Holaaaaaa! Bueno... la verdad es que es uno de mis kpis preferidos y supongo que a vosotras tb os gustará. Bueno en realidad estoy convencida de que os gustará. Igual es pincipio es algo confuso, pero es que justo estaba dando eso con la clase y me vino la inspiración, es un trozo de una obra de teatro. Bueno no tengo mucho que contar, que tenía que haber dejado el capi antes lo sé. Pero... me daba una pereza IN – CREIBLE. Bueno y ya sé que os raspo... pero... haber si leéis la historia de: El artículo de la verdad. que está mu bien!!!!! Xfas xfas xfas!!! Bueno y otra cosa, para las que lean: Mi amor del bosque prohibido, si alguien, aunque sea sólo una persona no deja un review no seguiré la historia. Creo que eso es todo. Aber si dejáis reviews las que no soléis dejar y... con mucha muchísima casualidad llegams al cien, que sería fantástico!!!! Pero weno, no lo creo, aunque muchas gracias por las que dejáis siempre review.... No podría seguir sin vosotras!!!! Bsssssssss!!!!!!

Synn: Bueno la verdad es que legolas sabe que quiero con él, cosa que me pone mu mu mu nerviosa xq cuando pasa x el pasillo se me qda mirando cn esos ojazos verde-marrones y de mirada penetrante. Po no me lo han presentau y prefiero ksi q no lo hagan xq me moriría de la verwenza. Po estoy intentando olvidarle xq la verdad es que me obsesiona deiau. Bueno a lo que iba... (sq me enknta hablar de él...) Sí eso, haber si te pones al día cn mis fiks!!! Que tú eres la unik (bueno ksi unik) que lee to tó y tó lo que escribo!!! Espero que te guste este nuevo kpi que es mi preferido iwal es porque... bueno da iwal ya lo leerás!!!! Mxxxxxxxxxxxxxxxxxx!!!!!

Taeko: Nada txiki, si ay prisa ay prisa y no se puede dejar un review largo, la cosa es que lo dejas aunque sólo pongas "bien". Bueno y aber cuando te viene la musa de la inspiración y nos dejas un nuevo kpi!!! Bsssss!!

LaPeyeMalfoy: Joder estáis todas con que líe a Lindsay y a Draco que no podéis con las ganas, por joder simplemente no tendría que liarles, pero cmo en eso estaba basado en un principio el fik, pos... aunque luego empecé a pensar en la llave y esas cosas... bueno sí intrigante lo de Katrina, es una chik cn sorpresa, pero trankila que al final de este capi entenderás mejor qué la pasau!!! Y sí HABER SI TERMINAS YA TU PUTO FIK!!!! Inspírateeeeeeeee!!!!! Bsssssssssss wapísimaaaaa!!

PadmaPatilNaberrie: Bueno no me mates que si no te quedas sin final... jejeje. Ya me di cuenta que no me querías regañar ni ná de eso. Menos mal que no lo dejé ahí mucho tiempo que si no... la gente a esta altura ya me querría muerta!! Bssssssssssss!!!!!

20. La cicatriz

- Cuán hermosa es la vida, si la compartes con alguien, cuán bella es la existencia si al despertar ahí os encuentro. El sólo pensamiento de vivir sin vos hace que las nubes lloren, provocando la tristeza del pueblo entero. – Hacía un buen rato que habíamos empezado a representar la obra. Estábamos en la última escena, la del beso. El verdadero beso de amor. El duque era quien hablaba. El actor que interpretaba este papel se llamaba Andy. David que hacía de príncipe, se encontraba en el lado opuesto a Andy.

- No haga caso, a este duque, créame a mí, no puede ni imaginar mi amor por vos, mis noches de insomnio, y mis días sin paz, pensando en vuestra belleza. – Me dijo el príncipe, es decir David.

- No me juzgue vos por mi belleza, ya que la mujer más bella del el mundo puede llegar a ser la más detestable.

Katy, que hacía de reina, o sea mi madre, apareció en escena, el carácter de la reina era frío y malvado.

- Hija mía, ¡no sueltes insensateces delante de estos dos hombres que luchan por tu amor! Estoy segura de que alguno daría la vida por ti. ¿Me equivoco?

- No mi reina. – Dijo el duque.

