NOSFERATU

Capítulo 8: Disculpas

Nartz no tardó en introducir la lengua en la boca de Kuwabara, el cual seguía inmóvil sin responder al beso ni a las caricias que la chica le daba por la espalda.

No fue hasta que la chica dejó escapar un gemido de placer mientras sus manos iban bajando por el cuerpo del chico cuando éste reacciono y la apartó, tirándola al otro lado del sofá.

"Esto no esta bien. Yo ya tengo a alguien."

"¿Seguro? ¿No estará bien por qué es tu primera vez y tienes miedo, no?" preguntó la chica con una sonrisa juguetona mientras que sus manos acariciaban el tejido del sofá.

"Bue... bueno... sería mi primera vez..." comentó el chico totalmente ruborizado. "Pero esto se lo quiero dar a la persona que quiero."

············

Abrió los ojos bruscamente al sentir como alguien tocaba la ventana de su habitación viendo como a fuera estaba Botan sonriendo tranquilamente mientras se mantenía tocando la ventana hasta que el pelirrojo se levantó y la dejó entrar.

"Botan ¿sabes qué hora es?" preguntó el chico mirando como la chica parecía tan alegre como siempre sin preocuparse de lo temprano que era.

"Las cinco de la mañana. Buenos días Kurama." Contestó la chica. "Hace un momento he ido a ver como estaba Koenma, ya sabes para seguir con el plan, y sigue dormido, así que como más pronto vayamos, más pronto lo acabaremos y más pronto Koenma estará recuperado y feliz de que lo hayamos ayudado."

No tardaron mucho tiempo en llegar a Reikai y entrar a la oficina de Koenma cuando Kurama acabó de vestirse, pudiéndose encontrar, como siempre, la mesa llena de papeles que ocultaban a Koenma, que tenía el cuerpo pequeño mientras dormía a veces murmurando cosas sin sentido.

Botan, seguida por Kurama, se acercó al dormido Koenma, señalando con el dedo una parte del cuello del chico que seguía durmiendo, haciendo que el pelirrojo se acercara a ver los dos agujeros que tenía.

"Esto..." se dijo Kurama para si mismo para callarse enseguida al ver como Koenma movió un poco la cabeza frunciendo el ceño. No necesito tiempo para comparar lo que el príncipe tenía en el cuello con las imágenes que aún tenía en mente de otras victimas que habían sido matadas por esas extrañas mordidas, aunque sin querer hacer que todo el mundo se enterara de eso y que el problema aumentara decidió que lo mejor sería engañar a la chica que tenía al lado.

Así que sin más, tomó a la chica de la muñeca y salieron de la oficina dispuesto a explicarle la primera mentira que le surgiera en la cabeza y que tuviera sentido para que después, él solo, pensara en que es lo que se tendría que hacer con lo que estaba pasando.

"Perdone, no tiene permitido la entrada en la oficina del príncipe Koenma a estas horas de la madrugada, vuelve más tarde." Dijo la chica mirando al hombre que se acercaba hacía allí.

"Tienes toda la razón del mundo, pero creo que Koenma no estaría contento de que me hayas prohibido la entrada." Contestó el hombre con una pequeña sonrisa maliciosa.

"Emm... ¿no puede venir más tarde?" preguntó la chica mirando con un poco de temor al hombre que parecía hipnotizarla con la mirada.

"Me temo que no, aunque no creo que a Koenma le haga mucha gracia el hecho de que habéis entrado sin su permiso mientras estaba dormido." Comentó, ahora mirando al pelirrojo que se mantenía en silencio aunque demostrando un poco de sorpresa al igual que la guía, que dejó escapar un 'oh' de sorpresa.

"Bueno... Supongo que tampoco esta tan mal dejar pasar a alguien y levantarlo de sorpresa..." comentó Botan riendo nerviosamente. "¡Pase, pase!" Inmediatamente, se apartó de la puerta dejando todo el paso posible mientras dejaba una pequeña reverencia. "¡Que pase un buen día!"

