AVISO: Capítulo con violencia.
NOSFERATU
Capítulo 9: Mentiras
Hinageshi se miró como pudo, sin tener ningún espejo en el que reflejarse, el kimono nuevo y limpio que Koenma le había dado por el hecho de que el otro estaba totalmente sucio y según el príncipe era mejor tirarlo ya que meterlo a lavar.
Levantó los brazos viendo que, con certeza, las mangas eran lo suficientemente largas para taparle las manos por completo, algo que decidió no darle importancia al saber que al no poder utilizar el remo porque lo tenía prohibido, tan solo necesitaría las manos para comer y coger alguna cosa, cosas que ya podía hacer arremangándose las mangas sin temer de que el viento las volviera a poner bien.
Salió del pequeño baño mientras se pasaba las manos por el cabello, quitando así cualquier lió invisible que pudiera haber mientras entonaba una alegre canción. Se sentó al sofá que había en ese pequeño salón de un salto, agradeciendo a los superiores de que pudiera acomodarse en un sitio tan cómodo comparado con el frío y duro suelo o el rugido a madera rompiéndose y la incomodidad de la pequeña y sucia cama que había en esa jaula en la que estaba atrapada antes de que Koenma la sacara de allí.
Sintió como su cuerpo parecía explotar de felicidad al sentir como la puerta se abría. Koenma había mencionado que se iba a buscar a Ayame para que pudiera estar con ella sin tener que estar separadas por unos barrotes, mencionando a la vez, que después que arreglaran unos asuntos, podría irse un ratito con la otra guía para ver a sus demás compañeras.
Y la felicidad era muy grande, demasiado grande para ser real.
La felicidad que sus ojos irradiaban pareció desvanecer en cuestión de segundos, la sonrisa que brindaba calidez no pareció ser ni los mínimos restos de lo que había sido, sus labios partidos en un estado de sorpresa mientras su cerebro intentaba asimilar lo que estaba viendo.
Recibiendo una sonrisa maliciosa de parte del otro individuo que acababa de llegar.
"Vaya, vaya... pero mira a quien tenemos aquí... Hinageshi, ¿no?" preguntó irónicamente mirando como la chica bajaba la mirada hacía el suelo y parecía encoger su minúsculo cuerpo por el miedo.
La chica asintió nerviosamente con la cabeza. Tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar, su mente recordando una tras otra vez como Koenma le avisaba de que Vlad Senkrad no sabía nada sobre su pequeño tiempo de libertad.
"¿Koenma sabe sobre tu escapada?"
La pregunta recorrió miles de veces por la cabeza de la joven, seguida por la de si debía de decir la verdad o no. Se fijo en unos instantes en el mar de hielo que tenía como iris en los ojos asegurándose de que, si decía la verdad Koenma también correría algún tipo de peligro.
"No. Koenma no sabe absolutamente nada sobre esto."
Los ojos del hombre ya estaban tomando nota de la apariencia de la chica, fijándose en el kimono que llevaba puesto y el olor a jabón.
"Mentira."
···············
Dos chicos salieron riendo de una tienda, encontrándose con uno pelirrojo que se había quedado esperándolos a fuera, ya que no le agradaba demasiado la idea de entrar en una librería con esos dos chicos como acompañantes.
"¡Tenías que haberlo visto, Kurama!" comentó alegremente el chico moreno que después se puso a explicar detalles sobre lo que hablaba en una revista de deportes.
"No creo que entrar en las librerías solo para leer y no comprar nada sea bueno." Comentó Kurama pasando de los comentarios del chico para intentar corregir sus maneras.
"¡Cuando se cansó de nosotros bien que nos hecho fuera!" exclamó Kuwabara recordando como el pequeño hombre había salido corriendo tras ellos con un palo de bastón gritándoles que sino iban a comprar nada que se fueran.
"Pero no esta bien."
"¡Kuwabara! ¡Kuwabara!" saludó una persona que iba pasando entre la multitud de gente cuando los tres chicos se sentaron en un banco.
