Atención: Capítulo con violencia.
NOSFERATU
Capítulo 4: Primer Encuentro
Ayame condujo a los tres chicos hacía la puerta más grande que se encontraba, por lo que se podría considerar, ese palacio, llevando consigo el silencio que se había apoderado desde que ella llego para impedir que Botan dijera algo de lo que después se arrepentiría.
No tuvo que abrir ni nada, la puerta ya estaba abierta con Koenma esperándolos a fuera con una sonrisa.
Una sonrisa que provocó un gesto de cabeza de Ayame, que provocó curiosidad al principio que después se convirtió en sonrisa de parte de Yusuke, un pequeño escalofrío de Kuwabara, el cual después siguió el mismo camino del detective y el ceño fruncido de Kurama, los cuales entraron a la sala por orden de Koenma, dejando a Ayame a fuera y cerrando las puertas consigo.
"¿Se puede saber a qué se debe esta visita?" Koenma fue directo al grano justo cuando tiró todo el peso de su cuerpo en su silla, rodando unos momentos la cabeza para relajarse y mirar a los tres chicos esperando alguna respuesta.
"La verdad es que últimamente están habiendo muchas muertes..." comentó Yusuke al ver que los otros dos chicos no les apetecía comenzar a hablar en esos momentos. "Muertes que, digamos, no son de las que pasan cada día... Y encima, no nos has informado de cualquier cosa que pueda estar pasando..."
"Sabes que solo os informamos cuando el problema se refiere, también, a Reikai y Makai." Aclaró Koenma mirando de reojo a Kurama que miraba curiosamente toda la sala.
"Pero lo que esta pasando... es algo que una persona normal y corriente no suele hacer. Quiero decir que, las personas no mueren por dos agujeros en el cuello..."
"Yusuke, me alegro de que te preocupes tanto, algo que antes no solías hacer, pero si realmente es algo que tenga que ver con algún demonio o alguien que tenga poderes, ya os lo hubieramos avisado." Aseguró Koenma ahora mirando al detective el cual estaba a punto de replicar. "Yusuke, tranquilo, todos estamos nerviosos. Si sabemos algo que pueda ayudar, ya te lo haré saber."
Con eso, Koenma se levantó haciéndoles saber que el tiempo de conversar se había acabado.
"Como habréis visto, andamos bastantes ocupados últimamente, así que no tengo mucho tiempo para hablar." Fue lo último que dijo el príncipe para después despedirse de ellos.
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Dio una patada a una lata vacía que estaba tirada en el suelo y dejó escapar una pequeña risa para después ponerse a silbar la primera canción que le surgió en mente
Podía notar las miradas extrañas y, algunas, con aires de superioridad, que le daba la gente que pasaba por su lado, haciendo que su propio ego aumentará al ver como todos lo miraban, mirando con rabia a veces, con asco y superioridad, desprecio, o mirarlo simplemente con miedo mientras intentaban que los niños pequeños no lo miraran ni se acercaran a él.
Sabía que nunca tendría una mirada de respecto, de admiración, ni tan siquiera una mirada de tu a tu, pero eso era otra de las tantas cosas inservibles para vivir.
Que siguieran mirando, que siguieran criticando, ya llegaría el día en que pedirían piedad, en que estarían en sus rodillas suplicándole que no los matará, y así se cambiarían las papeletas. Ellos pasarían a ser él, recibiendo sin parar, y él pasaría a ser ellos, con toda la superioridad.
Pequeñas risitas sonaron desde un banco, haciendo que su sonrisa aumentara más.
Tampoco todas las miradas eran malas. Siempre quedaban algunas miradas llenas de lujuria y deseo, chicas presumidas, que no saben lo que estaban haciendo, pero eso era otra cosa que no le importaba, la invitación ya estaba hecha y él no tardó demasiado en acercarse a ese grupo de chicas que seguían riendo coquetamente.
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El sonido de una taza siendo dejada en la mesa con un golpe sonoro hizo que Ayame apartara su mirada del libro para ver a las otras dos chicas, no tuvo que preguntar nada para saber que Hinageshi no había vigilado lo suficiente a la hora de dejar la taza, así que se dirigió otra vez hacía el libro, vigilando a ambas chicas de reojo.