El hombre sonrió al ver como la chica no tardó mucho en tomar al pelirrojo de la manga de la camisa y llevárselo fuera de ese pasadizo y sin más tiempo que perder, entro en la oficina, levantando al príncipe cuando su puño golpeo con fuerza la mesa haciendo que varios papeles cayeran al suelo.

"Buenos días." Saludo Vlad sonriendo mientras Koenma dejaba escapar un gruñido e intentaba hundir su cabeza entre los papeles y la mesa.

············

Los primeros pasos en el templo hicieron que Hiei volviera a poner toda su atención allí.

Como cada mañana allí, comprobando la seguridad de su hermana, una seguridad de la cual cada vez tenía que vigilar más.

No sabía mucho de lo que estaba pasando, aunque seguramente todo eso tendría que ver con Ludwig, habiendo victimas nuevas cuando ese vampiro estaba con él significaba que podía haber más compañeros suyos. Y con eso, la posibilidad de que algún día fueran a por su hermana o alguien cercano a él, aunque no fueran muchos.

Podría intentar evitarlo si le dijera a ese vampiro que le dijera a sus compañeros que a esas ciertas personas no las tocaran para nada, podría..., pero eso sería como pedir ayuda, algo que su propio orgullo ni él mismo quería hacerlo, a parte de que lo podrían tomar como una debilidad de su parte y utilizarla en su contra.

Cerró los ojos mientras ponía su atención a todo movimiento que se hacía en el templo con los oídos, dejando que las horas fueran pasando rápida, pero lentamente, sin que él se diera cuenta del tiempo.

"Buenos días..." saludó alguien que saltó en el mismo árbol para sentarse al lado del demonio. "Sabía que estarías aquí."

"¿Qué haces tu aquí?" preguntó el demonio que, de algún modo, estaba cansado de tener que ver a ese vampiro cada día. Visitas que lo único que constaban era de una conversación del propio vampiro hablando todo solo ya que el demonio no prestaba atención a lo que decía, ya que desde el primer día supo que sus conversaciones eran de sangre, sangre y aún más sangre para acabar la visita con la pregunta de qué si de verdad no quería ser vampiro, algo de lo cual tampoco recibía ninguna respuesta.

"Oh... tu hermana tan mona como siempre..." comentó otra vez Ludwig mirando a la pequeña chica que acababa de salir del templo.

Hiei lo miró bastante sorprendido. Durante los días que ese vampiro se había acercado, el demonio siempre había sido precavido yendo a lugares solitarios para que el vampiro creyera que no tenía nada que ver con nadie y nunca había dicho nada sobre sus compañeros o familiares, en este caso hermana, pero si bien supo su nombre el primer día que se encontraron, eso sería otra de las tantas cosas más que sabía de él, pero que ni él mismo sabía que eran.

"Seguro que debe de tener una deliciosa sangre... Dulce. Tiene que ser dulce, por la apariencia que ella tiene. Si, muy dulce. ¿Vienes a tomar un poco de ella?"

Ludwig pudo sentir como el demonio se levantaba bruscamente sacando su espada y poniendo el filo de ella por encima de sus ojos, dispuesto a clavársela a la mínima que dijera alguna cosa más parecida a la anterior.

"Tranquilo, tranquilo... Tan solo era una broma." Comentó entre risas Ludwig mirando del demonio a la espada y de la espada al demonio para después ponerse serio. "Aunque te aviso de que con eso no me hubieras hecho nada. Un vampiro no muere así como así. ¿Qué te parece? Si quieres puedo convertirte en vampiro para que descubras las otras ventajas."

"¿Y por qué no te metes a tu ataúd y me dejas en paz?" preguntó duramente Hiei viendo eso como la respuesta a la pregunta anterior del vampiro.

"Porque, aunque no tengo reloj para decirte exactamente que hora es, ya son más de las doce del mediodía. Por lo tanto puedo estar a la calle. Ya sabes, mis horarios son de doce del mediodía hasta las doce de la medianoche. Y tienes suerte de que antes de ir a comer haya venido a visitarte."