- No estoy segura de que te des cuenta ¡oh duque! Que las promesas de una reina se han de cumplir. Y estoy de acuerdo con tu muerte, pues mi hija no merece escoria cómo duques y nobles.

- ¡No madre! ¡No lo mate! Yo lo amo, sin él no lograría respirar, ni sentir latir mi corazón cuando él está cerca.

- ¡MÁTENLO! – Dijo la reina.

- Un último favor podría pedir ¡oh mi reina!

- Adelante.

- Quisiera volver a besar los dulces labios de su hija una última vez, antes de ir con dios.

- Hazlo pues, si es tu último deseo.

Andy y yo nos besamos, un corto pero dulce beso. Un hombre apareció en escena vestido de verdugo. Haciendo que mataba a Andy, y tirándolo al suelo. David me cogía de la mano.

- ¡Oh mi princesa! Que su vida sea feliz junto a la mía, pues nunca amaré a una mujer más bella que vos.

Yo estallaba en lágrimas, mientras el príncipe me besaba. El telón se cerró. David y yo nos apartamos y nos sonreímos.

- ¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos interpretado nuestra primera obra! – Le dije.

Todos los actores que habían aparecido en la escena aparecieron. Y saludamos. Vi a Draco en primera fila, estaba silbando.

Fuimos al vestuario a cambiarnos de ropa.

- Lindsay, vamos a ir a celebrar esto, ¿te vienes? – Me dijo Andy.

- No, me voy a quedar aquí.

Cuando salí vi a Draco apoyado en la pared, sonriéndome.

- Tienes talento, Lohan, un día no muy lejano te veré en Holywood.

- Pues, yo creo que un día no muy lejano me veré en algún pobre teatrillo.

- No te creas...

Nos quedamos en silencio, mirándonos, sonreímos. Me agarró de la mano. Todo fue como en un sueño, pasaba tan veloz, y a la vez tan lento... momentos siguientes de que me cogiera de la mano, nos encontrábamos en mi cuarto, a oscuras, nos besamos. Me puso encima de mi cama, y me quitó la camiseta. Mil hormigas corrían por mi cuerpo, se quitó el jersey y la camiseta, pude observar sus cuadraditos, la voz de la chica de la discoteca me vino a la cabeza: "Ven aquí guapo, y vas a ver lo que es un polvo". Cuántas noches había soñado que me besaba, después de tanto tiempo, desde que le vi en la discoteca...

Me quedé en ropa interior, y él también, empezó a besar mi tripa, y subió hasta llegar a mi boca, le agarré del cuello, como para no dejarle nunca escapar, tenerle siempre cerca. Empezó a jugar con el piercing que tenía en el ombligo, muy despacio empezó a bajar mi parte de abajo, y de repente se quedó quieto. Como petrificado.

- ¿Qué pasa? – Le pregunté.

- ¿Cómo te has hecho esto? – Dijo señalando una cicatriz que tenía a unos 7 centímetros de mi ombligo.

- Una cicatriz.

- Ya sé lo que es, quiero saber cómo te la hiciste.

Se levantó, y la miró de más lejos.

- ¿Cómo te la hiciste? – Volvió a repetir en tono preocupado.

- No recuerdo bien, creo que mi madre me dijo que me caí en casa de Katrina jug...

- ¡VISTETE! Tenemos que ir al ministerio de magia.

- ¿Por qué? – Dije mientras me volvía a poner la camiseta.

- Es demasiado largo de contar, te lo explicaré en el camino.

Me agarró de la mano, y salimos corriendo de mi escuela sin que me diera tiempo casi ha recoger un poco mi cuarto. En diez minutos llegamos al metro y desde allí tardamos otros 20 hasta la cabina telefónica. No habló ni dijo nada, pero no soltó mi mano. Aunque en el metro llamó desde su móvil a alguien, aunque no habló demasiado, no entendí lo que querían decir sus palabras. Llegamos al ministerio, y sin previo aviso echó a correr por todo el pasillo, llevándome a mí casi a rastras (odio correr.) Llegamos a lo que parecía el despacho del ministro de magia. En la entrada con letras doradas ponía: "AMOS DIGGORY". Llamó a la puerta y entramos. Draco no me había contado nada, la única vez que le pregunté me dijo que mejor que lo supiera allí. Un hombre con barba nos esperaba.