El cuerpo de Kuwabara se tensó cuando reconoció a la propietaria de la voz, viendo ya con sus propios ojos como aparecía Nartz y se acercaba a ellos con una gran sonrisa en su rostro.
Los ojos del chico se fueron moviendo entre el detective y el chico pelirrojo, esperando que alguno de ellos se ofreciera a ayudarlo. No tenía terror, lo que estaba pasando ahora no se podría comparar con el sentimiento que tenía antes de comenzar alguna batalla, porque esto simplemente era ridículo. El problema es que después de lo que había pasado la otra noche a casa de la chica, él no quería afrontar lo que podría pasar, porque quizá esta vez no salía tan bien como antes, porque quizá esta vez no podría resistir el hecho de hacer algo, un algo que aunque fuera poca cosa lo pudiera hacer sentir culpable durante mucho tiempo.
"Me alegro de haberte encontrado. La verdad es que desde que te fuiste comencé a pensar en la forma de disculparme ante lo que hice. No tenía planeado que iba a pasar eso, pero supongo que fue cosa del momento, ¿no?"
Kuwabara se quedó en silencio un momento, aún esperando a que Yusuke saliera con uno de sus comentarios o que Kurama decidiera darle una mano, pero al ver que ambos estaban pendientes de otras cosas y que la intención de ayudarlo parecía nula asintió con la cabeza haciendo que la sonrisa de la chica aumentara más.
"Entonces, ¿querrías venir otro día a mi casa? Sin que pase nada de lo que pasó la otra noche, claro. Tan solo para hablar sobre lo que no pudimos hablar la otra vez por mi culpa."
"¿Otra vez?" preguntó el chico encontrando otra vez su voz. Antes siempre había soñado en que alguna chica lo invitara a su casa, sueño que por muchos años que pasaran nunca se cumplía. Hasta ahora. Ahora cuando su único deseo era poder estar con la única persona que le había demostrado afecto y no se había reído de él.
"Si. ¿Qué te parece mañana por la noche a la misma hora?"
"Mañana ha quedado con nosotros. A parte de que no creo que tenga ganas de ir a casa de una chica sin pecho, con vestidos extraños y que se tira encima del primero que encuentra por el camino." Contestó el detective cansado de que esa chica prestara más atención a su amigo que a él.
"¿¡Sin pecho!?" Las manos de la chica se pusieron bruscamente en su propio pecho, dispuesta a quejarse y decirle lo muy equivocado que estaba, aunque después de haberse tocado el pecho unas cuantas veces se dio cuenta de que quizá no estaba tan equivocado. "Bueno... la cuestión es que es de mala educación fijarse en el pecho y criticarlos, sin tener en cuenta de que hieres mi orgullo femenino. No son vestidos extraños los que llevo, siguen el estilo que se llevaba en el siglo XVIII para tu información. Y, no me tiro al primero que me encuentro por el camino porque eso no lo hacen las mujeres con clase como yo, lo que pasó fue un accidente."
Yusuke asintió con la cabeza mientras se pasaba la mano por la oreja y murmuraba sobre la falta de sol, haciendo irritar a la chica y hacer que Kurama hablara para mirar de tranquilizarla.
"No eres japonesa, ¿verdad?" preguntó el chico sabiendo ya la respuesta pero esperando que con esa simple pregunta la chica pasara del detective. Sus ojos esmeraldas volvieron a pasar por la pequeña sombrilla negra que llevaba hasta su vestido de conjunto a la sombrilla del mismo negro, cosas que de por si solas ya le daban un toque clásico sin tomar en cuenta el recogido que llevaba, haciendo creer a veces que habías retrocedido en el tiempo. "Estos trajes aquí no se han llevado, aquí domina el kimono."
"Y tienes toda la razón." Respondió la chica alegremente cambiando la mueca desagradable que tenía para Yusuke a una gran sonrisa para el pelirrojo seguida por un guiño de ojo y haciendo que el detective gruñera.
