Capitulo 7

El ultimátum I

- ¿Usted no puede creer que realmente puede derrotar Quien-tu-sabes-quien? - Cuestiono enfurecido Percy. - Él tiene la ventaja de décadas de conocimientos acumulados, quizás el profesor Dumbledore o un equipo de Aurors podrían derrotarlo, pero Tu.

- Él tiene mucho más conocimientos que yo, es cierto, pero no representa una ventaja tan grande si yo tengo tiempo para prepararme. - Argumento Harry tranquilamente. - Él tiene setenta años, dentro de una década tendrá ochenta, si excluimos los tres o cuatro primeros años en Hogwarts, donde no pudo aprender mucho mas de lo que yo sé actualmente, mas los once años antes de que fuera a la escuela, y los trece que paso como un espíritu, su ventaja sobre mi se reduciría a cinco décadas frente a una década, que yo tendría para prepararme.

- ¿Cinco a uno? - Grito sarcásticamente Percy. - ¡¡Merlín!! Ahora estoy tranquilo, no hay duda que lo derrotaras.

- Yo tengo varias ventajas frente Lord Voldemort, sus conocimientos son muy extensos, y abarcan una infinidad de campos diferentes, lo cual le hace un adversario terrible a largo plazo, pero la mitad o más de ese conocimiento es completamente inútil en un duelo, y en ultimo termino todo acabara en un duelo entre el y yo. - Dijo Harry sonriendo. - Por otra parte uno no puede ir a una librería, comprar cuatro libros y convertirse en un señor oscuro, el acceso a la mayoría de la magia más poderosa y peligrosa es sumamente difícil, requiere mucho tiempo y esfuerzos, solo para acceder a las fuentes de información adecuadas, y más atrás, hay todo el tiempo de investigación y preparación que toman los rituales oscuros, que Lord Voldemort realizo para incrementar su poder.

- Y usted espera que le ofrezcan todo ese conocimiento en bandeja de plata, sin tener que mover un dedo, por que usted es el niño-que-vivió. - Replico sarcásticamente Percy.

- Exactamente, esa es la idea Percy, aun que yo prefiero pensar que es por que soy la-ultima-esperanza-de-sobrevivir-del-mundo-mágico. - Replico sin inmutarse Harry. - El ministerio dispone de una gran cantidad de volúmenes sobre magia antigua, restringida o prohibida, y no olvidemos al profesor Dumbledore, su conocimiento es muy superior al del señor oscuro, e indudablemente dispone o puede obtener muchos libros o pergaminos únicos o sumamente raros, y aun cuando no estemos de acuerdo en algunos aspectos, él hará todo lo posible para detener a Lord Voldemort.

- ¿Así que por eso es esta reunión? - Pregunto finalmente el ministro. - Quiere acceso a la biblioteca protegida del ministerio.

- Quiero mucho mas que eso realmente. - Respondió fríamente Harry.

El ministro fue sorprendido, mientras Percy parecía completamente indignado.

- Usted cree tenerme en sus manos, pero a cometido un grave error, Dumbledore encontrara sumamente interesante el contenido de esta reunión, lo suficiente como darme su apoyo para continuar como ministro. - Dijo sonriendo con suficiencia Fudge, una vez recuperado de su sorpresa.

- ¡Oh! No es un error, Dumbledore lo apoyaría al corto plazo, pero me necesita mas a mí que a usted, no intervendría cuando yo decidiera hacerle pagar su traición. - Replico Harry devolviéndole la sonrisa. - Y no dude, que con la misma facilidad que puedo mantenerlo como ministro, puedo enviarlo a Azkaban.

El ministro palideció notablemente, a pesar de ello parecía resuelto, y empezó a levantarse.

- Usted llegó a ser ministro gracias al apoyo publico del profesor Dumbledore, y al dinero de Lucius Malfoy. - Afirmo Harry sin inmutarse. - Yo soy prácticamente tan famoso e influyente como el profesor Dumbledore, y con una adecuada campaña publicitaria, podría serlo incluso mas, y en cuanto al dinero...

- Su familia no tenia tanto dinero como Lucius. - Lo corto Fudge de pie frente a la mesa. - No, hay nada que usted pueda hacer, con el apoyo de Dumbledore no será difícil desacreditarlo, al fin al cabo usted es solo un niño.

- Realmente la familia de Lucius no tenia más dinero que la mía, la fortuna actual de Malfoy, proviene de una parte de las propiedades de la familia Black, cedidas en usufructo a Narcisa Black Malfoy tras su boda. - Informo al ministro Harry. - Tras la muerte de su madre, Sirius debería haber renovado o revocado la sección, pero estando prisionero en Azkaban o posteriormente en fuga, le impidió hacerlo, pero tras su muerte, su heredero tiene todo el derecho a reclamar esas propiedades.

- ¿Su heredero? - Inquirió Cornelius inseguramente.

Harry extrajo cuidadosamente el testamento de Sirius de su bolsa, y se lo tendió a Percy para que lo examinara.