"Tranquilízate... no creo que Ayame este de buen humor para seguir sintiendo ruidos..." murmuró Botan.
"¿Ella también? Por lo que se ve no hay suficiente con Koenma sino que ella también tiene que unirse al club de enfadados." Comentó Hinageshi indignada también en voz baja para que Ayame no las escuchara. "Me siento como una idiota... el hecho de pensar que esta pasando algo, pero que nos lo ocultan me hace sentir muy mal."
"Si, y encima que Koenma no nos quiera decir nada... siempre lo ha hecho..."
"Quizá deberíamos coger a Ayame y amenazarla para que nos lo cuente, ella lo debe de saber, es la que más esta con él últimamente." Botan dejo escapar una pequeña carcajada, mientras que Hinageshi comenzó a sacudir la cabeza rápidamente. "Si hiciéramos eso, no sé que seria capaz de hacernos Koenma."
"A parte de que Ayame es nuestra compañera, no podemos hacerle eso." Dijo Botan haciendo que Hinageshi mirara por unos momentos a la guía del cabello oscuro que seguía sumergida en el libro que estaba leyendo.
"Ayame..." llamó la pelirroja haciendo que Ayame las mirara directamente. "¿No sabes lo que le pasa a Koenma?" preguntó inocentemente.
"Que yo sepa no le pasa nada." Contestó la otra guía mirando con desconfianza a las otras dos.
"Entonces, ¿como es que últimamente esta tan frío?" preguntó, esta vez, Botan.
"Quizá será por todo el trabajo que tiene. No toda la gente es como vosotras que acabáis de trabajar y seguís sonriendo." Las dos chicas entrecerraron los ojos y Hinageshi se levantó, diciendo que le tocaba otra vez su turno de trabajo, dejando a las otras dos guías solas.
"Ayame..." llamó Botan al cabo de unos minutos en silencio. "¿No crees que Koenma tendría que llamar a Yusuke y a los demás para que investigaran sobre estas muertes?"
"Botan, Koenma hace lo que él cree que es correcto. Tu tan solo limítate a traer almas y no te metas en cosas que no te corresponden." Ayame se levantó, dejando el libro en una estantería. "Por cierto, mantente en silencio." Con ese aviso, Ayame se fue haciendo que Botan se tirara al suelo, mirando a la pared.
"Pues vale..."
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La golpeó contra la pared, necesitaba desahogarse, estaba cansado, no era su culpa que ellas, al comenzar, hubieran jugado con el fuego.
Las risas de un principio, se habían convertido en lágrimas y gritos de dolor, terror. Dolor por los golpes que él le daba al empujarla fuertemente contra la pared, dolor al ser fuertemente agarrada por las muñecas, terror al haber visto lo que había pasado con las demás chicas, terror al saber que ella misma seguiría ese mismo destino.
"¡Para!"
Él la miró, con ojos desafiadores, le había gritado, ordenado, pero a la vez era como una súplica. Apretó los ojos fuertemente, sin querer ver los ojos de la chica, que seguían suplicando silenciosamente, para darle un último golpe, más suave que los anteriores, para después pasarle la mano por la cara. Dejando que su dedo pulgar masajeara durante un par de segundos una de sus mejillas, para después llegar a la frente y clavarle, lentamente, las uñas, haciendo que se formará una línea recta de la cual no tardó mucho en salir un hilo de sangre que corrió por todo su rostro.
Sangre, cayendo de la frente, por la mejilla, llegando a la barbilla, terminando allí su viaje.
La punta de la lengua del chico había lamido la primera gota de sangre que iba a caer de la barbilla, para después, con la lengua, hacer el viaje, de la mejilla a la frente, mientras la chica tiritaba e intentaba evitar los sollozos que le salían.
"¿Dijistes algo?" Los ojos verde-dorado del chico la miraban con diversión, que comenzó a murmurar cosas sin sentido, hasta que al cabo de un rato, suspiró y se aclaró el cuello.
"Por favor..." su voz era débil, con temor a lo que le pudiera pasar. "Déjame..."
"Antes bien que estabais 'suplicando' a que viniera a vuestro 'escondite'..." murmuró el chico en la oreja de la chica, haciendo que esta se estremeciera al sentir como le mordía, suavemente, la oreja. "No sabes nada..." esta vez la volvía a morder estirando un poco de la oreja al pillarla entre los dientes. "¿No crees que así aprenderás la lección?"
