Capitulo 5
Preparaciones
Harry se despertó la mañana siguiente de muy buen humor, hoy iba a dar inicio a sus planes, si todo salía bien, esta misma noche seria libre del control del profesor Dumbledore, aun cuando este no lo supiera.
Inmediatamente después de asearse y vestirse con sus mejores túnicas, Harry convoco a Kreacher, y el duende de la casa apareció en un estallido.
- ¿Kreacher conseguiste lo que te pedí? - Inquirió Harry con voz dura.
- Kreacher encontró objeto que el amo quería. - Dijo en duende de la casa dando un chasquido con los dedos, y haciendo aparecer una caja de madera elaboradamente tallada. - Kreacher tuvo que visitar muchas tiendas para cumplir las ordenes de su amo.
Sin hacer caso del duende Harry abrió la caja, y sonrió cuidadosamente al ver su contenido.
Harry havia descubierto que Kreacher estaba autorizado a retirar fondos de unas de las cuentas de la familia Black, inicialmente esta cuenta era destinada a cubrir los gastos de la casa del numero 12 de Grimmauld, pero havia permanecido intocada durante años, mientras aumentando de tamaño con periódicos ingresos, realizados de forma prefijada desde antes de la muerte de la madre de Sirius.
Harry no se sentía culpable de usar este dinero, ya que Sirius le havia dejado todas sus propiedades y recursos, incluyendo la mansión Black, y consiguientemente la bóveda vinculada a la casa.
La principal ventaja de usar esta cuenta, era que nadie sabía de su existencia, y los duendes no informarían a Dumbledore, como Harry sabia que ocurriría, si él retirara el dinero de su propia bóveda.
- ¿Y la poción? - Volvió a preguntar a Kreacher. - ¿Y el testamento?
El duende chasqueó los dedos por segunda vez, y una pequeña redoma, y un pergamino cuidadosamente lacrado, aparecieron al lado de la caja de madera.
- Muy bien. - Dijo Harry. - ¿Entregaste la carta a la persona que te indique?
- Kreacher entrego la carta del amo, no querían dejar que Kreacher lo hiciera, Kreacher tuvo esperar mucho tiempo, pero Kreacher entrego la carta del amo. - Se quejo el duende. - El amo no trata bien a Kreacher, Kreacher hace todo lo que puede para complacer al amo, y el amo usa a Kreacher como un búho.
- ¡Basta! Kreacher ara lo que le diga, o lo regalare a mi tía. - Corto Harry con voz autoritaria. - ¿Reservaste la habitación privada en el Caldero Chorreante?¿Diste el sobre con mis instrucciones a Tom?
- Kreacher reservó la habitación para el amo, el amo no debe de dudar de Kreacher, Kreacher lo había hecho muchas veces para sus antiguos amos. - Afirmo el duende de la casa. - Kreacher dio las instrucciones del amo al mozo de la taberna, el amo debería confiar en Kreacher, Kreacher podría haber dado las instrucciones al mozo, el amo no debió molestarse a escribirlas.
- ¿Recuerdas lo que tienes que hacer esta tarde? - Inquirió Harry mortalmente serio.
- Kreacher recuerda lo que el amo le ha dicho. - Respondió el duende. - Kreacher ara lo que el amo dice, aun que el amo trate mal a Kreacher.
- No te equivoques Kreacher. - Advirtió con voz amenazadora Harry, mientras sondeaba a Kreacher con legeremancia. - Si Kreacher comete un error esta tarde, pagara su error muy caro, no habla segundas oportunidades esta vez, no te equivoques Kreacher.
- El amo desconfía de Kreacher, Kreacher no ha hecho nada para que el amo desconfíe de él, Kreacher cumple las ordenes del amo, aun cuando el amo no le agradezca. - Murmuro Kreacher.
- Puedes irte, y recuerda mi advertencia, que nada salga mal. - Volvió amenazar Harry, mientras Kreacher desaparecía en un estallido.
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Havian terminado de almorzar, cuando Blaise Zabini pidió al resto de estudiantes reunidos en el numero 12 de Grimmauld que la acompañaran a su habitación, una vez todos habían tomado asiento, la joven Slytherin de pie frente a la puerta cerrada se dirigió a ellos con voz calmada.
- Aun cuando el profesor Dumbledore no lo ha planteado, yo creo que es obvio que todos hemos de dar la misma respuesta esta tarde. - Afirmo cuidadosamente la Slytherin.