- Su heredero, esa es una de las copias del testamento de Sirius, saltándose toda la jerigonza legal, básicamente Sirius deja todas las propiedades, bienes y recursos, de la muy honorable y ancestral familia Black, a... Mi. - Explico Harry lentamente.

El ministro se sentó de golpe, y estuvo mirando expectantemente a Percy, mientras este examinaba el documento, cuando finalmente este cabeceo en una silenciosa confirmación y devolvió el documento a Harry, abatido el ministro fijo su mirada en el niño-que-vivió.

- Usted tiene dos opciones ministro, pasar el resto de sus días en Azkaban, y ser recordado como el ministro que permitió el regreso de Voldemort. - Informo fríamente Harry. - O ser el ministro que ayudo a detener definitivamente al señor oscuro, y continuar en el cargo la próxima década y quizás la siguiente.

- ¿Cuales son las condiciones? - Pregunto con un suspiro Fudge, tras una larga pausa, ante el asombro de Percy.

- Yo me encargare de que mis amigos y yo, impliquemos en nuestras declaraciones que Umbridge actuó por su cuenta, yo apoyare su continuidad públicamente una vez usted allá aplicado algunas medidas que le indicare, y finalmente le proporcionare el dinero que necesite para mantenerse en el cargo. - Detallo Harry tranquilamente.

- ¿A cambio de que? - Pidió el ministro.

- Usted dirigirá el día a día del ministerio, pero dentro unas líneas de actuación generales que yo le daré, mas allá de eso, yo le haré algunas peticiones puntuales, que usted cumplirá. - Indico Harry clavando sus ojos en el ministro.

- Eso es indignante, usted pretende controlar el ministerio de la Magia. - Grito Percy, levantándose y pareciendo listo a atacar a Harry.

- De acuerdo. - Contesto escuetamente el ministro, dejando boquiabierto a Percy.

Harry impasible, siguió rápidamente sin mostrar la más mínima reacción a la declaración del ministro, y sin dejar tiempo a reaccionar al joven pelirrojo.

- Bien, su primera medida sera nombrar un consejo asesor, que dirigira todos los esfuerzos de la guerra contra Voldemort. - Declaro inmediatamente Harry. - Usted tendrá la ultima palabra sobre cualquier actuacion o medida que se decida llevar a termino, pero no interferira a menos que entre en confricto con mis indicaciones.

- ¿Quien estara en el consejo? - Pregunto calmadamente.

- Del ministerio, Amelia Bones parece la opcion obvia, yo sugiriria Jason Zabini en representacion de los Indecibles, Alastor Moody para los Aurores, aun cuando esta retirado no hay nadie que tenga mas experiencia que él, y Arthur Weasley en representacion del resto de fucionarios. - Propuso desapacionadamente Harry. - Luego yo pensaria tambien en Remus Lupin, y antes de que objete, precisamente porque es un hombre lobo, y claro esta el profesor Dumbledore, y una o dos personas mas, que él sugiriera.

- Eso dejaria la direccion de la guerra en las manos de Dumbledore. - Objeto deconcertado el ministro.

- Esa es la idea, por lo menos de momento, él es quien mejor puede dirigir los esfuerzos para detener a Lord Voldemort, aparte reducira el interes del profesor Dumbledore en hecharlo de su cargo de ministro, y reforzara la confianza de la opinion publica en usted. - Explico Harry con una picara sonrisa. - Le sugiero que nombre a Percy como enlace del concejo con el ministerio, él deveria poder evitar que el cosejo actue a sus espaldas, y usted puede bloquear cualquier decision que no responda a nuestros intereses.

- Eso puede funcionar. - Afirmo el ministro, mientras una sonrisa se formaba en sus labios a medida que empezaba aponderar los beneficios de la propuesta de Harry, hasta que repentinamente pregunto. - ¿Pero por que un hombre lobo?

- Si queremos ganar esta guerra, no solo vamos a presisar toda la ayuda que podamos encontrar, si no tambien evitar que Voldemort consiga mas aliados de los que tiene actualmente. - Contesto Harry. - La politica del ministerio en lo que se refiere a los no-humanos es absurda, y nos ha ganado la desconfianza y la avercion de las otras razas, eso debe cambiar, y esa es una de mis condiciones, el nombramiento de un conocido hombre lobo para el consejo, es un giño claro a los no-humanos indicandoles que las cosas estan cambiando.

- ¿A que cambios se refiere? - Inquirio pensativo el ministro.

- Usted derrogara los decretos de Umbridge sobre los hombres lobos y otros no-humanos. - Indico lentamente Harry. - Y encargara la revicion y modificacion de las otras leyes existentes, podria ser una buena idea incluso dar ese trabajo a Remus, podria encargarlo de las relaciones con los no-humanos..

- Usted no puede hablar en serio, los hombres lobo son peligrosos, no se puede confiar en ellos. - Exigio Percy.

- Los hombres lobo solo son peligrosos durante la luna llena. - Replico enojadamente Harry. - La unica forma de evitarlo es haciendoles tomar la pocion del aconito y permanecer en un lugar seguro durante las transformaciones, las dos cosas requieren mucho dinero, y las leyes del ministerio en lugar de ayudar a los hombres lobo, los condenan a la pobreza, negandoles la posibilidad de encontrar un trabajo digno.

