Cómo Blaise Zabini? - Inquirió Harry sorprendido.
- Si, no todos los Slyterin son malos. - Lo corrigió Hermione.
- A Blaise no le gustan mucho los planes de Dumbledore. - Añadió rápidamente Ginny.
- Me alegro que penséis así sobre los Slyterin. - Las interrumpió Harry con una mirada enigmática. - Me sorprendió que la mencionarais, no porque fuera una Slyterin, si no porque Dumbledore esta muy seguro de su lealtad.
- Yo creo, que Blaise piensa que seria más conveniente estar de tu lado. - Respondió Ginny.
- Sí, podría ser... - Dijo ausentemente Harry, meditando las palabras de Hermione. - Obviamente Dumbledore tiene muchos aliados, hay pocos beneficios que Zabini podría obtener aliándose con él,... Apostar por mí es mas arriesgado, pero hay mucho mas a ganar.
- ¡Harry! Eso es muy cruel, muy... Muy... - Critico Hermione.
- Slyterin. - Propuso Harry interrumpiendo a Hermione. - Zabini y yo no somos amigos, y ella es una Slyterin, no dudes que es lo que esta pensando, es mas no tengo dudas que si se lo preguntáis, ella misma os lo dirá.
Hermione y Ginny se quedaron calladas durante unos segundos, sin saber que decir.
- Bien, por que no me contáis lo que habéis deducido, para que pueda rellenar los huecos. - Pidió Harry.
Hermione y Ginny procedieron a contar a Harry, lo que había ocurrido en la reunión con Dumbledore, y en su charla con Blaise, una vez sus amigas terminaron, Harry permaneció callado ponderando lo que havia dicho la Slyterin.
- No esta mal. - Dijo Harry con aprobación tras unos minutos, y dando una sonrisa a sus amigas procedió a soltar la bomba. - La profecía la hizo la profesora Trelawney al profesor Dumbledore, por eso la mantiene como profesora, a pesar que no tiene idea de adivinación.
Las dos chicas abrieron la boca en asombro, causando una ligera sonrisa en la cara de Harry.
- La profecía fue hecha poco antes de que naciera, en la Cabeza de Puerco, un Mortifago oyó la primera parte, y se la contó a Lord Voldemort. - Explico Harry. - "El único con el poder para derrotar al señor oscuro se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes..."
Harry hizo una pausa para que asimilaran sus palabras, y luego continuo.
- Al principio havia dos niños a los que podía referirse la profecía, Yo y Neville. - Las informo Harry. - Pero cuando intento matarme hace quince años, cumplió la siguiente línea de la profecía, que él no conocía, y me marco como el elegido.
- ¿así tú eres el único que puede derrotar a Lord Voldemort? - Pregunto con voz angustiada Hermione.
- Si, por lo menos definitivamente, Dumbledore quizás pudiese derrotarlo o incluso volver a destruir su cuerpo, pero yo soy el único que puede acabar con el definitivamente. - Contesto Harry. - Voldemort es mucho más poderoso que Dumbledore, y yo soy igual de poderoso como Voldemort, la única ventaja que tiene Dumbledore sobre Voldemort es su mayor conocimiento y experiencia, que es la misma ventaja que los dos tienen sobre mí.
- Harry. ¿Estas seguro que tú eres tan poderoso como Voldemort? - Pregunto escéptica Hermione. - Aun no tienes dieciséis años, Voldemort te aventaja en décadas de desarrollo mágico.
- Piensa en nuestro tercer año, cuando ahuyente un centenar de Dementores. ¿Cuantos magos adultos pueden producir un patronus corpóreo?¿Un centenar o dos, quizás?¿Y cuantos de ellos podrían detener semejante numero de Dementores?¿Cinco o seis? Y yo tenia trece años. - Argumento despacio Harry. - Recuerdas lo que te conté de mi duelo con Voldemort en cuarto año, como forcé el priori incantatem en su varita, eso fue una lucha de poder a poder, y yo prevalecí.
Harry sonrió ligeramente, ante la mirada aturdida de sus amigas, y siguió.
- En el ministerio el señor oscuro y el profesor Dumbledore estaban batiéndose en duelo, y no parecía que ninguno pudiera ganar, cuando de repente Voldemort me poseyó, y intento que el profesor me matara para detenerlo. - Explico Harry causando que Ginny y Hermione se encogieran de angustia. - Voldemort apenas pudo mantener la posesión por unos segundos, poseerme le causo tanto dolor que tuvo que liberarme y huir, yo no soy rival para él en un duelo, ni para Dumbledore dado el caso, pero tengo el poder para serlo.
- ¿Entonces a que esta jugando el profesor Dumbledore? - Inquirió Ginny irritada. - ¿No seria mucho mejor traerte aquí y darte todo el entrenamiento que quiere darnos a nosotros?
- He pensado mucho en ello, al final he llegado a la Conclusión, que tiene miedo. - Respondió Harry con un suspiro.