"Aunque realmente no sabe ni de donde es." Comentó Ludwig que hacía un rato que había estado escuchando la conversación a escondidas y no pudo evitar salir de su escondite para dejar algún comentario.
"Me pregunto por qué mis ojos han tenido que encontrarse con un desgraciado."
"Creo que la gente de clase alta como usted no debería de tener ese vocabulario." Volvió a comentar el chico recién llegado con un brillo en los ojos que indicaba la diversión que estaba teniendo en esos momentos. "Y la verdad es que es una verdadera lastima que piense así, ya que yo me siento orgulloso de poder estar delante de una 'dama' como usted." Su tono burlón fue algo que no pasó desapercibido por los demás y mucho menos cuando dejó escapar 'dama' lentamente por su boca. "Por cierto... son las cinco de la tarde, ¿qué haces tu aquí?"
"Eso, imbécil, no te importa."
"¿Sois amigos?" preguntó Kuwabara feliz por la llegada de ese chico y viendo así una oportunidad de olvidar la pregunta que la chica le había dado antes de que Yusuke se hubiera metido con ella.
"¿Cómo quieres que sea amiga de una criatura tan espeluznante como la que es él? ¿No te has fijado en al ropa que lleva? Es imposible que alguien como yo pueda tener alguna relación, a parte de la del odio y asco, con alguien como él." Respondió la chica mientras miraba la ropa del chico con una mueca de desagrado.
El chico que estaba siendo observado sonrió aún más, girándose un poco para que la chica pudiera ver las mangas de la camiseta desgarradas, mientras que ésta acababa justo al principio de la cadera dejando entrever parte del boxer que el pantalón caído eran incapaz de tapar. Los ojos de la chica pararon en la cadena de hierro que llevaba en el pantalón contrastando con la ropa oscura que llevaba y haciendo que Nartz emitiera un gruñido de asco.
"Realmente terrible."
Ludwig dejó escapar una carcajada para después mirarla con sus verdes ojos a los marrones de la chica.
"Al menos, yo no escondo nada, ni mucho menos mi género. Pero supongo que eso era antes, porque ya le habrás dicho al pobre chico que tú también eres un tío, ¿verdad?"
"Ludwig..." Entre el asombro de los tres chicos que seguían sentados en el banco, se pudo sentir el tono amenazador de Nartz mientras que Ludwig, viendo como su plan había salido perfecto, le dio una inocente sonrisa.
"Espera... ¿estás diciendo que la tipa que el otro día se quería tirar a Kuwabara realmente es un tipo?" preguntó el detective sin saber si sus orejas habían escuchado bien o simplemente le estaban dando una broma.
"¡Exactamente! Nartzkuza es Nartzkuz, pero decidió ponerle una 'a' para hacerlo más femenino." Comentó Ludwig otra vez con su tono burlón y haciendo que todos se quedaran callados. "Por cierto, ¿sabéis dónde esta Hiei?"
···············
En el rostro de Hinageshi se podía notar todo el terror que estaba sintiendo en ese momento, terror que había aumentado con las última palabra que Vlad había soltado.
"No es mentira, es verdad." Comentó la chica desesperadamente rogando para que Koenma y Ayame llegaran pronto e hicieran que el hombre se fuera.
"Quizá si, pero extrañamente algo me dice que no te crea."
Ante el silencio que la chica estaba dando al no encontrar ni voz ni palabras a sus pensamientos, el hombre siguió hablando.
"La verdad es que es una verdadera lástima que te hayas escapado..." Se calló al sentir movimiento por detrás de él y, al ver que la chica pelirroja estaba mirando extrañada y asustada por detrás de él, volvió a hablar. "No te preocupes. Hoy iba a venir con una cosa para arreglar unos asuntos, pero creo que no le comenté a Koenma de que vendríamos hoy."