- No solamente son peligrosos durante la luna llena, aun en su forma humana son violentos y viciosos. - Insistio vehementemente Percy. - Son un peligro para cualquiera que este a su alrededor, no se puede permitirlos cerca de las personas decentes.

- Como muchos seres humanos, pero hay leyes para ocuparse de las personas violentas, no hacen falta leyes especiales para los hombres lobos. - Argumento Harry dandole una mirada letal a Percy - Remus es una de las personas mas tranquilas y equilibradas que conozco, si el puede controlar esas tendencias agresivas, de existir realmente, cualquier otro hombre lobo puede conseguirlo, siempre que tenga un motivo para hacerlo.

- ¿Como voy ajustificar cambios tan radicales en la politica del ministerio? - Pregunto inquieto el ministro.

- Culpe a Umbridge de la politica anterior del ministerio, acusela de haver ocultado informacion y falsificado informes para avalar sus tesis. -Respondio rapidameente Harry. - Despues de todo lo mas probable es que sea verdad.

- ¿Que otras condiciones hay? - Pregunto el ministro.

- Usted declarara a Sirius inocente, aclarara su nombre y explicara como murio, le concedera la Orden de Merlin, el ministerio creara en su honor la beca del merodeador, destinada al fomento del aprendizaje de la animagia, y le dara una idenizacion de sesenta mil galeones, que se usara para crear la fundacion Sirius Black para la integracion. - Exigio Harry visiblemente alterado al hablar de su padrino. - Nombrara a Remus Lupin como precidente, y a Nymphadora Toncks, la unica prima que Sirius tenia que le caia bien, Hermione Grange, Ginny Weasley, y a mi, como vocales de la junta de la fundacion.

- ¿A que se dedicaria la fundacion? - Pregunto el ministro sorprendido por la peticion.

- Sirius venia de una familia de pura sangre tradicionalmente Slytherin y ampliamente relacionada con las artes oscuras, el se ordeno en Gryfindor y lucho toda su vil as contra los magos oscuros, debido a esto a los dieciséis años tuvo que dejar su casa e ir a vivir con mis abuelos hasta que terminara Hogwarts, el se convirtió en un animagus para ayudar a Remus durante sus transformaciones, y aun después de pasarse doce años injustamente en Azkaban, el murió defendiendo el ministerio de los mortifagos. - Detallo Harry visiblemente emocionado. - La fundación estudiara y aplicara medidas, para ayudar a integrarse plena y satisfactoriamente en la sociedad, a personas y otros seres con dificultades.

- ¿Y eso que implica exactamente, si puedo preguntarlo? - Inquirió Percy de mala manera.

- Las primeras acciones de la fundación serian, ayudar a todos aquellos magos y brujas de familias oscuras, que no quieran seguir los pasos de sus progenitores, proporcionándoles casas seguras, pagando por sus estudios, y ayudándoles a establecerse cuando terminen la escuela. - Explico Harry resueltamente. - Y proporcionar refugios seguros y dignos, para que los hombres lobos puedan pasar sus transformaciones, asi como ayudarles a obtener la poción del aconito.

- sesenta mil galeones apenas cubrirían lo que usted pretende que esa fundación haga. - Objeto Percy con aire de superioridad.

- Ya me encargare de dotar económicamente la fundación, pero quiere que sea el ministerio el que la cree. - Respondió tranquilamente Harry.

- ¿Realmente piensas que eso va servir de algo? - Continuo despectivamente Percy.

- Las medidas sobre los hombres lobos debería haberlas emprendido el ministerio hace años, es la única manera de asegurarse que no haya ninguna desgracia durante la luna llena. - Argumento fríamente Harry. - Y desde luego, no espero una cola de hijos de mortifagos pidiendo la ayuda de la fundación, pero hasta ahora no tenían ninguna otra opción que seguir el camino de sus padres, la fundación les da una opción, y aun que no podamos ayudar a ninguno de ellos a escapar de su destino, el que sepan que tienen una opción, es mas que suficiente.

- ¿Suficiente para que? - Cuestiono con un resoplido Percy.

- Nuestro objetivo tiene que ser reducir los apoyos de Lord Voldemort, y aumentar los nuestros a toda costa. - Afirmo contundentemente Harry. - Aun cuando no acepten, el ofrecerles una mano ahora, puede servir para que busquen nuestra ayuda si en el futuro se arrepienten de las opciones que han tomado, la mayoría no saben en que realmente se están metiendo.

- ¿Sueñas si esperas que algún mortifago se arrepienta? - Se burlo Percy.

- No dudo que los actuales mortifagos no se arrepentirán nunca, llevan demasiado tiempo para cambiar ahora. - Admitió sin problemas Harry. - Pero ha habido otros que se han arrepentido en el pasado, y la mayoría fueron asesinados por sus propios compañeros, cuando intentaron abandonar a Lord Voldemort.