- ¿Por qué? - Interrumpió bruscamente Ron.
- Por que cualquiera que no acepte podría avisar a Potter, haciendo mas bien inútil el trabajo de los demás. - Respondió irónicamente Blaise. - Y claro, yo no tengo nada que perder realmente, él no es mi amigo después de todo, pero...
Blaise dejo que sus palabras flotaran por la habitación, mientras observaba detenidamente las reacciones de todos.
- Bien. ¿Alguien tiene alguna duda de que tenemos que responder? - Inquirió Ron clavando su mirada en todos sus amigos. - El mayor mago de nuestro tiempo, nos a pedido nuestra ayuda para detener a Tu-sabes-quien. ¿Vamos anegarnos?
Ninguno de ellos se atrevió a confrontar la mirada de Ron, Neville y Susan parecían avergonzados, y Ginny y Hermione, aun que hirviendo en su interior, imitaron el comportamiento de sus compañeros, la única excepción fue Luna.
- Oh, pero el profesor Dumbledore no es el mayor mago de nuestro tiempo. - Afirmo sencillamente Luna dejando de leer el sofista por un momento.
- ¿No? - Pregunto sarcásticamente Ron. - ¿Y entonces quien es?
- Harry claro, el es mucho mas poderoso que Dumbledore, solo hay que mirar sus aura, es evidente. - Informo Luna claramente sorprendida por la pregunta de Ron.
- ¿Harry?¿Sus auras? - repitió incrédulo Ron. - ¿Bromeas?
- Harry es muy poderoso. - Informo muy circunspecta Hermione. - ¿Cuantos magos hay que puedan conjurar un patronus capaz de enfrentar un centenar de Dementores?¿Y cuantos de ellos podían hacerlo a los trece años?
- ¿Pero...? - Tartamudeo desconcertado por el giro que estaba dando la conversación. - ¿Pero..?
- ¿O matar un Basilisco a los doce años? - Añadió inocentemente Ginny. - ¿O resistir la maldición Imperio al primer intento?¿O ganar el torneo de los Tres Magos?¿O batirse en duelo con Lord Voldemort y sobrevivir?¿O...?
- ¡Basta! - Interrumpió completamente rojo Ron. - ¿No podéis creer que Harry es más poderoso que el profesor Dumbledore?
- Yo no he dicho eso. - Cantaron a coro Ginny y Hermione.
- Yo si lo he dicho. - Afirmo tranquilamente Luna desde detrás del Sofista.
- No hay dudas que Potter es un mago muy poderoso. - Intervino Blaise colocándose rápidamente entre Ron y Luna, cuando el primero se levanto sumamente irritado con los puños cerrados. - Aun que dudo mucho, que pudiera derrotar al profesor Dumbledore... En la actualidad.
- ¿En la actualidad? - Cuestiono desconcertado Ron.
- Realmente hay un punto de las historias, que nos habéis contado que me inquieta. - Dijo despacio Blaise.
- ¿Cuál? - Exigió malhumoradamente Ron.
- La profecía. - Respondió impasible Blaise.
- ¿Qué pasa con la profecía? - Inquirió irritado Ron. - Fue destruida durante el enfrentamiento en el ministerio, nadie la oyó.
- Desgraciadamente que el registro de la profecía fuera destruido, no significa que la profecía no se vaya a cumplir. - Respondió fríamente Blaise. - Según lo que nos habéis contado Tu-sabes-quien dedico todo el año a intentar obtener la profecía, y el profesor Dumbledore y el Orden del Fénix a intentar evitar que la obtuviera, algo que el lord Oscuro y el profesor consideran tan importante, yo me inclino a considerarlo extremadamente importante.
- ¿Pero no sabemos que decía la profecía? - Pregunto hablando por primera vez Neville.
- Cierto, pero sabemos que hablaba de Tu-sabes-quien y Potter, y que fue hecha hace dieciséis años, poco antes de que Potter naciera, y que sus padres descubrieran que el señor oscuro iba tras ellos. - Afirmo Blaise volviéndose a mirar a Neville. - Tambien sabemos que a pesar de tener solo un año, el objetivo real de Tu-sabes-quien era Potter, o el y su padre, considerando lo que paso cuando el señor oscuro intento matarlo, y todas las veces que lo a intentado posteriormente, mas el interés de Dumbledore en proteger a Potter...
- Harry es quien debe derrotar a quien tu-sabes-quien. - Concluyo Neville anonadado por la revelación.