- Malfoy, por lo visto te has dado cuenta justo a tiempo. – Y ahora dirigiéndose a mí dijo. – Lindsay, ¿verdad? Tú eres una de las llaves, bien, no sé si alguien te habló de la reunión que tuvimos acerca de ti.

- Estuve presente en ella.

- Mejor, así no te tendremos que hacer un resumen, ¿recuerdas una de las preguntas que hicieron? Una de ellas fue si sabíamos con certeza si tú eras la llave, por desgracia nos hemos dado cuenta, no, mejor dicho, el señorito Malfoy se ha dado cuenta de que existen dos llaves. Es necesario para abrir las puertas del infierno utilizar las dos llaves.

- ¿Se puede saber quién es la otra llave?

- Katrina – Dijo Draco.

- ¿Qué?

- Sí, mira todo el muy lógico – Me dijo Draco. – Esa cicatriz que tienes ahí... - Dijo moviendo la mano hacia el lugar en el que se situaba a cicatriz – bueno, Katrina tiene una muy parecida en la nuca. Las dos sois amigas desde niñas, de infancia, puede ser que cuando fueras demasiado pequeñas como para recordar, pero bastante mayores como para resistir a... su poder, la madre de Katrina lo hiciera. Es decir, le haría una brecha a Katrina en el la nuca, y otra a ti cerca del ombligo. No las puso las dos en el mismo sitio para no levantar sospechas. Y sólo tuvo que poner un poco de su sangre en tus venas. En realidad Katrina era la llave, pero para hacer más difícil encontrarla puso la llave en dos personas. Le dijo a tu madre cualquier cosa, como que os habíais peleado después de comer y que con un cuchillo Katrina te la habría hecho. Era la madre de Katrina a la que le entregaron el poder, ella decidió ponerlo en su hija, luego se hizo mortífaga para poder de alguna manera u otra protegerla y alejar las sospechas.

Alguien llamó a la puerta. Y la abrió despacio, un hombre ya viejo asomó su puntiaguda nariz:

- ¿Llego tarde?

- Un poco, pero no pasa nada, siéntese Dumbledore. – Le dijo Diggory.

- Bueno, pero hay algo que no entiendo, ¿cómo sabíais que yo era la llave?

- Fue un aviso anónimo. – Dijo Dumbledore. – Aunque sabemos que alguien sabía que la llave se encontraba en los alrededores de Londres, por desgracia no sabemos cómo ha encontrado a Katrina, pero ella está en peligro, aunque no tanto como lo estaría si ustedes dos estuvieran juntas.

- Es cierto, Malfoy, estás encargado de vigilar a esta joven durante el tiempo necesario, enviaré a alguien más para que te acompañe y así no te pillen por sorpresa.

- Bien.

- Creo que ya es hora de que vuelvan.

Miraba al techo de mi cuarto, Draco estaba en el suelo, a mi lado, Mireia, estaba en su cama, ella sí dormía, se oía su profunda respiración. ¿Katrina y yo llaves? La verdad cada día entendía menos mi vida. Empezaba a pensar que Mireia tenía razón y que mi vida era demasiado complicada como para entenderla. ¿Qué iba a pasar a partir de ahora conmigo? Y... realmente, ¿cuál era nuestra manera de abrir el inframundo? ¿Qué pasaría si lo hiciéramos? ¿Moriríamos al hacerlo? Tenía miedo. Realmente al mirar las paredes de mi cuarto de distintos y alegres colores, parecía absurda la idea de caer en un vacío, en el cual no sabía qué me esperaría. ¿Qué sería de mi vida? ¿Tendría tiempo de despedirme de mi familia, y amigos? Y... ¿qué pasaría con Anthony? No tenía que volver a besarle, le tendría que dejar las cosas claras, las cosas muy claras. ¿Pero, y si realmente Draco resultaba ser sólo un noviete, y en realidad era Anthony el de verdad?

- Draco – Dije en un susurro.

Nadie contestó, salí de mi cama, y me tumbé en el suelo junto a él, me tapé con la manta azul que le había dejado, y dándole un suave beso en los labios me dormí. Dándome cuenta de que era imposible confundirme esta vez en mis sentimientos.