"Me haces daño..."
"¿Si? ¿Por qué no lo decías antes?" preguntó el chico mirando maliciosamente a la chica que miraba al suelo. "No pasa nada... después de haber estado con las otras, estoy bastante cansado, así que iré más rápido para que no sientas más dolor, ¿qué te parece?"
Sin esperar respuesta, se apartó de la oreja de la chica, la cual estaba roja con marca de las mordidas y con pequeñas heridas de las cuales comenzaban a brotar sangre y cogió sitio entre la cara y el pecho de ella, oliendo su perfume para después, bruscamente, clavarle sus colmillos en el cuello dejándola que dejará escapar su último grito.
"Ohhh... se acabó todo el juego..." Estiró los brazos hacía arriba y miró hacia la ventana de la habitación, abriéndola y asomando la cabeza. "Nos volvemos a ver, ¿eh?" Sonrió mirando a un chico que estaba sentado en un árbol, mirándolo sorprendido. "Ven, entra. A estas horas de la tarde, hay mucha gente por la calle y te van a ver. Como habrás podido ver, no hay nadie más en la casa..." se río un poco antes de acabar la frase "...vivo."
Hiei levantó la ceja inconscientemente, era bastante sorprendente ver como hacía un rato parecía tener la rabia y ahora parecía el ser más feliz.
"¡No te voy a morder, eh!"
Con eso, el demonio gruñó y entró en la habitación de un salto, mirando rápidamente a la chica que hacía poco había muerto, y sus ojos siguieron un camino invisible, en el que cada vez que avanzaba un trozo se encontraba con otra chica en peor estado que la anterior.
"Eso les pasa por coquetear tanto..." se excusó el chico mientras miraba orgullosamente de sus víctimas al demonio y del demonio a sus víctimas. "Si hubieras avisado antes, yo te hubiera dejado alguna... Por cierto, ¿cómo te llamas? Quiero decir que, si nos vamos a hacer socios, me gustaría saber tu nombre." Al ver las pocas intenciones que tenía el demonio por decirle el nombre, continuó hablando. "Hiei, un honor." Dijo, dejando una sonrisa al dejar escapar la última palabra y al ver como Hiei lo miraba sorprendido.
"¿Cómo...?
"Para ser un gran vampiro tienes que tener de todo, desde fuerza, hasta una 'base de datos'."
Hiei lo miró fijamente sin decir nada, observándolo, intentando descubrir a simple vista que era lo que estaba tramando.
"¡Oh! Aún no me he presentado... que diría Caín de mi..." el chico negó la cabeza murmurando sobre la poca educación que tenía. "Mi nombre es Ludwig Cordiellknov, encantado. Y ahora que ya hemos acabado con las presentaciones y antes de que se haga más tarde, ¿qué te parece si te hago un abrazo?
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"¡Estoy hasta las narices!" comentó indignado Yusuke recibiendo miradas de la gente al haber subido el tono dejando que la gente de su alrededor lo escuchara.
"Sería mejor que bajaras el volumen de tu voz..." comentó Kurama, disculpándose con la mirada a la gente que pasaba por el comportamiento de su amigo.
"Pero es que no lo entiendo..." volvió a replicar el detective esta vez bajando la voz. "El día en que me vuelva a pedir ayuda, ya le costará, ya..."
"¿Pero no eras tu quién decías que eran psicópatas quien estaba haciendo esto? Si realmente son psicópatas, Koenma no tiene nada que hacer." Comentó Kuwabara intentando que el detective se callara de una vez para que se pudiera ir rápidamente al templo en busca de Yukina.
"Por una vez, amigo mío, tienes razón." Yusuke alzó sus brazos, acomodando la cabeza en ellos para después volver a meter las manos en los bolsillos como si nada pasara. "Aunque sigo pensando que Koenma estaba muy raro... ¿no creéis?"
Kurama alzó los hombros, para después llevar la cabeza hacia la izquierda y dejar escapar un extraño sonido mientras Kurama miró hacia el cielo pasando su mano por la nuca.
"Quizá."