- O tiene un papel clave en su derrota. - Concluyo Blaise.
- Eso es absurdo, no puedo creer que tan siquiera lo consideréis. - Gritó Ron fuera de sí. - Harry es solo un niño, como esperáis que pueda derrotar al mayor mago oscuro de los últimos siglos, yo confió en lo que dice el profesor Dumbledore, y haré lo que él me pida.
Ron se volvió, y salió rápidamente de la habitación, pero antes de que cerrara la puerta no pudo evitar salir de la habitación.
- Esto no se trata de quien derrotara al señor oscuro, pase lo que pase, cuando llegue el momento el profesor Dumbledore y Harry harán todo lo que este en su mano para derrotarlo. - Dijo suavemente Luna. - Esto se trata de amistad, lealtad y confianza, se trata de decidir que es más importante las personas, o los beneficios que se puede obtener gracias a ellas, se trata de creer que una persona tiene derecho a tomar las decisiones sobre su propia vida, o creer que otra puede tomarlas por él para el bien común.
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Harry guardo en una vieja bolsa de su primo la caja de madera que le había traído Kreacher, junto al testamento de Sirius, y su capa de invisibilidad.
Colgándose la bolsa en la espada, y cogiendo la pócima que le había traído el duende, se deslizo silenciosamente en la habitación de su primo, tras comprobar cuidadosamente que este permanecía dormido, Harry vertió lentamente la poción a través de su garganta.
Dudley había regresado un par de horas antes, y probablemente dormiría hasta bien entrada la tarde, la poción de sueño que le había traído Kreacher, solo serviría para garantizar que no se levantaría antes.
Harry salió de la habitación vigilando para no encontrarse con su tía, una vez fuera se dirigió al baño, y tras pararse frente el espejo, empezó a concentrarse, transcurridos unos segundos contemplo como la cara de Dudley Dursley le sonreía desde el espejo.
Desesperado para encontrar una forma de avisar a sus amigas, Harry había descubierto, sondeando la mente de Toncks, que él era un metamorfomago, y aun más importante, esto lo había llevado a descubrir, que al utilizar Legeremancia para aprender Harry no solo obtenía el conocimiento, si no también la experiencia que tenia la persona en la materia, a pesar que aun debía practicar para dominar lo aprendido mediante Legeremancia, era extremadamente mas rápido y fácil, así mientras la Auror había tardado cerca de un año a dominar por completo sus habilidades como metamorfomago, el lo había hecho en un día.
Diez minutos un aparentemente sonriente Dudley Dursley, abandonaba el numero 4 de Privet Drive, Harry había planeado cuidadosamente sus acciones, y no queriendo dejar nada al azar, en lugar de dirigirse a su destino final, Harry se había dirigió a un pueblo cercano donde estaba realizando un pase de veinticuatro horas de cine de terror, tras entrar en el cine y salir oculto bajo su capa de invisibilidad, Harry volvió a cambiar de aspecto, y se dirigió finalmente al Caldero Chorreante.
Pidiendo una bebida, un irreconocible Harry Potter se sentó en una esquina esperando la llegada de sus invitados, transcurridos veinte minutos, con puntualidad inglesa dos hombres embozados se acercaron a Tom, y preguntaron por la habitación que él había reservado, el propietario del Caldero Chorreante introdujo a los dos misteriosos hombres en una de las habitaciones privadas, mientras informándoles, tal como se había sido instruido, que su anfitrión se había visto retenido por las razones imprevistas, y que pidiendo sus disculpas por el retrazo les pedía que aceptaran su invitación para desayunar, asegurándose que se reuniría con ellos antes de que terminaran.
Harry paso los siguientes diez minutos sondeando mentalmente a los presentes, asegurándose que no le habían tendido una trampa, una vez seguro dirigió sus esfuerzos a sus invitados, buscando información que podría serle útil posteriormente, muy satisfecho con lo que encontró en las mentes de los dos hombres, Harry se deslizo en la habitación bajo su capa de invisibilidad, aprovechando el momento que Tom retiraba el desayuno.
Tras recuperar su verdadero aspecto, Harry se sentó frente los dos hombres, y guardo rápidamente su capa de invisibilidad, aprovechando que sus invitados permanecían distraídos vigilando la salida del dueño de la taberna.
- Cornelius y Percy, me complace en extremo que hayan aceptado mi invitación. - Dijo Harry, contemplado con una sonrisa sarcástica el sobresalto del Ministro de la Magia y su Ayudante.