Al ver como el demonio se mantenía en silencio, se fue murmurando sobre el hambre que tenía en esos momentos.

············

"¿Así que te fuiste sin más?"

"Si... más o menos."

"¿¡Le dijistes que tu primera vez tenía que ser con la persona que tu querías!?"

"¡Claro! ¡No podía hacerle eso a mi Yukina!"

"La verdad es que era muy llana... estaba peor que Keiko..."

"Pero tenía la cara bonita y era muy femenina..."

"Ya, y por eso vas tu y rechazas tu única oportunidad."

"Tengo a Yukina."

"Tu no tienes nada... Yukina solo se porta bien contigo porque le haces pena."

"¿Pero qué diablos estas diciendo Urameshi?"

"Nada, déjalo..."

Ambos chicos se quedaron en silencio dejando que el ruido de los motores de los coches diera la música de fondo mientras cada uno pensaba en comenzar una nueva conversación.

"¿Y tu gato? ¿Lo has encontrado? Preguntó el detective. No le importaba absolutamente ese gato, pero eso era mejor que quedarse en un incómodo silencio.

"No, aún no ha venido por casa y lo he estuve buscando por la ciudad y no lo encontré. Ya he perdido las esperanzas de encontrarlo vivo..." murmuró el otro mirando hacia el suelo.

Justo después de eso, un maullido hizo que Kuwabara mirara hacia la destinación de ese maullido para encontrarse a un gato bastante familiar.

"¡IKITCHI! ¿Dónde estabas? ¡No sabes lo mucho que te he echado de menos!" comenzó a decir Kuwabara cogiendo al gato mientras comenzaba a llorar dramáticamente.

"Parece bastante asustado..." comentó Yusuke viendo como el gato de vez en cuando temblaba.

"Vete a saber el trauma que a vivido..." comentó el pelirrojo con pena mientras con rascaba al gato por detrás de la oreja. "No pasa nada Ikitchi... ahora iremos a casa, te daré comida y como si nada hubiera pasado."

"Oye... mejor que pares de hablar con el gato en mitad de la calle... ¡No puedo ir al lado de alguien que habla con un animal! Se creerán que estoy tan loco como tu lo estas." Comentó Yusuke mirando para todos los lados y poniendo mala cara a cada persona que los miraba aunque tan solo fuera por unos breves segundos.

"Bah..."

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"Mmm... creo que con esto, gano la partida." Comentó Ayame mirando otra vez las cartas que tenía en la mano para después dejarlas en la pequeña mesa con las caras delante y haciendo que Hinageshi dejará un gemido de frustración mientras tiraba todas sus cartas por el aire.

"¡No hay derecho! Llevas ganando todas las partidas, TODAS. ¿Por qué? ¡Seguro que haces trampa! Porque, al fin y al cabo, podría ganas al menos una partida... ¡Juguemos otra vez! Pero esta vez, déjame ganar." La chica pelirroja miró a la otra guía que estaba con ella al sentir como la miraba con los ojos entrecerrados. "Pero que no se note mucho, mira de hacerlo disimuladamente."

"Pero entonces eso no sería jugar."

"¿Por qué no? Sería nuestro juego." Contestó tranquilamente la pelirroja mientras cogía las cartas y las volvía a barajar.

"Tengo que irme ahora, toca mi turno de trabajo, así que ya seguiremos jugando cuando llegue." La mayor se iba a retirar, pero en el último momento volvió a girarse hacia Hinageshi, la cual estaba mirando las cartas. "Ni se te ocurra hacer nada de trampas."

Hinageshi se quedó mirando la salida durante varios minutos para después tirarse en la pequeña y sucia cama medio destrozada, cogiendo la fina sabana para taparse el cuerpo y cerrar los ojos cuando sintió pasos que se acercaban hacia ella.

"Hinageshi."