Un golpe se volvió a escuchar entre unos muebles que había allí, pero aún así sin demostrar nada sobre la tercera persona que estaba allí.
"Tu, sal."
Y justo cuando esa fría orden salió de los labios del hombre que tenía su mirada fija en el rostro aterrorizado de la chica, un gemido se escuchó saliendo entre las sombras que formaban los muebles apareció lo que Hinageshi hubiera deseado no ver.
···············
Dejó un suspiro de alivio después de patear a una de las basuras que había a su lado. La diversión que había sentido momentos antes ya había desvanecido por completo, porque ahora de dónde podía sacar diversión que no fuera de su propia soledad.
Diversión... Meterse con los demás, meterse con él o, como él quería hacerse pasar, ella.
Fue divertido ver su expresión después de que él hubiera dicho a esos chicos que lo que parecía una chica en realidad era un chico, fue divertido ver la cara de shock que pusieron los tres chicos que habían estado sentados mirando y escuchando todo lo que decían, sentir como después uno de ellos se ponía a gritar de desesperación, murmurando cosas sobre una vida imposible, mientras que otro se echaba a reír y el último de ellos parecía no quitar ojo de encima de él después de que preguntara por cierto chico.
Fue divertido ver como Nartz se fue indignado, haciendo que Ludwig se sintiera satisfecho con lo que había echo. Ya que, después de todo, Nartz se merecía eso y mucho más, por todo lo que había hecho.
Y esa diversión le conducía a la furia. Furia para destrozar algo, para sentirse aún más satisfecho con sus acciones, para poderse quedar tranquilo.
Patear, destrozar, matar y sentir el dolor de los demás... eso era la mayor alegría que podría tener.
Eso era lo que quería en esos momentos.
"Hiei... me iba de caza, ¿quieres acompañarme?"
Con tan solo un gruñido hizo que Ludwig sonriera. Esta vez él no había ido hacía ese demonio, sino el demonio había ido hacía él.
Quizá no para formar parte de sus actos, pero si para mirarlos. Ese pequeño demonio había ido para ver lo que hacía por rutina cada día, viendo, observándolo... quizá para asegurarse de que no iba a por alguna persona de la que él le importara, quizá tan solo porque, al fin y al cabo, le gustaba verlo.
Después de todo, un demonio, siempre será un demonio.
···············
Kurama llegó a casa viendo que, con todo el silencio que había, estaba solo.
Su madre seguramente estaría comprando, su hermano habría quedado con algún amigo suyo y su padre estaba trabajando, viendo así un momento perfecto para pensar tranquilamente en lo que estaba pasando y en como poder hacer algo.
Koenma.
Eso era. Cada vez que miraba de pensar en algo lo primero que le salía en mente era el príncipe de Reikai y la mordida que tenía en el cuello, mordida que otras personas muertas últimamente también tenían.
Por lo tanto, él debería de conocer quien es el que esta detrás de todo esto, ya que no es cada día que alguien pueda entrar al palacio de Reikai sin que sea descubierto.
Alguien como la misma persona que se encontró al salir con Botan de la sala de Koenma para ver que eran las mordidas.
El hombre que entró después mientras el príncipe seguía dormido.
Su ceño se frunció al pensar en los motivos que tendría Koenma para no llamarlos y decir que todo iba bien. Sacudió su cabeza sabiendo que no iba a sacar nada y decidió que sería mejor esperar a ver como iban sucediendo las cosas.
Por ahora lo único que se podía hacer era estar atento.
···············
La tercera presa del día encontrada.
Era tan gracioso ver como se iban con cualquier desconocido que vieran por el camino y que no fuera demasiado desagradable mientras éste tan solo decía unos cuantos halagos para que ellas cayeran antes en las redes que tenía preparadas.
Sonrió a la chica que le acababa de rodear el cuello con sus brazos.
La sonrisa coqueta de ella parecía algo duradero, aunque faltaba poco para que lo único que su rostro pudiera demostrar fuera terror y sangre.