Preparaciones
Harry se despertó la mañana siguiente de muy buen humor, hoy iba a dar inicio a sus planes, si todo salía bien, esta misma noche seria libre del control del profesor Dumbledore, aun cuando este no lo supiera.
Inmediatamente después de asearse y vestirse con sus mejores túnicas, Harry convoco a Kreacher, y el duende de la casa apareció en un estallido.
- ¿Kreacher conseguiste lo que te pedí? - Inquirió Harry con voz dura.
- Kreacher encontró objeto que el amo quería. - Dijo en duende de la casa dando un chasquido con los dedos, y haciendo aparecer una caja de madera elaboradamente tallada. - Kreacher tuvo que visitar muchas tiendas para cumplir las ordenes de su amo.
Sin hacer caso del duende Harry abrió la caja, y sonrió cuidadosamente al ver su contenido.
Harry havia descubierto que Kreacher estaba autorizado a retirar fondos de unas de las cuentas de la familia Black, inicialmente esta cuenta era destinada a cubrir los gastos de la casa del numero 12 de Grimmauld, pero havia permanecido intocada durante años, mientras aumentando de tamaño con periódicos ingresos, realizados de forma prefijada desde antes de la muerte de la madre de Sirius.
Harry no se sentía culpable de usar este dinero, ya que Sirius le havia dejado todas sus propiedades y recursos, incluyendo la mansión Black, y consiguientemente la bóveda vinculada a la casa.
La principal ventaja de usar esta cuenta, era que nadie sabía de su existencia, y los duendes no informarían a Dumbledore, como Harry sabia que ocurriría, si él retirara el dinero de su propia bóveda.
- ¿Y la poción? - Volvió a preguntar a Kreacher. - ¿Y el testamento?
El duende chasqueó los dedos por segunda vez, y una pequeña redoma, y un pergamino cuidadosamente lacrado, aparecieron al lado de la caja de madera.
- Muy bien. - Dijo Harry. - ¿Entregaste la carta a la persona que te indique?
- Kreacher entrego la carta del amo, no querían dejar que Kreacher lo hiciera, Kreacher tuvo esperar mucho tiempo, pero Kreacher entrego la carta del amo. - Se quejo el duende. - El amo no trata bien a Kreacher, Kreacher hace todo lo que puede para complacer al amo, y el amo usa a Kreacher como un búho.
- ¡Basta! Kreacher ara lo que le diga, o lo regalare a mi tía. - Corto Harry con voz autoritaria. - ¿Reservaste la habitación privada en el Caldero Chorreante?¿Diste el sobre con mis instrucciones a Tom?
- Kreacher reservó la habitación para el amo, el amo no debe de dudar de Kreacher, Kreacher lo había hecho muchas veces para sus antiguos amos. - Afirmo el duende de la casa. - Kreacher dio las instrucciones del amo al mozo de la taberna, el amo debería confiar en Kreacher, Kreacher podría haber dado las instrucciones al mozo, el amo no debió molestarse a escribirlas.
- ¿Recuerdas lo que tienes que hacer esta tarde? - Inquirió Harry mortalmente serio.
- Kreacher recuerda lo que el amo le ha dicho. - Respondió el duende. - Kreacher ara lo que el amo dice, aun que el amo trate mal a Kreacher.
- No te equivoques Kreacher. - Advirtió con voz amenazadora Harry, mientras sondeaba a Kreacher con legeremancia. - Si Kreacher comete un error esta tarde, pagara su error muy caro, no habla segundas oportunidades esta vez, no te equivoques Kreacher.
- El amo desconfía de Kreacher, Kreacher no ha hecho nada para que el amo desconfíe de él, Kreacher cumple las ordenes del amo, aun cuando el amo no le agradezca. - Murmuro Kreacher.
- Puedes irte, y recuerda mi advertencia, que nada salga mal. - Volvió amenazar Harry, mientras Kreacher desaparecía en un estallido.
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Havian terminado de almorzar, cuando Blaise Zabini pidió al resto de estudiantes reunidos en el numero 12 de Grimmauld que la acompañaran a su habitación, una vez todos habían tomado asiento, la joven Slytherin de pie frente a la puerta cerrada se dirigió a ellos con voz calmada.
- Aun cuando el profesor Dumbledore no lo ha planteado, yo creo que es obvio que todos hemos de dar la misma respuesta esta tarde. - Afirmo cuidadosamente la Slytherin.