La chica, que había decidido hacer ver que estaba dormida, se levantó de golpe al sentir la voz de Koenma. Se acercó rápidamente a él, con los barrotes de por medio mientras se mantenía firme.

"Príncipe Koenma." Saludó la chica al final dándole una reverencia.

El joven, abrió la puerta y entró a dentro con ella para mirar un momento a la pequeña cama incrédulamente, pasándole la mano rápidamente en un intento de quitar el polvo para sentarse y hacerle un gesto a la chica para que se sentara a su lado.

"Quiero pedirte disculpas por todo lo que te he hecho." Se disculpó el príncipe mirando al suelo avergonzado. "No debería haber hecho esto, ni utilizarte por no saber como manipular las cosas, pero por más que lo pienso no encuentro alguna buena solución para evitar todo esto."

"No diga eso príncipe Koenma. Yo confió en usted y sé que hace todo lo que puede."

"Pero lo del vampiro..."

"No pasa nada... yo me siento honorada de que haya servido para algo más a parte de llevar almas. Mientras que todo vaya bien, yo estaré bien. Es más, Ayame suele venir a visitarme, por lo tanto tampoco me siento tan mal por lo que esta pasando."

"Pero aún así... lo siento. De verás que lo siento."

"Te daría un abrazo, pero eres el príncipe y no puedo hacer eso, a parte de que te llenaría de suciedad." Comentó la chica riendo y haciendo que Koenma sonriera.

"Yo..." Koenma la abrazó murmurando a su oído las disculpas que desde que llegó allí no paraba de decir, hasta que se apartó y la tomó de la mano. "Ven, vamos a sacarte de aquí aunque sea un ratito."

"¿Pero no se supone que debería estar encerrada aquí para siempre?" preguntó la chica con temor.

"Eso es lo que se supone que quiere que haga Vlad, yo quiero verte a fuera aunque tan solo sea por unos breves momentos. Normalmente suele venir a ciertas horas, por lo tanto podrás estar fuera de aquí hasta cuando él este por venir. Pero antes de que te vayas corriendo a hacer alguna cosa, dúchate y... por favor, no le digas nada a nadie. Confío en ti, por lo tanto no hagas lo contrario, porque a la próxima vez os tendré que encerrar a ti y a las personas que lo sepan para no volver a salir de aquí."

"¡De acuerdo, Koenma!" comentó la chica poniéndose otra vez firme con la mano en la frente.

"Y mientras te llevo a tu cuarto, te explico los motivos que puse por tu ausencia, no vaya a ser que descubran que algo va mal."

"Aja." Comentó la chica saliendo de allí y notando una sensación rara al salir de las cuatro paredes que la habían estado atrapando, sintiéndose feliz de ser libre aunque tan solo fuera por unos momentos.

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N/A: Pues... ¡Ikitchi esta vivo! xD Por lo tanto la persona que se estaba comiendo un animal en el parque de hace dos capítulos, no es el mismo animal :P

Salió vivo de la experiencia y lo malo es que no puede hablar, ya que sería una gran información para saber un poco más de lo que esta pasando, pero así es la vida.

Oh si! El próximo capítulo, va a ser más largo porque lo digo yo xDD

Yukii: xDD Si es que a veces los ordenadores traen más problemas de lo que aparentan... UU Pues ya has visto a Kuwabara... él con su gran fidelidad hacia la hermana de Hiei... xDD

Sanasa: Oix... vaya manera de comenzar un review! xDD Oye... tienes algo con el Ayame/Hinageshi después de haber leído ese fic suyo, no? xDD Porque esten así también puede ser por amistad... xDD ¿Kurama/Botan por ahí? No... La chica necesitaba ayuda (ya sabes, peloteo al jefe) Yusuke y Kuwabara no sirven para pensar y Hiei pasaría de ella, así que solo podía confiar con Kurama... aunque aún no sé si voy a hacer muchas parejas... por ahora si hay, solo serán las fijas, no tengo pesada ninguna más por ahora... xDD

Ja Ne!