Era triste ver como ella estaba tan juguetona cuando él no tenía ganas de juegos.
Y fue divertido ver la expresión de la chica cuando él puso sus manos en el cuello de ella y con sus dos dedos pulgares apretó lo suficiente para que la chica se quedara quieta y emitiera un sonido de dolor.
Sonido que encendió aún más las ganas de hacer daño.
Pronto, quizá demasiado pronto para su gusto, sus colmillos se alargaron y sus ojos verdes se transformaron en un verde más dorado y clavara sus dientes en el hombro de la chica haciendo que esta gimiera de dolor.
"Ehh... Acabamos de empezar, ahora vendrá lo más emocionante." Murmuró Ludwig a su oreja para después morderla bruscamente haciendo que rápidamente saliera sangre de ella.
Viendo que la chica parecía reaccionar e intentaba liberarse de él dándole golpes, molestándolo al no estarse quieta, sus manos agarraron los brazos que entonces se quedaron inmóviles al sentir como los dedos apretaban cada vez con más fuerza justo por donde habían venas.
Las lágrimas ya hacía rato que estaban derramándose, al igual que las heridas que estaban haciendo las manos y las dientes del chico y como la chica iba parando los gritos al no tener voz para más.
Minutos más tarde, Ludwig, que ya le había mordido el cuello bebiendo de su sangre, apartó su rostro del de ella, viendo como los ojos inexpresivos de la chica aún demostraban que su cuerpo ya no podía más.
Otra victoria más, otro placer más.
Sus manos volvieron al cuello de la chica para hundirlas allí, haciendo que la chica no pudiera reprimir un grito agonizante de dolor al sentir como cada vez le costaba más respirar.
Y poco a poco, cada segundo que pasaba haciendo la muerte más dolorosa, pudo sentir como los dedos volvían a apretar aún con más fuerza, como después se movían y la comenzaban a arañar para después, justo en donde estaba las heridas de los arañazos, volviera a morderla.
Hiei miró inexpresivamente cuando, al cabo de poco rato, el cuerpo muerto de la chica cayó al suelo, fijándose concretamente en el cuello, todo destrozado por los arañazos, mordidas y la marca de los dedos de Ludwig cuando este se puso a apretarlos. La sangre que aún seguía brotando del cuello ya hacía rato que había ensuciado la mayor parte de la camiseta blanca que llevaba la chica, pero eso ya daba igual, porque como la camiseta, toda la demás ropa que llevaba y ella misma ya no servían para nada.
"¿Has disfrutado de la vista? Me quedado con ganas de más, así que nos vamos a por otra." Comentó Ludwig mientras se lamía los labios y acababa dándole una patada al cuerpo de la chica para que se apartara del camino.
Quizá, con un poco de suerte, dentro de poco pasaría gente dando una vuelta y se encontrarían el cadáver para llevárselo ya fuera de allí.
···············
"¿Has visto a quien tienes aquí?" preguntó Vlad sonriendo mientras se iba hacía la puerta. "Ha sido un honor conocerte, pero tengo otras cosas que hacer, así que dejo que él haga lo que necesite. Y no te pases con ella, ¿entendistes?" comentó esto último al que había con ellos.
"Si, señor." Contestó el otro, indicando con su voz temblorosa el miedo que le podía tener a Vlad, el cual después de oír la respuesta afirmativa desapareció por la puerta. "Hola."
La voz que en un principio había sido temblorosa, ahora seguía siendo igual pero con un tono tímido a la vez.
Una voz que no parecía ser de él.
Él... que no podía ser comparado con un humano, él... que parecía ser un monstruo.
Un monstruo en la vista de cualquier otro humano, un monstruo que él mismo también podía ver.
No caminaba derecho, no tenía un cuerpo firme. Su espalda... tenía una pequeña joroba, pequeña, pero aún así se notaba. El rostro parecía deformado, los ojos rojos, pequeños cansados. La piel, sucia, sucia como la chica cuando había estado encerrada.