- ¿Por qué? - Interrumpió bruscamente Ron.
- Por que cualquiera que no acepte podría avisar a Potter, haciendo mas bien inútil el trabajo de los demás. - Respondió irónicamente Blaise. - Y claro, yo no tengo nada que perder realmente, él no es mi amigo después de todo, pero...
Blaise dejo que sus palabras flotaran por la habitación, mientras observaba detenidamente las reacciones de todos.
- Bien. ¿Alguien tiene alguna duda de que tenemos que responder? - Inquirió Ron clavando su mirada en todos sus amigos. - El mayor mago de nuestro tiempo, nos a pedido nuestra ayuda para detener a Tu-sabes-quien. ¿Vamos anegarnos?
Ninguno de ellos se atrevió a confrontar la mirada de Ron, Neville y Susan parecían avergonzados, y Ginny y Hermione, aun que hirviendo en su interior, imitaron el comportamiento de sus compañeros, la única excepción fue Luna.
- Oh, pero el profesor Dumbledore no es el mayor mago de nuestro tiempo. - Afirmo sencillamente Luna dejando de leer el sofista por un momento.
- ¿No? - Pregunto sarcásticamente Ron. - ¿Y entonces quien es?
- Harry claro, el es mucho mas poderoso que Dumbledore, solo hay que mirar sus aura, es evidente. - Informo Luna claramente sorprendida por la pregunta de Ron.
- ¿Harry?¿Sus auras? - repitió incrédulo Ron. - ¿Bromeas?
- Harry es muy poderoso. - Informo muy circunspecta Hermione. - ¿Cuantos magos hay que puedan conjurar un patronus capaz de enfrentar un centenar de Dementores?¿Y cuantos de ellos podían hacerlo a los trece años?
- ¿Pero...? - Tartamudeo desconcertado por el giro que estaba dando la conversación. - ¿Pero..?
- ¿O matar un Basilisco a los doce años? - Añadió inocentemente Ginny. - ¿O resistir la maldición Imperio al primer intento?¿O ganar el torneo de los Tres Magos?¿O batirse en duelo con Lord Voldemort y sobrevivir?¿O...?
- ¡Basta! - Interrumpió completamente rojo Ron. - ¿No podéis creer que Harry es más poderoso que el profesor Dumbledore?
- Yo no he dicho eso. - Cantaron a coro Ginny y Hermione.
- Yo si lo he dicho. - Afirmo tranquilamente Luna desde detrás del Sofista.
- No hay dudas que Potter es un mago muy poderoso. - Intervino Blaise colocándose rápidamente entre Ron y Luna, cuando el primero se levanto sumamente irritado con los puños cerrados. - Aun que dudo mucho, que pudiera derrotar al profesor Dumbledore... En la actualidad.
- ¿En la actualidad? - Cuestiono desconcertado Ron.
- Realmente hay un punto de las historias, que nos habéis contado que me inquieta. - Dijo despacio Blaise.
- ¿Cuál? - Exigió malhumoradamente Ron.
- La profecía. - Respondió impasible Blaise.
- ¿Qué pasa con la profecía? - Inquirió irritado Ron. - Fue destruida durante el enfrentamiento en el ministerio, nadie la oyó.
- Desgraciadamente que el registro de la profecía fuera destruido, no significa que la profecía no se vaya a cumplir. - Respondió fríamente Blaise. - Según lo que nos habéis contado Tu-sabes-quien dedico todo el año a intentar obtener la profecía, y el profesor Dumbledore y el Orden del Fénix a intentar evitar que la obtuviera, algo que el lord Oscuro y el profesor consideran tan importante, yo me inclino a considerarlo extremadamente importante.
- ¿Pero no sabemos que decía la profecía? - Pregunto hablando por primera vez Neville.
- Cierto, pero sabemos que hablaba de Tu-sabes-quien y Potter, y que fue hecha hace dieciséis años, poco antes de que Potter naciera, y que sus padres descubrieran que el señor oscuro iba tras ellos. - Afirmo Blaise volviéndose a mirar a Neville. - Tambien sabemos que a pesar de tener solo un año, el objetivo real de Tu-sabes-quien era Potter, o el y su padre, considerando lo que paso cuando el señor oscuro intento matarlo, y todas las veces que lo a intentado posteriormente, mas el interés de Dumbledore en proteger a Potter...
- Harry es quien debe derrotar a quien tu-sabes-quien. - Concluyo Neville anonadado por la revelación.