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N/A: Después de que me haya pasado días y días buscando información sobre vampiros y otras cosas, las cuales no voy a decir porque quiero que sean sorpresa, he vuelto a actualizar el fic. Dudo que ahora tarde tanto en actualizarlo ya que tengo muchas cosas ya preparadas y este fic es uno de esos que no quieres dejarlo sin escribir durante mucho tiempo.
Decir que al encontrar varias cosas que me serán de gran utilidad he decidido que no haré lo que dije en el capítulo dos sobre seguir el camino de Bram Stroker y hacer que mis vampiros puedan ver los rayos del sol. Así que voy a aclarar las cosas para que no quede ninguna duda.
'Mis' vampiros temerán la luz del sol si hace falta, ya que, cada uno será de diferente raza.
Como por ejemplo nosotros somos españoles, mejicanos, brasileños, irlandeses, japoneses, indios,... ellos también tienen algo por el estilo, siendo, por ejemplo, Vlokoslak, Lamia, Katalkanas, Ekiminu,... El vampiro que ha salido en este capítulo es Upier, vampiro que se levanta de mediodía y regresa de medianoche, así que puede estar perfectamente dando saltitos por la tarde... XD
Otra cosa es, otra vez, sobre el título. Nosferatu, es un clan, eso era algo que ya sabía, pero buscando más sobre los clanes, he visto que Nosferatu es el clan de las ratas, por decirlo de alguna manera, siendo estos repulsivos y parecidos a los animales salvajes; y a la vez, Nosferatu es una raza como las que he mencionado antes, siendo esta la raza normal de un vampiro, aunque esta raza también se le llama 'Vampire' o 'Vampyre'.
Mencionar que, utilizaré a los dos tipos de Nosferatu, el de la raza, porque estaba desde el principio, el del clan, el 'mostruoso' lo he decidido porque me han hecho pena UU
Lo que dice Ludwig sobre el abrazo... no es un abrazo, abrazo, abrazo... lo que hacen los vampiros para hacer que la gente se convierta en vampiros lo llaman 'abrazo', ya saldrá en el próximo capítulo más información.
Y Ludwig... lo que me ha costado pensar el nombre... (Y los otros TT) y al final lo he tenido que sacar de una serie de Kaori Yuki, 'Ludwig Kakumei' (¡os la recomiendo si queréis ver historias de cuentos de hadas, como la Blanca Nieves, la Bella durmiente o Caperucita Roja, remodificadas al estilo de la Kaori!) y él es el protagonista xD
Y Caín, ¿quién es Caín? Ya se irá explicando a medida que transcurra la historia, aunque quizá haya gente que sepa quien es, por decirlo de alguna manera, es el padre de los vampiros.
Mmmm... Creo que ya no queda nada más de lo que necesitáis saber sobre este capítulo.
Oh! El trozo del vampiro golpeando a la chica... bueno, eso es algo que, de alguna forma, no he podido evitar ponerlo.
Siempre he querido, deseado y soñado hacer un fic sobre maltratos, más o menos como el de 'Mirrors', haciendo de ese fic mi manera de quejarme sobre ellos (ya se podrían matar a ellos mismos si tienen ganas de matar... ¬¬), pero como no lo puedo 'encajar' a ningún sitio, pues lo deje por ahí volando... hasta ahora que he hecho algo que, no es mucho, pero es algo. XD
Yukii: Los vampiros tienen que ser bastante malos, porque sino ¿dónde esta la gracia? xD ¡Oh! ¿Has visto? Hiei ya se ha encontrado con un vampiro. ¡Gracias!
Sanasa: Me alegro que te gusten esas conversaciones XD ¡Mantienen a la gente al día! ¡Ya me dirás que te ha parecido este capítulo, entonces! Oh... ya me explicaras sobre lo que han puesto, porque yo no lo 'entiendo' XD
Marie Shinomori: ¡Muchas gracias! Sobre que no sale Botan, el fic me pide que sea así, haciéndola salir más puede perjudicar el intento de misterio que pongo, aunque... ¡ya irá saliendo, ya que por Reikai se escuecen bastantes cosas!
El otro día, conseguí meterme en la cabeza que no esperé mucho del fic, quiero decir que como esta tan 'escondido' es difícil que alguien lo vea XD (Mi propia manera de animarme).
Ja Ne!
Miembro del Lost Heaven