Mentira.
Él estaba mucho más sucio.
Las manos, la cara, el cuello, los pies descalzos... todo lo que no era tapado estaba lleno de grandes y terribles cicatrices.
Su cuerpo temblando cada dos por tres, a veces dejando una sonrisa como si de un loco se tratara.
Terrible...
El ojo tapado por una cicatriz que tenía allí, tapándole la vista del ojo izquierdo.
Terrible...
Todo él hacía miedo, miedo y asco, aunque esa sensación era algo que no podía evitar.
Hinageshi se estremeció cuando sintió que él se había puesto delante de ella con una extraña sonrisa, al sentir como sus manos se quedaban en los hombros de ella para ver como le faltaba el dedo corazón de la mano derecha.
Horrible, eso era.
Asco. Otra vez el mismo sentimiento cuando sintió la lengua áspera de él pasando por su mejilla a su cuello.
"Chica..."
Ambas manos pasando por la cadera de la chica, acariciando el kimono para después dejarlas reposando en el pequeño pecho de la chica.
Y ella no pudo hacer nada a parte de esperar a que Koenma, Ayame o cualquier otra persona entrara en esa habitación antes de que la situación no empeorara más de lo que ya estaba.
Esperar y, mientras, sufrir.
···············
N/A: ¡Y como dije, capítulo más largo! xD
Y encima con la vuelta de vampiros, un descubrimiento nuevo sobre Nartz y encima lo que esta pasando aún por Reikai.
Sobre el personaje que ha salido al final, no voy a decir mucha cosa sobre él por ahora, solo que este personaje ya ha salido antes. ¿Cómo lo he descrito? Pues... quería hacer ver que no era un personaje para hacerle un monumento por su belleza, y hace tiempo que quería escribir sobre algún personaje de esta manera. Bueno, esto ya lo iréis viendo más tarde, ya que este personaje también dará que hablar.
¡Nartz! Hace demasiado tiempo que quería hacer un personaje travesti, así que cuando comencé con la idea de este fic me obligue a mi misma hacer este personaje que saliera aquí. De él, a partir de ahora ya utilizaré el masculino a excepción de cuando alguien hable con él. Y aunque no sé como irá esto sobre él por ser travesti, pero yo quería hacerlo y ya me siento satisfecha.
Nops, me sentiré satisfecha cuando sepáis sobre el último personaje que ha salido.
Yukii: A mi también me sabio a poco, pero no sabía como hacerlo para arreglarlo... U-U Sips, gato viva, Kuwabara con su fuerte amor y Nartz... xDD ya has visto como ha ido, pero aún así él no se va a rendir fácilmente. Hinageshi... quizá hubiera sido mejor que hubiera seguido encerrada... U-U
La LoKa Nelly: Sips... es que a veces se me meten cosas en la cabeza que me 'obsesionan' y después cuesta un poco de volver a lo de antes... xDD Aunque por ahora mi intención es seguir hasta acabarlo (a no ser que pase alguna desgracia que me impida hacerlo) ¡Gracias! ¿Fin? Uis... vete a saber... xDD
Sanasa: No sabes lo que me alegra escuchar eso aunque no me acabe de convencer... y mucho más con ese capítulo, pero bueno... U-U Para saber los motivos de Nartz aún tendrás que esperar un ratito más y... a parte de que no es una chica... ¡pobre Kuwabara! Él no tiene la culpa de haber nacido como es... es más culpa del autor por haberlo dibujado así... a más, cada uno tenemos nuestros defectos (Dark en modo: protectora de Kuwabara! xD) Y dale con eso... por ahora no he pensado en parejas ni nada, tan solo sobre Yusuke/Keiko y Kuwabara/Yukina, pero como habrás visto, no ha salido ni del uno ni del otro. Y no, no era Koenma/Hinageshi xD Oh! Pues en el próximo capítulo volverán a aparecer las dos juntas! xD
Ja Ne!