- O tiene un papel clave en su derrota. - Concluyo Blaise.
- Eso es absurdo, no puedo creer que tan siquiera lo consideréis. - Gritó Ron fuera de sí. - Harry es solo un niño, como esperáis que pueda derrotar al mayor mago oscuro de los últimos siglos, yo confió en lo que dice el profesor Dumbledore, y haré lo que él me pida.
Ron se volvió, y salió rápidamente de la habitación, pero antes de que cerrara la puerta no pudo evitar salir de la habitación.
- Esto no se trata de quien derrotara al señor oscuro, pase lo que pase, cuando llegue el momento el profesor Dumbledore y Harry harán todo lo que este en su mano para derrotarlo. - Dijo suavemente Luna. - Esto se trata de amistad, lealtad y confianza, se trata de decidir que es más importante las personas, o los beneficios que se puede obtener gracias a ellas, se trata de creer que una persona tiene derecho a tomar las decisiones sobre su propia vida, o creer que otra puede tomarlas por él para el bien común.
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Harry guardo en una vieja bolsa de su primo la caja de madera que le había traído Kreacher, junto al testamento de Sirius, y su capa de invisibilidad.
Colgándose la bolsa en la espada, y cogiendo la pócima que le había traído el duende, se deslizo silenciosamente en la habitación de su primo, tras comprobar cuidadosamente que este permanecía dormido, Harry vertió lentamente la poción a través de su garganta.
Dudley había regresado un par de horas antes, y probablemente dormiría hasta bien entrada la tarde, la poción de sueño que le había traído Kreacher, solo serviría para garantizar que no se levantaría antes.
Harry salió de la habitación vigilando para no encontrarse con su tía, una vez fuera se dirigió al baño, y tras pararse frente el espejo, empezó a concentrarse, transcurridos unos segundos contemplo como la cara de Dudley Dursley le sonreía desde el espejo.
Desesperado para encontrar una forma de avisar a sus amigas, Harry había descubierto, sondeando la mente de Toncks, que él era un metamorfomago, y aun más importante, esto lo había llevado a descubrir, que al utilizar Legeremancia para aprender Harry no solo obtenía el conocimiento, si no también la experiencia que tenia la persona en la materia, a pesar que aun debía practicar para dominar lo aprendido mediante Legeremancia, era extremadamente mas rápido y fácil, así mientras la Auror había tardado cerca de un año a dominar por completo sus habilidades como metamorfomago, el lo había hecho en un día.
Diez minutos un aparentemente sonriente Dudley Dursley, abandonaba el numero 4 de Privet Drive, Harry había planeado cuidadosamente sus acciones, y no queriendo dejar nada al azar, en lugar de dirigirse a su destino final, Harry se había dirigió a un pueblo cercano donde estaba realizando un pase de veinticuatro horas de cine de terror, tras entrar en el cine y salir oculto bajo su capa de invisibilidad, Harry volvió a cambiar de aspecto, y se dirigió finalmente al Caldero Chorreante.
Pidiendo una bebida, un irreconocible Harry Potter se sentó en una esquina esperando la llegada de sus invitados, transcurridos veinte minutos, con puntualidad inglesa dos hombres embozados se acercaron a Tom, y preguntaron por la habitación que él había reservado, el propietario del Caldero Chorreante introdujo a los dos misteriosos hombres en una de las habitaciones privadas, mientras informándoles, tal como se había sido instruido, que su anfitrión se había visto retenido por las razones imprevistas, y que pidiendo sus disculpas por el retrazo les pedía que aceptaran su invitación para desayunar, asegurándose que se reuniría con ellos antes de que terminaran.
Harry paso los siguientes diez minutos sondeando mentalmente a los presentes, asegurándose que no le habían tendido una trampa, una vez seguro dirigió sus esfuerzos a sus invitados, buscando información que podría serle útil posteriormente, muy satisfecho con lo que encontró en las mentes de los dos hombres, Harry se deslizo en la habitación bajo su capa de invisibilidad, aprovechando el momento que Tom retiraba el desayuno.
Tras recuperar su verdadero aspecto, Harry se sentó frente los dos hombres, y guardo rápidamente su capa de invisibilidad, aprovechando que sus invitados permanecían distraídos vigilando la salida del dueño de la taberna.
- Cornelius y Percy, me complace en extremo que hayan aceptado mi invitación. - Dijo Harry, contemplado con una sonrisa sarcástica el sobresalto del Ministro de la Magia y su Ayudante.
